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myre, feliz cumpleaños. Te quiero mucho 



Qué desgastante podía ser.

"Ah, papá, ¿qué será que me pongo para la fiesta?" Haerin dijo, demasiado emocionada. Estaban caminando de regreso a casa de sus padres aquel lunes en la tarde luego de que el omega saliera de trabajar y buscara a Haerin de la casa de Minsu. "¿Y si me pruebo uno de los vestidos que me regaló mi abuela? Mi abuela mamá de mi papá Taehyung, ¡Ah! Tengo que aprender cómo decirles diferente porque me confundo. Cuando llegamos a la casa, ¿me puedo probar los vestidos nuevos y elegimos cuál me pongo?"

Jungkook le intentó sonreír.

"Mh, podemos hacerlo" él asintió, pero no podía mostrar su mismo entusiasmo, pues estaba exhausto. Si bien la rutina de trabajo había sido la usual, se había levantado más temprano al igual que a Haerin, porque dentro de sí Jungkook aún tenía un poco de orgullo y no le había pedido a su padre que los llevara esa mañana.

El alfa tampoco se lo había ofrecido y cuando él se despertó para alistarse y salir a trabajar, Jungkook se despidió sin más y salió con Haerin, y quizá era aún más agotador tener que mantener el buen semblante, el buen humor para ella.

Después de todo, ella no tenía la culpa.

"Hoy le conté a mis amigas" ella murmuró. "Y les dije que iban a conocer a mi papá Taehyung el sábado. ¡Papá! Qué emoción. ¿Tú qué te vas a poner?"

"Mh, todavía no sé" él le contestó y sentía el corazón cada vez más pesado a medida que se acercaban a la casa de sus padres.

La angustia mezclada con la incertidumbre también eran increíblemente agotadoras, Jungkook había dormido las horas que le correspondían, comió todas sus comidas e hizo lo que normalmente hacía un lunes, pero ahí estaba, tan agotado que apenas podía seguir la conversación con Haerin.

Y con todo el ajetreo de un lunes normal, añadiendo a toda la ansiedad provocada la noche anterior, Jungkook aún no había pensado en ninguna solución para calmar el ambiente en la casa.

Y quizá la falta de tiempo también a veces era motivo para empujar el problema para después.

"Hay que buscar algo lindo, como de fiesta" ella dijo y se soltó de la mano del omega para acercarse y abrir los portones de la casa de sus abuelos. Dejó a su papá pasar y ella cerró cuando él lo hizo, caminando después los dos a la casa.

"Tenemos tiempo para pensar" él le contestó, abriendo la puerta y dudando antes de dar un paso adentro. Haerin sin embargo entró sin segundos pensamientos, quitándose los zapatos y dejó la mochila en las manos de su papá, caminando en busca de su abuela sin más, diciendo en voz alta cuando la encontró en el comedor.

"Hola, abuela"

"Haerinie, ya volvieron"

"Abuela, ¿adivina qué?" ella exclamó y Jungkook tragó, avanzando un poco y observando desde lejos a Haerin, de pie enfrente de la mesa donde su abuela estaba haciendo unas cuentas. "Le preguntamos hoy a la mamá de Minsu si mi papá Taehyung podía ir con nosotros a la fiesta de Minsu y nos dijo que sí. ¡Estoy muy emocionada! Él va a venir y va a ir con nosotros, y va a conocer a mis amigos. ¡Ah! ¡Qué emoción!"

"¿En serio?" su abuela le preguntó y Jungkook se encogió un poco cuando alzó la mirada para unirla con la de él. El omega tragó. "Hola, Jungkook-ah"

"Buenas tardes" él murmuró, un poco nervioso. "Dejaré tu mochila en la habitación, Haerin-ah, no olvides de cambiarte de ropa. Si te quedó tarea para hacerla, me dices para que la terminemos rápido. ¿Está bien si preparo la cena? Haerin-ah tiene ganas de comer algo en particular" él dijo a su madre y ella tardó, pero terminó asintiendo.

"Sí, no hay problema"

"Papá, no tengo tarea" Haerin fue a él y tomó su mochila de las manos del omega. "Me cambio de ropa y te ayudo. Y después hablamos con mi papá"

El omega sólo la pudo mirar por unos momentos, terminando por sonreír sin separar los labios y asintió.

"Okay. Muchas gracias"

Y aunque él se inclinó a darle un beso en el pelo, a Haerin le dio un pequeño dolor en el corazón cuando él fue a dejar a la cocina los ingredientes que habían comprado en el camino porque ella le había dicho que tenía ganas de comer el pollo que habían comido en la casa de su abuela mamá de su otro papá.

Haerin trató de no preocuparse porque su papá le había dicho que estaban bien, por lo que fue a la habitación a dejar su mochila y cambiarse de ropa, sonriendo y olvidándose de otras cosas cuando vio sus tulipanes en el florero en la mesa frente a la ventana, oh, y las flores parecían brillar con el último sol de la tarde.

Las margaritas estaban junto a los tulipanes y Haerin se acercó a olerlos, murmurando contenta y buscó ropa para cambiarse, oh, también buscó en su cajón algún broche para sujetarse todo el pelo y se lo acomodó en la nuca cuando dejó su uniforme colgado para el otro día, con ropa de entrecasa puesta, y tomó la bolsa con sus regalos que habían dejado a un lado.

Sacó primero el espejo que se le había regalado, uno para acomodar sobre su mesita, no era grande, pero tampoco pequeño, tenía un soporte para que se sostuviera y debía armarlo, Haerin alzó la mirada en busca de alguien para mostrárselo, pero se encontró sola.

Su papá aún no venía, así que debía estar acomodando los ingredientes para la cena. Haerin tampoco creía que podía mostrárselo a su abuela, porque a ella no parecía gustarle cuando hablaba de sus otros abuelos.

Miró su espejo, que era de color naranja como los tulipanes y era como una ventana, tenía que abrir una puertita para poder ver su reflejo, era tan bonito, Haerin sólo lo había mirado, sin decir mucho, pero su papá alfa se lo había comprado, a Haerin le había gustado más que el regalo, la sonrisa que el alfa le dio cuando ella le agradeció.

Suspiró, con un pequeño puchero y quitó el plástico protector del espejo, yendo a dejarlo sobre la mesita junto a los floreros y volvió a la cama, sacando los dos peluches que también le habían obsequiado, uno su papá y otro sus abuelos. Los dejó en la cama y a esos regalos le siguieron un par más, a Haerin no sólo le gustaba tenerlos, sino también acordarse de las sonrisas que los acompañaron cuando los recibió y cuando llegó a los vestidos que le dio su otra abuela, los extendió en la cama.

Si bien su padre también le había obsequiado ropa, Haerin consideraba que el cumpleaños de su mejor amiga era una fecha que requería llevar algún vestido, su papá le había comprado algunas faldas y un cárdigan muy bonito, pero a ella le gustaban más los vestidos.

Iba a usar los zapatos que él le dio, así que ella no tuvo miedo de que él se sintiera mal por no usar sus regalos.

Observó y dudó, y aunque faltaban muchos días aún, quería tener una decisión para recibir mañana también la aprobación de Minsu, después de todo, ella le había dicho que iba a usar un vestido turquesa y Haerin quería que combinaran, no tenía que ser un color igual, pero tenía que ser un color que fueran bien juntos.

¿El rosa quizá? Era un rosa que parecía naranja, ella no sabía explicarlo, pero después lo pensó y quizá era demasiado.

¿El floreado? Era casi blanco, con apenitas un tono amarillo, como la crema. Tenía flores color turquesa y las mangas eran tan bonitas, como de princesa.

A Haerin le gustaba más. Iría bien.

Lo tomó y fue a la cocina por otra opinión, Haerin se detuvo a mitad camino porque escuchó voces. Dudó, pero avanzó, esta vez a paso más lento y escuchó a su abuela decir.

"Entonces, ¿cómo podemos nosotros saber qué hacer si cada vez que esto pasa te retraes así, Jungkook?"

Oh.

Haerin se detuvo otra vez.

"¿Y por qué tengo que explicarles cómo tienen que tratarme, mamá?" su papá le respondió. Se escuchaba triste, como si quisiera llorar. "¿Por qué tengo que explicarles y decirles lo que quiero oír, lo que espero de ustedes?"

"No es fácil" su abuela insistió. "No es fácil saber qué es lo que necesitas, qué es lo que se hace bien y qué es lo que se hace mal. Tampoco podemos estar cuidando lo que te decimos con tal de no ofenderte"

Hubo un silencio un poco asfixiante, Haerin quiso irse, no escuchar a nadie más discutir y se preguntó por qué.

¿Por qué estaban peleando? ¿Era porque ella había dicho algo malo anoche? Pero sus abuelos fueron a decirle buenas noches y no estaban enojados, entonces ¿por qué?

"Hay una diferencia" su papá dijo y su voz cayó, se oía más baja, como si le costara sacarla. "Hay una diferencia entre ofenderme con lo que dicen y sentirme herido con ello"

"Jungkook"

"Si tú sientes que cuidas las cosas que dices, yo estoy todo el tiempo cuidando qué es lo que debo callarme. Y me callo justamente porque no quiero escuchar lo que tienen para opinar, y puedo aguantarme si es a mí a quien me lo hacen. Pero no quiero que Haerin aprenda a callarse. A callarse con tal de no decir algo que no debe, a callarse cosas que otros puedan tomar mal. No quiero que le inculquen a mi hija a callarse porque ustedes no tengan algo amable para contestarle cuando les está contando algo que la emociona"

Su abuela no le contestó y quizá sí, Haerin pensó, estaban peleando por algo que ella dijo.

