"Fiesta, tiros y sorpresas"
Salí del hospital una hora después de despertar, e inmediatamente me empecé a encargar de todos los preparativos para la fiesta, Timothee me pidió que fuera una pequeña reunión, pero lo pequeño no va conmigo, por lo que renté uno de los bares más reconocidos de Eugene, Oregón, haciendo la pequeña reunión en una de las mejores fiestas.
-Gracias por venir –le digo a los invitados que van llegando.
Mi tío aun no llega, Nickolas es el encargado de traerlo y, para mayor sorpresa, mande un avión a Alemania para traer a mí tía, quien ahora se mueve de un lado a otro luciendo un sensual vestido saludando a todos los invitados.
Los camareros pasan por todas partes repartiendo bebidas, yo también he consumido algunas, por la tarde me sentí mejor, así que decidí saltarme el medicamento y disfrutar la noche, pero ahora todo se me revuelve, me cuesta mantenerme de pie, pero asumo que todo es porque mi cuerpo no ha tenido el descanso que se merece y por evitar las pastillas, los invitados pasan a saludarme y les hablo lo más amigable que puedo, a pesar de que quiero mandarlos a la...
-Vaya, ya extrañaba a la señora Murphy –dice Adam en tono coqueto llegando a mi lado, ganándose un zape por mi parte.
-Recuerda que es mi tía de quien estás hablando –le digo y él se marcha sobándose la cabeza.
Monic Murphy, se puede describir como una de las mujeres más bellas dentro de la central, y al mismo tiempo de las más rudas, sus padres y hermanos fueron asesinados frente a ella cuando tenía 16 años, después, estuvo secuestrada dos años, en los cuales fue obligada a hacer cosas que ni siquiera puedo nombrar, en una misión de mi papá y mi tío Benedic, en la misma que papá y mamá se enamoraron la rescataron, por decisión propia Monic contribuyo a la FMCE dando información sobre sus captores que formaban parte de una mafia que estaba comenzando en ese momento, después de eso ella pidió ingresar a la milicia, junto a mi madre se volvió una de las mejores, ella en Alemania y mi madre en Israel, y bueno, mi tío se enamoró de ella, y por más que Monic lo rechazo él jamás se dio por vencido, y pues lo demás es historia.
-Ya vienen –dice Timothee acercándose a mí.
-Bien –digo tomando aire.
-Te pedí una reunión privada –dice.
-Si esas son tus maneras de darme las gracias pues de nada –digo con ironía.
- ¿Cuántos llevas? –dice con burla.
-Con esté dos, y aun espero mi agradecimiento –digo alzando una ceja.
-Gracias –dice tomándome de los hombros y abrazándome –yo no hubiera podido haberle hecho algo mejor.
Solo dejo que me abrace sin responder nada, mi cuerpo aún se siente cansado, y las luces y sonido solo hacen que me aumenten el mareo y dolor de cabeza, por momentos siento como si el suelo se me moviera, las personas a mí alrededor son solo sombras que no logro distinguir, a pesar de todo sonrío haciendo como si nada pasara.
- ¡Oye! –dice Timothee regresándome a la realidad - ¿estás bien?
-Sí, solo... necesito aire –digo separándome de él, entregándole mi bebida y caminando a la salida trasera.
-Pero papá ya viene
-No tardo –digo antes de perderme entre la gente.
Paso a lado de todos apartándolos con el hombro, siento que el aire me falta, pero en el tiempo correcto llego a la salida, empujo la puerta y el aire frío me recibe, camino hacia un costado y me sostengo de la pared tomando fuertes bocanadas de aire, me paso la mano por la frente y la siento húmeda... sudor, mareo, perdida del tiempo y espacio, vista borrosa... nos...
- ¿Qué hace la Comandante aquí? –dice Zeth a mis espaldas –está llorando por no conseguir el puesto que deseaba o...
-Nos drogaron –digo cortando la sarta de tonterías que estaba diciendo.
- ¿Qué dices? –se acerca a mí y me toma la cara –tienes razón.
- ¿Benedic? – supongo yo, digo en voz alta.
-Ya llegó hace rato, llevas más de media hora afuera, Nickolas me pidió que te buscara, él se quedó con Rox –sus palabras apenas son entendibles para mí.
-Tenemos que avisarles a los demás –digo molesta por no darme cuenta antes.
Me despego de la pared e intento caminar, pero los pies se me enredan, y si no fuera porque Zeth me sostuvo hubiera terminado en el suelo.
-Tú me vas a esperar aquí –dice sentándome en el suelo –no tardo, cualquier cosa habla a la central –se queda en silencio y, yo asiento para confirmar que si le estoy entendiendo –¿traes tu arma?
