22
pov de haerin wii
Haerin se encogió cuando escuchó la puerta del departamento abrirse y su primer impulso fue girarse a recibir a quien había entrado, pero no lo hizo.
"Hola, mi amor" la voz de su papá la alcanzó y Haerin apenas, sólo apenas volteó la cabeza para mirarlo.
"Hola" dijo simplemente y regresó la atención a la pequeña televisión en la que trataba de concentrarse, escuchando también a Jihoon levantarse del suelo frente a la mesa ratona donde había estado sentado leyendo una revista.
"Hyung" Jungkook dijo cuando el otro omega se acercó, estirándose. "Gracias por cuidarla"
"Es un placer" Jihoon dijo, saliendo del departamento. "Hasta mañana, Haerin-ah"
"Hasta mañana, Jihoon oppa" Haerin dijo sin dejar de mirar la televisión y Jungkook se despidió del otro omega, cerrando la puerta tras de sí y volviendo la mirada a su hija, que continuaba sentada con las piernas cruzadas frente a ella y sus manos sosteniendo su cara, a una distancia considerable de la televisión.
Jungkook suspiró.
"Traje de cenar" él murmuró, yendo a dejar la comida sobre el mueble que usaban como despensa junto al refrigerador para poder sacarse el abrigo, no recibiendo una mirada de Haerin. Jungkook colgó su abrigo mientras seguía diciendo. "¿Qué tal te fue en la escuela?"
"Bien"
El omega se acercó a levantar los vasos de la mesa ratona y los dejó sobre el fregadero, sacando sacando unos pequeños bols para servir arroz de la arrocera y ya sentarse los dos a cenar, pues había trabajado un par de horas de más y había tenido que esperar por la comida que había pedido, lo que había provocado que llegase más tarde de lo usual
El omega intentó una vez más.
"¿Te divertiste con Jihoon?"
"Vi la tele todo el tiempo"
Jungkook dejó el arroz sobre la mesa, mirando a Haerin apenado, aunque ella le estuviera dando la espalda. Procedió a servir el resto de la cena y se agachó con cuidado para poder sentarse en el suelo.
"Vamos a comer, amor"
Haerin no alzó la mirada de su comida todo el tiempo que les llevó cenar. La televisión seguía encendida, reproduciendo el programa que había estado viendo y cenaron en silencio, Haerin en algún momento se levantó a buscar algo para beber y sirvió para los dos, con Jungkook siempre siguiéndola con la mirada, no sabiendo qué decir para terminar con todo aquel silencio.
Acabaron la cena poco después y Haerin levantó los platos, Jungkook se levantó a ayudar a limpiar todo.
"Yo lo haré, mi cielo. Gracias" él le dijo y ella no insistió.
Haerin se entretuvo haciendo su tarea hasta que fue hora de dormir, con Jungkook buscando ropa para ducharse, revisando que la estufa estuviese lejos de Haerin antes de acercarse a ella, que estaba en su cama, con sus cuadernos a sus lados terminando sus pendientes.
Ella se quedó quieta cuando él se inclinó a besarle la cabeza. No le dijo algo y simplemente fue al baño, Haerin presionó los labios en un puchero cuando la puerta se cerró y escondió la cara en su cuaderno unos cuantos segundos antes de seguir con lo que debía terminar.
Para cuando su papá salió del baño, Haerin ya tenía sus cosas guardadas y la cama lista para ir a dormir, fue a cepillarse los dientes, todo aún en silencio y pronto el departamento empezó a enfriarse cuando su papá apagó la estufa, lo que significaba que ya era hora de dormir.
Un lunes en la noche, él penúltimo lunes de febrero, Haerin fue a su cama antes de que las luces se apagaran, cubriéndose con las mantas y dando la espalda a la cama de su padre, encarando la pared del otro lado y la luz de arriba se apagó, dejando solo la lámpara junto a la cama de su papá encendida.
