Pues salieron leaks de las líneas de voz de Sethos y pasaron cosas y la demo salió y pasaron más cosas. Sumeru es realmente la región LGBT+ y Nahida la santa patrona de los queers.

Les dejo esta idea random de Scara/Wanderer con Sethos. Espero les guste <3 

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Está en la Akademiya por ordenes de Nahida, es parte de su condena, aunque no está seguro de que tipo de prisionero es el que es obligado a socializar con otros, con una beca en una institución de renombre y llegando (o dejando que sea reconocido) como el representante de su área de estudio.

Es complicado y no entiende las tácticas de Nahida, la querida arconte de la Región de Sumeru.

Pero prometió (a regañadientes) que se comprotaría, trataría de no hacer más problemas y todo eso. Traveler amenazó con volver si pasaba algo malo y claro que Nahida tiene el poder detenerlo.

Cosa que no va a admitir en voz alta.

Lo que no prometió es dejarse pisar por los viejos de la Akademiya.

Y es lo que está acabando con su paciencia ahora mismo, que ese vejestorio trate de rebajarlo sólo por qué no se ha enterado aún que quién lo recomendó para estar aquí es la mismísima Reina Menor Kusanali.

El viejo ese trata de explicarle la etimología de uno de los registros de algo pasado en Inazuma hace muchos años, como si fuera realmente un experto en ello. Comenta orgulloso como fue de viaje allá y hablo con gente y les sacó la verdad con su gran intelecto y olfato de investigador, lo que a ojos de Wanderer es una puta broma.

Nadie en esta Akademiya sabe más que él del pasado de Inazuma, de su estructura geológica y los rastros de los conflictos que terminaron por fregar a su gente.

¡Y viene esta momia salida del culo de quién sabe donde a querer explicarle eso!

No quiere ser grosero (mentira) pero no le deja una opción. Wanderer trató de respirar adecuadamente antes de tomar una decición pero la cara de culo del viejo académico hace que se le esfume la poca paciencia que le queda y no gastará jamás con alguién como él.

Está a punto de decirle algo, está tan seguro que su rostro es de amenaza por la forma en que el rostro del vejestorio cambia antes de que pronuncie la primera palabra que da por ganada esta discusión (que no lo és por que el desgraciado no le ha dejado hablar ni un segundo) y que posiblemente lo van a sacar de la Akademiya que medio sonrie a mitad de la primera palabra.

—¡Escucheme...!—Y antes de terminar la frase es tomado de la muñeca y obligado a dar media vuelta.

—¡Te estaba buscando por todas partes Chico del sombrero lindo!

¿Ah?

—¿Qué?—Este es el viejo académico, sin entender si fue salvado de algo peligroso o sólo los gritos de un niño con suerte.

—¡Tengo una importante misión para tí! —El nuevo chico que aparece en la acalorada discusión parece comprometido con su papel. Cosa que Wanderer ignora.

Es moreno, de ojos verdes como el mismo elemento dendro, cabello castaño, alborotado y muy largo, con esas ropas extrañas del desierto sin llegar a ser de los Eremitas.

—Quién eres tú.

Finalmente Wanderer habla, calmado, y cabreado pero no grita, cosa que es un pequeño triunfo para el nuevo.

—Me envía el Matra.

Wanderer tiembla levemente, cosa que es botada por el nuevo y claro que aquella información no pasa desapercibida por el vejestorio.

—Oh vaya, estás en problemas —infiere y se burla con la mirada.

—¿Problemas? ¡Claro que no!—el nuevo tira de la miñeca de Wanderer y lo deja detrás suyo, como un perro protegiendo a su dueño, extraña visión de su parte para con alquién que jura no haber visto jamás. —El Matra me indicó que este chico es la mejor opción para una misión importante, ¡Incluso la Reina Menor Kisanali me confirmó esto!

—¿Kusanali? ¿Mi madre? —Wanderer no suele ir por ahí afirmando esta relación, sin embargo, ahora mismo parecía una forma tan elegante y simple de hacer sufrir a ese viejo.

Disfruta el cómo le está cambiando el rostro, del orgullo y la burla al espanto total, la incredulidad y claro, el arrepentimiento.

Ah, que deleite.

—¡Madre! —Grita demasiado alto, tanto que todos los que estaban en la Akademiya en ese momento se voltean a ver.

—¿Eh? —Ah, el chico nuevo tampoco sabía.

—Sí, ella me recomendó a la Akademiya —Wanderer lo comenta casual como si fuera obvio pero está disfrutando tanto la situación. —, en los días libres le comento que aprendí y me ayuda en mis tareas, debo hacerle honor al ser su hijo ¿sabe?

Sonrie, Wanderer está hechandose unas risas internar por las caras del viejo y del nuevo. Con tan sólo decir una palabra sobre la Reina Menor Kusanali frente a ellos, hasta se han alejado por respeto.

Sí Nahida se entera de esto es probable que lo regañe, no es forma de hacer amigos.

—¡Hijo dices!

—Ah, por eso Cyno me dijo que la nombrase entonces —Murmura Sethos para si mismo, colocando su dedo en su menton, pensativo.