"Mamá" su papá dijo, en voz baja. "Yo sé que por el momento, dependo de ustedes. Sé que no voy a estar mejor en ningún otro lugar, pero tener dónde dormir, comida caliente todos los días y una forma de sustentarme, no es suficiente y es algo que hasta hace un par de meses, tú misma me has recriminado. Y no quiero estar así. Es demasiado agotador. Hace mucho, mucho tiempo que siento que esta casa no es mi hogar y ya no sé qué más hacer. Ya no sé qué va a pasar si esta convivencia se mantiene así"

Y Haerin no pudo evitarlo, se asomó apenas a la cocina, con el vestido aún en las manos, sin un rastro de sonrisa en su rostro y su papá la miró, de pronto pareciendo asustado y estaba pálido, oh, él sorbió la nariz y tragó duro, tardando en decir.

"¿Estabas acomodando lo de las bolsas, mi amor?" le preguntó y se lavó las manos, Haerin no le contestó y miró a su abuela, con los labios un poco apretados, mordiéndose la mejilla interior, aún sin decir nada.

La omega la miró con tristeza, pero de pronto Haerin ya no tuvo vista de ella porque su papá fue a pararse enfrente. Haerin lo miró a los ojos y él trató de sonreírle.

"¿Elegiste?"

Ella asintió, bajando la mirada al vestido en sus manos.

"Este con los zapatos nuevos" dijo en voz baja, cuidando de no decir algo malo y el omega asintió.

"Creo que quedará muy bonito" él le dijo. "¿Vamos y te ayudo a terminar de acomodar lo demás?"

Haerin le dio una última mirada a su abuela antes de volver con su papá a la habitación, él cerró poquito la puerta y fueron los dos a la cama de ella, donde estaban las demás cosas esparcidas, él se sentó y Haerin lo vio ponerse una mano en la panza, frotando poquito, y parecía intentar verse tranquilo, pero las manos le temblaban y Haerin se acercó a tomárselas.

Dejó el vestido en la cama y tomó las manos de su padre con las dos suyas, alzándolas para tocarse la cara con ellas, notándolas frías porque se las había lavado momentos antes.

"¿Qué pasa, mi amor?" él le preguntó y a Haerin no le gustaba.

No le gustaba que él hiciera como si nada, aunque él alguna vez le explicó que lo hacía porque si bien él había tenido una discusión, no estaba enojado con ella y no iba a hablarle mal porque él estuviera enojado con otra persona, en ese momento cuando le dijo eso, había discutido con aquel alfa, con Minhyuk, y cuando Haerin le preguntó qué pasó, él no se había mostrado enojado con ella.

Triste sí, pero nunca enojado.

Le había explicado también que los temas de adultos a ella no le deberían de preocupar, por eso tampoco nunca le hablaba de las cosas de las cuales discutía, aunque no hacía falta porque Haerin lo escuchaba a veces. A veces comprendía el tema de discusión, a veces no. Y le gustaría ser grande, le gustaría ser adulta, así su papá no estaría solo cuando discutía con alguien.

"Yo anoche me disculpé con la abuela" ella le dijo, dejando las manos del omega sobre los muslos de él, pero él no la soltó, aún acariciándole las manos con sus dedos. "¿Por qué siguen peleando...?"

"No estábamos peleando" él la consoló, pero... "¿Te disculpaste anoche?"

"Sí" Haerin asintió. "Anoche cuando me dijeron buenas noches y tú te estabas bañando, le pedí perdón a la abuela y ella me dijo que no importaba. Papá, ¿qué debo hacer si pido perdón y siguen enojados?"

"Nadie está enojado"

"Entonces, ¿por qué siguen peleando?" ella preguntó y se veía triste. "Siempre a todos lados que vamos, siempre hay alguien que discute"

Haerin alzó la mirada cuando él no le contestó y el omega había dejado de sonreír. Le sostuvo las manos de Haerin con una suya y la otra la alzó para tocarle la cara, despacito y con cariño, lo que le calmó el corazón.

"Quizá quien no hace las cosas bien soy yo" él terminó diciendo e hizo un pequeño puchero. "Tú no hiciste nada malo, mi amor. Yo quiero que tú estés tranquila, contenta y que hagas las cosas que te gustan, sin importar lo otro, ¿sí?"

"Pero" Haerin murmuró y no sabía decir. "Yo también quiero que tú estés tranquilo y contento. Y que hagas las cosas que te gustan"

Él presionó los labios y Haerin ladeó la cabeza.

"¿Qué te gusta hacer, papá?" le preguntó y Jungkook alzó las cejas, un poco tomado por sorpresa con la pregunta. "A mí me gusta leer y pasear en bicicleta. Y me gusta dibujar y jugar con Minsu, también me gusta escuchar música y ver la televisión. ¿Qué te gusta hacer a ti? Y no vale decir que te gusta que la habitación esté limpia"

Jungkook no supo qué decirle.

Haerin lo miró expectante y él lo pensó, pero ni siquiera podía idear alguna respuesta medianamente creíble, aunque implicara mentir.

Joder.

Ella fue dejando caer los hombros cuando vio que él se tardaba mucho en contestar. Le dio unos segundos más, pero él no supo qué decir. Optó por cambiar de tema, avergonzado de no saber responder una simple pregunta.

"Perdona que hayas escuchado la conversación con tu abuela" le dijo, en cambio. "Para ellos también es un poquito difícil acostumbrarse a que vivamos aquí. Sólo tratemos de no causar problemas, ¿bien?"

"No entiendo todavía por qué se enojaron" ella insistió, no pareciendo que soltaría el tema si no se le daba una respuesta concreta. "Le quería hacer ver a mi abuela mi vestido, pero es el vestido que me regaló mi otra abuela. No entiendo- oh"

Jungkook no la interrumpió al verla pensar y cuando pareció llegar a una conclusión, Haerin dijo en voz baja.

"Mi papá Taehyung a veces se pone triste cuando piensa que no me conocía antes" empezó. "¿Será que los abuelos también se ponen tristes cuando se dan cuenta que no me conocían antes? Y ahora se ponen tristes también porque tengo otros abuelos. ¿Será por eso?"

"Mh, no lo sé" Jungkook murmuró y tragó saliva. "No podemos saber"

"¿Por qué los abuelos no me conocían de antes?" ella le preguntó. "Mi papá Taehyung y mis otros abuelos no me conocían porque no sabían que yo era hija de él. Y ellos viven lejos. Pero mis abuelos sí sabían que eras mi papá. ¿Por qué no me conocían antes, papá?"

Jungkook se mordió el labio inferior.

"Porque vivíamos en casa de la mamá de Minhyuk, ¿te acuerdas?"

"¿Y no veníamos a visitar?" ella inquirió y Jungkook negó.

"No"

"¿Por qué?"

El omega dejó caer los hombros y ciertamente, estaba demasiado cansado. ¿Cómo encontrar un equilibrio entre evadir las preguntas que no quería responder y el inculcarle a su hija el pensamiento de que podía preguntarle lo que fuera? Era difícil y quizá Jungkook no terminaba de aprender a ser un buen padre, uno que pudiera generar confianza y a la vez poder mantener a su hija protegida de temas que no podría entender.

"¿Te acuerdas que una vez te dije que hay algunas cosas que son difíciles de explicar?" él le preguntó y Haerin asintió. "Esta es otra de ellas. Cuando seas más grande, te voy a responder todas las preguntas que me hagas. No es que yo no quiera responderte, mi cielo. Es que no sé cómo explicarte para que tú entiendas. Aún eres muy pequeña. No debes preocuparte de cosas así"

"Quiero ser grande" ella murmuró, con un pequeño puchero y definitivamente no era grande, porque los ojos le picaron e hizo un puchero. Las personas grandes no lloraban tan fácilmente y Haerin alzó las manos para limpiarse un ojo.

Su papá sonrió poquito y se acercó a besarle la frente.

"A mí me gusta que seas así de pequeña" le dijo y la atrajo para abrazarla, rodearla con los brazos y apretarla contra él. "Mi Haerin. Me hace muy feliz ser tu papá. ¿Sabes eso?"

"Mh" Haerin se encogió en él y le puso las manos en la panza. "¿Ya estás más calmado, papá?"

Jungkook no pudo evitar sonreír.

"Sí. Gracias"

"De nada" Haerin murmuró y alzó la mirada a él, aún tocándole la panza con las dos manos. "¿Hoy te reíste, papá? ¿Te acuerdas que al bebé le gusta que te rías?"

"Mh, creo que me reí una vez" él dijo aunque no estaba seguro. Haerin resopló.

"Yo estaba pensando nombres también" dijo y le dio unas palmaditas al cachorro en la panza de su papá para separarse, yendo a acomodar su ropa, pareciendo darse cuenta de algo de pronto. "¡Ah! Papá, ¿dónde va a dormir el bebé?"

Oh.

"Y ¿dónde vamos a guardar su ropa? ¿Cuál es la ropa que se va a poner? Porque la mía no le va a entrar. Papá, ¿qué tan chiquito va a ser?" ella se miró las manos. "¿Así?" ella empezó a dar medidas, poniendo distancia entre sus manos. "¿Cuándo va a nacer?"

Jungkook ladeó la cabeza a ella, con una sonrisa suave, sorprendiéndola cuando le tomó las mejillas y la acercó para apoyar los labios en su frente.

Haerin se quedó quieta, pero cerró los ojos, poniendo las manos en la panza de su padre otra vez.

"Falta un tiempo" él le respondió, juntando frentes con ella e inhaló profundo para llenarse de su suave aroma. Tuvo que sonreír cuando Haerin le puso las manos a él también sobre la cara y le pellizcó las mejillas.

