Nadie más escucha Caifanes
Gianna jamás había visto a Diego hacer el ridículo como lo estaba haciendo ese día en la clase de Inglés con su intento de explicar su viaje a Acapulco con su familia pero con su súper dominio del idioma. Cuando terminó de contar su historia, todo el grupo comenzó a reírse
—bueno ya que les pareció muy gracioso, van a escribir un ensayo sobre un recuerdo de la infancia que tengan—dijo la maestra Ilse recibiendo las quejas de varios del salón—y para que sea más divertido, va a valer el veinticinco por ciento de su calificación total y es para el viernes
Se dio el timbre del primer receso y fueron a la biblioteca para organizar que iban a hacer con respecto a ese trabajo.
—todos van a querer esa composición—Tenoch daba vueltas por la biblioteca demasiado extasiado por la situacion—Memo, Gianna y Marifer, este es su momento de gloria, ustedes dos están por el inglés y ella por la creatividad así que juntos van a ser imparables
—aqui la cuestión va a ser que el trabajo es sobre los recuerdos de la infancia, chance y pueda yo hacer el de Diego por ser mi primo pero ¿Y el de los demás?—dijo Gianna
—hay que parecer que son reales y asi la miss no va a sospechar—ahora dijo Marifer
—¿Entonces que proponen?—preguntó Tenoch
—hay que hacer citas rápidas con cada uno, que nos detallen lo mas que puedan de algún recuerdo y que Marifer escriba lo más importante mientras que Gigi y yo nos encargamos de cambiarlos—cuando le dijo ese apodo, Gianna sonrió inconscientemente
Tenoch, Alex y Daniela se encargaron de avisarles a todos para que fueran a la biblioteca a contar sus anécdotas, uno por uno iban pasando mientras Marifer hacía sus anotaciones, algunas de las anécdotas estaban graciosas o simplemente eran lo más básico que habían escuchado. Se tomaron los dos recesos completos para lograr completar las veinte personas, les costó un poco de trabajo pero lo lograron.
—¿Tu de que vas a escribir?—le pregunto Memo a Gianna mientras salían de la biblioteca
—no lo se, tengo que pensar de que podría ser—realmente no se había puesto a pensar en su trabajo, pero no sería algo complicado narrar algún recuerdo de su niñez—¿y tu?
—tenía pensado hacer de mi viaje a Disney pero Paulina va a escribir sobre eso asi que tengo que pensar en otra cosa
—¿Qué les parece que vayamos a mi casa en la tarde para hacer el trabajo? Para ver cómo nos vamos a dividir y comenzar a organizarnos—sugirió Marifer a lo cual ambos aceptaron
A la hora de la salida los tres chicos había salido juntos pero Gianna se detuvo a l ver a dos personas que acompañan a Simón el día de hoy.
—you must be kidding—dijo la rubia sorprendida
—¿Qué ocurre?—preguntó Marifer
—ahí están mis papás—dijo sin creer si lo que estaba viendo era real—¿Qué hacen aquí? No se supone regresarían hasta el viernes
—quisimos volver un poco antes porque te extrañábamos mucho—su madre la abrazó dándole un beso—te tenemos unos regalos en la casa que te vas a morir con ellos
—lo que pasa es que tengo que hacer un trabajo con mis compañeros y realmente nos va a toma mucho rato—señaló con la cabeza a Marifer y Memo
—bueno puedes ir a comer con nosotros y más tarde ir con tus amigos—dijo ahora su padre
—tu ve Gianna no te preocupes, te vemos en mi casa cuando termines—dijo Marifer
Al final la rubia no tuvo opción y se fue con sus padres en el auto, la llevaron a comer a uno de los mejores restaurantes de la ciudad y de los más costosos.
—¿Qué tal te ha estado yendo en este ciclo?—le preguntó su madre mientras miraban el menú
—tuve unos problemas con Diego como siempre pero todo bien—contestó la chica viendo que quería de comer
-—¿Y tus clases de guitarra?—preguntó su padre más interesado-recuerda que no falta mucho para tu prueba en el conservatorio de música para que puedas estudiar al igual que tu padre lo hizo
—practico todos los días papá no te preocupes, estaré lista para el examen
En el transcurso de la comida le contaron a Gianna como les había ido en su viaje de negocios y que les hubiera encantado que ella hubiera ido también, pero ahora que estaban aquí querían pasar más tiempo con ella y que incluso podía invitar a sus amigos de la escuela a una fiesta.
