7
No cenó, porque tenía el estómago revuelto. Golpeó los talones en el suelo del autobús y en cuanto se anunció su parada, se puso de pie, avanzando a la puerta con los bolsos mal acomodados en los hombros, recibiendo la ayuda que se le ofreció para bajar.
Casi siendo las nueve de la noche de aquel mismo viernes, Taehyung se paró en seco cuando bajó del autobús, mirando hacia sus lados, a las casas bajas de aquella zona rural y joder, ¿cuándo fue la última vez que estuvo ahí? Taehyung se acomodó la mochila y con el bolso en la mano, emprendió el camino a la casa de sus abuelos, que quedaba al final de la calle perpendicular de la parada, oh, se apuró a la misma en cuanto la reconoció y el corazón se le cayó al fondo del estómago cuando vio las puertas exteriores abrirse y una anciana omega se asomó, con cautela.
Cruzó miradas con él cuando lo captó apresurar el paso y abrió la puerta del todo, quedándose quieta cuando el alfa dejó caer su bolso al suelo y la rodeó con los brazos, no conteniendo la sonrisa en su boca y los ojos le ardieron.
"Oh, Tae" hubo un susurro que le llamó y Taehyung estrujó con delicadeza el cuerpo en sus brazos, encogiéndose cuando fue abrazado con débil firmeza. "Creí que no volvería a verte más, mi cielo"
"Lo siento" él le dijo, separándose apenas y pronto tuvo manos tibias en la cara, manos suaves y gentiles que le acariciaron las mejillas y el pelo. "No sé por qué nunca vine a visitar"
Ella le sonrió.
"No importa" murmuró, volviendo a abrazarlo. "Has crecido tanto. Mira de alto que te has puesto. Eres igual a tu papá"
Y él se rió, agachándose a levantar su bolso del suelo cuando ella tiró de él para guiarlo dentro de la casa.
"¿Y mi abuelo?" preguntó, cerrando los portones tras él, apurando a su abuela a la casa cuando fue consciente del frío luego de que la emoción mitigase.
"Quiso esperarte pero se quedó dormido. Apuesto a que estás cansado. ¿Comiste, mi amor?" ella le preguntó, pasándole pantuflas para que se quitara las zapatillas y le ayudó a quitarse el abrigo, haciéndolo temblar cuando el aire cálido de la casa lo envolvió.
"Tu cuarto está limpio y tienes todas las mantas que necesites en el armario" la omega le dijo y no podía dejar de sonreír. "Te prepararé algo de tomar. No hagas mucho ruido, ¿sí? Dejemos al abuelo descansar"
Taehyung asintió a ella y su abuela se le quedó mirando un momento más, terminando por suspirar temblorosamente y acercarse a abrazarlo fuerte.
"Estoy tan feliz de que hayas venido, mi Tae" susurró, soltándolo y yéndose a la cocina antes de que él le contestara, por lo que lo dejó para que se hiciera sentir en casa, cosa que le costó un poco.
Taehyung se quedó de pie donde se lo había dejado por unos cuantos segundos, inhalando profundo antes de caminar por el pasillo que le seguía al recibidor, asomándose por cada una de las habitaciones, excepto por la que tenía la puerta cerrada.
Miró hacia dentro al baño, pudiendo captar un cepillo de dientes nuevo sobre el lavabo y pasta dental para sí mismo, lo que se aseguraría de usar aunque había traído el suyo propio.
Retomó el camino y encontró la que solía ser su habitación, oh, Taehyung encendió la luz y lo primero que vio fue la cama, lo que lo dejó congelado.
Parpadeó, obligándose a sí mismo a volver a respirar, acercándose a dejar el bolso a un lado y la mochila sobre la cama, notando la pila de mantas en el armario aunque ya había un par en la cama, con sábanas limpias y todo ordenado.
Se sentó despacio, como si hacerlo despertaría a la bestia que vivía en sus recuerdos, pero sentir lo cómodo del asiento lo llevó a recostarse de a poco, con las manos encontrando hogar bajo la almohada y el olor a limpio lo relajó.
Cerró los ojos, por primera vez en días sintiendo el corazón tranquilo.
Unos cinco minutos después, su abuela se asomó a la habitación, con su nombre a punto de salir de su boca para llamarlo pero lo contuvo justo a tiempo al verlo dormido.
La omega lo observó un momento, acercándose luego en silencio y sacando la mochila de la cama para ayudarlo a subir las piernas, yendo a traer un par de mantas del armario para cubrirlo. Se sentó a su lado, como si Taehyung tuviera nuevamente quince años y le acarició el pelo antes de inclinarse a besarle la frente, frotándole la espalda para luego levantarse e irse una vez apagada la luz.
La mañana siguiente, Taehyung despertó por el sonido de la radio viniendo de la cocina.