Me levanto parte de la tela de la pierna derecha del vestido mostrándole mi arma, él sonríe y me da una palmada en la cabeza antes de pararse y entrar nuevamente al bar, los minutos pasan y no escucho más que música, ya que no me puedo mantener de pie me arrastro hasta la puerta y es cuando escucho detonaciones, visiones de ese día regresan y me cubro los oídos por inercia.
-Vamos, no eres una maldita cría, compórtate –digo para mí, al tiempo que me intento levantar.
Lo logro hacer, pero al instante la puerta se abre y dos sujetos salen llevándome al suelo, me observan y no los reconozco, me apuntan e inmediatamente saco mi arma, les disparo a los abdómenes, pero mi puntería fue pésima que a uno se la entierro en la frente y al otro en un costado del brazo, el segundo me dispara, pero me tiro a un costado haciendo que esta solo me roce la cintura, disparo de nuevo, esta vez dándole en la tráquea, el hombre cae al suelo intentando respirar, y al poco tiempo deja de hacer esfuerzo.
Me vuelvo a levantar y entro al bar, y veo como la mayoría de los invitados yacen en el suelo desmayados, los disparos siguen y mi preocupación aumenta al no encontrar a Rox, una persona desconocida sale a mi lado y sin preguntar le disparo, me muevo lo más discreta que puedo en mi estado hacia la cocina, al llegar me cercioro que no haya nadie, entro y me pongo a rebuscar entre los condimentos hasta que encuentro el aceite, tomo un vaso tequilero, lo lleno con aceite, y me alejo del lugar.
Llego al lugar en donde se escuchan menos los disparos y me escondo entre dos freidoras industriales, me dejo caer en el piso y me tomo el vaso de aceite que me hace vomitar instantáneamente, dejo salir todo manchándome el vestido en el proceso, después que ya no tengo nada que devolver, me tomo una botella de agua que agarré en el camino y la destapo cerciorándome que sea nueva, me hidrato y me quedo recostada recuperándome.
Tiempo después me levanto del suelo, el mareo ya mermo en la mayoría, y me siento más consiente, camino con más seguridad y camino a la salida de la cocina, y al llegar a la puerta le quito el seguro a mi arma, abro la puerta lentamente, pero al salir veo que todo acabo, personas de nuestra central se encuentran auxiliando a los invitados, y demasiados paramédicos entran y salen con camillas, Zeth, Timothee y Adam hablan en una lado de la habitación, me acerco a ellos y Adam es el primero en notarme, pareciendo aliviado con mi presencia.
Timothee se acerca a mí y me abraza con preocupación, cuando se separa de mi Zeth me entrega su saco, le agradezco con la mirada y me lo pongo, me tranquilizo al verlos, pero al reparar que la camisa de Timothee tiene sangre me altero.
-No es mía –dice Timothee al percatarse de mi mirada.
- ¿Los demás? –pregunto con preocupación.
-Nickolas se llevó a mi papá, con mi madre y Rox, camionetas con tu equipo se fueron custodiándolos.
- ¿Quién fue? –pregunto aun intuyendo la respuesta.
-Park –dice Adam.
-Malnacido de...
-Tenemos que regresar a la central –dice Timothee –vamos, te llevare, dormirás ahí hoy, no creo que sea conveniente que regreses a casa sola –dice tomándome del brazo.
-No, no voy a dormir, tenemos trabajo, yo voy...
-No, estas drogada, solo nos quitarías tiempo –dice con tono duro.
-No –me vuelvo a negar –no soy un estorbo, soy la mejor de tus Comandantes, lo único que necesito es agua, comida y hablar con el equipo que está cuidando a los Murphy.
-Kaira, no creo... -intenta hablar Zeth, pero lo corto al instante.
-Con todo respeto general, mi equipo está trabajando, yo debo de hacer lo mismo, me siento bien, solo necesito mantenerme hidratada, aparte sabe que me necesita, soy la única que ha logrado estar más cerca de Park, por lo tanto, mi persona le será de mucha ayuda –digo hablándole como Comandante.
-Bien, pero solo estarás para la investigación, si necesitamos salir te quedaras ¿entendido Comandante? –dice mirándome con seriedad.
-Entendido Coronel –digo firme.
-General nos vamos –dice mirando a Zeth –llévala, yo me quedare a hablar con la policía, que no tarda en llegar.
Zeth asiente y me indica que lo siga, salimos de las instalaciones, y en vez de seguirlo a su coche me dirijo al mío, llego a la cajuela y le quito el seguro, abriéndola, saco mi pequeña maleta con ropa de reserva, después abro el asiento del conductor y tomo dos cargadores más para mi pistola, cierro la puerta y un sobre en el espejo delantero del auto llama mi atención, me acerco y, puedo leer que dice mi nombre en el centro de él.