El silencio se rompió.
"¿Qué pasó con las estrellas, Haerin-ah?" su papá le preguntó y se acercó a la cama de ella, Haerin lo sintió sentarse a su lado, pero no salió de su escondite bajo las mantas.
"Las saqué" dijo. "Jihoon oppa me ayudó"
Su papá no dijo algo por un momento.
"¿Por qué?"
"Porque sí" ella respondió. "Ya no las quiero"
Y sintió una mano en su pelo, Haerin apretó los ojos y tensó el cuerpo en rechazo al tacto, pero su papá no la soltó.
"¿Qué pasó con los deseos?" le preguntó y Haerin hundió la cara en la almohada, por lo que su voz apenas pudo espetar algo entendible.
"La mitad de las cosas que quiero ya no las voy a tener, así que ya no quiero nada" ella le dijo y Jungkook se acostó con ella a su lado, Haerin no quiso, pero se movió para que él estuviera más cómodo y giró en la cama para encararlo, con su pelo alborotado pues aún no sabía trenzárselo por su cuenta y no había querido esperar que él lo hiciera por ella.
Jungkook le sacó el pelo de la cara con la punta de los dedos, quitándole las hebillas de peluche para colocárselas correctamente, aún mirándola a los ojos con la poca luz que la lámpara a un lado les regalaba.
"Lo siento" él le dijo, en voz baja.
Haerin se encogió, pero las caricias en su cara la hicieron casi acurrucarse en el tacto ajeno.
"Estoy muy triste" ella le dijo y Jungkook imitó el puchero que Haerin formó con los labios. "No puedo tener nada para mí"
"Perdón" él volvió a decirle, abrazándola. "Lo siento mucho, mi amor"
"¿Puedo ir a la casa de la abuela después de la escuela? El abuelo me dijo que me podía traer si yo quería"
Jungkook miró a Haerin mientras caminaban a casa de Minsu para recogerla e ir a la escuela juntos, como siempre.
El último viernes de febrero, Haerin miró a su papá al alzar la cabeza, los dos dejando de caminar justo enfrente del edificio del departamento de Minsu y el omega se giró a ella, llevando su mano libre al rostro de su hija, moviéndole el pelo que se le había desacomodado con el viento de la mañana.
"La llamaré en el trabajo y llamaré a Jihoon hyung así no venga por ti, ¿vale?" él le concedió y Haerin asintió, suavizando la mirada cuando la mano en su pelo le acarició la cara. "¿Sabes que te amo, mi amor?"
"Yo sé" ella le dijo, acercándose a abrazarlo y Jungkook se sorprendió cuando Haerin hundió la cara entre su abdomen y su pecho. "Yo también te amo. Eres mi persona favorita, papá"
"¿Sí?" Jungkook le preguntó y sintió los ojos aguársele. Haerin se separó y él le puso las manos en la cara, ladeando la cabeza hacia ella y acariciándole las mejillas con los pulgares. "¿Aunque a veces haga cosas tontas?"
Haerin se rió y a Jungkook se le alivianó el corazón, sintiendo que habían sido años los que ella pasó sin sonreír.
"Igual te quiero" ella le dijo y Jungkook le hizo un puchero, ensanchando la sonrisa de su hija y con eso pudo despedirla en el colegio, junto con Minsu, con una sonrisa y quizá la vería contenta también en la tarde.
"¡Haerin-ah!" Minsu exclamó por enésima vez en la mañana y Haerin fingió no escucharla, con la vista al frente. "¿Por qué me ignoras? ¡Tengo que darte algo muy importante!"
Haerin se giró a Minsu, las dos de pie en uno de los pasillos del colegio y se sujetó de las correas de su mochila a la altura de sus axilas, con el cabello largo peinado en una media coleta alta y el flequillo sujeto a los lados con un par de hebillas en forma de conejo, con los ojos entornado y la boca fruncida.
