¿Quién te dijo esa mentira?
Qué eras fácil de olvidar...

—¡Denki apúrate que llegaremos tarde!

Comentó el peli-rojo a su pareja, estaba esperándolo en la planta de abajo con un bonito traje negro.

En él Lucía bastante bien, no iba con su típico peinado de sus cabellos hacia arriba, iba con su cabello como naturalmente es, hacia abajo.

—¡Ya estoy!

Ahora se escuchó la linda voz de Kaminari, bajando las escaleras, también iba con un traje pero era de diferente color, era blanco, iba con su cabello suelto, y eso le daba un toque sensual.

Los mofletes de Kirishima se encendieron en un tono carmín.

—Oh vamos Eiji-kun, quita esa cara, pareces adolescente enamorado...

Soltó una dulce risilla, haciendo que Kirishima entrará en un pequeño entrance.

Sacudió su cabeza para extenderle la mano y por fin irse a la fiesta que su amiga Mina Ashido organizó para reunirse los viejos amigos de la escuela U. A.

No hagas caso a tus amigos,
Solo son testigos de la otra mitad.

Llegaron al lugar, nada más ni nada menos que un lindo salón que había rentado la peli-rosa.

Al llegar, su amiga estaba recibiendo a los invitados, y con una gran sonrisa abrazó al rubio y al de cabellos rojizos.

—Qué bueno verlos juntos, vengan pasen pasen, Sero, cariño, por favor llevalos a su mesa correspondiente...

—Cuenta con eso linda...

Un chico con reconocida sonrisa se acercó a la pareja, hablando entre ellos de cosas triviales, los guió hasta la mesa que les correspondía.

Estaba Uraraka, Tsuyu, que actualmente son pareja, Izuku Midoriya, Todoroki Shouto, Mina Ashido y Sero Hanta, y por último pero menos importante, Bakugo Katsuki.

Se sentaron y por obras del destino, Kaminari quedó sentado en medio de Kirishima y Bakugo, a lado de Kirishima estaba Midoriya, mirándolo con deseo, cosa que no pasó desapercibida por el rubio eléctrico.

El ambiente era un poco pesado para los presentes, así que la castaña comenzó a hablar para romper el hielo, plática seguida de todos los presentes.

—El traje blanco te sienta bien.

Dos besos son demasiado.
Y un beso no bastará.
Y aunque adviertan a los soldados,
Si está enamorado en guerra morirá.

Paso 1 del plan de Bakugo:

Acercarse al objetivo: ✔️

—Gracias, estuve dudando en este o uno azul, pero finalmente me decidí por el blanco...

Así continuaron hablando durante la fiesta, al igual que Kirishima estaba hablando con su compañero que estaba a su lado.

Unas copas más tarde, ambos rubios se encontraban bailando de una manera sensual en la pista de baile.

Los dos se habían olvidado de los problemas del pasado, ahora con el efecto del alcohol solo pensaban en ellos.

Ya no tienes que cuidarme porque yo siempre he sabido que tus besos matan.
Que tus promesas riman con dolor.
Que eres experta en robarle latidos a mi corazón.

Unos besos bastaron para simplemente subir la temperatura de sus cuerpos, ambos se deseaban a morir.

Se extrañaban aunque uno de los dos no lo admitiera.

El cenizo pasó una de sus manos debajo de la playera que traía el contrario.

Besando su cuello y una que otra vez lamiendolo.

El eléctrico comenzó a soltar pequeños gemidos de placer al tacto que le proporcionaba el de ojos rojizos.

Hace mucho que no hacía este tipo de cosas con Kirishima,y ya extrañaba esto.

—[...]—

Al día siguiente.

La cabeza de Denki daba vueltas, se levantó de una habitación que no reconocía.

Abrió los ojos como platos y empezó a entrar en pánico, miró a todos lados pero no encontró a nadie.

Se levantó, o mejor dicho trato de levantarse pero sus caderas le dolían mucho así que decidió mejor quedarse sentado en la cama.

Su mirada paso por la habitación, supuso que era un motel.

Sus ojos se posaron en una pequeña nota que estaba en u  pequeño mueble del cuarto, la tomó con delicadeza y decidió leerla.

