Contenedores
-Ósea que Park fue al hospital y te corto el mechón de cabello ¿correcto? –dice Timothee enredado por mis palabras.
-Sí –digo por tercera vez –a ver, te lo explico una última vez, mientras estaba en coma llegue a escuchar su voz, y tengo un mechón más corto –me alzo el cabello dejando a la vista el que esta corto –pensé que había sido una broma de alguno de ustedes, pero ahora todo se aclara.
- ¿Por qué Park tendría algo contra ti? –pregunta con curiosidad.
-No es contra mí, sino contra los O'connor, la familia Park lleva cuatro generaciones en el negocio, durante las primeras dos generaciones mi abuelo era Comandante, así que le dio lucha, en la tercera generación mi papa llego a ser Comandante supremo, y dirigió una misión en la cual murió la mamá de Park... la asesino papá, fue un accidente, pero Park no lo vio así, aparte ya tenía los genes sádicos, así que eso solo sirvió para aumentar su odio por los O'connor.
-Ya entiendo –dice mientras se rasca la barbilla –entonces esa fue la razón por la que Park asesino a tus padres ¿verdad?
-Sí, ese día el plan era matarnos a todos, pero Nickolas y yo logramos escapar, y tu padre nos logró ocultar durante 6 años, y ahora el tipo nos está buscando de nuevo, y lo único que tengo son unos estúpidos números –digo dejándome caer en el sillón.
- ¿Qué números? –pregunta levantándose de golpe poniéndose a buscar unos papeles entre sus archivos.
-572 –digo confundida.
Sigue buscando con rapidez abriendo capetas y leyendo documentos, su concentración es tanta que no se da cuenta cuando Zeth se deja caer a mi lado, Timothee hace sonar la hoja cuando encuentra lo que buscaba y me la entrega sin decir nada.
-No entiendo ¿Qué es? –digo mirando la hoja que dice "Bodegas, servicios de contenedores al Noreste de Portland"
-Tú numero –responde Timothee como si fuera obvio – hace dos días me llego aviso de un nuevo cargamento en Portland, que llegaría hoy a las 0330 horas, lo que fue hace 1 hora, mira los números de cargamentos.
-Tardaremos dos horas en llegar a Portland –digo en voz alta y Timothee hace un sonido asertivo.
Reviso las hojas viendo los cargamentos y encuentro el número "572", me levanto y le entrego el documento, mi cabeza comienza a maquinar, pero no sé qué podría haber en esos cargamentos.
-General, prepare un grupo de 15 hombres, partiremos en 20 minutos –dice Timothee y Zeth sale corriendo.
-Yo también iré –digo encaminándome a la puerta.
-No –contesta Timothee.
-Coronel, lo lamento, pero está misión es mía, y sin mi ayuda no sabrían de esto, prometo quedarme atrás, pero voy a ir –digo segura.
-Aún no estás en tus 5 sentidos –dice.
-Me he mantenido hidratada, ya me comí unas galletas y Zeth me va a conseguir un sándwich –respondo con rapidez –Timothee sabes que soy una de las mejores, y necesito esto.
-Como sea –responde dándome permiso.
-Gracias Coronel –respondo y salgo de la habitación dirigiéndome al cuarto de armas.
Entro a la armería y no hay nadie custodiando, busco mis armas y me las coloco, después me quito la bata blanca y me acerco a los botiquines de primeros auxilios y tomo uno sacando una venda con la que me envuelvo toda la cintura, me voy al área en donde tenemos los casilleros y en el mío busco una nueva playera, mi chaqueta militar y mi placa.
Me coloco todo, me desmaquillo y salgo del cuarto, suena mi celular y, llamada de "imbécil", creo que le debería de cambiar el nombre a Zeth.
-Bueno –digo al contestar.
-Timothee me dijo que vienes con nosotros, apúrate que ya vamos a salir –dice y se escucha agitado.