"¿No vamos a tener el mismo cumpleaños, no?"

"No" él se rió. "Nacerá antes"

"Papá, al final nunca me dijiste si iba a ser niño o niña" Haerin mencionó, alejándose un poquito para mirarlo a los ojos. "¿Qué va a ser?"

Jungkook sintió que el corazón se le apretaba poquito.

Llevó un mechón de cabello que se había escapado del broche que le sujetaba el pelo detrás de la oreja, intentando sonreírle a Haerin.

"Será niño"

"¡Ah!" ella exclamó y a Jungkook le alivió verla sorprendida. "Un hermano. Varón"

"Mh"

"No le voy a tener que dar mi ropa" ella dijo y era algo que hacía un par de meses la había angustiado, aunque ahora parecía más tranquila con el hecho, casi parecía emocionada. "¿Qué se va a poner?" y de hecho, parecía realmente preocupada con eso.

Jungkook se rió, un poquito.

"Tenemos que ver" dijo. "Cuando tengamos un tiempo, ¿quieres acompañarme a comprar un poco de ropa?"

"Sí quiero" ella le dijo y estaba entre emocionada y consternada. "Tengo dinero, papá, así que- ah, pero entonces ya no voy a tener ahorros"

"Con que me ayudes a elegir algo lindo, es suficiente" él le dijo y quizá la vida no era tan mala, realmente no, si Jungkook podía tener a sus cachorros consigo.

Qué distinto y a la vez tan familiar podía ser esta sensación.

"Yo termino de secar, papá" Haerin le dijo, secando los platos que Jungkook había lavado de la cena, que había transcurrido en silencio, salvo por los comentarios de Haerin que los tres adultos respondían con calma para no ponerla nerviosa.

Jungkook estaba seguro de que no estaban haciendo ningún bien sólo ignorando, pero por el momento, estaba demasiado cansado.

"Gracias, mi amor" él dijo y le besó el pelo, yendo a la habitación para ya preparar la cama y terminar con el día.

Qué agotador podía ser todo a veces, Jungkook quisiera sólo poder recostarse y descansar, aunque sabía que le debía a Haerin un capítulo para leer, le debía a su cachorro un vaso de leche antes de dormir y se debía a sí mismo un momento para relajarse, quizá frotarse con un poco de crema el abdomen pero ¿dónde encontrar las energías para eso?

Ah.

"Papá, mi papá todavía no llama"

Jungkook se sobresaltó cuando escuchó la voz de Haerin.

Se giró a ella, que estaba moviendo sus peluches en su cama, yendo a buscar su pijama.

"¿Será que se olvidó?" ella divagó, buscando entre sus pijamas limpios y sacó uno de dos piezas. Haerin se giró a mirarlo, no esperando respuesta a su pregunta antes de hacer otro comentario. "Papá, estás usando tu nuevo pijama"

"Mh" él asintió y se sonrojó un poco, pues se había cambiado de ropa y había dejado de lado la ropa gastada que usaba para dormir, tomando de la mochila de viaje la camisa y pantalón de pijama que se la había obsequiado el fin de semana.

Le había dado vergüenza cuando el alfa se lo dio, pero Jungkook lo aceptó para no ofenderlo, aunque en el momento parecía tener intenciones de convertirlo en su prenda favorita.

No por la suavidad de la tela, no, no. Ni lo liviana que era o porque era lo primero en mucho tiempo que Jungkook podía estrenar, serían razones muy banales para justificar sus acciones y últimamente Jungkook estaba teniendo ciertos impulsos un tanto poéticos.

Era porque este pijama que no había usado más de una vez olía fuertemente a alguien en particular.

"Ese color te queda muy bonito, papá"

"¿Tú crees?" él le preguntó y qué poderosa podía ser la habilidad de una persona de cambiarle el humor, su efecto era latente incluso en su ausencia, porque Jungkook necesitaba un poco de consuelo y no lo encontró en otra cosa que no fuera la esencia del alfa que lo había abrazado para dormir hacía dos noches.

Y qué insulsa le parecía la cama de toda la vida cuando había conocido la cuna de aquellos brazos.

"Papá" Haerin le llamó y había tenido también el impulso de llamarlo así con cada cosa que decía. Jungkook no iba a mentir y decir que no le calentaba el corazón cuando su hija le llamaba. "Eres muy bonito, papá"

Y él se sonrojó un poco más, con una linda sonrisa, haciendo a Haerin encogerse, pero amando que el omega últimamente sonriera más.

"¿Tú crees?"

Ella asintió con la cabeza y él se acercó a besarle el pelo otra vez.

"Ve a cambiarte y a cepillarte los dientes. De seguro Taehyung hyung llamará en cualquier momento"

Y Jungkook sintió el corazón calmado cuando salió de la habitación, lo que le dio algo de valor a pesar de que escuchaba las voces de sus padres a los lejos y debía ir por su vaso de leche, las voces se callaron de a poco y tragó, pero se decidió a encararlos, aunque no llegaría a hacerlo.

El teléfono sonó y él no dudó en ir a atender, porque ¿a quién engañaba? Quería escucharlo.

Quería escuchar la voz de Taehyung y quizá, si Haerin se tardaba un poquito, podía hablar con él unos momentos, sólo para escucharlo y para decirle que lo extrañaba. Lo había visto el día anterior, pero lo extrañaba, qué difícil podía ser querer de vuelta lo que no se entregaba fácilmente.

"¿Hola?" dijo con el corazón en la mano, sintiendo un leve escalofrío en la nuca que el pijama no cubría, Jungkook aún se tapaba la mordida curando con un apósito, pero alzó su mano libre para frotarse el cuello que le picó cuando escuchó esa voz.

"Jungkook-ah"

Ah, las rodillas se le debilitaron. Jungkook se mordió el labio, teniendo que tragar saliva y murmuró despacio, tratando de sonar normal.

"Hyung" dijo y tragó, revisando a su alrededor e increíblemente, estaba solo. Haerin debía seguir en el baño, sus padres no deberían tener intenciones de interrumpirlo. "Estás llamando un poco tarde" dijo y quizá Jungkook quería disimular. "Ya le hablo a Haerin, se fue a cepillar los dientes-"

"Jungkook-ah"

Había algo extraño en su tono de voz, algo que Jungkook no podía reconocer al instante, pero que se le hacía familiar. Le preocupó, al menos un poco, porque en aquel tiempo, no recordaba que Taehyung le hubiera llamado así.

Tan...

"¿Estás bien, hyung?" inquirió y su mente trabajó rápido, intentando identificar las emociones en su voz. "¿Pasó algo?"

Y el alfa sonaba tan desesperado.

"Pensaba en ti" dijo y Jungkook se quedó callado, inmóvil en sus pies en la sala de la casa de sus padres, una noche de lunes, vistiendo las ropas que el alfa le había regalado, las ropas que olían a él, a su cama. "Y lo mucho que quiero verte"

Tan ansioso.

"No me digas nada"

¿Qué podía Jungkook decir? Estaba mudo.

"Escúchame y sólo déjame en línea para cuando Haerin vuelva. Hasta entonces...Jungkook-ah" y su voz cayó, ronca y pesada, cargada con un millón de emociones, todas variantes de una sola.

Se oía tan anhelante.

"Vuelve conmigo, Jungkook-ah"

Y quizá el corazón de Jungkook dejó de funcionar porque no podía seguir de otra manera si no era en las manos del alfa que lo llamaba.

"Vuelve conmigo" repitió. "Vuelve a ser mío. Por favor"

Y Jungkook no le pudo contestar al momento, viendo a su hija aparecerse en la sala, sus ojos de pronto brillando y acercándose rápido a él.

"¿Es mi papá? ¡Hola, papá!"

"Jungkook-ah" el alfa murmuró y se oía desesperado, aunque a la vez ansioso y muy esperanzado. "No me tienes que responder ahora"

"Taehyung hyung" Jungkook pudo sacar apenas y Haerin lo miró con curiosidad, guardando silencio al notar que el omega estaba hablando con el alfa. "Yo- uh..."

"Aceptaré cualquier respuesta que me des" el alfa le dijo y tragó saliva, su voz pareciendo vacilar al formar cada palabra. "Si aún no es el momento, si estoy siendo demasiado apresurado, si no estás seguro..."

"No" Jungkook negó y miró a Haerin, que alzó las cejas a él, aún más curiosa y el omega se sonrojó. "¿Te parece si lo hablamos...en persona? Es que yo- no esperaba...esto"

El alfa no le contestó al instante y Jungkook se atrevió a decir.

"Déjame decirte en persona" le pidió y la cara le quemó, dejando de mirar a Haerin porque ella a veces podía leer mentes y Jungkook aún tenía un poco de vergüenza.

Taehyung exhaló y su voz le acarició el alma.

"Okay" dijo, bajito. "Intentaré esperar"

"Sí" el omega trató de contenerse, de censurarse. "Haerin está aquí"

"Sí"

"Hola, papá" ella dijo alto y Jungkook tuvo que mirarla, intentando sonreír en medio del torbellino de emociones que lo estaba tragando, apurándose a despedirse del alfa, demasiado nervioso.

"Que descanses, hyung"

"Intentaré" él le respondió. "Si no te tengo, no sé qué tanto descanso pueda tener"

Y el omega sintió que la cara le ardía, teniendo la pizca de valor que requería responderle.

"Descansa" repitió. "Te veo...pronto"

¿Cómo esperar una respuesta a eso? Jungkook no se atrevió a escuchar lo que Taehyung contestaría y le dio el teléfono a Haerin, sonrojado hasta las orejas, atónito con lo que acababa de pasar y se quedó de pie, sólo regresando a la realidad cuando escuchó a Haerin decir.

