Pocas veces me he arrepentido de algo y en contadas ocasiones he sido el tema de conversación en la oficina, lo cual antes no me hubiera molestado, pero a partir de ese maldito día sólo he deseado que se callen.

El plan debía salir perfecto, sin errores, si todo hubiese salido como debería, ahorita sería el Jefe del departamento de Asuntos Especiales, pero no, esos malditos niños le dieron azúcar en vez de cocaína. Para mi mala suerte, me he convertido en el hazmerreír de la oficina. Incluso el serio jefe Nie se ha burlado de mí hasta el cansancio.

¡Maldito Wei Ying! ¡Malditos niños!

Cuando me di cuenta, había llegado a la oficina, suspiré varias veces para tranquilizarme y hacer más llevadero mi día.

En cuanto puse un maldito pie en ese lugar empezaron los comentarios.

“– ¿Deberíamos invitar a Su She a la nueva cafetería?

– No, no vaya siéndola de malas que nos arresta a todos y cierra el negocio por trafico de azúcar.

– No creo que lo haga, pero por si acaso hay que advertirle.”

“– ¡Oh! ¡Su She! Por favor, no me vayas a arrestar, sólo le estoy poniendo azúcar a mi café mañanero.”

Así es mi nueva vida, todos me conocen y se la pasan hablando de ese estúpido incidente… Oh, ahí viene el Jefe Nie… ¿El que lo está acompañando es el cobarde hermano de la doctora desquiciada?

– A-Ning – el nombrado lo volteo a ver–  ¿pediste el café con sobrecitos de azúcar?

Wen Ning asintió con la cabeza – ¿estuvo mal?

Mingjue negó con la cabeza – simplemente no quiero que Su She te vaya a querer arrestar por posesión ilegal de azúcar.

Su She sonrió “divertido” ante la broma del Director.

– Lo siento, Su She, no te vi… Vamos A-Ning, si tardo en regresarte a tu puesto tu hermana se enojará… Hasta luego, Su She.

Mientras escuchaba las leves risas de mis compañeros, respiré hondo, ignoré las voces y seguí con mi camino hasta mi lugar de trabajo.

El día transcurrió relativamente normal, hasta que a la hora del almuerzo me tocó llevar unos documentos a la oficina del idiota de Wei Ying.

Para mi mala suerte el imbécil no se encontraba, justamente cuando me estaba dando la vuelta apareció con una bolsa y unos vasos de la que parecía ser la nueva cafetería.

– ¡Su She! Buenas tardes, ¿esos son los documentos que te pedí?

Asentí con la cabeza mientras el idiota abría la que debería ser mi oficina.

– ¡Genial! Ven pasa, fui a la nueva cafetería de la que todo el mundo habla, te iba a comprar algo, pero recordé que no te gusta el azúcar, además de que actualmente tienes un pequeño problema con ella – sonrió con su típica sonrisa de niño idiota, exactamente del que no rompe ni un plato, mientras se rascaba la mejilla y agregó – perdón, sé que sonó mal, pero no fue con esa intención – “Sí claro” pensé para luego agregar a mi pensamiento “¿acaso crees que tengo la cara de imbécil?” Por mi salud mental decidí alejarme de un ser con tan poco intelecto.

Wei Ying, alias “el idiota”, dejo los vasos y la bolsa en su escritorio, para después recibirme los documentos.

– Gracias, por tu trabajo – sólo pude poner los ojos en blanco debido a su sonrisa, estaba revisando los documentos cuando entraron los dos chicos Lan.

– ¿Ese es nuestro almuerzo? – preguntó el idiota Lan.

“El idiota” asintió con la cabeza.

– Sus bebidas tienen su nombre y pueden escoger un pastel o uno de los sándwiches que están en la bolsa.

Los chicos Lan se acercaron a la bolsa para revisarla, después de un rato el idiota Lan sacó unos sobres.

– Jefe Wei, ¿eso es azúcar? – preguntó el otro chico Lan.

– Creí que dentro de la oficina estaba prohibido el uso y consumo de azúcar.

Sólo atine a respirar hondo ante el “lindo” comentario del idiota Lan.

– ¡Jingyi! – exclamó el primo del idiota Lan, como si en verdad le importará lo que acaba de pasar – Pidele disculpas al Agente Su.

– ¿Por qué debería? No es mi culpa que sea lo suficiente idiota como para meternos en este embrollo. – Después de una mirada de su primo el idiota Lan me volteo a ver y haciendo una reverencia pidió disculpas. – Lo lamento, Agente Su.

Asentí con la cabeza y espere a que el idiota que tengo como jefe me diera su aprobación.

– Okay, Su She, has hecho un muy buen trabajo – “Como siempre” – Por otra parte, Jingyi, los únicos que tienen prohibido el uso y consumo de azúcar en este lugar son ustedes 2, Sizhui no tiene problema con eso porque es su estilo de vida, pero tú, regresame mis sobres – una vez que el idiota Lan le entregó los sobres, Wei Ying me volteo a ver – Lamento lo que acaba de pasar – me dio una sonrisa que pretendía ser tímida – eso es todo, hoy es viernes ¿cierto? – asentí con la cabeza – Mmmm, entiendo, bueno, nos vemos el lunes… – Antes de que pudiese terminar el idiota fue interrumpido.

– ¡¿Ellos tienen permiso de salir temprano los viernes?!

Los otros dos voltearon a ver al idiota en cuestión.

– Si han hecho bien su trabajo no hay necesidad de que se queden más tiempo, además ninguno de ellos está cumpliendo un castigo, pero si te hace sentir mejor, los puedo invitar a comer ahorita que todos se vayan – a los idiotas se les iluminaron los ojos – sólo aviso que Lan Zhan vendrá con nosotros – automáticamente los Lan se decepcionaron y yo sólo pude rodar los ojos, ese nombre ha sido el responsable de todas mis desgracias, mi vida iba tan bien hasta que lo conocí y después de eso la mala suerte me ha perseguido. ¡Los odio a todos!