Pasaron 3 semanas desde que descubrieron los cuerpos de sus amigos en las peores condiciones, aun el recuerdo de ver como esos malditos asesinos dejaron a sus amigos fue demasiado.

Pero aún quedaba una pregunta, entre los cuerpos faltaban 3 de sus amigos, Yuto, Rin y Aoi, si sus cadáveres no estaban en ese lugar, ¿entonces en donde podrán estar? Lo más seguro es que sus amigos ya estén muertos.

¿Para que pensar que estaban vivos? Después de todo el infierno que han vivido no era posible que ellos estén en este mundo, aunque e no se lo merecían, ninguno de ellos lo merecía.

Algunos de los niños no querían salir de sus habitaciones por tremendo impacto que habían recibido al ver los cadáveres en esa forma y circunstancia

En este momento la mayoría de los niños estaban en el patio en lo que alguna fue su lugar de diversión ahora solo es un lugar donde podían tener unos momentos de paz y sin molestar a los adultos por miedo a que los lleven al sótano.

No había esas pláticas llenas de felicidad como antes, ahora son de decirse adiós y promesas que la mayoría no podrían ser cumplidas.

― ¿Ya estamos la mayoría verdad? ― pregunto Yugi mirando a 8 de sus amigos que junto con el eran 9.

― Solo faltan Yuya y Yusaku ― contesto Jin recordando que Yusaku no quería salir de su habitación al igual Yuya.

― ¿Ustedes creen que es bueno que se quedaran en sus cuartos? Lo digo porque los asesinos están adentro del orfanato ― dijo Aki refiriéndose a los adultos por asesinos ya que eso eran.

― Estoy de acuerdo con Aki, iré a ver a Yusaku―dijo Ryoken para levantarse y entrar al orfanato para buscar a su amigo.

―También iré por Yuya, no puede estar solo y menos con ellos que en cualquier momento lo podrían atrapar― dijo Jaden para seguir a Ryoken.

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Yusaku estaba en su habitación no quería ver a nadie ni saber nada, quería estar en su mundo donde nada de esto estaba pasando, escapar de la cruda realidad, podrían decir que escapar de los problemas no resuelve nada, pero eso ya había quedado como un pensamiento estúpido para el niño.

Se sentía mal por todos, ya que perdieron a sus amigos a ellos que siempre jugaban juntos y se divertían, con ellos que solo quedaron como recuerdos lejanos lo que antes era feliz ahora solo está lleno de dolor.

El niño estaba sentado en su cama abrazando sus rodillas, pero un pensamientos llego a su cabeza, si pronto era su turno de morir, quería ver por ultimo a sus amigos conversar con ellos hasta que la muerte le llegará.

Se levantó de su cama y salió de su cuarto, no sabía dónde estaban pero recordó que iban a estar en el patio del orfanato. Así que se dirigió a la puerta de la entrada trasera pero cuando camino y giro en uno de los pasillos sintió como chocaba con alguien. Esperaba y rogaba que allá chocado con uno de sus amigos.

― Pero miren lo que el destino me trajo― comento una voz que hizo helar la piel de Yusaku ya que al levantar la mirada era uno de los asesinos, Spectre miro al niño con diversión y molestia ya que al chocar con el niño hizo que se ensuciara de algunas sustancias no peligrosas pero si sucias.

― Yo... lo siento mucho... no me lastime― Rogó Yusaku que se alejaba del mayor sentado en el piso mientras veía como él se acercaba peligrosamente.

― Suerte para ti que aún no te toca morir mocoso― dijo el mayor sonriendo con maldad mientras que con una mano tomo al niño del cabello y lo levanto jalándolo hacia arriba ― Pero eso no quiere decir que no te mereces un castigo―

Yusaku intentaba liberarse del agarre, pero era imposible entre más se resistía el agarre era más fuerte y doloroso hacia sonidos de dolor y empezaba a sollozar, para Spectre era una gran diversión ver como el niño trataba de liberarse.