"¡Papá! Hola. ¿Cómo estás? La mamá de Minsu me dijo hoy que sí podías ir con nosotros a la fiesta del sábado. Te extraño mucho. Papá, ¿qué te vas a poner?"

Oh, Dios.

Jungkook se alejó un poco de Haerin y terminó saliendo de la sala, teniendo que sostenerse el pecho con una mano porque el corazón no se le calmaba, joder, parecía querer escapársele, escapársele e ir a las manos que se estaban ofreciendo a sostenerlo.

"Jungkook-ah"

Se asustó.

Jungkook saltó del susto cuando escuchó una voz más hablarle, oh, ni siquiera recordaba el malestar que la pelea con sus padres le había causado y causaba cada vez que los encargaba y sólo miró a su papá, asintiendo a él en un saludo un poco fuera de lugar y fue a calentar un poco de leche en la estufa, aún ido, no sabiendo qué pensar.

Ah, ¿acababa de escuchar al padre de su hija, al alfa que había adorado en el pasado y del que se estaba enamorando una vez más, pedirle que regresaran?

Que volviera a él, que fuera suyo otra vez.

Oh, Dios.

Oh.

"Jungkook"

Volvió a sobresaltarse, observando que había calentado la leche demás y se apuró a apagar la estufa, quejándose en voz baja mientras pasaba la leche a una taza y se apuró a limpiar el recipiente en el que la había calentado, oh, él no lo estaba haciendo a propósito, pero parecería que estaba ignorando a quien le llamaba.

"Jeon Jungkook"

Se giró a mirar a su padre.

El alfa estaba de pie enfrente de la mesita de la cocina, donde su mamá estaba sentada, con la mirada en él.

Jungkook parpadeó, tragando saliva, encogiendo un poco los hombros, pero no se sintió cohibido con ellos, más bien con lo que estaba pensando, con la voz que sonaba en su cabeza.

Vuelve a ser mío.

Oh, Dios santo, qué alfa.

"¿Podemos hablar?" su padre le pidió y Jungkook tensó un poco los hombros, inhalando profundo, la taza estando demasiado caliente como para intentar calentarse las manos con ella. "Mientras Haerin habla con Taehyung"

Taehyung, fue lo único que Jungkook pudo tomar de las palabras de su padre.

Taehyung, qué agradable era su nombre, un nombre que venía acompañado con una cara -qué cara, Dios-, una cara que en su mente sonreía y su voz se había instalado en su cabeza.

Vuelve conmigo.

"Jungkook"

"Sí" el omega asintió y sintió que la cara le quemaba cada vez un poquito más, oh, si habría querido entibiar la leche debería habérsela acercado dos segundos a las mejillas. "Perdón"

"¿Te sientes bien?" el alfa le preguntó y Jungkook no estaba del todo consciente como para notar su intento de sonar calmado, casi con suavidad, como si quisiera evitar a toda costa una discusión.

"Sí, estoy bien" Jungkook se enderezó, bajando un segundo la mirada para recomponerse y nuevamente encarando a sus padres. "Estoy bien"

Un silencio de dos segundos se dio paso entre los tres y su padre suspiró.

"Lamento haberte hecho sentir mal" dijo, consiguiendo la mirada del omega. "Sigo siendo muy duro contigo"

Jungkook , sorprendentemente, ya no se sintió afectado.

Le dolía, sí, era su padre después de todo, pero ¿qué podía hacer él que no había hecho ya? ¿Por qué tenía que ser él el que quisiera seguir intentando cuando nunca nada de lo que hacía era razón suficiente para empezar un cambio?

"Desde hace muchos años. Siempre he sido muy duro contigo"

El omega se mantuvo impasible, tenso en los hombros, y el corazón que se le había sentido emocionado, casi pesaba demasiado y amenazaba con hacerle encorvar la postura para protegerse de salir herido.

"Nos duele" su mamá fue la que dijo y Jungkook la miró. "Y nos avergüenza, no te vamos a mentir. Ver a la familia de Taehyung siendo...como es él con Haerin y contigo" la omega hizo justicia a sus palabras y bajó la mirada un segundo, como si le apenara ver a su hijo a los ojos. "No te supimos cuidar cuando lo necesitaste. No estuvimos con Haerin la mayor parte de su vida. Es doloroso"

El omega no supo qué contestar, no sentía que debía.

¿Qué había para decir? ¿Debía consolarlos y decirle que los entendía? Que Jungkook no les resentía los años perdidos, que todo estaría bien si se olvidaran del pasado y se centraran en tener una buena convivencia en el presente y quizá así, el futuro sería más tranquilo.

Pero a veces lo más doloroso del pasado no era que no podía cambiarse, sino que podía ser recordado para siempre.

Jungkook pecaba de tener buena memoria.

"Te pedimos perdón por no-" su papá dijo pero se bloqueó, Jungkook sabía que le debía estar costando horrores disculparse y agradecía el esfuerzo, de verdad lo hacía, el alfa era una de las personas, sino era que la más, rigurosa que Jungkook había conocido en la vida.

No era agresivo, pero tampoco era alguien de quien se podía esperar un poco de cariño, razón por la que la misma Haerin se sorprendía con los inusuales gestos de acercamiento que el alfa podía hacer a con ella, no era alguien tampoco a quien se le podría confiar sentimientos vulnerables, no era alguien con quien se podía charlar por gusto o...por algo que preocupaba o inquietaba.

Jungkook podía contar con los dedos de una sola mano las veces que el alfa supo consolarlo cuando lo necesitó y si era honesto, no tres dedos bastarían para contar las veces que lo escuchó pedir perdón en todo lo que Jungkook había vivido.

Y no era suficiente.

"Por no saber sobrellevar todo esto" él suspiró pesadamente, con el rostro serio pero su voz dudaba. "Entiende que es difícil. Hace mucho tiempo...que no te tenemos en casa. Es difícil aún"

Jungkook no dijo nada, porque la última vez que dejó a la vista sus emociones a ellos dos, esperando algo, lo que fuera, se le entregó sólo silencio.

Frío, doloroso silencio.

Y una vez que abriera la boca, sabía que dejaría el alma en aquella cocina, donde recordaba haber desayunado cada mañana durante casi toda su vida escolar, donde ayudó a su madre a cocinar, a veces, con muchas protestas de por medio, había ayudado a su papá ya fuera a preparar carnada para ir a pescar o haciendo las cuentas de la casa.

Se protegió a sí mismo callando, al menos, darles la oportunidad de convencerlo de que no saldría de ese cuarto sintiéndose un poquito más roto o decepcionado.

"Mucho menos con todo lo que ha pasado de por medio" su mamá dijo y presionó los labios, Jungkook mantuvo distancia con ellos y ninguno hizo amago de acercarse. "Es que- es que aún cuesta mucho"

Y sus ojos se aguaron, ah, quizá Jungkook no era tan fuerte como querría.

La tristeza de sus padres podía seguir siendo su debilidad.

"Cuesta...verte" dijo y Jungkook dejó de mirarla, nuevamente sintiéndose avergonzado de solo existir. "Verte tan grande, Jungkook-ah. A veces te miro y- y no te puedo reconocer. Porque cuando te fuiste de casa aún eras un niño"

"Yo no me fui" Jungkook sacó, en voz baja. Tragó duro y meneó la cabeza. "Yo no me fui"

Miró a su papá a los ojos y fue el alfa quien dejó de mirarlo.

"Con aún más razón" ella señaló, en voz baja. "Eras tan joven, Jungkook-ah. Eres muy joven aún y-"

Jungkook esperó a que siguiera, pero su madre no podía. Aunque ¿para qué decir lo que los tres ya sabían?

"Hay muchas cosas en las que deberíamos mejorar" el alfa fue el que murmuró y le costaba, vaya que se notaba que le costaba. "Es un poco difícil también adaptarnos a la manera en la que estás criando a Haerin"

Y la forma en la que lo decía evidenciaba lo mucho que lo había pensado, Jungkook sólo pudo presionar los labios ante el comentario.

"Han habido momentos en los que hemos sido muy insensibles con ella y la mayoría del tiempo...aún no sé cómo tratarla" él admitió. "No sé cómo tratarte a ti. Eso no significa que no me importen"

"Pero tu trato importa" Jungkook susurró. "La forma en la que tratas a Haerin sí importa. Porque te aseguro que ella no está muy segura de si la quieres o no"

El omega se encogió.

"Yo no estoy seguro qué tanto te importo" dijo. "Yo sé y entiendo que esto...es distinto para los cuatro, pero para Haerin es...es confuso y agobiante. Puede incluso llegar a ser angustiante. Todo el camino de vuelta en tren, anoche, se la pasó diciendo que ella y yo no teníamos casa aquí. Que esta es la casa de ustedes, que nosotros sólo dormimos y comemos aquí. Y yo no tengo el descaro de contradecirla, de tratar de convencerla de que no es así. Y yo no quiero, de verdad no quiero que nos tengamos que encerrar en la habitación para mantener la paz, porque es volver al lugar de donde salí, ella no se merece eso"

"Vamos a intentar de que no sea así" su padre intentó consolarlo y Jungkook de verdad, realmente estaba agradecido con que intentara, pero esa palabra era...

Intentar. La misma palabra daba hueco a que quizá el propósito no se lograra.

"Te prometemos que estaremos más al pendiente, menos...menos distanciados de ustedes dos" la omega dijo y aún se oía triste. "Queremos seguir apoyándote en lo que se pueda hasta cuando lo necesites, queremos estar en la vida de tus cachorros. Y queremos estar contigo, Jungkook-ah"

Él se mordió el labio inferior y la leche ya se había enfriado un poco, estaba tibia, permitiendo que las palmas absorbieran la agradable calidez de la taza que sostenía.