- ¿Puedes conseguirme comida? Por favor –digo y lo escucho suspirar pesadamente.
-Ya estoy en eso, ve a los camiones, nos vemos allí.
Me cuelga antes de que le pueda agradecer, lo cual es muy grosero, camino hasta los camiones y cuando llego justo esta también llegando Timothee, me acerco al segundo camión me voy a subir, pero Timothee me detiene.
-Mamá se puso mal, no te alejes –dice y su mirada me hace saber que es verdad.
- ¿Nos vamos? –pregunta Zeth llegando a nuestro lado.
-Vete en tu coche y llévate a Kaira contigo, será un viaje largo –le dice Timothee a Zeth.
Zeth solo asiente y me dirige a su auto, me subo y Zeth se regresa con Timothee y este le da algunas indicaciones, por lo que uso ese tiempo y le marco a Rox.
-Dime que estas bien –dice apenas contesta.
-Sí, estoy bien, ¿ustedes? –pregunto queriendo saber algo.
-Estamos... -un suspiro cansado se escucha por el otro lado de la línea –tu tía recibió una bala, pensamos que solo fue un rozón, pero al parecer es más grave, y...
-Y ¿Qué? –digo con temor a la respuesta.
-Nickolas también recibió una bala...
- ¡Qué! ¿Cómo que recibió una bala? –digo interrumpiéndola.
-Te iba a buscar, pero alguien le disparo, está bien, solo que sé que si no te lo digo luego te molestaras –dice en voz baja –el me pidió que no te contara.
-No te preocupes, tengo que colgar –digo justo cuando Zeth se está subiendo al auto.
Las lágrimas descienden por mis mejillas, y la culpa se apodera de mí, mis oídos captan la voz de Zeth, pero no entiendo lo que dice, siento el coche avanzar, pero mi mente solo divaga pensando en que todo fue mi culpa, si hubiera puesto más seguridad, si hubiera hecho caso al no beber, si hubiera hecho una cena tranquila, si hubiera, si hubiera.
Pero ya no puedo cambiar lo que paso, y el sentimiento de culpa es algo con lo que he aprendido a vivir, y es algo que siempre estará conmigo, a pesar de lo difícil que sea cada vez que viene. El auto sigue en movimiento, giro mi rostro a la ventana y veo los árboles, las lágrimas poco a poco van mermando y con el dorso de la mano me quito la humedad de las mejillas.
-Necesito que cuando lleguemos te mantengas cerca de Timothee, no lo dejes en ningún momento –le digo a Zeth una vez me siento lista para hablar, pero aun así mi voz suena rota y apagada.
-Lo hare –responde sin pedir explicaciones.
En otro mundo tal vez Zeth me cayera mejor, es un excelente capitán, y es alguien que se ha ganado todo lo que ha tenido, ya que es el primero en su familia en formar parte de la milicia, su padre es un empresario reconocido, dentro del mundo de producciones de joyas, y su madre fue una modelo reconocida, y ahora tiene su propio negocio de modelaje, cuando Zeth entro a la milicia sus padres le quitaron todo el dinero, pero al ver que su hijo era uno de los mejores le regresaron todo el apoyo, creo que seriamos buenos amigos si no interfiriera tanto en mi trabajo.
- ¿En qué tanto piensas? –dice Zeth haciendo que gire la cara y lo observe.
-En mi hermano –miento.
-Yo en ti –confiesa, y me deja confundida –bueno, en tu familia –se corrige.
- ¿Qué quieres saber? –le saco platica para hacer más corto el viaje.
Frunce el ceño y arruga los labios mientras piensa la pregunta, como si fuera la más importante de su vida, lo que me causa diversión y hace que voltee la cara al cristal para ocultarle mi sonrisa.
- ¿Quién te consentía más? –pregunta.
-Papá, mamá consentía más a Nickolas, era su pequeño tesoro –digo con nostalgia.
-Sabes, yo te conocí cuando eras más pequeña –dice y lo observo confundida.
