Para: Liz Q. R.

Me faltó decirte que nos quedaron algunos pendientes, que en mi lista aún tengo el par de cervezas en ese bar que vimos desde fuera pero no entramos por falta de tiempo, que aún guardo espacio para el platillo de nombre raro que ya no nos cupo y tuvimos que dejar para luego.

Nos sigue esperando ese pequeño pueblito al que prometimos ir las vacaciones siguientes, en mi cajón se quedaron los boletos para ese concierto que serían sorpresa por tu cumpleaños, en mi cabeza aún suena el vals que bailamos la última noche en que nuestras manos se tomaron.

Me faltó decirte que esperaba que valieras la pena y las alegrías, no una, sino toda las veces necesarias que hicieran falta, pensé que contigo funcionarían cada uno de mis destinos, cada una de las vidas dónde el destino nos haría revolcarnos en la felicidad como niños pequeños.

Nunca te dije que sabías a frambuesa y a un toque de menta, que en esos labios había encontrado la composición química de mi alegría, que te veías linda quedándote dormida de camino a casa con las luces de los carros iluminando el rostro más bello del mundo.

La luna sigue preguntándose qué fue de nosotros, sigo yendo a la panadería donde nos dimos nuestro primer beso, siempre llegó tarde a todos lados para ver si un día de casualidad te encuentro y nos sonreímos como la primera vez.

Me faltó decirte algunas palabras, como que me sigues debiendo un recalentado de besos, una sonrisa y un última vez, que tal vez nos faltaron ganas, quizá suerte o a lo mejor un poco de ambas, pero me faltó decirte que aún tenemos pendientes una cita, un café y una vida.