"Hay muchas cosas que no se pueden enmendar con unas cuantas palabras y una disculpa" su padre dijo, pero Jungkook suspiró.

"Pero me hace saber que lo reconoces y quieres arreglarlo, papá"

Oh.

"A mí también me cuesta mirarme y saber que ya no tengo diecisiete, que siento que es el último año de mi vida que disfruté. Me cuesta darme cuenta que ustedes también han cambiado muchísimo" él dejó de mirarlos por un momento, pero se llenó de valor y volvió a encararlos. "Pero yo no puedo volver el tiempo y hacer las cosas bien. No haber dejado la casa y no haberme unido. No haber dejado todo. Pero eso no lo puedo cambiar y Haerin no tiene la culpa. Y no sé si la estoy criando bien o mal, pero estoy haciendo lo que puedo. Quisiera poder hacer más, quisiera poder haber hecho más, pero no pude y no puedo"

"Jungkook-ah" su mamá se levantó de la silla y fue a él, tomándole la cara con las manos, Jungkook agachó la cabeza para no mirarla y la omega le dijo bajito. "Mi pequeño"

Y es que Jungkook sabía que se estaban esforzando, claro que lo podía ver, lo podía sentir. Sabía que a sus padres les costaba acercarse y pedirle hablar, disculparse y ser honestos con él, Jungkook agradecía con todo el corazón el esfuerzo.

Pero oh, no era suficiente para un corazón ya lastimado.

Alzó la mirada a su padre, a unos metros detrás de su madre y el alfa sólo apartó la mirada, con las facciones tensas, como si contuviera el mismo dolor que Jungkook sentía ahogándolo.

Y aunque debía sentirse un poco reconfortado, Jungkook sólo estaba aliviado de que quizá, aquel momento podía ser bisagra para que las cosas cambiasen.

"Y mi papá me dijo que va a ponerse ropa linda para el sábado" Haerin dijo, no preocupada por el silencio del omega, porque él la miraba y sonreía, suave y sin mostrar los dientes, con los ojos somnolientos, pero siempre amables.

"Mh"

"¿Estás nervioso, papá?" ella preguntó, acurrucada en su cama, sólo con la luz de la lámpara junto a la cama de su papá iluminando toda la habitación.

El silencio llenó la casa y las luces estaban apagadas, Haerin sólo podía escuchar a su papá mover las sábanas para sentarse en la cama, recostándose con cuidado.

"El sábado Minsu va a conocer a mi papá" ella dijo. "Yo estoy nerviosa"

"Todo estará bien" él le aseguró y cerró los ojos para dejar salir el aire que le había tensado el torso.

Haerin lo vio acomodarse en la cama, quedándose quieto en una posición, estirando el brazo para apagar la luz, pero como siempre, preguntó antes de hacerlo.

"¿Está bien si apago?"

"Mh" ella asintió y la lámpara se apagó, la única sutil luz que entraba al cuarto era la de las farolas afuera y Haerin miró a su techo, a las estrellas que su papá omega le regaló y cerró los ojos, sonriendo poquito.

"Buenas noches, mi Haerin"

"Buenas noches, papá"

"¡Haerinie! Cada vez falta más poco" Minsu dijo y Haerin la miró. "La otra semana tenemos también el paseo con toooda la clase. Cuando vayamos a casa mi mamá también compró los bonetes para la fiesta, Haerin-ah. Me dijo que los podíamos armar tú y yo. ¡Qué emoción!"

Y Haerin asintió, terminando de colorear uno de los dibujos que tenía de tarea para no tener que hacerla en casa de Minsu y pudieran jugar y ocuparse de cosas más importantes.

"Mi papá también ayer me llevó a ver el salón cuando te fuiste de casa. Está muy lindo, Haerinie"

"Minsu-yah, ¿nosotras también podemos ir a tu casa a ayudar con las cosas para tu fiesta?"

Haerin desvió la mirada al frente cuando escuchó que alguien más se metía en su conversación.

Se sorprendió de ver a Soojin, que estaba con sus amigas en el asiento de adelante del que compartían Haerin y Minsu, porque no era donde ellas se sentaban.

Soojin se arrodilló en la silla y la miró con ojos grandes, con el pelo corto detrás de las orejas.

"¿Podemos?"

"Sólo Haerin-ah me ayuda porque ella es mi mejor amiga" Minsu le dijo y no se lo dijo por mala, sino porque era verdad.

Minsu se llevaba bien con todos los niños del salón, era siempre muy buena con todos y todos la querían. A veces, antes, la había puesto triste saber que no era la única amiga de su mejor amiga, pero ahora que era más grande, entendía que las cosas que Minsu y ella hacían, sólo las hacían juntas, nadie más.

No importaba mucho que ella le hablara a Soojin.

"Ow" Soojin hizo pucheros y miró a Haerin, que se quedó callada mientras ellas dos terminaban de hablar para volver a lo suyo. Soojin se enderezó. "No es justo, Haerin-ah te ayuda siempre sólo porque siempre tu mamá la lleva a tu casa"

"¿Y eso qué importa?"

"Siempre está en tu casa" Soojin dijo y miró a Haerin. "¿Tú no tienes casa, Haerin-ah?"

Haerin sólo apretó los labios, no diciéndole nada porque no quería pelear.

Había tenido días lindos y las cosas que Soojin decía no importaban porque ella era tonta.

Haerin, sin embargo, no diría eso en voz alta.

"Dices cosas tontas, Soojin-ah" Minsu dijo y Haerin la miró, apretando los labios un poco más para esconder una sonrisa, pero terminó riéndose.

A Soojin no le gustó.

"Claro que no tienes casa, si no tienes papá tampoco" ella dijo y Haerin dejó de reírse, un poco nerviosa. "Al menos mi papá está conmigo todos los días en mi casa, no como el tuyo"

Haerin se quedó callada.

Miró a Minsu, pues si bien Haerin hablaba mucho sobre su padre alfa, sólo se lo decía a ella y a algunas de sus otras amigas cuando les contó lo que hicieron el fin de semana, los regalos que le hicieron, todo.

Haerin tampoco podía saber que Soojin no estaba hablando de específicamente su verdadero papá alfa.

"A ti no te importa" Haerin le dijo, un poco ceñuda. "Yo no te dije nada. Estás siendo mala conmigo y yo no te dije nada"

Soojin se tensó, frunciendo las cejas hacia ella.

"Entonces no te rías de mí" Soojin le dijo, alzando un poco la voz. "Siempre dices que no haces nada pero también eres mala conmigo y con Chaennie y Miyah"

"Mi mamá" Miyah dijo y ella a veces podía ser más mala que Soojin, "dice que Haerin-ah es así de mala porque tiene papá omega"

Oh.

Haerin sólo la miró, apretando su lápiz de color en su mano.

"Y que su papá que está en el ejército es malo también"

"Ese señor no es mi papá" Haerin replicó, lo único que sintió que debía replicar.

Lo dijo quizá en voz muy alta, porque llamó mucho la atención y miró a Miyah a los ojos, ya definitivamente enojada.

"Mi papá omega es muy bueno y ustedes no saben nada. Y mi papá alfa es el mejor papá. Él vive en otro lado y no lo conocen. Ustedes no saben nada. Nadie les está diciendo nada y están peleando por nada"

"¿Tiene tres papás?" Chaennie preguntó en voz baja, del otro lado de Soojin y Haerin resopló.

"No te importa" le dijo, no haciendo caso a Minsu cuando ella le tomó del brazo y Haerin no se había dado cuenta que se había puesto de pie para mirarlas un poco más alta. "No les importa así que no se metan"

"Tienes dos papás alfas" Chaennie susurró, escandalizada y Haerin casi le gruñó.

Oh.

"O sea ¿que su papá omega tiene dos alfas?" Miyah dijo y quedó con la boca abierta. "Mi mamá dice que los omegas así son-"

Pero ella no terminó de decir porque Haerin le lanzó el lápiz que tenía en la mano y hubo un segundo de silencio antes de que Miyah dejara salir un grito.

Haerin parpadeó y la vio llorar, cubriéndose el ojo izquierdo con las manos, oh, Minsu a su lado la llamó pero Haerin no podía reconocer nada de lo que se decía, sólo veía a Miyah llorar y ella también tuvo ganas de llorar.

Ay, no.

Cuando a Jungkook lo llamaron al trabajo de la escuela de Haerin, no sabía qué esperarse.

Si bien lo habían citado varias veces, jamás fue una llamada para pedirle que fuera a buscar a su hija, por lo que le preocupó y sabía que iba a perder el día en la panadería, pero no lo pensó dos veces cuando pidió que se lo supliera y fue a buscar a Haerin.

Y realmente le sorprendió cuando le dijeron que había agredido físicamente a una compañera y aunque Haerin quiso explicarse llorando, Jungkook le pidió que se calmara y preocupado y tenso, supo lo que había pasado.

"Pero siempre me dicen cosas malas y yo les digo que a ellas no les importa, pero me siguen diciendo cosas que no quiero" Haerin explicó desesperada y Jungkook había querido abrazarla para calmarla, pero el director de la escuela, un alfa bastante mayor, la miraba serio y Jungkook no había sabido reaccionar.

Habían empezado el día bien, su padre los había llevado a Haerin a la escuela y a Jungkook al trabajo, ella había estado contenta hasta el último momento en el que la vio y-

"Jungkook-ssi" el alfa lo llamó y Jungkook tragó. "Creo que comprende que Haerin tiene actitudes que debe corregir y que esto no se va a dejar pasar"

Y Haerin agachó mucho la cabeza, apretando sus manos entre sí.

