Un Comienzo En El Final...
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Fikrul sostuvo con firmeza su espada de Diamante, jadeante por el constante cansancio y esfuerzo de los últimos minutos de la interminable batalla, los cuáles se sentían como una eternidad. Pero era imposible saber con certeza cómo era el transcurrir del tiempo en aquel lugar.
Observó a su derecha, a pocos metros de donde él se hallaba, distinguió a su mejor amiga y hermana, Eve la Kitsune, quién apuntaba y disparaba ferozmente a diestra y siniestra múltiples flechas con su arco, igual de agotada o más que él. Pero no podían parar... No ahora. Pues ambos se hallaban en el End, Enfrentándose cara a cara contra el Ender dragón.
El plan era sencillo; destruir los cristales que dotaban a la criatura del poder ilimitado para regenerarse, luego... Él se encargaría de mantener a los enderman alejados de Eve mientras esta atacaba con sus grandes habilidades en el arco al Dragón cuando éste sobrevolara la zona. Ambos esquivando de varios saltos los proyectiles de fuego violeta que emanaba de su mandíbula.
La bestia rugió con furia, y se dirigió hacia la extraña fuente de un material desconocido para muchos pero increíblemente resistente y oscuro en el centro de todo, para tener a sus atacantes a más cerca de su rango de ataque, pero una vez ahí, Fikrul aprovechó la oportunidad, al notar que el gran reptil escamado se hallaba notablemente herido y cansado, justo como ellos.
Sintiendo una sofocante falta de aire debido a su su cada vez más pesada armadura, removió la coraza encantada de Diamante para darse a la carrera con sus últimas fuerzas, seleccionando con agilidad sus provisiones de bloques de piedra de la mina camino hacia allá, gritó una orden a Eve para ejecutar su ataque final.
-¡¡¡No dejes de Disparar, asegúrate de que sólo te observe a ti!!! Agh! - Se quejó por el dolor tras recibir un golpe de un Enderman furioso en su momento de distracción -...no tengo tiempo para ti...
Sin desperdiciar ni un segundo, vertió su cubeta de agua bajo sus pies al reincorporarse, empuñando su espada con una mano, hizo un fuerte movimiento para cortarle la pierna al Enderman agonizante, y seguir con su camino a pesar de la profunda herida en su descubierto torso, para su mala fortuna, aquel ataque le quitó tres de los seis corazones que le restaban a su barra de vida.
Esta era su única y última oportunidad, dando saltos con cada bloque que colocó, se elevó a la altura suficiente al costado del dragón para empuñar su espada con ambos brazos, inclinándose hacia atrás y Respiró profundo.
Observó brevemente todas las grietas y manchones de Sangre de Enderman en su espada, así como recibiendo una porra lejana de su hermana la vulpina de pelajes anaranjados quién bloqueaba el poderoso aliento de fuego purpurino del dragón con el escudo de tablones de madera reforzada con hierro que tenía en su inventario... Decidido, finalmente Saltó.
Movió su espada hacia atrás en el aire para así lograr un mayor impacto en su ataque, y por breves instantes, como si todo se moviera en cámara lenta, a centímetros de tocar el costado del dragón con su espada. Fikrul Vislumbró todos sus recuerdos desde que apareció en ése mundo junto con Eve y otros más...
Su primera noche, todos en escondites o cuartos realmente pequeños formados por bloques de tierra y sin iluminación alguna, su primer refugio compartido, momentos divertidos con la cría de lobo que Eve rescató en el bosque, saqueos enteros a aldeas por libros y recursos... Así como las muertes y desapariciones misteriosas de muchos de sus compañeros en el camino, descubrimientos de minas y ruinas llenas de tesoros, todo los había guiado hasta ése momento... Todo llegaba a su fin...
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... A no ser...
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*Klang!*
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La empuñadura se separó de su espada al momento de cortar el torso del dragón hasta enterrarla lo suficiente para llegar a su corazón, el agotado y herido humano se dejó caer los siete metros desde ahí para estrellarse en el suelo duro y frío que conformaba aquella tétrica isla en el medio de la nada.
