68
feliz cumpleaños jimin te amo jimin luz de mi vida jimin
Haerin se despertó con ganas de hacer pis.
Ni siquiera reparó mucho en la cama que estaba recostada, porque se arrastró fuera de la misma, tardando en recordar dónde estaba y fue al pequeño baño de la van, donde no se olvidó de cerrar la puerta para poder hacer sus cosas.
Un ratito después, con las manos lavadas y un poco más despierta, Haerin salió del baño y cerró la puerta, buscando de inmediato una botella de agua porque de repente estaba sedienta y mientras bebía, se giró, observando toda la van en la que había pasado la noche, desde los asientos de adelante hacia la mesita en medio donde ella y los abuelos jugaron en el camino el día anterior, hasta la parte de atrás, donde la cama más grande estaba -había otra arriba, sí, arriba, en un compartimiento casi en el techo, al cual se podía acceder por una escalerita que estaba a un lado- y vio a sus papás aún dormidos, se habían movido y ya no había lugar en el medio de la cama, sino que estaban abrazados, con los rostros muy juntos, respirando con suavidad.
Haerin sólo los miró, al brazo de su padre alfa rodeando el torso del omega, sin indicios de que se despertarían pronto y Haerin dejó de mirarlos, con los ojos entrecerrados, buscando su mochila a su alrededor.
La encontró en los asientos frente a las mesas, Haerin la tomó y sin hacer mucho ruido, subió con cuidado las escaleras a la cama de arriba, con el corazón asustado, pero logró subirse junto con su mochila y se encontró con una pequeña ventanita sobre ella, la miró asombrada y cuando la abrió, los rayos del sol entraron y la hicieron sonreír.
Oh...
Se movió a un lado para que la luz no le diera en los ojos y cuando quiso sentarse se golpeó la cabeza con el techo, pero no se quejó, manteniendo el silencio aunque sí que hizo pucheros ante el dolor.
Sacó de su mochila su libro y su muñeca, la que su bisabuelo le había regalado y se acostó con ella a leer lo que no había podido leer ni anoche, ni la noche anterior, aunque sería divertido si se sentara en la arena a leer, pero si iba a la arena de seguro le iban a dar ganas de jugar y de meterse al mar aunque su papá había tenido razón y se llenó de arena, pero eso no le importaba porque aún así, le había encantado poder jugar así.
Quiso despertar a sus padres para que pudieran salir a pasear y desayunar, cosa que le gustaba hacer con ellos dos, pero no lo hizo, optando por entretenerse leyendo, con su muñeca con ella, con el aroma del mar y el ruido de las olas alcanzándola a pesar de que estaban un poquito lejos.
Unos quince minutos después, aunque Jungkook se removió y el alfa a su lado lo envolvió en brazos para recibirlo luego de una noche de sueño, el omega abrió los ojos, dándose cuenta de inmediato que algo le faltaba.
"¿Haerin?" dijo y Taehyung se despabiló, dándose cuenta al instante que Haerin no estaba en la cama con ellos y se enderezó antes que Jungkook, pero no tardaron mucho en escuchar esa vocecita.
"Hola, hola, hola" Haerin dijo y tanto Taehyung como Jungkook miraron a su alrededor, antes de alzar la mirada y encontrarla en la cama en el compartimiento superior. Oh. Ella agitó las manos en saludo. "Buenos días"
"Dios mío" fue el alfa el que exclamó. "No nos asustes así"
"¿Por qué fuiste ahí?" Jungkook le preguntó, aún preocupado. Se sentó lentamente al contrario que Taehyung, que volvió a recostarse para frotarse la cara con las manos. "No te vayas a caer.
"Nou, no me caigo" Haerin negó. "Ya soy grande y puedo subir escaleras, como la cama en la casa de esa señora, ¿te acuerdas?" ella rememoró la cama doble en la que había solido dormir y parecía que habían pasado años de eso. "Y vine aquí porque me hacía calor, además, cuando fui a hacer pis, ustedes ocuparon toda la cama y no me dejaron lugar porque se abrazaron, y yo también quería acostarme un ratito más, así que subí y estoy leyendo"
Jungkook no pudo replicar a eso porque efectivamente se había despertado en los brazos del alfa, los dos desparramados en la cama doble. Optó por no reprenderla y Haerin fue a bajarse del compartimiento, acercándose a ellos y se subió a la cama, de inmediato siendo emboscada por las manos de su padre alfa que la sujetó de las axilas y la arrastró hacia su pecho, donde la estrujó contra él y giró en la cama para recostarse de costado, atrayendo a Jungkook a que se recostarse otra vez y entre risas, un domingo más empezó para los tres.
Un rato después ya aseados dentro de lo que sus limitaciones les permitían, Taehyung y Haerin se vistieron para salir aunque no iban a meterse al mar, después de todo, debían volver a casa en un rato.
Volver a casa. ¿Casa?
"Yo me quedo preparando unos bocadillos" el omega anunció, buscando entre lo que había traído para preparar algo rápido de comer para todos, cuando se encontraran con los abuelos luego. "¿Llevas a Haerin a dar una vuelta?" él le preguntó a Taehyung, que se paró a su lado, tomando la bandeja de fresas que Jungkook acababa de sacar del pequeño refrigerador. "No se mojen más que los pies. Y que no se ensucie mucho"
"Yo sé" el alfa asintió, con una fresa entre los labios. "Pero sería más divertido si tú vienes"
"Trataré de apurarme" le prometió y Taehyung ni siquiera se lo pensó cuando se inclinó a besarle los labios, sólo presionando los suyos en él, como su primer beso del día porque sí, se fijaban en eso.
"¡Ejem!"
Se sobresaltaron.
Los dos voltearon a ver a Haerin que los miraba entre recelosa y curiosa, sólo apartándoles la mirada cuando se acercó a atacar la bandeja de fresas, eligiendo la más linda entre el montón y diciendo mientras sacaba las hojas de la fresa.
"Ustedes no saben que yo los veo"
Jungkook sintió que la cara le ardía.
"Qué mal" dijo simplemente, tratando de volver a lo suyo. "Hyung, ¿puedes armar la mesa y las sillas afuera? ¿O tomará mucho tiempo?"
"Yo lo hago, no te preocupes" el alfa dijo y la voz le salió un tanto aguda, como si estuviera avergonzado y Jungkook lo miró, Taehyung tenía las mejillas rojas. "¿Me vas a ayudar, Haerin-ah?"
"Okaaay"
Le tomó un poco menos de diez minutos armar la mesa, extender la sombrilla y dejar las sillas listas para usar, Taehyung se sentó en una para ponerle bloqueador solar a Haerin y ella lo miraba fijamente, aunque hacía un poco de calor, no era el responsable de que las mejillas se le sonrojaran de aquella manera.
"Estás rojo" ella dijo y Taehyung le sonrió, pasándole las manos con bloqueador con los brazos, los hombros y la espalda, pues el vestido que llevaba no la cubría del todo. "¿Tienes vergüenzas?"
Taehyung quiso reír.
"¿Vergüenza de qué?" preguntó, terminando con ella para poder colocarse bloqueador en la cara y el cuello.
"De que yo los veo cuando mi papá y tú son novios"
El alfa dejó de mirarla, alzando la vista al cielo, no sabiendo si lo correcto sería cambiar de tema.
"Papá"
"¿Qué, amor?" él inquirió, levantándose de la silla y dejando el bloqueador sobre la mesa, elevando la voz para dirgirse al omega, dejando a Haerin con sus preguntas sin hacer. "Jungkook-ah, ya nos vamos. ¿Necesitas que traigamos algo? Hay algunas tiendas aquí cerca"
"Si me traes algo dulce para desayunar, voy a amarte mucho"
"Okay" Taehyung exclamó y se aseguró de tener su billetera en los bolsillos antes de tomar la mano de Haerin y empezar a caminar con ella, directo a la tienda, rodeando la playa en el camino.