Se enderezó, con las mantas cayendo cuando alzó los brazos para frotarse la cara y miró a sus lados, tardando un momento en recordar donde estaba, de inmediato levantándose para salir de la habitación. Revisó el reloj en la pared del pasillo para confirmar la hora -siete y cuarenta y ocho de la mañana, bastante temprano para un sábado- y se dirigió a la cocina, con los pies descalzos anunciando su presencia al caminar y cuando se asomó a la cocina, su abuelo se levantó de su silla.
"Pá" él dijo sin poder evitarlo, pues joder, su abuelo lo había criado.
Se acercó a abrazarlo y el viejo alfa le devolvió el abrazo, un poco más débil de lo que Taehyung recordaba que era.
"Tae" él dijo con la voz ronca y amable, sonriéndole cuando se separaron. "Estás tan alto"
"Es lo que le dije en cuanto lo vi" su abuela dijo más allá de ellos y Taehyung se rió.
"Los he extrañado" dijo, aunque se sentía mal que aquel sentimiento hubiera revivido apenas unos días antes. "Perdón por no haber venido antes"
Y lo último apenas salió de su boca.
Sus dos abuelos lo miraron con cariño, con el alfa tocándole la cara al responderle.
"Está bien" susurró. "Entendemos por qué"
"Basta de disculpas y explicaciones" su abuela pidió, con la voz un poco ahogada que trató de disimular sonriendo. "Ayúdame a servir el desayuno. Tienes mucho que contarnos, ¿no? ¿En dónde estás trabajando, Tae?"
Teniendo el corazón tranquilo y la mente distraída, Taehyung pasó el día ayudando a su abuelo a cortar un poco de leña, revisando con él el invernadero y jugando con los cachorros que se habían colado al fondo de la casa en el galpón y su abuelo les había construido un pequeño lugar para que pasaran la noche.
Hacía mucho que no sentía aquella clase de paz y quizá casi olvidó el segundo motivo por el que había viajado.
Su abuela se encontraba preparando algo ligero de comer luego del almuerzo como postre mientras Taehyung seleccionaba la carnada con la que acompañaría a su abuelo a pescar al río la mañana siguiente cuando con la pequeña televisión encendida, un grupo musical en particular empezó a sonar y el nombre le recordó a alguien.
Oh.
Se levantó de su silla y fue a buscar su mochila mientras se limpiaba las manos, sólo volviendo con la libreta en sus manos y su abuela lo miró con curiosidad cuando él se acercó, con el rostro tenso.
"Abuela" llamó. "¿Sabes dónde queda esta dirección?" le preguntó, mostrándole la libreta y ella entrecerró los ojos, limpiándose las manos antes de buscar sus anteojos y poder revisar con detalle.
"Oh. Deberías tomar un autobús para ir hasta ahí" ella le dijo. "No recuerdo la última vez que fuimos hasta allí con tu abuelo"
La omega lo miró.
"¿Vienes a visitar a alguien?" le preguntó con cautela y Taehyung alzó las cejas, tomando la libreta mientras intentaba sonreír.
"No, sólo...es algo complicado" dijo, mirando a la cara a su abuela y confundiéndole su expresión. "Entonces, ¿sólo un autobús?"
"Sí" ella asintió, despacio. "Pero no es muy frecuente y el viaje es de más o menos una hora"
Él asintió.
"¿Crees que si salgo ahora, pueda volver antes de la cena?"
Y cuando ella no le contestó, Taehyung alzó la mirada de su libreta, ladeando la cabeza en sutil confusión ante la expresión de la omega.
"Creería que sí" terminó por decirle y pareció forzarse a sonreír. "¿Quieres que te acompañe a tomar el autobús? Le diré a tu abuelo que volverás a cenar"
Con un pequeño mapa proporcionado por su abuela, Taehyung se sentó junto a la ventana luego de pedir al conductor del bus por direcciones y dónde debía bajar. El viaje duraría unos cincuenta y cinco minutos y era por una ruta recta, por lo que recorría más distancia, alejándose bastante de la casa de sus abuelos.
Al sur, según el mapa, a una zona un poco más urbana. Taehyung estuvo atento a las indicaciones que le habían dado sus abuelos y el conductor y se bajó en donde debía, preguntando los horarios del autobús que lo llevaría de regreso y con el límite de tiempo establecido, emprendió el camino.
Con el ansia de estar en una ciudad desconocida, Taehyung caminó con cautela y pidiendo direcciones en locales de comida -quienes él asumía eran los que más debían conocer la zona- y aunque dio un par de vueltas, no tardó en encontrar el edificio correcto.
Era un edificio como el suyo y según la carta, debía ir al tercer piso.
Oh.
Taehyung no pudo ir más allá de la acera del lugar.
Apretó las manos en sus bolsillos, mirando hacia arriba al tercer piso, no sabiendo qué hacer.
Estaba ahí, escondido en la capucha de su abrigo junto con una gorra de béisbol, sólo por las dudas aquella niña conociera su rostro.
¿Lo hacía? Si conocía su nombre, ¿conocía su rostro?
Taehyung tragó duro, pero no pudo moverse.
