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vuelvo honestamente no me tenía fe que iba a terminar el cap hoy pero me senté hoy hace cinco horas y me dije de aquí no me levanto y lo pude terminar wii al fin tengo mi capítulo día de playa ayudenme a pagar el internet ahr ella insertaba sus problemas personales entremedio bue aquí va este es uno de los caps más cortos que he escrito ultimamenten (9800 palabra) :c normalmente mi mínimo es 10k pero decidí cortar el cap porque ya no corresponden más sucesos en este ujuuu

Jungkook se despertó, quizá porque se sentía demasiado cálido, quizá por las ganas de hacer pis.

Apretó los ojos, moviendo el rostro para hundir más la nariz en la piel en la que se acurrucaba y aunque su primer contacto con la realidad fue el olor que emanaba la piel calentita junto a él, después de unos cuantos segundos sintió el calor en el resto de su cuerpo.

Estaba desnudo, de la cintura para abajo, aunque el cuerpo contra el suyo estaba desnudo del todo.

Con las piernas entrelazadas, no podía decir que tenía los pies fríos como siempre, Jungkook se sintió caliente en todos lados, además de pegajoso, con un poco de molestia entre los muslos y la piel del cuello cosquilleando.

Oh...

Inhaló profundo, en un intento de estirar las piernas pero alertó al alfa de inmediato, que fue a rodearlo con los brazos, apretándolo más contra él y Jungkook se rio, alzando el rostro para besar al alfa en los labios cuando tuvo su rostro al alcance.

Taehyung gimió encantado y bajo las sábanas de la cama en el departamento, después de haber hecho el amor en el sofá, de haberse escabullido a la cama, donde un rato después, lo volvieron a hacer, Jungkook había dormido profundamente, con una sonrisa en el rostro y el corazón tranquilo.

Taehyung, por su parte, no parecía opinar distinto.

"Buenos días" el alfa le dijo y sus manos que no se habían despegado de Jungkook desde la noche anterior, pasearon por su espalda hacia abajo, acariciándole el trasero pero luego se metieron bajo la camiseta, deslizando las palmas por toda su espalda, antes de volver a bajar para sujetarle un muslo y devolver la pierna del omega sobre las suyas, pues estaban recostados de costado, encarándose el uno al otro.

Jungkook se acercó a volver a besarlo, frotando la punta de la nariz en la de Taehyung.

"Buenos días" respondió y definitivamente, eran buenos días.

Taehyung sonrió ancho, sin abrir los ojos y se arrastró por la cama para encogerse y poder apoyar la cabeza en el pecho del omega, recibiendo sus manos en el pelo, sus labios en su frente y podía escuchar su corazón latir, su respiración relajada.

"Así quiero despertarme siempre" él anunció, encantado. Volvió a alzar el rostro y esta vez lo miró, con sus bonitos ojos café, con el aspecto que una noche de sueño dejaba detrás, pero no importaba porque Taehyung era hermoso siempre. Jungkook lo recibió con un sutil beso que se perdió en un roce perezoso de labios, simplemente estando demasiado cerca, estirándose para dar uno que otro beso, quedándose así un rato.

El omega alzó una mano para tocarlo, simplemente dibujando las líneas de las facciones del rostro frente a él, que lo miraba a los ojos, tan cerca que podía sentir el latido de su corazón. De un momento a otro, Taehyung volvió a decir, con la misma dulzura de siempre.

"¿Cómo te sientes?" él preguntó y Jungkook alzó las cejas. Las manos del alfa lo acariciaron, siempre con cuidado. "¿Bien?"

"Mh" él asintió, cerrando los ojos y acercándose a apoyar la frente en los labios de Taehyung. "Me siento bien"

"¿Sí?" el otro buscó confirmación. "¿Te duele algo?"

"No, no me duele nada" Jungkook le contestó de inmediato, sintiendo en el pecho el apretón de ternura que lo inundó, conmovido. "Me siento bien, en serio"

"Me alegra escuchar eso" Taehyung suspiró, volviendo a besarlo, apenas y lleno de afecto. "Tenía dudas de si estaba bien poder hacerlo si estabas encinta, pero según me dijeron, no debería pasar nada malo"

Jungkook alzó las cejas.

"¿Según te dijeron?" preguntó, con curiosidad. "¿A quién le preguntaste?"

Taehyung se sonrojó, pero no dejó de sonreír.

"A Hoseok hyung" dijo, pero se apuró a añadir para no...bueno, para no ensuciar del todo su imagen. "Sólo porque no estaba seguro. No quería sugerir algo que fuera a lastimarte, ni hacer algo que hiciera que entre nosotros...se perdiera la confianza"

"No creo que eso llegue a pasar alguna vez" Jungkook le dijo.

"De todas formas, quería asegurarme" Taehyung insistió. "No quería, ni quiero que estar juntos te cause algún malestar. ¿Me puedo hacer llamar alfa si no te sientes a gusto conmigo en todo sentido? No quería que tener intimidad fuera algo que no disfrutaras. Y me alegra que hayas sido tú quien lo sugirió"

Jungkook alzó las cejas, sintiéndose aún más conmovido por lo que ahora sabía y se acercó a besarlo, esta vez un poco más prolongado.

"Yo lo sugerí, pero siento que tú estabas más que dispuesto"

"No lo niego" el alfa no pensó que perdería orgullo admitiendo. "Iba a morirme si no te hacía mío cuanto antes"

Jungkook volvió a reírse y qué fácil resultaba reír con él.

Qué sencillo era poder sentirse bien, sin nada doliendo, al contrario, con el cuerpo cosquilleando porque la felicidad no sólo le hacía sonreír incesantemente, sino que también podía sentirla hasta en la punta de los dedos del pie. Qué fácil era para Taehyung hacerlo feliz, parecía algo tan obvio, tan natural, ser feliz era inherente a estar con él, amarlo y ser amado, contenido, deseado.

Con él el amor era un elemento, intrínseco.

Jungkook suspiró, sólo para deshacerse del aire de más que tenía en el pecho y murmuró, en voz baja, queriendo añadir un poco más de intimidad a su escena, aunque un tipo distinto de intimidad.

"Cuando volví- es decir, cuando me di cuenta que seguía enamorado de ti" le dijo, a la atenta mirada del alfa. "Cuando pensé que quizá, tú también sentías lo mismo, me pregunté si existiría la posibilidad de que yo te gustara aún. Me preocupaba un poco si yo...iba a gustarte como te gustaba antes"

Taehyung resopló, ofendido.

"Tú no tienes idea de cómo te ves" el alfa anunció y la indignación se convirtió en admiración, embobado con la vista frente a sus ojos, contra sus dedos.

"Eres tan bonito que podría morirme aquí"

"No te mueras, por favor" él se rio y Taehyung sonrió también. lo que los relajó a ambos. "A lo que voy, es que...me preocupaba, es todo. Pero anoche..."

"Anoche..."

"Anoche confirmé" el omega dijo y la mirada perezosa, el cabello despeinado y sus mejillas rojas, fueron efectivos en hacer al alfa sentir ese conocido y bien recibido escalofrío en la zona baja de su abdomen, porque, de hecho, era hermoso. "Que tú eres el alfa que mi cuerpo va a desear toda la vida"

Oh.

Taehyung se estremeció y quizá las palabras no hacían falta cuando podía hacerle saber a Jungkook con besos que él sentía igual, pero el omega parecía tener un poco más para decir.