El impacto le causó el suficiente daño para dejarlo sólo a medio corazón en su medidor de vida, su casco rebotó hasta alejarse de él un par de metros, revelando su oscura cabellera, y la cicatriz que rodeaba su ojo derecho, además de los moretones y cortes generados a lo largo de la batalla... Pero eso poco le importaba ya, se elevó con las últimas fuerzas de sus brazos para observar el fruto de su hazaña... El Dragón estaba muriendo.
La estridente y explosiva cacofonía provocada por el núcleo del dragón estallando en mil pedazos mientras éste se elevaba por encima de aquella extraña y vacía fuente oscura era más que perfecto para saber que lo habían logrado; sus grandes escamas se desintegran poco a poco, siendo iluminadas por aces de luz siendo disparados en todas direcciones hasta cubrirlo completamente, obligando a ambos aventureros a bloquear sus ojos con el antebrazo debido al intenso destello final del dragón cuando falleció.
Viendo a su hermano tan lastimado y derribado totalmente en el piso, la Kitsune corrió apresurada hacia su lado, y tomando de entre su inventario varias pociones arrojadizas de curación, y las arrojó todas a sus pies, para salpicarse tanto a sí misma con el contenedor de aquella pócima, como a su hermano, quién poco a poco logró reincorporarse gracias a los efectos de la poción en todo su cuerpo, pero especialmente en la herida en su torso.
- ¡Fikrul! ¡¡Lo lograste!! ¡¡¡Wohoooo!!! ¡¡¡Siiii jajajajaja!!! - Celebraba orgullosa y exaltada por todas las emociones juntas del momento, notando todos los orbes de un verde lima totalmente brillante de Experiencia que caían a sus alrededores, primero dándole un abrazo, y luego corriendo alrededor de las pequeñas esferas para que su cuerpo las absorbiera rápidamente.
- No Eve... ¡Esta victoria sólo se dio gracias al esfuerzo y dedicación de ambos, así se hace! ¡¡¡Jejeje jajajajaja!!! - Festejó igual, un cálido abrazo con su hermana, una burla a los ahora pacíficos Enderman, y recorrió el área alrededor de la fuente en búsqueda de más de esos orbes brillantes...
Fue entonces cuando notaron que, ahora la fuente estaba cubierta por un extraño líquido, al acercarse para investigar, descubrieron que era una especie de portal al espacio exterior, idéntico a como lucia el interior del portal por el que saltaron para llegar ahí.
-¿Crees que... Si entramos ahí, volvamos a casa? - Preguntó Algo insegura por lo que hubiera al otro lado del portal. Pero no hubo respuesta de Fikrul, entonces notó que éste observaba fijamente algo en la cima de aquella fuente, y fue entonces cuando lo notó... -¿Eso es... Un huevo? -
Un huevo de dragón de gran tamaño, tan oscuro como la obsidiana, con pequeños puntos púrpura esparcidos aleatoriamente a lo largo de la cáscara. Se posaba tranquilamente sobre aquella fuente de bedrock, justo donde el Dragón había muerto.
-¿Qué crees que debamos hacer con él? ¿Destruirlo? - preguntó Eve tomando su arco y flecha insegura. Ahora existía la posibilidad de que aquella bestia que acababan de destruir renaciera otra vez.
-Espera, No... Es posible que cuando nazca, no sea el mismo que acabamos de matar, imagínate las posibilidades Eve, criar a nuestro propio dragón como una mascota, para posteriormente volar por los aires sobre él... ¿No te llama eso la atención? - Respondió Fikrul bastante pensativo, pero emocionado por la idea.
- Hmm, no lo sé... no me suena a una buena idea... Aunque, no le diría que no a una nueva experiencia, y si ya lo matamos una vez, podríamos hacerlo de nuevo en caso de que salgan mal las cosas... Pero tú serás quien lo cargue. - fue su sentencia final, a continuación. Ambos aventureros crearon una escalera de bloques de adoquines para llegar hasta el huevo, el cuál les llegaba hasta la cintura.
