Capítulo 39: Emma
Qué bien se sentía.
Emma miraba la cicatriz en su pierna izquierda con algo de nostalgia, porque a pesar de que estaba poniendo mucho de su parte por superar el trauma que le dejó el accidente, aún sentía algo de miedo cuando caminaba por la vereda o cuando iba en algún taxi. Mucho más cuando las motos pasaban junto a ella.
Becca fue la que la acompañó nuevamente al hospital a que le retiraran los puntos que faltaban.
―Ya está ―le dijo la enfermera―. Llamaré al Doctor. Espere aquí un momento.
Emma se preguntó si la enfermera tendría esa sonrisa en su rostro todo el día, todo el tiempo. Debería ser agotador.
―Alex me invitó a la playa ―le dijo Becca.
Emma la miró.
―¿Alex?
Vio a Becca ponerse incómoda y soltó una risita.
―Sí, bueno... Ya sabes.
―No, no sé.
―¿Cómo vamos por aquí?
Emma volteó la cara hacia el Doctor, que venía con una sonrisota en la cara.
―Todo bien ―respondió Emma, viéndolo aproximarse y examinar su herida ahora cicatrizada―. ¿Debo volver para algo más?
Alex hizo una mueca extraña.
―¿Qué? ―preguntó él―. ¿Ya estás harta de verme?
―No es eso ―respondió Emma rápidamente―. Quiero decir...
―Emma ―le dijo él, con una ceja levantada―, estoy bromeando.
Ella sonrió en respuesta. Qué tonta.
Emma se bajó de la camilla, ya no con el temor del día en el que le quitaron el yeso, pero sí con algo de precaución... Por si acaso.
―Oye ―habló el Doctor. Emma levantó la mirada y se dio cuenta de que él le hablaba a Becca―, sobre lo del domingo... ―Él levantó las cejas, sugerente.
Emma miró a Becca, quien le devolvió la mirada para luego mirar a Alex.
―Claro ―dijo ella.
Alex se despidió de ellas más contento de lo que había llegado a verlas. A Emma le alegraba ver a Becca tan entusiasmada cuando ya iban por la calle.
La heladería les quedó bastante cerca, o quizás fue porque el camino se les fue en chismes sobre el Doctor. Como que él y Becca había ido al cine, y se habían besado. Emma le hizo todo tipo de bromas, más que nada porque le gustaba ver a Becca volverse loca por no saber cómo responder. Se preguntó si se vería así cuando el tema sobre la mesa lleva por nombre Caleb.
―Ya dime ―le habló Becca, sentándose frente a ella en la mesita de color pastel―, ¿por qué no quisiste ir a la cafetería?
―Siempre vamos ahí desde que Sara empezó a trabajar ―respondió Emma, algo que ya tenía preparado para esa pregunta―. Quise cambiar.
Becca levantó una ceja. No se lo creyó.
―No tendrá que ver con Caleb, ¿o sí?
El chico les trajo las copas de helado, rompiendo la tensión naciente por un momento. Cuando él se fue, la mirada de Becca sobre Emma volvió.
¿Y qué debía responder?
Algo extraño le pasaba a Caleb. La semana pasada él había comido en su casa y desde ahí cada día Emma sintió que él estaba algo distante, aunque aún le escribía, aún conversaba con ella por chat, pero hasta por ahí Emma notaba que algo no andaba bien.
Había decidido no hacerse ideas raras, pero con Caleb, cosas raras era todo lo que podía pensar, porque antes de darse cuenta, ya tenía todo tipo de pensamientos en mente.
―No ―mintió.
―Bueno ―dijo Becca―. No me cuentes.
Emma sonrió.
―No es que no te quiera contar. Es que... ―Becca la miraba, esperando―. No sé.
―¿Algo pasó que no me has contado?
―Es por lo de la comida.
―Ah... ―Becca entendió―. ¿Sigue cortante?
―No es cortante ―contestó Emma, analizando rápidamente el reciente comportamiento de Caleb. No, no era cortante―. Es que no entiendo. No sé si hice o dije algo malo esa noche.
―¿Por qué no le preguntas?
―¿Crees que no lo he intentado? ―Emma comió de su helado―. No quiero exponerme en caso de que solo sean ideas mías. No quiero ser... intensa.
Becca sonrió.
―Entonces no le respondas ―le dijo ella.
―¿Qué? ―Emma sí escuchó bien, pero era totalmente lo opuesto a lo que quería.
―Sí. Si no le respondes, entonces él creerá que hizo algo malo. Claro, si es que de verdad le importa. Y entonces vendrá a buscarte, y entonces tú tendrás el control y él tendrá que contarte sí o sí.
Emma se la quedó mirando un instante. ¿Cómo habían llegado hasta ese punto cuando Alex había sido el tema principal al principio?
―¿Has estado con Penny? ―preguntó Emma.
Becca arrugó la nariz.
―Soné como ella, ¿verdad? ―Emma asintió―. Bueno, no pensé que diría esto, pero quizás esta vez pensar como ella funcione.
―¿Lo harías si fuera tu caso con Alex? ―preguntó Emma.
―Ya... ―Becca se movió en el asiento―. Ya lo hice.
Emma levantó una ceja.
―¿Sí?
―Aja.
―¿Y funcionó?
―Tres veces.
Ambas rieron. Qué locura.
Pero quizás Becca tenía razón.
Emma se despidió de Becca antes de bajar del taxi y caminar hacia el interior de su casa.
Tal vez sí, tal vez sí debía hacerlo. Pero le daba miedo. Caleb le gustaba, y le gustaba mucho. Esos ojos cafés que la miraban y la hacían sentir como si todo estuviera en orden, en control, como si todo fuera bonito a su alrededor, aunque no quisiera mirar a ningún otro lado.
Y luego estaba su sonrisa. Caleb era coqueto, pero pareciera que él no se daba cuenta. Y su sonrisa de medio lado con los ojos achinándosele cuando se ríe hacían que el corazón de Emma latiera un poco más rápido de lo habitual.
Y, referenciando al pecho, Emma había sentido varias veces las ganas de tocar los pectorales de Caleb, visibles a través de las camisetas.
Pero ella ya había tenido experiencia con los problemas que surgen en la falta de comunicación. Y si Caleb no quería conversar claramente con ella, entonces ella lo obligaría a hacerlo, aunque fuera injusto con él, pero quien quita y entre los dos lo arreglan.
Emma se echó en el mueble de la sala. Dios, ya estaba pensando como si fueran más que solo amigos.
Sin embargo, cuando vio en su celular, en la pantalla de bloqueo, un mensaje de Caleb, que había enviado sólo un emoticono, ella lo desplazó hacia la derecha.
Ya había decido poner en marcha la sugerencia de Becca, aunque lo que en realidad la hacía contradecirse era el miedo de la reacción de Caleb. ¿Y si ella no le importaba lo suficiente como para venir y hablarle? ¿Y si él aprovechaba para ya no relacionarse más con ella?
Suspiró.
Al final, ya no se sentía tan bien. Igual que cada día reciente donde había conversado con Caleb.
Nota de autor: Espero hayan empezado bien su semana. Yo con exámenes x.x, pero aquí estoy, en el vicio a las 3 de la mañana. Si les gusta la novela, o algún capítulo, no se olviden de votar. Lo apreciaría un montón. <3 Besito.
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