"Las cosas que vaya a vivir de ahora en adelante, ya sean buenas o malas, quiero vivirlas contigo. Con nosotros así. Entiendo por qué tuviste todas estas preocupaciones" él susurró y Taehyung se tensó, pero Jungkook no lo dejó interrumpirlo. "Y también sé que es inevitable no pensar en cosas que nunca debieron pasar, pero...cuando me dijiste que no querías que el dolor que alguien más me provocó dictamine cómo vivimos, me di cuenta que nunca voy a estar bien si sigo pensando que no me merezco cosas buenas. Que nunca voy a disfrutar nada si vivo con culpa, que las cosas para la gente a mi alrededor...serán más difíciles y dolorosas si yo sigo así. Algunas cosas aún me cuestan, pero tú...nosotros, esto que siento- creo que es más fuerte que cualquier sentimiento negativo. Yo no puedo corresponderte sintiendo vergüenza cada vez que me preguntan si tú y yo...si estamos juntos, porque no es vergüenza por ti, es...por mí"

"Yo lo sé, amor. Lo entiendo"

"Pero no es con lo que quiero corresponderte" Jungkook insistió. "P-por eso...pensé que- decidí que no iba a negarme ni a negarte lo que nos quitaron hace mucho tiempo. Yo quiero estar mejor. Por mí, por mis hijos, por ti. Anoche, Jimin-ssi me dijo que es tiempo de que empiecen a pasar cosas buenas y todo lo bueno que vaya a vivir, quiero que sea contigo. Aunque también los días malos los quiero pasar contigo, y los días que sean sólo días, sin nada en especial. Asumo que eso implica un para siempre"

Taehyung se quedó en silencio y Jungkook sentía el corazón agitado, un poco ansioso porque ya con esto zanjaría de una vez por todas la poca duda que le quedaba y quizá, estaba ansiando que Taehyung le repitiera eso que había dicho la vez anterior, en broma que quizá no era tan broma.

Cuando le había dicho a Jungkook que quería que se casaran.

Si sacaba un anillo de abajo de la almohada en ese mismo segundo, Jungkook le diría que sí, sin pensar nada más.

"¿Será factible...?" el alfa empezó a decir, en voz baja. Jungkook lo miró a los ojos y acompañando los rayos de sol que atravesaban las cortinas y se volcaban en el suelo de la habitación, los ojos de alfa destellos de esa luz dorada. "¿Será factible si me arranco el corazón con las manos y te lo doy como señal de cortejo?"

Bueno, no era un anillo, pero eso servía.

Jungkook se rio, con los ojos vidriosos y recibió al alfa cuando éste se acercó a besarlo, con más ímpetu y más emoción, respirando en él, pasándole las manos por el cuerpo, directo sobre la piel, diciendo entre besos.

"Mío, mío, mío. Eres mío. Siempre has sido mío"

Y Jungkook quería asentir, pero si se separaba de él en ese momento, probablemente desataría un hecatombe.

"Mío" el alfa repitió y se subió sobre él, quizá sólo para besarlo más cómodamente, quizá para atraparlo con su cuerpo y acunarlo en su esencia y calor. "Mío desde siempre. Mío para siempre"

El omega estaba extasiado, estremeciéndose porque el cuerpo desnudo sobre él era caliente y pesado, pero pasarle las manos por la espalda era adictivo y recibir sus besos lo estaba mareando, como siempre, podían tener el impulso instintivo de querer apretarse para tocarse todo lo posible, pero Taehyung mantenía la fuerza sutil, para no aplastarle el vientre, parando todo movimiento cuando el aire se acabó y sólo se quedaron abrazados el uno al otro, temblando, ansiosos y anhelantes.

Se quedaron así, por un corto momento hasta que el alfa volvió a besarlo y se movió, específicamente, movió las rodillas para que Jungkook separara las piernas y poder recostarse entre ellas.

"Espera" el omega le dijo, de pronto siendo consciente del día que era, de la hora que no había revisado. "¿Q-qué hora es? Nos tenemos que ir" le recordó y debía fijarse la hora, oh, lo haría si tan sólo Taehyung no acaparara toda su atención, inclinado sobre él, con el rostro frente al suyo.

El alfa exhaló, tratando de calmar a su lobo, pero las palabras le salieron entre dientes cuando habló.

"Tú no sabes" él dijo y Jungkook quiso reír, lo habría hecho si hubiese tenido aliento, encontrando adorable que Taehyung hubiera adquirido el hábito al hablar de Haerin. "Que si dormimos juntos, es obligatorio hacer el amor en la mañana. Como un desayuno para el alma"

"¿Sí?"

"Sí" Taehyung confirmó y no podía fingir seriedad si no paraba de sonreír. "Así que..."

"Bueno, de todas formas, no creo que tarde mucho" el omega lo pensó, sonriendo él también. "¿No?"

Y el alfa le gruñó, definitivamente recostándose entre sus piernas para defenderse de las injurias, haciendo jadear al omega que abrió las piernas más cómodamente para que el otro yaciera con facilidad sobre él y le tomó las mejillas con las manos, con el labio inferior entre los dientes y el corazón acelerado.

"Osas ofenderme" Taehyung reclamó e hizo jadear a Jungkook cuando apretó las caderas contra él, acercándose a morderle el mentón cuando el omega echó la cabeza hacia atrás. "Debería vengarme"

"¿Cómo?" Jungkook le preguntó y él tampoco podía burlarse mucho, porque apenas se habían tocado y ya estaba sin aliento, temblando y con ganas de más, de todo lo que se le pudiera dar.

"Tengo varias ideas" el alfa le respondió y volvieron a besarse, quizá aún necesitados aunque habían pasado toda la noche sobre el otro, parte de la misma en el otro, y tuvo que revisar la hora en el reloj en la mesa de noche, aliviado de que aún dispusieran de tiempo para una vez más.

Lo que empezaron en la cama lo continuaron fuera de ella, oh, Jungkook tenía las piernas temblando cuando el alfa lo hizo levantarse, cosa que lo sorprendió. El trasero le ardía, sólo poquito y cuando Taehyung lo apoyó contra la pared junto a la puerta Jungkook quiso voltearse, darle la espalda para que siguiera, pero el alfa sólo lo guió al baño, donde continuaron con un beso desordenado, manos recorriendo el cuerpo del otro y cuando Taehyung abrió la llave de la ducha, Jungkook lo dejó quitarle la camiseta, sin pensar mucho a dónde fue a parar.

Sin pensarlo, se metió bajo el agua con él, estaba tibia y le causó un agradable escalofrío cuando le recorrió la espalda, Taehyung y él jamás dejaron de besarse, ni siquiera cuando el beso vino acompañado del agua que caía sobre los dos, las manos deslizándose con más facilidad sobre el cuerpo del otro, demasiado juntos, demasiado ansiosos, demasiado perfecto.

Se estremeció cuando su espalda fue a apoyarse contra la pared de azulejos, Jungkook se encogió, pero Taehyung se apretó contra él, nuevamente, sin ejercer fuerza innecesaria para no lastimarlo y dejó de besarlo sólo para hundir el rostro en su cuello, para volver a apretar los dientes en la marca rosada que había dejado en la piel la noche anterior.

Era un escalofrío constante, pero sin el dolor de una marca completa, se sentía la cosquilla, la descarga eléctrica del tacto del alfa contra él cada que la tocaba y era maravilloso, Jungkook se había acostumbrado bastante rápido a tener su cuello limpio, tan rápido que cuando Taehyung amagó marcarlo, se sintió como algo nuevo.

Era perfecto.