-Kaira tenemos que... ¿Qué es eso? –pregunta Zeth llegando a mi lado.
No respondo, la letra la reconozco, es la de Park, pero no lo entiendo, porque, porque un sobre, y porque para mí, Zeth intenta tomar el paquete, pero antes de que lo haga le tomo la mano.
-Espera –digo y regreso a los asientos del auto, abro el maletero y saco mi kit y tomo los guantes y una bolsa extra grande para evidencias, me coloco los guantes y le entrego la bolsa a Zeth –es evidencia, no podemos tocarla y mancharla.
Tomo el paquete y lo meto a la bolsa, le entrego la bolsa a Zeth y lo sigo hasta su auto, me abre la puerta para que me suba, pero solo pongo la maleta en el asiento y la abro, saco un pantalón de mezclilla y una sport blanca que siempre mantengo en de reserva en el auto, me empiezo a quitar el vestido y siento la mirada de Zeth, giro la cabeza y noto que él me observa.
-Te giras –digo molesta y divertida a la vez.
Solo se encoje de hombros y se da la vuelta, pero sé que puede ver todo por el espejo del auto que tenemos a lado, me quito la parte de arriba del vestido y me coloco el sport, después me lo termino de quitar y el aire frio me congela las nalgas, me deshago de los tacones dejándolos a un lado y me pongo el pantalón para después volverme a poner los tacones, ya que para el vestido no era necesario sostén no cargo puesto, así que me vuelvo a poner el saco de Zeth cubriendo mis pechos, bajo la maleta vacía del auto y la dejo sobre el pavimento.
-Vámonos –le digo a Zeth mientras me subo al auto.
- ¿No te llevaras eso? –dice señalando mi vestido.
-No, apesta y no lo necesito –respondo cerrando la puerta, a pesar de todo el dolor que me causa dejarlo, ya que era mi vestido favorito.
Zeth se sube y maneja sin esperar nada más, estamos lejos de la central, por lo que me recuesto en el auto, mi mano viaja a mi costado derecho, en donde me rozo la bala, y al colocar mi mano el dolor me recorre el cuerpo, y oculto la mueca que esto me causa, Zeth sigue conduciendo unos veinte minutos más, hasta que llegamos a una gasolinera, se estaciona enfrente de la tienda que hay, se baja sin decirme nada.
Cierro los ojos y me relajo en el auto, mientras espero a que regrese, siento la mano ya un poco empapada, y los temblores regresaron, mi cuerpo se encuentra a nada de colapsar, el seguro del auto se quita, y mi puerta se abre, lo que me obliga a abrir los ojos.
- ¿Qué haces? –le pregunto a Zeth cuando se arrodilla a mi costado.
-Álzate la blusa, te voy a curar –responde mientras saca alcohol, gasas y curitas de la bolsa de compras.
-No es necesario, pero gracias –digo volviendo a cerrar los ojos.
-Estas pálida –dice y toca mi frente –sudando frío y con temblores en el cuerpo, aparte tu sangre está manchando mi auto –lo último lo dice frunciendo el ceño como si le molestara.
-Tu tapicería es de cuero –digo mientras me alzo la blusa dejando la herida al descubierto.
No responde nada, solo se dispone a empapar una de las gasas con alcohol, pero antes de limpiarme saca unas galletas y una leche de chocolate y me las entrega, le frunzo el ceño, no sé si piensa que tengo diez años o qué, se encoje de hombros y empieza a alejar las galletas y la lechita para guardarlas, pero antes de que lo haga se las quito y las empiezo a comer, aguantándome el ardor que causa el alcohol contra mi piel.
-Listo –dice después de un rato –cuando lleguemos a la central te llevare con los doctores, por mientras esto está bien.
-Gracias –digo terminándome la leche.
-Solo no quería que mancharas mi auto –dice y se levanta.
Cierra la puerta, le da la vuelta al auto y se sube, dejo la basura de la lechita en el portavaso del auto, y me dispongo a comer las otras galletas que me quedan, pero Zeth toma dos sin ni siquiera pedírmelas, una se la mete a la boca y la otra la deja en su mano, no digo nada, solo me recuesto en el auto y cierro los ojos relajándome y olvidándome de todo.
- ¡Hey! –me sacuden –despierta ya llegamos.
Me sobre salto en el lugar y el movimiento repentino me duele y suelto un quejido, abro los ojos y veo un lugar que no reconozco, dejo que mi vista se adapte a la luz y cuando puedo ver bien es que reconozco el lugar.
-Esta no es mi oficina –digo mientras me siento.
