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"¡Minsu!"

"¡Yo primero!" la voz chillona exclamó y su madre renegó en voz baja, dejando a la niña bajar sola por su cuenta el último tramo de escaleras, revisando que su madre aún estaba lejos de ella y revisó el buzón de su departamento, encontrando una única carta ahí.

Normalmente, las cartas llegaban a su casa durante la semana, eran cosas importantes que ella no debía revisar y aunque se le había asignado como la encargada de recoger el correo, Minsu sabía que no debía hacer más que llevar las cartas a casa.

Quizá era la razón por la que no debía preocuparse porque sus padres vieran algo en caso de recibir una respuesta.

Lo que estaba pasando en aquel momento.

No se recibía correo durante los fines de semana, así que ver el sobre en el buzón le aceleró el corazón.

Lo tomó, girándolo para ver si había algo escrito y sólo se encontró con el nombre de Haerin en el otro lado, conteniendo un grito.

Miró a sus lados como si alguien la fuera a descubrir y se guardó la carta dentro del abrigo, asegurándola en la cintura de sus pantalones y logró acomodarse la ropa antes de que su madre se asomara al pasillo de los buzones y Minsu corrió a ella.

"El correo no llega los fines de semana, mi cielo"

"Má" Minsu dijo y le tomó la mano a la omega, tirando de ella para salir de su edificio. "¡Vayamos a ver a Haerin!"

"¿Haerin-ah?" su madre repitió, pero acarició la mano de su hija en la suya. "¿Le preguntaste a su papá si podías ir a jugar? Recuerda que estuvo enfermo el fin de semana pasado y quizá quiera descansar"

"Sólo pasemos a saludar" Minsu le dijo y le sonrió, con un diente faltante en su dentadura. "Haerin-ah tiene que devolverme un libro"

Y Minsu hizo a su madre quejarse cuando caminó por delante de ella aún con las manos sujetas, demasiado ansiosa y si bien la casa de Haerin no quedaba lejos, tampoco era lo suficientemente cerca como para que caminar ligero no cansara.

A diez calles de casa, sus paseos de domingo culminaron en el edificio donde su mejor amiga vivía, Minsu se soltó de la mano de su mamá y corrió a las escaleras, aunque sabía que le esperaba un largo camino por delante.

Subió los siete pisos lo más rápido que pudo, con su mamá detrás recordándole que tuviera cuidado cada seis escalones y Minsu tenía las mejillas sonrojadas cuando dobló el pasillo del séptimo piso, exclamando casi sin aliento.

"¡Haerin-ah!"

Hwang Haerin leía sentada en el suelo sobre un cajón de madera, con el cabello largo y oscuro cayéndole como una cortina a los lados del rostro, junto a la puerta cerrada de un departamento y alzó la cabeza cuando escuchó que la llamaban.

Con los ojos grandes buscando la fuente de la voz y se le iluminaron cuando vio a Minsu a la distancia.

Puso el lazo entre las hojas que estaba leyendo para no perder dónde iba y cerró el libro para ponerse de pie, recibiendo el abrazo que Minsu corrió a darle, saltando con ella entre brazos y separándose cuando Haerin preguntó.

"¿Qué pasa?" le preguntó en voz baja, viendo a la mamá de Minsu acercarse al principio del pasillo y su amiga se separó, diciendo en voz muy baja y apenas inteligible.

"¡Tu papá!" ella dijo entre dientes y Haerin la miró desconcertada, las dos sobresaltándose cuando la puerta del departamento se abrió.

Alzaron la mirada y Minsu sonrió para disimular.

"¡Buenos días, señor Jeon!"

"Buenos días, Minsu-yah" el papá de Haerin le dijo, con una linda sonrisa. "Haerin-ah no me dijo que venías a jugar"

"Ah, Minsu no me dijo que no te dijo que íbamos a venir" la madre de Minsu dijo terminando de acercarse y cruzó los brazos mirando a su hija, aunque luego se giró al omega y lo saludó con un pequeño asentimiento. "Buenos días, Jungkook-ssi. Salimos a pasear y Minsu quiso saludar a Haerin-ah. También" ella miró a su hija. "¿Tenías que pedirle un libro?"