Minsu se encogió, confundida.
"Uh..."
"Ya no me importa" Haerin le dijo, alzando el mentón para esconder que estaba dolida. "Así que ya no vamos a hacer nada"
Haerin se dio media vuelta y Minsu parpadeó pronto siguiéndola cuando su amiga empezó a caminar y la sujetó del brazo para arrastrarla lejos de los pasillos, cerca de las escaleras, diciendo en voz baja.
"Había un paquete en mi buzón" ella susurró/exclamó, viendo a Haerin dejar de respirar. "Es pesado, lo traje conmigo pero no podía decirlo enfrente de tu papá. ¿Lo abrimos? E muy pesado, Haerinie"
Haerin la miró un momento, realmente tentada, pero negó.
"No" dijo. "Devuélvelo"
Minsu parpadeó.
"Pero, Haerin-ah" ella dijo. "Es de tu papá"
No es mi papá, Haerin pensó esta vez, no queriendo decirlo en voz alta.
"¿Qué pasó?" Minsu le preguntó, pues aunque ella había estado presente durante todo el proceso de Haerin descubriendo que no era hija del alfa al que siempre había llamado su padre, que la había ayudado a aprender a enviar cartas y que había prestado su dirección para que Haerin pudiera escribirle sin que su papá sospechara.
Podía confiar en ella, pero Haerin no creía que podía decirle lo que había pasado sin largarse a llorar y no quería que en la escuela la vieran llorar.
Joder.
"Vamos" Minsu la animó, aún confundida. "Estoy segura de que mandó más regalos, es un paquete pesado. ¡Tu papá te está mandando regalos, Haerin-ah! ¿Ves? Tu papá Minhyuk ni siquiera vino para tu cumpleaños y tu papá de verdad te manda regalos porque sí. Eso es genial"
Y Haerin sintió los ojos arderle y simplemente se volteó para irse, con Minsu detrás de ella, llamándola.
No es mi papá. Quiero, pero no es mi papá.
Minsu se quedó con ella aunque Haerin no tenía ganas de hablar. Se sentaron juntas como siempre, acurrucándose entre sí porque hacía poquito de frío en las aulas, compartiendo sus colores, aún mirándose y sonriendo cuando sentían que una molestaba con el brazo a la otra al escribir.
Haerin se relajó un poco más y durante el almuerzo, Minsu se plantó frente a ella, dejando su mochila en la mesa y le impidió a Haerin irse.
"Abramos el paquete" ella dijo y sacó de adentro de su mochila un grueso paquete, no había exagerado en eso, para dejarlo enfrente de Haerin. "Porque quiero saber qué es"
"No, Minsu-yah" Haerin le pidió y se mostró triste. "No quiero saber qué envió"
"Pero ¿por qué?" su amiga insistió. "Vamos, ¡por favor!"
Y Haerin miró a Minsu, con el labio inferior entre los dientes y las manos apretadas sobre su regazo, insegura de qué hacer y su amiga buscó una tijera en su estuche, dejándolo también frente a Haerin y la incitó a abrirlo, por lo que Haerin no tuvo de otra que hacerlo.
Rompió con cuidado el papel que lo envolvía, Haerin trató de no dañarlo a pesar de todo, sacando de adentro dos libros con las portadas brillantes de color, oliendo a nuevo, con una nota sobre el que estaba delante.
Miró a Minsu y esta la miró con los ojos abiertos grande y la boca abierta, pronto chillando emocionada.
"¡Haerin-ah!" exclamó. "¡Es de los que vimos en la librería!"
"Sí" Haerin asintió, pero no podía emocionarse por el regalo. "Lo son"
"¿Tú le dijiste que era el que querías? ¿Te imaginas? Cuando vivas con él, te comprará toooodo lo que quieras. Ah, ¡qué envidia! Haerin-ah..." pero Minsu dejó de decir cuando vio a Haerin dejar los libros sobre su regazo, con los ojos aguados y los labios fruncidos en un puchero, con la nota que estaba con los libros en las manos, pero no la abrió.
