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La omega le gruñó.
"Taehyung dijo que Jungkook-ssi no puede beber. Guarda eso" ella le dijo seria y su alfa dejó caer los hombros en derrota, regresando la botella de vino que había sacado de uno de sus estantes destinados a almacenar las botellas que había acostumbrado a coleccionar.
De pronto se quedaron los dos callados y la omega alzó las manos para cubrirse la cara, más bien la boca, como si se callara de decir algo que finalmente terminó diciendo.
"No puede ser, son nuestros últimos minutos sin ser abuelos"
"Ah" el alfa dijo y respiró profundo. "Empezamos a ser abuelos hace unos nueve años"
"Dios mío" ella dijo y mantuvo las manos en su boca. "Taehyung era un niño hace nueve años"
"Por lo que sabemos, el omega también" él mencionó, sin ninguna intención maliciosa y ella dejó de mirarlo, luciendo algo acongojada, bajando la mano de su boca a su pecho, sosteniéndoselo como si le doliera.
El alfa la miró y ella no había dicho mucho sobre el omega aunque Taehyung les había hablado de él, ellos sólo lo conocían por historias y por el desastre que había sido de Taehyung cuando terminaron esa relación. Se habían centrado más en la existencia de su nieta que en la persona que la había dado a luz, si bien él sí había acostumbrado a preguntarle por aquel omega cada vez que Taehyung les comentaba sobre Haerin, su esposa no había mostrado mucho interés.
Fue por eso que le sorprendió cuando ella le exigió amablemente a Taehyung que trajera a aquel muchacho, quien ellos sabían, era menor que su hijo.
"Aún no sé cómo sentirme con todo esto" ella dijo en voz baja, regresando a buscar utensilios para poner la mesa, con el alfa acompañándola para hacerlo con ella. "Lo hemos presionado tanto para que se una y tenga una familia. Sólo porque no me...no puedo olvidar cómo estuvo cuando vino a vivir aquí. Pensé que si tenía a alguien..."
"Ya hemos hablado de eso" él le recordó. "No me sorprendería saber que el lazo roto que lo enfermó en ese entonces hubiera sido aún más intenso por la cachorra"
A la omega le dio un escalofrío.
"Fuimos muy duros con él" se lamentó, recordando no haber sido del todo comprensiva con Taehyung cuando fue a vivir con ellos y unas visitas de unos cuantos días al año no los habían acostumbrado a lidiar con un adolescente, con un casi joven adulto, que Taehyung ya tuviera esa edad había hecho las cosas...incómodas.
Su hijo le había parecido casi un desconocido, verlo tan gris y demacrado le había afectado, y quizá en algún momento le había guardado cierto tipo de rencor a aquel omega.
Desde que supo que Taehyung tenía una hija, el único pensamiento que había asaltado su mente, estaba segura que también muy posiblemente a Taehyung, es cómo había dejado al omega solo con la niña, con un alfa que, según el mismo Taehyung, no era una buena persona.
Su hijo no hablaba mucho del tema y ella no había querido preguntar más allá del bienestar de Haerin, su nieta.
Oh, Dios.
"Si te soy honesta, me pone un poco ansiosa" dijo y encaró al alfa, que también se veía ansioso. "Sé que Taehyung no ha insinuado nada parecido, pero me preocupa lo que vaya a pasar, con él, con la niña"
"¿En qué sentido?" él preguntó, haciéndola callar. "Aunque admito que no sé qué tan duradera pueda ser esta dinámica de él viajando cada fin de semana para ver a la niña. No pueden vivir de esa manera"
Ella asintió.
"En eso coincidimos" dijo, en voz baja. Suspiró, alzando las cejas mientras retomaba la palabra. "Taehyung es un buen hombre, un buen alfa. Y las veces que nos ha comentado de Haerin, siempre en algún momento lo veo angustiado y sé que se siente culpable por no haber estado con ella todo este tiempo"
"Eso no es culpa de Taehyung, ni de Haerin" su alfa le dijo, consiguiendo su mirada. "Tampoco de Jungkook. Taehyung le tiene mucho afecto, así que será mejor que lo tratemos con respeto"
"No iba a hacer lo contrario" ella replicó. "Sólo...no lo sé. Tengo mucha ilusión de conocer a Haerin, pero me preocupa Taehyung"
"Taehyung es un buen alfa" el hombre le dijo, repitiendo las palabras de ella. "Tenemos que confiar en su criterio y ver cómo fluye todo. No conocemos a Jungkook pero tenemos que estar abiertos a recibirlo. Es el padre de nuestra"
"El omega por el que Taehyung estuvo tan mal por tanto tiempo" ella replicó, tensándose en cuanto terminó de decir y el alfa frente a ella alzó las cejas, por lo que dejó de mirarlo, tragando saliva antes de seguir diciendo. "Terminaré aquí. Revisa la comida"
"Si tienes ese pensamiento aún después de escuchar lo que Taehyung nos ha explicado con respecto a esa situación..."
"No quiero hablar de eso" ella dijo, callándolo con un gesto con la mano. "Terminemos así tenemos todo listo para cuando lleguen"
El sabor amargo que era el nerviosismo le apretó la garganta todo el tiempo que esperaron.
La omega intentó ocuparse en algo, bastante nerviosa, con el corazón acelerado, con una ensalada de sentimientos que no podía separar uno de otro. Ansiosa porque iba a conocer a su nieta, oh, su nieta, la nieta que tanto quería, la cachorra de su único hijo, estaba feliz porque Taehyung se había mostrado más contento las últimas semanas, estaba preocupada también pensando en qué clase de personalidad tendría aquel omega.
Las historias que había escuchado de él no eran suficientes, no lo conocía en persona pero sí sabía cómo se veía, pues había visto varias fotografías de él que Taehyung había traído consigo cuando se mudó con ellos. ¿Qué clase de persona era? ¿Qué pretendía con Taehyung actualmente? Porque no había que analizar mucho, ella podía saber y vaya que de seguro su alfa también, que Taehyung aún se mostraba...interesado en él.
Interesado parecía ser una palabra chica, pero no podía encontrar un término adecuado.
El corazón ya nervioso le saltó en el pecho cuando escuchó la puerta ser abierta y ella se levantó del sofá en el que había estado sentada, mirando a sus lados en busca de su alfa, pero no lo encontró, oh, la había dejado sola y ella se enderezó, inhalando profundo antes de acercarse a la entrada de la sala al mismo tiempo que escuchaba a Taehyung decir.
"Tranquilos, no pasa nada"
Pero pasaba. Y era la gran cosa.
Hubo un momento en el que ciertamente ella dudó de la paternidad de Taehyung, aunque éste se vio muy convencido.
Luego del shock principal y de la euforia de saber que tenía una nieta, es decir, ¿cómo no dudar al menos por un momento? Habían pasado nueve años y de repente, Taehyung era padre de la cachorra del omega con el que estuvo en la secundaria, había espacio para duda.
Pero si en aquel momento algo de esta había quedado en su mente, de deshizo por completo cuando cruzó miradas con la pequeña niña que venía de la mano con Taehyung, con los ojos abiertos de par en par, con el rostro regordete y bonita, tan bonita.
Y era tan parecida a Taehyung cuando era pequeño, con las mejillas rellenas y los ojos brillantes, oh.
Oh.
"Mamá" el alfa dijo y puso una mano en la cabeza de la niña para animarla a dar un paso adelante. "Esta es Haerin. Haerin-ah, ella es mi mamá. Ha esperado mucho para conocerte"
Y si la omega no caía de rodillas al sentirlas tan débiles, era porque se sostuvo a sí misma, con las manos en el pecho, ladeando la cabeza a la niña.
"Oh" murmuró y avanzó, alentada por la pequeña sonrisa que se le dio.
Dios santo.
"Oh, Haerin" ella dijo y dejó caer las manos en su pecho enfrente de Haerin, ofreciéndole un pequeño contacto y la niña la miró a ella y luego a sus manos, parpadeando casi cómicamente, terminando por poner las dos manos sobre las de ella.
Haerin la miró a los ojos y la señora le rodeó las manos con las suyas, era suave y tibio, demasiado agradable.
"Me llamo Haerin" le dijo, teniendo la necesidad de decirlo y la señora le sonrió amplio. "Hola"
"Hola, mi amor" dijo y Haerin podía derretirse cada vez que alguien le decía así.
Amor. Era el amor de alguien.
"Oh, Dios, mírate" ella le dijo y le soltó las manos, Haerin sólo la miró mientras la omega alzaba las dos para acercarlas a su cara, pero no la tocó aunque se veía como que quería hacerlo y Haerin le tomó las manos para hacer que acunara las mejillas en sus palmas, viendo los ojos de la señora llenarse de lágrimas.
Haerin le sonrió y la omega también.
"Eres igual a tu padre" dijo en un susurro, alzando la vista a Taehyung, que le devolvió la mirada pero la mujer desvió su atención un poco más allá de Taehyung, unos pasos detrás, al omega encogido tratando de no ser visto, pero ella se enderezó, aún sujetando la cara de Haerin en sus manos, relajando un poco los hombros.