― Me divertiré un rato contigo mocoso― anuncio el mayor para arrastrar a Yusaku a un cuarto y lanzarlo sin un cuidado al piso mientras cerraba la puerta tras él.

― Noooo! ―Grito Yusaku al ver la sonrisa tan retorcida del mayor.

Ese grito no sirvió de nada, nadie lo podía escuchar ya que nadie estaba lo suficientemente cerca para ayudar al menor.

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Cuando Ryoken llego al cuarto de Yusaku toco varias veces para que el chico que abriera la puerta pero al no recibir respuesta el entro y se preocupó un poco ya que no estaba. Un sentimiento de preocupación lo lleno y salió a buscarlo, duro más de 10 minutos buscándolo, hasta que en un momento que estaba en los pasillos de la salida para ir al patio trasero pudo escuchar unos sollozos que eran fácil de reconocerlos, eran los de yusaku.

Así que corrió a donde escuchaba los llantos y entro a la habitación y sintió como el miedo y el enojo lo inundaban, pudo ver a Yusaku tirado en el piso con muchos moretones y rasguños en sus manos y cara, aparte de que su ropa estaba rasgada y manchada con la sangre que botaba el niño por la nariz y boca, estaba recargado en la pared en un rincón mientras Spectre le miraba riendo. Ryoken pudo ver como el mayor soltaba un palo no tan largo que tenía algunos detalles con filo.

― Espero que entiendas esto mocoso―dijo Spectre con burla y mira al recién llegado sonriéndole malvadamente ―Ustedes solo son ratas de laboratorios que sirven únicamente para nuestros experimentos―

― ¡Eso es mentira! ¡Ustedes solo son unos asesinos que les gusta matarnos! ― Grito muy enojado Ryoken entrando a la habitación corriendo poniéndose enfrente de Spectre protegiendo a Yusaku mientras este le veía con dificultad por el dolor que tenía.

― Piensa lo que quieras mocoso, pronto tendrán el mismo destino que sus demás amigos, vayan preparándose para su muerte― Dijo Spectre amenazante y con locura y diversión en su voz mientras salía de la habitación para reunirse con sus compañeros.

Ryoken intento no gritar de dolor y coraje, para ellos solo era una diversión, ellos solo eran eso, solo sus juguetes que cuando terminan de jugar con ellos se desechan como objetos sin ningún valor. Negó rápidamente, no era verdad, eran personas y merecían tener otra vida y no solo ser ratas de laboratorio, miro a yusaku y se le acercó preocupado.

― Yusaku... déjame llevarte a otro lugar―Dijo Ryoken ayudando a levantar a su amigo para llevarlo con los demás y poderlo curar lo mejor posible, aunque no sabían mucho de cómo tratar unas heridas pero hacían lo que podían.

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Jaden entro al cuarto de Yuya y vio al pelirojo mirando la venta, desde que no supieron dónde estaba el cadáver de su amigo el chico estaba más metido en sus pensamientos, se veía aún más distantes ese niño que le gustaba hacer sonreír a todos era el pasado lejano del nuevo Yuya.

― Por qué estás aquí Jaden? ― Pregunto Yuya sin mirarlo, no hacía falta ya que lo veía por el reflejo de la ventana.

― Venía por ti Yuya, debemos estar juntos mientras que aún podemos― dijo Jaden, antes estaban juntos para que nada malo les pasará, ¿pero eso de que sirvió? Más de sus amigos estaban muertos, ya solo les quedaba estar juntos y apreciar lo que aún les quedaba de estar juntos.

― Me alegra que pienses en mí, pero ya no tengo ganas de volverme a esperanzar sobre esa mierda de esperanza, ya no quiero saber que más amigos morirán y dejemos ese pensamiento de que alguien no salvará― Dijo el pelirojo serio y carente de emociones.