Y así, Cuidadosamente Fikrul cargó aquel huevo en brazos, pese a su tamaño, era más ligero de lo que creían, por lo que sin muchos problemas, ambos saltaron de vuelta hasta su mundo por aquel cósmico portal.
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Pasó una semana, ambos aparecieron en sus camas al saltar por el portal, ubicadas en sus respectivos hogares vecinos. Ella vivía en una humilde cabaña, él una fortaleza de ladrillos de piedra de cinco pisos de altura y con una forma cónica en el techo acompañada por estandarte con una bandera azul y dorada, sólo con 70 bloques de campos de cultivo y un establo de distancia entre ambos hogares.
Mientras tanto, El rancho donde vivían se extendía por un gran área de pastizales rodeados por una gran muralla de bloques de piedra y una franja de arenisca por motivos decorativos que los protegía de los monstruos que habitaban el bosque que se hallaba al otro lado de uno de los grandes muros.
Del otro lado del rancho, se hallaba un río que cruzaba por debajo de la muralla, perfecto para pescar o subirse en barco y al cruzar la entrada, viajar por cientos de kilómetros en las lejanías.
Colocaron entonces el huevo en el medio de ambos hogares, protegido por una jaula formada por barrotes de de hierro y muros de piedra por cuestiones de seguridad al nacer la cría, con antorchas alrededor para darle calor, y un techo para cubrirlo de la lluvia.
Dos semanas después, el huevo no nacía aún, lo que los preocupó a ambos considerablemente, así que regresaron al End en búsqueda de materiales para recrear aquellos cristales mágicos que dotaban al dragón de su poder en la cima de las torres.
No fue difícil hallar textos antiguos en el castillo violeta ñde una isla vecina a la isla del dragón que hablaban de la composición de aquellos cristales, por lo que fue bastante fácil a partir de ahí encontrar los materiales necesarios: 7 cristales, un ojo de enderman, y una lágrima de Ghast.
Según leyeron, los cuatro cristales traerían al dragón de vuelta a la vida en todo su tamaño y gloria, así que sólo fabricaron y colocaron uno. Conservando los demás materiales por si acaso.
Y se dió el espectáculo de luces.
Un haz de luz salió disparado del cristal hacia el cielo, y después hacia el huevo. Provocando que éste brillara de forma intensa, hasta explotar...
- Ugh... Creo que se necesitaban los cuatro cristales... Lo siento mucho Fik... Huh!? - Desde el centro del humo provocado por la explosión comenzó a alzarse en alto una silueta familiar para ambos.
Era el Ender dragón, pero antes de que empuñaran sus espadas, la criatura comenzó a toser, emitiendo un tierno y curioso ruido para ambos. Curiosos, los dos se acercaron al reptil mientras el humo terminaba de disiparse, y ahí lo vieron...
Una cría de dragón, realmente pequeña a comparación de su antepasado, con ojos violeta de gran tamaño, una pequeña cola y alas que no podrían elevarlo muy alto.
Eve sujetó su rostro con ambas manos como un gesto para contener sus ganas de gritar por la ternura que causaba ver a la cría, Fikrul por otro lado, sonrió de lado a lado en su rostro de forma amistosa y sincera, y entonces se arrodilló lentamente para acercarse a la altura de la cría de dragón.
Esta lo Observó con curiosidad, ladeando su pequeña testa un poco, sin embargo, el reflejo de la luz del sol con el brillo de su espada asustó a la cría cuando golpeó sus ojitos, de forma que saltó sobre él para derribarlo y posteriormente, salir huyendo de aquel destruido cuarto por la explosión.
-Ay no... ¡Espera pequeño! - gritó el joven para reincorporarse rápidamente y perseguir al recién nacido, con Eve siguiéndole de cerca.
Larga fue la persecución a través de los campos de cultivo que arruinó con cada salto a través de estos, los establos donde hirió a más de una gallina para alimentarse, y así hasta finalmente caer al río por un descuido.