Oh.
"¿Haerin-ah?"
"¿Quieres cambiarte de ropa, Haerin-ah?" su abuela le preguntó y Haerin sacudió la cabeza, sacándose la mochila de la espalda para quitarse el abrigo cuando entró a casa de sus abuelos, luego de que la omega mayor la buscara del colegio y la trajera para que estuviera ahí hasta que su papá fuera a buscarla.
"No. Abuela, ¿puedo ver la televisión en el cuarto de mi papá?" preguntó, volviendo a tomar su mochila mientras su abuela recibía el abrigo de las manos de Haerin para colgarlo.
"Sólo un rato" ella le concedió. "Luego ayúdame a hacer la cena, ¿sí? Quizá si le decimos que ayudaste, tu papá quiera quedarse a comer"
"Okay" ella dijo, caminando por la casa a la habitación que solía ser de su papá, trayendo su mochila consigo y fue de inmediato a la cama, dejando la mochila frente a ella para abrirla y sacar sus nuevos libros.
Los miró triste, pero los dejó de lado para tomar la carta que había recibido, dudando antes de abrirla.
Haerin-ah:
Oh, ya no era tan formal, Haerin se había sonrojado cuando leyó al alfa referirse así a ella. Releyó la nota una y otra vez y se preguntó si debía creerle.
Era un adulto y los adultos adoraban mentir y romper promesas, Haerin había entendido eso. Podía darse otra vez a la posibilidad de ser decepcionada o podía creer y esta vez tener promesas cumplidas.
Era difícil.
Dejó la nota de lado y tomó los libros para abrirlos y buscar más indicios del alfa, y los encontró en una nota en la primera hoja.
Compré muchos libros desde que me dijiste que te gustaba leer, así que te mando estos para empezar. Disfrútalos. Son para ti
Y Haerin no quiso, pero sonrió, con los ojos aguados y el corazón suavecito, tomando el otro libro, más emocionada por las notas en ellos que por el contenido.
Muy mal de mi parte tratar de comprar tu perdón con regalos, pero sólo quiero que sepas que no he dejado de pensar en cómo estás y me pone mal saber que quizá estás triste. Sé feliz, Haerin-ah
Y Haerin no podía seguir triste, oh, se abrazó a los libros y cayó en la cama que solía ser de su papá, girando hasta que quedó boca arriba y miró el techo de la habitación, muy confundida, pero el contentamiento que le estaba calentando el corazón en el momento eclipsó esa sensación de incertidumbre.
Se pasó un largo rato leyendo el primer libro, Haerin había abandonado la televisión para leer y sorprendió a su abuela cuando ella abrió la puerta, mirando la televisión apagada y después a ella, tardando en decir.
"Ven a ayudarme con la comida, Haerin-ah" dijo y la niña se enderezó en la cama, asintiendo hacia ella.
"Okaaay"
Haerin dejó su libro separado en donde había quedado y lo guardó en su mochila junto con el otro, sabiendo que ya no tendría tiempo a solas para leer y salió del cuarto para ir a la cocina, pero escuchó el teléfono sonar desde la sala y corrió a atender, gritando en voz alta.
"¡Yo contesto!" dijo y descolgó en cuanto lo alcanzó, acercándolo a su oreja. "¿Hola?"
Sólo le respondió el silencio.
Haerin esperó unos momentos, un poco confundida con la falta de respuesta y no dudó en insistir.
"¿Hola? ¿Quién habla?"
Escuchó a alguien respirar, casi como si no pudiera hacerlo.
Haerin miró a la entrada de la sala a espera de que su abuela se acercara, pero cuando nadie vino, frunció las cejas.
"¿Quién es? Voy a colgar"
"Hola" esa voz le dijo y Haerin alzó las cejas.