"Papá"
"Sí"
"¿Es diferente si tú eres el novio de mi papá?"
Él bajó la mirada a ella y aunque el tema se le hacía un poco incómodo -aunque más que nada, doloroso- por las preguntas y dudas que Haerin podía tener, le aliviaba que ella las comunicara con calma, quizá con curiosidad, y él no podía pretender que ella aceptara su relación sin más, sabía que no sólo debía acostumbrarla a verlos juntos, a verlos estar bien juntos, quería romper con esta visión- no, romper no, quería que la visión que Haerin tenía se debilitara, poco a poco, enseñándole que el amor no dolía con acciones más que con palabras, aunque sabía que estas a veces eran muy necesarias.
Y sería algo construido de a poquito, pero le tranquilizaba que ella tuviera más confianza y se sintiera libre de preguntar, sin miedo de que alguien se molestaría porque ¿cómo molestarse por eso?
"¿Diferente cómo, mi amor?" él inquirió y Haerin pensó su pregunta antes de hacerla.
"Mi papá tiene una marca en el cuello" ella señaló. "Y él usa tu ropa también. Y duermen juntos. ¿Es distinto porque eres tú?"
Taehyung entendió de inmediato la comparación y quizá aún podía doler, pero no quería dejarla sin respuesta.
"Es distinto porque tu papá me permite hacerlo" respondió, bajando la mirada a ella y tratando de sonreírle. "Yo siempre me aseguro que si le quiero tocar la cara, o la mano, o la panza, o- o darle un beso, él no se va a sentir mal si lo hago. Es diferente porque si él me dice que no, entonces no pasa nada. Si él no quiere ponerse mi ropa, no pasa nada. A veces, él no me deja tocarle la panza, así que no lo hago. Es diferente porque él me da permiso, así como yo le puedo decir si quiero algunas cosas u otras no. ¿Se entiende?"
"O sea, ¿que se elige?" ella le preguntó. "Anoche cuando no estabas, hablamos con mi papá de cosas"
"¿Sí?"
"Sí, yo no sabía preguntar, pero después sí y él me dijo que ahora se puede elegir. ¿Es distinto por eso?"
Taehyung la miró, el dolor que le había hincado el corazón mermando lentamente, asintiendo con la cabeza.
"Exactamente" dijo. "Ahora se puede elegir. Desde las cosas más chiquitas hasta las más importantes"
"Antes no se podía elegir" Haerin parecía fascinada con el concepto. Poder tener control de a dónde guiarse, hacer elecciones. "Porque las cosas que se hacían, había que hacerlas porque no había otras cosas para elegir. ¿Se entiende?"
"Te entiendo"
"Es más lindo así" ella prosiguió. "Porque si no nos gusta una cosa, se puede elegir otra. ¿No?"
"Es la idea, sí. Siempre y cuando sea lo correcto. Pero hay veces donde vamos a tener que tomar decisiones que quizá no nos gusten y que sean difíciles" él dijo y Haerin perdió la sonrisa lentamente. "Pero tú debes saber que cuando lleguen esos momentos, siempre se va a elegir lo que menos lastime, a ti, a tu papá o a mí"
"¿Qué decisiones?" ella preguntó y Taehyung tragó un poco.
"Decisiones que sólo los adultos podemos tomar" él respondió. "Yo sé que tú sabes muchas cosas y eres muy inteligente, pero de verdad, hay cosas en las que yo no quiero que tú pienses, ni que te preocupes. ¿Bien?"
"Okay" Haerin asintió y llevó su otra mano para sujetarse con las dos de su papá. Vio a las tiendas más allá, a unos metros de los dos y exclamó, dando un pequeño saltito. "¡Ah! Papá, si hay flores, ¿podemos llevar?"
Los abuelos llegaron antes de que Taehyung y Haerin regresaran, Jungkook los saludó y la mesa estaba preparada ya para que comieran, pero mientras esperaba a que regresaran, fue a caminar en la arena, mojándose sólo los pies, con el sol calentándole el cuepo y el viento despeinándolo, Jungkook juntó un par de conchas de más, las que más lindas le parecían y se las guardó en los bolsillos, quedándose sólo ahí, frente al mar, con los pies hundidos en la arena movediza, con las olas a veces no alcanzándolo, a veces mojándole hasta debajo de las rodillas.
Inhaló y el aire salado se le hizo maravilloso, le hacía un poquito de frío en el cuello por el viento, pero el calor del sol recompensaba, así que era una mezcla de sensaciones buenas que lo hacían encogerse.
Se puso la mano en el vientre, frotando en la zona baja y sin apartar la mirada del mar, dijo en voz baja.
"Nos ganaste a todos" dijo, a su cachorro, con cariño. "Viniste a ver el mar antes de nacer"
Y se hizo sonreír a sí mismo, apenas en la comisura de los labios, acariciándose el vientre, a su cachorro, esperando poder volver a encontrarse con esta vista.
Jungkook estaba demasiado ensimismado consigo mismo, pero aún así, sintió el usual cosquilleo que nacía desde su pecho hasta cada rincón de su cuerpo y se quedó donde estaba aunque sabía que el alfa se estaba acercando a él, no pudo evitar sonreír un poco más ancho y cuando lo sintió en la espalda, Jungkook se derritió contra él, no alcanzando a decir nada porque un pequeño ramo de florecillas rosadas se alzaron frente a él, con el brazo del alfa rodeándolo para que fuera posible y Jungkook se rio, girando la cabeza a un lado para mirar a Taehyung, que alzó las cejas.
"No había margaritas blancas, pero rosadas también son bastante bonitas"
Y Jungkook se sonrojó, sonriendo tontamente, haciendo al alfa sonrojarse.
"Ahora te pareces" él siguió diciendo, alzando las flores para compararlas con el rubor en las mejillas del omega. "Bastante similar"
El omega no le dio importancia a nada más allá y se giró del todo a él, alzando los brazos para rodearle el cuello con ellos y se acercó a besarlo, apenas rozando sus labios cuando-
"¡Ejem!"
Pero Jungkook no se detuvo, sino que presionó los labios en el alfa y éste se sobresaltó, pero se derritió en su toque y aunque había sido osado, no se atrevió a hacer más, pero sí que se abrazó al alfa cuando apartó el rostro, con los ojos cerrados, escuchando a Haerin reclamar junto a ellos.
"No se vale, papá, teníamos que darle las flores juntos"
Pero Jungkook no pudo hacer más que sonreír, ansiando que aquella felicidad no lo dejara nunca más.
El momento de despedirse, siempre sería difícil, sin importar qué.
"Mi amor. Mi vida" la mamá de Taehyung susurró, agachada frente a Haerin, con las manos en las mejillas de ella mientras Haerin se tapaba los ojos con las manos. "Te veremos pronto, ¿sí?"
Pero Haerin no podía decir nada, a Jungkook le encogía el corazón verla tan callada, una muestra clara de que iba a largarse a llorar si decía una sola palabra.
Sólo asintió con la cabeza, mientras su abuela intentaba sonreírle.
"Me dijo tu papá que pronto empezarás exámenes" dijo. "Mucha suerte con eso. Cuando acabes con los exámenes, te mandaré un regalo, ¿te parece bien?"
Y nuevamente, Haerin sólo asintió con la cabeza.
"Verás que cuando menos te lo esperes, volveremos a encontrarnos. Y vamos a volver a pedirle permiso a tus papás y te quedas unos días en la casa. Recuerda que Olivia te espera"
Haerin asintió esta vez con más pesar y los ojos se le llenaron de lágrimas cuando su abuelo se acercó, todos reunidos en el estacionamiento más cercano a la zona de la playa en la que habían estado y el viejo alfa se agachó para recibir un abrazo, alzando a Haerin al enderezarse.