"No vi- mh... no vi la hora" Jungkook apenas pudo sacar y pasó las manos sobre el cuerpo del alfa, quizá para frotarle la piel y sacarle el sudor de todo lo acontecido y se preguntaba si valía la pena. "¡Ah! Me estás-"

Taehyung le mordió el hombro y lo hizo encogerse, su boca subió luego a su oreja y Jungkook gimió, nuevamente, en voz alta, cuando el alfa bajó las manos, acariciándolo con una y con la otra apretándola en su trasero, rozando los dientes en el lóbulo de su oreja, volviendo a sacarle un gemido cuando tomó el arete que tenía con los dientes y tiró de él.

Oh, Dios.

"Tenemos tiempo. Un ratito. Te hago terminar y después nos vestimos"

La promesa fue demasiado casual, como si fuera algo de todos los días.

Jungkook lo miró descolocado, pareciendo hecho de suspiros cuando Taehyung lo hizo voltearse, con cuidado, hasta que el omega apoyó las manos en la pared y un segundo después tuvo al alfa apoyado en su espalda, oh, Jungkook tembló, con las rodillas débiles, casi doblándose en sí mismo cuando una mano fue a sostenerle el vientre, abrazándolo y apretándolo contra el cuerpo tras él y Taehyung le susurró al oído, provocándolo otro delicioso escalofrío que lo recorrió entero.

"Separa un poco más los pies"

Jungkook lo hizo, sintiendo que el sonrojo le quemaba las mejillas, las orejas y el cuello, alzando la mirada al techo del baño, pero contuvo el aliento y casi se alejó del tacto cuando sintió, una vez más, a Taehyung penetrarlo, esta vez sin mirarlo a los ojos, sólo sintiéndolo respirar tras de sí, tirando de Jungkook para adentrarse en él lo más profundo posible.

El alfa exhaló sobre su hombro, con la ducha aún encendida y fue un tanto incómodo, quizá el primer embiste fue el primer atisbo, porque Taehyung cerró el agua y entonces, sólo el sonido de sus gemidos, de los dos, llenó el cuarto de baño, entregándose el uno al otro por tercera vez desde la noche anterior, cuando decidieron no negarse más a sucumbir al destino.

Veinte minutos después, Jungkook dormitó sobre la cama, aún con el cabello mojado y la piel erizada. Estaba recostado en su costado, con las manos escondidas entre sus muslos apretados, encogido en sí mismo, sólo cubierto con una toalla, la más grande que Taehyung encontró, tratando de buscar un poco más de descanso, mientras su alfa terminaba de preparar todo lo necesario para salir.

Taehyung lo miró, buscando ropa para finalmente quitarse la toalla con la que había estado los últimos cinco minutos, porque sí, hacía apenas cinco minutos que habían salido de la ducha que pretendieron fuera corta y aunque no había anudado correctamente al llegar al orgasmo -no había tiempo después de todo-, estaba satisfecho. Más que satisfecho, se sentía renovado, como si hubiera vuelto a nacer.

Bueno, quizá estaba exagerando, pero se sentía fantástico.

"No quiero interrumpir tu siesta" él dijo, acercándose a Jungkook a besarle la sien, viendo al omega luchar por no dejar caer los párpados que se le cerraban, pareciendo demasiado cómodo en la cama en la que estaba hundido. Taehyung le sonrió, enternecido. "Pero mejor si te secas un poco el pelo y te vistes"

Lo vio inhalar profundo y suspirar.

Taehyung se quitó la toalla para ponerse ropa interior, al mismo tiempo que Jungkook se enderezaba con dificultad, quedándose al borde de la cama, encogido y mirando a la nada, haciendo al alfa reír.

"Te prepararé un poco de yogurt con avena y fruta" le dijo, acercándose luego de colocarse las bermudas color caqui que había elegido para el día, junto con la camisa color cielo que se dejó sin abrochar cuando se paró frente al omega. Se agachó frente a Jungkook y éste le devolvió la mirada, con los labios apretados en un pequeño puchero, aún con las manos entre sus muslos apretados, cerrando los ojos cuando Taehyung alzó la mano para acariciarle la mejilla. "¿Te sientes bien?" preguntó, llevando su otra mano para tocarle el vientre y el omega se estremeció, pero asintió, diciendo en voz baja mientras Taehyung le frotaba la panza, lo que lo hizo relajarse.

"Sólo estoy cansado" dijo y de hecho, se sentía somnoliento. "Mala idea lo de hacer cosas por la mañana"

Taehyung le sonrió, elevándose para besarle el mentón.

"Yo, sin embargo, le habría dedicado un poco más de tiempo"

"Tú, sin embargo, no tienes cinco kilos demás encima" el omega se quejó, por primera vez, de su estado para con el alfa, lo que hizo a Taehyung alzar las cejas.

Jungkook se despabiló después de decir, apretando apenas los labios, atento a la expresión de Taehyung y éste terminó sonriendo.

"Eso es verdad" concedió, esta vez asegurándose de apuntar a su boca cuando volvió a acercarse a besarlo. "A partir de ahora, sólo te acuestas, abres las piernas y me dejas hacer todo a mí. ¿Suena bien?"

Y el escarlata regresó a sus mejillas de inmediato, Jungkook sólo lo miró, entre complacido y abochornado, terminando por estirar una linda sonrisa cuando su alfa se acercó a besarle debajo de la oreja.

"¿Quieres que te ayude a vestirte?" le preguntó. "Y después te sientas en el sofá, te preparo un desayuno rápido y esperamos a que sea hora de irnos. ¿Está bien?"

"Puedo vestirme yo solo" Jungkook anunció, sin el orgullo que pretendía, porque ¿a quién no le gustaría ser mimado de esa manera? "Pero el desayuno sí te lo acepto. Muero de hambre"

"Entonces, voy a prepararte el desayuno" Taehyung dijo, frotándole las rodillas con las manos, volviendo a besarle los labios, sonriendo sobre él. "¿Te gustaría algo más que el yogurt?"

"Con eso está bien por ahora" Jungkook le dijo y Taehyung se enderezó lentamente.

"Si quieres, puedes revisar el armario y tomar lo que te guste de mi ropa" murmuró. "Quizá haga un poco de frío, si no trajiste abrigo, puedes tomar lo que quieras"

Jungkook presionó poquito los labios.

"Traje ropa para mí" dijo, en voz baja. "Pero gracias"

El alfa alzó los hombros.

"Qué mal" él exclamó, ofendido. Lo pensó un momento y pidió aprobación. "¿Es de alfa básico querer ver a mi omega usar mi ropa después de hacer cosas?"

Jungkook sólo lo miró, terminando por sonreír.

"Más o menos" asintió, con la mirada un poco triste, pero se relajó cuando Taehyung se inclinó a besarle la frente.

"Ven cuando termines de vestirte" dijo entonces, sin insistir más y aunque le sonrió, Jungkook sintió la molestia en el pecho ante la negativa que dio a su sugerencia. El alfa dejó la habitación y Jungkook buscó su ropa para el día, shorts, medias, una camiseta ancha, todo sacado de la valija que había traído y aunque se había negado, buscó en el armario de Taehyung algo un poco más abrigado, no queriendo ofenderlo y tampoco queriendo negarse a sí mismo la sensación del alfa en sí mismo, ¿cómo después de la noche anterior?