"Mamá" fue Taehyung el que dijo, girando a un lado y le puso la mano en la espalda al omega para animarlo a avanzar. "Este es Jungkook"
Y ¿cómo es que no se había dado cuenta? Porque el buen humor de Taehyung las últimas semanas había sido más que eso.
Ella conocía muy bien el estilo de vida de su hijo, sabía la frecuencia con la que salía con omegas y por aquello podía ser también muy frecuente el recordarle que alguna vez tenía que sentar cabeza, en especial de su parte. Era un alfa atractivo y respetuoso, ella siempre hablaba de él con orgullo a sus amigas y compañeros de trabajo, prometiendo presentarlo a los hijos e hijas de sus conocidos que le parecieran decentes, con la intención de que dejara ese estilo de vida con tan poco compromiso, lo que varias veces le hizo pensar que quizá no era lo que él quería.
Y quizá no era que él no quería una familia propia, un omega e hijos. Era que no se le estaba concediendo aquello con quien él quería.
Porque sólo bastó un, uno solo, segundo para que ella viera la chispa en los ojos de su hijo cuando le dio una mirada al omega, con la mano en su espalda, oh, el omega le correspondió y ella jamás en su vida había conocido a Jeon Jungkook en persona por lo que tampoco, jamás, había visto ese semblante en Taehyung cuando estaba con este omega.
Oh.
"Buenas noches" el omega le dijo en voz baja y reverenció ante ella con la cabeza gacha, con una mano en su abdomen y es que ella ya lo sabía, Taehyung se lo había dicho.
El omega estaba encinta, aquello era lo que le preocupaba. Porque no conocía esta mirada en los ojos de Taehyung y no había que pensar demasiado para saber lo que significaba.
"Oh, ¡ya están aquí!"
Ella tuvo que desviar la mirada por un segundo a su alfa cuando éste regresó a la sala y sus ojos fueron al omega junto a Taehyung, abriendo la boca para saludar, pero se detuvo de inmediato cuando le dio una fugaz mirada a su omega y esta bajó a la niña frente a ella, perdiendo un poco la sonrisa.
La miró fijo y si la omega mayor no lo conociera, no sabría que era sutil seriedad en sus ojos era un claro apoyo a sí mismo para que los ojos no se le llenaran de lágrimas.
Y es que ¿cómo más reaccionar ante tal situación?
"Hola" Haerin dijo y era adorable, su forma de hablar, sus ojos, cómo sonreía. Con todo el dolor de su corazón, ella la dejó ir, llevándose las manos al corazón para que la niña se girara al alfa mayor. "Me llamo Haerin"
El viejo hombre le sonrió y se acercó despacio, con los hombros anchos caídos como si no fueran capaz de sostener los sentimientos que lo estaban ahogando y tardó en decirle algo, sin dejar de mirarla.
"Te llamas Haerin" le dijo y ella se rió, asintiendo con la cabeza.
Y qué bonito podía ser todo, cuando las cosas malas ya no estaban.
"Compramos un reloj, una lámpara, un vestido para mí, cosas para mi papá, y un regalo para mi amiga Minsu porque su cumpleaños es el otro sábado" Haerin dijo y Jungkook no podía decirle que se sentara bien en la silla, demasiado tímido como para decir algo en voz alta, demasiado enternecido con su hija estando tan emocionada.
Estaba arrodillada en la silla que le habían asignado, con cuatro pares de ojos llenos de adoración centrados en ella y el omega la dejó ser, dejando de mirarla cuando tomó el vaso de agua que se le había servido para beber un poco, en medio de la cena en la cual sólo había dicho dos palabras, en realidad, una sola que había dicho dos veces para agradecer por la comida y el agua.
"¿Minsu? ¿Son amigas de la escuela?" el papá de Taehyung le preguntó con interés y Jungkook mantuvo su mirada en su comida, aún siendo incapaz de unirse a la conversación. La pareja por igual estaban interrogando a Haerin y a él le sorprendía que Haerin no se haya mostrado tímida, pero quizá a ella sólo le costaba desenvolverse en lugares donde no sabía si sería aceptada.
Taehyung se había asegurado de que ella tuviera cien por ciento la confianza de que sería querida y escuchada, y no le había mentido.
Jungkook estaba en paz.
"Somos amigas desde que somos chiquitas" ella le dijo y sonreía, no dejaba de hacerlo. Los ojos jamás le habían brillado así tampoco.
Jungkook le dio una mirada, evitando con toda su fuerza no cruzar miradas con los padres de Taehyung, que estaba sentado a su lado, poniendo de su parte también cuando sentía que tenía comentarios para añadir.
"¿Verdad, papá, que Minsu y yo nos conocemos desde chiquitas?" Haerin le preguntó, girándose a él y Jungkook sólo asintió con la cabeza, sintiendo la garganta apretada, no pudiendo sacar ninguna palabra. "Y va a cumplir años el sábado, así que tengo que darle un regalo, ella siempre me da regalos cuando cumplo años"
"¿Cuándo cumples años tú, Haerinie?" el alfa le preguntó y Haerin se encogió.
"El trece de diciembre. Cuando hace frío, así que no puedo hacer mi cumpleaños en el parque. Mi papá me lleva a comer pastel a su trabajo y también invitamos a Minsu y a sus papás. Pero el año pasado lo hicimos en casa de mis otros abuelos, pero sólo vino Minsu porque mi abuelo no quiso que invite a nadie más"
"Ah, vamos a tener que hablar con él, porque este año tenemos que ir nosotros también" él le dijo, con un toque de broma en su tono y Haerin se rió, encantada.
Jungkook no podía saber en qué pensaban los papás de Taehyung con cada cosa que Haerin decía, aunque fueran sutiles, pero que daban detalles a la clase de vida que tenían.
Lo que podía ser algo banal como una fiesta de cumpleaños, para Haerin era algo que sólo los otros tenían, algo a lo que ella sólo asistía y jamás protagonizaba. Hasta el año pasado, Jungkook sólo había resuelto celebrar algo los dos juntos o si se podía, invitar a Minsu, aunque sus padres le habían permitido tener una cena el año pasado para su cumpleaños número ocho, pero como ella había dicho, su papá sólo le permitió invitar a Minsu, pues en ese entonces aún le costaba comportarse como un abuelo.
Jungkook siempre había intentado hacerle regalos bonitos, lo que compensaba la falta de fiesta y saludos por parte de otras personas, pastel y regalos jamás faltaron, pero nunca sentía que era suficiente.
Era algo quizá banal y sin importancia, pero era un claro ejemplo de cuán distinta era su realidad con la que se le estaba presentando en aquel lugar.
Se estremeció, mas no se asustó, cuando sintió una mano en su muslo. Jungkook miró a su lado a Taehyung y el alfa estaba ya con sus ojos en él y las cejas levemente alzadas, frotando la pierna del omega con una mano como si supiera de su malestar y estaba intentando consolarlo, lo que Jungkook agradeció.
Porque el calor de su palma en su muslo por sobre la ropa fue a parar a su corazón que se sentía preocupado y el omega dejó salir un pequeño suspiro para deshacerse del aire que le apretaba el pecho, poniendo su mano libre sobre la de Taehyung para impedir que la sacase.
"Papá" Haerin le llamó y Jungkook la miró, ahora más relajado. "¿Cuándo era tu cumpleaños? Me olvidé"
Jungkook tragó.
"El uno de septiembre" fue Taehyung quien dijo y Jungkook agradeció, otra vez, la intervención del alfa, pues no se sentía en confianza para decir algo.
"Ah, entonces, ahora hay dos cumpleaños más para celebrar en la familia"
Jungkook miró al alfa mayor cuando lo escuchó decir, sintiendo que el corazón se le aceleraba nuevamente cuando el alfa, le sonrió.
"¿Cuántos años vas a cumplir, Jungkook-ah?"
"Veintiséis" Haerin respondió por él y Jungkook se rió.
"Veintisiete" él la corrigió, llamando la atención de Haerin, pero ella no alcanzó a decir algo.
"Ah, eres dos años menor que Taehyung" el viejo alfa le dijo y Jungkook asintió con la cabeza, una sola vez, demasiado nervioso como para hacer más.
"Sí" dijo y miró a Taehyung a la cara. "Me acuerdo que era algo que te atormentaba"
Taehyung sintió un escalofrío en la espina.
"No me lo recuerdes" él sacudió la cabeza. "No cabía en mí el horror de pensar que me gustaba alguien tan menor"
"No soy tan menor" Jungkook le discutió, pero estaba sonriendo. "Ni siquiera son dos años completos"
"Un año y nueve meses. Se merece mi preocupación"
Y Jungkook se rió, corto y sin hacer demasiado ruido, como una exhalación y la mano de Taehyung se desprendió de su pierna, pero fue a apoyarse en el respaldo de la silla en la que el omega estaba sentado, inclinándose un poco a él mientras alzaba las cejas.
"Ahora no es tanto así, así que" dijo y Jungkook no pudo dejar de sonreír, pero tampoco podía seguir encarándolo, así que llevó la mirada a Haerin, que ya se la estaba devolviendo, emocionada y quizá...