"Mi niña" él exhaló y Jungkook casi le pareció verlo con los ojos brillosos. "Me has dado el cumpleaños más bonito. Muchas gracias por celebrar conmigo"
Pero Haerin no le pudo contestar.
"Mira que el próximo cumpleaños según la agenda es el de tu papá" él le dijo, sosteniéndola con un brazo para frotarle la espalda con la otra mano. "Aunque falta mucho para eso, así que de seguro te robamos algún día para hacer pijamadas. ¿Sí?"
"Sí" ella pudo exhalar al fin, con la voz finita. "Pero igual te voy a extrañar"
"Yo también, mi bonita" él no la dejó ir. "Estudia mucho, que te vayan bien en tus exámenes y pórtate bien, así cuando sean vacaciones, nos visitas y te quedas por más tiempo"
"Okay"
Y él la dejó en el suelo nuevamente y Haerin se giró a esconderse en su papá que se había puesto de pie detrás de ella, oh, Jungkook le sonrió apenado a los padres de Taehyung, pero no era por nada malo, sólo resentía que Haerin tuviera que despedirse de las personas que tanto bien le hacían.
"Gracias por todo" dijo. "En serio gracias"
Jungkook contuvo el aliento, sorprendido cuando el alfa se acercó a ponerle una mano en el hombro y frotar poquito.
"Gracias a ti, Jungkook-ah" murmuró y el referente hizo a Jungkook sonrojarse. El alfa se apartó lentamente y bajó la mirada a Haerin. "Si bien no me gustan las despedidas a mí tampoco, no hay que estar tristes. Fue un lindo fin de semana y nos divertimos mucho. ¿Vas a contarle a tus amigos todo lo que hicimos, Haerinie?"
Jungkook alzó la mirada sin escuchar la respuesta de Haerin, que había aflojado su agarre en él y el omega cruzó miradas con la mamá de Taehyung, que también se acercó a tomarle la mano, a él, frotando sus nudillos antes de darle un ligero apretón, con afecto.
"Gracias" ella también murmuró. "Por Haerin, por Taehyung. Gracias"
El omega parpadeó, sonrojándose un poco más profundo y la omega lo soltó, Jungkook se quedó un poco descolocado, pero cuando Taehyung regresó de dejar la maleta y las mochilas de su coche, que lo había estacionado a unos metros, entonces sí debieron irse.
Haerin no pudo ponerse triste porque los bisabuelos la distrajeron en todo el camino, sentados los tres atrás mientras Jungkook viajaba al frente, junto a Taehyung, que no se privó de mantener la mano en su muslo siempre que no la usaba y dentro de todo fue agradable, pero fue demasiado corto, el sol seguía en alto cuando Taehyung entró al pueblo, conduciendo cada vez más lento y despedirse de él fue lo más difícil.
Haerin sí lloró cuando se despidió de él, pero el alfa supo calmarla, prometerle como siempre que se verían en unos días y que la llamaría en cuanto llegara a casa, estuvieron así casi diez minutos y cuando ella finalmente se calmó, entró a la casa con los abuelos, que ya habían dejado la valija dentro, pero Jungkook se quedó con la mochila, de pie junto al coche esperando su turno y cuando Taehyung se giró a él, se veía tenso.
Oh.
Jungkook ladeó la cabeza, con el cuerpo entero cosquilleando en ansia por el alfa frente a él, algo más que un beso, algo más que una mano en su cuerpo.
Joder.
Taehyung suspiró pesadamente y al escalofrío que sentía en la espina lo calmó acercándose a abrazar al omega, firme pero sin aplastarlo, la voz sonándole pesada cuando dijo.
"¿Cómo voy a hacer para irme ahora?" murmuró, quizá pensando en voz alta y Jungkook quería decirle que no se fuera.
Que se quedara ahí con él, que se ducharan juntos, que fueran y se hundieran en el nido que había preparado en su cama para él, para el cachorro, para que pudieran hacer el amor y sus esencias se impregnaran en las sábanas, el colchón, la ropa, la habitación y en su alma.
Pero...
"¿Cómo te dejo aquí solo?" dijo y definitivamente estaba pensando en voz alta, porque su humor había cambiado a comparación con el de hacía unos momentos y cuando se apartó, Jungkook le puso las manos en el rostro, ladeando la cabeza a él. "¿Cómo hago?" preguntó, y sus cejas se enarcaron, como si algo le doliera. "Dime. ¿Cómo hago para irme y dejarte aquí?"
El omega respiró profundo y le acarició las mejillas con los pulgares.
"Hazlo pensando que nos vamos a ver en unos días" dijo e intentó sonreír, aunque fue apenas, con la comisura de los labios. "Y tienes que ir a trabajar para poder proveerme. ¿No?"
Lo hizo relajarse. Jungkook sintió la tensión en el cuerpo del alfa disminuir bajo sus manos y esta vez fue un poco más serio al decir.
"Puedes ir sabiendo que estoy aquí, esperando a que vuelvas. Y que cada vez falta menos para que dejemos de despedirnos así cada semana" añadió y el pulso de Taehyung se aceleró. Jungkook se mordió el labio y no quiso decirle que no quería que se fuera, porque a ese punto, no sabía si Taehyung sería capaz de faltar a su trabajo para quedarse con él a pasar la noche una vez más si Jungkook se lo pedía. "Puedes irte sabiendo que me haces la persona más feliz del mundo y que estaré sólo esperando el día de poder volver a verte. ¿No?"
El alfa dejó caer los hombros y se acercó a besarlo, ahí, enfrente de la casa de su infancia, con el coche estacionado en la calle donde hacía dos décadas él jugaba con sus amigos del vecindario, donde él y Jungkook dejaban sus bicicletas hacía once años cuando salían juntos.
En el escenario de toda la vida, una nueva empezaba, de la mano de los recuerdos, hacia más experiencias compartidas.
"Jungkook" Taehyung susurró y le tomó la cara con las manos, juntando frentes con él. "C-cuando...cuando vengan a vivir conmigo- entonces...entonces..."
"¿Nos casamos?" el omega preguntó por él y casi escuchó al corazón del alfa volverse loco, Taehyung asintió fervientemente con la cabeza, pero pronto se sintió avergonzado.
"¿Muy apresurado?"
"Muy tarde, diría yo" el omega se rio, pero qué más daba, ¿hacían falta legalidades en el destino? Aunque Jungkook había mirado las manos de Taehyung cuando estas se posaban en él y había visto aquel anillo aún en su dedo anular, pues el alfa no lo había cambiado de lugar y seguía donde Jungkook lo había dejado, al igual que el que él tenía en su dedo, el cual el mismo alfa le colocó.
Era suficiente con eso por ahora.
Y...
"Quiero pasar toda la vida contigo" el omega le dijo y la voz le salió más ardillosa de lo que pretendería, pero no le importaba. "Quiero vivir de todo contigo. Un par de meses más no es nada a comparación de toda una vida"
Estaba tratando de calmarlo para que Taehyung se fuera sin reproches propios, dejar a su omega encinta y recién anudado -aunque había pasado apenas un poco más de un día desde la última vez- solo, sin él para cuidarlo, para protegerlo, para marcarlo con su olor y alejar a cualquier intruso, para acunarlo en su pecho cuando quisiera dormir y una y otra vez, tomarlo y hacerlo suyo para que la piel le cosquilleara, para que su olor se intensificara y para que el lazo entre los dos se fortaleciera.
El solo pensamiento de que se privaría de aquello por un tiempo casi lo hizo gruñir, pero se contuvo.