Si bien olía a limpio, Jungkook sintió el fantasma de la esencia de Taehyung cuando se cubrió con el buzo que tomó del armario, no era demasiado grueso, pero lo protegería del viento de la playa y quizá le tenía un poco de temor a lo que haría Haerin si lo viera usar la ropa de Taehyung, cosa que parecía disgustarla.

Jungkook la entendía, quizá, a lo largo de su corta vida, la de ella, Haerin lo había visto vestirse con la ropa que aquel alfa dejaba sin usar, como una forma de recordarle a todo el mundo que era de su propiedad, incluso al propio Jungkook. Era ropa descolorida y vieja, pero Jungkook nunca se había quejado, después de todo, lo que le importaba en aquel entonces era que Haerin tuviera cosas lindas para usar, porque era algo a lo que ella le daba mucha atención, el cómo se vestía, él tarde entendió que la razón era él.

La ropa, tan común como era, algo de todos los días, era algo a lo que ella le daba peso, no por nada se emocionaba cuando lo veía usar algo lindo, algo nuevo, algo suyo, como si lo restaurara a su propia persona y no como una extensión de un alfa que podía reclamarle que le había dado a Jungkook incluso la ropa que vestía.

Sabía también que lo que desencadenó el último quiebre emocional de Haerin fue verlo usar la ropa de Taehyung y le asustaba cómo iría a reaccionar ella si lo viera con aquel buzo, que era gris y olía bien, parecía quizá poco usado y lo sacó del fondo del armario, esperando que no fuera demasiado evidente que le pertenecía a Taehyung, Jungkook se preocupó por todo eso en unos cuantos minutos y ojalá que Haerin no lo notara para que pudiera estar contenta y la pasase bien en el día, y esas preocupaciones, tan pesadas como parecían, desaparecieron cuando Jungkook salió del cuarto en busca de Taehyung y el alfa lo miró de pies a cabeza, rompiendo en una linda sonrisa, sin decir nada.

Jungkook se olvidó, quizá, de sus miedos y fue a él cuando Taehyung extendió su mano indicándole que se acercara. El alfa le rodeó la cintura con un brazo y le besó el cuello, en el raspón de dientes que había dejado en su piel y aunque Jungkook se estremeció, no se apartó, mirando al otro a los ojos cuando se separaron, aún en silencio, disponiéndose a desayunar.

Taehyung se sentó a su lado a desayunar, los dos en la mesita del balcón y les quedaban aún quince minutos antes de marcharse, el alfa sólo lo miró, sin dejar de sonreír y se veía feliz, más que feliz, quizá y Jungkook aún no terminaba de creer que él era partícipe de esa felicidad.

Porque el alfa lo miraba con estrellas en los ojos, le sonreía radiante y estaba sutilmente sonrojado en las mejillas, como cuando Jungkook lo conoció, cuando entre las ocasionales espinillas que la edad hacía aparecer en el rostro, Taehyung estaba siempre sonrojado en su presencia y quizá también en su ausencia, en los momentos en los que Jungkook más sintió que el alfa estaba enamorado de él.

Ahora lo miraba con esa misma intensidad, con ese mismo anhelo como si no se hubiesen pasado la noche fundiéndose en el otro, como si no se pertenecieran ya.

Jungkook lo miró desde abajo, con el labio inferior temblando porque quería decir, pero no se atrevía aunque era demasiado obvio.

"Me voy" el alfa le dijo, como si fuera a marcharse lejos y no sólo a lavar los platos del desayuno después de que acordaron que mientras él hacía eso, el omega revisaría que tenían todo listo, pero Jungkook lo tomó de la mano para detenerlo, entrelazando sus dedos con él.

"Taehyung hyung" le llamó y el corazón acelerado se le calmó porque no había nada a lo que le debía temer. "Te amo"

"Haerin, amor mío, quédate sentada, ¿sí?" su bisabuela le dijo y Haerin regresó a su asiento en la van que su abuelo conducía, con su abuela en el asiento del acompañante y Haerin y los bisabuelos en los asientos junto a la ventana, con la mesa entre los dos.

Su bisabuelo le colocó el cinturón para que no se moviera y escuchó la voz de su abuela venir de los asientos de adelante.

"Llegamos en un ratito, mi amor" ella dijo. "¿Por qué no miras por la ventana? Vas a ver qué lindo que es a donde vamos"

Y Haerin hizo caso, habiendo estado tan concentrada en la compañía de sus abuelos que no se había ocupado en mirar por la ventana y cuando lo hizo, se quedó maravillada.

Oh...

El cielo despejado estaba precioso, era un día de sol, pero Haerin veía a los árboles mover sus hojas, así que de seguro había un poco de viento, pero no era el buen estado del día lo que la anonadaba, sino que la imagen más allá, la que nacía en la playa y se extendía más allá, mucho más allá, alcanzando el horizonte y se perdía en él.

Oh. ¡Oh!

"¡Ay, abuelo! ¡Es el mar!"

"Sí, mi amor. ¿Viste qué grande?"

Y aunque quizá sus abuelos habían pretendido que aquello la emocionara lo suficiente como para que no se inquietara tanto, se emocionó más, brincando en su asiento, demasiado ansiosa.

No se detuvieron hasta veinte minutos después, Haerin esperó a que le dieran permiso antes de levantarse de su asiento, tomando su sombrero de la mesita para ponérselo y aunque en el camino había estado un poquito aburrida y siempre extrañando a su papá, se portó bien porque quería estar feliz este día.

Y porque sabía que al final del viaje, se volvería a encontrar con él.

Porque cuando el abuelo, que se bajó por la puerta de adelante de la van, abrió la puerta trasera para que Haerin y los bisabuelos bajaran, ella bajó los dos escalones y de inmediato buscó con la mirada a su papá, que ya la había visto a unos metros, junto al coche de su papá Taehyung y Haerin fue corriendo a él, aunque se habían saludado antes cuando se encontraron por la mañana antes de emprender el viaje y él había preferido que ella fuera con los abuelos para que no se aburriera, quedándose sus dos papás juntos para ir en el coche.

Aunque había pasado la vida con él, Haerin lo abrazó fuerte después de una noche lejos de él, riéndose cuando el omega le besó el pelo que ella llevaba trenzado, pues el sombrero se le había caído y colgaba de su espalda por el cordón que le rodeaba el cuello.

"Papá, es muy lindo todo" fue lo primero que dijo, con los ojos abiertos grandes y él asintió, sonriendo como ella no acostumbraba a verlo sonreír.

Se veía bonito y contento, oh, de alguna manera estaba distinto y Haerin sólo lo podía mirar, sólo dejando de hacerlo cuando su padre alfa se unió a ellos, poniéndole una mano en la cintura al omega y acercándose a besarle el cuello, en un toque rápido y nunca dejando de sonreír, y Haerin ni siquiera pudo reaccionar porque el alfa se agachó a llenarla de besos a ella, haciéndola reír.

Y aunque tenía la playa despejada y bonita para ellos, y el mar a un lado para admirar, Haerin se llenó de la felicidad que le proporcionaba su familia, la familia que la quería.

"¿Te vas a meter al agua?" su papá le preguntó y Haerin asintió con la cabeza, demasiado emocionada. "Armemos las sombrillas y las sillas y después vans juntos, ¿sí?"

.

Un par de semanas antes de que Jungkook cumpliera diecisiete años, miró con súplica a su papá.

"Por favor" él dijo y el alfa se giró a mirarlo, serio. Jungkook no reparó a su expresión y siguió insistiendo. "Y no pido nada para mi cumpleaños. Lo prometo"

"Siempre dices lo mismo y después te enojas si no te damos algo" su madre comentó del otro lado de la cocina, pues Jungkook y su padre estaban sentados en la mesa, con el omega haciéndole mala cara a su mamá antes de mirar nuevamente a su papá.