"Pensaremos un castigo acorde a sus acciones y esperemos contar con usted" el alfa dijo. "Sé que el padre de Haerin está en el ejército y que puede serle difícil, pero es necesario que se involucren más con la niña"

"Sí" el omega dijo y Haerin alzó la mirada a él, un poco confundida.

"Papá"

"Ahora no, Haerin-ah" él le dijo y Haerin lo miró casi indignada, porque él no estaba corrigiendo al director, no le estaba diciendo que ese alfa no era su padre. "Otra vez, le pido una disculpa" el omega dijo, en voz baja y Haerin casi se sintió traicionada, pues él no estaba defendiéndola, sólo aceptando la culpa y disculpándose.

Haerin sintió que los ojos le ardían, pero no dijo nada más.

"Hablaré con Haerin y si es necesario, nos vamos a reunir con la mamá de Miyah y ella"

Haerin no dijo nada desde que salieron de la oficina del director, ni en el camino a casa, porque su papá pidió retirarla antes de que terminara el día en la escuela. Fueron en silencio, pero con él sujetándole de la mano y Haerin no podía evitar mirarlo de vez en cuando, no conteniéndose más.

"¿Estás enojado?" inquirió despacito, tratando de no hacerlo enojar más y cuando él la miró, Haerin se encogió. "No te enojes"

"No puedes esperar que me ponga contento lo que pasó, Haerin"

Ella hizo pucheros y los ojos volvieron a amenazar con inundarse de lágrimas.

"Pero ellas empezaron"

"Pero tú no tenías que reaccionar así" él dijo y aunque no sonaba enojado, tampoco era amable. "Hablaremos cuando lleguemos a la casa"

Pero Haerin dejó de caminar y le soltó la mano.

Jungkook se giró a mirarla y qué voluble era la vida.

Qué cambiante podría ser, porque él hacía un par de horas, sólo estaba pensando en lo que haría el fin de semana, con las palabras que se le habían dedicado constantemente repitiéndose en su mente, de buen humor y en todo momento con el corazón levemente acelerado y una sonrisa sutil en los labios.

En el momento, Jungkook sólo podía pensar en qué estaba haciendo mal al criar a su hija como para que ella estuviera peleando con sus compañeras en la escuela.

La miraba y le angustiaba verla tan triste, pero tampoco era correcto pasar por encima el incidente, mucho menos si éste había provocado que la llevasen a la oficina del director.

Jungkook la entendía y le dolía, su hija era una niña muy inteligente y capaz, resaltaba académicamente y era bastante participativa, pero socialmente había cosas de las que carecía. Era muy sensible a la mínima provocación y aunque en el último año se había apaciguado un poco, sus emociones seguían igual de fuertes y a veces le costaba controlarlas.

Haerin no buscaría problemas por su cuenta, Jungkook sabía, pero cuando la incitaban o presionaban a que respondiera, era difícil que no lo hiciera.

Sin embargo, nunca había llegado al punto de lastimar a alguien.

"No me escuchas y no me preguntas qué pasó. Miyah miente también, yo no le pegué. Yo sólo tiré el lápiz"

"Se lo tiraste a la cara"

"Porque ella estaba diciéndome cosas malas de ti" Haerin le respondió, con el rostro fruncido. Estaban a unas cuadras de la casa de sus abuelos y Haerin golpeó los pies en el suelo. "Y a mí no me gusta que digan esas cosas"

"Haerin, pero no puedes reaccionar así"

"A ella no le importa" Haerin se defendió. "Le dije que se callara porque a ella no le importa y no sabe nada, pero siguió diciendo cosas"

"Haerin"

"Y tú no me defiendes cuando yo te defiendo" ella le respondió y las lágrimas cayeron. "Eres malo. Siempre te pones de lado de los otros y no de mí"

"Haerin-ah" Jungkook trató de mantener la calma e inhaló profundo, con una mano en su vientre y la otra al aire, señalando a Haerin que mantenga la voz baja. "Vamos a la casa y hablamos ahí. Los abuelos no están, así que podemos hablar tranquilos hasta que vengan"

"¿Le vas a decir a mi papá?" ella le preguntó y presionó los labios tan fuertes que los pucheros se intensificaron. "No le digas a mi papá"

Jungkook suspiró.

"Vamos a la casa, nos calmamos los dos y hablamos tranquilos"

"No quiero que le digas a mi papá" Haerin replicó, al borde del llanto. "No quiero que se enoje conmigo. Tú estás enojado, no quiero que él también se enoje"

El omega miró hacia arriba, al cielo despejado de un bonito día de abril, pidiendo paciencia a donde fuera que llegaran sus pensamientos y cerró un momento los ojos, regresando la mirada a Haerin.

"Haerin-ah, mi amor" él le pidió. "Vamos a la casa, ¿sí? Estoy muy cansado y muy nervioso. Si te pones así, no vamos a poder hablar y resolver"

"No quiero hablar nada" ella le dijo. "No quiero que le hables a mi papá. Porque se va a enojar conmigo porque me dijo que tengo que ser buena. Y si me porto mal no me va a querer porque él piensa que soy buena"

"Vamos a la casa"

"No le digas a mi papá"

"Haerin" el omega dijo, casi entre dientes y ella se calló. "No quiero enojarme de verdad. Vamos a la casa"

Y ella sólo lo miró, sintiéndose más traicionada, caminando a donde ella sabía que era la casa de sus abuelos y se cruzó de brazos cuando él le quiso tomar de la mano, caminando dos pasos delante de él y lo escuchó suspirar.

"Eres malo conmigo" ella le dijo. "Yo sólo te defiendo y tú no haces nada"

¿Podía ponerse peor? Jungkook no debió haberse hecho esa pregunta porque cuando abrió los portones para que Haerin pasara a la casa, él no alcanzó a hacerlo también porque escuchó que le llamaban.

"Jungkook"

Joder.

Ya irritado y con demasiada angustia encima, propia y de Haerin, el omega se giró y el color le dejó el rostro.

"Dios santo, niño, hace semanas que no sé nada de ti" la madre de Minhyuk le dijo y se acercó a él, Jungkook no podía saber y tampoco quería preguntar cómo supo ella que iba a estar ahí a aquella hora, siendo que era temprano a comparación con el horario normal al que volvía a la casa. "¿Dónde está Haerin? ¡Haerin!"

"¿Qué hace aquí?" Jungkook le preguntó y no se dio cuenta que quizá estaba siendo grosero.

Estaba demasiado cansado. Apenas era martes.

La omega lo miró sorprendida, pero ladeó la cabeza, diciendo con las cejas alzadas.

"Vine a ver a mi yerno y a mi nieta. Y saber de mi nieto" ella dijo. "¿Pasamos?"

Jungkook apretó su mano en el portón.

"No es un buen momento" él dijo y miró hacia atrás, a Haerin que estaba a unos pasos de él, mirándolo con miedo.

Oh.

"Es muy temprano para que estés en la casa, igual que Haerin" la omega comentó y se asomó en el pequeño espacio que la figura del omega dejaba para entrever hacia adentro de la casa. "Haerin-ah. Ven a saludar"

Y Jungkook vio a Haerin volver a golpear los pies en el suelo y salir corriendo, sin decir nada más, pero no llegó muy lejos porque la puerta de la casa estaba asegurada y Jungkook tenía las llaves en las manos.

"Pero- ¿qué le pasa a esta niña?" la madre de Minhyuk dijo y Jungkook se giró a ella, oh, joder, necesitaba un descanso.

Dos minutos. Sólo dos.

Se conformaría con uno.

"No es un buen momento" él repitió, tratando de tener paciencia aunque ya no sabía de dónde la estaba sacando.

La madre de Minhyuk lo miró por unos momentos y dijo sin más.

"Me llamaron del cuartel de Minshyuk esta mañana" ella dijo, haciendo a Jungkook palidecer. "Me dijeron que no se ha estado sintiendo bien y que lo dejaron ir por unos días para que se recuperase. Según lo que le dijo el doctor, enfermó por un lazo roto"

Oh.

Jungkook la miró sorprendido y encogió los hombros, buscando esconderse el cuello y ella notó el gesto.

"A ti te veo bien" le dijo, frunciendo un poco las cejas. "Y no lo he querido creer pero he escuchado algunas cosas de ti, Jungkook-ah"

"Tengo muchas cosas de las que ocuparme" Jungkook le dijo y definitivamente, ya no le quedaba paciencia. "Todo lo que quiere preguntarme, se lo puede preguntar a Minhyuk y le aseguro que él sabrá mejor que yo explicarle todo"

"¿Te has dejado marcar por otro alfa?" ella le preguntó directamente y Jungkook se tensó. "¿Es por eso que no te veo afectado? No lo quiero creer, Jungkook-ah. ¿Te trajiste a los hijos de Minhyuk contigo y estás viéndote con otro alfa? ¿Es verdad?"

"Papá, quiero entrar"

Jungkook no dejó de mirar a la madre de Minhyuk ni siquiera cuando escuchó a Haerin llamarlo.

"Papá"

"Eunchae me dijo de quién se trata, pero no le creí. Vengo a que me lo digas en la cara"

"Yo no tengo nada que aclararle" Jungkook murmuró. "Si tiene preguntas, hágaselas a Minhyuk"

"Se te dio un techo" ella le dijo y el omega aferró la mano al portón, con las facciones tensas y los ojos un poco húmedos. "Se te dio protección y se te dio sustento. ¿Y ahora quieres dejar a la familia que te dio todo? No te voy a permitir que me alejes de mis nietos"

"Usted no es mi abuela"

Jungkook miró a Haerin cuando ella dijo y la madre de Minhyuk intentó espiar también dentro del patio de la casa, pero el omega no le permitió acercarse.

