John Park II (cicatrices) parte 3
–Fue una excelente decisión –dice mientras me mete al vehículo, que esperaba parqueado en la parte de atrás –pero debes entender que no puedo soltar a Nickolas, claro, hasta que estemos lejos, digamos que es por seguridad –escucho todo lo que dice sin dirigirle la pantalla y me dedico a mirar los árboles que dejamos atrás una vez que el auto se comienza a mover –si ese tema, está hablado, pasemos al siguiente, la maravillosa y perfecta Comandante Kaira O'Connor, al parecer no siempre fue tan perfecta como se pensaba, ¿supongo que opinas lo mismo?... –omito mi respuesta, lo que lo enfada y hace que me tomé por el mentón y me obligue a verlo –espero que todo lo que aprendiste siendo némesis y en tu entrenamiento de soldado, te sirva para esto.
Mis ojos se abren sin entender de lo que habla y antes de que pueda reaccionar siento un piquete en el cuello, y me desvanezco, con el temor de lo vaya a ocurrir.
Narrador omnisciente:
2 meses atrás, República Checa, Rusia:
–Esa mujer te ha dado muchos problemas -dice uno de los mejores socios y al mismo tiempo, el mayor enemigo de Park.
–Esa mujer nos ha traído problemas a todos, te paso a recordar –responde Park con recelo, el cual intenta esconder al tomar el alcohol de su vaso de whisky previamente servido.
–Bueno, mis problemas con la Comandante han sido menores, ya que no se ha metido de frente con mi empresa, y los pequeños golpes que ha dado, son huecos fáciles de tapar –dice y se pasa la mano por su cabello –pero, estoy de acuerdo en que ya es hora de quitarnos ese problema de encima, siempre he sido muy cuidadoso con mi forma de trabajar, pero soy consciente de que los errores existen, así que para beneficio de todos, lo mejor es que acabes con ella de una vez por...
–Nunca, nunca te metas con mis planes, te recuerdo muy bien cuál es tu posición y si no quieres que tú puesto en este grupo sea destituido, te recomiendo que te encargues de tus cosas, sin meterte en las mías –responde Park furioso, haciendo que su socio apriete el vaso en su mano, conteniendo la irá que crece en él –tú y tu organización no tienen voz ni voto en el tema de Kaira O'Connor y si quieres seguir teniendo el apoyo de esta sociedad que nos ha precedido desde nuestros antepasados, te recomiendo aceptar y ocupar tu puesto a cómo te toca.
–Park, no te alteres y mucho menos, me amenazas, si como bien dices, esta sociedad ha sido desde hace varios años, no voy a permitir que le faltes el respeto a mi organización, desde hace unos años, la mafia Checa se ha catalogado como una de las más peligrosas y temidas del mundo, así que soy yo, el que te va a recomendar –las palabras del socio de Park salen con la misma fuerza que su cuerpo demuestra, lo que causa cierta ansiedad en Park, el socio se pone de pie, dejando el vaso en la mesa de centro –nunca subestimes a quien tú crees el más débil, no sabes cuál puede ser la última jugada que hará.
Después de decir eso sale por la puerta dejándolo solo en la sala privada de un restaurante que se rentó para la junta y Park termina lanzando el brazo contra la pared haciéndolo añicos. Los meseros se apresuran a entrar, pero terminan siendo corridos del lugar rápidamente, la frustración y fastidio crece en Park y más cuando acepta que el líder de la mafia Checa tiene razón, por lo que toma una decisión, para matar dos pájaros de un tiro, primero, los juegos que se hacen por los 11 líderes cabezales de las mayores mafias del mundo, quién al ahora estar Park a cargo es quien tiene que encargarse de los preparativos y de preparar el atractivo principal, y dos, demostrar que la Comandante O'Connor no es lo suficientemente fuerte para sobrevivir a una batalla contra él. Una vez maquinadas todas sus ideas, las comienza a poner práctica.
Narrador: Kaira O'Connor
Lugar: desconocido.
Hora: desconocido
Mi cabeza comienza a dar vuelvas y de repente unas ganas de vomitar me invaden, lo que me obliga a ponerme de lado y abrir los ojos. Cuando termino de vaciar el estómago, me doy el tiempo de analizar el lugar, es una celda, nada más y nada menos que una celda, completamente vacía, no hay nada, más que lo ya construido en ella, trato de agudizar mi oído, pero me es imposible ya que aún sigo algo aturdida, por lo que ni siquiera hago el intento de ponerme de pie, así que me quedo contando los segundos que pasan. Llego a la primera hora y por fin me siento completamente segura de pararme, así que lo hago, y camino dando vueltas en la celda, mientas continúo contando y tratando de escuchar algo. La quinta hora llega y una parte de mí se siente desesperada y me insiste en gritar y perder la cordura, pero el entrenamiento en la FMCE me da la fuerza mental que necesito para no caer en la locura.
