Capítulo 19
En cuanto entré, como de un imán se tratase, mis ojos se encontraron con los de Mirán ¿Que hacía aquí? Pero sobre todo ¿Quien era esa mujer? No la conocía de nada, sus ropas y su velo dejaban claro su origen.
—¿Vamos? Los invitados no deben tardar —asentí a sus palabras, este era un día sumamente importante, no satisfecha con la presencia de mis males, disimuladamente volví mi vista a ellos para encontrarme con sus manos unidas sobre la mesa dejando ver un par de argollas de matrimonio.
Mirán se había casado, saberlo me era amargo y doloroso, llevé mi mano al pequeño haciendo un puño entré mi ropa sintiendo el anillo que una vez me dio fingiendo algo que nunca sintió, hablo de cariño, por que amor jamás lo mencionó
—Lola estas muy pálida— como siempre Carlos estaba al pendiente de mí.
—Estoy bien, solo me duele la cabeza, pero nada que no se arregle.
Estabamos en una sección preparada para unas 11 personas, poco tiempo después a nuestra llegada, lo hicieron mis padres y Dylan, y claro los padres de Carlos y su hermana Lena, sonreír por la bonita reunión.
—Hermano, no puedo creer que por fin lo vas a hacer— dijo Len emocionada
—Estan casi todos, antes de que llegué el resto iré al tocador— me disculpe alejándome de la mesa, al salir del baño Don "Dueño del mundo" me adentro de nuevo encerrandonos a ambos en un cubículo —Por Dios Mirán tu en verdad estas loco.
—Dime que no es cierto lo que esta por ocurrir lola.
—Ahora además de estafador también eres adivino, woooa!— me mofe con sarcasmo, su perfume impregnaba mis fosas nasales.
—No estoy para juegos, eres mía lola, yo te marque, fui tu primer hombre— Aquellas palabras me enfurecieron, así que sin importarme lo empuje para poder salir
—No soy ninguna puta respuesta para marcarme, y no soy tuya ¿De que vas?— tomé su mano agitandola en el aire— esta claro que yo no fui la ultima mujer para ti, ahora si me permites tengo un compromiso al que asistir.
Lo escuche seguramente maldecir en su idioma natal, regresando a la mesa Marian estaba aquí con sus padres, se preguntaran ¿Quien es Marian? Pues...
—Lola, justo a tiempo— sonreí a Carlos volviendo a mi asiento, mientras lo hacia observe a Alauî volver al suyo— Gracias por estar aquí reunidos, pero antes quiero decir, lola... Fuiste y eres una de las mujeres más importantes en mi vida, pasaron muchas cosas, y aunque en su momento me dolió que me terminarás, hoy quiero decir ¡Gracias! Si no hubiese sido por eso, nunca hubiera conocido a la mujer de mi vida.
—Tonto, me harás llorar.
—Por favor, quien debe llorar de emoción es la novia no tú — todos han reído— ahora sí continuó, Marian, para algunos es muy pronto, pero para nosotros, sabemos que es el tiempo perfecto ¿Te casarías conmigo?
—Sí, oh Dios sí — grito la novia emocionada y feliz, me alegraba por ellos.
Después de ese encuentro con Mirán en el estacionamiento de la escuela, lo pensé mejor y llegué a la conclusión que no estaba del todo equivocado, me estaba engañando a mi misma, y pesé a que Carlos me hacía sentir paz, lo estaba engañando también a él, nunca le daría amor, él ed alguien que merece algo mutuo y exclusivo, esa no podía ser yo así que al siguiente día le explique mis razones que entendió perfectamente y terminamos. Poco después Marian llego de intercambio a su salón, amor a primera vista dice él.
La fiesta continuó, pero cuando me he girado a buscar a mi mal de amores, justo se marchaba con su nueva mujer, estaba claro que ya tenía un camino del cual no soy participe, yo sin en cambio, me dedicaría a mí como lo estuve asiendo estos meses.
—¡Salud por los novios — levante la copa haciendo que todos los hicieran.
Los días transcurrían y no tuve noticias de Mirán, no me atreví a desbloquear su contacto, no quería saber de su matrimonio, mañana salgo de vacaciones e iremos Dylan, Carlos, Marian y yo a Miami, o si... Necesito sol, playa y arena para resurgir con más fuerzas.
La fresca brisa mece mi cabellera, el resto del grupo se ha marchado al hotel, yo quería disfritar lo que se me negó toda la vida "Libertad" usando un short corto y una blusa de tirantes camine descalza por la arena, sentía la paz necesaria para meditar acerca de mi vida. Me alegraba que Carlos encontrará un amor correspondido, en cuanto a Mirán... Ya tenía un compromiso, no debía pensarlo más. Inmersa entre mis pensamientos apenas distingui a alguien gritar ¡Cuidado! Apenas me gire un balón de bollyebol estampó en mi cara tirandome a la arena ¡Dios que dolor!
—¿¡Estas bien!?— un hombre alto, moreno y pelo castaño dr acercó para ayudarme a ponerme de pie— que conste que te avise mi reina ¿Pero donde tienes la cabeza?