—¿Tiene algún problema con que yo sea el protegido de la Reina Menor Kusanali, señor? —Wanderer pone su tono más dulce y cínico, girando levemente su cabeza, cuyo rostro se oscureció por la sombra hecha por su sombrero.

—¡No, claro que no! —Niega varias veces e incluso hace énfasis con las manos. —Me retiro, tiene misión con este chico y por ordenes del General Matra Cyno, yo me retiro, debo ir a... sí, ¡Sí, me voy!

Y antes de cualquier otra palabra el viejo ya ha huido de la biblioteca de la Akademiya.

Wanderer le regala una sonrisa sarcástica antes de darse cuenta que el nuevo sigue ahí.

—No voy a agradecerte, yo ya tenia todo controlado. —Otro regaño de parte de Nahida aparece en su mente, ella claramente no está ahí pero sabe muy bien que le diría.

—Estabas a punto de gritarse a un anciano —Se defiende antes de continuar hablando, no parece ni enojado ni perturbado por su tono, parece que sólo le resbala. —, No importa lo grosero que sea, no está bien gritarle a la gente mayor.

—Tampoco está bien que él venga a gritarme.

—Tienes un punto.

—Aún así... —Y es interrumpido, de nuevo, por el nuevo.

—No necesito que me des las gracias.

—¿Entonces?

—Soy Sethos, vendo del desierto —El chico extiende su mano a modo de presentación con una sonrisa cálida, cosa que mosquea levemente a Wanderer.

—No pregunté tu nombre.

—Me dijo Cyno que viniera a presentarme, que estas haciendo amigos pero es difícil —Sethos parece ligeramente confundido y vaya, la idea de que es medio perro vuelve a la mente de Wanderer.

La idea ahora no parece chiste, parece avergonzarlo.

—¿Qué dijo qué? Mierda.

Sus mejillas se encienden, mira a otro lado en busca del Matra, sabe que eso se lo dijo Nahida y a varios de los representantes de las escuelas del conocimiento en la Akademiya, cosa que él no quería se supiera demasiado.

Pero claro, no puede controlar lo que otros dicen de él.

—¿Tu nombre es?

—No te diré eso.

—Oh...—Sethos suena triste, baja la mirada y por consiguiente su mano en desanimo, esperaba hacer una buena acción y conocer a algún erudito de la Akademiya que siempre le han parecido tan interesantes.

Pero antes de quitar su mano por completo siente como es sostenida por parte del chico del sombrero. Sube la mirada y sus ojos verdes brillan esperanzados.

Esa mirada es demasiado luminosa, parecen reflectores cosa que ponen una mueca en el rostro de Wanderer.

—Don Sombrero... —Responde bajando la mirada, está avergonzado y molesto pero al menos eso puede darle. Es el nombre que le dio Nahida quién figura como su "madre" según los rumores.

—¡Un gusto! Cuando vayas al desierto por cualquier motivo, no dudes en buscarme, soy experto en ello —Sethos mueve afusivamente su mano en el saludo, Wanderer puede imaginar como si tuviera una cola y la estuviera moviendo ahora mismo.

Está pensando demasiado en perros.

—¡Okay, basta!

Le quita su mano y se acomoda su enorme sombrero que fue desajustado por el movimiento, ¿Pero de donde mierdas sale esta gente? Todos quieren ser sus amigos o retarlo a un debate acalorado sobre cualquier tema, como soportan tanto maldito contácto físico.

O social.

O de cualquier tipo.

—¡Okay, Don sombrero! Nos veremos luego. —Sethos se despide con una sonrisa, Wanderer puede respirar tranquilo ahora que quedará por fin a solas con sus pensamientos y estudios pero ve como Sethos deja de darle la espalda. —Por cierto, la forma de tu sombrero es realmente linda.

¿Y ese ataque? ¿Por qué dice algo tan agradable sin venir a cuento? ¿Esa sonrisa como el sol y la sinceridad en sus palabras era normal?

¡La gente no es así de forma gratuita!

Aquella tarde, cuando ya estaba en su cuarto descansando de sus estudios no puede sacarse de la cabeza el encuentro de hoy. No debería darle tantas vueltas, lo sabe, joder cómo sabe que NO debe hacer eso, pero los ojos verdes de Sethos están grabados en su mente. Al igual que su sonrisa presente en todo momento, y aquella forma de tomar su muñeca para alejarlo del anciano.

Fue amable, demasiado.

Y trató de defenderlo. Aunque él no lo necesitaba.

Y se presnetó amable, le extendió una invitación y todo eso.

Lo peor, es que Wanderer no se saca su rostro de la mente, y eso le enoja mucho. Patalea contra la cama y grita contra la inocente almohada en pura frustración.

—¿Pero soy idiota?

Se da cuenta que está sobre actuando, claro, es sólo que el encuentro maldito con el anciano le puso nervioso, aun tiene esa ansiedad en el cuerpo, eso es todo.

No puede ser esto una reacción al chico perro que fue a hablarle.

—No, es una tontería.

Aún así, ya está planeando alguna investigación o participar en alguna que necesite un viaje breve al desierto, aunque la pase mal en tanto calor, quiere volver a verlo.

Extraña la calides del sol.

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¿Qué les pareció? :D