–Lamento el haberte hecho esperar –escucho la voz de Park y lo anterior se anula.
–No te preocupes, no pensaba ir a ningún lado –respondo, sentándome ya que me encontraba acostada, a la sexta hora deje de contar o prestar atención, por lo que no sé cuánto tiempo ha pasado.
-Espero y estés disfrutando tu estadía, traté de hacer todo lo más ameno que pude, espero que te agrade
-Por supuesto, he de acepta que todo el lugar es muy hogareño –respondo con una sonrisa falsa –bueno solo quiero saber, esta vez sí me vas a matar o solo vamos a hacer juegos de palabras, digo, no quiero perder mi tiempo.
-Al parecer ya te acostumbraste al estar en esta situación ¿Cuántas veces te han secuestrado el último año? –pregunta y se responde el mismo –cierto, 3 veces, me imagino que te adiestras.
-Contando la de hoy, realmente son 4 veces, pero quien soy yo para contradecirte –le contesto desinteresadamente.
-Señor, los invitados están llegando –dice un hombre interrumpiendo nuestra platica.
Por lo que Park solo se da la vuelta y se marcha sin mirar a atrás, el suspenso me deja intranquila, no sé si este será mi final, o solo es un secuestro más en la lista. Los minutos pasan y escucho pasos nuevamente en el pasillo, por lo que me levanto y me acerco a las rejas, solo veo a dos hombres que se dirigen a mi celda.
-Saca las manos por el mismo barrote –dice uno de ellos y hago lo que ordena, ya que no me puedo arriesgar a golpes, por el bebé.
Me ponen las esposas y ninguno vuelve a decir una sola palabra, me sacan de la celda y me llevan por todo el pasillo, al llegar al final de este, me ponen una bolsa de tela en la cabeza, por lo que me concentro en escuchar todo lo que puedo para tratar de reconocer algo, pero no hay nada. Apenas abren una puerta siento como mi cuerpo tiembla del frio, el vestido no es tan abrigado así que los brazos y el pecho sienten el golpe del cambio de temperatura. Continuamos caminando y siento ¿nieve? Bajo mis tacones, y me maldigo por no llevar otro tipo de zapatos, después de un rato de caminata por fin siento nuevamente calor y suelo duro, al fondo se escucha como si hubiera una fiesta y muchas personas gritando eufóricas.
-Déjenla ahí, esa será su salida –dice alguien, y ambos hombres obedecen, lanzándome a un cuarto de espacio muy reducido.
Antes de marcharse me quitan las esposas, y escucho que dejan algo metálico a mi lado y rápidamente vuelven a cerrar la puerta con seguro, ya una vez sola me quito la bolsa de la cabeza y a como deduje estoy en un cuarto de cuatro paredes, en el cual apenas hay espacio, lo que dejaron a mi lado fue una daga, tengo dos puertas, una en frente de mí, y otra por detrás, que es por donde me metieron, la luz es casi nula, pero entra un poco por una rejilla que hay en la puerta frente a mí. Tomo el cuchillo y me asomo a la rejilla para darme una idea de lo que me espera, y lo que veo me hace entender todo.
No dejo que mi cuerpo entre en pánico, así que mejor busco como prepararme para lo que viene, tomo el cuchillo y comienzo a cortar el vestido, que antes era largo lo convierto en uno que llega arriba de las rodillas, y con un pedazo de tela me amarro el cabello que me había soltado cuando me puse el vestido. Una vez lista, me siento en el suelo para guardar fuerzas, escucho una vez más como la audiencia explota en gritos y aplausos, y de pronto silencio.
-Queridos invitados, ha llegado el momento que todos han esperado, la atracción final, para ello les tengo una sorpresa –dice una voz que reconozco como la de Park - ¡Abran la celda 1!
La puerta comienza a alzarse de manera automatizada, dejando entrar la luz del exterior, salgo de manera precavida de la celda, lo siguiente que observo me deja anonadada, me encuentro en lo que parece ser la arena de un coliseo, en el suelo hay demasiados charcos de sangre, algunos escudos y estacas de madera, lo que da a entender de lo que se trata esto, mi mirada se dirige a la parte de arriba y puedo distinguir a al menos 8 líderes de mafias y carteles buscados por todo el mundo, por lo que si la FMCE hiciera un operativo en este momento, nos volveríamos en noticia global. Una vez entendiendo lo que seguramente vaya a hacer, me quito los tacones para poder tener mejor movilidad en lo que sea que vaya a pasar, lo que no me queda duda es que si Park me quiere muerta mi retador no será nadie sencillo de vencer, Park comienza a hablar de nuevo y dirijo mi vista hacia él, que me corresponde la mirada y sosteniéndonos la vista dice:
–Sé que muchos conocen a esta personalidad la Comandante Kaira O'connor, por lo que decidí al ser el anfitrión de esta nuestra fiesta anual de la sociedad darles como regalo ver en vivo y sin correr ningún riesgo una pelea de nuestra comandante contra -con el dedo señala la celda al otro lado, la cual se abre de la misma manera que la mía.