"Sí, sí, sí" Minsu dijo, tomando a Haerin de las manos. "Vamos adentro"

Y Haerin asintió, aún un poco confundida y pidió permiso a su papá antes de llevar a Minsu dentro del cuarto, dejando a los dos omegas en la entrada.

Jeon Jungkook sólo le dio una rápida mirada a las dos niñas y regresó la vista a la mamá de Minsu, Ahn Yeeun, sonriendo a ella.

"Gracias por venir a saludarla. Ha estado un poco decaída y no ha querido decirme por qué" él murmuró, procurando que ninguna de las dos niñas lo escuchasen, aunque no estaban tan lejos de ellos dos.

Yeeun meneó la cabeza.

"A Minsu le gusta venir" lo tranquilizó diciendo y lo miró un poco más, bajando el volumen de su voz al decir. "¿Te sientes mejor, Jungkook-ssi? Te veo un poco pálido"

Y el mismo le sonrió un poco más, asintiendo mientras alzaba una mano para frotarse el cuello por sobre la ropa.

"Sí. Sólo es el clima"

"Oh" Yeeun asintió. "Sigue cuidándote entonces, queda bastante tiempo de invierno. ¿Cuánto tiempo tienes?"

Y Jungkook se sonrojó, apenas.

"Quince semanas, más o menos" dijo, girando la cabeza para ver a Haerin arrodillada en el suelo junto a Minsu cuando la escuchó jadear, las dos agachadas entre sí, como si escondieran algo.

"Oh, tan poco. Se nota bastante" la omega comentó y Jungkook regresó la vista a ella. "Será un bebé grande, ¿no crees?"

Y Jungkook tuvo que forzarse a mantener la sonrisa, asintiendo una vez más.

"Con que esté sano, me conformaré" dijo casualmente y pronto tuvo las manos de Haerin en la suya, oh, Jungkook de inmediato le rodeó los dedos con los suyos cuando se agachó a mirarla.

"Papá" ella llamó y tenía los ojos brillosos y el rostro iluminado, de no ser porque estaba sonriendo él se habría preocupado. "¿Puedo ir a casa de Minsu? Por favor"

"Haerin-ah" el omega replicó. "No es a mí a quien tienes que pedir permiso primero"

Haerin se giró a la madre de Minsu, quien se paró a su lado, con las manos juntas implorando a su mamá.

"¿Puede Haerin-ah venir a casa un rato? Y quedarse a almorzar. ¡Por favor!" fue Minsu la que pidió y Yeeun lo pensó un momento, aunque se le hacía difícil negarse a las expresiones de Minsu.

Yeeun miró a Jungkook a los ojos y éste suspiró, bajando la vista a Haerin, que aún sonreía a él, con los ojos grandes abiertos aún más grande y algo en el pecho le dolió, él no supo por qué.

Volvió a suspirar.

"Iré por ti a las dos. No más" le dijo y Haerin asintió, regresando al cuarto para buscar su mochila y su papá se agachó con mucho esfuerzo para que ella pudiera besarle la mejilla, saliendo del departamento luego con Minsu sujeta a su mano y Jungkook saludó a Yeeun cuando ella lo hizo, pronto siguiendo a las dos niñas.

Jungkook se apoyó en el marco de la puerta, inhalando profundo para calmar el dolor en su pecho a donde fue a apoyar su mano, mirando hacia dentro al cuarto y alejándose de la puerta para poder cerrarla.

"No nos van a molestar mientras preparan la comida" Minsu susurró y Haerin y ella fueron a esconderse detrás de la cama de Minsu, sentándose en el suelo y verificaron una vez más que la puerta del cuarto estuviera cerrada antes de que Haerin sacase la carta de debajo de su abrigo.

"¡Es de él!" Haerin dijo cuando vio la letra, aunque ni siquiera conocía en persona a quien ella creía era su posible verdadero padre.

"No tiene dirección" Minsu le señaló, haciendo que Haerin la mirase. "No la vi, pero decía tu nombre. Sólo tu papá mandaría eso"

Haerin se sonrojó.

"No sé si es mi papá" dijo en voz baja, pero estaba conteniendo una sonrisa. Minsu casi gritó, recostándose boca abajo en el suelo y apoyándose en sus codos para exclamar.

"¡Vamos a leerla!"

Oh. Okay.