-Pero tienes mi misma edad–digo pensando que ambos tenemos 26.
-No es cierto, soy mayor tres meses –dice con orgullo y yo ruedo los ojos.
-Como sea, cuéntame, ¿en dónde me viste? –pregunto con curiosidad.
-Teníamos 10 años, tu tía fue a la inauguración de la primera pasarela del grupo de mamá, y tú la acompañaste –dice.
-No lo recuerdo –digo tratando de recordar.
-Recuerdo que la pasarela estaba a punto de comenzar, cuando una señora entro corriendo con una niña agarrada de la mano, durante toda la pasarela me la pase mira... la niña se la paso haciendo pucheros y virando los ojos, mientras su tía se emocionaba al ver cada vestido, y cuando todo termino la niña por fin me vio, y lo único que hizo fue sacarme la lengua, fuiste muy grosera –lo último lo dice riendo.
-No lo puedo creer, ya me acorde –digo emocionada –y no fui grosera, a parte yo me acuerdo que después de eso el niño me mando un beso –me burlo de él.
-Era un niño, los niños hacen tonterías –dice y "golpe bajo"
No respondo nada, solo me rio, el resto del camino la pasamos en silencio, el letrero de bienvenida a Portland lo pasamos cuando la luz comienza a alumbrar, durante el trayecto aprovecho a comerme uno de los sándwiches y el otro se lo doy a Zeth, ya van dando las 6:20 de la mañana cuando tomamos el desvió que nos lleva al embarcadero de Portland.
La camioneta que va delante de nosotros se para y Timothee se baja a hablar con el guardia que casi inmediatamente nos deja pasar, la camioneta se estaciona apenas un poco más adelante y los hombres empiezan a bajar, Zeth se estaciona en medio de ambas camionetas, nos bajamos del vehículo y nos acercamos a los hombres que están preparando sus armas, esta vez me toco venir con el grupo "Charly"
-Manténganse cerca, y protejan al Coronel -dice Nathan Perry, el capitán del equipo Charly.
Nos empezamos a mover hacia el centro de control y un señor gordito y chaparro sale de la instalación y comienza a correr en nuestra dirección.
-Coronel Murphy –dice llegando a nuestra posición –soy Jack, el dueño.
-Nos dijo que un embarque llego sin previo aviso, y no sabe quién es la persona que lo envió, ¿en dónde está? –pregunta mi primo en su faceta de Coronel.
-Por aquí –responde el hombre y rápido nos comienza a guiar.
El escuadrón se forma protegiendo a Timothee y solo Nathan, Zeth y yo quedamos fuera del círculo, mientras caminamos saco mi pistola y le quito el seguro dejándola lista.
-La tropa protegerá a el Coronel, tu mantente cerca de mí –me dice Zeth al oído mientras caminamos.
-No te preocupes, se me cuidar sola –respondo y me adelanto.
Llegamos hasta el final de la bodega y 10 contenedores se encuentran ahí, uno a lado del otro, nos quedamos quietos y vigilamos el perímetro, todo está desierto, como si a nadie le importara este embarque, lo que me pone alerta.
- ¿Los han abierto? –le pregunta Zeth a Jack.
-No –responde el hombre.
-Bien, ya nos dio la información, largase –le dice Timothee al señor, y este sale corriendo como pedo con viento.
Caminamos a los contenedores y Timothee hace una seña y todos nos dispersamos para revisar que todo esté en orden, reviso los numero de los contenedores y el que me interesa es el 4 que hay en la fila.
- ¡Coronel! –grito y Timothee no tarda en llegar –nuestro cargamento –digo y Timothee observa el número.
-Necesitamos pinzas, ¡Nathan! Que uno de tus hombres valla por pinzas –grita Timothee.
-Las otras no tienen candados –dice Zeth llegando a nuestro lado.