― No quiero verte así yuya, A donde se fue ese niño alegre y divertido que le gustaba hacer sonreír a todos― comento con melancolía Jaden mirando a su amigo.

― Eso ya no importa, recuerdo que Yuma... dijo que aún mantuviera mi esperanza... ¿pero eso de que sirvió? Esos asesinos lo mataron al igual que todos nuestros amigos― comenzaron a sollozar al recordar cómo Yuma había mantenido la esperanza hasta el final.

Jaden bajo la cabeza era verdad, solo se acercó a Yuya y lo abrazo mientras este lloraba en su pecho mientras se desahogaban, necesitaban hacerlo mientras se podía, no había muchas cosas que podían hacer y menos en la situación que se encontraban.

― ¿Vamos con los demás si? Hagamos más recuerdos gratos mientras podemos― Comentó Jaden mirando como Yuya asentía mientras se limpiaba las lágrimas y salían del cuarto

Lo que ambos niños no sabían es que fueron escuchados por uno de los adultos y este intentaba no reírse fuerte por la plática de los niños, a veces sí que los niños pueden darte división y más ya que saben que no podrán sobrevivir.

― He encontrado a mi siguiente juguete― dijo Edo mientras se alejaba a donde estaba Reiji, esta noche será muy divertida... Para ellos.

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Cuando el anochecer estaba llegando los niños tenían que ir a sus habitaciones ya que si no estaban a tal hora los castigaban, no sabían que podría ser ese castigo pero ninguno quería arriesgarse, mientras iban a sus cuartos Tea se dio cuenta que faltaba su amiga Kotori, tenían 10 minutos para regresar a sus cuartos pero no podía dejar a su amiga, recordaba que en algún momento se había separado del grupo pero no recordaba, regreso al patio y mientras la estaba buscando la vio recostada en el tronco de un árbol mirando el cielo.

― Kotori tenemos que regresar a nuestros cuartos― dijo Tea mirando como su amiga estaba viendo las estrellas.

― ¿Tú crees que nuestros amigos sean esas hermosas estrellas que brillan? ― pregunta la chica mirando aun el cielo

Tea no entendió a lo que se refería su amiga hasta que levanto la vista y vio las estrellas brillando y el cielo nocturno, hace tanto tiempo que no recordaba lo hermoso que era por estar en el dolor y angustia.

― Puede que nos estén viendo desde allá arriba― siguió diciendo Kotori, cuando miro el cielo de noche sintió una gran paz que desde hace tanto tiempo no recordaba.

― Puede que tengas razón― dijo Tea mirando a la chica mientras que Kotori cerraba los ojos ―Tenemos que regresar― No quería irse de ese momento tan agradable pero tenían que enfrentar la realidad y salvar sus vidas aunque fuera por poco tiempo.

Cuando Kotori asintió y se levantó pero en ese momento se escuchó las campas del orfanato dando entender que ya iniciaba el toque de queda para los niños. Ambas niñas se miraron con miedo y corrieron hacia el cuarto de Kotori que era el más cercano esperaban llegar a tiempo y sin que nadie las viera pero el destino quería sufrimiento pensaron las niñas ya que se detuvieron de repente y miraron a uno de esos asesinos.

― Pero miren que tenemos aquí― dijo Zarc mirando a las 2 niñas, no esperaba que él también iba a tener diversión en esta noche.

Tea estaba delante de Kotori y pensaba en una manera de salvarla.

― Veamos quien de las 2 me dará la diversión en la masacre de esta noche― dijo con voz divertida pero que daba miedo a la vez.

Zarc iba a tomar a Kotori pero Tea la empujo hacia el otro lado del chico. Mientras este la dejo ir pero tomaba a Tea de su brazo, Kotori iba a ayudarla pero la voz de su amiga la detuvo.

― Corre Kotori! ― grito Tea mirando como su amiga comenzaba a llorar y se iba corriendo.