Luego de un momento, recordó, aquella ni siquiera era la dirección de la niña. Había entendido lo que quizá ella insinuó sin intención, de que la dirección que daba era la de su amiga, quizá con el objetivo de no ser descubierta por su propia familia.
Joder.
Dio una vuelta a la manzana, tratando de averiguar cómo encarar aquello y cruzó el parque para niños detrás del edificio, congelándose cuando escuchó que alguien exclamaba.
"¡Minsu! ¡Vámonos ya!"
Taehyung se detuvo, girando a donde había oído aquello y vio a una mujer estirar su mano y pronto a una niña tomarla, intercambiaron algunas palabras y luego empezaron a caminar en su dirección, Taehyung se les quedó mirando y la niña, de cabello corto y rodeada por un grueso abrigo lo miró a los ojos, acercándose un poco más a su madre cuando pasaron a su lado y Taehyung las siguió con la mirada, perdiéndolas de vista cuando giraron por la esquina por la que él había caminado momentos antes.
Taehyung tardó en reaccionar y las siguió, poco consciente de sí mismo, y cuando volvió a tenerlas a la vista, las vio entrar al edificio, oh, se acercó un poco más y camino a las escaleras, Taehyung vio a la niña soltarse de la mano de su madre para acercarse a los buzones y revisar uno -y si Taehyung asumía- de los del tercer piso, pareciendo triste cuando no encontró algo, apurándose a su mamá cuando esta la llamó.
Se quedó de pie ahí, casi escondido, pero llamando demasiado la atención enfrente de un edificio con la mayor parte de la cara cubierta y dejó caer los hombros, no sabiendo qué hacer.
¿Debería acercarse a la mujer y comentarle la situación? No, no debía ser enfrente de la niña, que ahora que la veía, hacía todo un poco más real.
Minsu, la mejor amiga de la niña que le enviaba cartas, definitivamente era real y más que un nombre que era escrito.
Hacía que Taehyung sintiera malestar.
Joder. Joder.
Regresó al parque detrás del edificio y se sentó en alguna banca, con la mirada perdida en el suelo, no sabiendo qué hacer.
Se frotó las manos entre sí y alzó la vista al cielo, inseguro, confundido y demasiado perdido. Debía solucionar aquello.
Tenía que-
Taehyung se sobresaltó con sus propios pensamientos y revisó su reloj, oh, le quedaban sólo cuarenta minutos más antes de tener que tomar el bus para poder volver apenas oscureciera por lo que tuvo que tomar una decisión rápida.
Se levantó de la banca, regresando al edificio por tercera vez y esta vez entró, asegurándose de no ser visto antes de abrir el buzón del departamento en la dirección que le habían dado, dejando un pequeño sobre dentro, dirigido a Hwang Haerin.
Okay. Estaba hecho.
Taehyung salió del edificio a toda prisa, con el corazón latiéndole fuerte, apurándose para alejarse y sólo pudo parar a respirar bien cuando estuvo a seis cuadras de distancia.
Se quedó de pie en la vereda, entre la gente que caminaba de un lado a otro, con las luces de las tiendas a su lado iluminando su rostro angustiado. Oh, joder.
Se enderezó luego de darse cuenta de que se había encorvado para tomar aire y cerró los ojos, volviendo en sí cuando alguien le empujó en su camino y dios, la garganta la sentía seca, el corazón descolocado y el estómago revuelto.
Taehyung se dio un descanso, pero aún se sentía preocupado, oh, tuvo que entrar a una de las tiendas para buscar algo de tomar para calmar la sensación de ahogamiento que sentía, demasiado perdido en sí mismo y con la atención disipada, sólo concentrándose en tomar algún refresco de los refrigeradores.
Se tocó los bolsillos, buscando dinero mientras cerraba el refrigerador y nuevamente, en su torpeza y distracción, chocó con alguien cuando quiso dirigirse a pagar.
"Lo siento"
A diferencia de la vez anterior, Taehyung se fijó a quién empujó cuando escuchó esa voz.
Bajó apenas la cabeza para mirarlo a los ojos y todo el color le dejó el rostro.
Con ojos grandes y el cabello oscuro un tanto largo, el omega -porque Taehyung sabía que era un omega, oh, ese omega- que lo había chocado le devolvió la mirada, pareciendo confundido al principio ante la expresión del alfa, pero sólo necesitó un par de segundos para, de igual manera, mirarlo como si estuviese en presencia de un fantasma.
La voz esta vez le salió sin aire.
"Taehyung"
Taehyung sintió que el cuerpo le reaccionaba por sí mismo y de su boca salió el nombre que no escuchaba hacía años.
"Jungkook"
Y el omega frente a él se encogió en cuanto lo oyó decir, con una mano sosteniendo un canasto de compras y la que la tenía desocupada fue a su abdomen por sobre la gruesa ropa que traía y Taehyung bajó la mirada sin poder evitarlo, y a pesar de las capas de ropa, pudo ver el abdomen hinchado del omega.
Oh.
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