"Ve" Jungkook le dijo. "Y llámame cuando llegues. Estaré pensando en ti siempre"
Taehyung dudó, pero terminó asintiendo una sola vez, aún apareciendo molesto.
"Que conste que me voy con la peor de las voluntades" dijo serio, pero Jungkook sonrió bonito y Taehyung tuvo que acercarse a besarlo, con los ojos cerrados y el corazón doliendo, separándose sólo para hundir el rostro en el cuello del omega, que le frotó los brazos, los hombros, la espalda, también la nuca y el pelo, antes de abrazarlo fuerte, encogiéndose contra él.
"Gracias por hacerme tan feliz" Jungkook le susurró al oído. "Y gracias porque nos estás dando un lugar seguro para vivir, en todo sentido" él sintió que la voz se le iba y Taehyung se separó para mirarlo a los ojos, sintiendo los suyos arder. "Te prometo que yo voy a hacer todo lo posible para corresponderte todo lo bueno que me das. Te lo prometo"
Y Jungkook no lo dejó contradecirlo ni protestar, porque se acercó a besarlo, aún abrazándolo fuerte y para él tampoco jamás sería fácil despedirse.
Tuvo que alejarse unos pasos para que Taehyung finalmente abriera la puerta del coche para subirse, aunque no lo hizo, aún mirando fijamente a Jungkook que tenía aún la mochila en las manos, de pie en la acera enfrente de la casa y el alfa regresó a él, joder, Jungkook casi se rio de su persistencia, pero Taehyung sólo se acercó para hundir el rostro en su cuello, no perdiendo ni un segundo y apretó los dientes en la carne, sólo apenas, lo suficiente para provocarle un intenso escalofrió que lo hizo jadear, pero al segundo siguiente se sintió cálido, una sensación mezclada con cosquillas, por lo que Jungkook se quedó temblando cuando Taehyung lo soltó.
"Ahora sí" él dijo y a veces podía ser un alfa bastante básico. "Para que sepan que tienes a alguien que te protege"
"Si el olor a alfa en mí no es suficiente, eso de seguro servirá" Jungkook le dijo y lo tomó de la mano para acercarlo, cubriéndole la mejilla con la otra mano y le besó los labios, con mucho amor. "Te amo. Pero debes irte ya"
"Sí" el alfa se acercó para un último beso. "Yo te amo mucho más"
A la hora de dormir, después de ducharse todos, de cenar y preparar las cosas para el día siguiente, Jungkook se encontró sentado en la cama de Haerin, con ella frente a él, pero de espaldas, mientras le cepillaba el cabello y ella tenía su muñeca en el regazo, tomándole las manos, pensativa.
"¿Leemos un capítulo?" él le preguntó, dividiéndole el cabello a la mitad y apartó una para trenzar la otra. "Ahora que lo pienso, leíste sin mí"
Haerin resopló.
"Pero, papá, si yo me fui a dormir con los abuelos y después cuando dormimos en el auto grande, me dormí porque estaba muy cansada, así que no se pudo. Y cuando yo quise leer, tú y mi papá ocuparon toda la cama, así que no pude ni siquiera seguir durmiendo con ustedes" ella exclamó, casi ofendida, pero hizo reír a su papá, lo que la distrajo lo suficiente y terminó sonriendo también.
"Hace rato, mientras hablaba con tu papá al teléfono" el omega dijo y se escuchaba contento. "Hablamos sobre hacer algo parecido durante las vacaciones. ¿Te gustaría?"
Haerin lo pensó un momento, pero no contestó realmente cuando volvió a hablar.
"Tú y mi papá hablaron un montóoon de tiempo en el teléfono. Yo casi me duermo" Haerin se giró apenas por un segundo para mirarlo con sospecha porque de hecho, hacía sólo diez minutos que Jungkook había colgado la llamada con su alfa después de veinte -sólo fueron veinte- minutos que hablaron. "¿Hablan de mí?"
El omega sonrió.
"Sí, nosotros hablamos de ti"
"¿Sólo de mí? Una vez me dijiste que ustedes hablan sólo de mí"
Su papá tardó en responder.
"No, ahora ya no. Hablamos de otras cosas también"
"¿Por qué?"
"Mh...porque ahora...volvimos a llevarnos bien y tenemos más cosas de las que hablar. Así que sí, ahora hablamos más" él dijo, sujetando el final de la trenza con una liga y se acomodó para trenzar la otra mitad. Haerin se quedó pensando un momento y finalmente hizo las preguntas que le concernían.
"Papá"
"¿Qué pasa?"
"¿Te puedo preguntar una cosa?" ella inquirió y Jungkook alzó las cejas, pero no tardó en contestar.
"Sí, me puedes preguntar lo que quieras" él aseguró, con la mirada en sus manos trenzando el largo cabello de su hija.
"¿Por qué es distinto si mi papá es tu novio?" ella preguntó, con curiosidad. Jungkook detuvo sus movimientos por un segundo, pero prosiguió, diciendo con naturalidad.
"¿Distinto en qué sentido?" preguntó él de vuelta y Haerin murmuró rápidamente.
"Distinto" repitió. "Ustedes hablan mucho, se abrazan cuando duermen y se dan besos. Hoy cuando me despierto y ustedes seguían dormidos, y se abrazaron, no me dio...no me hizo dar miedo"
Jungkook la escuchó atentamente, sin interrumpirla.
"Yo sé que mi papá es bueno, pero ¿por qué es distinto?"
El omega pensó antes de responderle.
"Es distinto porque es él" dijo simplemente y terminó de sujetarle el cabello, Haerin tomó eso como señal de girarse para mirarlo a los ojos, su papá tenía esa gentileza en sus iris oscuros, la pequeña sonrisa adornando sus labios y el sonrojo sutil aún en sus mejillas, gentileza de los veinte minutos que pasó al teléfono con cierto alfa que no se ausentaba jamás de sus pensamientos.
"¿Por qué?" Haerin reiteró, haciendo las mismas preguntas que le había hecho a su padre alfa, pues aunque confiaba en él, necesitaba estar segura de que su papá omega iba a decir lo mismo. Pero...
"Porque es él" el omega dijo, alzando los hombros como si no pudiera explicarlo de otra manera. Se quedó en silencio y después de unos segundos pudo explicar mejor. "Porque yo lo quiero y él me quiere. Es distinto para mí, si él me abraza, si él me toma la mano. Si dormimos juntos, es distinto porque es él"
Haerin ladeó la cabeza.
"¿Porque lo eliges a él?"
"Sí" el omega asintió. "Sé que es un tema que te incomoda un poquito, pero...también quiero que tú notes la diferencia. Tu papá me dijo algo muy importante el otro día"
Y Jungkook tragó, porque le dolía, porque entendía ahora que por muchos años y aún en el presente, Haerin replicaba muchas de sus acciones, reacciones y miedos, a su manera, pero siendo el reflejo del accionar de su papá y era posible para él razonar un poco más, entender mejor lo que pasaba y lo que se debía cambiar, pero para Haerin, con ocho años, todo debía ser más confuso, más abrumador y habían habido tantos cambios, Taehyung tenía razón.
Ellos, por más felices que puedan estar en los momentos en los que se olvidaban de todo, en una linda casa, con una linda familia, no tendrían las herramientas para ayudar a su hija a sanar del todo. Debían pedir ayuda, porque Jungkook quería que su hija sanara, sanar él mismo y poder recibir a su cachorro en un lugar mejor.
Que él y Haerin crecieran felices y tranquilos. Era todo lo que quería.
"Él me dijo" Jungkook murmuró, tragando poquito, "que no haría diferencia si estábamos en un lugar bueno, tranquilos, si nosotros seguimos teniéndole miedo a las mismas cosas de antes, seguir...viviendo como vivíamos antes, aunque en otro lugar"
Haerin sólo lo miró y él trató de explicarse mejor, de poder decirlo de una manera que ella entendiera.