Oh.
"Hola" ella respondió. "¿Quién es?"
Otra vez una larga pausa.
"¿Hola?"
"Sí" la misma voz le respondió. Era un hombre, Haerin lo podía saber, tenía la voz gentil y un poco ronca, quizá demasiado baja. "Hola"
"¿Quién es?" ella insistió y finalmente su abuela entró a la sala, acercándose a ella cuando vio a Haerin confundida.
El hombre le respondió despacio.
"Estoy buscando a Jeon Jungkook. ¿Puedo hablar con él?"
"¿A mi papá?" Haerin preguntó. "Mi papá no vive aquí"
"¿Quién es, Haerin?" su abuela le preguntó y Haerin se encogió, no amagando darle el teléfono.
"Oh" el hombre murmuró. "¿Crees que puedas pasarme con un adulto?"
Y la niña parpadeó, dándole el teléfono a su abuela momentos después y retrocedió para darle espacio cerca del teléfono, atenta a la reacción ajena.
"¿Hola?" ella dijo y Haerin la vio palidecer un poco, mirando a la niña con los ojos abiertos un poco de más.
Oh.
"Espérame un momento" su abuela murmuró y parecía nerviosa. "¿Quieres ir a lavar las verduras, Haerin-ah? Puedes pelar las zanahorias y los pepinos, pero ten cuidado"
"Okay" Haerin le dijo y se dio vuelta para irse, pero se no bien salió de la sala, se quedó junto al umbral donde su abuela no podía verla, y aunque su voz bajó, Haerin podía escucharla si se concentraba.
La mujer tardó en decir algo.
"Ha pasado tanto tiempo desde la última vez que te escuché" dijo y sonaba rara, Haerin no sabía si estaba emocionada o triste. "¿Cómo has estado? ¿Dónde estás viviendo? Oh, Tyung-ah..."
Haerin frunció las cejas.
"Jungkook me dijo que podías llamar, pero...no, él no está. Vendrá en una hora o un poco más a buscar a Haerin, pero-" su abuela dejó de decir y Haerin apoyó la cara contra la pared, dificultándosele el escuchar mientras más su abuela decía. "Sí, esa era Haerin. Jungkook me dijo"
¿Decir qué? ¿Algo de ella?
"Me gustaría decirte que te llamaría cuando Jungkook esté, pero Jeonghae no debe tardar en regresar, así que será mejor que no sepa que llamaste" ella dijo, lo que confundió más a Haerin porque ¿por qué su abuelo no tendría que saber? "¿Quieres que le diga algo de tu parte?"
Haerin se sobresaltó cuando escuchó la puerta de entrada abrirse y supo que era su abuelo que ya estaba de regreso, oh, corrió a la cocina y supo también que su abuela se dio cuenta que había estado espiando.
Ay.
Haerin metió todas las verduras en el profundo recipiente sobre el fregadero y se paró de puntitas para lavar todas las verduras, con el corazón latiéndole fuerte y se tensó cuando los pasos alcanzaron la cocina, tuvo que voltearse y unió miradas con su abuelo, que la miró con cariño y ella se encogió, intentando sonreírle.
"Hola" dijo solamente y el alfa se acercó, Haerin no esperaba un abrazo porque sabía que el viejo no era de darlos, así que sólo tuvo que bajar la cabeza para recibir un beso en el pelo y una mano en el hombro.
"Hola, Haerin-ah" él le dijo. "¿Qué vas a cocinar hoy?"
Y Haerin le sonrió, regresando a su tarea, no contestando a la pregunta porque su abuela apareció momentos después en la cocina, un poco nerviosa, con los ojos fijos en Haerin, que fingió no mirarla.
"Abuela, ¿dónde está el pelador?" preguntó, mirando por toda la encimera y la omega no recalcó nada, acercándose a alcanzárselo. Haerin la miró una vez que lo recibió y la omega le dio una mirada significativa, aunque luego sonrió y se giró al alfa.