—Venía distraída, pero caro lo pague— me daba algo de gracia su modo tan efusivo de hablar, comencemos a sacudir la arena, pero como si de un deja vuelvo se tratase, el hombre se ha puesto a sacudir mis piernas.
—Has quedado como bisteck empanizado.
—¿Estas toqueteandome?— aquellas palabras me borraron las sonrisa ¿Cuano saldrás de mi vida Alauî?
—Oh no nena, si quisiera toquetear tu hermoso cuerpo te dejaría una semana en silla de ruedas— comencé a toser por su atrevimiento, cuando dejo de sacudirme golpeo ligeramente mi espalda— tranquila era una broma, espera aquí
Observé como se alejaba a un grupo donde entregó el balón y acercándose a una mesa por una botella de cerveza, ha vuelto a mí, me la ha ofrecido, yo, la tomé con confusión.
—Lo siento, yo no bebo.
—Ustedes los guiris son raros, de donde vengo nada sabe sin una buena chela bien muerta— levante la ceja divertida por sus palabras que no entendía —por mi madre, que mal educado, si me viera me daría una biena surra con la chancla, Me llamo Andrés Martinez ¿Tu eres?
—¿Que? Oh si, me llamo Lola Colleman.
—Creo que nos llevaremos bien lolis.
No mentía, llevamos tres días en Miami y cada noche la paso con Andrés, es un tipo lleno de vida, tiene muchas ocurrencias que me sacan grandes carcajadas, Dylan me permite conocer la vida, prometió no decirle nada a mis padres, piensa que necesito olvidar cosas, Hoy quedé de nuevo con Andrés del que se que es Mexicano, es hermano menor y solo tiene a su hermana que esta casada, ambos viven aquí desde que sus padres murieron, lo siento mucho por él, pero dice que es parte de vivir.
La puerta de mi habitación sonó y corroborando que era mi nuevo amigo abrí rápidamente.
—Que tranza ¿Estas lista?
—Claro wey— mi respuesta lo hizo reír, tiene un risa muy varonil que me provoca cierto escalofrío, pero lo ignoro.
—Aprendes rapido lolis, vamos algunos de mis amigos esperando.
Dejé que tomara mi mano para dirigirnos a un restaurante Mexicano, la música salsa y cumbia predominaban de otros géneros, entrando todos comenzaron a saludable, este a su vez me presentaba. La noche fue inolvidable, bebí cerveza, comí tacos de no se que, pero que delicia, y baile vaya que sí baile, Andrés tenía tanta energía que me contagiaba de ella. Eran las 2:00am y algo chispeados alguien propuso jugar botella, todos accedieron, me senté frente a mi amigo comenzando a jugar, los castigo iban de verdad a reto, llegando mi turno preferí reto, vamos... Quiero llevarme un buen recuerdo de mis vacaciones, pero entonces alguien hablo.
—Tu castigo será besar a Andrés —¿Que? De entre todos precisamente él, las chicas me golearon el hombro animandome, culpo al alcohol por lo que voy hacer, decidida me puse de pie para sentarme en sus piernas y rodear su cuello acercándolo y unir nuestros labios, me correspondió de un modo que me hizo anhelar por más.
—Esto va directo a mis redes, les etiquetare chicos —menciono algunos de sus amigos, pero no le presté importancia, estaba demasiado insimismada.
Noche movida que no quería terminara, pero era muy tarde ya así que Andrés me llevo de vuelta al hotel, en la puerta de la habitación nos hemos mirado recordando el beso, dejándome llevar volví a hacerlo pero esta vez me tomó entre sus brazos, nos devoramos, nos acariciamos, nos deseamos, una vez estaba sobré mí en la cama me tense.
—Soy una tonta en esto, puedo parecerte muy... Insípida.
—¿Que imbécil se atrevería a decirte eso lolis? Eres un mujer sexy, dulce y ardiente, la mejor de las combinaciones— Asentí creyéndole, esa noche no solo disfrute de un sexo alucinante, también borré sus huellas en mi piel. La mañana siguiente desperté con una hermosa sorpresa.
—¿Que es eso?— miré la mesa de servicio que tenia una charola.
—Tu desayuno, las reinas comen en la cama— Andrés se acercó con la charola dejándola sobre mí, sostuvo el tenedor dándome de comer en la boca, un amor de hombre— lola, lo ocurrido anoche.
—Fue mi resurgir — su cara me hizo saber que no me entendía— tu me has hablado de ti y yo quiero hacerlo también.
Por primera vez de mi propia boca hablé de todo lo que había vivido, Andrés maldijo a Mirán por ser un cobarde aprovechado, no lo desmiento, es verdad todo lo que dice, le conté de Carlos y la buena amistad que forjamos después de nuestro fracaso, así que hemos quedado en algo solo nosotros dos, Andrés me enseñaría a disfrutar en todos los aspectos mientras durará, por suerte estaría mes y medio en Miami.
SantVict
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