La promesa
1 semana habían ya pasado y solo quedaban 8 niños... 8 de 21 niños que eran en total, en la cabeza de ellos rondaba la pregunta de porque no los mataban y ya, ya no eran muchos, todos estaban muertos pero podemos decir que es otra manera de torturarlos psicológicamente mientras esperan sus muertes.
Yusaku estaba en la habitación de Yuya, ninguno hablaba ya que estaban muy sumidos en sus propios pensamientos, no tenían nada que decirse pero no querían estar solos, por eso la compañía del otro ayudaba un poco.
La puerta toco pero ninguno dijo nada, segundos después entro Yugi con unas flores y miro a ambos.
― Chicos es hora de que vayamos al altar, todos los están esperando― comentó Yugi en voz baja y calmada mirando a los 2 chicos.
El altar que habían hecho para recordar a todos esos niños que murieron sin merecerlo, niños que no pidieron ser tratados como experimentos pero que todos estaban destinados a hacer. El altar había crecido ya que al principio solo era pequeño pero ahora era más grande de lo que era en un inicio.
Ambos niños suspiraron para seguir a Yugi, Yusaku tenía en sus manos el juguete favorito de Ryoken que era un muñeco en forma de conejo, lo quería poner en el altar ya que una vez sus maestros les habían dicho que en los altares se ponía la foto y el objeto favorito de la persona fallecida.
Unos minutos salieron del orfanato y se fueron a donde se encontraba el altar, estaba lloviendo por eso los niños improvisaron un pequeño techo enzima del altar, el altar tenía dibujos de los niños que hasta el momento habían muerto al igual que un objeto que era importante para ellos.
Al no tener fotografías decidieron dibujar el rostro sonriente de los niños, así los recordaban sonrientes y ellos de esperanza como lo eran ellos.
Yusaku se acercó y colocó el juguete de Ryoken a un lado de su dibujo mientras los niños miraban bajo la lluvia todo lo que hasta el momento había pasado.
Kotori y Yugi sacaron una flauta y comenzaron a tocar una melodía que se trasmitía el dolor, los demás solo trataban de no ponerse a llorar, tantos recuerdos que solo eran eso. Recuerdos dolorosos y gratos ya que pasaron muchas cosas juntos, después de unos minutos ambos niños terminaban de tocar la canción.
― Me... gustaría decir algo― dijo en voz baja Yuya sin querer mirar a los demás mientras estos lo miraban esperando las palabas de Yuya. ― Lo único que quiero decir es que... gracias a todos... tuvimos los mejores momentos y eso lo recordare siempre― lagrimas caían pero se las quitaba mientras después de mucho tiempo sonreía.
― Lo mismo dijo Yuya... hemos perdido a muchos amigos... a lo mejor este es nuestro final pero al menos... sé que tuve buenos amigos―dijo Aki también llorando.
― Tantos buenos momentos que tuvimos― siguió hablando Yusei mirando a sus amigos.
― Que ahora solo serán momentos inolvidables― continuó Jin
Todos los niños se abrazaron juntos llorando o dándose palabras de apoyo entre ellos, los últimos abrazos que recibieran estando juntos.
Los niños regresaron a sus habitaciones para cambiarse la ropa mojada a una que estuviera seca, cada uno fue a su habitación para tomar un objeto apreciado para cada uno y si mueren, es para lo que vivan lo pongan en el altar junto con los amigos caídos.
Después fueron al cuarto de Blair y trajeron sus cosas dejándolas en un baúl que estaba en su cuarto.
― Ahora ya solo es cuestión de esperar― dijo Blair cerrando el baúl mirando a sus amigos.
― Quienes queden vivos, hay que prometer que no dejaremos que todo quede en el olvido―comentó Yusei mirando a sus amigos.
― No dejaremos que eso pase― hablo Yuya colocando su mano derecha enfrente.