- ¡Se va a ahogar! - exclamó Eve con preocupación por el pequeño, mientras sostenía con firmeza la correa de sus dos lobos quiénes ladraban agresivamente contra el Dragón, hasta que ella logró ordenarles que se sentaran.
Fikrul no lo dudó ni un segundo, y removió las partes pesadas de su vestimenta para rápidamente saltar al fondo río y sacar al pequeño dragón quien, a falta de experiencia, se hundió rápidamente gasta el fondo.
La cría de dragón se recostó sobre el pasto y tosió varias veces para sacar toda el agua de sus pulmones una vez fuera, el joven aventurero entonces aprovechó estar tan cerca de la criatura para acariciar su cabeza con suavidad, en un intento por ayudarla a relajarse.
Eve no tardó en aparecer con varios trozos de lana recortados como telares para ayudarlo a secar al dragón y a sí mismo, y, entonces. Tomó de su inventario varios filetes de cerdo y vaca cocinados de su inventario para alimentar a sus lobos y al dragón.
- Anda, no tengas miedo pequeño, come. - dijo el joven con un tono amistoso en su voz mientras le ofrecía el filete al pequeño, éste parecía dudar en comer aquel filete, hasta que sintió un gruñido provenir de su estómago.
Por lo que arrimó su cabeza hacia la mano del joven, y así olfatear un poco aquel trozo de res asado que sostenía sólo de una parte. Hambriento, abrió su mandíbula lentamente, dejando a la vista sus pequeños dientes, y con un Ágil movimiento arrancó el filete de la mano del joven para devorarlo en sólo un par de bocados.
- Jejeje, veo que te gustó... Pero tendrás que venir con nosotros si quieres más. - comentó el aventurero tomando otro filete para tentar al dragón, y así guiarlo hacia la gran fortaleza de piedra que conformada su hogar.
Eve por otro lado, tomó a sus lobos de la correa y se los llevó de vuelta a su cabaña junto con sus gatos y loros.
Hasta ese momento, Fikrul sólo había tenido un lobo de mascota; el más pequeño y débil de la camada de su hermana, lo adoptó y crió, y pesa a tenerlo sólo por un año y medio, aquel lobo fue su compañía y mejor amigo en tiempos de soledad cuando su hermana partía sola en búsqueda de tesoros y lugares interesantes por explorar sola. Todo era agradable entre él y aquel lobo hasta aquel fatídico día defendiendo una aldea de la invasión de saqueadores.
Gracias a que no superó totalmente lo que le ocurrió a su antigua mascota, ahora contaba con una cama de lana donde dejar al dragón junto con varios filetes y un cubo de agua para que comiera y bebiera mientras él acomodaba sus cosas y buscaba una etiqueta de nombre para agregarle un nombre al dragón.
-Veamos... ¿Endy? No... Suena muy estúpido... ¿Draggy? Peor... King? Podría ser... ¿Parrak? No creo que sea de buena suerte nombrar a una mascota como alguien que murió... - pensó en voz alta, teniendo problemas para decidir un nombre apto para el Dragón a pocos metros de él, recordando al dueño de aquel último nombre.
Un amigo cercano para él y su hermana, quien falleció por no percatarse del Creeper detrás de él en el borde de un acantilado al querer ayudarlos a ambos a salir de una Emboscada de monstruos en el fondo de éste con su arco y flecha desde la cima. El elfo cayó disparado al fondo del acantilado por la explosión, sirviendo como alimento y distracción para los Zombies mientras Fikrul y los demás huyeron desconcertados por lo que acababan de ver...
Un lengüetazo en el rostro del aventurero lo sacó de su transe, era el Dragón, apoyando sus patas delanteras en su antebrazo para estirar su cuello hasta alcanzar al joven y así notificarle que tenía hambre.
El muchacho rió un poco, sacando de su inventario un filete más para alimentar al reptil.
-Sólo éste y ya por hoy, ¡o me dejarás sin comida y te pondrás gordo eh! - Ante esta indicación, la cría de dragón lo Observó con ojitos de cachorro por un rato, hasta notar que el joven iba en serio, por lo que se resignó a comer su filete lentamente para disfrutarlo, y entonces caer dormido.
