La semana pasó más rápido de lo que esperaba, cada día mi rutina fue la misma, buena alimentación, ejercicio, yoga y entrenamiento en combate, mi cuerpo se fue acostumbrando al estar activo, por lo que el dolor disminuyó bastante, aparte, me apoye con algunos masajistas y entrenadores de la central.

-El Coronel necesita hablar con usted –dice Adam entrando a mi oficina.

-Bien, -contesto mientras firmo las autorizaciones del nuevo armamento, ya que éste necesita las cuatro firmas de los cargos mayores en la central –oye me dijeron que en unas semanas llega una cuadrilla de nuevos prospectos ¿qué sabes al respecto? –le pregunto recordando lo que Rox me dijo hace un par de días.

-Aún no se nada, pero cuando averigüe algo te lo haré saber –responde –permiso para retirarme Comandante.

-Permiso concedido –respondo saliendo con él.

Tomamos rumbos separados, él camina hacia el área de medicina y yo a la oficina de Timothee; para mí mala suerte antes de llegar me topo con Zeth, quién me observa con curiosidad, cosa que a mí me molesta, pero sigo caminando, ignorándolo totalmente, él apresura el paso hasta llegar a mi lado y, antes de que pueda abrir la puerta me detiene.

-No me molestes Zeth –digo mirando su mano sostener mi brazo –y quítame la mano de encima si no quieres que te quiebre un dedo –amenazo.

-Ambos sabemos para que nos llamó, así que quiero saber si vas a luchar por el puesto o me lo vas a dar ¿qué pensaste de lo que te dije? –dice soltando mi agarre.

-Tu qué crees –contesto y me meto a la oficina antes de que me pueda responder.

Cierro la puerta en su nariz y rio al escuchar su queja, camino por la oficina y la mala mirada de Timothee me detiene.

-Tu falta de respeto es molesta –dice con la seriedad que la mayoría del tiempo tiene.

-Lo siento mi Coronel, no volverá a ocurrir –respondo.

Tocan la puerta y oculto mi sonrisa, y Timothee da el permiso de entrar.

-Mi Coronel –dice Zeth haciendo el saludo militar –me informaron que solicito mi presencia.

Timothee se levanta y comienza a caminar por la habitación sin responder nada, para muchos Timothee no se merecía el puesto, decían que la única razón de lo tenerlo es porque su padre –mi tío Benedic –es el máximo jerarca, pero de lo que no están enterados es que mi tío nos entrenó a los tres (Timothee, Nickolas y a mí), desde pequeños para ser los mejores y más letales, Timothee a pesar de sus 28 años ha ganado varias batallas y medallas, su nivel de letalidad deja a muchos asombrados e incluso algunos han llegado a decir que es demasiado sádico para pertenecer a la milicia, pero a pesar de toda la negativa él se ganó el puesto, demostrando que el legado Murphy es uno de los mejores y lleva el liderazgo en la sangre.

-Con la muerte del General, la central se quedó sin un segundo al mando, y ustedes al ser los que siguen en la línea de cargos tienen el derecho de luchar por el puesto, a menos que uno de los dos lo rechace –dice Timothee mirando a Zeth con intriga y a mí con curiosidad.

Zeth y yo nos observamos sabiendo que ninguno de los dos va a desertar y Timothee se vuelve a sentar en su lugar.

-Por la forma en que se miran puedo deducir que ninguno de los dos va a renunciar al puesto, así que el día de mañana comenzarán las pruebas, como ya conozco su capacidad intelectual me saltare esa parte, –comienza a decir –se dividirán en dos etapas, campo y pelea cuerpo a cuerpo, si alguno quiere desertar esta es su oportunidad –dice y ambos nos quedamos en silencio -bien, si ambos van a luchar por el puesto mañana los quiero en el campo de entrenamientos a las 0400 horas –termina.

-Entendido mi Coronel –respondemos Zeth y yo al mismo tiempo.

-Ahora lárguense que no tengo tiempo que perder -dice Timothee tomando los papeles que tiene sobre el escritorio.

Soy la primera en salir de la oficina, y al hacerlo me siento totalmente confiada, imaginándome en mi futuro puesto, no espero a que Zeth salga, solo me pongo a correr hacia la sala de entrenamientos y ahí me la paso las próximas 2 horas.

El puesto de General es uno de los cuales facilitan llegar a los rangos mayores, y estar en el Consejo, el cual siempre he soñado con ocuparlo, mi madre formó parte de él en el ejército Israel, y conoció a mi padre en una misión en Lituania, lo que me acuerdo que nos contaron fue que papá desobedeció una orden de mamá, ya que en ese entonces papá era un simple soldado raso, y ella ya tenía el cargo de Comandante, motivo por el que lo castigó, y así, papá se enamoró de ella, yo pienso que fue algo masoquista, pero cada quien...