"¿Qué tal te ha parecido la ciudad, Jungkook?" la madre de Taehyung le preguntó y Jungkook tuvo que mirarla, perdiendo un poco la expresión relajada, porque él lo había presentido y no se había equivocado, había cierta cautela, cierta seriedad en sus ojos cuando lo miraban a él, Jungkook no lo había pasado por alto. "Taehyung nos dijo que sería la primera vez que visitaran"
"Es bastante...grande" él dijo, tragando un poco de saliva. "Bastante alto"
Y Taehyung a su lado se rió, consiguiendo la mirada de Jungkook y el omega pudo relajarse, dejando caer los hombros tensos y pudiendo sonreír un poco ante la mirada suave del alfa.
"Cuando tengan vacaciones, pueden volver a venir y les daré un mejor tour" él le sugirió, inclinándose un poco hacia Jungkook, que se sonrojó poquito y la calma en su corazón se desvaneció porque los latidos se le aceleraron, teniendo que dejar de mirar a Taehyung y cruzó miradas con la madre de éste, oh, la sonrisa se le recayó un poco y volvió a encogerse, tragando un poco cuando la omega dijo.
"El cumpleaños del abuelo será pronto" ella murmuró, mirando a Haerin. "Pueden venir a visitar y celebramos todos juntos"
"¡Ah!" Haerin exclamó y estaba sonriendo. "¡Sí! Sí podemos. ¿Verdad, papá?"
"Podemos arreglar para venir" él asintió, mirándola con cariño y ella parpadeó poquito ladeando la cabeza.
"Papá" llamó y el omega ladeó la cabeza, pero Haerin estiró la cabeza para mirar al otro lado del omega, al alfa que también la miraba con ojos gentiles. "Papá, ¿cuántos años vas a cumplir?"
"Mh" él le dijo y quitó la mano del respaldo de la silla de Jungkook para devolverla al muslo del omega, acariciando con el pulgar la piel sobre la ropa y pronto el omega puso la mano sobre la suya, haciéndolo sonreír un poco más ancho. "Si soy mayor que tu papá por dos años, ¿cuántos crees?"
Haerin se dio un momento para pensar e hizo el proceso en voz alta.
"Si mi papá tiene veintiséis y va cumplir veintisiete, entonces...veintinueve" ella abrió poquito la boca en una expresión sorprendida. "Eso es mucho"
Jungkook se rió y Taehyung se quejó, con un puchero.
"Te va a atormentar toda la vida" le dijo al alfa y él sufrió en silencio, pero Haerin les llamó la atención cuando volvió a preguntar.
"Papá" dijo y los dos la miraron, pero ella miraba a Jungkook. "¿Cuántos años tenías cuando se conocieron?"
Jungkook se estremeció, con la mano cálida del alfa en su muslo. Miró de soslayo a los padres de Taehyung, pero no quiso dejar sin respuesta a Haerin.
"Tenía quince" dijo, en voz baja. "Y él diecisiete"
Haerin jadeó.
"Hace once años" murmuró, habiéndose tomado un momento para hacer las cuentas. "Yo tengo ocho"
"Sí" él asintió y sintió un leve apretón en su pierna, lo que lo reconfortó.
"¿Cómo se conocieron?" preguntó, con más curiosidad y Jungkook tragó otra vez, aliviado de que fuera Taehyung quien respondiera.
"íbamos a la misma escuela, pero nunca habíamos hablado" él comentó, consiguiendo la mirada de Haerin. "Y nos encontramos en el puesto de pasteles de arroz, en el campo de margaritas. Tu papá me prestó dinero que me faltaba para comprar unos pasteles"
"¿Se hicieron amigos?"
"Más o menos" el alfa le sonrió y Jungkook dejó de mirar a Haerin, no estando seguro si era buena idea darle rienda suelta para preguntar.
Taehyung, tan sutil como siempre, desvió el tema sin que ella se diera cuenta.
"¿Por qué no le cuentas a los abuelos que conociste a tus bisabuelos?" dijo y ella volvió a abrir grande los ojos como si recordara, girándose a sus abuelos para contarles, llevándose nuevamente toda la atención.
El omega miró a Taehyung a un lado y éste le sonrió, uniéndose a la conversación y manteniéndose cerca de Jungkook, es decir, con una mano en él, para hacerlo sentir seguro.
La cena transcurrió tranquila, Jungkook no podía haber pedido más de aquel encuentro, realmente aliviado de que Haerin pudiera haber tenido toda la atención que siempre anheló de parte de una familia, una familia que la quería y quería conocerla.
Y sabía que era así porque los ojos de la pareja estaban brillosos cuando fue momento de despedirse.
"Mi niña hermosa" la omega dijo y estaba agachada para mirar a Haerin desde abajo, tocándole la cara y luego el pelo, pero bajó y le tomó las manos para alzarlas y poder apoyar la mejilla en las manos de Haerin. "Si te pudiéramos tener aquí para siempre, seríamos los más felices"
Haerin se sonrojó, encogida y sonriendo poquito.
"Vamos a acompañar a tu padre cuando tenga que ir a visitarte, no podemos estar sin verte" el alfa le dijo y Haerin alzó la mirada a él, riendo poquito cuando su abuelo se inclinó a besarle el pelo. La miró por un largo rato, también acariciándole el cabello, terminando por suspirar entre la sonrisa que se forzaba a estirar. "Haerin-ah. Hoy nos has hecho muy felices"
Y Jungkook sintió sus ojos arder cuando vio a Haerin morderse el labio inferior, como si peleara por contener un llanto.
"Ah" el viejo alfa se recompuso, dirigiendo su mirada a él y Jungkook tragó, apenas. "Jungkook-ah. Gracias por venir"
"Gracias por recibirme" Jungkook respondió y reverenció ante el otro. "Sé que pudo haber sido incómodo por...todo"
Y supo que había dicho algo mal, Jungkook no quería, pero era algo que realmente necesitaba decir, aunque se lo debió haber guardado porque los padres de Taehyung, los dos, lo miraron por igual y el omega se tensó un poco, pero les sostuvo la mirada, listo para recibir el juicio de los dos.
Pero la omega frente a él sólo se enderezó, aún sosteniendo las manos de Haerin.
"Gracias por venir" le dijo únicamente y Jungkook había creído que podía enfrentarlo, pero la voluntad se le doblegó rápido, bajando la mirada a Haerin, quien ya lo estaba mirando. Se veía preocupada y no dudó en soltarse de las manos de sus abuelos para ir con él, tomándolo de la mano con las dos de ella.
Y Jungkook no supo cómo sentirse.
"Listo. Ya lo tengo" la voz de Taehyung llamó la atención de todos y se giraron a él, el alfa venía con una caja de zapatos en las manos y la sonrisa se le cayó un poco ante la expresión de Jungkook. Fuera de la casa de sus padres, a unos pasos de su coche, Taehyung ladeó la cabeza, no alcanzando a decir algo porque su mamá se le adelantó.
"¿Podemos hablar un segundo, Tae?"
Qué angustiante podía ser la intriga, Jungkook no supo reaccionar ante la misma aunque los padres de Taehyung se despidieron de Haerin con mucha emoción y ojos aguados, ella se regocijó en todo el cariño que se le ofrecía y a él lo saludaron con la misma gratitud y cordialidad con la que lo recibieron, con sonrisas gentiles y palabras amables, Jungkook fue al coche a esperar por Taehyung, que se quedó con sus padres, pero les pidió que fueran subiendo.
Jungkook dudó, pero se subió al asiento delantero, un poco nervioso, con Haerin ya inclinándose hacia adelante para llamar su atención.
"Papá" dijo y él se volteó apenas para verla a los ojos. "Mis abuelos son muy buenos"
"Uh huh" él asintió, sonriéndole poquito. "¿Estás contenta?"
"Sí" dijo y la bolsa de regalos que le habían dado estaba en el asiento junto a ella, pero no la había abierto aún. "Pero fue distinto"
"¿Sí?" él inquirió. "¿Cómo?"
"No sé, no es como con los bisabuelos o mis otros abuelos" ella murmuró. "Los bisabuelos también eran buenos contigo"
El omega contuvo el aliento un segundo, pero no borró la sonrisa.
"Es que tus bisabuelos me conocían de antes, ellos no" dijo. "Fue la primera vez que nos conocemos"
"También es la primera vez que me conocen a mí" Haerin señaló, pareciendo desconcertada. "Y son muy buenos conmigo"
"Es lo que importa" él le dijo. "Tú eres hija de su hijo, su nieta. Yo soy tu papá"
"No entiendo"
"Mh" él buscó una mejor manera de explicarle las cosas. "Que lo que importa es que a ti te guste estar con ellos, que sean buenos contigo, porque tú eres de su familia"
"¿Y tú no?"
"Yo no" él negó, tragando poquito. "Yo soy tu papá. A veces la familia se separa así. Tus abuelos, mis papás, no son familia de los papás de Taehyung hyung porque no se conocen y porque lo que nos une eres tú. Es un poco difícil. Lo que importa es que tú te sientas cómoda y que tú estés bien, mi amor"
Haerin lo miró por unos momentos, como si meditara lo que estaba diciendo.
