Mis maletas estaban listas justo donde debían estar, esa noche me encontraba sin sueño, empezaban los tormentos de lidiar con recuerdos que dejaría  atrás luego de subir al auto de mi mejor amiga.

Mi teléfono marcaba la madrugada y todavía el sueño o los brazos de Morfeo no me invadía de tanto llenarme la cabeza de tonterías que podrían solucionarse si solo no me dejará de llevar por mis tontos miedos.

Se que no es bueno dejar las cosas así antes de irme, estoy siendo cobarde y tarde o temprano tendría que enfrentar este karma cruel que siempre está a unos pasos antes que todo el pinche mundo que espera resolver las cosas de una manera rápida y sencilla a su conveniencia, pero claro no todo es perfecto y eso debes aprenderlo a las buenas o vendrá el día en que lo aprendas a las malas de la peor manera.

Tras pasar así lo próximos minutos analizado todo el drama Queen en mi cabeza, decido despejarme un poquito por eso  ir a correr me pareció buena elección, de paso acomodao mi mente y relajar mis músculos llenos de tensión. Siempre me ayudado el correr es como mi droga.

Mientras corría escuchó mí radio favorita, las canciones habían sido alegres por un rato y luego una que me llegó al corazón comenzó a sonar.
Éramos los mejores..... Comenzó la canción.

Sin darme cuenta la comencé a cantar como loca y no sabia en que o en dónde terminaría.

El cansancio no tardó en llegar por ende decidí detenerme a descansar por un rato, observo al alrededor y entonces me encontraba sentada a tres casas de mi mejor amigo.

Rápidamente me incorporó, para seguir corriendo siento unas manos que consiguen detenerme y tapan mis ojos.

-quien soy. Yo reconozco esa vos.

-el fantasma de mejor amigo, no no espera el cadáver de mi mejor amigo...

-chistosa. Me deja para poderlo ver.

-creó que me equivoque eres el zombie de mi mejor amigo. Digo cuando veo la cara que tiene.

-sigues. Dice seriamente.

-ya no.

-y dime que haces por aquí y a éstas horas.

-ya sabes lo que cualquier chica normal cuando no puede dormir. Hago una pequeña pausa. -corre, pero me cansé y paré por un rato. Le respondo como si fuero obvio.

-aque se debe eso.

-pues el estrés.

-estres. Pregunta incrédulo.

- si.

-y justo aquí diste a parar.

-que te puedo decir mis mandan.

-seguro. Dice chistoso antes de cambiar el tema. -explica me una cosa. Asiento.- por que no has contestado.

-estuve ocupada con lo de la universidad, y me distraje de muchas cosas. Mentí claramente no pensaba decirle la verdadera razón.

-eso ya lo se, conozco perfectamente lo diatrida que puedes ser, pero quiero la verdad.

-eres un detective o algo así.

-si, le trabajo a la cía.

-lo sabía. Aounto.

-no sigas, no recuerdo cuándo me llamo tu madre para preguntar si sabía el porque de tu estado. Dice sentándose en la será, acto que luego sigo.

-y que le dijistes. Pregunto sabiendo la respuesta.

-le dije ni idea debe ser el periodo, creó que nos debes una explotación a todos. Me responde serio, debo admitir que se ve tierno así.

-me sienti confundida con todo esto. Asiente para que continúe con la explicación. -me di cuenta lo rápido que pasa el tiempo y me da miedo lo que pueda a pasar a mi alrededor luego de marcharme s otro lugar es todo. Le dije ocultando la verdad.

-sabes siempre estaré contigo y te protegeré de cualquier. Dijo agarrandome abrazada.

-gracias. Le sonrio y le añado drama queen. -tengo miedo de un día no despertar. Murmuro.

-y como estas viejas ya luego morirás.

-si, que lástima quien te molestara cuando yo muera.

-si verdad.

Lo miró con cara triste.

-que te pasa.

-nunca he estado lejos de mi familia no por mucho tiempo.

-hay pequeña se te olvidará al cruzar la puerta de la universidad, recuerda es tu sueño.

-gracias. Dije en sus brazos.- debo irme te espero. Me separo y me incorporo.

-ahi estaré comandante come moco.

-no lo dudo capitán cabezota.

Le hice el típico saludo militar conecte mis audioculares nuevamente y me dispuse a seguir mi camino.
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