-Lo sé, te desmallaste y te traje a la mía, ya le llamé a Megan para que te venga a revisar, y Timothee ya viene para acá –dice mientras se sirve un vaso de agua.
- ¿Cuánto estuve inconsciente? –pregunto.
-Más de 45 minutos, creo que se te está haciendo costumbre –dice con burla.
- ¿El paquete? –pregunto ignorando su comentario.
-En el escritorio –dice señalando el lugar –pensé que me matarías si lo entrego sin ti.
- ¿Logan? –digo poniéndome de pie y quitando el vaso con agua para bebérmelo.
-Esta con tú hermano –dice y mi sentido de alerta se enciende al recordar que Rox está en su tercer mes de gestación.
- ¿Ella? –pregunto temiendo a la respuesta.
-Rox está bien, Monic recibió un rozón y logan se fue con ellos –responde con tranquilidad.
-General, me llamó –dice Megan con aire coqueto mientras cierra la puerta.
Al estar de espaldas a nosotros no se dio cuenta que yo también estaba en la habitación, le alzo una ceja a Zeth con enojo y el solo alza las manos dejando en claro que no entiende lo que está pasando.
-Por fin me va a aceptar la... -se queda muda cuando me ve –Comandante –dice.
- ¿Vienes a curarme o a coquetearle a tus superiores en horario laboral? –digo molesta.
-Lo siento –responde y se acerca a mí con el maletín.
Zeth se va a sentar dándole el espacio para que ella pueda trabajar, Megan se acerca a mí y yo me quito el saco y el sport para que ella pueda trabajar y cubro los pechos con las manos, nadie dice nada más, Zeth se queda sentado observando todo, Megan trabaja sin siquiera mirarme, me coloca una crema anestesiante y comienza a suturar, tampoco digo nada, porque me molesta el hecho de que Megan esté haciendo lo mismo que cuando Brandon era General.
-Listo –dice Megan y sale de la oficina como si su vida dependiera de ello.
No digo nada, solo recojo mi sport y me lo vuelvo a colocar con cuidado de no estirarme tanto, me acerco a la mesa y tomo el paquete, Zeth me mira y sus ojos son indescifrables, siempre lo han sido, y hace varios años me aburrió el intentar descifrar lo que quieren decir, así que ahora simplemente los ignoro, me doy la vuelta y me encamino a la puerta.
- ¿Vienes? –digo saliendo.
No lo espero, solo camino a la sala de criminalística, entro y Matthew se encuentra en su lugar revisando algunas cosas desde su microscopio óptico, toco la puerta y Matthew alza la vista y sonríe al verme, me acerco a él y me recibe en un fuerte abrazo.
-Hasta que regresas por estos rumbos –dice aun abrazándome.
-Sí, lo sé, he estado un poco ocupada –le respondo abrazándolo más fuerte.
-Cuando quieras podemos ir a tomar un café –dice y antes de que pueda responder una falsa tos hace que me separe de él.
-Por cierto, me podrías ayudar con esto –digo entregándole el sobre de plástico.
-General –dice mientras agarra el sobre - ¿necesita algo?
-No –dice fríamente.
Matthew sonríe incómodamente en mi dirección y yo solo me encojo de hombros, las drogas aún están en mi sistema, aunque de manera más leve, por lo que tomo asiento y observo todo lo que hace Matthew, Zeth toma asiento a mí lado y me pasa otra botella de agua que agarro y bebo sin refutar.
- ¿Qué es lo que necesitan? –pregunta Matthew sacando el sobre de papel de la bolsa de plástico.
-Huellas, pistas, no lo sé, toda la información que puedas –contesto.
-Bien –responde.
Abre el sobre de papel y solo saca una hoja sin nada escrito, una daga, un mechón de cabello y un collar con un dije de diamante, Matthew toma la hoja y la pone sobre su lámpara con luz ultravioleta, al ponerla sobre esa luz se logran leer unos números, no hay huellas ni ninguna otra cosa más que los números 572, revisa el collar y la daga, pero no hay huellas; jalo una de las batas que utilizan en el lugar y me la coloco, cubriendo mi blusa manchada de sangre.
- ¿El mechón, a quién le pertenece? –pregunta Zeth.
-A mí –digo aturdida.
- ¿Qué? –contesta Zeth con confusión.
-Tengo que hablar con Timothee –me levanto de la silla en automático, siento como si me hubieran pegado en la cabeza con un martillo.
Salgo de la sala y corro en dirección a la oficina de Timothee, y durante el trayecto escucho que Zeth me sigue de cerca, llego al pasillo en donde está su oficina y su secretario me observa extrañado y sin tocar abro la puerta y veo a Timothee recostado en su sillón.
- ¿Tenemos que hablar? –digo, Timothee me observa confundido.
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