"¿Alguna vez voy a tener que ir a lugares sin ti, papá?" preguntó y él frunció poquito las cejas ante la conclusión a la que ella había llegado.
"Mh, puede ser" dijo. "Tu excursión de la escuela es en dos semanas, yo no puedo ir"
"Eso no" Haerin negó con la cabeza, aún un poquito seria. "A mí me gusta aquí" dijo y Jungkook sintió una leve puntada en el corazón. "Y mi papá Taehyung me dijo que a veces cuando llega a su casa y está solo, quisiera verme. Yo no quiero que él esté solo, pero si me dice que venga a vivir con él, yo no quiero venir sin ti"
"Si él te dice eso, es porque antes hablaremos los dos de eso" le dijo con suavidad, tratando de calmarla. "No te preocupes por eso, Haerin-ah. Tú y yo vamos a estar juntos siempre. ¿Sí?"
"Sí" ella asintió. "Yo quiero estar contigo para siempre"
"Mh" él le sonrió. "Aunque alguna vez tengamos que hacer cosas solos, siempre vamos a volver a estar juntos"
"Okay" Haerin asintió. "¿Y si le pregunto a- a mi papá si también está con nosotros? A veces me dice que cuando vuelve de trabajar está solo, yo sé que no lo dice enojado pero si lo pone triste, me pone triste a mí también. ¿Y si le pregunto si quiere estar con nosotros siempre?"
"Le podemos preguntar" Jungkook el concedió, aún sonriéndole y Haerin giró la cabeza hacia el asiento junto a su papá cuando el alfa abrió la puerta y se subió, reemplazando la expresión en su rostro por una sonrisa cuando se sentó y cerró para encender el auto.
"¿Listos para ir?"
"Papá" Haerin le llamó y el alfa la miró, aún sufriendo ese mini infarto en el cual se le derretía el corazón cuando ella lo llamaba así. Se detuvo a medio camino de abrochar su cinturón para darle toda su atención y Haerin le preguntó. "¿Podemos estar juntos para siempre?"
Jungkook se rió y el alfa lo miró, sorprendido, devolviendo la mirada a Haerin cuando ella reformuló.
"Así no" dijo y se rió bonito, haciendo sonreír a sus padres. "No sé decir"
El alfa le sonrió, asintiendo a ella aunque Haerin no se había explicado pero él no necesitaba más información.
"Ya te lo dije" murmuró y estiró una mano a ella y la otra a Jungkook, tomando la de él que estaba sobre su abdomen, apretando poquito cuando el omega la quiso mover. "Quedémonos siempre juntos. ¿Sí?"
Taehyung abrió los ojos de repente cuando escuchó un sonido,.
Era apenas, pero estaba ahí y no dudó en enderezarse, pues él tampoco podía dormir y sabía que la intranquilidad en su pecho no era del todo suya.
Se levantó de su cama y fue al pasillo, no dudando en dejar la habitación cuando vio la luz del baño encendida, que terminaba iluminando todo el departamento. No debía ser tan tarde, pero cuando Taehyung miró a la otra habitación, Haerin dormía sola plácidamente en la cama.
Habían regresado y ella se había dado una rápida ducha, se cambiaron a sus pijamas y tuvieron un ratito juntos los tres antes de ir a dormir, había sido agradable y a Taehyung le había dolido tener que ir a dormir solo en su cama.
Poco después de haber dormitado un buen rato, Taehyung estaba ahí, dirigiéndose a su cocina porque escuchaba sonidos desde ahí.
Encendió la luz y sobresaltó a Jungkook aunque el omega ya debería haberlo sentido, el alfa lo miró y Jungkook se encogió, se había servido un poco de agua en un vaso y el alfa ladeó la cabeza a él.
"¿Por qué no encendiste la luz?" le preguntó y se acercó, sintiendo algo raro en él cuando vio a Jungkook con su pijama nuevo, un regalo de parte de Taehyung, pues la camiseta con la que lo había visto dormir la noche anterior se veía demasiado vieja y aunque el omega no se lo recibió al principio, pareció haberle gustado.
Qué bonito que le quedaba el rojo, honestamente.
"No sabía que estabas despierto" él murmuró en voz baja, presionó los labios y alzó el vaso para tomar un sorbo del agua. "No quería despertarte"
"Me preocupa más que hayas tenido que venir hasta aquí a oscuras" Taehyung le dijo y el omega terminó el agua, dejando que Taehyung tomase el vaso para enjuagarlo y dejarlo a un lado, terminando por encararlo, sosteniendo el contacto visual por un momento.
Taehyung tragó.
"¿No podías dormir?" le preguntó y Jungkook dudó, pero terminó por ser sincero, negando con la cabeza. "Oh. Yo tampoco"
"Creo que es porque pasaron muchas cosas hoy" el omega dijo y Taehyung se tensó poquito, pero asintió.
"Pasaron muchas cosas" él asintió, tragando saliva y miró a un lado, tomando vista de la sala y tardó un momento en decir. "Ven"
Jungkook lo siguió sin dudar cuando Taehyung le tomó la mano y fueron hasta el sofá de la sala, el alfa lo animó a sentarse y él fue a traer la caja de zapatos que había dejado a un lado, sentándose en frente del omega con la caja entre los dos y Jungkook lo miró con curiosidad, mas el corazón se le encogió cuando vio el contenido.
"El otro día estaba buscando unas cuantas fotos para Haerin, ¿te acuerdas que le envié una? Bueno-" Taehyung tuvo un poco de vergüenza de pronto, pero sacó un sobre marrón de donde sacó unas cuantas fotos y se las dio a Jungkook, que las revisó en silencio, con una sonrisa apenas curvándole la esquina de los labios y un brillo raro en sus lindos ojos. "Encontré todo esto"
Jungkook no le dijo algo, revisando por varios segundos las pocas fotos y cuando dijo, Taehyung sintió la emoción en su corazón apagarse.
"Yo no conservo mucho de antes" le dijo, en voz baja. "Sólo la foto que Haerin tiene"
"Oh" el alfa murmuró, no pretendiendo sonar tan triste como lo hizo. "Ya veo"
"No porque yo no haya querido conservarlo" dijo, en el mismo tono de voz. "Cuando me fui de casa de mis padres, ellos sacaron muchas de las cosas que dejé. Y Minhyuk rompió lo poco que me había llevado cuando fui a vivir con él"
El corazón que se sentía triste, de repente se sintió con el peso de una tonelada y le cayó al fondo del estómago. El impacto fue doloroso.
No supo qué decir aunque quería decir algo, no pudo pensar rápido porque Jungkook no le dio tiempo a que dijera algo.
"Oh, tienes esto" y sonrió, tan bonito y triste como siempre que el pasado se filtraba entre sus presentes, intentando ser fuerte. Jungkook levantó de la caja las figuras de una serie que él y Taehyung habían coleccionado juntos en el pasado, intercambiándolas entre sí, peleando cuando ninguno de los dos quería dejar ir alguna que al otro le faltaba. Le trajo una sonrisa y una nostalgia agradable al pecho que no dejaba de doler. Revisó las cartas para poder recordar un poco más de la aventura que fue coleccionarlas, su mirada pronto cayendo en la caja, en uno de los tomos de su cómic favorito de hacía tiempo, sorprendido porque era una historia que no era muy popular y que eventualmente fue cancelada,y más grande fue su sorpresa porque era el final de la serie.
Muchas veces Taehyung se quejó de que Jeon Jungkook debía ser el único público de aquella autora de la cual el nombre no recordaba, pues no conocían a nadie más que siguiera la historia, y sufrió por días cuando fue cancelada, aunque se rumoraba (el dueño de la librería local se lo dijo) que existía un final. Aquel último tomo había sido imposible de encontrar en el pueblo en ese entonces y quizá también en el presente, por lo que le sorprendía.
"No puedo creer que hayas encontrado esto" el omega le dijo, sorprendido y hacía mucho que no se permitía emocionarse por algo.
Es decir, hacía mucho que un gusto propio, un hobbie, una actividad no le emocionaba, había pasado tanto tiempo haciendo demasiadas cosas, nunca había tiempo de nada más, y cuando lo había, estaba demasiado cansado como para dedicarse a cosas que no le servían de nada.
Hacía mucho que no sentía este calorcito en el corazón recordando algo que le gustaba.
"Si te digo cómo lo encontré, te mentiría" Taehyung le dijo y lo relajó ver la expresión de Jungkook. Sacó el cómic de la caja y se lo dio al omega, que lo tomó con las dos manos. "Sinceramente no me acuerdo"
Jungkook le chasqueó la lengua.
"Siempre me decías que no entendías cómo me podía gustar, pero siempre me conseguías el tomo de cada mes primero para que lo leyéramos juntos" dijo y la sonrisa en sus labios era genuina. Taehyung se encogió.
"Me gustaba el nombre de la protagonista"
"Mh" Jungkook observó con cierta ternura la portada, pues en algún rincón, veía un nombre que ya conocía.