Timothee y yo nos observamos confundidos, y llamamos a los soldados, cancelando la orden anterior, todos juntos caminamos a la primera caja, un soldado la abre, mientras los demás alzan sus armas, el olor metálico de la sangre inunda mis fosas nasales, aparto a todos y soy la primera en ingresar al contenedor, fotos de mi padre me reciben por todas partes, montones de fotos que le tomaron cuando estaba distraído o trabajando aparecen frente a mis ojos, y una lona grande con la foto de su cadáver está colgada al fondo, la sangre le pertenecía probablemente a animales.
-Sal de aquí –dice Timothee tomándome el brazo, y lo obedezco sin objetar.
Un mareo me toma al salir del contenedor, así que me recargo en la pared, silenciosamente agradezco el que Nickolas no haya venido, algunos soldados entran y toman fotos para la evidencia, yo respiro hondo y me voy a la segunda caja la abro y las lágrimas se comienzan a acumular en mis ojos, esta vez no hay sangre, sino pétalos de rosas blancas, fotos de mi madre con nosotros y en combate yacen pegadas en las paredes del contenedor, y la lona es una foto en donde está embarazada.
Las lágrimas salen sin mi permiso y el corazón me arde, Zeth entra y al ver eso me saca, no me doy tiempo de reponerme, solo lo empujo y abro la tercera caja e ingreso en ella, y eso es lo único que faltaba para quebrarme, la sangre es mucha y las fotos me destrozan, imágenes mías y de Brandon llenan todo el lugar, fotos en donde estamos besándonos o haciendo el amor, imágenes de él en donde está entrenando y lo que hay al fondo hace que las piernas me fallen y caiga al suelo manchándome de sangre.
- ¿Qué diablos? –dice Timothee al entrar a la caja y ver las fotos.
Mi mirada sigue puesta en la lona que tiene la imagen mía y de Brandon minutos antes que me pidiera matrimonio, la rabia e impotencia me embarga, pero aun así me levanto y limpio las lágrimas, veo por última vez la lona y me dispongo a salir, la mirada de decepción de Timothee y la indescifrable de Zeth me llegan apenas me giro, levanto el mentón y salgo, sintiendo mi alma retorcerse de dolor, y mi corazón llenarse de odio.
Camino al quinto contenedor y encuentro solamente fotos de Carlos Moreno, Coronel de la central en México, igual a las imágenes anteriores el hombre esta distraído en cada foto que sale, sin perder tiempo me paso a la sexta y fotos de Ágata Clements, Coronel de la central de Alemania, llenan todo el contenedor, tampoco hay sangre, paso al séptimo contenedor, fotos de Laura Torres, nuestra viceministra, octavo contenedor, fotos de Marcus Cavan, Coronel de la central de Indonesia, noveno contenedor Julia Evans, ex capitana en la central de Eugene, madre de Allison Evans, una de mis capitanas en la central.
Al abrir el décimo contenedor siento que se me hiela la piel, fotos mías están esparcidas por todo el contenedor, el aire me falta y las manos me tiemblan, me ordeno controlarme, pero mi cuerpo no obedece, al final del contenedor hay una caja, temerosa amino en su dirección y al llegar leo que dice arriba "Regalo" abro la caja y el añillo de Benedic está ahí, descansando en seda, y a su lado se encuentra una llave, tomo ambas cosas, una la pongo en el bolsillo de mi pantalón y la otra la llevo con los demás.
-Ya se quien está adentro –digo y Timothee me observa confundido.
- ¿Cómo lo sabes? –pregunta acercándose a mí.
Los soldados entran junto con Zeth y Nathan a la última caja y...
-Timothee, quizás deberías de ver esto –dice Nathan saliendo de ella.
Timothee se aleja de mí y se adentra al contenedor, segundos después vuelve a salir y me observa con preocupación, yo alzo la llave desviando el tema, camino a la caja cuatro y tomo el candado, introduzco la llave y le quito el seguro, saco el candado y me alejo para que otro soldado abra la puerta.