"Esperemos que Jungkook-ah quiera quedarse a cenar"
Haerin alzó la cabeza.
"Es mi papá" dijo dejando los cubiertos que había estado acomodando en la mesa y miró a sus abuelos por un segundo. "¡Yo le abro!"
Y quizá los había confundido, pues ni siquiera se había escuchado algún sonido fuera de casa, pero Haerin sabía que su papá estaba cerca, por lo que buscó sus pantuflas en la entrada y abrió la puerta, sintiendo el frío abrazarla cuando dio dos pasos fuera y su papá apareció entre la noche asomándose aquel viernes de invierno.
El omega le sonrió en cuando la vio y apuró el paso, Haerin lo esperó y lo abrazó en cuanto lo tuvo al alcance, acurrucándose en sus manos frías cuando el omega le tomó la cara con estas.
"¿No tienes frío, mi amor?" él le dijo de inmediato y la guió dentro de la casa, oh, Haerin se pegó a él, lo que lo hizo sonreír. "¿Qué tal tu tarde?"
"Muy bien" ella le dijo. "Ayudé a la abuela con la comida, ¿nos quedamos a comer?" preguntó y su papá lo pensó sólo un momento.
"Mh, ¿le preguntaste a los abuelos si podemos?" él inquirió una vez dentro de la casa y Haerin tomó la bolsa en las manos de su padre para dejarlo quitarse el abrigo, pero él volvió a tomarla, sacándosela de las manos. "Ah, compré algo para nosotros"
Haerin jadeó.
"Lo abrimos cuando estemos en casa, ¿sí?" él le dijo, dejando la bolsa sobre el estante en la entrada y Haerin lo ayudó a quitarse el saco, volviendo a abrazarlo una vez que pudieron y Haerin alzó la cabeza a él, sonriéndole.
"¿Cómo te fue en el trabajo?"
Aunque fuera una farsa o simplemente una procrastinación de todo lo malo, Haerin tuvo una linda cena.
Se sentó en una mesa alta con sus abuelos y su papá, con comida rica y caliente, con la televisión encendida en las aburridas noticias que su abuelo veía cada noche, con su papá pasándole todo lo que podía de su plato al de ella, mientras veía que su abuela hacía lo mismo con el omega.
Haerin estaba contenta, aunque fuera porque lo malo había pasado o porque sería temporal.
Se quedaron un poco más después de la cena porque su abuelo ofreció llevarlos a casa, Haerin hizo un poco de tarea para no aburrirse, en la mesa en la que su abuelo estaba acomodando, mientras su papá y su abuela limpiaban la cocina.
"¿Necesitas ayuda, Haerin-ah?" el viejo alfa le preguntó una vez que terminó de limpiar la mesa y ella negó, arrodillada en la silla en la que debería estar sentada, centrada en su tarea.
"Nuh uh" ella le dijo, pero alzó la cabeza, mirando al alfa ir al sofá en la sala para sentarse y ver la televisión. Haerin se levantó de la silla y caminó hasta la cocina, deteniéndose a medio camino cuando escuchó a su abuela decir.
"Llamó y Haerin lo atendió"
Oh, Haerin no podía abandonar la curiosidad.
Se acercó despacito para escuchar mejor, espiando a la cocina para intentar ver la expresión de su padre.
"Dijo que quería hablar contigo, pero le pedí que no llamara cuando tu padre pudiera atenderlo"
"¿Qué le dijo a Haerin?" Jungkook preguntó en voz baja, pero su abuela negó.
"Nada" lo tranquilizó diciendo. "Sólo pidió hablar contigo"
Su papá hizo un largo silencio que le dio lugar a su abuela para seguir diciendo.
"Dijo que vendría mañana a visitar a sus abuelos. Si pueden encontrarse en el mismo lugar que la vez anterior. Te esperará ahí"
Su papá no contestó.