Haerin.
"Cuando buscaba las fotos, recordé" el alfa dijo, viendo las manos de Jungkook sostener el cómic, sus manos más grandes de lo que recordaba, aunque tenía las muñecas delgadas, las uñas cortas, muy cortas, un poco maltratadas, temblando poquito y haciendo al cómic vibrar, apenas perceptible, pero mirarlo a detalle le hacían dar cuenta de muchas cosas. "Me gustaba cuando hacíamos las cosas que te gustaban juntos"
Vio a Jungkook aguar poquito los ojos y tragó, volviendo a sonreír esperando que eso neutralizara la tristeza en su corazón.
"Yo siempre me acordé" Jungkook dijo. "Una vez me dijiste que cuando tengas una hija, la llamarías así"
Taehyung alzó la mirada la rostro del omega y él devolvió el cómic a la caja, pero Taehyung no lo dejó.
"Es para ti" el alfa le dijo y esta vez, Jungkook lo miró a los ojos. El alfa sintió que dejaba de respirar, y nunca, nunca en la vida superaría el vuelco que le provocaba tener esos ojos grandes en él. "No quería que te quedaras con la historia inconclusa"
Jungkook sólo lo miró y Taehyung tragó, acercando las manos al omega, acercándose a él mientras le tomaba las manos que aún sostenían la revista.
"Anoche, cuando me dijiste- es decir, cuando dijiste que íbamos a intentar tener algo, me hizo muy feliz" le dijo y sus ojos también se aguaron, pero Jungkook frente a él le ganó y dejó caer una sola lágrima. "Todas las cosas que hicimos antes me hicieron tan feliz. Ver esto contigo, recordar estas cosas contigo...me consuela un poco de todo"
"Si pudiera volver el tiempo atrás, hyung-"
"No te agobies con eso" el alfa le pidió y le soltó una mano para poder tocarle la cara. "Estamos aquí. Si se puede y si podemos, podemos volver a estar juntos. Eso me emociona. Sólo me gusta recordar las cosas buenas. Me gusta saber que así nos conocimos"
Jungkook sorbió poquito la nariz, dejando a un lado el cómic para liberar sus manos, arrastrándose un poquito en el sillón y oh, el alfa no se negó a él cuando Jungkook se acercó a abrazarlo, Taehyung con agilidad tomó las fotos y la caja con una mano para dejarlas sobre la mesita enfrente del sofá y con esa misma mano tomó de la cadera al omega, sorprendiéndolo, pero también lo hizo reír cuando el alfa tiró de Jungkook para acercarlo todo lo posible y poder envolverlo con sus brazos.
"Mh" dijo, satisfecho y Jungkook fue a apoyar la mejilla en su hombro, seguro en su agarre, sonriendo poquito. "Te va a sonar raro, pero me gusta esto de los abrazos"
"¿Sí?"
"Sí" Taehyung asintió y podía derretirse contra el cuerpo que abrazaba. "Siempre te has sentido así"
Y Jungkook sólo pudo cerrar los ojos, aliviado de que este sea el calor que lo acurrucaba ahora.
El paso de los minutos en el agarre del otro los adormecieron, Jungkook se despertó de golpe cuando el alfa lo dejó ir un poco.
"¿Vamos a dormir?" le preguntó y Jungkook lo miró a la cara, un poco sonrojado porque por más que dormitó un poco, aquella pregunta se escuchó claramente y se prestaba a interpretación.
El alfa acomodó la caja sobre la misma mesa y tomó de la mano a Jungkook para ayudarlo a levantarse del sofá, oh, el omega fue con él cuando Taehyung apagó las luces y caminaron por el pasillo, iluminado por la luz del baño que seguía encendida y la lámpara en la habitación en la que Haerin dormía profundamente.
Los des se quedaron en mitad del pasillo, mirándose, sonrojados y sin saber cómo decir lo que ambos querían.
Taehyung no se atrevió a decirle buenas noches y desearle que descansara, porque hacer eso sería una condena a partir caminos y oh, ¿por qué Jungkook estaba alargando aquello si irse a dormir con Haerin no parecía ser su primera opción?
¿Debía él, como alfa, atreverse?
Oh, joder.
"Taehyung hyung" el omega le llamó y Taehyung de verdad que quería caer de rodillas ante Jungkook y pedirle que se casaran y fueran felices para siempre. ¿Qué más pretender cuando lo miraba así? "¿Nos podemos abrazar un poco más?"
Veintiocho años y muchas parejas de por medio jamás habrían sido suficientes para prepararlo para aquello, mucho menos de aquella manera, así tan de repente.
Taehyung se sintió de pronto avergonzado de la cama en la que dormía, ¿las sábanas serían suaves? ¿Las almohadas serían lo suficientemente mullidas? ¿El colchón sería firme y a la vez esponjoso para que fuera placentero dormir? Muchas variables para una mente que pensaba rápido y pocos segundos para poder cambiar algo.
"Si piensas que es demasiado, iré a dormir al otro cuarto" el omega le dijo con suavidad y Taehyung negó, aunque se oyó nervioso cuando dijo.
"Está bien" y trató de recomponerse. "¿Tienes preferencia por un lado de la cama en particular?"
Y Jungkook sólo lo miró, ah, ¿por qué era tan difícil mirarlo a los ojos? Taehyung concluyó que era por las inmensas ganas que tenía de besarlo cada vez que unían miradas. El omega sólo presionó poquito los labios y se sentó en la cama, en donde se había sentado con él esa misma mañana y esperó.
"Estoy bien aquí" dijo y era el lado más cercano a la puerta. Taehyung asintió y rodeó la cama para subirse, nervioso como si fuera la primera vez que dormía con alguien, como si fuera la primera vez que dormía con él.
"¿Crees que puedas necesitar una manta o algo?" él sugirió, pero Jungkook negó, Taehyung lo siguió con la mirada, listo para asistirlo por si el omega lo necesitaba, mientras éste se sostenía la parte baja del vientre con una mano y subía las piernas a la cama, pudiendo moverse con más libertad cuando pudo apoyarse en las manos y su trasero para acomodarse.
Taehyung esperó a que el omega se cubriera con las sábanas de arriba y lo mirar, recostado de costado, dando la espalda a la puerta y encarando al centro de la cama, al otro lado donde el alfa estaba y tragó, apagando la luz de la lámpara, ocupando el lugar frente a Jungkook, lejos pero a la vez tan cerca, oh, el omega estaba llenando con su olor todo a su alrededor, las sábanas, las almohadas, el colchón y Taehyung quería pedirle que se frotara contra todo para que le dejase su esencia hasta la próxima vez que viniera.
Oh, se tendría que ir. Mañana en la noche volvería a dormir solo y era demasiado doloroso pensar en eso, por lo que sólo se concentró en disfrutar el momento.
"¿Todo bien?" Jungkook le preguntó y había estado tan perdido en su propio nerviosismo que Taehyung no había podido notar que Jungkook estaba sonrojado hasta las orejas, dudando de si podía tener algún contacto.
El alfa le tomó las manos y Jungkook resopló un poco, como si se riera, lo que hizo a Taehyung sonreír.
"¿De qué te ríes?"
"Las estrellas en tu techo" dijo y Taehyung no las había mirado, pues se había centrado en las que Jungkook tenía en los ojos.
El alfa se acercó un poco más, inclinando la cabeza para tocarse las frentes, diciendo en voz baja.
"¿Son graciosas?" le preguntó y Jungkook se rio un poquito más, negando con la cabeza. No dijo nada por un momento con los ojos cerrados y sonriendo, respirando tranquilo.
"Hacía mucho que no me gustaba- es decir, no sé si alguna vez recordar fue tan agradable como cuando recuerdo cosas contigo. Las cosas de antes ahora. Me pone triste pero a la vez me...me alegra, me da gusto pensar en todo lo que pasó antes, cuando todo estaba bien"
"A mí me gustaría que hiciéramos más cosas juntos" le dijo. "Ir a lugares que queríamos antes. Quizá planear cosas nuevas. Tenemos mucho tiempo por delante"
"Mh, me lo dijiste anoche" Jungkook asintió. "Gracias"
"Quiero hacerte feliz" el alfa murmuró y Jungkook abrió los ojos y entre los destellos de luz que venían desde fuera de la habitación que las sombras no podían engullir del todo, Jungkook podía ver apenas, sólo apenas la mirada del alfa frente a él. Sintió un toque suave en la sien y Dios, qué fácil era todo con él, qué natural podía ser.
Qué sutil era al momento de calarse en el alma de los demás-.
"Y qué feliz me hace que hayas vuelto a mi vida, Jungkook-ah"
La tranquilidad podía ser algo muy frágil o muy poderosa dependiendo de la perspectiva, Taehyung podía decir que estaba tranquilo y a la vez ansioso por perder esta sensación, aunque se sentía seguro también, confiando que las cosas buenas seguirían llegando, porque nada era más fuerte que la sensación de querer regresar al lugar donde se sentía en paz.
Tener a Jungkook con él le daba paz. Sentirlo respirar, sentir su calor, frotarle las manos con las suyas, qué maravilloso era poder cerrar los ojos y al momento de abrirlos lo tenía enfrente de él.
