Comenzar y no abandonar

Parte 6: ¿Tópicos malos? Solo los STD se quejan

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Como prometí, veremos un tema que dejamos pendiente: los críticos o mejor dicho, criticones a los fanfics.

¿Saben lo que significa la sigla STD? Pues es la abreviatura en inglés para: Sexually Transmitted Disease, que en castellano se traduciría: Enfermedad de Transmisión Sexual. Me gusta usar la sigla para referirme al conjunto de Snobs (se escribe Esnobs), Troles y Discriminadores de internet, en especial, a los que se quejan de los fanfics y que tales cosas no deberían existir y que una persona que desee dedicarse a esto de la escritura debería alejarse de escribir aquello.

No creo que tenga la necesidad de mencionar las diferencias entre estos tres engendros que pululan en el mundo de la crítica literaria y en varios aspectos de la vida humana, me refiero a la arquitectura, después de todo, cuando se erigió la famosa Torre Eiffel, en París, Francia en 1889, hubo muchos que dijeron que era una abominación. ¡Seguro las pirámides de Egipto tuvieron sus detractores, claro que a esos, se los enterró bajo las arenas y sin el beneficio del sagrado embalsamamiento!

Es natural que el ser humano dé su opinión respecto a diferentes temas y, para el caso que nos interesa, emitir su crítica constructiva respecto a tal o cual manuscrito ya sea original o un humilde fanfic. El problema, lo constituye el grupo humano que a partir de este momento mencionaré como los STD, gente que cree que lo que escribes es inferior en calidad, me refiero a los snobs (se escribe Esnobs); criticones tóxicos, que es el caso de los troles; o que creen que el género que desarrollas, no es bueno, estos últimos, los discriminadores.

Esa es la diferencia y al mismo tiempo la comparativa que tienen los STD, los cuales inciden mucho para que un autor novato decida retirarse del mundo de la escritura o que nunca saqué a la luz un manuscrito que podría ser importante, no me refiero al simple aspecto de ventas, también al aporte intelectual, moral y de respeto propio que podría aportar.

Tanto Tolkien como J.K. Rowling, sufrieron las críticas de editores que dijeron que sus obras eran infantiles y no valían la pena. El mundo actual se encuentra plagado de STDs, ¡no les hagan caso!

En más de una ocasión veo gente en las redes sociales que quieren meterse a esto de ser escritor y dicen que son débiles ante la crítica. Amigos, se equivocaron de profesión, les puedo asegurar que junto con el oficio de ser un político, es el ser escritor, la profesión que más despierta la atención de los STD, ¡solo los árbitros de fútbol nos superan en el número de desaforados que se acuerdan de manera grosera de sus madres!, claro que ellos tienen la ventaja que todo ese cariño expresado, solo dura máximo un par de días, a los escritores nos lo recuerdan lo malo que somos para esto de la escritura todo el tiempo.

Lo mismo que un político, un escritor debe de tener el cuero muy grueso para que le resbalen todas las críticas toxicas, debiendo prestar oídos solo a los consejos sanos que busquen que uno mejore en su prosa, siendo lo más difícil, separar la paja del trigo en cuestión de diferenciar a los simples STD de los tóxicos disfrazados con máscara de crítica constructiva. En cualquier caso, recordar a Albert Einstein cuando dijo: "Nunca discutas con un imbécil, te rebajarás a su nivel y de paso te ganará por puntos de experiencia". Créanme, lo mejor es no contestarles a los STD en las redes sociales, ¿para qué gastar preciosos momentos de tu vida en responderles?, el ignorarles, es lo que más detestan.

El problema con los STD, es que repercuten en la apreciación general que un tópico e incluso un género literario puede tener.

Admito que ciertos temas sean mal vistos por el lector en general debido a malos libros plasmados en filmes mediocres. ¿Cuántos libros y películas dizque distópicas han arruinado los triángulos amorosos? Lo mismo puedo preguntarme por cosas como los zombis o tramas que se centran en la relación tirante de licántropos y vampiros.

En lo personal, no me atraen los triángulos amorosos, pero debo reconocer que he visto obras maravillosas con este tópico. Macross, do you remenber love? y Macross Plus, son muestras niponas del mundo del anime de lo bien que pueden desarrollarse esos temas, son la barra alta con la que deben medirse o tratar de superar los escritores novatos y no solo conformarse con la imagen mediocre y cansina del típico: nerd que tiene el dilema de no saber si enamorarse de un chico apuesto o un bad boy.

¿Por qué cada vez que aparecen en un libro hombres lobos y chupa sangres, siempre debe haber conflicto? A menos que se trate de una versión del género fantasía estilo Romeo y Julieta, pero con los dos grupos mencionados como antagonistas, no veo la razón de siempre ponerlos como enemigos irreconciliables.

Otro personaje que sufrió mucho la mediocridad de la literatura moderna es el zombi. Material de televisión bastante aburrido hizo llegar a la conclusión que libros que tratan de esos bichos de movimientos espasmódicos son santo remedio para el insomnio. ¡Nada más falso, puras calumnias!

Cielo rojo sangre, es una película de vampiros con una trama innovadora y visceral, donde una madre y su hijo son secuestrados en pleno vuelo comercial por un grupo de terroristas, que, para su mala fortuna, descubren que la mamá indefensa es un fiero vampiro que hará lo que sea con tal de salvar a su retoño. ¡¿Lo ven?!, vaya trama más interesante. Ya lo dije, siempre lo he dicho, ¡el problema no es el género, solo tienes que ponerle huevos u ovarios a tu historia!

En cuanto a los zombis, existen películas innovadoras como Fido con Carrie-Anne Moss, pero para efectos de este libro, tengo que mencionar una obra mía en Wattpad: Un zombi en el siglo 23.

Con una premisa similar a las ya mencionadas Futurama e Idiocracia, pero en vez de encontrar un mundo distópico, el protagonista ve una realidad utópica, similar al filme Fido, pero innovando en las promesas futuras que tiene la ciencia para la humanidad o al menos, las soluciones para los males que la misma ciencia produjo; todo, con unas pistas al lector, para que sea él y no mediante la trama, el que descubra qué es lo que sucede, al más puro estilo de Final Fantasy 7.

Vuelvo a repetirlo: "¡El problema no es el género, solo tienes que ponerle huevos u ovarios a tu historia!".

CONTINUARÁ...