Fui feliz antes de morir, reí, viví, amé y sufrí, conocí la mayor de las dichas y el verdadero amor, también me enfrente a mi más grande infierno y sufrí de traición, pero ahora todo queda atrás, ya no me queda más por dar, llegó la hora de mi final.

3 horas antes...

-Tenemos que irnos, ya se nos hizo tarde -dice James mientras toma a Alessa que ríe feliz en sus brazos -nos vemos en tres horas -termina dándome un beso y antes de que pueda refutar sale y se marcha cerrando la puerta de un portazo.

Sin evitarlo sonrío como una idiota mientas veo la camioneta salir disparada en rumbo al pueblo, en donde según James va a conseguir todo para que yo tenga un cumpleaños inolvidable, lo que él no sabe es que para tenerlo solo necesito a mi pequeña familia conmigo.

Los minutos comienzan a transcurrir y por el aburrimiento comienzo a acomodar la pequeña cabaña en donde nos estamos alojando, en donde he pasado los días mas tranquilos que he logrado tener en mucho tiempo. La música se detiene y mi celular comienza a sonar, al reconocer el tono salgo corriendo a contestar.

-Happy birthday to you, Happy birthday to you, Happy birthday dear Kaira, Happy birthday to you

Sonrío con lagrimas en los ojos, al escuchar a Logan cantar, escucho como si se callera algo al otro lado de la línea, por lo que me carcajeo al imaginármelo tirado en el piso.

-No pienso volver a llamarte si te sigues burlando de mí -me amenaza mientras suelta algunas maldiciones quejándose del dolor.

-Sabes que si vas a volver a hacerlo -digo con aire más coqueto del que quisiera y la línea se queda en silencio por unos segundos y luego lo escucho suspirar.

-Sí, claro que volveré a hacerlo.

Después de unas palabras más la llamada termina y anhelo que las tres horas para que vuelva James hayan pasado pero mis sueños se dan por concluidos cuando noto que aún falta hora y media para que regresen, y es ahí cuando me siento nuevamente sola.

La soledad me atormenta, busco en que distraerme pero no hayo nada, después de unos minutos me acuesto en el piso cuando siento que las piernas me fallan, trato de respirar pero es como si el aire no me llegara a los pulmones, los recuerdos de todo lo que creí superado vuelven a mi dejándome empapada en sudor, trato de pasar saliva pero no lo logro ya que siento la garganta totalmente seca, los pitidos que escucho en los oídos son agobiantes y las imágenes y recuerdos siguen pasando por mi mente.

Cierro los ojos e intento contar hasta cien pero no me puedo concentrar, todo me da vueltas y creo que me voy a desmayar, es cuando el ruido de un cristal rompiéndose me pone alerta, hago el mayor esfuerzo y abro los ojos, con la mirada busco la razón del ruido pero no la hallo por lo que creo que enloquecí, al menos el ruido sirvió de distracción. Intento levantarme, pero un pinchazo en las manos me detiene, y luego llega el dolor, me volteo a ver las palmas y noto la sangre en ellas, junto con algunos pedazos de vidrios.

-¿Qué mierda?

Me doy cuenta de que todo es real, y mi sentido de alerta se enciende, me olvido del dolor y me pongo de pie rápidamente, para buscar el objeto que rompió mi ventana, un par de minutos después encuentro una piedra, con cuidado la recojo y tomándome por sorpresa saca una cámara y me escanea para segundos después suene un ruido de aprobación, por instinto dejo caer la piedra, al momento de que esta se abre.

Me quedo perpleja al ver como en su interior hay un celular antiguo que no tarda en comenzar a sonar, el ruido se extiende por toda la cabaña haciéndome una invitación a contestarlo, pero mis pies no obedecen, el sonido se detiene y puedo volver a respirar, todo pasa demasiado lento frente a mi, tengo mis sentidos al tope, siento la sangre cayendo de mis manos, escucho perfectamente se sonido que emite el ventilador al mover sus aspas, siento como el viento que entra por la ventana vuela mi cabello anunciando una noche tempestuosa.

El celular vuelve a sonar trayéndome nuevamente a la realidad, y antes de que yo pudiera hacer algo este se contesta...

-Comandante O'Connor -se escucha al otro lado de la línea y esta vez sin pensarlo, tomo el celular y lo pego a mi oído.

-¿Quién habla?

-Norman Wanger -responde el miembro del Concejo y todo se comienza a tornar más extraño.

-Concejal, no esperaba...

-Su vida está en peligro, y la única forma en que todo esto se acabe es con usted muerta ... -me quedo en silencio mientras escucho -pero para su buena suerte aún hay muchas cosas para las que le sirve a este mundo, no hay mucho que pueda decirle, así que solo le advierto que la decisión es suya.

-¿Qué decisión? -pregunto esperando lo peor.