-Junta ahora, en la sala de juntas –dice Peter entrando al área de entrenamiento de cuerpo a cuerpo –te esperan, urgente.

Me salgo del cuadrilátero de boxeo dejando a mi entrenador solo, al ser urgente no me cambio, solo tomo una toalla y salgo corriendo al lugar mencionado, antes de entrar me limpio el sudor.

-Buenas tardes, perdón por la tardanza –digo entrando a la habitación.

-Comandante tome asiento –dice el Coronel.

Camino a mi asiento y me percato que solo estamos tres de los cuatro rangos más altos dentro de la central y el Comandante Supremo o Ministro como decimos para cortar el nombre.

-Ya que estamos todos voy a ir directo al punto –dice Benedic – pasado mañana partiré a mi central, después de la elección del próximo General, por otro lado, un puesto de Comandante quedara libre, pero esta vez nadie dentro de la central va a poder aspirar a él, ya que el consejo impuso uno, lo conocerán dentro de tres días, vendrá de Alemania, pero su familia es de aquí.

-Pero eso es injusto –dice el Coronel enojado –mis Capitanes hacen un excelente trabajo, y han dado lo mejor de sí, y creo que lo mejor es que ellos tengan la oportunidad de poder tener el puesto.

-No me interesa lo que piense Coronel, el Consejo tomó una decisión y se va a respetar –responde Benedic.

-Ministro, con todo respeto, no conocemos a la persona que usted traerá, y como dice el Coronel, mis compañeros se han esforzado en ganar medallas, prestigio y ser los mejores, cualquiera de ellos tiene la formación perfecta para tomar el puesto –digo con voz democrática.

-Lo lamento, pero el Consejo tomó una decisión, y en unos días quieran o no, se los presentare y hare el anuncio –dice dando por finalizada esa conversación –el otro tema que quiero tocar es acerca de los soldados que vendrán a entrenar a la central, Coronel infórmeme.

-El próximo lunes tres grupos de distintos países en los cuales sirve la FMCE, vendrán a entrenar, 10 soldados en cada grupo, de Alemania, Brasil y Israel, el futuro General decidirá que Comandante tendrá la labor de encargarse de los 30 soldados –dice Timothee ocultando su enojo.

-Entonces eso es todo, nos vemos mañana, a las 0400 horas en el campo de entrenamiento –responde y después se levanta, por lo que nosotros imitamos el gesto para después hacer el saludo correcto.

-Nickolas salió a una misión –dice Timothee una vez mi tío Benedic se marchó.

-No me aviso –digo confundida.

-Lo sé, le ordene que no lo hiciera, fue a investigar más acerca de John, esta con las tropas de Zeth –responde y yo fulmino a Zeth con la mirada.

-Yo no estoy enterado de eso –responde alzando las manos.

-El caso de John Park es ¡mío! –respondo furiosa.

-Ya no –dice en tono autoritario, tirándome una mirada dura.

- ¿Qué? –digo con el alma en los pies.

-Casi pierdes la vida en la antigua misión, demostraste no ser rival para Park, así que el próximo Capitán que me entregue información verdadera de él tendrá el caso –responde parándose y saliendo de la habitación.

Me recuesto en la silla sin ánimos de moverme, Zeth solo me observa y mi mano busca inconscientemente el anillo que ahora uso de colgante, el caso Park es muy importante para mí, el ganarlo implicaría llegar al mayor número de victorias que una Comandante femenina de mi edad tiene, a parte él está detrás de la muerte de mis padres, a pesar de solo ser 10 años mayor que nosotros, con tan solo 18 años John, el hijo de uno de los mafiosos más temidos del mundo dirigió la cacería a mi padre, logrando acabar con él, para luego matar a su propio padre y quedarse con el puesto, convirtiéndose en el más temido.

-Te prometo que no sabía nada –dice Zeth devolviéndome a la realidad.

-Lo sé, conozco a Timothee –respondo con tranquilidad –prepárate para mañana, que ese puesto tiene mi nombre –digo amenazante mientras salgo de la sala.
...

El frio de la mañana me hace frotarme las manos para calentarlas, son las 0335 horas, decidí llegar más temprano al campo y calentar los músculos, pero parece que el día de hoy decidió ser uno de los más fríos del año, aparte casi todas las luces están apagadas, por lo cual, la tarea se me está dificultando, ya que casi no veo, aparte la ropa de entrenamiento no me cubre mucho que digamos, ya que solo son unos shorts de licra y una blusa con el logo de la central, elegí el short para más movilidad, pero no me esperaba todo el frio que hace.