"Taehyung hyung" el omega le llamó, los dos dormitando, con las manos entrelazadas y las frentes juntas.
"Mh"
"¿Me puedes abrazar cuando me duerma?"
El alfa sintió un escalofrío en la espina, tragando poquito y asintiendo.
"Por supuesto" murmuró y Jungkook le soltó las manos, oh, se movió lentamente y el alfa esperó a que estuviera cómodo, el omega se arrastró más cerca de él, de espaldas, sonriendo cuando el alfa le rodeó la cintura con los brazos, con el rostro yendo a hundirse en su cuello, para olerlo, casi rozando los labios en él y Jungkook contuvo el aliento cuando las manos fueron a tocarle la panza.
Se quedaron en silencio, con los cuerpos encajados, esperando a ajustarse y volver al lugar en el que pertenecían.
Jungkook entrelazó los dedos con los de Taehyung por sobre su vientre y respiró profundo, no pensando nada más que no fuera todo lo que ahora tenía.
Cuando Haerin se despertó, otra vez, estaba sola.
No era que no estaba acostumbrada a dormir sola, podía tener una buena noche de sueño siempre y cuando se sintiera segura, pero se despertó temprano, cuando el departamento entero estaba en silencio, porque tenía ganas de hacer pis.
Se sentó y se encontró sola, la gran cama que era demasiado cómoda estaba desocupada más allá del espacio en el que estaba ella y miró a sus lados, a la lámpara aún encendida, a la puerta abierta, al reloj despertador en la mesita al lado, recordando dónde había dormido.
Era temprano, el reloj se lo decía, pues tenía la manecilla chiquita en el número siete. Haerin salió de la cama, quizá creyendo que sus padres ya habían despertado y se asomó al final del pasillo, de donde podía ver el resto del departamento, pero no escuchó voces y no los vio en ningún lado.
Oh.
Volvió en sus pasos y miró la habitación del alfa, donde él dormía, y se acercó despacio, un poco nerviosa, asomándose también por el pequeño espacio de la puerta casi cerrada dejaba para ver y pudo ver la cama, donde podía reconocer el pijama nuevo de su papá omega.
Haerin empujó poquito más la puerta y vio a su papá dormido aún, dando la espalda a donde ella venía y había un brazo rodeando los hombros del omega, Haerin se encogió cuando vio a alguien moverse y cruzó miradas con su padre alfa cuando él alzó la cabeza al ver la puerta abierta, oh, Haerin no quiso hacer ruido y el alfa así se lo indicó, con un dedo en los labios.
Haerin no podía dejar de mirarlos, a su papá dormido en el pecho del alfa que lo estaba abrazando y pronto éste se levantó, con cuidado, no dejando que sus movimientos lo despertasen.
Ella vio al alfa caminar hacia ella, sonriendo poquito, con las mejillas un poco rositas y la tomó de los hombros para que salieran de la habitación.
"Buenos días" él susurró y Haerin lo miró fijo, con los ojos grandes sin parpadear, con curiosidad. "¿Dormiste bien?" le preguntó y se inclinó a besarle la frente. "Es temprano"
"Quería ir al baño" ella le dijo y Taehyung sintió el corazón nervioso, pues la mirada de Haerin, tan adorable y curiosa como le parecería, se sentía un poquito abrumadora.
"Oh, bueno. ¿Quieres dormir un ratito más después?"
"Bueno" ella le dijo y el alfa parecía nervioso. "¿Mi papá no durmió conmigo?"
Ah.
Taehyung mantuvo la sonrisa aunque las palabras estaban tardando en salir.
"Mh" murmuró simplemente. "¿Te sentiste sola?"
"No, yo sé dormir sola" ella dijo y dejó que el alfa la guiara al baño. "¿Durmieron los dos solos?"
Joder.
"Mh" el alfa volvió a asentir, los dos de pie frente al baño. Haerin ladeó la cabeza.
"¿Por qué?" le preguntó, no apareciendo interesada en entrar. El alfa alzó las cejas, pensando en qué decir.
"Bueno" él empezó, no sabiendo exactamente cómo vocalizarlo. "Porque queríamos darte tu espacio. Quizá"
"¿Por qué?" ella insistió, no entendiendo bien lo que le quería decir.
Taehyung tragó.
"A veces los grandes nos gusta pasar tiempo juntos" explicó, lo más claro que podía. "Incluso si es cuando hay que ir a dormir"
"Oh" Haerin dijo, pareciendo conforme con la respuesta. "Okay"
Taehyung le sonrió, satisfecho con su forma de manejar la situación.
"Papá, ¿a ti y a mi papá les gusta pasar tiempo juntos?"
Él asintió, animándola a entrar al baño y poniendo la mano sobre el picaporte al contestar.
"Claro que sí. Cuando termines aquí, puedes ir a dormir un ratito más con él, ¿sí? Yo iré a buscar el desayuno"
"¿Puedo ir contigo?" Haerin le preguntó y ¿cómo decir que no? Taehyung sólo le pudo sonreír y asintió.
"Le dejamos una notita por si se despierta antes de que lleguemos. Apúrate así vamos rápido"
Aquella vez, la última, estaban en la casa de Taehyung.
"No" Jungkook dijo, pero no estaba haciendo real esfuerzo por apartar la boca del alfa de la suya, ni las manos en sus caderas, ni el cuerpo de Taehyung casi sobre el suyo. "Nos tenemos que ir a la noche"
"A la noche" el alfa resaltó y aunque dejó de besarlo, mantuvo la boca cerca de la del omega. Se apartó poquito para revisar el reloj de la sala de la casa de sus abuelos. "Y son las cuatro. A mí me parece suficiente tiempo"
"Eres un cerdo" el omega le dijo, pero estaba sonriendo y sus manos estaban pegadas al alfa, teniendo el descaro de querer fingir desinterés a los que se le estaba sugiriendo. Taehyung no era muy orgulloso.
"Un cerdo que te quiere muchísimo" dijo, en un sentido y en otro, Jungkook no se resistió más a la burbujeante sensación en su estómago y a la emoción del alfa, aunque el omega no iba a decir que no le gustaba que Taehyung fuera así.
Siempre demasiado ansioso con querer tenerlo cerca, pegado a él, Jungkook adoraba aquello sólo de él.
Y aunque había sido Jungkook quien había sugerido la primera vez hacerlo, desde entonces era Taehyung quien casi siempre tomaba la iniciativa, o encontraba ocasiones para estar solos.
Era disfrutable de principio a fin, desde los besos cortos que después se hacían largos y de ahí pasaban a algo más, con las manos paseando por los cuerpos del otro hasta que se metían debajo de la ropa o bajaban a lugares más peligrosos.
Taehyung podía mostrarse ansioso antes, a Jungkook le gustaba que lo quisiera así, con nervios porque él también se sentía igual. Una vez que los ojos del alfa empezaban a cambiar de color, se sentía diferente.
A Jungkook le gustaba mirarlo.
Como ahora.
Estaban en la habitación de Taehyung con la puerta cerrada con llave por las dudas, aunque estaban solos en casa. Habían cerrado las cortinas y sólo la luz débil del sol de marzo que apenas podía atravesar la tela los iluminaba y a Jungkook le gustaba así.
Con el cabello oscuro desordenado porque Jungkook le había pasado los dedos segundos antes de dejar de besarse, con la piel que en verano se veía más tostada debido a sus paseos al sol, ahora un poco pálida porque estaban saliendo de invierno, resaltando el sonrojo en sus mejillas y los besos demasiado fuertes que el omega le dio en el cuello y las clavículas.
Qué falta de respeto era que hicieran todo el juego previo en el sillón de la casa de los abuelos de Taehyung, Jungkook a veces tenía vergüenza de mirarlos a la cara al igual que a sus padres, pues cuando invitaba a Taehyung a quedarse y sus padres no estaban, tanto como el sillón de casa como su cama podían ser escenarios para dos adolescentes que habían aprendido a querer en el otro.
Ahora Jungkook lo miraba y adoraba cómo el alfa lo miraba, con ojos dorados y respirando pesado, siempre era tan...gentil.
Le pasaba las manos por la cara y le besaba donde Jungkook no pensaría que le podían besar.
En los párpados, en los costados de la nariz y debajo de esta, en las cejas, en el espacio entre su mandíbula y oreja. Taehyung tenía las manos suaves y cálidas, donde le tocaba se sentía fantástico y no importaba el escalofrío que provocaba cuando le quitaba la ropa, porque pronto era envuelto por esa calidez.
¿Cuántas veces no lo habían hecho ya? Jungkook había dejado de contar luego de la décima vez y quizá no podían hacerlo tantas veces como quisieran debido a que su mesada, la de los dos, a veces era invertida en condones y a veces no tenían para comprarlos, así que debían aguantar las ganas con otras opciones.
A Jungkook, también, le gustaba mucho las demás cosas que habían aprendido a hacer en el camino.