"Por favor" pidió otra vez. "Voy y vuelvo el mismo día. Tengo que decirle si sí o no a Taehyung hyung hoy"

"Entonces, dile que la respuesta es no"

Jungkook resopló.

"Nunca les pido nada, ni siquiera les estoy pidiendo, sólo quiero que me den permiso"

"Es un no, y eso no está a discusión" su padre le repitió. Jungkook sólo lo miró, con las cejas fruncidas y quizá algo en su mirada hizo a su papá necesitar añadir más. Una explicación. "Cuando seas grande y tengas a tus hijos, entenderás. No te damos permiso, así que no insistas más"

"Siempre me dices lo mismo" el omega se quejó y se puso de pie. "No entiendo por qué pareces preocupado por mí si sólo me hablas cuando me necesitas y si te pido algo, la respuesta siempre es un no"

"Jeon Jungkook"

"Son malos conmigo" el omega casi lloriqueó. "Sólo les estoy pidiendo permiso para ir a la playa con Taehyung hyung, ni siquiera les estoy pidiendo dinero"

"No te vamos a dejarte ir fuera de la provincia con un alfa, Jungkook. Tienes dieciséis años. Madura un poco"

"Vamos por la mañana temprano y volvemos en la tarde noche, ni siquiera voy a dormir afuera. Nos puedes llevar y buscar a la estación de tren. No te pido mucho"

El alfa no vaciló y Jungkook salió de la cocina, a encerrarse a su habitación, echándose a la cama porque, ciertamente, no le gustaba que le dijeran que no.

El verano acabaría pronto y tendría que volver a clases, Taehyung había desistido de pasar el mes y medio que solía pasar con sus padres en la ciudad en la que ellos vivían aquel verano, para quedarse con él y Jungkook iba a tener que decirle que no iban a poder ir a la playa, aunque Taehyung le había prometido que lo llevaría a ver el mar.

Era un tramo sencillo, un viaje en tren de dos horas, podían salir al amanecer y estarían allí en la mañana, podrían pasar el día en la playa y después volver en el mismo tren, antes de que anocheciera, Taehyung lo había planificado porque muchas veces hizo el trayecto con sus abuelos, con sus padres, a diferencia de Jungkook, que jamás fue de vacaciones con sus padres.

No porque no tuvieran oportunidad, los boletos de tren eran accesibles y al ser tres personas, él su único hijo, debería ser fácil organizar algo, aunque fuera chiquito, pero sus padres jamás lo llevaron a pasear.

Que le quitaran la oportunidad de tener al menos un día de vacaciones como tal lo enojaba, pues ni siquiera les estaba pidiendo dinero, ni siquiera que organizaran el viaje.

Era como si no quisieran que Jungkook tuviera cosas que ellos no le habían dado.

Un poco más tarde, mientras Jungkook trataba de distraerse con lo que fuera que tuviera al alcance, pues no tenía ganas de levantarse de la cama, se enderezó cuando sintió el usual escalofrío en la espina, saliendo de la cama y de la habitación, pasando por lado de su papá cuando fue a la puerta y no dijo nada porque se apuró a calzarse las zapatillas, dejando la puerta principal abierta cuando salió porque Taehyung estaba en la acera esperando por él.

Se veía quizá divino de pie fuera de su casa, su bicicleta estaba apoyada en el muro junto a la entrada y llevaba shorts, una camiseta azul y el cabello un poco más corto, Jungkook hizo pucheros en cuanto cruzó miradas con él y el alfa lo recibió en brazos, inclinándose a besarle los labios, alzando las cejas ante su expresión.

"¿Qué pasa con esa expresión?" le preguntó. "Vine por lo que dijimos"

"Sí" él asintió. "Y mi papá me dijo que no. Que ni lo sueñe, que me quedaré esperando" y exageró un poco para dar lástima, pero Taehyung se rió, todo hermoso, sonrojado y bronceado. "No te rías. Hoy es día de hacerme sentir mal"

"Bueno, si me invitan a cenar, de seguro termino cambiando ese no" él dijo, sin dejar de sonreír, no pareciendo realmente preocupado porque quizá no iban a poder hacer su viaje.

Pero bastó con que se sentaran a cenar y Jungkook tuvo un sí como permiso, sin mucha insistencia.

El omega quería sentirse contento y lo estaba, pero aún lastimaba que Taehyung fuera más propenso a conseguir permiso que el propio Jungkook y quizá era el valor que el alfa tenía, quizá sólo su afán de comprometerse, porque Jungkook sabía que otros alfas no se sentarían en la mesa con los padres de su novio de dieciséis para pedirles permiso de llevárselo a la playa.

Solos, por un día entero.

El novio de Lia, su amiga, era bastante más cobarde y ella siempre se quejaba de que ese alfa ni siquiera tenía interés de conocer a los padres de ella, así que dentro de todo, a Jungkook le agradaba que Taehyung quisiera incluirse -e incluirlo- en todos los ámbitos de su vida.

Porque semanas después, el viernes antes de empezar las clases, Taehyung durmió en su casa el viernes anterior y el sábado con el primer rayo de sol, su papá los llevó a la estación de tren, sin decir mucho y cuando Jungkook se despidió de él, lo abrazó.

Fue algo inusual, pero hizo al omega encogerse, aún más cuando su papá le frotó la espalda y sin decir nada más, se fue con Taehyung al andén donde deberían subir al tren, con quince minutos antes de partir y Jungkook no pudo dejar de sonreír, porque él y Taehyung se sujetaron el uno al otro de las manos y no era lo mismo.

No era lo mismo que ir en bicicleta al río donde el abuelo solía pescar, ni -aunque era maravilloso con su sencillez- cuando iban al campo de margaritas a pasar las tardes. Tampoco era como las salidas al arcade, ni los helados comidos bajo la sombra de los árboles del parque.

Habían pasado tanto tiempo juntos, pero su primer y único viaje juntos de ese entonces, estaba lleno de algo más.

Una confianza un poco más seria, un plan más...adulto. Más maduro. Taehyung había cumplido dieciocho el año pasado y aunque no faltaba nada para que él cumpliera diecisiete, Jungkook no terminaba de poder digerir lo...seria que se había vuelto su relación.

El sentirlo en el pecho cuando el alfa estaba cerca, el querer estar con él todo el tiempo, el poder depositar su confianza en sus manos para irse con él a kilómetros de su casa a un lugar que no conocía, le dio más peso al amor que sentían, pues éste al principio se sintió ligero y natural. Ahora se sentía más serio y a Jungkook le encantaba.

Porque Taehyung le mostró el lugar aunque él apenas lo conocía, salieron de la estación y fueron directo a desayunar, sus padres, los de los dos, les dieron dinero para que no pasaran hambre aunque los pasajes los pagó Taehyung con sus ahorros, como un regalo de cumpleaños para él, Jungkook no entraba en sí de la dicha y cuando desayunaron algo rápido y fueron a la playa, el corazón le dio un vuelco, dejando todas sus cosas en las manos de Taehyung y yendo directamente al agua.

Primero sólo a la arena mojada, donde los pies se le hundían con facilidad y una ola pronto le mojó las pantorrillas, haciéndolo reír y se inclinó a levantar una concha de mar, chiquita, del tamaño de su uña y cuando se giró a Taehyung, Jungkook no podía con el amor que le llenó el pecho.