― Eso nunca― también puso su mano Yugi enzima de la de Yuya mientras aceptaba la promesa.
Todos los demás hicieron lo mismo poniendo sus manos arriba de uno del otro mirándose entre ellos.
― Lo prometemos― dijeron al mismo tiempo todos los niños mientras quitaban sus manos y regresaban a sus habitaciones cada uno.
Blair se quedó sola y miro las cosas que habían traído sus amigos, nunca imaginaron que tendrían que hacer una promesa de esa forma, la promesa que un principio era que siempre estarán juntos, ahora se convirtió en que no dejarían de olvidar a los amigos muertos.
No tan lejos de ese lugar un par de asesinos habían escuchado todo lo que los niños habían dicho, mientras intentaban no reírse en voz alta.
― Nunca había escuchado alto tan patético como eso― dijo en tono burlón Zarc mirando a su compañero
― Cada día se vuelven más patéticos los mocosos― respondió Spectre suspirando entre risas.
― Aunque de algo que tienen razón es que ninguno va a vivir― sentenció Zarc sonriendo tétricamente
― ¿Qué ha pasado con los maestros? ― pregunto Zarc mirando a Spectre.
― Siguen siendo un dolor de cabeza― Hablo una voz nueva uniéndose a ellos 2. Al voltear miraron que era Edo que traía unas hojas. ― No dejan de intentar escapar y golpear la puerta― su voz sonaba con pesadez e irritación.
― ¿Por qué no los matan y ya? ― preguntó Spectre mirándolo.
― Órdenes de Reiji y Kaiba― fue lo único que contesto Edo.
― Es mejor irnos, ya solo queda poco tiempo para irnos y tenemos que terminar con los experimentos― comentó Zarc comenzando a caminar mientras era seguido por sus compañeros.
. . . . .
Después de algunas horas los niños cenaban en la cafetería del orfanato, ya no había muchas cosas en buen estado que pudieran comer pero no podían quejarse por la comida en mal estado, más de uno ya estaba enfermo por los parásitos por la comida contaminada.
Los 8 niños comían en silencio, pero en eso la puerta de abrió de golpe y vieron por un segundo y eran Bakura y Vector, cada uno agacho la mirada no los querían ver y eso pareció darles gracia a los 2 adultos.
― Pero mira lo que encontramos más raritas que se escaparon de su jaula― dijo Vector mirando a los niños.
― Es verdad, y 2 de estas ratitas morirá esta noche― comento riendo Bakura junto con Vector mientras los niños les daba un escalofrío.
No les bastaba con matarlos ni no también tenían que decir quién iba a morir, era un pequeño juego para que Bakura y Ventor pudieran ver en el rostro de los niños esa agonía y miedo de ver quien podría morir.
En ese momento los niños escucharon la campana de que era hora de regresar a sus habitaciones, pero cuando pasaron a un lado de los adultos, ellos se miraron entre si y tomaron a 2 niños, Vector tomo a Aki y Bakura a Jin mientras los niños por reacción gritaron al ser jalados del cabello.
Los demás niños se detuvieron al escuchar el grito y voltearon y vieron quienes eran las siguientes víctimas. Los niños gritaban por dolor ya que eran tomados del cabello con fuerza.
― Ya cállense mocosos― dijo Vector enojado a ambos niños que solo lloraban.
― Y ustedes váyanse de aquí ahora― ordenó serio Bakura mirando a los demás.
Los niños no podían moverse hasta que vieron como Aki y Jin asentían, ellos no podrán cumplir la promesa pero necesitaban que vivieran ellos por un poco más de tiempo para que pudieran poner sus cosas en el altar.
Los niños bajaron la mirada y empezaron a correr hasta la habitación más cercana y permanecer a salvo por una noche más.
― Ya nos tenemos que ir, Reiji y Kaiba nos esperan en el sótano― comentó Vector hacía Bakura, para después sin soltar a los niños llevarlos al sótano.
. . . . .
