Descanso y soldados
Los brazos familiares de Logan me envuelven, siento su respiración en mi cabeza cuando hunde su nariz en mi cabello, la tranquilidad que me causa el tenerlo cerca es como si el huracán dentro de mí se apaciguara, cuando nos separamos el me mete a la casa y ya adentro me vuelve a abrazar y después me besa las mejillas.
- ¿Kaira? –dice mi gemelo confundido.
Al escuchar su voz, suelto a Logan y corro en dirección a mi hermano y salto, haciendo que él me atrape y suelte un quejido, lo que me recuerda que tuvo una bala en el cuerpo.
- ¿Pasa algo? –pregunto como si no supiera nada.
-No –responde y me enojo.
-Entonces una maldita bala en la pierna no es nada –digo mientras le golpeo el brazo.
-Tranquila Kaira, estoy bien –dice tratando de calmarme, pero antes de hacerlo le doy un golpe más.
-Ya basta –dice Logan acercándose a mí y envolviéndome en sus brazos –tranquila.
- ¿Y Benedic y Monic? –pregunto al no escuchar a nadie más.
-Se fueron a otra casa, junto con parte del equipo, los demás regresaron a la central –explica Logan –creen que lo mejor es estar en distintos puntos.
- ¿Rox? –pregunto.
-Está descansando, ayer y hoy fueron muy cansados para ella, para todos –dice Nickolas.
-Ve a descansar –le digo –yo hare guardia.
-No es necesario, agentes están vigilando el lugar, así que todos a dormir –dice Logan.
Mi hermano es el primero en marcharse a la su alcoba, y yo me doy el tiempo de ver la casa, la fachada por fuera es de una casa abandonada, pero por dentro todo cambia, a pesar de que es pequeña es muy acogedora, los muebles son de gamuza y las paredes son amarillas, la cocina es pequeña, pero cuenta con todo lo necesario, hay tres puertas en el lugar, y una de ellas es la habitación en donde está Rox y Nickolas.
- ¿Cuál es mi habitación? –le pregunto a Logan, que se encuentra tomando un vaso de leche.
-Esa de ahí –contesta señalando la puerta enfrente de la que se metió Nickolas –y esa de ahí es el baño.
- ¿Dónde dormirás tú? –pregunto frunciendo el ceño.
-En el mueble –responde terminándose la leche y dejando el vaso en la pileta.
No contesto nada, estoy demasiado cansada para peleas, así que solo tomo su mano y me meto al cuarto libre, y nos dirijo a ambos a la cama, lo aviento y después me acuesto yo, él se ríe, pero no se marcha, solo se quita los zapatos y la camisa y yo me quito pantalón, sostén y zapatos.
- ¿No se te hará incomodo? –pregunta cuando me estoy acostando.
- ¿Por qué se me haría incomodo? –digo metiéndome debajo las sabanas.
-Bueno, tu sabes, nosotros tuvimos algo hace un tiempo –dice tallándose el cuello.
-Logan, fue hace –bostezo mientras pienso el tiempo -6 años, y terminamos como amigos, así que no, no es incómodo, solo quiero dormir, y no te hare dormir en el mueble.
-Descansa –es lo único que responde.
Me acuesto de lado y el cansancio de los últimos cuatro días me vence quedando dormida al instante que mi cabeza toca la almohada.
El ruido de risas me despierta poco a poco, la mayoría de mi dolor de cabeza ha aminorado, y me siento más relajada, me estiro sobre la camada despertando todos mis músculos, y aparto el poco suelo que me quedaba con un bostezo.
-Ya déjalo, lo vas a matar –dice la voz cantarina de Rox.
Por lo que me obligo a salir de la cama, sin ponerme nada salgo a averiguar lo que pasa, y al ver el panorama frente a mí se me quita por completo el sueño, Nickolas tiene acorralado por el cuello a logan, quien ya está un poco rojo y tiene algunas heridas, mientras Rox está sentada en el mueble muriéndose de risa.
- ¡Nickolas! –le grito a mi hermano, quien no tiene ganas de soltar a Logan.
-El maldito te toco –dice furioso y estrellando a Logan a la pared.