Haerin inhaló profundo y despegó con cuidado el sobre, teniendo cuidado de no romperlo, con las manos pequeñas temblando, tragando fuerte para poder leer.

Señorita Haerin:

Con sólo eso, los ojos se le aguaron. Haerin miró a Minsu y esta la animó a volver la atención a la carta, ansiosa de que Haerin terminara de leer para que fuera su turno.

¿Cómo estás? He recibido y leído todas tus cartas, y primero que nada, tengo muchas preguntas para hacerte.
¿Cómo supiste de mí? Hace mucho tiempo viví cerca de la ciudad en la que tú vives, pero me mudé lejos y no he vuelto ahí. ¿Cómo se llaman tus papás? Puede que los conozca si tienen mi edad.
¿Por qué quieres irte de tu casa? Es muy peligroso si mandas cartas a gente que no estás segura si conoces, te pones en peligro a ti y a la gente que quieres. Tienes que ser más cuidadosa, tus padres se preocuparán mucho si saben lo que has estado haciendo.
Y lo más importante, ¿qué te hace pensar que soy tu padre? Me tomas por sorpresa, ya que no sería la clase de persona que deja a sus hijos solos.
Me gustaría poder hablar con tu papá si es posible, para aclarar esto y que no sigas poniéndote en peligro, porque te repito, es peligroso si envías cartas a tan lejos.
Has repetido mucho que quieres venir a vivir aquí, pero por favor, no intentes venir a mi casa sola, es peligroso igualmente y donde yo vivo queda muy lejos de tu casa, sería aún más peligroso si hicieras eso.
Lamento no haberte contestado antes, pero no sabía qué debía responder, porque te repito una vez más, es un poco imposible que yo pueda ser tu papá.
Me gustaría hablar con alguien mayor si puede ser, porque las preguntas que me haces no las tengo que contestar yo. ¿Sí? Podría ayudarte a resolver este misterio.
Si puedes proporcionarme una forma de contactar a un adulto, quizá pueda ayudarte, ¿sí? Estaré esperando una respuesta y podemos resolver esto entre todos.
Eres una niña buena, así que no te preocupes por nada más que no sea la escuela. Me alegra saber que tienes una buena amiga como Minsu para ayudarte y no te preocupes por la niña que no te quiere en el colegio, ni por tu maestra de artes, tampoco por lo que te haga sentir mal que te haga querer irte de casa. Todo se solucionará. Estarás bien.
Sigue siendo una buena niña, buena estudiante y buena persona.
Firma: Kim Tae Hyung

Haerin dejó caer sus manos hasta apoyar el papel en el suelo y miró al frente, un poco abrumada y Minsu le sacó la carta de las manos, leyéndola un poco más lento que la misma Haerin, que estuvo en silencio todo el tiempo que le tomó a Minsu leer la carta y su amiga dejó el papel en la cama, tomando a Haerin de los hombros para sacudirla.

"¡Hae! ¡Rin! ¡Ah!" ella gritó casi ahogada, evitando hacer mucho ruido. "¡Tu papá leyó todo!"

"No sé si es mi papá" Haerin le dijo, pero estaba más sonrojada que antes, volviendo a tomar la carta y apoyándola en su pecho.

"Tu papá" Minsu le dijo y estaba sonriendo, "quizá no sabía de ti y el señor Jeon nunca le dijo y, y, y, y si habla con él, ¡quizá te deje vivir con él!"

Haerin no dijo más y Minsu le hizo pucheros.

"Si te mudas me tienes que prometer que me vas a visitar" le dijo y los ojos de pronto se le sintieron llorosos. "¡Haerin-ah! Me pone triste que te vayas"

Y se abalanzó sobre Haerin para abrazarla fuerte, con ella aún teniendo la carta casi abrazada a su pecho.

"Tienes que escribirle" Minsu se separó y se levantó a buscar una hoja de los cuadernos de Haerin, junto con el estuche de sus útiles. "Quizá te vuelva a contestar. ¡Escríbele!"

Y Haerin asintió, dejando la carta de su...del alfa del que supo la existencia apenas unas semanas atrás y se inclinó al suelo donde su cuaderno estaba abierto.

"¿Debería poner corazones?" preguntó y Minsu asintió.

"Píntalo para que quede bonito"

"Okay, okay, okay"

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