Vector empujo a Aki a la habitación haciéndola caer de cara con el piso, el momento de tratar de pararse la tomo nueva mente y la acostó en una camilla amarrándola de los brazos.
― Veamos cuanto tardaras en morir― dijo sonriendo cínicamente Vector mirando como la niña lloraba y lo veía con miedo.
― Por...favor...no... ¡No quiero morir!― susurro levemente Aki con miedo, ¿Esto es lo que se sentía mirar a la muerte a los ojos?, ahora sabía lo que sintieron sus amigos al estar aquí.
― Solo eres una huérfana, quien te podría extrañar, tus amigos, ellos estarán muertos en poco tiempo― comentó Vector mientras tomaba una jeringa sin ningún liquito e insertarla sin cuidado en el brazo derecho de Aki.
La niña hizo una mueca y gesto de dolor al sentir el pinchazo, en eso Vector empezó a inyectar aire en sus arterias, retiro la jeringa llenándola de aire otra vez e insertándola en su piel en otra vena. Cuando acabo, quito la jeringa y tomo una libreta mientras veía los efectos en la niña.
Dentro de la chica gracias a las burbujas de aire hacían que coágulos de sangre se formaran y se dirigieran a las venas del corazón y otros tapando las venas del brazo.
Minutos después el brazo de Aki se empezó a tornar de un tono azul y rojizo mientras se hinchaba levemente, en poco tiempo los coágulos habían llegado al corazón.
Aki sentía dolor en su pecho y pocos minutos después sentía como le faltaba el oxígeno, comenzaba a tragar grandes bocanadas de aire pero eso no le ayudaba, trataba de respirar pero era inútil, tiempo después su corazón se detuvo por la falta de oxígeno muriendo y entrando a la lista de los niños muertos.
― Muerte por embolia, completada― sonrio Vector saliendo de la habitación importándole poco el cuerpo sin vida de la niña.
. . . . .
Bakura arrojo a Jin a la habitación mientras colocaba una soga en sus pies mientras el niño estaba aturdido por el golpe de haber sido arrojado con brusquedad.
Cuando reacciono miro la soga y miro como Bakura apretaba un botón y la soga lo levantaba haciéndolo colgar boca abajo.
― ¿¡Qué me vas a hacer!?― pregunto con miedo el niño mirando a Bakura.
― Solo te quedaras colgado un rato, bueno eso si no mueres― le contestó sonriéndole.
Jin miro como se iba de la habitación dejándolo solo, trato de levantarse un poco para intentar zafarse de la cuerda pero estaba amarrada con mucha fuerza. Intentaba pero se cansaba y necesitaba descansar, pero quedaba otra vez boca abajo.
Los minutos pasaron sentía un dolor de cabeza por estar mucho boca abajo, trato de levantarse pero al momento de hacer fuerza en su espalda sintió como esta se había quebrado.
― ¡Ahhh!― grito Jin al sentir como espalda estaba rota, eso se debía ya que al no comer mucho y más si la comida estaba en mal estado sus huesos se habían vuelto frágiles teniendo Osteoporosis.
Cada vez que se intentaba mover más dolía, ya no lucho, ¿Para qué?, Ya no podía sobrevivir a eso, pudo sentir como su visión se volvía borrosa y cerraba los ojos por el dolor, Una hora después solo quedaba el cuerpo de Jin sin vida.
― Genial, duró 1 hora intentando vivir, que estúpido―dijo Bakura mientras terminaba de anotarlos últimos detalles y salir hacia donde se encontraban Reiji y Kaiba.
. . . . .
Los niños intentaron domir esa noche, pero no podían hacerlo, otra vez tendrán que ir al altar y colocar los objetos.
Solo era cuestión de tiempo y nadie quedaría vivo.
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Ya estamos entrando a la última recta amigos solo 2 capítulos mas y esta historia estará finalizada.
Ya quedan muy pocos niños y el final ya viene.
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