-Tu padre estaría orgulloso –dice Benedic llegando al lugar, portando su impecable uniforme

-Lo sé –respondo después de un rato mientras estiro los brazos.

-Y tu madre, diría que debiste de haber luchado hace dos años por el de Coronel –vuelve a hablar.

-También lo sé –contesto estirando las piernas.

- ¿Pasa algo? vengo como tío, no como Ministro, así que puedes decirme lo que sea –pregunta debido a mis secas respuestas.

-No –digo y él me observa disgustado por mi respuesta –Timothee me quitó mi caso –digo como niña a la que le quitaron un dulce.

-No entiendo, mostraste avances en el caso –dice insatisfecho.

-Timothee dice que no estoy a la altura de la misión –digo dejando de hacer mis estiramientos.

-Pues demuéstrale lo contrario –responde.

Su celular suena, y se aleja para contestar, yo comienzo a trotar en mí mismo lugar, y eso sirve para calentarme, después de un rato de hacerlo la silueta de Zeth aparece a lo lejos, y detrás de él vienen otras nueve siluetas, cuando ya están cerca noto que son los ocho Capitanes y nuestro querido Comandante, los Capitanes se quedan parados a lo lejos y Zeth y Timothee llegan a mi lado.

-A la pista se le hicieron algunos pequeños arreglos, la tendrán que completar tres veces sin ningún rasguño –dice Timothee con tranquilidad.

La pista me la sé de memoria, por lo cual no se me hará difícil, mide 6 Km en total, y tiene algunos obstáculos, pero al recorrerla tantas veces se me de memoria en donde esta cada las luces del lugar se prenden y me deja con la boca abierta, los "pequeños" arreglos que se le hicieron a la pista ahora la hacen parecer algún tipo de guerrero ninja americano, solo que más extremo y en el cual, sí puedes terminar gravemente herido, todo lo que antes conocía de la pista ya no está.

-El que regrese con algún rasguño será retirado inmediatamente –dice –ah y tienen hasta las 0600 para completar la pista.

Zeth y yo no nos movemos, no sabemos qué hacer, los arreglos que Timothee hizo nos pueden quitar la vida en un mal paso.

- ¿Qué esperan, el tiempo corre?, para que vean que no soy malo, los raspones por si se caen si son válidos, al igual que las mallugadas en las manos –dice.

Salgo corriendo para tomar ventaja, y lo primero que me toca hacer es escalar una pared, que tiene el doble de tamaño que la que usamos naturalmente, con una cuerda, y soy consciente de todo lo que mis manos sufrirán, ya que no traigo guantes.

Los brazos comienzan a trabajar mientras escalo, al parecer le pusieron algún tipo de resbalante a la pared para que se nos dificultara, pero aun así logro ser la primera en subir, en el piso hay piedras, por lo que si me tiro me lastimare, una cuerda cuelga en medio de éste; el próximo reto y la única opción que tengo es saltar para atraparla y después balancearme para llegar al próximo reto, doy un paso para atrás y canalizo toda mi fuerza a mis piernas, salto y estiro los brazos, logro tomar la cuerda, pero me resbalo quemándome las manos por la fricción, un grito escapa de mi garganta al sentir mi piel arder, pero aprieto con fuerza las manos y logro parar antes de caer, subo la cuerda hasta llegar a una altura prudente y me comienzo a balancear como si se tratara de un columpio y cuando siento que tengo suficiente inclinación salto cayendo en mi siguiente objetivo.

Me tomo un tiempo para tomar aire y volteo a ver a mis compañeros, ninguno muestra ninguna expresión, pero al mirar a mi tío noto orgullo, escucho como Zeth llega a mi lado, ahora nos toca pasar por unos troncos equilibrando nuestro cuerpo, mientras esquivamos algunos objetos que pasan de lado a lado en diferentes velocidades, para hacernos caer.

Logro pasar el reto sin ningún rasguño, y ahora nos toca correr, pero en algunos tramos tenemos que pasar acostados por debajo de un improvisado túnel con alambres filosos, comienzo a correr y el frío que antes sentía en el cuerpo ahora lo anhelo, doy pasos largos para llegar más rápido al objetivo, Zeth viene pisándome los talones, y logra rebasarme, pero al llegar al túnel se trastabilla y casi cae, por lo que yo logro meterme antes al túnel el suelo esta mojado y los filos están muy cerca de mi espalda, por lo que tardo en pasarlo, tratando de pensar que aún me queda mucho tiempo.

Corro hasta llegar al siguiente, en el cual tengo que subir unas escaleras y después pasar un tramo de al menos 200 metros, utilizando solo mis manos agarrando los colgantes y balanceándome para llegar al final, pero al acercarme al primer aro para agarrarlo el ladrido de un perro me espanta.