Porque el alfa lo miraba enternecido y aunque estaba cumpliendo uno de sus mayores sueños, Jungkook corrió hacia él, que dejó las mochilas de los dos en la arena y lo abrazó cuando Jungkook volvió a él, abrazándolo también, no desperdiciando ni un segundo más y acercándose a besarlo, pasando las manos de sus hombros a sus mejillas y sonrió, radiante y...

Completo, si es que tenía sentido.

"Vayamos cerca del muelle así podemos poner la manta en la sombra" el alfa dijo. "No nos alcanza para rentar una sombrilla. A menos que quieras sacrificar el almuerzo. Y nos vamos a quemar"

"Okay, okay" él asintió sin dejar de sonreír y Taehyung se rió.

"¿Contento?" le preguntó, enternecido y Jungkook asintió, tomándole la mano y alzando su mochila con la otra, caminando los dos juntos junto al mar, pegados el uno al otro y Taehyung lo empujó para que caminaran con los pies en la arena mojada, con las ocasionales olas llegando a sus tobillos y rodearon la playa, con el sonido del mar musicalizando su aventura y cuando Taehyung se sentó en la manta que extendieron en un tramo de sombra, Jungkook se arrodilló junto a él, tomándole la cara para besarlo.

"Gracias" le dijo y el alfa lo miró encantado, con el sol en los ojos y sólo le sonrió. Jungkook se enderezó, quitándose la camiseta y dejándola sobre la manta, alzando las cejas a él. "¿Nos metemos?"

"Okay, pero-" Taehyung empezó a decir, pero Jungkook se levantó y caminó hasta el agua, ah, Taehyung no pudo advertirle pero bueno, era parte de la experiencia.

De todas maneras, se lo dijo cuando se unió a él ya en el agua salada.

"Se te van a llenar los shorts de arena"

"Te vas a llenar de arena" Jungkook advirtió, pero Haerin no podía prestarle atención, rebotando en sus talones mientras veía a su papá alfa ya mojando los pies en el mar, retrocediendo cuando una ola más alta casi le mojó los shorts que llevaba.

"Papá, me tengo que ir"

"Espera un poco más" el omega le dijo y terminó de ponerle bloqueador en los hombros y los brazos, revisando que no se olvidó de ninguna otra zona expuesta y asintió. "Ahora sí. Ten cuidado y no te separes de tu padre"

Pero Haerin ni siquiera tuvo la paciencia de contestarle, salió disparada hacia Taehyung que se giró a recibirla y la alzó en brazos, dando dos vueltas con ella a cuestas antes de dejarla sobre la arena, los dos siendo atacados por una ola que la hizo chillar, Jungkook pudo escuchar su grito a pesar de que estaba a unos cien metros de distancia, donde habían estacionado la van, en una zona un poco apartada de la playa, en el lugar asignado para poder acampar sin problemas. Había más gente en dirección al sur, pues era donde estaba el muelle y las olas era más grandes, perfectas para practicar surf, pero habían elegido aquel lugar para poder estacionar la van y poder estar más cómodos.

Se quedó mirando a Haerin y a Taehyung jugar en el agua, el alfa no parecía tener intenciones de meterse, pues no se había quitado la camisa y dudaba que los shorts que llevaba fueran aptos, así que Jungkook sólo se ocupó en mirarlos, sentado en una de las sillas, a la sombra del techo desplegado de la van, con sus zapatillas y las medias a un lado, con los pies hundidos en la arena calentita.

"¿Tú no vas, Jungkook?"

Se encogió.

Volteó a un lado y cruzó miradas con el papá de Taehyung, que alzó las cejas a él y el omega se sonrojó, negando con la cabeza.

"Quizá después vaya a mojarme un poco los pies" dijo, avergonzado. "Estoy un poco cansado y si voy, Haerin va a querer jugar. Creo que Taehyung hyung puede con ella por ahora"

El alfa le sonrió y Jungkook se relajó un poco más.

"Se les acabará la batería en un rato" el hombre mayor dijo y Jungkook se rió, regresando la vista al frente, y vio a Haerin volver con él, con la camisa de Taehyung en las manos, el alfa parecía haberla enviado a que se la alcanzara y ella no dijo nada, Jungkook tampoco, sólo se la recibió y Haerin volvió corriendo al agua con su padre, con su lindo traje de baño color amarillo, sin el sombrero y sin sus anteojos de sol.

Jungkook sólo la miró, con una linda sonrisa y se distrajo porque escuchó a los abuelos salir de la van y el viejo alfa fue directo a él, Jungkook recibió con los ojos brillantes el vasito de fruta que le entregó y agradeció en voz baja, siendo receptor nuevamente de la misma pregunta.

"¿No vas al agua, Jungkookie?"

Aunque Jungkook no tenía intenciones de nadar, los padres de Taehyung no tardaron en unirse, al menos el alfa, que se metió a nadar con ellos. Taehyung no soltaba a Haerin y le estaba enseñando a saltar en las olas, parecían divertirse y él se conformó con mirarlos, recién entonces notando a la mamá de Taehyung con una cámara, manteniéndose fuera del agua para poder hacerlo.

"¿Por qué no te llevas una manta y te sientas cerca?" La abuela le sugirió y Jungkook alzó la mirada a ella. "Ve a divertirte. Nosotros nos quedamos aquí, cuando vuelvan también vamos a ir a refrescarnos un poco. Ve, ve"

Y Jungkook no pudo negarse, un poco apenado de no tener la energía de poder meterse al agua. Llevó con él un par de toallas además de la manta para sentarse y el abuelo apareció tras él para dejar una sombrilla, la cual hundió en la arena para mantenerla firme y Jungkook sólo lo pudo mirar, entre avergonzado y agradecido, pero el alfa sólo le acarició el pelo antes de volver a la van, donde él y la abuela estaban sentados.

Oh, la vida podía ser buena.

Jungkook extendió las piernas al sol y había sido buena idea usar el buzo, porque el viento era fresco en la sombra, no hizo más que mirar el mar frente a él, con su alfa e hija jugando en el mismo, acompañado por sus abuelos, suspirando risueño.

Y quizá esta era la vida que siempre mereció.

Jungkook miró cuando la mamá de Taehyung fue directo a él, también sonrojada y sonriente y él alzó las cejas cuando la omega se inclinó a su lado.

"¿Te puedo dejar este por aquí?" ella preguntó y Jungkook asintió, la omega le extendió la cámara y le sonrió. "Si sacas unas cuantas fotos, no me molesta" le dijo y aunque el trato era aún un poquito inusual, su actitud había cambiado a la primera vez, lo que le dio la confianza de tomar la cámara y asentir.

"Veré qué puedo hacer" le dijo y ella sólo sonrió, enderezándose para volver al mar.

Él balanceó la cámara entre las manos, tratando de descifrar cómo funcionaba y momentos después la alzó para intentar tomar fotos, su enfoque siendo Taehyung en el agua junto a Haerin, riendo en voz alta, saludando hacia él cuando lo divisaron.

Jugaron un rato más en el agua antes de que fueran a él, Jungkook les pasó una toalla a cada uno pero Haerin sólo se secó la cara con la misma, dejándola junto a Jungkook mientras exclamaba.

"¡Voy a buscar mis juguetes, papá! ¡Jugamos con la arena ahora!"

Ella salió corriendo hasta la van y Jungkook recibió al alfa cuando éste fue a desplomarse a su lado, alcanzó a ponerse la toalla en los muslos porque Taehyung recostó la cabeza en ellos, con las piernas fuera de la manta y al sol, cerrando los ojos cuando Jungkook le frotó el cabello mojado con la toalla.

