💌Capítulo 20💌
Yeonjun
Antes de salir me paré frente a los padres de Hwiyoung y les hice una reverencia a modo de disculpas, pero su madre me detuvo.
—No tienes porqué disculparte. Ya se hizo justicia, nuestro niño sé que debe estar sonriéndonos a todos desde el cielo. -no pudo evitar derramar unas lágrimas, la tristeza en sus ojos era evidente, pues después de todos estos años, estábamos reabriendo el caso y con ello su herida-.
—Gracias a ustedes por cooperar. Quiero que sepan que siempre los consideré otros padres para mí. Hwiyoung era una excelente persona y no merecía lo que le sucedió. Quizá si hubiera hablado con él, le hubiera explicado y no me hubiera dejado llevar por la muy...
—Yeonjun. -dijo todo serio el padre de Hwiyoung, que nunca había sido de hablar mucho-. No te preocupes. Tú también eres como un hijo para nosotros, y puedes contar con nosotros para lo que necesites. Siempre estaremos aquí, así como tú estuviste una vez para Hwiyoung, y sé, que aunque no puedes cambiar el pasado, cuánto deseas hacerlo. Pero tienes que dejarlo ir y ser feliz. Te agradecemos por darnos pistas sobre lo que sucedió realmente. Como dice mi mujer, ahora finalmente nuestro niño puede descansar en paz.
Los miré y me di cuenta de lo excelentes personas que eran. Podía ver a Hwiyoung en ellos, que también lo era. Lo extraño muchísimo. Inconscientemente los abracé y comencé a llorar y ellos correspondieron mi abrazo un poco sorprendidos por este, pero de igual forma se dejaron.
Abrí mis ojos llorosos y a lo lejos Minhyo me miraba de forma enternecida.
Minhyo
Después de hablar con mi padre, a quien no veía hace años y al que no quería ver en realidad, aunque, en el fondo lo extrañaba, nos despedimos y él quedó en venir un día de estos a cenar a casa. Mi madre estaba emocionada por ello, pero no quería que se hiciera ilusiones, en caso de que no llegara, pues mis expectativas con él eran prácticamente nulas desde que nos abandonó y tuve que cuidar a mamá por mí misma, y no era más que una preadolescente. Espero que tenga una buena explicación.
Le dije que llevara a mi madre a casa, pues no quería que caminara debido a su enfermedad, y él asintió en que lo haría. Yo me quedé esperando a Yeonjunnie, el cual estaba hablando con los padres de Hwiyoung, supongo que del juicio y tal. Estaba feliz porque todo había salido de acuerdo a nuestro plan. Las pruebas que Somi y mi suegro entregaron, y ver a Yeeun finalmente tras las rejas, no tenía precio. Y mi Yeonjunnie no iría a prisión. Menos mal. Tenía tantas ganas de abrazarlo y besarlo. En este año hemos tenido tantos problemas, pero hemos sabido resolverlos como la gran pareja que somos. De repente lo vi abrazar a los padres de Hwiyoung y me emocioné. Joder, debe ser tan difícil perder a un hijo. Y más de la forma en la que lo hicieron, sin saber la razón. Por suerte y aunque tarde, vinimos a darles las respuestas que tanto esperaban y ya todo está más que aclarado.
Cuando se despidió correctamente de ellos se dirigió a mí corriendo con una sonrisa, y me cargó en el aire sujetándome por mi cintura, y cuando me bajó lo besé.
—Mi amor, por fin... Esperaba tanto porque este día llegara, que casi no pude dormir. Aún no puedo creer que Yeeun fuera a prisión. No sabía nada de lo de su edad, nunca me dijo. ¿Viste la confesión de San? Fue tan incre...
Le interrumpí para besarlo.
—Ble...-terminó suspirando-.
—Bobo. Yeonjunnie bobo. No tienes porqué preocuparte más. En lugar de eso, tienes que descansar, que mañana en la noche es el concierto, creo que los chicos iban a cuadrar eso bien. ¿No estás feliz?
—Claro que lo estoy mi Minhyo. -me abrazó sorpresivamente y yo lo hice igual-. Gracias por permanecer a mi lado todo este tiempo. De veras que no te merezco.