-Usted decide si deja todo y se marcha fingiendo su muerte o se queda a la espera de un misil que está a 10 minutos de colisionar en la cabaña -la frialdad y crudeza en sus palabras me hace sudar frio, al final soy yo la que va a terminar perdiendo, perdiendo todo una vez más -la decisión es de usted, creo que si toma la elección correcta no tengo ni que decirle como hacer su trabajo, mi ultima recomendación es que arroje el celular, pase lo que pase, hoy tiene que morir Kaira O'Connor.

Antes de que pueda contestar Norman corta la llamada y sin dudar hago lo que me dijo y arrojo el celular que unos segundos después explota borrando toda evidencia. La realidad me golpea y los ojos se me empañan cuando pienso en mi hija, pero me apreto el corazón y hago lo que él Concejal me dijo "tu madre te dejó más legado del que crees", esas palabras resuenan en mi cabeza, tomo mi celular y marco el primer número que se me viene a la cabeza.

-Ya sé que me extrañas, pero ya estamos en camino a la cabaña -dice James, mientras que de fondo se escucha música infantil.

-Solo quería saber si traen todo -trato de sonar lo más tranquila posible.

-¿Todo bien? -pregunta, haciendome recordar que a él no le puedo ocultar nada.

-Solo hablé con Rox hace unos minutos y me puse un poco emocional -miento, mientras comienzo a guardar cosas indispensables en una de las mochilas que trajimos para el viaje -pero no es nada importante, así que mi llamada es porque quiero pedirte que compres helado, tengo demasiado antojo, y digo, es mi cumpleaños así que quiero que me traigas helado.

Escucho su risa que me calienta el pecho y el calor aumenta cuando la risa de mi hija se le une dándome ganas de olvidarme de todo y refugiarme en mi pequeña familia, pero el pensar en eso es lo mismo que me da las fuerzas para estar segura de mi decisión.

-Te amo -digo, logrando que James se quede cayado -te amo y te agradezco que me hayas dado lo mejor de mi vida, jamás me arrepentiré de ir a tu casa ese día.

Cuelgo el teléfono sin decir más ni esperar una respuesta, los ruidos de los truenos marcando el inicio de la lluvia me acompañan los ultimos minutos mientras me cambio de ropa y salgo de la cabaña dejando en ella mi ama, vida e ilusiones.

-Hoy muere Kaira O'connor.

Me adentro en el bosque y busco un lugar seguro en el cual quedarme a la espera de la explosión, las primeras gotas caen en mi rostro y poco después llega la explosión, que a pesar de mi lejanía me avienta por los aires. Mi pecho arde y mi nariz busca aire fresco, pero no encuentra reconforte por varios minutos, el cuerpo me pesa y por un tiempo pasa por mi mente la idea de haber quedado paralitica por la caída.

Me pongo de pie y con la mano me limpio la sangre que corre por mi cabeza, ya que me imagino que por la caída se me abrió, camino entre el humo regresando a la cabaña, de la cual no queda nada los escombros están en llamas y el aire es asfixiante.

-Oficialmente no soy nadie -digo, pero mi voz es apagada por el ruido de las brazas y del agua cayendo por todos lados.

El fuego marca mi fin e inicia mi muerte, observo el fuego y este me hipnotiza trayéndome de vuelta todos los recuerdos de mis logros, de todas las veces que debí morir pero me obstinaba a no dejarme morir, porque eso soy, soy una luchadora y hoy nuevamente estoy aceptando el reto que me toca, junto con el fuego, agua y sangre estoy sellando un pacto, por mí, por mi familia, por mi hija, esta vez no me dejaré vencer, morí para renacer, pero al contrario de los que otros pensarían esta vez no renació una nueva comandante, sino un nuevo Némesis, una nueva pesadilla y un nuevo ser que ya no tiene nada que perder, ya que todo lo que tenia me fue arrebatado.

-Soy su peor pesadilla.

La lluvia se desata y me quedo parada mientras veo la cabaña arder, no sé cuanto tiempo pasa, y no entiendo lo que esperaba hasta que llega el momento, la camioneta de James se detiene y este baja corriendo de ella dejando a nuestra hija en el vehículo. Mis lagrimas se disfrazan con la lluvia mientras trato de guardarme mentalmente todos los recuerdos posibles.

-Soy el fuego.

James cae al piso gritando y aclamando piedad, escucho resonar mi nombre entre los truenos, veo al hombre que tanto amé y aún amo en el piso, rogando por mí, por el que esté viva, pero volví a perder, en está ocasión ya morí, así que sin poder hacer nada, me doy la vuelta para no volver nunca más.

-Ahora no soy más que una leyenda que ardió en el fuego en la guerra contra sus enemigos, feliz cumpleaños 29 Kaira O'Connor y feliz día de tu muerte.

Fin...