Corro hasta dónde están y aparto a mi gemelo del pobre hombre que ya casi estaba morado, mi hermano se queja atrás de mí mientras yo auxilio a Logan que toma grandes bocanadas de aire, me giro enojada hacia mi hermano y las risas de Rox desaparecen.
- ¡Por qué diablos hiciste eso! –le grito.
-Él estaba en tu cama, sin camisa, abrazándote y tu estas casi sin ropa –se queja.
- ¿Y? –pregunto con el mismo tono –no tienes derecho a hacerle eso.
-Pero se quiere acostar contigo –dice celoso.
-Felicidades, descubriste que ya no soy una niña –digo con ironía –él no se acostó conmigo –o bueno no hoy –solo dormimos juntos.
-Jamás haría algo en la misma casa que tu –dice Logan con la poca voz que le sale y yo volteo a verlo cómplice recordando todas las veces que lo hicimos en mi habitación mientras mi hermano entrenaba o jugaba Xbox, por lo que no puedo evitar reírme.
-Son increíbles –dice Nickolas frustrado.
-Tranquilo amor, era claro que tu hermana ya no era
- ¡No lo digas! –Nickolas calla a Rox y se tapa los oídos para no escuchar.
- ¿Estas bien? –le pregunto a Logan mientras Rox consuela a mi hermano porque no soy virgen.
Los demás días pasan tranquilos, mi hermano se acostumbró verme dormir con Logan, yo aproveche para descansar y dejar sanar mi herida, y de vez en cuando hacia ejercicio, Zeth me mando mensaje hasta el sábado diciéndome que el lunes me propondrá un trato, y Timothee nos informó el domingo que ya podríamos regresar a la casa, pero que mi hermano no regresara a trabajar hasta que su pierna sane por completo.
Para mi mala suerte el lunes llega, por lo que desde mi casa tomo mi moto y manejo a las 0500 de la mañana a la central, normalmente entro a las 0800, pero Zeth me pidió llegar temprano, el no tener que lidiar con el imbécil de Persy me relajo, pero el pensar que lo veré hoy hace que el día se me amargue, la mañana es fría, a pesar de que los noticieros dicen que será un día caluroso.
-Buenos días Comandante –dice el vigilante mientras revisa mi credencial y marcando mi entrada.
-Buenos días –respondo recibiendo mi credencial.
Ingreso a la central y estaciono la moto en mi lugar designado, y me voy directamente a la oficina nueva de Zeth como General, la cual se encuentra en el tercer piso al igual que la del Coronel.
-Vengo a ver al general –le digo al secretario.
-Pase, está esperándola –contesta y continua en lo suyo.
Camino hasta la puerta, toco y me indican que pase.
-Pidió mi presencia general –digo al entrar.
-Toma asiento –dice Zeth y yo hago lo que me indica –tengo por entendido que no quieres a los nuevos soldados, pero te tengo una propuesta que te hará cambiar de opinión.
-Con todo respeto Zeth, nada me hará cambiar de opinión
-Park –dice callándome.
-Continua –digo cruzando las piernas.
-Es fácil, te regreso al caso, pero te encargas de los soldados –dice y yo me quedo pensando –solo tienes que firmar.
Estira la hoja que si yo firmo me hace responsable de los nuevos soldados durante 6 meses, necesito el caso Park, pero nuevos soldados me quitaran tiempo, aunque, esto me serviría para que los soldados de otros países me vayan conociendo y den buenas referencias de mí en su central, así que tengo que hacer lo mejor para mí.
-Hecho, solo una cosa, yo quiero ponerle el nombre a la tropa –digo firmando la hoja.
-Está bien, será como tú quieras, al ser un contrato se te pagaran 10 más, así que ahora ve a buscar a tus soldados que llegan en 5 minutos.
Termina de decir eso y yo salgo sin despedirme, tengo que atravesar toda la central y es de pésimo gusto que la Comandante a cargo de la tropa sea impuntual, en el camino me topo a varios soldados, pero los esquivo, ya estoy llegando cuando veo las 3 avionetas con los nombres de sus correspondientes países descendiendo en la pista de aterrizaje, llego a mi posición y me paro como si no hubiera pasado nada.