Gianna quería mucho a sus padres pero casi nunca los veía así que en realidad no se sentía aún con la confianza de contarles las cosas que había estado viviendo últimamente con Memo, Alex y todo eso y mucho menos lo de su grupo para hacer tareas.
Después de casi dos horas llevaron a Gianna a la casa de Marifer para hacer su trabajo de la escuela, la dejaron en la puerta de la casa ya que ellos tenían que llegar a desempacar sus maletas del viaje.
—cuídate cariño, si necesitas algo llama a la casa—se despidió su madre con su actitud tan exótica que la caracterizaba
Gianna tocó la puerta y fue recibida por la mamá de Marifer.
—Marifer me aviso que venias, pásale mijita—la señora se hizo a un lado para dejarla pasar—están en su cuarto, ve ahorita les llevo algo para que coman, es al fondo del pasillo, tiene su nombre pegado en la puerta
La rubia caminó al cuarto y tocó la puerta dos veces esperando a que Marifer le abriera pero se escuchaba ruido de fondo, parecía que estaban cantando y la música se escuchaba con el volumen fuerte.
—Memo, Marifer, soy Gianna—abrió la puerta pero se quedó en shock al ver como ambos estaban tomados de la mano y demasiado juntos bailando y cantando bastante animados
Cuando notaron que Gianna estaba ahí se detuvieron de repente.
—Gianna no escuche que ya habías llegado—Marifer soltó a Memo—estábamos cantando nada más, para distraernos
Sentía un nudo en el estomago y ganas de vomitar, sus ojos igual podía sentir que quería llorar pero aún estaba intentando procesar lo que acababa de ver.
—tengo que irme—fue lo único que pudo decir mientras salía corriendo de la casa de Marifer
—espera—Memo corrió detrás de ella tomándola del brazo—Gianna no es lo que parece, te juro que no estábamos haciendo nada
—no tienes que explicarme, no somos nada, si te gusta Marifer que bueno—no podía ni mirarlo a los ojos porque ya se estaba comenzando a sentir mal, le costaba trabajo respirar y un zumbido se hacía presente en sus oídos
No lo dejó hablar más y salió corriendo sin saber exactamente a donde ir, no podía ir a su casa porque sus padres le preguntarían que qué había ocurrido, el único lugar que se le ocurrió no estaba muy lejos de ahí, así que corrió con las pocas fuerzas que le quedaban.
Alex que estaba en el videoclub con Rafa vio cómo llegó Gianna con la respiración agitada, lo cual le preocupó.
—¿Estas bien princesa?—Alex se acercó y vio el rostro de la chica más pálido de lo normal, ahora si parecía un fantasma
Gianna no le dijo nada y solo lo abrazó, Alex se sorprendió de lo que estaba haciendo pero en lugar de quitarla, la abrazó más fuerte.
—¿Puedo quedarme contigo un rato? No me siento bien—le susurro evitando llorar
—tu ve con ella, yo me quedo—le dijo Rafa
La llevo al almacén donde guardaban las cosas y le consiguió un jugo para que recuperara un poco de color porque aun estaba pálida.
—¿Que que lo que paso?—Alex le pasó un mechón de cabello detrás de su oreja—creí que iban a estar en casa de Marifer para hacer los trabajos
—es que...—Gianna no sabía si decirle ya que involucra a su novia y no quería meterlo en problemas a él—cuando llegue a su casa encontré a Memo y Marifer muy juntos y tomados de la mano
Por alguna razón a Alex no le dio celos lo que le había dicho, era como si le diera igual.
—no supe como reaccionar y salí corriendo, me dio nauseas el saber lo que pudo haber pasado o lo que pasó—la chica bajó la mirada—pensé que Memo era diferente, creí genuinamente que sentía algo por mi
—es un idiota si él no se da cuenta de la increíble chica que eres—dijo Alex tomando su mano—y si él y Marifer quieren tener algo, que a nosotros no nos importe, la vida es my corta para hacer que la gente se quede a nuestro lado cuando no quiere estar
—va a ser bastante raro el verles la cara con esto—volteo a ver al chico—gracias por ayudarme, no sé qué habría hecho sin ti
—sabes que haría lo que fuera por ti, sin importar nada—ambos se miraron
Alex se acerco a Gianna y ella no sabia que hacer, pero por la adrenalina que aun sentía, no detuvo a Alex, así que ambos se besaron fue algo muy rápido y breve.
—te llevo a tu casa—susurro el chico sobre sus labios
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