PARA: Lucia M.

Lejos de ti también soy yo, me tardé en entenderlo, es que fuimos tanto tiempo nosotros, que perdí el mapa de mis propios pasos, dejé de encontrarme en el espejo y perdí el rastro de mis sueños. Nos he pillado rompiendo y muriendo, haciéndonos daño y amaneciendo abrazados como si nada pasara a la mañana siguiente, nos he pillado intentándolo, dando dos pasos adelante y luego diez pasos hacia atrás, tratando de disimular, como si no nos estuviéramos haciendo tanto daño, y me he pillado, queriendo no quererte tanto.

Pero hoy todo.

Se nos fue de las manos, dónde quedaron esos besos y las ganas de perder el tiempo, las sonrisas las cambiamos por batallas, los cumplidos los pintamos del color de los defectos, y para terminar de arruinar todo, peleamos y jugamos a hacernos daño.

Es que te odio y te amo, y ya no sé cuál de los dos va primero, si soy yo cuando estoy a tu lado, o si soy yo cuando me dejas tirado, cuando te vale echarme a pedazos al cesto, cuando me agotas las intenciones de volver a tus brazos.

Hoy entiendo que lejos de ti no estoy tan mal, que he empezado a recordarme, que eso de besar, fallar y a acostarse nunca termina bien, por eso me largo, para no regresar, para entender de una vez que eso no es sano, que nadie te quiere y te hace daño al mismo tiempo, te quité de en medio y cambié el plan, y tal parece, que lejos de ti también soy yo”.