—No digas eso.-le respondí alejándome un poco de él-. Claro que me mereces, de la misma forma en la que yo lo hago contigo. Cambiaste mi vida Yeonjunnie, desde ese día en el que me respondiste las cartas y me di cuenta de que también sentías lo mismo por mí. Y ya ha pasado un año. No voy a dejarte ir nunca.
Salimos de ahí puesto que todos ya se habían retirado y los chicos nos esperaban en la puerta, Somi ya me había marcado al móvil unas 5 veces-un poco bastante intensa ella-. No quería hacerlos esperar más, pero también quería pasar tiempo a solas con Yeonjunnie, hace tiempo no teníamos una noche especial.
Cuando vimos a los chicos al salir quedamos en ir a casa del padre de Yeonjunnie para festejar, él pagándonos una lujosa comida, y nosotros como sanguijuelas succionando ahí de invitados okupas.
Ya ahí la pasamos genial, tomando ponche, bailando, comiendo y escuchando música, incluso los chicos practicaron un poco acapella para el concierto de mañana. Ni nos enteramos de que se había hecho de noche y todos se despidieron, pero el señor Choi me pidió que me quedara para hacerle compañía a Yeonjunnie por lo que hablé con mi madre y me lo permitió pero solo por esta vez, así que le dije a mi hermano que la cuidara para que no se quedara sola. Me puse muy feliz y cuando estábamos despidiendo a los chicos en la puerta Somi se me acercó y me susurró al oído:
—Usa condón.
—¡SOMI!
Los padres de Yeonjunnie me miraron asombrados y yo me ruboricé, cerrándole la puerta en las narices a la muy degenerada pervertida que era mi mejor amiga. Yeonjunnie me miró de lado preguntándose qué pasaba, pero le sonreí y le tomé la mano para subir arriba, a su habitación.
Nos sentamos en la cama y no soltó mi mano ni siquiera un segundo, me estaba mirando con tanto amor, que lo único que se me ocurrió fue abalanzarme a él y besarlo. No quería que nuestros labios se separaran más. Estaba segura que él quería hablar de lo de hoy, pero no podía dejar que siguiera atormentándose con eso. Durante todo el día había estado imaginándome lo horrible que sería la idea de estar separada de él, si llegaban a encerrarlo, y no quería pensar más en eso, solo que lo tenía a mi lado, y que podía verlo todos los días justo como mañana que tocarían por primera vez frente a un público tan grande como lo era la escuela, justo como ahora.
Continuamos besándonos en mi cama a medida que nos quitábamos las prendas de ropa restantes, hasta quedarnos en ropa interior ambos. Yo estaba abajo y él encima de mí, ahora él besándome como si me dominara. Pude entender la mirada fogosa que me transmitían sus ojos, que quería más que besos. Y yo también lo quería. Hacía meses que no pasaba nada entre nosotros, nada íntimo, concretamente desde nuestra primera vez. Es que nunca pudimos. Este año ha hecho que perdiéramos la cabeza con tantos secretos y tanto aquí para allá y allá para acá.
Rodeé mis brazos en su cuello y lo miré, asintiendo con mi cabeza para que entrara en mí. Obviamente, ya se había puesto el preservativo y me sonrió, buscando la forma de no lastimarme mientras iba a introduciendo de a poco su miembro en mi interior. Yo estaba un poco apretada, pues hacía meses que no hacíamos esto, y me dolía, él se percató por la expresión de mi rostro, por lo que comenzó a darme pequeños besos en las mejillas, la frente, la nariz y los labios y conforme fue entrando el dolor disminuyó. Me susurró al oído: “No quiero lastimarte. Todo estará bien, confía en mí”. Y entrelazamos nuestras manos. Me hizo el amor de la forma más dulce posible en la que un caballero podría hacerlo, porque como él había dicho no quería lastimarme. Me miró todo el tiempo y me sonrió. ¿Cómo no iba a estar segura entre sus brazos? Joder, menudo hombre he escogido para complicarme la vida. Estoy feliz por haberle escrito la primera carta, por haberlo mirado por primera vez, por tantos encuentros, porque Somi le enviara mis cartas, por bailar con él, por aceptar ser su novia, por vivir tantos recuerdos, por confiar en él y esperarlo. Todos esos pensamientos se enredaban en mi mente mientras él estaba encima de mí moviéndose, primero con lentitud y luego un poco más deprisa. Lo apresé con mis piernas y sujeté su espalda, arañándolo un poco. No quería encajarle mis uñas para no dejarle marcas después. Hasta que se corrió y yo también lo hice. Ambos sudados, y él a mi lado, suspirando y mirándome dé forma tierna, para darme un beso de esquimal al terminar, una escena como esta no tenía precio. Quería quedarme a su lado para siempre, era lo que pensaba mientras veía su rostro dormido, hasta que sin darme cuenta, yo también caí en un profundo sueño.