-Heh... No esperaba que me obedeciera así de rápido... Más considerando lo glotón que es... Hmm, y si te llamo... ¿Fang? -Reflexionó sobre los 4 colmillos principales del recién nacido dragón, recordando que cuando los reveló por primera vez, sólo uno ellos era de buen tamaño, mientras que los otros apenas eran visibles - Sí... ¡Fang será! -
Y así, sólo un par de golpes con su martillo en el yunque fueron suficientes para escribir aquella palabra en la etiqueta. Acto seguido fue a colocársela al Dragón junto con una bufanda azul marino, y cubrió al durmiente dragón con la manta de su cama para invitados para entonces desearle dulces sueños, e irse a dormir...
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Pasadas otras dos semanas más, ambos aventureros se comenzaron a acostumbrar poco a poco al nuevo estilo de vida que conllevaba criar a un dragón; desde tener que reforzar con piedra y volver más altas las vayas que protegían a sus animales en el establo, colocar las cosas frágiles de los muebles dentro de cofres o en sitios altos para que no rompiera nada más de valor, hasta construir vayas de seguridad en el rio cuando la cría de dragón se Cayó ahí dentro un par de veces más.
Una semana después del nacimiento del pequeño Fang, al salir el sol desde el lejano horizonte, anunciando una nueva mañana. Estando aún dormido en cama, Fikrul sintió un cálido, un poco pesado y gran bulto descansando pacíficamente sobre sus piernas. No reconoció su identidad, por lo que aún adormilado y sin abrir los ojos sólo se limitó a decir en voz baja.
-Eve... No es gracioso, ya te dije que no duermas así en mi cama... ¿Eh? - Acercó su mano hacia aquel cálido bulto con intenciones de despertar a su hermana, hasta que en lugar de su suave y cómodo pelaje, sintió una lisa y dura piel conformada por escamas.
Abrió los ojos extrañado para soltar entonces un leve grito por el susto cuando notó que aquel bulto pertenecía a la cría de dragón. El grito fue suficiente para despertar al joven reptil, cayendo en la fría superficie de tablones de madera que conformaban el piso de su habitación.
Rápidamente Fikrul se puso de pie y cambió su pijama por su atuendo de aventurero para observar mejor a la criatura, esta algo adolorida por el golpe, lo observaba atentamente, entonces desvió la mirada hacia la entrada a su habitación, la manija de la puerta había sido destrozada por garras y se hallaba abierta de par en par.
Entonces recordó entre sueños haber escuchado una tormenta, y dedujo que el pequeño se asustó con un rayo y corrió en búsqueda de su amo, al reconocer que es alguien de sueño pesado.
-No estoy molesto contigo... Pero creo que necesitaré quitar esa puerta para que entres a hacerme compañía al dormir si así lo deseas. - dicho esto, el pequeño dragón asintió con timidez, y salió por la puerta hacia su lugar de descanso para comer las sobras del día anterior a ése.
Fikrul cumplió con su palabra y desde entonces se hicieron raras las noches en que el joven dragón no entrara a su habitación para dormir a su lado.
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- ¿Qué crees que podamos hacer cuando este pequeño aprenda a volar y soporte nuestro peso? - Preguntó Eve recostada sobre un tronco de madera al lado de la fogata que encendieron para pasar la noche.
Fikrul a su lado se hallaba posando su mano sobre la cabecita del pequeño y dormiente dragón.
-Hmm, ir a explorar los tesoros escondidos de Razer en las montañas quizás, lástima que Izil no pensó que sería una mala idea volar en búsqueda de ellos durante una tormenta eléctrica. - Le respondió con un ligero tono de tristeza el joven, recodando al halcón aventurero, y la tímida guacamaya quién lo seguía a todas partes.
-¿Qué a caso nadie le advirtió que le podría caer un rayo volando así?