"No es mi abuela y no la quiero ver más. Ese señor no es mi papá y no lo quiero ver más. Papá, quiero entrar a la casa"

"¿Qué está diciendo, Jungkook?"

El omega la miró y oh, Dios.

Treinta segundos. Con treinta segundos se conformaría.

"Lo que me recrimina a mí" dijo y quería llorar. Estaba frustrado y cansado. "Lo que quiera preguntarme, lo que quiera saber, se lo puede preguntar a Minhyuk. Si quiere ver a su nieto, será cuando Minhyuk tenga la madurez de hablar civilizadamente y entonces llegaremos a un acuerdo. Hasta entonces, manténgase como ha venido hasta ahora. Lejos de nosotros"

Y la omega lo miró atónita, Jungkook no quiso lidiar más con ella y cerró el portón, viendo a Haerin a unos metros detrás suyo y él se acercó, mirándola a los ojos, poniéndole las manos en la cara.

No le dijo nada y la soltó para caminar a la entrada de la casa, abriendo la puerta y dejándola pasar primero, oh, Haerin se calmó, al menos un poco, cuando lo vio a él, sonrojado furiosamente en la nariz y las mejillas, con pequeñas lágrimas cayendo.

"Papá"

"Ve a cambiarte" él le dijo. "Te prepararé algo para almorzar"

Y ella sólo lo miró, sintiéndose mal de repente por todo el problema que había causado, pero su papá no le devolvió la mirada.

Oh, no.

Taehyung sonrió.

"Me gustaría resolver sus dudas" él dijo. "Pero no quiero"

Y disfrutó un poco quizá el quejido que sus compañeros de trabajo espetaron, ah, Taehyung sólo tomó el pequeño vaso del que había estado bebiendo, el cual estaba nuevamente lleno y bebió, agradeciendo a Yoongi cuando el omega le pasó una servilleta porque el alfa se había volcado unas gotitas.

Si bien no era el plan más adecuado salir un martes después de la oficina, Taehyung aceptó porque era el cumpleaños de Mari, quien tenía un bonete violeta en la cabeza y aunque Taehyung le había comprado un regalo de cumpleaños -unos lentes de sol que había conseguido durante el descanso en una de las tiendas cercanas a la oficina- había aceptado la invitación de venir a cenar para celebrar.

Hacía mucho que no se reunía con ellos y quizá sería una buena distracción, porque últimamente estaba pensando tanto y necesitaba un poco de realidad para no perderse en pensamientos.

En su imaginación. Qué lugar peligroso.

Ahora esperaba a que fueran las ocho y algo, casi nueve para llamar a Haerin, saludarla, preguntarle qué tal había ido su día, si tenía la oportunidad, hablar con Jungkook.

Escuchar su voz, preguntarle cómo se sentía. Si había pensado en lo que Taehyung le había sugerido la noche anterior.

Quizá no mencionarlo y dejarlo para cuando fueran a verse.

Quizá no querría mantener el suspenso y le daba una respuesta en el momento.

¿Quizá?

Taehyung lo pensó mucho y quería dejar de hacerlo, distraerse saliendo con sus amigos era buena idea, además que le dejaba mantener la relación estrecha que tenía con ellos. Yoongi había venido igualmente y actuaba como siempre, con la sonrisa sutil en la boca, las infaltables muecas para expresar sus opiniones y siempre llenando los vasos de la gente a su alrededor, después de todo, él solía pagar las bebidas cuando Taehyung iba y en el momento, el alfa estaba sentado a su derecha, girándose a mirar a Mari cuando ella dijo.

"Taehyung-ah" dijo y él alzó las cejas, invitándola a continuar. "Si tienes una hija, esa hija tiene madre"

"Padre" él la corrigió, ya sin pena, aunque se privaría de dar detalles.

Mari parpadeó y ya parecía un poco borracha.

"¿Un omega?"

"Obviamente" Hasung dijo y la miró como si hubiese dicho una tontería. "A Taehyung hyung le gustan los omegas varones"

Taehyung resopló, con las mejillas rojas.

"Yoongi hyung" el alfa llamó y el omega lo miró, con una ceja arriba. "Haz que dejen de preguntar por favor" pidió con cierto deje de diversión, pero Yoongi se lo tomó muy a pecho.

El omega sólo desvió la mirada a Mari y ella hizo pucheros, dejando el tema ahí, y la cena continuó banal y agradable, Taehyung se la pasó hablando con Yoongi de todo y nada y por un momento, las cosas estaban bien.

Quizá.

"Ya vuelvo" él dijo y dejó la mesa sin que le preguntaran qué iría a hacer, Taehyung sólo se alejó de los demás y caminó hasta donde había visto un teléfono público en el bar, lejos del bullicio y el corazón le latió fuerte, oh, qué nervios, el alfa marcó el número de la casa de los padres de Jungkook y esperó.

El corazón ansioso podía ser a causa de muchas cosas, Taehyung no podía identificar bien a qué, pues los lazos que había forjado estaban tan lejos y los extrañaba tanto.

"¿Hola?"

Oh, Taehyung dejó de respirar.

"Hola, Jungkook-ah" dijo con la voz ronca y se la aclaró, el alfa estaba un poco mareado, tuvo que tragar para poder decir más. "¿Cómo estás?"

El silencio de dos segundos que Jungkook le dio no le preocupó, pero sí que sintió que algo no estaba bien cuando suspiró y su voz se escuchó triste al decir.

"Un poco cansado" dijo y se escuchaba triste, Taehyung dejó de sonreír y frunció un poco el ceño, no tardando en responder.

"¿Qué pasó?" inquirió. "¿Pasó algo?"

El omega dudó, pero terminó diciendo sin más.

"Haerin se peleó con una compañera en la escuela hoy" dijo y Taehyung alzó las cejas. "Le lanzó un lápiz a la cara y le lastimó en un ojo. La niña está bien, pero...no sé. Ha sido un día largo"

No supo qué decir, Taehyung inhaló profundo y-

"¿Está Haerin ahí?"

"No" Jungkook negó, "terminó de comer y se fue a preparar para dormir, no quiere hablar. Piensa que te vas a enojar con ella"

"¿Puedes decirle que quiero hablar con ella?" él le pidió y el omega sólo se lo concedió, pronto el alfa sintió que dejaba el teléfono y pasó un rato, uno o dos minutos en los que Taehyung pensó un poco qué hacer o qué decir y cuando Jungkook regresó, no había encontrado algo adecuado para decir.

"No quiere, está acostada" el omega dijo y definitivamente, se oía cansado. "Perdón, hyung"

"¿Qué es lo que pasó exactamente, Jungkook-ah?" él preguntó, confundido.

"Sé que esta compañera, Miyah, no es amiga de Haerin, según sé, no suelen hablar mucho" él murmuró. "Pero estaban hablando de la fiesta de Minsu, y debió pasar algo, y esta niña...le dijo cosas a Haerin y ella se enojó. No sé por qué hizo lo que hizo. Sí suele discutir cuando algo no le gusta, y responde si la provocan, pero ella no- nunca ha reaccionado así. No sé qué hacer. No quiere ir a la escuela mañana tampoco y no sé si debo dejarla faltar o llevarla. No sé qué debo hacer"

Taehyung lo pensó un poco más y terminó por decir, un tanto serio.

"Ve otra vez y dile que quiero que hablemos"

"No quiere"

"Yo sé que no quiere" él asintió. "Pero tiene que"

"No voy a obligarla a hacer algo que no quiere" el omega le replicó, en voz baja. Taehyung presionó los labios y Jungkook siguió diciendo. "Perdón por preocuparte. Veré cómo resuelvo esto...perdón que no puedas hablar con ella, en verdad no se siente bien"

"Yo entiendo" Taehyung dijo y trataba de sonar calmado. "Pero...no lo sé. No creo que esté bien dejarla sentirse mal y esperar que se le pase"

Jungkook no le contestó, al menos, no al instante.

"Yo sé que no quiere" repitió. "Pero quiero escucharla decirme qué pasó. Y ver cómo podemos resolver esto los tres, no sólo tú. Ella también tiene que aprender que lo que hace trae consecuencias, y tú y yo tenemos que...quiero decir, yo quiero aprender qué debo hacer para evitar que estas cosas vuelvan a pasar. A que si pasan, ella sepa que puede hablar conmigo sin miedo"

El omega guardó silencio y volvió a suspirar, esta vez temblorosamente.

"Quiero dejarla tranquila por hoy" él murmuró y Taehyung dejó caer los hombros. "Dejémosla tranquila por hoy. Mañana cuando esté más calmada..."

"No creo que eso sea lo correcto, Jungkook-ah"

"No la voy a obligar" el omega le repitió y se escuchaba cada vez más nervioso. "No se siente bien y no quiero angustiarla más. Sólo dale un tiempo"

"Jungkook" Taehyung llamó. "Si espero a que ella se sienta más tranquila para hablar, pensará entonces que no puede hablarme cuando está triste, que no puede contar conmigo cuando siente así y no quiero que se acostumbre a consolarse sola cuando eso lo podemos hacer tú o yo"

"No la voy a traer hasta aquí, Taehyung hyung" el omega replicó y se oía serio. "No sé qué pienses que es....que es lo que pasa cuando Haerin se siente mal, pero créeme que insistirle y obligarla lo va a hacer peor. Estoy yo aquí consolándola, no te preocupes. Cuando se sienta mejor, van a poder hablar. Ahora no. No me insistas"

¿Qué tan diferente podían ser dos puntos de vista en algo tan vital como la crianza de un hijo? Taehyung sabía que él no tenía mucho que decir, porque no gozaba de experiencia.

