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3

Señor Kim Taehyung:

¿Cómo está? Ahora estoy en vacaciones de invierno, pero me ha ido bien en el colegio. Siempre intento que me vaya bien pero hay algunas cosas que me cuestan. Soy muy buena en los deportes. Me porto muy bien y sólo hay muy pocas comidas que no como. Sé preparar fideos instantáneos e ir a la tienda sola. No doy problemas.
Minsu me dijo que debería contarle cosas de mí, para que me conozca.
Me gustan mucho las cosas dulces y llevar sándwiches para almorzar a la escuela. Me gusta mi maestra de educación física, pero la de artes no es muy buena y me hace sentir mal porque me gusta mi clase de artes.
Tengo muchos amigos pero hay una niña que no me quiere.
No sé qué más contarle.
Si puede puede mandarme una carta a esta dirección y responderé rápido.
Firma: Hae Rin

Taehyung miró las tres cartas sobre la mesa ratona enfrente de su sofá, en donde estaba sentado.

Cruzó los brazos sobre su abdomen, pero rápidamente alzó una de sus manos para presionar el puño contra su labio inferior, tratando de pensar qué hacer.

La caligrafía era la misma, después de todo, estaban todas firmadas por aquella niña.

Haerin.

Era un nombre bonito, ¿cómo había escrito que se apellidaba? Hwang Haerin. Hwang, Taehyung conocía a varias personas con aquel apellido, después de todo, joder, era más común de lo que se pensaría ahora que se daba cuenta de ello. Además, ¿qué se supone que debía hacer? Debía ser peligroso que una niña de esa edad enviara cartas a desconocidos, por más que pensara que Taehyung fuera su...padre.

Padre. Le recorrió un escalofrío en la espina ante el pensamiento.

No parecía segura de su información, por eso había recurrido a buscarlo y preguntarle, pero seguía siendo un desconocido para ella, enviarle cartas y exponer una dirección era peligroso. Por sobre eso, había expresado ya dos veces que quería ir a vivir con él sin conocerlo, la tercera fue más sutil, pero la intención continuaba ahí. No lo conocía y quería ir a vivir con él.

Le hizo presión en el pecho, pensando en cuántas posibilidades había que aquella niña escapara de casa y viajara desde Geumjeong a Gangdong en su búsqueda.

Taehyung bufó una risa, pareciéndole absurdo.

Lo pensó mejor, perdiendo la sonrisa que había forzado en su boca.

Joder.

Joder, joder, ¿aquello podría meterlo en problemas?

Se levantó de su asiento y fue en busca de papel y algo para escribir, regresando con ambas cosas en la mano, pero sólo alcanzó a dejarlas en la mesa antes de que el timbre de su casa sonara.

Frunció apenas las cejas, confundido con la interrupción a aquella hora -diez y cuarenta y tres p.m. el primer viernes del año- y fue a abrir, relajando el ceño cuando vio a Yuji del otro lado, un poco sonrojada, bastante bien vestida a diferencia de cómo Taehyung había acostumbrado a verla, y con los ojos brillosos.

El aroma sutil que la había rodeado desde que la conoció se encontraba intensificado, Taehyung no podría saber la razón y el aroma a limón y crema que provenía de ella lo alcanzó sin que se acercara demasiado.

Oh.

"Yuji-ssi" dijo, confundido y asomándose al pasillo para mirar a sus lados, estremeciéndose cuando el frío de afuera le rodeó el cuello. "Hace frío. ¿Necesitas algo?"

La omega lo miró a los ojos y Taehyung sintió que respirar se le empezaba a ser dificultoso. Vio unos destellos azules en los ojos ajenos y retrocedió un poco más cuando el olor a alcohol que venía de ella le llenó la nariz junto con su perfume natural, meneando la cabeza.

"Creo que bebiste de más" él le dijo y le sonrió dulcemente, viéndola abrir la boca y dudar antes de realmente decir.

"Estaba pensando en ti" le dijo, en voz baja. "Y me arrepentí de no haberte invitado a cenar"

Ah.

Taehyung la miró sorprendido y ella pareció arrepentirse de inmediato de lo que había dicho.

"Es decir, te habría dicho que sí si me invitabas a salir" y la voz se le disminuyó en volumen, tragando duro antes de volver a decir. "¿Vas a invitarme a pasar?"

Taehyung dejó de sonreír apenas, una vez más, sin saber qué decir.

La miró por un momento quizá demasiado prolongado, apretando su mano en la manija de la puerta y vio a Yuji sonrojarse hasta las orejas, por lo que intentó volver a sonreírle con amabilidad.

"Ahora mismo estoy un poco ocupado" dijo, viendo a la omega pasar de escarlata a granate en la cara, tarde se dio cuenta él de que estaba rechazando su oferta. "Y no creo que estés en condiciones de no arrepentirte de algo mañana y no estás en las condiciones en las que yo podría aceptar esa invitación"

La omega dejó de mirarlo, abochornada, encogiéndose en su abrigo y Taehyung retrocedió un par de pasos más para tomar sus pantuflas y salir del departamento.

"Vamos. Te acompaño a tu puerta"

Y aunque sólo estaba tratando de ser amable, Yuji se abrazó a su brazo y hundió el rostro en su buzo, Taehyung la dejó hacerlo porque quizá él había dado señales de se podrían interpretar de aquella manera y una semana atrás aquel gesto habría sido agradable, pero no podía disfrutarlo cuando tenía otras cosas en mente.

Joder.