-Tal vez fue una broma pesada de Bill, sabes que era demasiado extremo con sus bromas y justo eso, lo llevó a su perdición, jejeje...
-Ah sí, la "Bomba tan bien escondida que olvidó donde estaba, y muy tarde descubrió que estaba en su cama". De todos es al que menos extraño...
-Igual yo, pero... *Bostezo* ya es tarde, buenas noches Eve... ¿Qué lejos hemos llegado eh?
-Buenas noches Fik, y sí, definitivamente no ha sido fácil... Pero contigo sin dudas ha sido agradable, descansa hermanito - dicho ésto, Eve se acomodó con sus sábanas para caer dormida ahí mismo.
Seguida poco después por su hermano quién cuestionó las decisiones que pudo haber tomado para evitar el destino de muchos de sus compañeros antes de dormir finalmente.
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5 meses habían pasado, las vayas de madera fueron reemplazadas por muros de hierro y piedra. El Dragón les había ayudado mucho en la defensa de su aldea vecina, pese a que los aldeanos se asustaron con su presencia, Eve y Fikrul los hicieron entender que el Dragón ahora era su mascota.
Y así, pasaron los tres un frío invierno en la cabaña de Eve, todas las noches el cada vez más grande dragón dormía en compañía de los lobos de esta, y gracias a sus frenéticos juegos con los caminos, el pequeño Fang fue aprendiendo a controlar la fuerza de sus mordidas conforme lo castigaban al morder cualquier cosa con sus ya más desarrollados colmillos.
Entonces, la primavera llegó antes de que lo notaran realmente, el ambiente era más dinámico para los aventureros conforme pasaban los días recolectando materiales o jugando y entrenando poco a poco al dragón.
-... Muy bien, ahora "Sentado"! Eso es... "Levanta la pata!" bien hecho! - Una caricia y un trozo de filete eran la recompensa por cada orden bien acatada.
Fikrul entendió que el Dragón era salvaje y necesitaba pasarse a diario, así que para no perderlo de vista cuando lo llevaba con él en escapes para talar árboles, le enseñó a regresar con ellos cuando emitía un silbido. Todo parecía ir de bien a mejor para ellos, y como ya no había muchos retos por hacer o enfrentar... Sólo les Faltaba uno.
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-¿Estás seguro de ésto? Fang sería un gran refuerzo desde el aire...
-Oye, tienes que entender que no podemos criarlo para siempre si no creamos esa poción, y el ingrediente principal es Esa estrella. No sabemos cuándo estará listo para volar... - La cruz hecha de arena de almas estaba hecha, y dos cabezas de esqueletos de Wither ya estaban colocadas. Sólo faltaba una para que el monstruo naciera, en aquel búnker subterráneo que crearon a buena distancia de su hogar.
-Bien, pero si morimos por ésto, te juro que te mato! - amenazó ella con su clásica sonrisa juguetona, él rió.
Colocó la cabeza, y se alejaron a buena distancia, con múltiples muros de piedra esparcidos por el búnker para ponerse a cubierto de los ataques del Wither listos, el monstruo se alzó en el aire, formándose poco a poco para finalmente anunciar la culminación de su creación con un poderoso estallido, mayor al esperado, y abrieron fuego.
Encendiendo todas las trampas y dispensadores de flechas envenenadas e incendiarias que colocaron alrededor de la criatura, provocándole un gran daño, incluso Firkul empujó con fuerza un tren de vagonetas cargadas de TMT para que se estrellara con el Wither, no contando con que este lanzaría furioso un proyectil a medio camino, de forma que ambos salieron disparados por la explosión.
-*Tos* Diablos... Eso dolió... ¡¿EVE, ESTÁS BIEN!? - Se reincorporó lentamente, tomando su espada encantada y observando los 4 corazones que quedaban en su medidor. Devoró rápidamente una manzana dorada y salió en búsqueda de su hermana cuando no escuchó respuesta, y sólo Observó todo el bunker en ruinas.