― Que cobarde es tu amiga―Zarc rio mirando a Tea ― Y tu muy tonta al sacrificarte, pero descuida, ella tarde o temprano tendrá el mismo destino que tú―

Zarc comenzó a jalar del brazo a Tea mientras trataba de liberarse, era muy inútil hacer eso pero le alegraba un poco de que al menos por esa noche su amiga iba a estar a salvo.

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Ryoken comenzaba a despertar y se dio cuenta que no estaba en su cuarto dónde recuerda que se había quedado dormido, trato de moverse pero no podía, sus manos y pies estaban amarrados a lo que el dedujo que era una camilla, solo podía mirar un poco a los lados, ya que al frente de él había lo que el sabia una máquina de rayos X.

― Me alegra que despertaras ratita― dijo Spectre entrando mirando y acomodando la máquina.

― ¡Maldito seas! ―grito enojado y con algo de miedo Ryoken tratando de soltarse.

― Ni lo intentes mocoso, no podrás salir viva de esta pero tranquilo, pronto estarás con los demás asquerosas ratas muertas― rio Spectre refiriéndose a los demás niños que ya murieron.

― ¡Espero que se vayan al infierno! ¡No se quedaran sin su merecido! ― comentó Ryoken mirando como el mayor se empezaba a ir.

― Di lo quieras, estarás muerto en un momento así que grita lo que quieras― dijo Spectre saliendo de la habitación y mirar al niño por un espejo especial para evitar la radiación por los rayos X

Cuando estaba detrás presionó la máquina de rayos X aumentando poco a poco la radiación mirando los efectos sobre el niño.

Ryoken miraba como la máquina se encendió y le molestaba en los ojos por el brillo, al principio sintió un leve dolor de cabeza y un poco de calor, pero mientras más rato pasaba esos síntomas aumentaban y otros nuevos salían.

Spectre jugaba con el niño ya que mientras más estaba en esa máquina y subía la potencia más síntomas iba a sufrir el niño y eso le interesaba.

Después de 15 minutos en ese lugar Ryoken gritaba y lloraba de dolor, lo que empezó con un leve dolor se había convertido en un infierno, comenzó a sentir su piel quemándose poco a poco, podía sentir como sus órganos comenzaban a fallas y tosía su sangre que era causado por la hemorragia interna, su vista se volvía borrosa, era su final, ya no le quedaba tiempo y pronto se iba a ir de este mundo.

― Yu...sa...ku... amigos... adiós― dijo para caer en coma y después de unos minutos Ryoken ya había dejado este mundo.

Mientras tanto Spectre miraba las radiografías del niño y como sus órganos estaban quemados.

― Sí que ese mocoso aguantó mucho, veremos si las demás ratas me dan mucha diversión―dijo para salir de la habitación con las radiografías y datos.

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Tea estaba acostada en la camilla, estaba gritando y estaba tratando de zafarse, desde que entro pudo escuchar los gritos de Ryoken pero después de un tiempo ya no escuchó nada, otro niño más acaba de morir y pronto serían 2.

― Para serte sincero pequeña mocosa, no pensé que hoy tuviera algo de diversión pero desde hace tiempo estaba aburrido y tú me has dado lo que quería― dijo entrando a la habitación Zarc con cosas quirúrgicas.

― ¡¿Cuánto más sufrimiento necesitan para que nos dejen en paz?! ― pregunto la niña llorando por el miedo, estar tan cerca de la muerte, te hace ver tus recuerdos, recordando que ya nunca veras a esas personas importantes.

― Hasta que todos estén muertos. Solo son unos huérfanos que nadie los van a extrañar ni los recordaran ― sonrió Zarc mientras tomaba lo necesario para la amputación.

Y la "cirugía" había comenzado, Tea podía sentir como el mayor le enterraba el cuchillo en varias partes de su cuerpo como manos y pies, ¡dolía demasiado! ¿¡Por qué no solo la mataba y ya!? Qué la matara y podría descansar y alejarse del infiero.

