Para el Amor de mi Vida

Ojalá un día encuentres quien a media luz te invente versos y se desvista de pasados para entregarse a ti. Ojalá pasen los años y te siga viendo hermosa, te invite frente al espejo a dejarte besar los estigmas cotidianos y te haga regresar a los tiempos en que no sabían más de cuerpos desnudos que los propios.

Ojalá todas las mañanas te despierte con una manía encantadora y tú sigas teniendo ganas de sorprenderte con lo predecible. Ojalá su sonrisa te provoque querer hacer fiesta en tu vida todo el día, ojalá las risas compartidas te dejen tan exhausta que des gracias porque esa también se haya convertido en una manera de hacer el amor.

Ojalá los abrazos nocturnos se vuelvan innecesarios y el simple hecho de sentir el calor de su espalda te haga querer llorar en plenitud. Ojalá el tiempo pase lento cuando deseen quedarse y sientan que vuela cuando están por encontrarse otra vez, que se vuelva cómplice y aliado hasta del ritmo cardiaco que coordinan sin querer, y que cumpla los caprichos de las horas que no les alcanzan para respirar el mismo aire.

Ojalá sus besos rápidos te hagan envejecer de golpe y sus caricias prolongadas te regresen la juventud de la que aprendieron juntos; que sepa cuándo arrancarte la ropa y cuándo quitártela con la delicadeza con la que sólo se desviste el sentimiento bien correspondido, y así desnudos, ojalá se aprendan la temperatura de todos los cuartos, la textura de todas las superficies, el color de todos los abrazos, el sabor de su sudor.

Ojalá algún día descubras lo que se siente ser la única que pueda encontrarlo cuando se pierda en tu mirada después de una palabra de amor. Ojalá te presuma frente a sus sueños imposibles y no frente a la gente, ojalá te admire y se haga admirar.

Ojalá te explique tan bonito el mundo que parezca que lo ves desde los ojos con los que te mira enamorado, ojalá las verdades que duelan te las consuele con un abrazo que dure lo que tardes en  recordar que la vida sigue y te devuelva la fe en los hombres y mujeres de tu tiempo, ojalá no sepa qué responder a todas tus preguntas, pero se aventure a buscar las respuestas para que no te duermas con la duda. 

Ojalá aprendas a cuidarte y aún así te dejes proteger, que a sus ojos puedas ser la niña de la que se enamoró pero al tacto descubra que a esa mujer curtida por los errores, los triunfos y la buena compañía, también la puede amar sin remedio alguno, sin querer tener otra opción.

Ojalá se cuenten mil veces las mismas historias y se dejen acabar las frases aunque ya sepan lo que el otro va a decir, ojalá las nuevas anécdotas les recuerden por qué se enamoraron alguna vez y los defectos les reafirmen por qué no querrían abandonarse. Ojalá discutan, ojalá no estén de acuerdo, ojalá también aprendan a callar.

Y si se va, si no puede permanecer a tu lado o decide partir, deseo de todo corazón que no sufras, que sepas dejarlo ir y lo despidas con una canción, una que lo acompañe adonde vaya, que lo abrigue en tiempos difíciles y después de un buen día lo haga querer bailar como sólo se baila cuando nadie nos ve. Ojalá pasen los años, la gente y hasta las oportunidades. Ojalá después de todo, tú sigas como yo, sin tener palabras para agradecerle el regalo que te dio.

Muchas gracias querida Fer. Por enseñarme que el amor verdadero y puro en este mundo existía.

Con todo mi corazón:

Un intento de escritor llamado Diego.