"Aunque tú y yo estemos lejos de lo que nos daba miedo" el omega murmuró, "aunque ya no veamos a las personas que nos lastimaron, no vamos a poder estar bien si seguimos sintiendo y haciendo las cosas que pasaban antes. Es como...te vas del lugar malo y llegas a un lugar bueno, pero traes contigo algunas cosas malas de ese lugar, y el lugar bueno se enferma, y todo vuelve a empezar de nuevo"
"¿Como cuando nos fuimos de la casa de la señora Eun al departamento?" Haerin preguntó y aunque Jungkook sentía sus propios ojos aguarse, Haerin se veía seria. Él asintió con la cabeza.
"Nos fuimos del lugar malo, pero nos siguió"
"Y después también cuando nos fuimos del departamento a la casa de los abuelos" ella señaló, en voz baja. "Las cosas malas nos siguieron ahí también"
Jungkook asintió, con tristeza.
"¿Nos siguieron aquí?" ella le preguntó. "¿Nos siguió a la casa de mi papá? ¿Me siguió a la casa de mis abuelos?" y esta vez los ojos se le llenaron de lágrimas y Jungkook se acercó a abrazarla, meciéndose como había notado que Taehyung hacía cada vez que abrazaba y Haerin se relajó, con el rostro hundido en su pecho.
"Es lo que tu papá y yo queremos terminar. Queremos que las cosas malas dejen de seguirnos, que tú y yo podamos dejarlas atrás. Alejarlas de nosotros. Y si en algún momento aparecen, tenemos que saber que no estamos solos los dos. Ya no estamos solos los dos. Y podemos confiar que hay más personas" él le tomó las mejillas para alzarle el rostro y mirarla a los ojos, sorbiendo la nariz, "que nos quieren y que quieren que estemos bien. Estamos muy acostumbrados a estar los dos solos, ¿verdad?" le preguntó y Haerin asintió con la cabeza. "Por eso se hace difícil cuando más personas quieren ayudar si hay un problema, pero tenemos que aprender, tú y yo, a dejar que nos ayuden. Así no es tan pesado y se resuelve más rápido"
"Es diferente" Haerin pudo susurrar, separándose poquito para pasarse las manos por los ojos. "Yo sí me doy cuenta, pero a veces me acuerdo de otras cosas y aunque me doy cuenta que no es igual, me asusta. No sé cómo hacer"
"Siempre nos vamos a encontrar con cosas que vamos a comparar con las cosas que ya hemos vivido" su papá le dijo. "Y está muy bien que te des cuenta, pero también se entiende si te asusta. Si te incomoda, si no te gusta. Es algo que con mucha ayuda, vamos a poder aprender. Yo sé que te incomoda un poco si tu papá y yo estamos juntos, porque aunque no te des cuenta, lo comparas con alguien más, porque tienes miedo de perder esto bonito que estamos construyendo, pero de a poquito, yo quiero que tú sepas...que puedas ver que una buena persona es un buen papá y puede ser también un buen alfa. Que alguien puede tratarnos bien y no cambiar de un momento para otro. Que puede que a veces se enoje, pero eso no significa que nos deje de querer o que nos vaya a lastimar. Que se pueden hacer cosas muy divertidas juntos, pero al momento de sentirnos mal y tener ganas de llorar, también va a estar ahí. Como tú y yo. ¿Sí?"
Haerin lo miró fijamente y Jungkook le acarició la cara.
"Es de a poquito, pero vamos a aprender a dejar de tener miedo de las cosas que ya no nos lastiman. ¿Sí?"
Y Haerin asintió, volviendo a abrazarlo y Jungkook le frotó la espalda, más tranquilo, en ningún momento reparando en las presencias más allá de ellos, en los abuelos que iban a decir buenas noches, pero se quedaron fuera para no interrumpir, pero escuchando todo y cuando Jungkook se separó, dijo bajito.
"¿Viste que hablamos mucho?" él sonrió a Haerin cuando la alejó. "A ti que no te gusta hablar de cosas serias. Y no estuvo mal. ¿Cierto?"
"Verdad" Haerin asintió. "Debe ser porque estamos tranquilos"
"Mh" él murmuró, levantándose lentamente de la cama para alcanzarse el libro en la mesa, mientras Haerin se recostaba en la cama, lista para dormir. "Un capítulo y a dormir. Mañana hay clases"
"Sí sé" respondió y cuando él se sentó a su lado, Haerin se acurrucó en su costado, cerrando los ojos. "Papá"
"Sí, mi Haerin"
"Ojalá que las cosas malas no nos sigan más" ella dijo. "¿Pueden las cosas buenas seguir a las personas? Ese sí me gustaría a mí"
Y Jungkook sólo pudo sonreír, abriendo el libro en donde Haerin se había quedado y se dispuso a leerle, mientras ella frotaba despacito su panza, ya somnolienta, y el fin de semana llegó a su fin.
"Buenos días" el alfa dijo, campante y el interior de la oficina se iluminó ante su radiante presencia, Taehyung no lo podía saber, pero exudaba más contentamiento de lo usual.
¿Por qué será?
Yoongi miró a los demás presentes a sus lados.
"Levante la mano quién aparte de Taehyung está teniendo un buen día" dijo y Taehyung miró a sus compañeros de equipo, que sólo lo miraron, al igual que la omega que no podía recordar si conocía, pero aún así, la saludó con un asentimiento de cabeza, regresando la vista a Yoongi y a sus compañeros, avanzando en la oficina en la que se habían citado para una reunión, muy temprano en la mañana de un lunes y de hecho, Taehyung pareía el único de buen humor.
"Qué bueno que traje regalos" dijo, tan campante como nunca, Yoongi lo miró con interés mientras Taehyung alzaba la bolsa que traía en una mano y le cambió el humor a sus compañeros, que recibieron cada uno la elegante bolsita de papel que el alfa les extendió y aunque no estaba muy seguro de quién era y porque había traído un par más por las dudas, Taehyung también le cedió una a la omega a un lado, que se sonrojó hasta las orejas y reverenció profundo ante él al recibirla.
Taehyung sólo le sonrió y se giró a Yoongi, dándole también su obsequio, el cual era quizá un poco más grande y el omega se lo recibió, con una ceja arriba.
"Son dulces de la región" él dijo, sonriente. "No es la gran cosa, pero espero que les guste. Mi hija me ayudó a elegirlos"
Y los dos segundos que le siguieron a su comentario fueron inusualmente pesados, pero Yoongi terminó diciendo por todos.
"Muchas gracias a Haerin-ah entonces" él dijo y también se relajó, dejando a un lado su regalo, con cuidado. "Terminemos rápido así pueden ir a comer sus dulces"
Cuarenta minutos después, Yoongi le pidió a Taehyung que se quedara mientras los demás se retiraban, el alfa se mostró satisfecho cuando Yoongi tomó su obsequio y lo abrió para buscar los dulces y poder comerlos.
"Con todo este buen humor, tengo que asumir que el viaje con tu familia fue bastante bien" el omega le dijo y Taehyung asintió, nunca dejando de sonreír.
"Me preocupaba un poco cómo iban mis padres a interactuar con Jungkook" él dijo. "Porque no se han tratado mucho, pero fue bastante bien. Fue perfecto. Estoy muy contento"
Yoongi le sonrió, con suavidad.
"Me alegra mucho" murmuró. Lo miró un momento más y terminó bajando la mirada, atento al dulce que estaba quitando de su envoltorio mientras decía. "Te sienta bien"
Taehyung alzó las cejas.
"¿El qué?"