Abrí mis ojos debido a los rayos de luz provenientes de la ventana sin cortinas de la habitación de Yeonjunnie, bueno la que le había arreglado su padre, y busqué mi teléfono para ver la hora. Eran las 8 de la mañana, aún podía dormir unos minutos más, pero como hoy iba a ser la gran noche no quería perder tiempo. Tenía que ir a mi casa y luego buscar a los chicos con Somi para finalmente pasar a recoger a Yeonjunnie en la tarde a casa de su madre. Iba a ser un día largo.
Cuando me volteé vi a un Yeonjunnie dormido con la cabeza enterrada en mi cabello, como si estuviera oliéndolo. Su brazo lo tenía abrazando mi cintura y su pierna rodeando toda la parte inferior de mi cuerpo. No quería que me fuera. Habíamos dormido de esta forma tan tierna, acurrucados, pero ya era mañana y tenía que marcharme. Le dejé una nota y le di un corto y dulce beso en los labios, me vestí y me retiré, explicándole al padre de Yeonjunnie porqué lo hacía, a lo que él entendió y me dijo que le diría luego en caso de que no viera la nota.
La noche anterior definitivamente había sido la mejor noche de mi vida.
******
Después de arreglarme una vez salida del baño y con una Somi acostada en mi cama, esperándome según ella eternamente, decidimos salir a buscar a los chicos, pues ya eran las 3 de la tarde y aún debían de tener un ensayo antes de tocar, que era a las 7 de la noche. No podíamos perder más tiempo, y más que ellos son lentos y seguro nos cogían las 5 esperándolos. Pero para sorpresa nuestra todos estaban listos esperándonos, al parecer esta vez quien más se había demorado era yo y Somi gritó que me había quedado a dormir con él y habíamos hecho cositas, todo esto en medio de la calle, y ellos sin vergüenza ninguna gritando como colegialas o animadoras, incluso Kai fingió un desmayo de la emoción. Yo los miraba sin ninguna gracia y solo les dije: “luego os cuento, busquemos a Yeonjunnie que aun falta ese y seguro se demora”, porque tenía que ir a su casa a buscar las cosas como lo eran su guitarra.
Pero cuando llegamos mi suegra me dijo que Yeonjunnie no se encontraba y todos nos preocupamos.
—¿Cómo que no está? -preguntó Soobin-.
—Lo siento chicos, yo también estoy igual de preocupada que ustedes, pero fui a su habitación a llevarle una merienda y de repente no estaba, y la ventana estaba abierta. Como si hubiera escapado. -dijo mi suegra-.
—¿Y ya habló con el señor Choi? - preguntó Beomgyu-.
—Ya lo llamé, pero me dijo que en su casa tampoco está.
—¿Probó con llamarlo al móvil? -preguntó Taehyun esta vez-.
—Lo hice pero no contesta, creo que lo apagó.
Todos estábamos preguntándonos los mil lugares posibles en los que podría estar Yeonjunnie, pensando que había huido y que aún se sentía culpable, hasta que algo se iluminó en mi mente.
—Chicos... Creo que sé donde podría estar.
—¿En serio Minhyo? Eso es un alivio. ¿Dónde? -preguntó Kai-.
—Solo... Adelántense.
—¿No podemos ir contigo? -Somi me miró de brazos cruzados -.
—Esto es algo que tengo que hacer sola. Y de cualquier manera es bueno que vayan adelantando las cosas, Yeonjunnie se incorporará antes de las 7 y ensayará con vosotros, lo prometo.