Jungkook había criado solo a Haerin por ocho años, nadie la conocía mejor que él, el alfa no dudaba que él sabía qué hacer y qué no cuando se trataba de ella.

Pero Taehyung también era su padre. ¿Cómo ejercer ese rol si se limitaba tanto en lo que podía intervenir?

"Jungkook" él dijo y Jungkook se quedó callado, el alfa aún lo escuchaba respirar y sabía que él tampoco se sentía bien. Qué doloroso era, realmente. "Yo sé y te entiendo, que a Haerin la has cuidado toda tu vida solo. Eres tú quien incluso ahora, está con ella y de seguro fue a ti a quien llamaron, fuiste tú quien fue por ella y quien ha estado todo el día con ella. Pero entiende mi punto, por favor. Es mi hija también. Y sé que no hay mucho que yo vaya a hacer ahora, desde aquí. Quizá puede que incluso no llegue a hacer nada. Pero Haerin es mi hija y- ¿por qué no me llamaron en cuanto pasó? Tienes el número de mi oficina, deberías haberme llamado. No habría podido hacer nada, pero..."

Taehyung dejó de decir y se pasó una mano por el pelo, dejando los dedos ahí, entre los mechones de los que tiró ante la frustración.

"¿Por qué no me llamaste antes?"

"No-" Jungkook no supo qué decir hasta momentos después. "N-no se me ocurrió. No lo sé. Lo siento"

Oh, Dios.

"Dile a Haerin que quiero hablar con ella, pero que por hoy la dejo tranquila" repitió, pero no se sentía bien. "Dile que la quiero y que quiero que me cuente qué pasó. Que no la voy a querer menos si me dice"

"Okay" Jungkook susurró y oh, su voz derrotada dolió. "Lamento que- que llames y que tenga que darte estas noticias. Estábamos viniendo bien, ella estaba contenta esta mañana"

El alfa no le supo contestar y Jungkook volvió a decir, más ansioso esta vez.

"Te aseguro que en unos días se le pasará" murmuró. "Ella no es mala. Sólo no-"

"Jungkook" Taehyung dijo y la garganta le dolía. "No me tienes que recordar eso, tranquilo. Lo que sí...lo que sí no me sienta bien es tomar esto como que se le pasará en unos días. Eso no está bien. Se le pasará pero en unos meses volverá a suceder algo parecido y ella lo dejará así porque 'en algún momento pasará'. No está bien, Jungkook-ah. ¿Podemos coincidir con eso?"

Jungkook no le contestó y a Taehyung le dolió el corazón.

"Intenten descansar" le pidió. "¿Te parece si mañana los llamo antes de que se vayan a la escuela? ¿A qué hora suelen salir?"

"No voy a llevar a la escuela mañana a Haerin, Taehyung hyung"

El alfa se tensó, suspirando de frustración y Jungkook se apuró a decir.

"Descansa" él le dijo. "Perdona...que hayas dejado tu fiesta por llamar"

"¿Eh?" Taehyung soltó sin pensar, un poco tenso y el omega bajó aún más la voz cuando respondió.

"Perdón" dijo. "Es que- escucho música y voces de fondo. Perdona si estabas...con gente"

Oh.

"Veré cómo se despierta Haerin mañana. La llevaré al trabajo conmigo y si quiere llamarte, le marcaré el número de tu oficina"

"Okay"

"Buenas noches, hyung"

Taehyung tuvo que ponerse la mano en el pecho, sintiendo que dolía, optando por responder.

"Buenas noches, Jungkook-ah"

Y aunque tuvo que volver a la celebración, Taehyung se fue mucho antes de lo que había planeado, inseguro de qué hacer, qué pensar y muy, muy lejos de él, cuando Jungkook colgó el teléfono y amagó volver a la habitación, se encontró con la mirada de Haerin que estaba espiando a la sala.

Tenía los ojos llorosos y-

"¿Peleaste con mi papá por mi culpa?" le preguntó y Jungkook sintió que el estómago se le revolvía. "¿Está enojado? No le tenías que contar. ¿Por qué le contaste?"

Y ella simplemente se fue, Jungkook alzó la mirada al techo y le pidió a lo que fuera que estaba empeñado con él, que lo dejara en paz por treinta segundos.

Se conformaría con veinte.

El viernes en la tarde, Haerin mantuvo la cabeza abajo en la salida del colegio.

"¡Haerin-ah!" Minsu la llamó y Haerin tuvo que mirarla cuando Minsu se paró frente a ella, con la mirada rara, entre nerviosa y triste. Haerin se encogió y Minsu sonrió, aunque parecía de mentira.

"No te olvides de llevar mañana los adornos que te di para hacer" ella le dijo y Haerin alzó la mirada a la mamá de Minsu cuando la omega se paró junto a su hija, aún en la entrada de la escuela, pues su abuelo aún no había llegado a buscarla y Haerin sabía que no debía salir a la acera sola.

La mamá de Minsu ladeó la cabeza a ella.

"Te esperamos mañana, Haerin-ah" dijo y se escuchaba amable, ella se había comportado amable el día anterior cuando la saludó y ese mismo viernes a la entrada cuando su papá la trajo.

El miércoles había faltado y había ido al trabajo con su papá, que aún parecía serio con ella, aunque le tomaba la mano, le hacía el desayuno y le besaba el pelo como siempre.

A Haerin le dolía el corazón la mirada de su papá, que no se había centrado en ella los últimos días.

El jueves, el día anterior, a Haerin y a Miyah las llevaron a la sala de profesores y Haerin tuvo que disculparse, porque ya no quería hacer más problemas y porque quería que la dejaran en paz, pero Miyah no se disculpó por las cosas que le dijo y Haerin no dijo nada porque, otra vez, ya no quería problemas.

También, su papá, su papá alfa, había llamado muchas veces, pero a Haerin le daba vergüenza hablar con él. Se acercó a sólo decirle hola cuando su papá omega atendía las llamadas pero no se quedaba a hablar con él, lo que le hacía doler el corazón, pero...

Haerin no sabía cómo era él cuando estaba enojado y no quería saber. Quería que pasaran unos días para que él se olvidara de que ella se había portado mal y después todo iba a ser como siempre, ella no quería que él se enojara, y no quería verlo enojado. No quería conocer cómo era él cuando estaba enojado.

Y quizá...

"Ah, ya quiero conocer a tu papá. Es algo y guapo, ¿no?" la mamá de Minsu dijo y Haerin la miró, mirando a Minsu después cuando ella se rió. Haerin quiso reír también. "¿Será que querrá ayudar a servir las bebidas?"

Y Haerin quiso sonreír, pero bajó la mirada, un poco triste.

"Llega temprano, no te olvides" Minsu le dijo y Haerin recibió el abrazo que su amiga se acercó a darle.

"¿Viene tu papá, Haerin-ah?"

"Mi abuelo" ella le dijo y se separó de Minsu. "Hasta mañana, Minsu-yah"

"No te olvides"

"Nou"

Y Haerin la saludó con la mano, perdiendo la pequeña sonrisa que le había curvado los labios y volvió a bajar la cabeza, distraída y fallando en preocuparse por la tardanza de su abuelo.

"Haerin-ah, ven adentro hasta que vengan por ti"

"Okay~" ella murmuró y entró al colegio a esperar porque ya casi todos se habían ido, Haerin se sentó en una de las bancas cerca de la entrada y movió los pies en el aire, con la mochila en el regazo, jugando con los llaveros enganchados en los cierres mientras esperaban.

"Haerin-ah"

Oh.

Haerin alzó la cabeza y volteó, rápido, muy rápido que el cuello le dolió.

Se puso de pie y la mochila se le resbaló, oh, al principio no lo conoció y después-

"Hola, mi amor" su papá le dijo y Haerin sintió los ojos arderle, dejó la mochila en el suelo y se acercó a abrazar al alfa, pero se detuvo enfrente de él, mirándolo con ojos grandes y él se agachó a rodearla con los brazos y alzarla, oh, Dios, Haerin le rodeó el cuello con los brazos y se aferró a él.

Taehyung miró a un lado a la maestra que lo había dejado pasar y ella le sonrió suavemente.

"El papá de Haerin nos dejó constancia de que sólo sus abuelos pueden retirarla, así que mejor es si me aseguro si tengo permiso de dejarla ir con usted, ¿sí? ¿Me acompaña un momento?"

Él asintió con la cabeza y separó a Haerin un poco para mirarla a la cara, oh, ella se la tapó con las manos, no queriendo mirarlo y Taehyung la dejó sobre el suelo, tomándole las muñecas e inclinándose a mirarla.

Haerin espió entre sus dedos y terminó quitando de a poquito las manos, con los ojos llorosos, recibiendo el beso que el alfa se acercó a darle en la frente.

"Te he extrañado mucho, mi amor" él le dijo y Haerin volvió a abrazarlo, esta vez apoyando el rostro en su torso y él le acarició el pelo, frotándole la espalda para reconfortarla. "Tomemos tu mochila y cuando nos dejen ir, vamos a buscar a tu papá del trabajo. ¿Te parece bien?"

Y Haerin lo miró, no sabiendo si él no estaba enojado porque no se acordaba, no sabiendo si él sí estaba enojado y sólo fingía que no, o estaba enojado y como su papá omega, no la iba a tratar mal.

¿Qué era? No sabía. Pero su corazón que había dolido mucho se calmó poquito y se relajó cuando él volvió a besarle la frente.

"Vamos" él murmuró. "Estoy aquí"

Y ojalá se quedara para siempre.

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