- ¡Enserio!, ¡perros! –grito en dirección a Timothee, quien solo alza los hombros restándole importancia.

Trato de olvidarme de los perros y continuar con el obstáculo, pero se me hace imposible al notar que no están amaestrados y si me pueden hacer verdadero daño, me estiro y tomo el primer aro, y me impulso a tomar el segundo, la altura que tengo de distancia en el suelo son más de 3 metros, a pesar de que si caigo no me moriré por la caída talvez si quede muy herida de los tobillos y con grandes mordidas de los perros.

Salgo de la zona segura y quedo colgando totalmente, los perros comienzan a saltar intentando agarrarme el pie, por lo que tengo que doblar las rodillas y pegarlos a mi abdomen haciendo más esfuerzo del necesario, los primeros 15 aros los paso sin ninguna dificultad, pero ahora todo el esfuerzo hago causa que los brazos se me empiecen a adormecer, y el abdomen me duele, los perros se turnan entre Zeth y yo, él ya va más adelantado que yo, después de un rato termino el obstáculo y siento los brazos demasiado cansados, lo siguiente que nos toca es

como una carrera de saltos, solo que las tablas tienen pinchos en la parte de arriba, cosa que nos obliga a saltar aún más alto, Zeth y yo lo terminamos parejo, así que corremos lo que nos resta de camino a la par, pero al llegar a los últimos tramos lo logro rebasar, terminando en primer lugar la primera vuelta.

La segunda vuelta la hago más rápido, ya que ya me aprendí el circuito, solo que al terminarla el cansancio me consume, concluyo nuevamente antes que Zeth y me tomo unos minutos mientras él llega a mi lado para reponerme, mi respiración es agitada, toda mi ropa esta bañada en sudor, y no creo que mi olor sea el mejor en estos momentos.

- ¡Eso es todo lo que tiene soldado! ¡no se debería de llamar Comandante! –grita Timothee desde unas sillas que pusieron – ¡si no me haces esa última vuelta estarás suspendida un mes! –Rox lo acribilla con la mirada mientras él me sigue gritando estupidez y media.

-300 a que te gano –dice Zeth llegando a mi lado.

- ¡Va! –le grito una vez que tomo la delantera.

Jamás me ha gustado ser el segundo lugar en una competencia, o perder una apuesta, por lo que hago el cansancio y dolor a un lado y me enfoco en terminar la carrera sin ningún rasguño y siendo primer lugar, solo que por mucho que trate de ocultarlo el cansancio es demasiado, la luz empieza a asomarse aclarando la madrugada, y haciéndonos saber que nuestro tiempo límite está muy cerca, en los últimos metro para terminar el circuito Zeth me rebasa, haciéndome saber que las veces anteriores no gastó toda su energía para guardarla para el final, en cambio yo las utilice para ser la primera, y ahora mis energías son casi nulas.

Aun así, doy mi último esfuerzo para tratar de alcanzar a Zeth, los 9 espectadores ahora empiezan a estar acompañados por soldados que están a punto de empezar su horario de entrenamiento, lo que hace que las ganas de ganar aumenten para no quedar en vergüenza, apuro el paso, pero aun así me falta un poco para alcanzar a Zeth, la meta cada vez se ve más cerca y el cansancio va cambiando por adrenalina.

Mis esperanzas iban perdiendo, pero en los últimos 5 metros doy todo de mí y logro llegar a la par con Zeth, quedando empatados, y apenas Timothee silva indicando que todo acabo mis fuerzas se esfuman asiéndome caer al suelo, y Zeth cae a mi lado, los dos respiramos como si nunca lo hubiéramos hecho, siento mi corazón latir a toda velocidad y el ardor en las manos hacen que las levante observando que están peladas y llenas de sangre, aparte varias de mis uñas están rotas.

-La pelea será a las 2000 horas, en la sala de entrenamientos, los quiero puntuales, tendrán audiencia –dice Timothee y después se larga dejándonos solos.

-Creo que empatamos –dice Zeth levantándose –así que al rato es el desquite.

-Bien –es todo lo que logro contestar antes de que agua helada me caiga en todo el cuerpo - ¡Nickolas!

-Es para que tus músculos se relajen –dice mi gemelo riéndose.

-300 abdominales y 400 lagartijas ¡ahora soldado! –grito levantándome.

Nickolas me observa y cuando nota que no estoy jugando se pone a hacer lo que le ordene, dejo a Rox supervisándolo y yo me marcho a las duchas a quitarme la pestilencia que tengo debido al esfuerzo hecho anteriormente.