Corrió sin rumbo Hasta que finalmente escuchó quejidos de dolor de la destructiva criatura no muy lejos de ahí. Corrió hasta salir por un gran agujero de destrucción en los muros que se elevaba hasta la superficie y al salir descubrió a su hermana oculta tras un árbol, muy mal herida y siendo perseguida por el Wither, quien destruía todo a su paso dejando un gran rastro.
Buscó llamar su atención a gritos hasta que un creeper lo lanzó por los aires con la inesperada explosión.
Eve por otro lado, disparó tantas flechas como pudo hasta quedarse sin éstas en su inventario, teniendo una pierna rota y estando acorralada, cerró los ojos llenos de lágrimas aceptando su destino conforme el monstruo flotaba lentamente hacia ella, cuando un rugido conocido para los aventureros llamó su atención.
Los dos abrieron los ojos totalmente sorprendidos, y el Wither emitió un gran grito de dolor cuando recibió de lleno un aliento purpurina de fuego de Fang, quién sorpresivamente llegó volando desde su hogar.
Ahora la situación era una batalla aérea, Firkul luchaba contra varios monstruos para llegar hasta su hermana mientras esta se recuperaba lentamente con una de sus tantas pociones. Por momentos parecía que Fang le ganaría al herido Wither, hasta que el inexperto dragón volador no logró esquivar un proyectil del monstruo, y cayó en picada hasta aterrizar a los pies de Eve.
— ¡Fang! — Se acercó para revisar su estado, la caída había hecho menos daño que el ataque, pero no se veía bien — Eso fue estúpido... ¡Debiste dejarme morir dragón tonto!
Las palabras ya no servirían, el Wither flotó velozmente para tener a ambos en su rango de ataque, y disparó su proyectil esperando terminar con ambos.
Ignorante en que su ataque sería bloqueado por una espada arrojada con precisión, giró la cabeza y un Fikrul malherido saltó con su otra espada de oro, tras gritar unas últimas palabras para su hermana y el pequeño dragón...
—¡De verdad lo siento Eve... Los quiero mucho a los dos, y espero poder verlos pronto... No salvé a los demás de éste destino, pero a ustedes sí! — Sin dudarlo, Fikrul enterró su gran espada en el cráneo principal del Wither, y así... Se dió una gran explosión en el área donde el evento final tuvo lugar, generando una gran nube de humo en la zona.
Eve ayudó a Fang cargándolo con ciertas dificultades a acercarse hacia el cráter generado por dicha explosión, donde hallaron esparcido el inventario de su hermano, junto con la estrella de Wither.
La kitsune cayó de rodillas, teniendo dificultades para respirar, y su rostro totalmente lleno de lágrimas.
—N-no puede ser... Fikrul... Hermano, qué estúpido fuiste... ¿¡Por qué!? ¿¡Por qué Dios!? ¡¡AAAAAAHHHHhhhh...!!! — Finalmente la joven Rompió en llanto, sintiendo entonces las alas del dragón envolverla por completo en un cálido abrazo cuando este se dio cuenta que su amo no regresaría.
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... 3 años después...
—¿Estás listo Fang? — Preguntaría una Eve más envejecida desde el lomo del dragón, quién ya tenía la mitad del tamaño de su padre. Habían sido largos años de duelo y reconstrucción, pero tenía todo listo.
Sin su hermano y amo, el rancho se sentía demasiado solitario, y toda área ya había sido explorada en sus alrededores.
Así que tras construir un monumento en honor a su hermano, una estatua de hierro con su figura, manteniendo su estoica pose protectora, la vulpina finalmente decidió que era hora de partir.
Por lo que liberó a sus animales del establo, se despidió de todos los aldeanos en su aldea vecina tras construir una muralla que los protegiera, y dejar hasta cinco golems de hierro en sus adentros para proteger a los aldeanos.
Guardó entonces todas las provisiones necesarias para largas semanas de viaje en su mochila y en bolsas que cargaría el Dragón sobre su lomo, y dejó una nota dentro de un cofre en la entrada al rancho...