Las compuertas se abren y los soldados bajan trotando posicionándose en filas, me emociona todo esto, cada vez que veo la formación de los soldados o las graduaciones me recuerda porque estoy aquí y un sentimiento de emoción y de que todo está bien me embarga.
- ¡Capitán Alfred Finn de la central de Israel! –dice el primero dando un paso al frente y haciendo el saludo de respeto.
-Capitana Goldy Lior de la central de Alemania –dice la segunda poniéndose enfrente de su equipo y haciendo el saludo correspondiente.
-Capitán Breno Rafael de la central de Brasil –dice el tercero presentándose haciendo lo mismo que los dos anteriores.
Los observo y todos se quedan en sus posiciones derechos, esperando a que yo diga algo, me paro en frente de todos, alzo el mentón y con todo el orgullo que mi apellido y mis logros me dan hablo.
-Comandante Kaira O'connor, primera Comandante de la central de Oregón, Estados Unidos, encargada de la tropa COLOR'S y encargada de todos ustedes –digo en voz alta y firme, al decir esto puedo ver el orgullo de las mujeres y el respeto de los hombres - ¡En descanso!
Todos se ponen en posición de descanso y el ruido de unos zapatos me hacen voltear.
-Comandante hay una junta en la oficina del General, la estamos esperando –dice Persy llegando a mi lado.
-En un momento voy –respondo y me giro hacia mis nuevos soldados –En un momento vendrá alguien por ustedes, se les arreglaron unos casilleros en donde están los uniformes de la central, colóquenselos, mientras estén aquí todos somos uno, sin importar nacionalidad –digo en voz alta hacia los soldados.
-Sí mi Comandante –responden al unísono.
Me doy la vuelta y camino hacia el edificio central esquivando a Persy, quien me sigue el paso, en el camino me desvío hacia la sala de medicina, entro y me dirijo a donde normalmente se encuentra Logan.
-Hola –digo al abrir la puerta, y Logan se quita los lentes dejando los papeles que estaba leyendo.
-Hola –dice animado –y hola –su voz cambia totalmente a una de desagrado, pero la persona atrás de mí.
-Necesito que te encargues de los nuevos soldados, dales un recorrido y enséñales sus habitaciones, pero primero llévalos a que se pongan el uniforme de la central –ordeno y Logan asiente.
Veo el desagrado con el que ve a Persy, así que no digo nada más y salgo de la oficina llevándome a mi chicle conmigo, subimos al segundo piso y nos dirigimos a la oficina de Zeth, el secretario nos ve, pero no nos para, solo nos indica que pasemos, tocamos y esperamos a que nos conteste.
-Señor, ¿pidió nuestra presencia? –dice Persy cuando entramos.
-Sí, necesito tocar unos temas con ustedes –responde mientras cierra la carpeta que estaba revisando.
Con las manos nos señala los asientos y nosotros nos acercamos y nos sentamos, esperando sus indicaciones.
-El Coronel Timothee va a estar unos días fuera, ya que el Ministro y su esposa regresaron a Alemania él decidió irse con ellos, por lo tanto, estoy a cargo –dice poniendo las manos sobre el escritorio.
- ¿Cuánto tiempo estará fuera el Coronel? –pregunta Persy.
-Un mes aproximadamente –le responde.
- ¿Qué necesitará de nosotros? –pregunto queriendo saber mis labores.
-Para eso los llame –responde tomando dos capetas y entregándonos una a cada uno.
Abro mi carpeta y hay una solicitud de búsqueda y aprensión para Martin Hall, Martin es un contrabandista de artículos lujosos, pinturas, joyas, carros antiguos, y otras cosas de colecciones, pero lo raro es que, si es buscado, pero por los medios normales.
- ¿Qué está contrabandeando? –pregunto sin poder aguantar la curiosidad.
-Datos del gobierno, información clasificada, creación de armas, futuros ataques, al parecer todo esto empezó hace meses, pero el gobierno quiso mantenerlo oculto de nosotros y las cosas se les salieron de las manos, y al parecer la droga que utilizaron en la despedida de Benedic fue creada por científicos por parte del gobierno, y ahora requieren nuestra ayuda para capturarlo y evitar que siga divulgando información –explica Zeth, mientras Persy y yo escuchamos atentos.