"Ser un alfa de familia" el omega dijo. "Es tu elemento"
El alfa se sonrojó, encogiéndose de hombros.
"Si te soy honesto" Taehyung dijo y la sonrisa estaba permanente en sus labios, como si esa fuera su posición de reposo. "Estoy pensando seriamente incluso casarme"
Yoongi lo miró sorprendido y Taehyung casi resopló, quizá demasiado sorprendido él mismo de toda la felicidad que se podía sentir.
"Ya tengo pensadas las escuelas en las que podría hacer entrevistas, para Haerin-ah. En cuanto vengan empezarán las sesiones de terapia y Jimin me dijo que antes de que termine el año, podré reconocerla. Así que estoy tratando de planear los meses que siguen. Si tienes más proyectos para mí, estoy a disposición" él dijo. "Quiero poder darle lo mejor a mi familia"
El omega terminó sonriendo nuevamente, asintiendo a él.
"Me alegro por ti" dijo. "En serio. Felicidades"
"Gracias, hyung"
Durante su hora del almuerzo, Jungkook usó su tiempo libre para hacer lo que había prometido que haría.
Okay.
En la parte de atrás de la panadería, Jungkook cogió el teléfono de la oficina, con el corazón latiendo un poco fuerte, inhalando profundo mientras marcaba el número de la tarjeta que había traído en su billetera y esperó, un poco ansioso, pensando después de que quizá si él estaba en su descanso para el almuerzo, entonces-
"Buenas tardes"
Oh.
Jungkook se enderezó cuando escuchó la conocida voz y tragó, tratando de sonar normal cuando respondió.
"Buenas tardes, Hana-ssi. Soy Jeon Jungkook. N-nos conocimos hace unos días y quedamos con que te llamaría"
Ah, demasiadas palabras. Podría haber sido un poco más sutil.
Joder.
La omega tardó en contestar.
"Jungkook-ssi, sí" ella asintió, aclarándose la garganta. "¿Cómo estás? Te habría llamado yo, pero con los horarios nos complicamos un poco"
"Está bien, justamente por eso decidí llamarte...ahora" él tragó saliva y aunque la omega se escucha igual de incómoda que él, ninguno de los dos sintió la necesidad de ser descortés con el otro.
"Mejor así" ella dijo. "Si eres tú quien llama, entonces tengo por sentado que lo que se va a hacer es algo que quieres. Eso está muy bien"
Jungkook hizo silencio unos segundos y cuando Taehyung y él hablaron sobre pedir la ayuda de la omega, el alfa no había especificado mucho qué debía decir.
Qué debía hacer, qué debía contar. ¿Cómo se trataba este tema? Iba a tener que averiguarlo por su cuenta.
"Dime, Jungkook-ssi" la omega empezó y su tono cambió. Más neutro, quizá más sereno. "Tú y tu ex no están casados, ¿cierto?"
"No" Jungkook respondió de inmediato. "T-tampoco estamos unidos. Ya no"
"Ya veo" Hana murmuró. "Por lo que Taehyung me pudo adelantar y lo poco que hablamos tú y yo, ese alfa tampoco te ayuda económicamente"
"No" el omega repitió, pero esta vez el estómago se le revolvió. "Y no quiero pedirle nada"
"Entiendo, pero no se trata de que le pidas algo, él tiene responsabilidad con tu cachorro, estén juntos o no, haya alguien más o no" la omega mención y Jungkook se estremeció ante la mención indirecta de Taehyung.
Joder.
Hana tardó en volver a decir algo.
"Perdona que te lo diga así, pero por lo poco que sé, este alfa no es un ejemplar decente" mencionó. "Así que para empezar, quisiera que me asegures que no le vas a tener compasión alguna, ni porque fuera el padre de tu cachorro"
Jungkook se quedó callado, de repente no sabiendo qué decir.
"Te lo digo porque estás en una posición muy vulnerable" ella señaló, aún con serenidad. "Si se consigue un abogado igual de animal, no dudarán en querer ponerte en una posición poco favorable, con tal de des m eritarte. Tienes que saber que es muy posible que si él puede hacerte quedar mal y hacer esto largo y doloroso, lo va a hacer, incluso si tiene que usar a su propio hijo para intentar manipularte. Son cosas que pasan y esta clase de alfas no saben cuándo parar una vez que han sobrepasado un límite. Yo puedo ayudarte, pero tenemos que ponernos de acuerdo desde un principio que no vamos a tenerle ninguna clase de consideración"
"Lo sé. Tienes razón. No tendré consideración de él porque sé que él no la va a tener conmigo. Él es así" y lo último le susurró y como siempre, Minhyuk era capaz de eso, de revolverle el estómago y darle náuseas aún en su ausencia.
"Él puede incluso perder derechos sobre tu cachorro" le dijo y Jungkook alzó las cejas. "Al menos, esa sería una de las peores consecuencias. Si te puedes comprometer a que el único bien que buscaremos sea el tuyo y el de tus cachorros, estoy dispuesta a ayudarte"
"Sí" Jungkook asintió, sin dudar más. "Entiendo. Lo quiero hacer. Él..." y bufó, quizá con indignación, quizá con enojo. "Minhyuk no dudaría en tirarme al suelo si eso significa que él será quien me levante. Me ha hecho eso por mucho tiempo"
"Que estés consciente de eso ayuda mucho" ella le dijo y volvió a hacer silencio, su voz sonando rara cuando volvió a hablar. "Realmente serviría más que tuviéramos la entrevista en persona" dijo, pero se aclaró la garganta antes de continuar. "Pero trataremos de ajustarnos a la situación. Me...me comentó Taehyung que pronto vendrán a vivir aquí"
Jungkook tragó.
"Sí, en un par de meses. Sólo...cuando me reuní con Hoseok-ssi, me comentó que puede ser un proceso largo y quisiera que se haga lo antes posible. Falta menos de dos meses para que nazca mi cachorro y quisiera...tener algo iniciado, para que él- para que Minhyuk sepa que no me voy a quedar callado, al menos, no con respecto a mi cachorro. Pero si es necesario esperar a que podamos reunirnos en persona-"
"No, está bien. Te entiendo" Hana asintió. "Aunque sí es importante que nos encontremos al menos una vez, después de eso, puedo trabajar por mi cuenta y podemos mantenernos en contacto. ¿Suena bien?"
,
Aunque la llamada con Hana no había sido intensa ni habían detallado temas delicados -después de todo, Jungkook estaba haciendo la llamada desde su lugar de trabajo y no le apetecía que sus compañeros escucharan mucho de lo que estaba pasando- se quedó un poco preocupado, quizá tenso, más que nunca sintiendo la necesidad de hablar con Taehyung, contarle al acuerdo que había llegado con Hana, decirle que quizá ni siquiera tendría que cruzarse con el alfa durante el proceso.
Por ahora, debía esperar.
"Hasta mañana, Jungkook-ssi" Jenn le dijo y se veía un poco triste, Jungkook se sentía igual, porque a los nervios que la llamada con la que sería su ¿abogada? -Oh- le dejó en la piel, se sumó la angustia de que era su última semana en el trabajo.
Junio empezaba la semana entrante y el viernes próximo era su último día, debía volver el siguiente lunes por su liquidación, sus compañeros ya le habían sugerido salir todos juntos el viernes a cenar, cosa a la que Jungkook no se pudo negar, después de siempre haberse privado de algo tan banal como una salida con sus compañeros de trabajo, en esta que sería la última.
Lo tenía desganado aunque quizá fuera una oportunidad para descansar antes de dar a luz, Jungkook tenía muchos sentimientos encontrados y al menos agradecía tener gente que lo apoyaba y una casa a la cual volver, no se imaginaba qué habría pasado si aún tuviera la vida de hacía unos meses, porque quedarse sin trabajo en aquella situación definitivamente habría sido un quiebre emocional.