Taehyung no se lo dijo, pero Jungkook sabía lo que quería, él también lo disfrutaba por lo que no tuvo problema en arrodillarse frente al alfa y aunque hoy sí tenían condones, nunca estaba demás disfrutar un poco más.
Oh, cómo le gustaba Taehyung.
Le gustaba todo lo que podía hacer con él, le gustaba todo lo que había aprendido con él, le gustaba todo de él. Sus manos en su pelo, su voz jadeante, su olor fuerte y sobre todo, la sensación de él, todo él en Jungkook.
Y era fabuloso el sentir al alfa tan desesperado una vez que Jungkook lo dejaba ir, Taehyung no dudaba en besarlo, pero besarlo fuerte, con dientes y lengua, como si no aguantara, y lo ayudaba a desvestirse del todo, hoy sí podían quitarse toda la ropa, y en la cama en la que lo hicieron la primera y todas las veces siguientes, también fue la última.
Era la última y ninguno lo sabía.
"¿Lo pones?" el alfa le preguntó y Jungkook asintió, jadeando mientras abría el sobre del condón y estaba sentado en la cama del alfa con las piernas separadas, con Taehyung arrodillado frente a él, ninguno de los dos dejando de besarse. "Jungkook" el alfa le dijo y aún le faltaba mucho para madurar, pero en aquel entonces, para un Jungkook de diecisiete años, era el alfa que lo iba a cuidar toda la vida.
El alfa por el cual se alegraba de haber nacido omega.
No pusieron música porque se les olvidó, se dieron cuenta de ello tarde, por lo que evitaron hacer mucho escándalo, los dos deteniéndose y haciendo silencio cuando creían escuchar un sonido a lo lejos, continuando cuando confirmaban que no era algo que los iba a interrumpir.
En esta cama, en estos brazos, en este calor, Jungkook podía quedarse así siempre.
"Tae" le dijo y oh, deberían estar hartos de escucharlo decirlo, pero a Jungkook le encantaba también la forma en la que su propio cuerpo se movía, de arriba a abajo, al compás de los embistes del alfa sobre él. La almohada se frotaba contra el cabello de su nuca y lo despeinaba, de arriba a abajo, en un ritmo fijo, quién sabe cuántas veces, quién sabe por cuánto tiempo.
Jungkook tragó, saliva propia y del alfa, alcanzando a decir.
"Tae, te amo"
Luego de la primera vez que lo hicieron, Jungkook se acordaba lo tímidos que eran el uno alrededor del otro, aunque también se hicieron demasiado dependientes de tacto, tanto del uno del otro.
En la escuela estaban todo el tiempo juntos, con el brazo del alfa en sus hombros y Jungkook le rodeaba la cintura con el suyo, cuando se sentaban en el suelo de los pasillos o en las escaleras, siempre Taehyung tenía al omega de espaldas entre sus piernas, recostado sobre su pecho, con los brazos del alfa rodeándolo.
A Jungkook le gustaba estar así, en especial cuando tuvieran la posición lo suficientemente cómoda como para que Taehyung pudiera esconder el rostro en su cuello por un rato, ya fueran cinco segundos o más, pero siempre terminaba el contacto con un beso en la piel sensible.
Muchos de sus amigos se habían quejado ya de aquello, pero qué inevitable era a veces, sí, podían ser personas normales físicamente separadas y decentes, pero cuando pasaban cosas en privado entre los dos el día anterior, solían querer estar cerca todo lo posible.
¿Cómo no si terminaban así luego de hacer el amor?
"No te duermas" el omega le dijo, moviéndole el pelo fuera de la frente con cuidado, viendo a Taehyung con los ojos cerrados, recostados los dos de costado en la cama del alfa, aún unidos.
El alfa chasqueó la lengua.
"Me tienes que acompañar a mi casa a bañarme"
"Báñate aquí" Taehyung le dijo, sin abrir los ojos. "Y vamos juntos"
"No, mi papá no me va a dejar ir si no es él quien me lleva"
El alfa hizo un puchero.
"Pero después te vas a venir a dormir aquí" él dijo, acercándose a frotar la nariz con el omega. Jungkook le dio un pequeño beso.
"Por eso" dijo. "Tengo que hacerle caso para que me deje venir a dormir. Sabes que aunque te adore, si no le hago caso, no me va a dejar venir a dormir"
Taehyung sonrió.
"Si me adora, me dejará tener a mi Jungkookie para siempre" le dijo y lo envolvió con los brazos, haciendo a Jungkook sonreír mientras compartían un último beso antes de que el nudo bajara.
Se sentaron en la cama para limpiarse con el papel higiénico escondido en uno de los cajones de la mesa de noche, el alfa le pasó el condón y Jungkook lo tomó, revisándolo con una ceja arriba.
"Qué decepción" dijo. "Te doy un seis"
El alfa resopló, divertido con la manía del omega por clasificar la cantidad de semen de cada encuentro.
"Un seis. Qué mal. No quiero escucharte quejarte el día que me pongas un diez" le dijo y vio a Jungkook soplar en el preservativo, algo que siempre hacía también para controlar que no se hubiera roto, porque había pasado una vez antes y estuvieron preocupados por un mes entero, aunque no pasó nada.
El omega no le prestó atención al condón mientras respondía.
"El día que te ponga un diez" dijo y simplemente envolvió el condón en un pedazo de papel higiénico luego de atarlo para tirarlo a la basura. "Ese día te dejaré marcarme"
"Oh, eso me interesa" el alfa dijo y sonó emocionado, acercándose nuevamente a Jungkook para besarlo y el omega lanzó el papel higiénico al suelo, hundiendo los dedos en el pelo del alfa, recostándose en la cama y trayéndolo con él.
Respiraron el uno en el otro disfrutando su compañía un poco más antes de decir.
"Jungkook-ah" el alfa le dijo. "Te adoro"
Jungkook se despertó luego de un agitado sueño, oliendo igual que recordaba haber olido antes.
El shock de haber vuelto a Taehyung hacía tanto tiempo no le había hecho caer en cuenta lo distinto que era el olor del alfa a comparación de hacía mucho tiempo.
Seguía oliendo a él mismo, pero era una esencia más fuerte y gruesa, la misma forma en la que olía antes cuando...pasaban cosas. Jungkook se despertó con ese olor, con el sueño que acababa de tener ya habiéndolo alterado y tardó en darse cuenta que estaba solo en una cama en la que nunca había dormido, con el fantasma de un calor ajeno en su cuerpo.
Se estiró aún en la cama, enderezándose lentamente y con cuidado, con una mano en su panza y la otra sosteniendo su peso.
"¿Hyung?" llamó en voz alta y se acercó al borde de la cama, levantándose luego de plantar los pies en el suelo y sólo hubo silencio en el departamento. Oh.
Fue a la habitación de Haerin y encontró la cama ordenada, oh, eran apenas las ocho y media y cuando se acercó, encontró una notita en la almohada.
Hola hola hola
Mi papá y yo nos vamos a comprar para desayunar, no te asustes si no estamos
Sonrió poquito, decidiendo que se asearía y se cambiaría para cuando regresaran porque el pijama de Haerin estaba sobre la cama sin acomodar y de pronto una puntada le encogió el corazón, recordando que tendría que empezar a guardar todo cuando tuvieran que marchar.
Presionó los labios, preguntándose qué tan bien había hecho esta visita si el momento de irse se sentía tan doloroso aunque aún no llegaba.
Prefirió acomodar las mochilas para no hacerlo enfrente de Haerin, Jungkook se cambió rápido la ropa y se aseguró de tener todo listo, terminando por ir a la cocina a preparar un té para esperar, no sabiendo realmente qué hacer en aquella soledad. Se dio la libertad de abrir los ventanales del balcón y el calor de la mañana, sutil y agradable le dio en la piel, oh, Jungkook miró a la sala, a los libros en el mueble de la televisión, al sofá, a la mesita en la cual aún estaba la caja.
No pudo acercarse a tomarla y nuevamente revisarla esta vez por su cuenta porque escuchó la puerta quitar el cerrojo y luego abriéndose, las voces de Haerin y Taehyung nuevamente llenando el lugar y Jungkook los esperó con una sonrisa, viendo a Haerin primero cuando ella entró con un ramo de tulipanes amarillos y naranjas en una mano, yendo a él con la más lindas de las sonrisas, con el cabello suelto y vestida con otro de sus vestidos más bonitos.
"Papá, mira lo que me compró mi papá" ella dijo y tomó el ramo con las dos manos, dando una vuelta, encantada con el regalo. "¿No es lindo?"
"Muy lindo" Jungkook le dijo y alzó la vista al alfa, que se asomó después, con una caja de panadería en las manos y en la otra, un ramo de margaritas blancas, un poco más grande de lo que había recibido del alfa el último mes. Jungkook sintió el corazón subírsele a la garganta y Taehyung se acercó, sonrojado pero con los ojos y una sonrisa suaves, oh, ¿era posible ser así de perfecto?
"Buenos días" el alfa le dijo y Jungkook se encogió poquito, recibiendo las flores que se le estaban ofreciendo y Haerin miró atenta su reacción, satisfecha cuando el omega le sonrió al alfa.