La información me cae como un balde de agua helada, nuestros enemigos podrían enterarse de información muy peligrosa, la revancha entre el ejército y nuestra división siempre ha existido, pero jamás había puesto en riesgo al país.
-Necesito que alguno de los dos se encargue de esto, los planes y todo lo que se lleve a cabo será con excesiva cautela, no podemos arriesgarnos a que escape, ni mucho menos a que venda los datos que aún conserva –dice Zeth observándonos a los dos - ¿Quién se hará a cargo de esta misión?
Los instintos de competencia me instan a aceptar la misión, pero la conciencia me dice que NO.
-Lo mejor es que Persy se encargue –digo mordiéndome la lengua –yo tengo que entrenar con los nuevos soldados y encargarme del caso de Park, no creo tener tiempo –ambos me observan como si tuviera un tipo de tatuaje raro.
-Sí, yo me encargare, pero tengo una duda, ¿Por qué no llamaste a los otros dos Comandantes? –dice Persy alimentando mi curiosidad con esa pregunta.
-Porque necesito a personas eficaces, y a pesar de que los otros dos trabajan muy bien no tienen las medallas ni mucho menos la capacidad para una misión de esta magnitud, por mucho que cueste asimilarlo, no están al nivel –confiesa.
-Bien, entonces la misión es mía –vuelve a decir Persy, como si temiera a que me arrepintiera.
-La información que necesitarás es esa –dice Zeth señalando a varias torres de información –nada puede ser digitalizado, no sabemos qué tanto saben de nosotros, el equipo de informática ya está reforzando la seguridad, pero por precaución manejaremos esta misión así –justifica –ya puedes marcharte, necesito hablar con la Comandante O'connor.
Persy se levanta y toma parte de las carpetas que necesita y se dirige a la puerta, pero antes de irse me dedica una mirada de curiosidad, que a mi simplemente no me importa.
-Mandare a alguien por el resto –informa y después se marcha.
Me reacomodo en la silla y Zeth toma una hoja y un lapicero.
-Ya conociste a tu nueva tropa, necesito que me des el nombre, la central de Alemania me está pidiendo el documento –dice y le pone punta al lapicero.
-ALBIS –respondo convencida.
- ¿ALBIS? –dice confundido.
-Alemania, Brasil, Israel –digo con obviedad.
Me observa con duda, pero yo no hago gesto de retractarme, cada tropa viene de un país diferente, y no voy a cambiarlas, solo a mejorarlas, por lo que pienso que deben de seguir teniendo algo de sus propias centrales, así que juntar los nombres se me hizo lo más obvio y más correcto, conservan su patria, pero le sirven a la mía.
-Sí esa es tu decisión, firma aquí –dice entregándome una hoja.
Es el documento que en cuanto llegue a Alemania y el consejo lo apruebe empezara mi comando oficial en la tropa, y empezaran a correr los seis meses, lo firmo y se lo devuelvo.
- ¿Qué piensas hacer con 64 soldados a tu cargo? –pregunta, curioso.
-Cumplir mis metas –digo levantándome de mi asiento –y si quiero hacerlo tengo que trabajar, permiso para retirarme mi General –le digo con respeto.
-Permiso concedido –responde dándome una sonrisa ladeada con confidencialidad, a la cual yo correspondo con agradecimiento por devolverme mi caso.
Salgo de la oficina y observo desde la ventana del segundo piso como los nuevos cadetes ya con los uniformes de la central puestos terminan su recorrido, bajo y llego hasta ellos, al notarme todos se posan firmes y mirando al frente.
- ¡Quieren saber que hare con ustedes! –les grito, al tiempo que el orgullo por lo que he logrado me embarga.
- ¡Comandante, sí, Comandante! –dicen todos al mismo tiempo.
Me quedo en silencio y camino entre ellos checando su postura y corrigiendo las erróneas, mientas me acuerdo de los años en los que yo estaba en su posición, termino con el ultimo y regreso al frente, alzo el mentón y todo en mí se vuelve orgullo, fortaleza y convencimiento.
- ¡Los convertiré en los mejores soldados, los más letales y los más eficaces y hare que sus nombres sean dichos en cada maldita central! –digo fuerte y claro, mientras las miradas de respeto y esperanza de los soldados me analizan, dando por inicio a la era O'connor.
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