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21


"¿Qué tal te fue en casa de tus abuelos?" esa voz preguntó y Taehyung salió de ensoñación.

Miró a su lado, pues se había sentado solo en su almuerzo del trabajo y se encontró a Yoongi con su comida a un lado, como si esperara permiso de sentarse con él y el alfa tragó para intentar deshacerse de la incomodidad en su garganta. Sonrió, ofreciéndole asiento al omega antes de responder.

"No pude ir este fin de semana" dijo, viendo a Yoongi sentarse frente a él. "No alcancé a terminar el informe que me dijeron que tuviera listo hasta el lunes, así que tuve que quedarme"

Yoongi ladeó la cabeza.

"Es un poco más pesado de lo que pensé" Taehyung suspiró, escarbando su comida, que resultaba ser de sus favoritas, pero simplemente no tenía apetito.

"Es sólo hasta que lleves el ritmo" el omega murmuró, en consuelo. "Te aseguro que la paga lo vale. Sé que podrás sobrellevarlo"

Lo habían ascendido hacía una semana, Taehyung debería estar agradecido.

Con poco tiempo de notificación y sin siquiera haber aplicado para el puesto, la influencia de Yoongi había jugado un papel importante ahí, Taehyung había abandonado su escritorio el lunes de la semana pasada y no iba a mentir, la primera semana le fue fatal.

Era casi como su trabajo normal, sólo que debía responder por sus subordinados y mantener contentos a sus superiores, requería un poco más de esfuerzo, pero como Yoongi decía, era cuestión de que se acostumbrase.

Le había dado también algo para distraerse, algo que lo cansaba así que cuando llegaba a casa sólo pensaba en comer y ducharse, para poder finalmente recostarse y dormir.

El fin de semana pasado, pues era miércoles, era el fin de semana en el que tendría que haber ido a visitar a sus abuelos pero no había podido porque se le había encargado su primera responsabilidad como jefe de piso y no podía fallar, por lo que pospuso el viaje para el fin de semana siguiente.

Lo distraía, también, del hecho de que no había tenido señales de vida de Jungkook o de...de Haerin desde que visitó la casa de sus abuelos.

No se decidía si debía llamar a casa de los padres de Jungkook y enviar una carta a Haerin como había prometido que haría luego de hablar con Jungkook. Se preguntaba si el omega había hablado con ella y si fue así, qué le había dicho. En qué había quedado todo.

Había pedido que se lo mantuviera al tanto, pero habían pasado más de dos semanas -faltaban sólo dos días para que se hicieran tres- y no había tenido ninguna llamada, ninguna carta y no sabía si debía llamar o escribir primero.

No quería pensar que Jungkook lo estaba ignorando y haciendo como si el encuentro jamás hubiese pasado, pero no sabía qué debía hacer.

Joder.

"Entonces si vas a estar ocupado el fin de semana, no puedo ofrecerte una visita a tu departamento, ¿no?" el omega frente a él dijo casualmente y Taehyung se congeló, aunque después se sonrojó en las mejillas.

Oh.

Yoongi alzó la mirada ante su falta de respuesta y Taehyung tragó, intentando sonreír como normalmente haría ante esas propuestas y ladeó la cabeza con desconcierto.

"¿Creí que estabas saliendo con alguien?" recordó con inseguridad y Yoongi suspiró, escarbando en su comida.

"Sí, pero no era para mí. Dejé de verlo hace una semana, más o menos. No fue la gran cosa" él dijo, pero se mostraba decepcionado. Taehyung lo miró y Yoongi ladeó la cabeza a él, pareciendo impasible, desinteresado y quizá un poco sugerente. "Yo ya terminé de comer. ¿Quieres acompañarme a revisar unas cosas que tengo para encargarte?"

Taehyung estaba quizá demasiado ensimismado con demasiadas cosas en su vida, que no se dio cuenta cuándo fue la última vez que salió con alguien.

Salir, en el sentido de salir a comer, a tomar algo, a ver una película, lo que fuera. Había cambiado los colchones en su casa y estos no olían a otra cosa que no fuera su jabón de ropa gracias a las sábanas o a su propio aroma, porque no había vuelto a invitar a alguien a pasar la noche.

Alguien como él, con ese encanto nato que podía ser también catalogado como galantería, necesitaba demasiado del toque de un omega, quizá más seguido de lo que pareciera.

Le gustaba tener una mano la cual tomar, un cuello al cual oler, piel suave y caliente en la cual poder deslizar los dedos. Siempre se había asegurado de tratar a las personas con las que estaba con respeto y consideración, haciéndoles pasar un buen rato y procurando que no pasase a mayores, y no siendo ambiguo con sus intenciones.

Yoongi había sido de sus encuentros casuales más prolongados en términos de frecuencia, trabajaban juntos, por lo que la cordialidad era menester y era lo que había hecho que estar con él hubiera perdurado por lo que sería ya un año.

Era fácil hacerse adicto a la forma de su boca, Taehyung había disfrutado de ello.

Los dedos fríos del omega en su cuello, su piel pálida y tibia pintándose de tonos rosados cuando Taehyung apretaba sus propios dedos en él.

Había sido agradable.

Ahora no tanto.

El alfa jadeó cuando el omega lo empujó contra la pared de su nueva oficina, pues seguía estando arriba de Taehyung en la escala de mando y se le había cedido su propio espacio, lo que le había dado más privacidad.

Taehyung aspiró por la boca cuando Yoongi se alejó y se apoyó contra la pared, alzando una mano para pasársela por el pelo mientras que la otra la llevaba al cabello del omega que se había puesto de rodillas frente a él.

Sintió el cinturón dejarle de ajustar en las caderas y de repente, ya no tenía ganas de aquello.

Tiró del pelo de Yoongi antes de que éste le bajase los pantalones y el omega alzó la mirada a él de inmediato, captando su expresión y se puso de pie, un poco extrañado, pero alejó las manos de Taehyung, esperando antes de decir.

"¿Pasa algo?" inquirió y vio al alfa volver a abotonarse los pantalones y a ajustarse el cinturón, dejando salir un pesado suspiro.

"Perdón" Taehyung masculló, sacudiendo la cabeza. "Es que tengo demasiado en mente. No puedo"

"Está bien" el omega le dijo y esta vez se mostró preocupado. "¿Quieres algo de tomar?"

"Estoy bien. Sólo no estoy de humor" murmuró y se sintió un poco mal con su forma de decirlo, pero Yoongi asintió, aún con esa expresión de preocupación en el rostro.

"Has estado muy raro, ¿sabes?" dijo, llamándole la atención. "Más allá de esto. Sigues rindiendo bien, pero te noto más tenso. ¿Está pasando algo que me quieras contar?"

Y Taehyung lo miró unos momentos, terminando por negar otra vez, un poco cansado.

"Sólo tengo demasiado en mente. Gracias por entender, hyung"

Yoongi lo miró por unos cuantos momentos más, decidiendo no insistir con el tema y mencionó.

"Vamos a ir a tomar algo luego de trabajar, ¿quieres venir? No nos quedaremos hasta tarde" dijo y el alfa lo miró, pensándolo un momento antes de asentir.

."Me vendría bien" él sonrió y aunque la mirada en el omega no cambió, Taehyung no fue presionado a dar respuestas de su comportamiento.

Fue un respiro, Taehyung no podía mentir.

Hacía más de un mes que no bebía más allá del shot que se permitía en sus salidas con sus compañeros de trabajo y aunque varios de estos se retiraron temprano -específicamente los que tenían a alguien esperándolos en casa- Taehyung se quedó con Yoongi y varios de sus subordinados e iguales, en el bar que siempre solían frecuentar, jamás cansándose de los mandu que servían en el lugar y pudo relajarse un poco.

Pasó la noche, quizá siendo más ruidoso de lo que debería en un lugar público, Taehyung sólo volvía a ser como era normalmente y estaba bien.

Estaba bien.

El sutil aroma a fresas lo alcanzó y la sonrisa se le borró, Taehyung alzó la mirada más allá de su mesa y trató de enfocar la vista borrosa pero no vio nada, porque el olor desapareció al instante y nada apuntaba que el dueño de aquel aroma estuviera cerca.

Parpadeó, quizá habiendo sido un fugaz delirio causado por su ebriedad y le llamó la atención Mari arrastrándose en su asiento más cerca a él, por lo que tuvo que volver a su mundo en la mesa, buscando mantener la distancia entre él y la omega, volviendo a sonreír y tratar de pasar la noche como si nada.

Había sido una mala idea salir a beber en medio de la semana, Taehyung se regañaría al otro día, pero realmente necesitaba esa salida.

Regresó a casa solo, un poco mareado pero aún pudiendo mantenerse en pie, caminando directo a su buzón como se le había hecho costumbre cada día, sólo que esta vez no lo golpeó la acostumbrada decepción de encontrarlo vacío, porque había un paquete adentro y Taehyung parpadeó, sacando el paquete de adentro y parpadeó para leer lo que el remitente había escrito, reconociendo esa letra y el corazón le subió por la garganta y se apuró a su departamento.

Subió los escalones de a dos, oh, no tenía tiempo para nada y sólo alcanzó a quitarse los zapatos luego de entrar a su departamento, aún con su bolso y abrigo puesto, fue al sofá para sentarse mientras abría el paquete, no encontrando ni dibujos, ni adornos en su nombre en el frente.

Dentro estaba el libro que le había regalado a Haerin, Taehyung no supo cómo reaccionar al principio.

Sacó el libro que seguía impecable del sobre y todavía se sentía pesado, por lo que Taehyung dejó el libro a un lado y sacó igualmente las estrellas fluorescentes amontonadas en una bolsa y no en el empaque en el que él las había mandado.

Había sólo una notita pegada al libro y Taehyung no habría querido, pero sus ojos la leyeron antes de siquiera darse cuenta.

Señor Kim Taehyung:

No volvió a escribirme. Le devuelvo las cosas que me dio. Perdone por haberle dicho todas mis cosas.
Adiós.
Firma: Hwang Hae Rin

Y el alfa sintió el pecho dolerle, nuevamente.

La vista volvió a tornársele borrosa, no por el alcohol que había bebido, sino por las lágrimas que empezaron a acumulársele en los ojos y las dejó caer, joder, se echó contra su sofá, con el libro apretado en una mano y las estrellas en la otra, mirando a un lado de la mesa de la televisión, la pila de libros que había acumulado y que había empezado a apilar en el suelo para que no se cayeran.

"Joder" dijo, dejando todo a sus lados en el sofá para pasarse las manos por el pelo, pero se levantó del sofá y buscó algo para escribir, regresando a su lugar para sentarse a escribir, no pensando demasiado en ello.

Haerin-ah:

Discúlpame por no haberte escrito antes, no tengo excusa. Es la última promesa que te rompo, en serio lo siento. Hablé con tu papá hace unas semanas y me dejó con más preguntas que respuestas. Discúlpame. No me tienes que devolver las cosas que te regalé, no importa lo que te hayan dicho, ¿sí? Son para ti, los conseguí para ti.
Intentaré volver a hablar con tu papá para aclarar todo, ¿está bien? No te disculpes por nada, por favor.
Tú discúlpanos por no saber sobrellevar esta situación.
Volveré a escribirte una vez que hable con tu papá. Lo prometo. Esta vez sí lo haré.
Firma: Kim Taehyung

Taehyung soltó el lápiz y arrancó la hoja, armando un sobre lo más rápido que podía antes de arrepentirse, dejando que la borrachera y la angustia justificaran sus acciones.

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