Me despedí de los chicos y fui a la estación de metro, a comprar un boleto. Sabía perfectamente donde estaba.
****
Llegué a Daegu sin equipaje ni nada. No conocía muy bien el lugar pero recordé que aún conservaba la dirección de los padres de Hwiyoung que me había dadoSan. Quería preguntarles dónde estaba enterrado su hijo y me indicaron, aunque no parecían entender mucho de lo que pasaba, que estaba en el cementerio local a tan solo unas cuadras, por lo que les agradecí para ir rápidamente para allá.
Corrí cómo si mi vida dependiera de ello. Busqué en una placa la cual indicaba donde se encontraban los apellido de la J a la R para así buscar donde estaba enterrado Hwiyoung.(el cementerio era bastante grande y gente pendeja como Minhyo puede perderse lol)
Sabía que él estaría aquí.
Era mi única esperanza.
Corrí una vez más y lo vi.
La lápida que decía Kim Hwiyoung estaba a tan solo unos pasos de mí, con su foto en el medio y un montón de flores alrededor. Y arrodillado frente a esta, se encontraba Yeonjunnie colocándole un ramo de rosas blancas. Al parecer estaba hablando con la lápida, y yo solo me detuve a escuchar lo que estaba diciendo.
—Hwi...Sé que hace un tiempo no hablamos, no he podido venir últimamente por todo lo que ha estado pasando en mi vida que es un caos. ¿Recuerdas que te dije que se haría justicia, que lo haría por ti? Finalmente se efectuó el juicio y la verdadera culpable de todo, esa que me utilizó y te tomó como su blanco, está tras las rejas. Te dije que algún día pasaría. Sé que te hubiera gustado que yo también pagara mi condena, pero, siéndote sincero, no hay un día en el que no me arrepienta por el daño que te causé, aunque es irreversible. De alguna manera estoy pagando, te perdí, fui un idiota, un juguete de Yeeun que puso el amor, uno falso, por encima de la amistad. Mis padres se divorciaron, aunque parece que ahora se están reconciliando, lo sé por la forma en que se miran.
Yeonjunnie estaba llorando mientras miraba la foto de Hwiyoung, una foto en la que sonreía. Y yo de alguna forma intentaba ahogar mi llanto también.
—Gracias a que reuní el valor para decirte todo esto, creo que ya puedo dejarte ir, dejar todo este dolor que me consume diariamente atrás, pero, al menos dame una señal de que me perdonaste.
Cuando escuché eso supe que era mi momento de actuar. Toqué su hombro con delicadeza para evitar que se sobresaltara a lo que me miró un poco asombrado.
—¿Desde cuándo estabas escuchando?-se secó unas lágrimas que corrían por su rostro y se puso de pie, frente a mí-.
—Desde hace un tiempo. -sonreí-. Me parece muy hermoso y muy sincero lo que dijiste, haz como si yo no estuviera aquí, continúa, por favor. -dije y me recosté en su hombro-.
—Hwi... Esta es la chica de la que tanto te he hablado. Su nombre es Minhyo-dicho esto me miró, y me indicó que yo también podía hablar con él, por lo que decidí hacerlo-.
—Hola Hwiyoung. Mi nombre es Minhyo. Espero de todo corazón que todo esté bien. Que estés bien. Oh...-simulé que me hablaba, colocando mi oído cerca de la lápida-.¿Qué quieres saber cómo nos conocimos? :
“Todo comenzó con una carta”.
Fin
Nota:
¡PUTA QUÉ HERMOSO ME QUEDÓ ESTE CAPÍTULO!
Ay me emociono.
Weyes ustedes saben, y los que no, cuánto tiempo he añorado por culminar esta hermosa historia. Estoy feliz y triste a la vez. Siento que mi bebé creció, es como Sanha de ASTRO.
Pero no se preocupen...yo como siempre tan buena que soy :3 voy a hacer 2 extras jodidamente hermosos y luego les tengo una sorpresa, sorpresa que solo diré una vez que los termine. Prometo no demorarme tanto esta vez, y para probar mi palabra os tengo de qué trataran.
Uno será el concierto, y el otro el día de San Valentín.
Díganme si os gustó este final.
Os amo! ❤
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