"Jungkook" la omega dijo, un poco seria. "Será mejor que aclares esto de una buena vez. Por tu bien y el de tus hijos. Y el de él"
"Yo quisiera, mamá" él dijo, en voz baja, casi sin aire. "Pero ni siquiera yo tengo las cosas en claro"
"Jungkook" ella volvió a decir, incrédula.
Haerin se movió para entrar a la cocina y los dos omegas se giraron a mirarla cuando sus pasos llamaron la atención, Jungkook la vio y palideció un poco, pero intentó sonreírle, abriendo sus brazos en un llamado silencioso y Haerin fue a abrazarlo, hundiendo la cara en él para aspirar su rico olor natural, junto con el olor a pan y pasteles que siempre se le pegaba del trabajo.
"¿Vamos a casa?" él le preguntó y Haerin alzó la cabeza, asintiendo.
"Vamos a casa"
En casa hacía frío, quizá más que afuera.
Su papá se apuró a encender la estufa y Haerin fue a dejar su mochila sobre su cama, girándose a su papá cuando dijo.
"¿Hago té y después de bañarnos vemos algo en la tele antes de dormir?" preguntó y Haerin asintió con la cabeza, buscando su toalla y su pijama para entrar a darse una ducha.
Jungkook terminó suspirando para liberarse de la tensión de su cuerpo cuando Haerin cerró la puerta del baño.
Sintió escalofríos en los brazos y se los frotó, yendo a guardar la comida que había sobrado de la cena y que su madre le dejó traer en el refrigerador, yendo a levantar el uniforme que Haerin se quitó antes de bañarse y la mochila que había estado sobre la camisa cayó cuando tiró de la prenda.
Lo sintió por sus vecinos de abajo, Jungkook tragó antes de inclinarse con dificultad a levantar la mochila de Haerin, notándola más pesada de lo que debería y de adentró había caído un libro, Jungkook ladeó la cabeza cuando vio que dentro había otro libro que no era de los reglamentarios para el colegio y el que había caído al suelo se había abierto en la primera página en blanco.
Lo levantó y mientras se enderezaba, leyó lo que había escrito y algo dentro de sé reconoció la letra, lo que lo hizo sentir frío en el pecho.
Muy mal de mi parte tratar de comprar tu perdón con regalos, pero sólo quiero que sepas que no he dejado de pensar en cómo estás y me pone mal saber que quizá estás triste. Sé feliz, Haerin-ah
Jungkook no supo reaccionar.
Oh, ¿qué se hacía en esa situación? Jungkook no podía pensar en algo apropiado para hacer luego de leer aquello, no sabiendo si Taehyung y Haerin habían seguido hablando, porque no se había comunicado con el alfa cuando dijo que lo haría y porque sabía que su hija no le contaría, no después de todo lo que había pasado las últimas semanas.
Tuvo que sentarse, con el libro aún en una mano y dejó la mochila de Haerin sobre la cama, pensando qué hacer, qué decir y cómo responder a aquello.
¿Debería reclamarle a Taehyung por seguir intercambiando correspondencia con Haerin? No, no parecía lo correcto, ni para él ni para su hija. ¿Debería preguntarle a Haerin sobre ello? ¿Hacerle saber que sabía que el alfa le había enviado aquellos libros? No, no creía que debía.
¿O sí? Jungkook no sabía y estaba demasiado cansado como para pensar.
Miró la mochila de Haerin y escuchaba la ducha del baño aún encendida, por lo que en su culpa, y quizá con demasiado pesar en sí de que no debería hacer aquello, sacó el otro libro de adentro, temblando y dudando demasiado antes de abrirlo, sabiendo que aquello era de su hija y no sólo estaba invadiendo su privacidad, sino que también estaba tomando sin permiso algo que ella no le había querido compartir.