Por unos segundos no sucede nada, pero después se escucha como unas cadenas se comienzan arrastrar, automáticamente tomo el cuchillo poniéndolo a una altura considerable, pero lo que veo me deja más confundida que antes, el rugido del tigre resuena en todo el coliseo haciendo que los murmureos entre los asistentes crezcan.
-Creo que este será un excelente contrincante para nuestra peleadora, la cual en incontables veces ha demostrado que los simples humanos no son rival para ella, todos aquí somos conscientes de las reglas de este huego, el que queda con vida puede irse, vamos a ver si los animales pueden vencer a nuestra guerrera o si ella puede llegar a ganar–al finalizar de decir eso, la cadena que tenía detenido al tigre se suelta y este apenas siente la soltura comienza a correr en mi dirección.
Corro en dirección a los restos de escudos y tomo uno, el cual logro lanzarle al tigre, atinándole en la cabeza, lo que me da tiempo de armarme con una estaca en una mano, mientras que en la otra mantengo el cuchillo, miro todo a mi alrededor, pero no hay ningún lugar en el cual pudiera refugiarme. El tigre comienza a caminar hasta mi de manera lenta, y noto por la forma en que mueve su cuerpo que quiere saltar, así que lo más rápido que puedo me hago hacia un lado, pero aun así siento como me clava las garras en el hombro izquierdo, rompiendo mi piel cuando sus garras se deslizan hacia abajo.
-Podemos ver el primer golpe dado por nuestro querido depredador –dice alguien por los altavoces –este es una herida muy grave, será que Kaira
Antes de que la persona termine de hablar, me doy la vuelta y le clavo la estaca al tigre en el estómago, atravesándola por completo, no pierdo el tiempo y con un impulso me monto en el animal quien comienza a correr por lo que me aferro más a él y no dudo en tomar el cuchillo desgarrándole la garganta, haciendo que caiga de costado y que yo ruede unos segundos por el movimiento brusco del animal, me tomo un momento para recuperar el aliento y poder acostumbrarme al dolor de la espalda, y entonces me pongo de pie.
-Lamento que el espectáculo haya sido corto, espero haberlos entretenido –digo y doy una reverencia en forma de burla, escucho algunos quejidos por partes de mujeres cuando ven mi herida, la cual ya ni siento, supongo que el dolor me entumió el brazo, ya que realmente no lo siento –ahora, espero mi recompensa digo dirigiéndome a Park, mientras los demás asistentes observan todo en silencio.
- ¿De qué recompensa hablas? –pregunta, pero él se equivocó en pensar que no me sabía las reglas del juego.
-De las reglas, al ganador se le dará su libertad, y una recompensa, la cual puede ser lo que la persona pida, excepto la muerte de alguno de los socios de esta organización –respondo resumiendo una de sus reglas, y los murmureos comienzan, pero terminan rápidamente cuando Park alza una mano.
-Estás más enterada de lo que pensaba, bien, te daré lo que pidas, habla –se sienta de manera relajada en su lugar, pero eso se acabará dentro de muy pronto, ya que lo que le digo lo toma por sorpresa.
-Quiero a tu hijo como recompensa, el hijo que tuviste con Nathaly Murphy, mi madre –observo feliz la forma en que se remueve inquieto en su asiento, pero no hay forma en que pueda negarme la petición, ya que, si no lo cumple, tendrá que morir.
-Tendrás lo que deseas –responde, fingiendo indiferencia, pero los ojos no mienten.
-Bien, solo quiero decir algo más.
Todos se quedan en sigilo esperando lo que voy a decir, así que antes de hacerlo, camino bajo las atentas miradas de todos hasta llegar al lugar donde dejé mis tacones y me los coloco con toda la tranquilidad, luego camino hasta el animal y recojo el cuchillo que quedo a su lado cuando caí, me levanto y me pongo recta dirigiendo mi mirada hasta John Park, entonces hablo
-Conociste a Némesis, conociste a la Comandante, ahora te toca a Kaira O'connor -amenazo mirándolo a los ojos –y créeme, mi peor versión no ha sido Némesis, ahora conocerás a quien realmente siempre debiste temer –finalizo y luego lanzo el cuchillo con el que maté al animal, clavándolo en la frente a uno de sus guardaespaldas.
El pulso de mis venas lo siento palpitar con fuerza, el miedo se fue, llenándome el cuerpo de fuerzas para luchar, la herida de la espalda me duele, pero no lo hago notar, caminando a la salida, en donde me esperan dos hombres que me dirigirán a mi recompensa, a basta de victimizarme, de ser débil, el mundo me ha visto en el suelo, destrozada y humillada, es hora de que me vean dejar todo en cenizas, que la simple mención de mi nombre haga sobre pensar a todos aquellos que se quieran meter conmigo, para eso necesito poner a los míos a salvo.
A todos
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