― Por...favor YA MATAME! ― pidió ella al sentir como le arrancaba la mano derecha, en ese momento sus manos y pies se encontraban en la mesa donde tenía más instrumentos.

― ¿Por qué acabar tan rápido el espectáculo? ― pregunto Zarc sonriéndole a la niña mientras en sus manos ensangrentadas estaban la mano de la niña.

Zarc no se detuvo en eso, tomo las partes amputadas y las volvió a poner en el cuerpo de la niña pero en el sentido contrario, empezó a coser las partes siempre mirando y deleitándose por los gritos y llanto de la niña que solo rogaba no por ayuda si no porque la muerte ya se la llevara. Termino de coser los miembros y empezó a escribir todo lo que veía, salía mucha sangre, y se veían como los ojos de la niña se opacaban.

― Ko...to...ri― pudo pronunciar Tea antes que sus ojos se cerraban y ya no se movía. La segunda víctima a muerto y solo falta uno, Zarc salió de la habitación mientras caminaba dejaba huellas de sangre de la niña sin importarle, la niña ya murió y vaya que fue mejor de lo que espero.

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Jaden era jalado de su brazo hacia una especie de cámara, Edo estaba ya un poco desesperado ya que el mocoso si oponía mucha resistencia y le costaba trabajo llevarlo y eso le estaba colmando la paciencia. Cuando abrió la puerta de la cámara aventó al niño sin cuidado mientras cerraba la puerta.

― ¡¡Déjame salir!! ― grito Jaden golpeando la puerta mientras que esta tenía un vidrio en forma circular donde podría ver a Edo.

― Ya cállate huérfano sin valor ya me hiciste enojar mucho― Edo lo miro de forma muy seria y fría, sí que le alegrara matar a esa rata por hacerle acabar la paciencia.

Jaden trataba de abrir la puerta pero no se iba a abrir no iba a rogar por algo que no le iban a dar ni les iba a dar el gusto a ellos, si moría estaría con sus amigos caídos como Syrus y los demás. Edo comenzó a girar una rueda donde empezaba a extraer el aire y los gases necesarios para vivir.

En ese momento Jaden podía sentir como si algo lo comenzará a aplastar, intentaba tragar aire pero era algo que no había en la cámara.

― AHHHHH! ― gritó mientras se llevaba las manos a la cabeza, pensaba que en cualquier momento su cabeza explotaría ya que sentía como le aplastaban el cráneo.

― ¿No que eras muy valiente rata asquerosa? ― pregunto con burla mirando que en cualquier momento el niño moriría.

Antes de eso Jaden recordó todos esos hermosos momentos que había compartido con sus amigos, cuando miraban las estrellas juntos y cantaban. Momentos que se quedaran en el ayer y que desaparecerán.

En ese momento Edo miro como los ojos del niño explotaron al igual que el vientre de él esparciéndose por el piso. Jaden callo de espalda muerto mientras que la última víctima moría.

― Por fin murió este huérfano― dijo Edo mirando el cuerpo del niño.

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Al día siguiente los niños comenzaron a despertar al juntarse vieron que faltaban algunos de ellos, fueron a buscarlos pero con lo que les conto Kotori supieron que ya estaban muertos.

Se juntaron en una parte de atrás del orfanato donde tenían un pequeño altar con las fotos de sus amigos, Kotori puso la foto de Tea en ella, Yugi puso la foto de Jaden y Yusaku puso la de Ryoken. Los niños lloraban otra vez por las nuevas muertes, Yuya abrazo a Yusaku ya que el niño estaba destrozado, él sabía lo que sentía.

Otro día era y con ello otro día lleno de miedo y más dolor por morir y ver saber que morirán a manos de ellos.

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Y hasta aquí el nuevo capítulo si que fue doloroso matar a Ryoken, Tea y Jaden (mas a ellos :'v)

Pero ya nos acercamos al final de esta historia. Espero que les este aun gustando esto. 💕