Maldito fuese el destino que parece estar en contra mía, no importa en que parte del continente este, Mirán Alauî llega como un imán, entre más trato de alegarlo, más se acerca, pero como si él disfrutará de hacerme sufrir no solo ha bailado con su mujer y una más, si no que le ha pedido matrimonio a esta última, todos al rededor aporrean felices, claro... ¿Que tío no quiere dos esposas? Su cultura le permite eso, lo que sí me puso furiosa fue el anillo que le ha puesto en el dedo, es una replica exacta del que una vez me dio y cargo colgado del cuello.

—¿Loli? Por tu cara puedo adivinar quien es el cabrón— asentí, no había que ser muy listo para darse cuenta de algo tan obvio, Mirán podía vestir como cualquiera del lugar, pero esas mujeres usaban sus atuendos típico de su país.

—Ese mismo, pero es que debo tener muy mala estrella.

—Lo que si tienes es un coraje de los mil diablos, solo basta ver tu preciosa carita, Lola tal parece que ese tipo pasa de ti ¿Cuando harás tu lo mismo?— pregunto antes de dar un trago a su cerveza, tiene toda la razón.

—Lo haré justo ahora— envalentonada como nunca creí estarlo, me acerque hasta el trio de personas quedando frente a frente de Mirán, aquellas mujeres se limitaron a observar.

—Que coincidencia, la niñita Colleman esta aquí, no te había visto ¿Turisteando?— ¿Que no me había visto? Sí claro, que se lo crea la más vieja de su casa.

—Tranquilo, estoy por marcharme con Andrés, tenemos algunas cosillas que hacer— dicho eso me volví a el aludido guiñándole un ojo, el muy listo me siguió la corriente lanzándome un beso al aire— placeres que se da uno de soltero, en fin, esto es tuyo— introduje mi mano entre mi blusa dejando al descubierto el anillo de nuestra "boda"— no lo necesito más, puedes dárselo de regalo a una tercera esposa, parece que eso es lo que te gusta —tomé su mano que me quemaba como el fuego, pero sin amilanarme coloque la cadena con anillo en su palma — que sigan disfrutando su día señoras.

No espere la respuesta de Alauî, tras despedirme de sus mujeres volví con Andrés que me rodeo entre sus brazos susurrando algo a mi oído.

—Eres tremenda lola

—No tanto, pero si no no vamos ya, seguramente caeré desmayada, las manos me tiemblan.

—Normal, y creo que será lo mejor, el hijo de Alá nos mira con cara de querer quemarme vivo.

No quise comprobarlo, simplemente salimos del lugar para dar un paseo en la playa tomados de la mano, Andrés menciono que Dylan le había mencionado mi cumpleaños número 18, sería en unos pocos días, quiere que la pase con él y su familia, la verdad me es extraño, mejor dicho raro, pero no suena del todo mal, acepté encantada, más comida mexicana para mí.

Cuando volví al hotel me puse a subir un par de fotos a Instagram inevitablemente como ya es común en mí, la curiosidad me carcomía así que desbloquee a Mirán solo para encontrarme alguna que otra foto con su esposa, aquello me hizo arder de nuevo y sin pensarlo le mande un mensaje.

Princesa_Lola_CH

Lamento no felicitarte por tu primer matrimonio, por fin encuentras quien te soporté odioso marroquí, y en cuanto a tu segunda mujer... ¡Woooa! No tienes llenadera Alauî

Trague saliva apenas enviarlo ¿Por que lo hice? Creo que me volví loca, quizá no tanto como él, mañana me tomaría el día solo para mí y estrenaría un nuevo bikini super mono para tomar el sol en la playa, pero por ahora tenia los nervios a flor de piel pensando en si me respondería o no, supongo que debe estar ocupado con su mujer.

SantVict