Dios santo, ¿cómo hizo para no derrumbarse por tantos años? ¿Cómo hizo para mantenerse y a su hija con las migajas de un alfa por tantos años? ¿Cómo hizo para lidiar con una familia que nunca lo recibió por tanto tiempo y cómo fue que tuvo el valor de marcharse de ahí a pesar del alfa abusivo que lo había marcado? ¿Cómo hizo para soportarlo a él y criar a una hija como buenamente pudo? Jungkook sentía escalofríos ahora que miraba al pasado y se preguntaba cómo fue que pudo vivir todo eso y no romperse en el proceso.
Pero quizá sí, sí se había quebrado, una y mil veces, pero había sido tan usual sentirse así que se había convertido en su normalidad y ahora, ahora que estaba del otro lado, que podía mirar atrás con la seguridad de que no volvería a ese lugar, Jungkook se horrorizaba con todo lo que había tenido que pasar.
Él y Haerin. El cachorro que estuvo casi a punto de nacer en ese ambiente.
Trató de no entristecerse demasiado, con la mentalidad de que al menos tenía un techo bajo el cual dormir, ahorros de los cuales apoyarse y una familia que estaba para él, para lo que necesitara. El factor anímico, sin embargo, era donde más le afectaba, porque este trabajo era suyo, algo que hacía por su cuenta, donde se le remuneraba su tiempo y esfuerzo, dándole al menos un poco de...individualidad, si es que tenía sentido.
Jungkook caminó a la parada del bus, demasiado distraído, con miles de cosas en mente.
¿Podría conseguir otro trabajo? Quizá sí, quizá no. ¿Cuándo? Su cachorro nacería en menos de dos meses, nadie lo contrataría a estas alturas y luego de que naciera, iba a tener que dedicarle todo su tiempo, así que la posibilidad de volver a trabajar no se presentaría en un futuro cercano.
Además, si iba a mudarse con Taehyung, asumía que quizá todo sería más complicado. Jungkook no conocía a nadie fuera del entorno del alfa allí, por lo que el cuidado de sus hijos estaría enteramente bajo su responsabilidad y tanto Haerin como el cachorro necesitarían su atención, también, debía considerar que aunque pudiera, ¿cómo podría conseguir otro trabajo allí? Jungkook sólo tenía su título de secundaria y el trabajo en la panadería era el único que había tenido, por lo que no tenía más experiencia que esa.
¿Qué podría hacer? El futuro, a sus veintiséis años, seguía siendo angustiante y sinceramente, aún no tenía muy en claro lo que podría hacer de su vida que no fuera vivir el día a día, pero vivir el día a día era engañoso, porque el tiempo pasaba desapercibido, pues se acostumbraba a eso, un día a la vez, un día, otro día y así sucesivamente, hasta que los años pasaban sin que se diera cuenta y nada lograba cambiar.
Era agotador y muy angustiante.
Joder.
Jungkook resintió un poco haberle dicho que sí a los abuelos que se ofrecieron a buscar a Haerin a la escuela, aunque estas semanas saldría más tarde del horario usual, pues se quedaría a tomar clases de apoyo con Minsu para reforzar los temarios debido a que los exámenes se acercaban y los abuelos habían sugerido ir por ella y llevarla a tomar un helado, mientras Jungkook volvía a la casa por su cuenta.
El camino lo hizo en silencio, quizá volviendo a pensar en lo mismo, una y otra vez, porque parecía que su corazón no podía darse al menos un descanso, porque necesitaba siempre estar preocupado por algo.
Y por si no tenía suficiente...
"Mamá, me quiero ir"
Oh.
Jungkook se detuvo cuando en la parada del bus que lo llevaría a la casa de los abuelos se encontró con dos presencias conocidas, se quedó en silencio y cuando la niña que no recibía la atención de su madre se giró, lo miró a los ojos y abrió la boca, sorprendida.
"Tío"
Joder.
Jungkook sonrió suavemente, sin poder evitarlo, saludando con la mano a la niña a unos metros de él.
"Hola, Eunhee-yah" él dijo, con suavidad. Terminó acercándose los pasos que le faltaban para pararse en la parada del bus y alzó la mirada a la omega junto a Eunhee, que alzó las cejas. No le dijo nada y Jungkook tragó, asintiendo hacia ella. "Buenas tardes, noona"
La omega sólo lo miró, fijamente.
"Tío Jungkook, ya nunca más fuiste a la casa de mi abuela" Eunhee exclamó, soltándose de la mano de su madre y cuando se acercó a tomarle la mano a él, Jungkook la dejó hacerlo, volviendo a sonreírle porque dentro de todo, Eunhee siempre fue...atenta con él. Demasiado cariñosa. "¿Por qué? Yo extraño que haces las galletas que me gustan"
"¿Sí?" él le dijo, sin dejar de sonreír. "Te prepararé algunas y veré cómo puedo llevártelas"
Y Eunhee, de seis años, se sonrojó cuando él le sonrió un poco más ancho, sorprendida porque nunca lo había visto sonreír así y vaciló, soltándole la mano lentamente, con las mejillas rosadas.
"Okay" ella susurró y se frotó las manos a la altura de su pecho, oh, Jungkook volvió la mirada a Eunchae, la hermana mayor de Minhyuk, que finalmente alzó las cejas y dijo sin más.
"íbamos a ir a buscarte" ella dijo y Jungkook debilitó su sonrisa. "Entonces, es verdad que estás viviendo en la casa de ese alfa"
Jungkook sólo la miró fijamente a los ojos, amagando decir algo pero bajó la mirada a Eunhee, recordándose y queriéndole recordar a la misma Eunchae que estaban en presencia de la niña, por lo que debían limitar lo que querían decir.
"¿Acabas de salir de la escuela, Eunhee-yah?" le preguntó y ella asintió con la cabeza. "Qué suerte. Haerin-ah todavía no sale porque está estudiando para los exámenes, ¿te ha ido bien?"
Y ante la mención de Haerin, Eunhee arrugó los labios en un mohín de molestia, diciendo entre medio del gesto.
"Haerinie unnie dejó mi habitación toda sucia, tío Jungkook, en la casa de mi abuela. Como ella no fue a limpiar, tuve que limpiar yo" y como siempre, de alguna manera, Eunhee buscaba su atención, a Jungkook siempre le pareció curioso, aunque a la vez le daba tristeza porque quizá Eunhee veía en él lo que no encontraba en su madre.
Podría decir que la había criado hasta que se marchó de la casa de la señora Eun, desde que era pequeña. Jungkook jugaba con ellas, Haerin y Eunhee, las atendía aunque obviamente, el trato a su propia hija era más especial y Jungkook no podía culpar a Eunhee por imitar las acciones de los adultos más allá de él para su trato con Haerin, era más pequeña y la habían consentido demasiado, y por más que él había intentado que ella se amigara con Haerin cuando aún creía que eran primas, no podía hacer nada si tenía a tres adultos apañando las malas acciones de Eunhee.
Le daba tristeza, porque dentro de todo, sabía que Eunhee buscaba la atención de los demás, como toda niña, y no había aprendido la forma correcta de hacerlo.
"Hace mucho que no vamos a la casa de tu abuela, así que ya no tuvimos oportunidad" el omega respondió, no queriendo decirle nada que la confundiera o que la alarmara, pero...
"íbamos a buscarte porque debo hablar contigo" Eunchae le dijo y le tomó la mano a Eunhee, que alzó la mirada a su madre. "No me equivoqué" ella murmuró. "El autobús que para aquí es el único que va a la casa de ese alfa. ¿No?"
