DIEZ: Favores
No sabía cómo reaccionar ante los nuevos cambios, y cómo no sabía, no había reaccionado. Habían pasado dos semanas después de la declaración algo incómoda de Moira, y él no había hecho nada. Pero algo dentro suyo le decía que estaba mal, el ver a Moira tan cerca de Aaron le resultaba incómodo y no sabía por qué
Moira se había acercado más a Aaron, pero éste seguía igual que siempre, su trato a ella no había cambiado. Lo que sí había cambiado era su relación con Moira, seguían siendo amigos pero ella había restringido su tiempo. Si bien se seguían sentando juntos, ahora durante los recreos estaba con un grupo de amigas, cada vez que las miraba, ellas se reían y cuchichiaban para luego mirar a Aaron, pero éste ni cuenta se daba.
El que Moira se alejara de él, le dolía. Su amistad estaba cambiando y no quería eso. No iba a dejar que eso pasara. Pero, ¿qué podía hacer? Nada. Porque no era su decisión, sino era de ella. Era Moira quién había decidido alejarse lentamente de él, y eso lo hacía sentir peor, el saber que no tenías el poder de arreglar las cosas, que simplemente tenías que dejar que todo siguiera su curso y sólo ser un espectador sin opción de intervenir.
-¿En qué tanto piensas?- la voz de su amiga lo saca de sus propios pensamientos. Estaban en la casa de Agustín y como no tenían ganas de ir a pasear en bici por el barrio, llevaban media hora jugando al Mario Bros, y así poder pasar la tarde. Pero él no estaba prestando atención y Moira que al principio estaba feliz de ganar siempre, ahora empezaba a preocuparse por Agustín. El chico parecía mucho más distraído de lo normal.
-Nada- sonríe para desviar el tema y lo consigue, Moira podía ser bien terca a veces y otras se despistaba con facilidad- Sólo que ya estoy aburrido de todo esto- ella suelta una carcajada.
-Claaaaro, eso es porque estás perdiendo. Una vez que gano, tú quieres dejar de jugar- el otro niega divertido, esa no era la verdadera razón. Pero no importa, a Moira tampoco le importa- Está bien- pero toda su alegría se desvanece en un abrir y cerrar de ojos. Ahora ella está nerviosa, demasiado. Y Agustín lo nota enseguida.
-¿Qué pasa?- pregunta un poco serio, no le gusta verla así.
-Pues yo... yo qu-quería...- miraba para todos lados y movía las manos nerviosamente. Agustín comenzaba a impacientarse, pero presionarla sería contraproducente. Moira solía estallar y enfadarse cuando la apuraban- Quería pedirte un favor- dice sin mirarlo aún.
-¿Cuál?- pregunta con cierto temor. Si Moira estaba así de nerviosa no debía ser nada malo.
Ella lo mira directamente a los ojos, aunque en el fondo puede ver su duda y miedo. Luego se acerca más a él, sólo para que nadie la escuche y poder susurrarle.
-Un beso.
*************************************************************
Llevo bastante tiempo sin actualizar y pido perdón por eso, pero he comenzado a rendir los exámenes de la universidad y sumado a eso tengo una gripa que no me quiere abandonar. ¿Quién se enferma en pleno verano? Pues yo, la única rara que se enferma cuando hay 40 grados de calor. No sé cómo voy a enfrentar el invierno.
Bueno, espero poder ponerme al día y también con mis otras historias, supongo que dentro de poco.
Espero que les haya gustado y nos leemos en la próxima!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro