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18

"Papá, ¿estás enfermo?"

Jungkook se sobresaltó ante la aguda voz llamándole la atención. Se giró a Haerin cuando pudo recordar en dónde y con quién estaba, demasiado sumido en sus pensamientos, y su hija ladeó la cabeza hacia él.

"Estás todo rojo" Haerin dejó sus deberes y se estiró para poner sus manos en la cara de su padre. "¿Tienes fiebre?"

Jungkook se sonrojó un poco más, pero le sonrió, con el corazón acelerado y tomó las manos de Haerin en su cara para besarle el talón de cada una.

"Me siento muy bien" le dijo y no estaba mintiendo. Soltó a Haerin y retomó el mango que estaba cortando, los dos sentados enfrente de la mesa ratona, comiendo fruta como postre luego de la cena, un viernes por la noche. Jungkook cortó el mango en cubitos y dejó el plato frente a Haerin, que lo espió a través del fleco que le cubría la frente y ahora le tapaba los ojos, pues se había vuelto a inclinar sobre su tarea.

"Papá, estás raro" señaló y Jungkook la miró, cortando un gajo de mango para sí mismo, metiéndosela en la boca y contestando mientras masticaba.

"¿Raro cómo?" le preguntó, con curiosidad y Haerin se enderezó, dejando la tarea a la mitad para mirarlo a los ojos.

"Menos cansado" ella dijo, bajito. "Um...¿feliz?"

Jungkook parpadeó, pero volvió a sonreírle, acercándose a besarle el pelo.

"Siempre trato de estar feliz"

"Pero feliz de verdad" Haerin recalcó y sonrió cuando su papá se giró a ella y abrió los brazos indicándole que se acercara para abrazarla.

Haerin se trepó a su regazo y apoyó la espalda en el torso del omega, pronto siendo rodeada por sus brazos y Haerin se frotó contra él, contenta con el semblante y el olor ajeno, lo que la había tenido de buen humor a ella también toda la semana.

Haerin se acurrucó en esa calidez y tranquilidad, suspirando.

"Me gustaría que fueses feliz muchos días, papá"

Y Jungkook no sabía muy bien a lo que ella se refería con que se veía 'feliz'. Estaba un poco más animado, no iba a mentir, y las náuseas y malestares estaban disminuyendo -no había tenido que dejar sus quehaceres para ir a vomitar en toda la semana, un récord desde que empezó el segundo trimestre- y había estado de buen humor.

Desde el lunes a la noche, había estado de buen humor.

Debía ser su corazón acelerado trabajando ya el doble, quien llevaba sangre oxigenada más seguido a sus órganos lo que había disminuido el cansancio, debía ser también su antojo por frutas lo que le había dado unas cuantas vitaminas para compensar el esfuerzo que hacía cada día y quizá eran los trozos de chocolate que Jenn escabullía para dárselos, con la excusa de que era bueno para un omega encinta.

Debía ser eso.

Porque Jungkook estaba de muy buen humor cuando él y Haerin se prepararon para ir a dormir, leyeron unas páginas del nuevo libro juntos -el cual su hija anunció como prestado por una compañera de clase, Jungkook no había recibido información de quién- y Haerin había paseado la punta de su dedo índice por su vientre redondo mientras él lo leía, lo que lo había relajado.

"Bueno, a dormir" él anunció y se levantó de la cama y cerró el libro para dejarlo a un lado, besó la frente de Haerin y se acercó a apagar la estufa, pronto dirigiéndose al interruptor de la luz y cuando la apagó, la voz de Haerin volvió a sonar.

"Papá" llamó. "¿Qué deseo pediste tú?"

Jungkook sintió que el corazón que estos días se le había acelerado sin razón aparente, se detenía.

No quiso y no lo hizo, no miró las estrellas en el techo de Haerin hasta que estuvo en cama y era imposible el tratar de ignorarlas. Eran demasiado brillantes y estaban ahí, cuidando el sueño de su hija, vigilando su futuro.

Jungkook presionó los labios.

"¿Qué pediste?" Haerin le repitió y el omega tragó poquito.

"No te lo puedo decir" murmuró. "No se cumplirá si lo hago"

Oh. Quizá por eso sus deseos del pasado no se habían cumplido. Jungkook los había dicho en voz alta y a las personas equivocadas. Lo dilucidaba ahora.

"No se vale" Haerin dijo. "Me tienes que decir. Yo te di la estrella"

"Pero es mío. Entonces cuéntame tú qué pediste"

Haerin resopló.

"Eres malo, papá"

Y Jungkook le sonrió, apenas viendo con la sutil luz que entraba entre las persianas a Haerin girar en la cama y unos minutos después, ya no dio señales de estar despierta. El omega apoyó la cabeza en la almohada y miró a su techo, vacío y pintado con leves destellos de las estrellas a un lado y cerró los ojos, inhalando profundo y el cansancio de toda una semana lo golpeó, durmiéndolo antes de lo que pensaría.

Jungkook se despertó al otro día con el corazón casi por salírsele del pecho. Se levantó de la cama sin esfuerzo, pues finalmente, luego de cinco largos días de espera, debía...

"Papá, ¿no vas a llegar tarde?" Haerin le dijo media hora después de despertarse, ya lista para los dos ir al trabajo de su papá, pues era sábado y Haerin no se había despertado de buen humor. "No quiero correr"

Jungkook se miró al espejo del baño, no escuchando realmente a Haerin decir y se dio cuenta entonces cuán mal se veía.

Dormía poco, lo que había resultado en ojeras bajo los ojos, comía bastante menos de lo que debería considerando su estado, lo que le había ahuecado las mejillas y empequeñecido sus muñecas, se veía frágil, gris y, siendo honesto, un poco patético.

Jungkook suspiró, al menos intentando acomodarse el pelo que ya le quedaba largo y podía ponérselo detrás de las orejas, tragando cuando no encontró qué más hacer para verse siquiera decente.

Realmente, no se había dado cuenta hasta entonces, había cambiado demasiado.

"Papá" Haerin exigió, ya en queja. "Tengo hambre"

"Sí, mi cielo" Jungkook le dijo y salió del baño, mirando a Haerin que le devolvía la mirada enojada, con los brazos cruzados. El omega ladeó la cabeza, buscando su abrigo y el de Haerin, mirándola con curiosidad. "¿Qué pasó?"

Pero Haerin no le respondió, sólo tomó su abrigo para ponérselo y esperó junto a la puerta, con la mirada en él, lo que lo confundió.

"Hoy ya te despertaste mala, ¿no?" él intentó juguetear, tomando la mochila de Haerin y yendo a la puerta, mirando con pesar el bolso con la ropa sucia y el humor se le cayó un poco cuando recordó que tendría que ir a la lavandería en la tarde noche, luego de...hacer lo que debía hacer.

Jungkook miró a Haerin y volvió a sonreírle, no queriendo dejar que las cosas que debía hacer lo desanimaran y tomó el bolso, extendiéndole a ella su mochila, la cual tomó, aún mirando a su papá a la cara.

"¿Qué será que almorzamos hoy?" le preguntó, abriendo la puerta y dejando el bolso en el suelo fuera para poder cerrar luego de que ella lo siguiera. "Los mangos que nos dio Jihoon hyung estaban ricos, ¿no?"

"Jungkook-ah"

Jungkook se sorprendió ante esa voz, la cual lo hizo girarse, al igual que a Haerin.

"Dios, qué bien que te encuentro antes de que te vayas" su mamá le dijo y Jungkook dejó que ella lo abrazase, mirándola aún confundido cuando la omega mayor se agachó a saludar a Haerin. "Buenos días, Haerin-ah"

"Hola, abuela"

"Mamá" Jungkook la llamó, confundido. "¿Qué haces aquí? Yo...estaba saliendo, tengo que ir a trabajar"

"Lo sé" ella le dijo y Jungkook forcejeó un poco cuando ella le sacó el bolso de la mano. "Llevaré esto a casa, te lo lavaré y luego cuando salgas del trabajo, lo buscas. ¿Quieres venir conmigo, Haerin-ah?"

"Mamá" Jungkook dijo y se oía serio esta vez. La omega lo miró y él presionó los labios. "Te lo agradezco mucho, pero..."

"Deja el orgullo, por favor" ella le pidió. "¿Vas a ir a la lavandería con todo esto luego de trabajar con Haerin contigo? Déjame que te ayude"

"Yo sé que me quieres ayudar" él murmuró, tomando de la mano a Haerin y apretando un poco, no atreviéndose a mirarla a la cara. "Pero..."

No le gustaba depender de su ayuda, Jungkook no podía decírselo.

Era muy consciente de que dependía de la lástima de varias personas, de Jihoon, de la familia de Minsu, de sus padres, a Jungkook le apenaba vivir así. Que su madre ofreciera más de lo que él pedía lo hacía sentir peor.

Joder.

"Me pagas el jabón luego" ella le señaló, intentando ayudarlo también, a sentir que estaba al menos remunerando el favor. "Vas tarde, ¿no? Haerin-ah puede venir conmigo"

"¿Mi papá está de acuerdo con eso?" él le preguntó, no soltando a Haerin y tampoco mirándola cuando se refirió a ella. "Prefiero que Haerin-ah no esté si él no está de buen humor"

La omega suspiró.

"Tu padre no está enojado" le dijo, con suavidad. Jungkook no cambió la expresión. "Sólo..."

Ella dejó de decir, mirando a Haerin que tenía la mirada fija en su papá, por lo que hizo descansar el tema ahí, regresando la vista a Jungkook.

"Hablemos después de eso" su madre le pidió. "Lamento no haber venido en estos días para charlarlo, pero no sabía en qué horario encontrarte. Déjame que lleve esto a lavar, sabes que no me supone ningún esfuerzo. Me da algo que hacer"

Jungkook se mantuvo tenso un poco más, antes de suspirar pesadamente.

"Quiero que hablemos de esto" él le pidió, pero no quería alargar el encuentro y debía irse ya. Miró a Haerin y le acarició la mano con la suya. "Vamos al trabajo, almorzamos y luego cuando salga...tenemos que ir a un lugar, ¿sí? ¿Quieres acompañarme?"

"Yo quiero ir con la abuela" ella le dijo, tomándole la mano con las dos suyas. "Por favor. Ayudaré a doblar la ropa"

Jungkook la miró triste, por primera vez en unos días, sintiendo la puntada en el pecho ante el rechazo de su hija, por más pequeña que fuera la razón del rechazo.

"Okay" él le concedió y se agachó para recibir besos en las mejillas, acariciando el pelo a Haerin con cuidado. "Papá te ama. ¿Sabes eso?"

Y Haerin se sonrojó, mirando a su abuela un momento y se acercó a Jungkook para susurrar y que sólo él escuchase.

"Yo te amo más, papá"

La jornada en el trabajo fue tranquila, Jungkook había recibido los panecillos pasados de cocción que Jenn sacaba de la cocina para dárselos y que comiera algo de desayuno, Jungkook se aseguró también de comer una buena porción de almuerzo, aunque no sabía si le había caído muy bien, poco acostumbrado a comer de más.

O sea, la ración indicada considerando que estaba en su cuarto mes de embarazo.

"Dile a Haerin-ah que la espero el próximo sábado" Jenn le dijo cuando Jungkook se preparó para salir, instintivamente buscando el bolso de la ropa sucia y mirando a la emsa en la que Haerin siempre lo esperaba a la hora de irse.

Jungkook no encontró ninguna de las dos cosas y se giró a Jenn que aún esperaba una respuesta y le sonrió.

"Lo haré. Hasta el lunes"

Poco antes de las tres de la tarde, Jungkook pidió permiso para salir antes. Apretó el paraguas en su mano cuando se dio cuenta que estaba empezando a llover y se detuvo en la parada del autobús que lo dejaría más cerca de su destino, pues luego podría volver caminando a casa de sus padres.

Okay. Okay.

Le tomó sólo veinte minutos llegar al lugar en el que debía estar, oh, Jungkook cruzó el largo callejón en el que había pasado tanto tiempo cuando fue adolescente y no se tentó con comprar algo de comer, se negó a sí mismo ese gusto, pues se sentiría culpable de comer algo rico sin Haerin.

Haerin. Jungkook agradeció a su madre toda la mañana en el trabajo de haberse llevado a Haerin porque él no sabía si podría mantener la compostura enfrente de ella.

Enfrente de aquel alfa. No sabía si quería que su hija presenciara eso.

No sabía si quería que él conociera a Haerin. Porque si Jungkook le dijera su edad, sabía que el alfa asumiría y aunque Jungkook ya sabía que él sabía de Minhyuk, no quería que supiera de Haerin, ni las circunstancias en las que había nacido.

Sólo sería un encuentro para poder redimirse, Jungkook no sabía si debía llamarlo de esa manera.

La culpa de haber lastimado a Taehyung la cargaría toda la vida, Jungkook era consciente de eso. Sólo...quería hablar con él, como no había podido en ese entonces, porque si bien la edad no era excusa para lo que había hecho, apenas tenía diecisiete cuando arruinó las cosas entre los dos, Jungkook realmente habría querido resolver de otra manera todo.

Quizá si hubiese reaccionado diferente, él y Taehyung habrían terminado en buenos términos.

Si hubiese dicho lo que había pasado. Si no hubiese tenido miedo a que Taehyung lo perdonase por lo que pasó porque quizá Taehyung sí se lo habría perdonado, era así de bueno y comprensivo, pero Jungkook no creía que habría podido mirarlo a la cara incluso si lo hacía.

Fue sólo un noviazgo de la adolescencia después de todo, ¿no? Eran los dos adultos ya. Había pasado mucho tiempo. Jungkook mismo había cambiado, había formado lo que él llamaría su familia y quizá Taehyung también.

De seguro le fue bien en todo lo que había tenido planeado hacer. De seguro había conocido a alguien más o quizá incluso podía hasta ya tener su propia familia también.

Jungkook lo pensó demasiado, pues no sabía nada de Taehyung desde hacía ocho años y el sutil encuentro de cinco minutos -posiblemente menos de eso- en la tienda hacía unas semanas, sólo le había dejado de información que el alfa no había pretendido encontrarse con él.

Nunca pensó que iría a llamar, Jungkook debía ser honesto.

Kim Taehyung era un pensamiento usual en su vida cuando estaba solo, cuando nadie lo podía ver entristecer la mirada y sonrojarse con recuerdos que estaban vívidos en su mente. Jungkook hacía mucho se había rendido de intentar prohibirse pensar en lo que había tenido cuando ya tenía su vida hecha, pero había sido imposible y él no se frenó más.

Con tal de que nadie supiera, Jungkook podía seguir pensando e imaginando, pero no como si el alfa fuera un príncipe azul que lo sacaría de su miseria en la que Jungkook mismo se metió, sino que como un recuerdo de que había vivido algo bonito. Una nostalgia de las sensaciones que le habían llenado el pecho. Quizá, el único alfa que lo podría haber amado como Jungkook necesitaba.

Pero aunque había sido duro y le había tomado mucho tiempo, Jungkook había aceptado su realidad, más por su hija que por sí mismo y no mentía cuando decía que lo que lo tenía en pie era Haerin.

Había querido hacer muchísimas cosas cuando era adolescente y aún era joven, sí, pero tenía responsabilidades y no podía dejarlas de lado. Había asumido la culpa y su vida estaba como estaba por mérito propio, así que Jungkook intentaba ser feliz con lo que tenía.

Intentaba que Haerin fuera feliz con lo que tenían.

Se detuvo al final del pasillo, con una mano sosteniendo el paraguas y con la otra cubriéndose el vientre que se le había deshinchado, producto de una inflamación que le había hecho parecer con más tiempo de embarazo de lo que realmente tenía y recordó que debía hacer un tiempo para ir de una vez por todas a un control médico.

Quizá Jungkook tenía miedo de que le dijeran que no debía haberse embarazado. Tenía miedo porque él también lo sabía.

El frío lo envolvió cuando una ráfaga de viento sopló y le humedeció la cara con el rocío que trajo consigo, Jungkook se encogió en su abrigo y bufanda, nuevamente alzando su mano libre para acomodarse el pelo detrás de las orejas, inhalando profundo antes de caminar cuesta arriba los pocos metros que le faltaban para alcanzar la tienda de pasteles de arroz en el que había tomado incontables tazas de té y comido gofres de cream, pero a la que no había pisado desde el verano pasado, cuando había venido con Haerin a ver las margaritas.

O cerezos, como ella los llamaba.

Jungkook tomó asiento en la banca frente a la tienda bajo un techo de madera que lo protegió de la lluvia y dejó el paraguas abierto a un lado en el suelo, consciente de que era más de media hora antes de lo que había acordado aquel encuentro, pero no podía con la ansiedad y quería un momento solo, completamente solo, para pensar qué iría a decir.

Qué iría a preguntar.

Siquiera cómo iría a reaccionar cuando volviera a estar frente a él.

Jungkook aún tenía presente y lo estremecía la angustia en la voz de Taehyung cuando hablaron por teléfono. Llamarlo había sido una de las cosas que más le había costado hacer, mantener la llamada había sido un desafío y que el teléfono le cortara la llamada había sido una tortura, porque Jungkook no había tenido valor de volver a llamarlo.

El alfa quería hablar con él, fue el alfa quien sugirió y pactó este encuentro y Jungkook no quería pensar en qué quería decirle, sólo estaba preocupado por lo que él iría a decir, de disculparse y aclarar todo, era su única intención.

Jungkook no quería pensar la razón por la que fue citado, pero le preocupaba, no iba a mentir. Sólo...

Su pecho sintió una repentina angustia un poco más aguda de lo que él podía reconocer como suyo, Jungkook alzó la cabeza y miró al frente, creyendo que aquella molestia era provocada con el lazo que sentía con Haerin, pero no la encontró cerca de él como su instinto creyó.

Volteó a un lado y supo que no había sido Haerin la que llamó la atención de su lobo.

Debía ser algo más que sólo un noviazgo de adolescencia, Jungkook lo pensaría una vez más luego de ese día, porque el cuerpo se le movió solo cuando a pesar de no divisarlo bien, supo que la figura a la distancia era la de aquel alfa y se puso de pie para recibirlo, girándose a él en un intento de acercarse, pero no pudo moverse.

Era quizá algo más, porque Jungkook sintió que el corazón se le iba a salir cuando vio al alfa acercarse, su cara siendo cada vez más nítida entre la sutil bruma que la lluvia trajo consigo. Jungkook alcanzó su mirada y dejó de respirar.

Kim Taehyung en el pasado había sido un muchacho atractivo, con ese encanto juvenil y los ojos chispeantes, luego de pasar cada día de dos años viendo su cara, la belleza se le había hecho algo normal de ver. Y ahora, luego de años de no verlo, luego de un encuentro fugaz y poco detallado, ahora sin prisa por marcharse, Jungkook lo vio y se preguntó si realmente era posible ser así de hermoso.

El alfa exudaba dorado, aún en medio de la lluvia. Era como un rayo de sol andante, y oh, joder, Jungkook no lo había notado la última vez que se vieron esa noche en la tienda, pero traía el cabello dorado, haciendo justicia a cómo el omega lo visualizaba.

Era apenas un tono más claro que el caramelo, Jungkook se le quedó mirando como si fuera una aparición y se sintió un poco fuera de lugar aunque fuera él el más adaptado a esa lluvia, a ese tiempo gris y a este frío, cuando el alfa frente a él era quien resaltaba entre tanto gris.

Kim Taehyung se paró frente a él, sin palabras de por medio y Jungkook no supo cómo reaccionar y qué ingenuo había sido de su parte pensar que había aceptado que el pasado era pasado.

Porque el alfa acercó el paraguas hacia él y Jungkook se encogió más antes la cercanía, pues no se había dado cuenta de que se había empapado apenas con la lluvia y sintió la sangre subirle a la cara, calentándole las mejillas al instante.

"¿No tienes frío?" el alfa le preguntó antes que nada y Jungkook parpadeó, mirando a un lado para descansar de las sensaciones que sólo mirarlo provocaba y joder.

Joder.

"Más o menos" respondió apenas y volvió la mirada a Taehyung, que ladeó la cabeza en su dirección y Jungkook se forzó a decir algo más. "Hola"

Lo vio sonrojarse.

Jungkook vio al alfa pintarse de carmín en las mejillas, con los ojos oscuros brillantes, los labios rosados presionados y todo en él aún brillando en dorado.

Jungkook no debió haber venido.

"Hola" le respondió, con un pequeño asentimiento de cabeza, pero la voz se le oía rara. "Hola"

Jungkook se le quedó mirando y quizá no, no debió haber venido.

Taehyung estiró una mano a él pero no lo tocó, más acortó el espacio entre su mano y el brazo del omega para hacerlo pararse debajo del techo de madera y poder estar los dos bajo el resguardo de la lluvia, el omega pateó su propio paraguas por accidente y se inclinó a levantarlo, mirando nuevamente a Taehyung cuando éste cerró su paraguas y lo sostuvo de una mano, pareciendo incómodo, con algunas gotitas de lluvia en su cabello y los labios aún presionados en un gesto nervioso.

Jungkook no sabía si debía-

"¿Estás aquí hace mucho?" le preguntó Taehyung y Jungkook lo miró, rápidamente sacudiendo la cabeza.

"No" y se sonrojó un poco más. "Llegué hace unos minutos. V-vine temprano porque acabo de salir de trabajar y-"

Era mentira, si se quedaba hasta el final de su turno, habría alcanzado a llegar hasta allí justo a tiempo para las cuatro, que era la hora acordada.

Aunque...

"Oh" El alfa murmuró. "Yo...vine temprano porque...porque sí"

Jungkook ladeó la cabeza a él y Taehyung tragó duro, volviendo a dejar de mirarlo y no quería hacerlo notar, pero las manos le temblaban.

"¿Quieres tomar algo?" Taehyung le preguntó y cuando volvió a encarar a Jungkook, sus ojos grandes, atentos a él, lo hicieron darse cuenta que forzarse a parecer poco afectado no iba a funcionar. Joder. Tragó duro, dejando salir un suspiro que le aflojó los hombros tensos. "Creo...que será mejor que tomemos algo antes. ¿Está bien?"

Jungkook se le quedó mirando y Taehyung pronto se dio cuenta de lo que estaba sugiriendo, oh, joder, ¿podía ser tan despistado? ¿Cómo se le ocurría pedir tal cosa?

La había cagado.

"Sí" el omega le dijo, quizá de lástima al verlo tan nervioso, Taehyung se maldecía por lo patético que estaba siendo. "Me gustaría"

¿Estaba mal ofrecerle algo de tomar al omega de alguien más? Taehyung no quiso pensarlo de esa manera pero fue lo primero que se le vino en mente.

Joder.

"Okay" dijo y se hizo a un lado para que Jungkook pasase junto a él, para que caminase por delante y el omega asintió en agradecimiento, caminando hacia la tienda y cuando pasó por su lado, cuando lo tuvo cerca, Taehyung sintió el aroma a fresas venir de él y el lobo en su interior despertó sin que se lo hubiera llamado.

Taehyung inhaló y el olor lo llenó, oh, duró tan poco, porque le omega se alejó y Taehyung fue detrás de él, volviendo en sí para mantener una distancia entre los dos, pero una vez que sintió el olor, ya no pudo ignorarlo.

Era como una nube alrededor de Jungkook, Taehyung lo miró desde atrás, con las manos en los bolsillos del saco temblando, oh, joder, ¿qué le pasaba? ¿Él había propuesto este encuentro, él fue quien-

"Buenas tardes" se le saludó cuando entraron a la tienda y Jungkook se giró a él, con sus ojos grandes regresando al alfa y Taehyung disoció por un momento, completamente sumido en la mirada del omega.

"¿Taehyung hyung?"

Taehyung hyung. Jungkook era dos años menor que él, aún le llamaba hyung a pesar de todo el tiempo sin verse. Taehyung. Sonaba tan bonito cuando Jungkook lo decía.

¡Joder!

"Buenas tardes" el alfa dijo a la empleada tras el mostrador y se adelantó luego de cerrar la puerta, tratando de mantener una distancia decente entre Jungkook y él y el omega lo siguió con la mirada, Taehyung sentía el peso de esta a pesar de que estaba enfrente de la omega tras el mostrador y forzándose a concentrarse en qué pedir.

La omega lo miró expectante y él miró detrás a Jungkook, que esperaba paciente un paso tras él, apenas sonriéndole cuando Taehyung se mostró un poco inseguro.

Pero su expresión se debía a que quizá estaba mal juzgar por los gustos del pasado, pero Jungkook solía tomar capuccino cuando salían durante el invierno. Ahora Taehyung no sabía y también porque aunque el abrigo que llevaba cubría gran parte de su figura, recordó el estado del omega y no estaba seguro de si podía beber café.

Jungkook pareció darse cuenta de eso también y se encogió, adelantándose para pedir por sí mismo.

"Un té de durazno por favor" dijo y miró a Taehyung, que volvió a encarar al frente, aunque le era imposible tratar de concentrarse, no con ese olor intenso a su lado, el cual se sentía más dulce y acogedor, un claro indicativo de su embarazo.

Estaba también mezclado con un sutil aroma a flores, era apenas perceptible, pero Taehyung lo sentía, casi creyendo que lo había olido en alguna parte, deteniéndole el corazón cuando pensó un poco más y el shock de encontrarse con el omega lo dejó para hacerle recordar lo importante.

Haerin. Ese posiblemente era el olor de Haerin. Joder. Las cartas que enviaba cargaban con ese aroma que apenas había podido captar y ahora, teniendo de cerca a Jungkook, pudo saber la fuente.

Dios.

Taehyung pidió aparte de los dos tés, uno para él y uno para Jungkook, cuatro cajas de los pasteles de arroz surtidos que vio en los letreros del local, para sus abuelos, sus padres, Jimin y Hoseok. Pidió en una bolsa aparte otras dos cajas y cuando Jungkook amagó pagar por su té, Taehyung se lo impidió, no mirándolo cuando pidió que se le cobrase todo.

"Gracias" el omega dijo despacito, con las manos rodeando su vaso descartable y Taehyung sólo bajó la cabeza, aún sonrojado, inseguro de qué decir.

Optaron por sentarse en una de las mesas de la tienda, al fondo donde pudieran charlar tranquilamente, junto a la ventana desde donde podían ver la lluvia que había intensificado su caída y Jungkook se mantuvo el abrigo y la bufanda puestos aunque Taehyung se había quitado el suyo, sentados uno enfrente del otro, en silencio sorbiendo sus tés, con una caja de los pasteles de arroz abierta entremedio de los dos sobre la mesa, pero ninguno habiendo tomado uno.

Okay.

"¿Cómo has estado?" Jungkook fue el que preguntó y Taehyung se tensó, no pensando mucho en qué contestar.

"B-bien" asintió, pues no era del todo mentira. "He estado bien"

Jungkook asintió.

"¿Vienes a visitar a tus abuelos?" preguntó igualmente y Taehyung asintió. "¿Vienes seguido?"

"Es la segunda vez que vengo" dijo y se mostró culpable. "Vivo lejos, así que se me complica un poco"

El omega volvió a sorber su té, pensando en qué más preguntar, pero no pudo formular lo que sea que su cerebro pensara en el momento porque Taehyung le ganó.

"¿Cómo has estado tú?" inquirió y lo miró a los ojos, oh, vio a Jungkook retroceder un poco más en su asiento, dejando su té sobre la mesa y bajando las manos a su regazo.

Tardó un poco en contestar.

"Bien, estoy bien" asintió, volviendo a mirar a Taehyung a la cara. "Ha pasado mucho tiempo"

El alfa asintió, buscando qué más decir.

"¿Cómo está tu hija?" preguntó sin pensarlo demasiado y se puso un poco pálido cuando Jungkook se mostró sorprendido por los primeros segundos, porque después la expresión se le tornó ansiosa, oh- "Um..."

"¿Cómo...sabes?" preguntó bajito y Taehyung dejó caer los hombros rígidos, decidiendo que no debería alargar más aquello.

Joder.

No dijo palabra, pero buscó en su abrigo, en el bolsillo interior y ante la falta de respuesta a su pregunta, Jungkook frunció las cejas, aún más confundido y no supo cómo reaccionar cuando el alfa sacó un manojo de papeles de su saco, pronto poniéndolas en la mesa frente a Jungkook.

El omega las miró y notó que eran cartas. Miró a Taehyung nuevamente y el alfa lo animó a mirarlas, aún sin una palabra de por medio.

Jungkook quizá malinterpretó, porque el corazón se le aceleró cuando miles de posibilidades invadieron su mente de lo que podría ser lo que se le estaba invitando a revisar, pero sólo bastó con tomar la primera carta y revisar la letra en la misma, reconociéndola al instante.

Estaba escrito en el papel 'Kim Taehyung' y él conocía esa letra. Volteó la carta y la dirección también era una que conocía.

Miró a Taehyung y el alfa sólo le devolvió la mirada, tenso y nervioso en su lugar, y Jungkook abrió el sobre para sacar el papel de adentro, confirmando finalmente que la letra era de su hija.

Oh.

Taehyung sentado frente a Jungkook guardó silencio todo el tiempo que le tomó al omega leer la carta. Lo vio releerla un par de veces más y cuando pareció darse cuenta de lo que era, miró a Taehyung, pálido y mudo, con la carta apretada en sus manos.

El alfa apenas pudo susurrar.

"Están ordenadas...según las fechas en las que me las mandó" dijo, despacio. "Puedes revisarlas todas. Vine aquí...para mostrarte esto"

Y Jungkook no le contestó, regresando la mirada a la carta y Taehyung casi podía saber que quizá el omega estaba debatiendo consigo mismo si quería leer las demás.

Se decidió por el sí y dobló el papel para guardarlo nuevamente y pasar a la siguiente. Y después a la siguiente.

Y con cada palabra que leía, sus ojos se aguaban un poco más. Tardaba un poco más en terminarlas y cuando llegó a la última, estaba ya llorando en silencio y Taehyung sentía la nariz arderle porque no pensó que le afectaría tanto ver al omega en aquel estado.

No sabía cómo Jungkook iba a reaccionar y tampoco podía adivinarlo siendo que no lo había visto tanto tiempo, siendo que no sabía cómo era la dinámica entre él y Haerin, pero lo vio hacerse pedazos con cada carta que leyó y quizá no había sido la mejor opción el mostrárselas.

No. No. No debió.

"Jungkook" le llamó y se detuvo de levantarse para ir a consolarlo, pero el omega encaró a la ventana a su lado, con una mano cubriéndose la boca y Taehyung sintió que el corazón se le rompía.

Verlo así lo rompía.

"Jungkook-ssi"

Pero el omega presionó los ojos y jadeó en su boca, aún llorando en silencio y Taehyung tuvo que contenerse el intentar consolarlo, porque eso no le correspondía.

"Lo siento" el alfa susurró y Jungkook se encogió un poco más, quitando la mano de su boca y aspiró fuerte por la misma, con los labios temblando, pálido y con las mejillas húmedas. "Yo..."

Buscó unas servilletas en el servilletero de la mesa y se las pasó al omega, que las tomó con cuidado de no tocarlo y se limpió la cara, Taehyung vio las manos del otro temblar, todo en él parecía temblar, parecía tener frío, parecía que una leve brisa lo rompería.

Era doloroso.

"¿Cuándo...?" Jungkook murmuró pero la voz se le cortó y se tuvo que obligar a seguir diciendo. "¿C-cuándo te envió la p-primera carta?"

Taehyung volvió a recibir la mirada del omega en él y fue incapaz de no responder.

"En año nuevo" respondió. Hacía mes y medio.

Jungkook volvió a abrir los ojos de par en par y Taehyung puso las manos en la mesa, apenas pudiendo murmurar.

"No quise esperar tanto. P-pero...se me hizo imposible creer lo que me estaba diciendo. Yo no sabía...es decir. No lo creía. No lo creía hasta que supe que era tu hija. Y después yo-" pero no pudo decir más y la expresión de Jungkook se lo dijo todo.

Taehyung lo admitía en sí mismo que había tenido la mínima esperanza de que aquello fuera cierto.

Dentro de sí lo había aceptado en una pequeña posibilidad, pequeña, diminuta, casi inexistente, si fuera física, el ojo humano no habría sido capaz de captarla.

Entonces ¿por qué sentía que el mundo se le volvía a destrozar y caer bajo sus pies?

Jungkook abrió la boca y Taehyung quería irse. Quería volver y correr lejos, olvidarse de nuevo de todo antes de que el omega hablase.

"Haerin es hija de Minhyuk, Taehyung hyung"










capítulo sin editar bc no tengo tiempo y tarde bc era capítulo importante y tenía que escribirlo concentrada -_-  arios

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