"Siento que me voy a morir de felicidad" Taehyung le dijo, abriendo los ojos y mirando desde abajo a Jungkook, que le apretó la punta de la nariz con un dedo. "¿Quieres hacer castillos de arena con nosotros?"

Aunque no creía que tendría la movilidad suficiente para ayudar a hacer los castillos de arena, Jungkook pudo ser partícipe porque Haerin y Taehyung construyeron el castillo en sus pies, literalmente, los cubrieron con arena y construyeron encima, por lo que al momento de tener que sacar los pies, fue suspenso y ansiedad, pero el castillo se mantuvo en pie, lo que ameritaba una fotografía.

Haerin juntó rocas, conchas de mar, incluso fue con su bisabuelo a buscar entre las rocas y varias veces volvió corriendo para mostrar los mini cangrejos que había encontrado antes de volver a dejarlos donde los encontró, exclamando un par de esas veces que había pulpos en las rocas y regresaba corriendo a con su bisabuelo, Jungkook no podía dejar de sonreír y mientras Taehyung y su padre preparaban la mesa para un almuerzo tarde, Jungkook y la mamá de su alfa miraron encantados a Haerin cuando ella volvió con su balde lleno de conchas de mar.

"Es idéntica a Taehyung" ella dijo y Jungkook la miró, aunque la omega no le devolvió la mirada. "Siento que la veo como no lo pude ver a él a esa edad"

Y Jungkook sabía, por supuesto, que el alfa había vivido la mayor parte de su vida lejos de sus padres, y fue muy difícil para él, pero quizá también fue difícil para ellos. Porque ella lo dijo con tanta nostalgia, quizá culpa y él no pudo quedarse callado.

"Aunque sé que a veces él lo resentía" Jungkook murmuró y su decir llamó la atención de la omega, mientras él preparaba la salsa para la carne, tarea que se le había asignado porque los abuelos proclamaron superiores sus salsas y su manera de sazonar la comida y la omega a su lado estaba cortando unas cuantas verduras. "Taehyung hyung siempre supo que lo hicieron para que él estuviera bien. Él sólo quería tener más confianza con ustedes y ya la tiene, así que estoy seguro de que es feliz"

Ella sólo lo miró, con una pequeña sonrisa en los labios y Jungkook se sonrojó, mientras la omega regresaba a cortar las verduras, más relajada.

"Gracias por acompañarnos hoy, Jungkook" ella le dijo, con suavidad. "Espero que sea la primera de muchas"

"Yo también" el omega murmuró, avergonzado, pero en el buen sentido.

Quizá con timidez, quizá con esperanza.

La comida fue un poco más caótica de lo que Jungkook acostumbraba, había demasiadas personas, como la noche anterior, sólo que ahora él era el encargado de asar parte de la carne y ayudar a servir, lo que no se le hizo tan pesado porque Taehyung no se despegó de su lado en ningún momento, poniéndole una mano en la cintura o la espalda para sólo acariciarlo, picándole el mentón con un dedo cada vez que cruzaban miradas que no podían sostener porque estaban demasiado embelesados el uno con el otro.

Comieron quizá más de la cuenta y al terminar, Taehyung apareció con el pastel que habían comprado en el camino y en la mesa plegable en la que habían comido, en sillas un tanto incómodas alrededor de esta, Jungkook siguió la corriente cuando cantaron el feliz cumpleaños al alfa en la cabecera de la mesa, balanceando a Haerin que estaba sentada en sus piernas mientras ella también cantaba y aplaudía, Jungkook sonrió ancho cuando la vio contenerse porque de seguro también quería soplar las velas, pero no dijo nada cuando su abuelo las apagó, porque pronto él le ofreció encenderlas otra vez para que ella pudiera soplarlas también.

Comieron pastel, jugaron a las cartas -aunque una versión más sencilla del juego para poder incluir a Haerin- y dentro de todo, no tuvieron que preocuparse por nada, absolutamente nada.

Porque entrada la tarde, cuando la temperatura bajó un poco, Haerin se quedó dormida en una de las camas de la van, obvio después de limpiarse un poco y sobre una sábana que no iban a usar en la noche para dormir, y con el momento a solas que se pudieron permitir, Taehyung lo tomó de la mano y se lo llevó con él, el sol ya no estaba tan fuerte y pudieron disfrutar del fresco de la tarde, los dos juntos, con los pies en la arena mojada que se le colaba entre los dedos, las olas mojándolos hasta la mitad de las pantorrillas y Jungkook no iba a mentir y decir que no lo había extrañado en todo el día, porque cuando el alfa lo tomó de las mejillas, ni siquiera pensó en que de seguro los estaban viendo, porque sólo lo besó cuando el alfa se acercó a él, manteniéndole el rostro quieto y olía a mar y al sol, con la camisa color cielo empapada en algunas zonas, los shorts sin terminar de secar aunque el sol había hecho un buen trabajo, el cabello oscuro se le había esponjado y era hermoso, Jungkook no podía hacer más que mirarlo cada vez que se separaban y Taehyung sonreía y era imposible.

Imposible ser así de atractivo.

"Hoy es mi día más feliz" el alfa anunció, frotando la punta de su nariz en la de Jungkook. "No puede ser que me pasen tantas cosas buenas en tan poco tiempo"

El omega le sonrió y Taehyung volvió a besarlo, no resistiéndose a hacerlo porque, Dios, él a sus ojos siempre sería el omega más bonito que podía existir.

"Volvamos en vacaciones" él le pidió. "Aunque será un poco menos agradable porque hará más calor"

"Verdad" Jungkook asintió.

"Y para entonces, el cachorro ya habrá nacido. Será muy pequeño como para traerlo" Taehyung divagó, oh, Jungkook no lo había querido mencionar, pero como siempre, Taehyung podía pensar en todo. "No creo que sea bueno traerlo a la arena, ¿cierto?"

Jungkook no supo qué contestarle, sólo mirándolo con ojos grandes, con una pequeña mueca en los labios, arrugándolos en un gesto de ansia.

"Creo que no" dijo finalmente y el alfa asintió.

"Entonces, será el otro año. Pensaremos qué otra cosa hacer en las vacaciones" él dijo y rodeó la cintura de Jungkook con los brazos, balanceándose con él entre la arena que cedía y hacía que sus pies se hundieran en ella, por lo que tenían que dar cortos pasos para no perder el equilibrio. "¿Es tu día más feliz?"

Jungkook volvió a sonreír, sintiendo los ojos un poco aguados y se acercó a apoyar la mejilla en el hombro del alfa, devolviéndole el abrazo, encogido en él, cerrando los ojos porque no quería llorar en un momento tan feliz.

"Sí, definitivamente uno de mis días más felices" respondió. "Creo que también podría morir de felicidad"

"Vivamos con felicidad" Taehyung corrigió, aunque Jungkook estaba diciendo sus mismas palabras pero no sonaban correctas cuando el omega exclamaba aquello. "Que empiecen a pasar cosas buenas"

"Sí" el omega asintió. "Sólo cosas buenas"

Para cenar, fueron a un lindo restaurante junto a la costa y era redundante decirlo a estas alturas, pero la comida fue perfecta.

Cenaron todos juntos en una sola mesa, siempre conversando de todo y nada y en un momento de la cena, Jungkook dirigió la mirada a Haerin como hacía bastante seguido para revisar que ella estuviera a gusto y la encontró ya mirándolo, con ojos grandes, con curiosidad.

