Summary: Vildred pierde a Ras.

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Después de dos largos días de caminata, dos días navegando y cuatro noches siendo un oso de peluche, logramos llegar a Levulin al medio día. Un pueblo muy conocido por su amplia gastronomía y turismo al ser un puerto, por supuesto, tuvimos que ponerle una correa a Arkasus para evitar que hiciera de sus desastres y endeudara más a Ras. Luego entenderás de que estoy hablando.

Ese día en especial había más personas de lo esperado recorriendo las calles. A donde sea que volteara podía ver grupos grandes de personas observando las tiendas, seguramente la mayoría eran turistas. Le dije a Ras que no se apartara de mí, debíamos de llegar a la posada antes de perder nuestra reservación. Sería difícil avanzar entre la gente, no quería perder a ninguno de los dos, en especial a Arkasus, así que tuve que usar ambas manos para sostenerlo, Ras se quedo cerca de mí y nos adentramos al mar de personas. Realmente no fue difícil cruzar y llegar a nuestro destino, pero si fue estresante, en especial por el pequeño demonio de algodón que trataba de escapar a cada segundo.

Que equivocado estaba en ese momento.

Cuando entré a la posada, y dejé caer a Arkasus en el suelo para sujetarlo de la correa, me di cuenta que me faltaba algo o mejor dicho alguien. Empecé a ver a mi alrededor para confirmar mis sospechas antes de ver a Arkasus, el cual imitaba mi acción. Ambos compartimos una mirada antes de soltar un suspiro en conjunto.

Habíamos perdido a Ras.

Estuve tan concentrado sujetando a Arkasus que no me percate que Ras se separó de nosotros. Rápidamente salí de la posada para volver sobre mis pasos, sujetando a Arkasus con fuerza entre mis brazos mientras veía mi entorno. Mi corazón latía demasiado rápido, la posibilidad de que Ras fue atacado estaba presente. Incluso podía sentir como la bola de pelos se movía para buscar a Ras… o tal vez buscar comida, no estaba seguro en ese momento, tampoco era que me importara en ese instante, mi preocupación era encontrar a Ras.

Transcurrió casi una hora cuando una cabellera blanca resalto entre el mar de gente, rápidamente me dirigí hacia ese rayo de esperanza, rogando a Diche de que fuera Ras y así fue. Él estaba sentado en una de las bancas de madera que se encontraban rodeando la fuente de la plaza, despreocupado de la vida mientras yo estaba al borde de un infarto. Me acerque a él, Ras me observo y se levantó para ir a mi encuentro. No mentiré, quería gritarle hasta de que se iba a morir a causa del miedo que sentí, sin embargo, al estar delante de él solo pude abrazarlo. Sentí como el cuerpo de Ras se tenso, pero no dudo en devolverme el abrazo, susurrando una disculpa por haberse perdido, yo solo le dije que el único culpable era yo por no haberlo vigilado mejor.

Después de aquel momento, y sufrir el acoso de dos chicas extrañas, llegamos a la posada, otra vez, como era de esperarse perdimos nuestra reservación. Dormir en el bosque no era tan malo, pero tomar una ducha caliente, y no ser un oso de peluche, era agradable y eso no era posible en el bosque. Ras se disculpó agachando su cabeza casi enseguida cuando la recepcionista nos dio la mala noticia, yo solo suspire antes de entregarle a Arkasus y decirle que no lo soltara. Estábamos a punto de salir de la posada cuando una mujer de edad avanzaba llamo a Ras y le sujeto del hombro, por instinto mi mano fue hacia la empuñadura de mi espada, más la aleje al ver como la señora le agradecía a Ras por su ayuda.

No contare todo, porque es vergonzoso lo que sucedió, pero resumiré lo más importante. Resulta que Ras se separó de nosotros porque observo como se cayeron las compras de la señora y fue a ayudarla a recogerlas, casualmente ella era la dueña de la posada. La señora estaba muy agradecida con Ras por su ayuda, así que nos dio una habitación para pasar la noche, diciendo que era la que usaban sus hijos cuando iban de visita, lamentablemente sólo tenía una cama, apenas lo suficientemente grande para dos personas.

Cuando llego la hora de dormir Ras y yo nos acostamos en las orillas de la cama, cada uno dándonos la espalda, nos deseamos buenas noches y apagamos la luz. Sabía que Ras estaba esperando que me durmiera para volver a usarme de peluche, más esta vez me mantuve despierto observando la pared.

Paso casi una hora cuando sentí como el colchón se hundía, cada vez más cerca de mí, al parecer Ras creyó que ya estaba durmiendo, vaya sorpresa que se llevaría. Quería reírme, realmente quería reír, pero tuve que hacer un esfuerzo sobre humano para no hacerlo. Sentí como Ras rodeo mi cintura con su brazo, al igual que su pecho pegándose a mi espalda. Espere tres segundos antes de preguntarle a Ras por qué me abrazaba, que tristeza que no teníamos la luz encendida, me hubiera encantado ver el rostro asustado de Ras, el pobre se separó de mí tan rápido que cayó de la cama. Me reí de él antes de encender la luz y verlo, sus mejillas estaban pintadas de carmesí y sus ojos azules llenos de vergüenza. Le observe antes de tomar asiento en la cama y extender mi mano hacia él para ayudarle a estar de pie.

Ambos tuvimos una charla larga acerca de su costumbre para dormir y lo irrespetuoso que era usar a alguien de oso de peluche sin su consentimiento. No te contare de que hablamos, le prometí a Ras no decírselo a nadie y eso incluye también las hojas de este diario. Lo único que mencionare es que al final gano Ras y yo asumí el trabajo de un oso de peluche, pero esta vez con una pose cómoda para dormir.

4. Ras no puede evitar ayudar a la gente.

5. Ras se pierde con facilidad.

6. Ras es muy suave y cálido.

7. Por alguna extraña razón Ras se ve lindo sonrojado.

PD. Si te preguntas por Arkasus, lo dejamos en la habitación de las mascotas de la posada, la cual era una sala llena de jaulas. No íbamos a desaprovechar la oportunidad de deshacernos de él por una noche.

Creo que ahora entiendo porque mi madre contrataba una niñera cada tres meses.