"En caso de que hallen éste lugar, hay suficientes materiales y alimento para vivir aquí, puedes tomar todo lo que encuentres en los cofres de la torre y de la cabaña, sólo te pido cuidar bien de la aldea que está cerca de esta zona, en el cofre hay un mapa para hallar cualquier zona de interés en los alrededores de éste rancho... Y realmente espero que respetes la gran estatua de hierro en el medio de ambos hogares, fue construida en honor a un gran amigo, aventurero, cuidador, guerrero y hermano...
Me despido, para cuando alguien halle éste lugar, me encontraré en el cada vez más alejado horizonte, explorando el mundo en búsqueda de las famosas Tierras lejanas, así que no pierdas el tiempo tratando de hallarme...
Eve."
No pasó mucho tiempo después de lo sucedido con Fikrul para practicar vuelos montando al dragón, y tras varios intentos, finalmente lograron volar los dos, e Eve, recordando lo que su hermano dijo que haría cuando volaran sobre el Dragón, se dirigió hacia las montañas, buscando el escondite de Razer, hallando el ya mencionado dentro de una cueva.
—El maldito aquí Guardó todos los minerales que halló sin decir nada... — Comentó la vulpina abriendo todos los cofres llenos de materiales, oro, esmeraldas, hierro, diamantes y hasta Netherite, entre varios libros de encantamientos, armas y armaduras, junto con una nota firmada por el difunto halcón que decía...
"Felicidades, hallaste mi escondite privado Izil, a menos que seas alguien como Fikrul o Eve, y usaste miles de reservas de Bloques para llegar hasta aquí, como sea... Llegaste hasta aquí, así que quédate con todo lo que encuentres si morí... Si no, y estás robando todo mientras exploro más ruinas y minas, te encontraré, y te mataré... En fin. Adiós, y ojalá seas Izil, porque lo creas o no, te amo pajarita. Byes!
Con honor y deseos por aventuras, Razer."
Eve no pudo evitar soltar un par de lágrimas con esa nota, recordando los viejos tiempos con aquel enérgico halcón quién iba de aquí a allá, pero a pesar de todo, estuvo ahí para ellos en tiempos difíciles. E hizo un épico acto de vuelo final para salvarla de morir por caer a la lava, momentos de que un esqueleto acertara un tiro en su cabeza al dejarla a salvo...
Sin embargo, en ése momento su llanto nostálgico se vió interrumpido por Fang quién, se acercó hacia ella para posar su pata sobre el hombro de la kitsune y emitió un leve gruñido para llamar su atención al notar que su amiga y cuidadora se había puesto triste por algo. Ella entonces se dió la vuelta para unir su frente con la del dragón un momento antes de abrazarlo agradecida por tener su compañía.
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De vuelta al presente... El Dragón asintió ante su pregunta, y ella sonrió emocionada, una patada en su lomo fue suficiente para emprender vuelo, ella ahora portaba una vistosa armadura dorada con grabados de flores, flechas y espadas pintados con una pintura rojiza, y espadas dobles colgando de su cintura que tomó del escondite de Razer, los dos estaban listos para vivir incontables aventuras en las lejanías que ofrecía su mundo, quizás hasta conocerían a otros aventureros como ella y sus amigos, pero eso sólo lo diría el destino...
E Eve estaba lista para enfrentarlo con su escamado compañero de aventuras, y su fiel lobo durmiente en el bolso de su mochila.
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Esta historia... Ha llegado a su fin.
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Esta historia sólo se hizo posible gracias a los excelentes y agradables escritores de Discord Stories Archive, gracias por permitirme ser parte de éste reto literario de Minecraft, sin dudas fue divertido escribir esta historia totalmente diferente a lo que suelo escribir jsjsjsjsjs
Espero que haya sido de su agrado, como es un One-shot no habrán capítulos futuros así que eso es todo amigos!
Entonces pos, ya nos veremos pronto en un capítulo nuevo para La Leyenda de Crower.
Buenos días, buenas tardes y buenas noches a todos!
CHAAAAAAAAAAAAAOOOOOOOOOOOOOOHHHHHHHH!!!!!
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