Él sólo le sonrió y Haerin dejó de mirarlo, sonrojada. Se había cambiado de ropa y llevaba otro de sus vestidos, pues el que había usado para la playa estaba en una bolsa con la demás ropa para lavar. Llevaba un vestido morado y el cabello suelto, con hebillas de flores sujetándole el pelo fuera del rostro y se veía contenta, Jungkook aún quiso preguntarle si pasaba algo, pero al no verla nerviosa, dejó que terminara de comer y disfrutaron el resto de la noche así.

Porque después, cuando decidieron dónde pasarían la noche, Jungkook y Taehyung eligieron quedarse en la casa rodante, mientras sus padres y sus abuelos iban a las habitaciones que rentaron por la noche, y entonces, Haerin tuvo que elegir con quiénes quería dormir.

"¿Te quedas con nosotros o quieres ir con los abuelos, amor?" el alfa le preguntó, porque él iba a llevarlos en el coche al hotel y Jungkook se quedaría en el lugar asignado para estacionar la van, esperando a que regresara. "Como quieras"

Y Haerin los miró, a sus dos papás, tomándole las manos al omega.

"Yo me quedo contigo" ella dijo a él y Jungkook le tocó el pelo, con una linda sonrisa.

"Okay entonces"

"Ay, no"

Haerin se volteó cuando escuchó a su abuela exclamar. Ella hizo pucheros y se sostuvo el corazón.

"Mi Haerinie nos abandona" ella dijo con pesar y Haerin se rio, soltándose de su papá para ir a abrazar a sus abuelos y bisabuelos, diciéndole buenas noches.

"Abuela, es que yo extraño a mi papá. Cuando volvamos a visitar, duermo con ustedes. Hay que compartir"

La omega sólo le tomó las mejillas, con los ojos brillosos, inclinándose a besarle la frente.

"Es verdad" dijo. "Buenas noches, amor mío"

Mientras Taehyung iba a dejar a sus padres al hotel, Haerin y Jungkook se asearon en los baños cerca de la zona de acampar, sólo se lavaron la cara y se cepillaron los dientes. Se cambiaron de ropa una vez de vuelta en la van y mientras él le peinaba el cabello -que tendría que lavar bien una vez dispusieran de una buena ducha-, Haerin dijo en voz baja.

"Papá, es mi día más feliz"

Él se rio, acercándose para besarle la sien.

"Hoy tu papá dijo lo mismo" él comentó, trenzándole el pelo y ella volvió a decir.

"Yo le preguntó a todos mis abuelos y me dijeron que también es su día más feliz"

"De seguro que sí, porque pudimos estar todos juntos y nos divertimos mucho"

Haerin hizo silencio, volviendo a hablar.

"¿Es tu día más feliz también, papá?" inquirió y se giró a mirarlo, mientras él sonreía, con cariño.

"Sí, uno de mis días más felices" asintió, sentándose más cómodamente en el colchón de una de las camas de la van, frotándose el vientre con cuidado, cosa que llamó la atención de Haerin.

"¿Será que es el día más feliz de Mirae-yah también?" ella inquirió y se acercó, agachándose a apoyar la mejilla en la panza de su papá, cerrando los ojos para poder sentir algo, sonriendo porque las patadas no tardaron en aparecer y la hizo reír. "Él dice que sí"

"Entonces es un día feliz para todos" él anunció, acariciándole el pelo y la espalda, viendo hacia abajo a Haerin apoyada contra él. "Y vamos a tener muchos más días así"

"Sí" Haerin asintió. "Con mi papá y mis abuelos. Podemos invitar a mis otros abuelos también, papá. Así ellos tienen un día feliz también"

Jungkook presionó los labios, pero no la contradijo.

"Puede ser" murmuró y se quedaron en silencio, sólo hasta después, Haerin se enderezó, mirándolo a los ojos, dudando, pero terminando por preguntar al fin.

"Papá, ¿estás bien?"

Él alzó las cejas y cuando ladeó la cabeza, eso en su cuello fue más visible y Haerin no quería preguntar directamente, pero quería saber.

"¿Tienes dolor?" preguntó, aunque no sabía realmente cómo expresarse porque tampoco quería ser directa para no hacerlo sentir mal, pero la mirada confundida de él se suavizó con adorable curiosidad.

"No, amor. No me duele nada" le aseguró y parecía así. Sin encogerse, sin mantenerse rígido, como si esos gestos contuvieran su dolor, hablaba calmado y siempre animado, sin susurros ni la voz temblante.

Y sobre todo, no dejaba de sonreír.

"Me siento muy bien" admitió y aunque quizá no debería decirle aquello a su hija de ocho años, Jungkook sintió en alguna parte de sí que debería hacerle saber. "Después de mucho tiempo, yo también puedo ser muy feliz. Eso está bien. ¿No?"

Y Haerin esta vez no se detuvo y alzó su mano para tocarle el cuello, apenas apoyando la punta de su dedo en la marca rosita en la unión de su cuello y hombro y él se estremeció, tomándole la mano de inmediato, no en un gesto brusco, con gentileza, llevando la mano de Haerin a su rostro para besarle los nudillos.

"Después de mucho tiempo" él repitió y mantuvo una mano sujetando la de Haerin mientras la otra la llevaba a cubrirle la mejilla a ella, Jungkook sintió sus ojos un poco aguados pero se animó a seguir diciendo. "Por fin puedo elegir. Elegir todo. No te preocupes por nada, ¿sí? Porque ahora estoy eligiendo que seamos felices. ¿Está bien?"

"Okay" Haerin asintió y usó su mano libre para limpiarse los ojos porque no quería que las lágrimas salieran. "Yo no había pensado así, papá"

"¿Qué cosa?"

"Que ahora se puede elegir" ella dijo, sorbiendo la nariz. "Antes no se podía elegir. ¿Verdad? Ahora sí se puede y es mejor porque si no nos gusta algo, hay que elegir que no lo queremos. ¿Verdad"

Jungkook no tardó en entenderla y terminó asintiendo.

"Así es. Qué inteligente"

Y Haerin sonrió, satisfecha, regresando a él para abrazarlo.

"Yo elijo que nos quedamos así siempre y que tengamos días lindos siempre. También que comemos comida rica y se juega un montón. Así es más lindo todo. ¿Verdad?"

"Verdad" él asintió, cerrando los ojos porque una vez más, los sentía llorosos.

"Y yo soy feliz así"

"Eso es lo que más me importa" él murmuró, frotándole la espalda y después de eso, Haerin no tardó en quedarse dormida, con el cansancio del día venciéndola aunque había tomado una siesta horas antes y Jungkook no se durmió con ella porque se quedó esperando a Taehyung y cuando el alfa regresó, Jungkook sólo pudo besarlo antes de recostarse en la cama con Haerin, porque ella se acomodó entre los dos y Taehyung sólo podía sonreír, ni él ni Jungkook haciendo demasiado ruido, ni siquiera diciendo una palabra cuando en la cama que quizá no estaba destinada a tres personas -¿cuatro?-, se acurrucaron para dormir, en el calor del otro, con el olor a mar alcanzándolos y en algún momento, sus manos se encontraron para entrelazarse con su hija de por medio.

Y quizá, la vida era para vivirla así.

Jungkook cerró los ojos y acurrucado en sus cachorros y su alfa, se encontró con la otra cara de la vida y esta, ahora sí, le sonreía con todo su esplendor.

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