Y tú, nunca juraste que saldría ileso.
Ya no te atrevas a pedir perdón.
Yo te confieso que no me arrepiento y aunque estoy sufriendo podría estar peor.

¿Sentir qué? ¿Dolor de caderas?
¿Eso era lo que sentía Bakugo?

Pensó el rubio dejando la nota en donde la había encontrado.

No, era imposible generar sentimientos por alguien como él.

Se quedó unos minutos más viendo su zapato, para después cambiarse y retirarse de ese lugar.

Sabiendo que tus besos matan moriré de amor.

—[...]—

—Llegas tarde...

Comentó su pareja viéndolo seriamente, mientras los nervios de Denki aumentaba.

—Ya sabes que el alcohol más mi presencia es igual a puedo llegar a una playa en el otro lado del mundo por culpa de esa bebida.

Y era cierto, estos años de novios Kirishima lo había comprado.

—¿Y donde apareciste esta vez?

—En un elevador...

Soltó una pequeña risilla mientras se cambiaba a su traje de héroe, Denki recorrió el cuerpo de su pareja y se detuvo en su espalda.

Vio unos rayones, como si unas uñas lo hubieran hecho, al igual que algunas mordidas en su cuello.

—Kirishima, ¿Tuviste sexo con Midoriya?

El peli-rojo se lanzó diezmil maldiciones al olvidarse de lo que hizo con el joven con pecas.

—¡Puedo explicarlo yo-

—No, no hay nada que explicar, tanto te costaba decirme que tuviéramos sexo y decidiste buscarlo con alguien más...

Para mi nunca fue un juego, para ti fue un beso más .
Y si vuelves a mi vida, no es que estés perdida, no es casualidad

Le dolía ver a Kirishima con los ojos cristalizados, pero más le dolía que los dos hayan hecho lo mismo.

Buscar placer.

Una gran tentación para cualquier ser humano.

—¡Denki, por favor déjame explicarte! No rompamos nuestra relación por algo como esto... Por favor no me dejes...

—Kirishima, ¿Cómo voy a saber que si sigo contigo no me vuelvas a hacer esto? ¿Te dejas manipular tan fácil por Midoriya?

—No me dejes... Te lo suplico.

—Lo siento Eijuro...

Ya no tienes que cuidarme porque yo siempre he sabido que tus besos matan.
Que tus promesas riman con dolor.
Que eres experta en robarle latidos a mi corazón.

El rubio salió de aquel lugar derramando algunas lágrimas, le dolía, aunque no lo pareciera si le dolía bastante.

De cierto modo fue el peli-rojo en que lo ayudó a superar todo en la preparatoria.

El fue quien estuvo con él apoyándolo desde que se conocieron.

El fue el que hizo que se enamorara por segunda vez.

Y que le hiciera esto, le dolía.

Y tú, nunca juraste que saldría ileso.
Ya no te atrevas a pedir perdón.
Yo te confieso que no me arrepiento y aunque estoy sufriendo podría estar peor.

Bakugo que pasaba por ahí lo vio, se acercó y dijo:

—Oe rata eléctrica, ¿Qué mierda te pasó?

—K-Kirishima eso fue lo que pasó...

—¿Quieres hablar de eso?

—¡Si! Pero no contigo, no ahora, ni nunca...

Sabiendo que tus besos matan moriré de amor.

Y se marchó no quería que el se aprovechará de la situación.

No necesitaba a alguien para vivir.

Podía solo, como siempre había estado.

—Por sí no lo sabes, somos compañeros y nos asignaron una misión, así que te aguantas y me vas a contar quieras o no.

Ganaré la guerra para conquistarte.
No quiero admitir que te vas, que te vas.
Ya perdí la batalla por nunca aceptar que no eras fácil de olvidar

Porque yo siempre he sabido que tus besos matan.
Que tus promesas riman con dolor.
Que eres experta en robarle latidos a mi corazón.

Y tú, nunca juraste que saldría ileso.
Ya no te atrevas a pedir perdón.
Yo te confieso que no me arrepiento y aunque estoy sufriendo podría estar peor.

Sabiendo que tus besos matan moriré de amor.