Compré muchos libros desde que me dijiste que te gustaba leer, así que te mando estos para empezar. Disfrútalos. Son para ti
Y Jungkook bufó una risa.
El alfa le había dicho que tenía libros infantiles en su casa, no había especificado por qué. ¿Los había comprado para Haerin? Joder. Él ni siquiera la conocía. Ella no lo conocía. No había razón para que el alfa hiciera algo así.
"¡Papá!"
Jungkook se sobresaltó cuando escuchó a Haerin exclamar.
Dejó los libros dentro de la mochila y la cerró, dejándola en su lugar y tomó el uniforme de la cama, tragando antes de responder.
"¿Qué pasa?"
"¿Puedes venir a cepillarme el cabello? Me estoy mojando toda la ropa"
Un poco más de media hora después, Jungkook tomó la taza de té que su hija había terminado y se levantó a lavarla junto a la suya, mientras Haerin acomodaba las cartas con las que habían estado jugando, con la televisión encendida aunque ninguno de los dos le prestaba atención.
"¿Quieres ir a cepillarte los dientes?" él le indicó, pues ya se habían duchado, tomado algo calentito y el departamento estaba lo suficientemente cálido como para ir a dormir ya.
Haerin se metió a la cama luego de cepillarse los dientes, esperando a que su papá terminara también de hacerlo y cuando él salió del baño, no apagó la luz como ella esperaba que hiciera para que pudieran dormir.
En cambio, él tomó la misma bolsa que le había dicho que abrirían en casa, que había estado arriba del refrigerador todo el tiempo y fue con ella hasta la cama, donde se subió, dejando un espacio entre los dos y Haerin lo siguió con la mirada, viéndolo sostenerse el vientre con una mano hasta que encontró una posición cómoda.
"¿Qué es?" Haerin le preguntó, con curiosidad y su padre sacó de adentro de la bolsa otro empaque, abriéndolo y dejando caer el contenido sobre la cama.
Haerin jadeó al ver las estrellas fluorescentes formando constelaciones sobre sus mantas, oh, estas eran de colores, azul, rosa, verde y amarillo, Haerin miró al omega con la boca abierta y éste le sonrió.
"¿Quieres que las peguemos?" él le preguntó y Haerin se levantó, tratando de no pisar las estrellas cuando arrastró las rodillas por el colchón para ir a abrazarlo, besándole las mejillas antes de separarse y tomar un par de las estrellas.
"Papá" ella le dijo, mirándolo a los ojos. "Gracias"
Jungkook le acarició el pelo un tanto húmedo, siendo él quien se acercó a besarle la frente.
"No hay de qué" dijo y sentía cierto nudo en la garganta. Porque su hija estaba feliz. Porque su felicidad la causaba algo que él estaba dándole. Porque aquello la hacía feliz porque alguien más le había dado un significado a aquello tan banal.
"Vamos a pegarlas" Haerin le pidió y Jungkook se puso de pie sobre la cama, estirando una mano a ella y cuando bajó la cabeza a mirarla, la vio con una de las estrellas fugaces en la mano, con los ojos cerrados y conteniendo la respiración.
Abrió los ojos y lo miró, terminando por darle su deseo, con el plástico que cubría el adhesivo ya quitado y Jungkook la tomó de su mano, alzándola por sobre su cabeza y saltó para poder pegarla, bajando la mirada a Haerin y ella le sonrió contenta, tomando otra y otra, hasta que todas estuvieron pegadas y él fue a tirar la basura y a apagar la luz, regresando a la cama de Haerin, donde se recostaron a mirar al techo, acurrucados los dos.
"Papá" ella le dijo, frotando su mejilla contra su brazo. "Gracias"
Jungkook cerró los ojos y suspiró temblorosamente.
"No hay de qué"
cap sin editar jsjs sean conscientes que estos capítulos ni siqueira les doy una leída antes de subir, sólo lo termino de escribir a cualquier hora y subo xd yay hoy sí cap largo
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro