CINCO: Las Chicas Superpoderosas vs Los Power Rangers
A sus siete años, Moira ya sabía muchas cosas, como leer y escribir, contar hasta el cien (aunque la materia que más odiaba era matemática, siendo sinceros odiaba todo lo que implicaba la escuela y estudiar), diferenciar las cosas vivas de las no vivas, los animales buenos de los malos. Que si le tirabas sal a una babosa, ésta se moría (lo había descubierto el verano anterior, cuando su primo Marcos se lo dijo). También sabía que Papá Noel, el Ratón Pérez y el Conejo de Pascua no existían; y que la Bruja Cachabacha sólo era un cuento para que los niños vayan a dormir la siesta.
Lo que sí sabía que existía eran las Chicas Superpoderosas. Todas las tardes después de hacer la tarea (de que su mamá la obligara, mejor dicho), se sentaba a las cuatro en punto frente al televisor a verlas. Se divertía y emocionaba con Bombón, Burbuja y Bellota, ésta última era su preferida. Y su sueño era poder ir a la ciudad de Saltadilla, conocerlas, pegarle una patada a Mojo Jojo y poder descubrir la cara de la señorita Belo. Su felicidad sería completa si lograría eso. Ellas eran lo máximo.
Por eso, no podía entender por qué Agustín no estaba de acuerdo.
-Ya te dije que los Power Rangers son mejores- y otra vez con eso. Su amigo defendía a capa y espada a ese grupo de humanos que de la nada se ponían de diferentes colores y peleaban con monstruos, pudiendo volar por los aires y pegar súper patadas que parecían sacadas de Karate Kid.
-¡Y yo te repito que no! Bombón, Burbuja y Bellota son mejores- Agustín detuvo la bicicleta y Moira le imitó, justo estaban frente a su casa.
Salir a dar pequeños paseos se había vuelto una costumbre, el verano ya había terminado, así que la pileta ya había sido guardada. Entonces para divertirse, ahora salían a dar unas vueltas por el barrio, nunca muy lejos porque sus madres los retarían.
Los dos se miraron desafiantes, con el ceño fruncido y sin estar dispuestos a perder. La guerra de miradas había sido declarada, el ganador no sólo obtendría la victoria, sino también el derecho de decir que sus personajes eran los mejores. Y Agustín estaba seguro de alzarse con la copa porque conocía a Moira y ella no lograba mantener la concentración en algo por mucho tiempo. Todo lo contrario a él, que podía pasar cinco minutos sin pestañar. Tenía todo bien controlado.
Y como no podía ser de otra manera, Moira terminó desviando la vista y refunfuñando groserías por lo bajo (algo que también había aprendido de sus primos). Eso era algo que Agustín sabía que pasaría, lo que no calculó fue que debido a la rabia de haber perdido, Moira lo empujó con todas sus fuerzas. Él no pudo mantener el equilibro sobre la bicicleta y cayó al piso. Para su mala suerte, su rodilla izquierda fue a dar directo contra el cordón de la calle.
Gritó de dolor y se asustó al ver salir tanta sangre de su herida, Moira también porque en un abrir y cerrar de ojos, estaba a su lado con un botiquín de primeros auxilios. ¿En qué momento había entrado a su casa?
-¡Perdón! No quería que te lastimarás- su voz sonaba preocupada, mientras buscaba algo desesperada- Tranquilo todo va a estar bien- dijo al ver que los ojos de su amigo se llenaban de lágrimas- Puedes llorar, prometo no burlarme.
-Los hombres no lloran- dijo tragándose el nudo de su garganta y tratando de sonar normal
-Eso es una tontería- dijo con el ceño fruncido- ¡Lo encontré!- gritó emocionada. Moira perdía la concentración rápido y lo agradeció en ese momento, porque no sabía hasta donde podía resistir.
El dolor era demasiado y cerró los ojos para no llorar, aunque creyó que sería imposible. Gritó más fuerte cuando sintió el alcohol entrar a su cuerpo y quiso alejarse, pero Moira no lo dejó.
-Ya va a pasar. Tranquilo. Ellas te sanarán porque son las mejores- dijo mientras le colocaba una curita que tenía un dibujo las Chicas Superpoderosas.
Su pierna aún estaba cubierta de sangre y el dolor seguía presente, pero ahí con una sonrisa se encontraban esas tres chicas de las que Moira era fanática. Y no lo aguantó más, se largó a llorar.
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¡Un capítulo más! Espero que les guste y que comenten o voten.
Como verán el tiempo va pasando, en el primer capítulo tenían cinco años, ahora ya tienen siete, seguirá así hasta llegar a la adolescencia.
Nos vemos!
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