"Papá, fuimos caminando y todo es tan lindo. Cruzamos un parque y había un señor vendiendo flores, ¿verdad, papá?" ella dijo y miró a Taehyung, pero no le dio tiempo a confirmar lo que decía. "Y cuando volvimos con las cosas para comer, mi papá nos compró flores. Yo le dije que compráramos para ti pero también compró para mí. Es lindo. ¿No?"
Taehyung le sonrió.
"Si les gustó, entonces estoy satisfecho" dijo y Haerin se rio cuando el alfa se agachó a rodearle la cintura con un brazo y alzarla un momento para besarle la sien y bajarla al suelo. "¿Desayunamos?"
Pasaron la mañana juntos, solos en el departamento, tomándose todo el tiempo necesario para desayunar, y Taehyung no había mentido aquella vez, la primera en la que se sentaron a hablar.
El tiempo pasaba volando cuando estaban juntos.
Porque luego del almuerzo, Haerin vio a su papá levantar las dos mochilas y ella era la encargada de llevar los dos ramos de flores. El humor se le cayó de a poquito porque aunque ella sabía que tenían que volver, aunque había elegido qué cosas dejar en la habitación del departamento, no pudo evitar que los ojos se le llenaran de lágrimas, porque no quería irse.
Cuando llegaron a la estación de tren, Haerin se quedó en el auto mientras sus dos padres hablaban afuera sin que ella los pudiera escuchar.
"¿De verdad no prefieres que yo los lleve?" Taehyung preguntó, él también renuente a dejarlos ir, pero no lo mostró tan explícitamente.
Jungkook tuvo que tragar.
"De verdad no tengo problema"
"No creo que sea justo, hyung" el omega dijo, suavemente. "Sería abusar de tu amabilidad. Ya nos recibiste todo el fin de semana, hacerte conducir horas para llevarnos y para que después tengas que volver, sería demasiado"
"No digas eso" el alfa le pidió. "Tenerlos aquí ha sido lo mejor que me ha pasado"
Jungkook sintió los ojos picarle.
"No me lo hagas difícil" le pidió. "Porque yo tampoco me quiero ir, pero tenemos que"
Taehyung presionó los labios y asintió, tragándose la tristeza y abriendo la puerta para Haerin, que lo miró desde adentro, no haciendo amagos en salir del coche.
Él le sonrió, apenas.
"Vamos, mi amor" le dijo y Haerin tardó un momento, pero se arrastró en el asiento, sin decir nada, con los ramos de flores en las manos, mirando fijo al alfa. Él le acarició el pelo. "Vamos, los acompaño hasta que se vaya el tren. ¿Sí?"
Pero Haerin no le dijo nada, sólo le tomó la mano y caminaron los tres por el estacionamiento y después adentro de la estación. Haerin no sabía cuál tren debían tomar, pero su papá sí y salía en treinta minutos.
Treinta.
Tan poquito.
Se aguantó las lágrimas quedándose callada, aunque sus dos padres intentaban hacerla hablar, estaban sonriendo y parecían tranquilos, y quizá ella era el problema porque se sentía mal, y no quería llorar.
Pero no se quería ir.
Se quedó cerca del alfa todo lo que pudo, cuando esperaron sentados en una de las bancas, Haerin no quería soltarlo y estaba abrazada a él, con las flores en el asiento en donde ella había estado y él también la estaba abrazando, frotándole poquito la espalda y el tiempo no pasaba lo suficientemente lento, porque una mujer dijo algo en una bocina que se escuchó muy fuerte y Haerin se abrazó más fuerte al alfa cuando éste intentó ponerse de pie.
"Haerin-ah"
Pero ella no dijo nada, sólo contuvo las lágrimas todo lo que podía y respiraba pausado, tuvo que soltarlo para que él pudiera levantarse, pero volvió a abrazarse a él, a su brazo, caminando y casi arrastrando los pies.
"Haerin" fue su papá Jungkook quien la llamó porque Haerin estaba plantando fuerte los pies en el suelo y casi no dejaba que avanzaran, Haerin abrió la boca para decir que no quería y terminó sollozando.
Vio el tren en el que tenían que irse y se largó a llorar.
"Mi amor" el alfa le dijo y Haerin lo miró, pero estaba borroso, todo estaba borroso y se cubrió la cara con las manos. "No llores, mi Haerin. No nos estamos despidiendo. "Te voy a ver el otro sábado"
"No me quiero ir" le dijo, entre sollozos y sus manos sobre su cara. "No me quiero ir"
"Pero tienes que ir a la escuela y a ver a tus abuelos"
"Voy todos los días a la escuela, veo a mis abuelos todos los días" ella sollozó. "Yo quiero estar contigo"
Y Taehyung se contuvo, tragando duro y mirando a Jungkook, que había apartado el rostro, mirando hacia arriba para no llorar.
"No es justo" ella dijo y la voz se le estaba cortando. "No- no es justo. Siempre es poco tiempo. Papá" Haerin fue a abrazarlo. "Quiero que estemos juntos"
Y el alfa le devolvió el abrazo, acariciándole el pelo, tratando de calmarla, respirando profundo para decirle.
"Yo sé" él le dijo y le tomó las mejillas para hacerle alzar la cabeza y poder limpiarle las lágrimas y que lo mirara a los ojos. "Te prometo que vamos a estar juntos. Sabes que a mí también me pone triste cuando me voy cuando voy a verte, pero sé que nos vamos a encontrar otra vez. Son sólo unos días y el sábado nos vemos. ¿Sí?"
Haerin no pareció contenta con el planteo y Jungkook intervino, con suavidad.
"Podemos volver a venir a visitar, no nos estamos yendo para siempre" dijo. "Aunque estemos lejos, siempre van a estar juntos, ¿sí? Nos tenemos que ir a casa"
"No tenemos casa allá" Haerin contradijo y no importaba lo que le dirían, no la iban a consolar.
"Nos tenemos que ir, Haerin-ah" el omega le dijo y Haerin miró al alfa, ansiando que él hiciera algo, que dijera algo.
Que le dijera que podían quedarse para siempre.
Pero él no se le dijo y Haerin dejó caer los hombros, bajando la cabeza y dejando que la llevaran a la puerta del vagón en el que debían subir.
"Te quiero mucho, mi Haerin" el alfa le dijo y se acercó a abrazarla fuerte, oh, ella lo oía respirar raro y la voz le temblaba. "Gracias por venir. Cuando vengas la próxima vez, nos quedaremos todo el día adornando tu cuarto. Haz muchos dibujos para que podamos ponerlos en la pared. ¿Sí? Llámenme cuando lleguen. ¿Me prometes?"
Pero Haerin sólo lo abrazó fuerte, sin decir nada más y el alfa se enderezó, mirando a Jungkook a los ojos y el omega no se privó de también recibir un abrazo.
Los dos lo sostuvieron por un momento y cuando se separaron, también tenían los ojos brillosos, y qué difícil era ser adulto, a veces la dificultad más difícil era contenerse para no quebrar todo a su alrededor.
"Los veo el sábado" Taehyung les dijo e intentó una última vez consolar a Haerin, pero ella no lo miró y no dijo nada.
Los vio desde lejos, a Jungkook mostrar sus boletos, y cuando los perdió de vista, los buscó por las ventanas, pronto divisándolos y Haerin se sentó junto a la ventana, mirándolo a través de esta y el alfa sintió que dos lágrimas caían, pero sonrió un poco, saludándola con la mano y ella le hizo pucheros, cubriéndose los ojos con una mano y saludándolo con la otra.
Taehyung los miró, impotente y triste, los diez minutos que faltaron para que el tren partiese y Haerin pareció largarse a llorar cuando el tren se movió, porque apoyó las manos en el vidrio y movió la boca, pero él no pudo escuchar lo que decía y luego de unos momentos, ya no los pudo ver.
Y adentro de aquel vagón, Jungkook le frotó la espalda a Haerin cuando ella lloró porque dejó de ver al alfa. Las flores en la mesita enfrente de sus asientos parecían hacerla llorar más y él la atrajo para abrazarla.
"Tranquila" le dijo, peinándole el pelo y frotándole la espalda. "Vamos a verlo el sábado"
"No lo q-quiero ver el sábado" ella sollozó. "Quiero que vivamos juntos. Quiero que desayunemos juntos y- y que me lleve al parque"
"Haerin-ah"
Y ella se alejó de él y se arrastró lejos, lo más cerca de la ventana que podía para alejarse de él.
"Mi amor"
"Quiero estar con mi papá" ella lloró. "Quiero vivir con él"
Jungkook sintió el dolor en su corazón regresar y no podía decir que no había pensado y temido que aquello pasaría.
Y entendía a Haerin, con todo el dolor que sentía. ¿Cómo podía convencer a su hija que no podían estar en el lugar en el que había encontrado estabilidad y paz?
Porque él tampoco terminaba de aceptar que no podían estar ahí aún.
"Mi papá" ella dijo y no pudo calmarse sola, por lo que regresó a Jungkook y se abrazó a él, el omega no se negó, acariciándole el pelo para consolarla. "Quiero vivir con mi papá"
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