Jungkook respiró profundo, pensando seriamente qué decir, manteniendo siempre presente a Eunhee entre ellos dos.
"Este autobús es el único que me lleva a la casa de los bisabuelos de mi hija, sí" él asintió, con calma. "¿De qué querías hablar?"
Y Eunhee entre los dos miró al omega y luego a su madre nuevamente, presionando los labios, tomándole la mano a la omega.
"¿Qué te parece si el tío Jungkook y yo te llevamos a jugar un rato?" Eunchae dijo, bajando la mirada a su hija, que no le devolvió la sonrisa que su madre forzó. "¿Vamos?"
Aunque Jungkook no estaba muy seguro, no se negó a la indirecta invitación.
Acompañó a las dos al pequeño parque a un par de calles y cuando Eunhee fue a jugar, dejó su mochila a su madre, mirando a los dos furtivamente, como si notara la tension en el aire. Jungkook se sentó lentamente en la banca más cercana, mientras Eunchae se sentaba a su lado, con la mirada en su hija.
"Vas a dar a luz en unas semanas" ella dijo, como primera cosa. "¿No?"
Jungkook se puso una mano sobre el vientre y frotó poquito.
"Sí, más o menos" asintió sin más. "¿Qué pasa, noona?" inquirió, no teniendo energías que quisiera invertir en un conflicto con la que había sido su cuñada. "¿Minhyuk te mandó a buscarme?"
Para su sorpresa, Eunchae se rio.
Quizá no tan escandalosa, pero sí con acidez, como si bufara la risa y se giró a mirarlo, Jungkook tuvo que hacer lo mismo y eso en los ojos de la otra omega era quizá molestia.
Enojo.
"Crees que le puedes arruinar la vida a Minhyuk y después irte como si nada"
"Yo no le hice nada a Minhyuk" Jungkook le respondió, pero estaba tenso. "Simplemente decidí que ya no quería seguir soportando la manera en la que nos trataba. Pero ese es un tema que no tengo por qué tratar contigo, noona"
"¿Eso es lo que crees?"
"Eso es lo que es" el omega se mantuvo firme, pero la voz poco a poco bajaba su tono, como si el aire se le escapara.
Le sostuvo la mirada a Eunchae y ella entornó los ojos, haciendo al omega encogerse, sólo apenas.
Porque Jungkook ya estaba cansado de agachar la cabeza ante el trato que otros pensaban que se merecía.
"Tú sabes perfectamente quién es él" Jungkook susurró y se avergonzó de sí mismo cuando su voz sonó temblorosa, pero no dejó de decir. "Y ni yo, ni mis hijos, vamos a volver a vivir bajo lo que él, lo que ustedes piensen que es correcto"
Ella alzó una ceja y Jungkook quizá no había hecho muchos avances, porque la expresión de la omega siempre fue capaz de hacerlo sentir tan poca cosa.
Cuando se unió a Minhyuk, Eunchae no había sido la más amable con él. Quizá había sido influencia del trato que la madre del alfa tenía para con Jungkook, después de todo, él iba a dar a luz a su primer nieto -primera nieta-, por lo que la omega se había mostrado reacia a él, a Haerin.
Jungkook nunca había hecho más que intentar complacerla, para facilitar la paz en aquella casa para que Haerin pudiera estar bien. Había cuidado de Eunhee desde que era una bebé, aún con Haerin a cuestas, Jungkook siempre había intentado complacerlos, a ella, a la vieja omega, a Minhyuk.
Pero esos tiempos se habían terminado.
"Creíste que podías hacerle pensar a Minhyuk que tu hija era suya" ella murmuró, con las cejas arriba y Jungkook sólo se limitó a mirarla, frunciendo las cejas. "Hacer que la críe como suya, marcarte para que no mueras durante tu embarazo. Pensaste que estaba bien si podías vivir a costa de él y en cuanto alguien más pudo hacerse cargo de ti, simplemente dejarlo. ¿No?"
"Las cosas no fueron así y tú lo sabes perfectamente" el omega susurró y los ojos le ardían, pero no por vergüenza, sino que por enojo.
Llano y simple enojo.
"Tú lo sabes perfectamente" él repitió. "Lo supiste siempre. Yo no le debo consideración ni a tu hermano, ni a tu madre, ni a ti"
Jungkook sorbió la nariz y podía ser un poquito patético, pero la voz ahogada no lo detuvo de seguir diciendo, porque al fin pudo hacerlo.
"Ya no van a hacer conmigo lo que hicieron todos estos años. Ya no le van a hacer lo mismo a Haerin. Y no les daré la oportunidad de que se lo hagan a mi cachorro"
"¿Piensas que te puedes librar así de fácil?" Eunchae le masculló y Jungkook cruzó un brazo sobre su vientre, por instinto, buscando proteger. "Mientras estés aquí" ella le advirtió, "mientras te pueda cruzar, te juro que si no arreglas esto, no vas a tener un día de paz"
El omega no pudo apartarle la mirada y Eunchae no volvió a hablar, los dos manteniendo el contacto visual y Jungkook tragó duro, siendo él quien rompió el contacto visual, poniéndose de pie.
"Lo sé" dijo, en respuesta a lo último dicho por ella. "Lo sé perfectamente"
Eunhee a lo lejos, notó cuando él se levantó de su asiento y corrió a él, el omega trató de sonreírle y ella le devolvió el gesto, quizá ¿aliviada? De volver a ver una emoción que conocía en él.
"Tío, ¿vas a venir a la casa?" ella inquirió, pero Jungkook ni siquiera tuvo oportunidad de replicar.
"Jungkook no es tu tío, Eunhee"
La niña borró la sonrisa, confundida ante su madre y cuando alzó la vista al omega, él no dijo nada.
"Es el padre de tu primo que todavía no nace, pero no es tu tío. Nunca lo ha sido. ¿No?"
"No hay necesidad de hablar de esto aquí" Jungkook le respondió y le puso una mano en la cara a Eunhee, que aún se veía atónita. "Pórtate bien. ¿Sí? Te prepararé las galletas que te gustan y te las haré llegar. ¿Sí?"
"Avisa cuándo, así puede estar Minhyuk en la casa y le das la cara de una vez por todas" Eunchae le respondió, pero Jungkook no la miró. Eunhee frente a él no dijo nada y sólo lo siguió con la mirada cuando él se despidió y se fue, con esa misma expresión de angustia y miedo con la que era usual verlo, pero...era raro.
"¿Por qué mi tío se está portando así?" ella preguntó y se acercó a tomar su mochila cuando su madre se la extendió. "¿Por qué no es mi tío más?"
Pero su madre no le contestó, sólo le tomó la mano y la ignoró durante el camino, con esa misma expresión de enojo en sus ojos y Eunhee se enojó también.
Se enojó con su tío Jungkook por hacer enojar a su madre y se enojó con su madre, porque estaba enojada con ella por cosas que Eunhee ni siquiera sabía.
Y el ciclo de enojó volvió a empezar entre ellas, llevando esa emoción a la casa y a diferencia de ellas, cuando Haerin entró a su casa después de quedarse mucho tiempo después de que terminaran las clases, ella fue de inmediato a buscar a su papá, que estaba en la mesa del comedor con su cuadernito donde anotaba todos sus gastos, ella sabía, pero dejó eso de lado para recibirla, con una linda sonrisa.
Haerin fue a él sin saber qué era lo que había pasado y como siempre, él rompió el ciclo abrazando a su hija, besándole el pelo y acurrucándose en ella.
cap medio aburrido ya sé pero está escrito en medio de una semana muy movida, tenganme paciencia, mañana se acaba esta tortura (eventos de mi vida) así que ya voy a estar mas tranqui para escribir wiiii este es capítulo de siembra, sembramos cosas que vamos a cosechar en futuro arioooos
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