Ayudó a Yuji a abrir la puerta de su casa y la esperó fuera mientras ella quitaba sus zapatos, aún con la puerta abierta y cuando se giró a él, descalza y con el abrigo desprendido hasta la mitad, se mostró avergonzada.

"Lo siento"

"No importa" él le dijo sonriente, quizá demasiado encantador para su propio bien.

Taehyung asintió a ella.

"Me quedaré aquí fuera hasta que cierres. Ve a la cama luego de eso" él le dijo y ella asintió, no diciendo más y siempre mirándolo a los ojos mientras cerraba, hasta que la cerradura hizo clic con el marco.

Taehyung suspiró, apenas alcanzando a girar para regresar a su departamento cuando la puerta frente a él se abrió de golpe y Yuji se acercó, quizá demasiado y le tomó la cara para bajarle la cabeza y poder besarlo.

Taehyung se quedó quieto, no pudiendo reaccionar cuando ella ya lo había soltado y regresado a casa, esta vez sí asegurando la puerta justo después de cerrarla.

Lo dejó un poco descolocado, pero Taehyung se recuperó pronto, con las manos aún en los bolsillos, retomando el camino a casa, con el beso sintiéndosele...raro.

Bastante raro.

Presionó los labios que sentía picando y la sensación que normalmente disfrutaba, en especial de alguien que le había llamado la atención desde hacía tiempo, ahora se le sentía distinta, casi como si...no hubiese querido que pasara. Joder. ¿No era aquello lo que había querido el sábado pasado? No podía entenderse.

Taehyung cerró la puerta de su departamento y se quitó las pantuflas para volver a la sala, el corazón volviéndosele a apretar cuando notó las cartas en la mesa frente al sofá, la sensación en su boca tornándose desagradable.

Joder.

Se acercó una vez más y miró desde arriba la letra de aquella niña quizá desesperada por irse de su casa y se preguntó realmente qué le estaba sucediendo como para que quisiera mudarse con un desconocido.

¿Qué era ese sentido de la responsabilidad que lo estaba ahogando? Él no tenía hijos y aunque en algún momento se imaginó teniendo una familia, aquello implicaría compromiso para toda la vida, cosa que él no creía que podría tener. Él no tenía hijos y no tenía una hija, por más pena que sintiera por ella.

Tomó las cartas y no se atrevió a descartarlas, pero sí que las dobló nuevamente para meterlas en sus sobres y guardarlas en un cajón en el mueble de la sala, regresando a su lugar la libreta y la pluma con la que había pretendido escribir una respuesta a quien sea que viviera en la dirección de la que provenía aquella carta.

Señor Kim Taehyung:

Hola. ¿Cómo está? Yo estoy bien. He vuelto a clases. Las vacaciones son muy cortas y hace frío aún.
¿Las cartas le llegan a su casa? ¿Las lee? Quiero saber. Minsu me ha dicho que revisa su buzón todos los días pero usted no ha mandado nada ahí.
Minsu es mi mejor amiga. ¿Usted tiene un mejor amigo? No sé si los adultos tienen amigos para jugar.
He aprendido a preparar té para la tos pero no estoy enferma. No me enfermo mucho.
¿Donde usted vive cae nieve? Donde yo vivo no. Me gustaría ver la nieve.
Me pondría feliz si me contesta.
Firma: Hae Rin

Taehyung sentía que los ojos le ardían.

El causante de aquello no era la carta que le había llegado un par de días antes y que dejó de lado para no leerla, lo que hacía que los ojos le ardieran era la fiebre que le estaba calentando todo el cuerpo. Había entrado en celo hacía un par de horas luego de tener síntomas los últimos días y estaba tratando de distraerse con cualquier cosa porque había olvidado de pedirle a alguien que lo pasase con él.

No era algo que un par de supresores y mucha agua no pudiera calmar -y el bendito frío de enero era clave igualmente-, pero el malestar que la fiebre causaba era imposible de mitigar, por lo que buscar algo que hacer que lo distrajera había sido una tarea complicada.

Había abandonado la cama, pues aunque había cambiado las sábanas, el aroma de varios omegas estaba pegado al colchón y se le hizo difícil apoyar la cabeza en la almohada sin que le hiciera sentir peor.

No era un ansia por un omega, era más bien el malestar de sentir sus aromas, casi la misma sensación que lo llenó cuando Yuji lo besó.

Yuji. Joder.

Le había traído su correo como siempre, Taehyung había intentado saludarla pero ella no había mencionado el beso y él tampoco, descubriendo que no podía querer más con ella que una relación cordial.

Quizá dos semanas antes habría sido distinto.

Tomó la segunda carta que le había llegado esa semana y la abrió, tardando en enfocar la vista para poder leer.

Señor Kim Taehyung:

Ayer no he ido a la escuela porque no me llevaron. Mi papá está enfermo y no puedo ir si está enfermo.

Taehyung sintió que el celo lo dejaba de golpe -al menos racionalmente- cuando leyó lo que había recibido misma mañana y que él mismo había sacado del buzón antes de ir al trabajo.

¿Su papá?






ajkdshkjashdjas dios no quiso k actualice :c  el viernes a las tres de la tarde me cortaron el internet y todavía no volvió, estoy en una cafetería robando wifi, traje la compu dios, k cagazo k me roben

comprenme un café pls donde vine venden el mejor sanguche de muzza, tomate confitado y albahaca (suena re fino vieron pero es un sanguche) es el día del niño tmb denme regalos

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