-Jun Kiew, Coronel de la central de china –digo mientras la puerta es abierta.
- ¿Cómo lo supiste? –pregunta Timothee.
-La lista, él era el cuarto en el orden, son todos lo que estuvieron al frente de la misión en la cual murió la madre de Park –respondo entrando al contenedor.
El cuerpo del Coronel está empezando la etapa de pudrición, por lo que el olor no es nada agradable, al igual que en los demás contenedores hay fotos y sangre de él por todo el lugar, su cuerpo tiene signos de tortura y de pelea, una que no gano.
-Llamen al grupo de forense, los quiero aquí en poco tiempo –ordena Timothee.
-Yo me encargo –respondo saliendo del contenedor y tomando mi celular.
-No –responde –necesito que te regreses a Eugene, llames a la central de china y avises sobre la muerte de su Coronel, y después vayas a la morgue y prepares todo para cuando llegue el cuerpo, quiero mantener todo sin noticieros –dice con seriedad.
-Bien –contesto guardando nuevamente el celular.
-Ve con Zeth ya que no trajiste tu auto, ya que la mayoría de tu equipo esta con Benedic trabajaras personalmente con Zeth hasta que todo se calme –me informa Timothee –trabajaras como su primera Comandante.
-Bien –respondo sin objetar.
- ¿Qué? –dice Zeth confundido.
-Eres un excelente soldado, y en estos momentos lo que menos necesitamos es peleas entre nosotros –confieso.
-Bien, entonces márchense, manténganme informado –nos dice Timothee y después se regresa a al contenedor.
Zeth y yo caminamos hacia el lugar en donde dejamos el coche, y apenas nos montamos en el salimos rumbo a Eugene, la incomodidad es casi palpable en el auto, él maneja sin hablarme, y yo disimulo estar ocupada con mi teléfono, a pesar de que solo estoy jugando puzles.
Tiempo después Zeth estaciona el coche en un restaurante a la orilla de la carretera, me observa y yo a él, suspira pesadamente y apaga el auto.
- ¿Quieres desayunar? –pregunta.
-Sí, gracias –respondo.
-Vamos, compraremos la comida y comeremos en el camino para no perder tiempo –dice quitándose el cinturón.
Bajamos del auto y entramos al restaurante, dirigiéndonos directamente al área de pedidos.
-Buenas tardes, bienvenidos a Hamburguesas Camú, ¿en qué puedo servirle? –dice la cajera.
-Por favor una hamburguesa doble y una Pepsi –dice Zeth - ¿y tú?
-Lo mismo –respondo cuando me pregunta.
-Serian 22 dólares –dice la señorita y Zeth paga todo –pueden sentarse, en un momento estará su pedido.
Ambos nos acercamos a una mesa y tomamos asiento, él se queda mirando por la ventana y yo siento que la muralla que habíamos bajado ahora está por metros más arriba, y no entiendo por qué.
-Oye, acerca del nuevo grupo que vendrá mañana, te tengo una propuesta –digo con nerviosismo y diversión –tal vez yo podría...
- ¿Qué? Acostarte conmigo para que no te lo encargue, no Kaira, no te preocupes, yo no soy Realon –sus palabras caen como cuchillas sobre mí.
Mi reacción es instantánea, y antes de que lo piense mi mano ya se estrelló contra su mejilla, me doy la vuelta y salgo del restaurante hecha furia, jamás hice eso, tal vez Rox tiene razón, y todos piensan que fui la zorra de Brandon.
-No fue mi intención decirte así, eso solo que hace tiempo había rumores de... bueno, ya sabes, que tú y Brandon tenían una relación de cama –dice Zeth llegando a mi lado con las bolsas de las hamburguesas.
-Esa no fue una buena disculpa –digo y el aprieta sus labios con nerviosismo –Brandon y yo éramos pareja, solo que decidimos mantenerlo secreto –digo y me subo al auto, dando por terminada la conversación.
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