Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Completamente

Jimin.

Quiero esforzarme por recordar, quiero recuperar todo este tiempo perdido de una sola vez, aunque todo es borroso en mi mente. Pero esto, aquí con este enorme lobo feroz, todo esto es correcto, es natural y se llama hogar.

No recuerdo haber tenido nada antes de esto.

Mis neuronas se esfuerzan por hacer sinapsis, por sacudir mi lóbulo temporal y recobrar mi cofre de memorias perdido en algún lugar de todo este tiempo. Recuerdo a Yoongi, sus labios, sus manos, la calidez de su alma, pero no puedo recordar todo lo que pasamos, no hay fechas importantes o hechos memorables.

No hay nada, solo sensaciones. Por eso sé que esto es correcto, sé que me decía la verdad. Tengo pequeños flashes de mi nombre saliendo de sus labios, de nuestras risas y sus palabras llenas de cariño para mí. Recuerdo su aroma, el bendito olor masculino a tierra y naturaleza, a virilidad y protección. El calor de su cuerpo, la plenitud de sentirme amado por este hombre.

Quiero preguntarle cientos de cosas.

Pero mientras me come la boca con tanto fervor, es imposible que lo detenga, no cuando estoy envuelto en llamas y su piel es el agua donde quiero refrescarme. Siento el fuego consumiéndome por dentro y por fuera, los brazos de Yoongi están por todos lados y yo simplemente me amoldo a él dejándole reconocerme, haciéndole saber que lo quiero tanto como él.

¡Santa luna! Si me vieran mi abuela y mi tío siendo arrastrado por un lobo hasta su habitación, más precisamente hasta su cama. Nuestro lecho. Siendo devorado por esos labios que ahora recorren mi cuello mientras sus colmillos rastrillan la piel sobre mi yugular y sus manos amasan mi culo. Siendo su presa.

–Jimin... ¡oh, cielos, Jimin! – Jadea de deseo mientras sus manos inquietas se cuelan debajo de mi suéter y acarician mí espalda. A pesar de que lleva puestos sus pantalones, soy consciente del enorme bulto en ellos, siento cómo presiona y restriega contra mí que me encuentro igual, solo que más pequeño y menos apretado. Eso, ahí abajo, se siente y luce enorme.

Quizás soy muy joven, pero sé lo que eso significa, entiendo que nuestros besos están cargados de lujuria, reconozco la pasión entre nosotros y aunque nunca he hecho esto quiero que suceda con él.

Sé que antes de irme tampoco nos hemos mirado con estos ojos oscurecidos de deseo y que él no ha sobrepasado el límite entre mi cuerpo y el suyo. Pero lo quiero ¡Jodidamente lo hago! Quiero esto, lo necesito. Así que me atrevo a soltar sus hombros los cuales he presionado estos últimos minutos y, tomando su cadera, lo empujo hacia mi, le hago saber que también estoy en esto, que me estoy entregando y que ya soy suyo antes de que cualquier cosa pase.

Gime, es más como un sollozo y su espalda golpea la puerta del cuarto abriéndola para que entremos, pero nunca se detiene, es como una fiera que ha estado hambrienta estos últimos años y le han tirado un trozo de carne.

Mis ojos entrecerrados reconocen hacia dónde nos dirigimos y vuelvo a cerrarlos cuando mi espalda golpea la cama mientras él se acomoda entre mis piernas. Esta posición es gloriosa, siento como se muele contra mi erección, la forma en la que su fina cintura se contornea para encajar mejor entre mis piernas y todo esto sin dejar de besarme. Pierdo el sentido del momento cuando, con su pulgar e índice, gira lentamente mi pezón, lo estira y vuelve a apretar.

–Yo- Yoongi ~– lloriqueo ante la electricidad que me recorre la medula y hace estallar mi cordura en cientos de fragmentos, el jadea sobre mis labios y captura mi lengua con ellos y la chupa. Succiona mi húmedo musculo y una descarga nuevamente me eriza la piel.

Quiero que haga eso en otros lugares, que ponga esa energía en aquel territorio al sur de mi cuerpo.

Levanto las caderas del colchón y presiono para hacerle saber que no aguantaré mucho tiempo más mientras se fricciona contra mí y sigue llevándome hasta los límites. Quiero tenerlo dentro, apretarlo en mi interior, quiero que me invada y me destroce mientras sigue profesándome su amor entre susurros, soy un manojo de desesperación y sed de Yoongi.

Y cuando siento que estoy llegando a la cima, se detiene. Abro los ojos con pesadez y lo veo arrodillado delante de mí, es un desastre de cabello revuelto y labios húmedos de saliva, respirando agitado y hundiendo sus garras en sus pantalones para contenerse y no saltar sobre mí una vez más. Levanto una ceja preguntándome el porqué de su repentino párate.

–Voy a desnudarte, mi amor. –Proclama – Voy a recorrer cada centímetro de tu piel con mi cuerpo y conquistar cada lunar de ella... te voy a hacer el amor, Jimin. Si me dejas llegar más allá y no me detienes ahora, no lo haré luego. No voy a parar hasta que estés inundado en mi aroma y anudado hasta el fondo ¿Entiendes eso, cachorro? – Me advierte – Si quieres que me detenga, este es el momento. Porque jamás te forcé a nada y no voy a hacerlo ahora y, aunque este jodidamente hambriento de ti, no voy a hacerlo si tu no quieres – Sus ojos ahora están llenos de ternura mientras sonríe y una de sus manos se dirige hasta mi mejilla e instintivamente me restriego en ella como un cachorro necesitado – Te amo tanto, Jimin... que si me pides que te deje ahora, me acostaré a tu lado y te leeré un cuento hasta que te duermas en mi pecho como lo hacías antes... Yo... –

–Lo quiero – Le anuncio con firmeza, no quiero ni siquiera que se escape un ápice de duda, porque no la tengo – Estoy tan jodidamente en esto como lo estás tú, tengo la necesidad de que te entierres en mí y me obligues a gritar tu nombre hasta recuperar hasta mi último recuerdo. Te quiero a ti como jamás he querido a nadie – Estoy seguro de que me acabo de convertir en una manzana por las palabras que usé, pero tengo que ser claro. – Quiero que me hagas el amor, Yoongi –

Sonríe. Es autentica felicidad y me contagia.

–Voy a mantener a mi lobo a raya, vamos a seguir tu ritmo. Iremos lento y sabrás cuanto te amo con cada poro de mi piel – mis pupilas tiemblan cuando se despoja de su camiseta de una tirón y deja a la vista el terreno liso de su pecho, mi lengua sale a humedecer mis, repentinamente, resecos labios.

Las grandes palmas de sus manos suben por mi muslo con una lentitud tortuosa hasta los bordes de mi prenda y tiran de ella hasta dejarme de la misma forma que él, toma el elástico de mis pantalones y se deshace de ellos hasta que quedo completamente desnudo. Puedo ver su mirada inyectarse de deseo, carnal y apasionado. Lo veo allí, mientras me contempla y por primera vez me atrevo a sentirme hermoso.

–Mírate, cielo... cuánto has crecido – Susurra mientras su mano callosa y tibia se desliza por mi cuello, zigzagueando por mi vientre y se detiene al borde de mi pubis –Eres un lindo cachorro, pero pronto serás un hermoso lobo –

Lobo

Ha dicho que seré un lobo.

Guardaré esta información para hablarla después, porque no quiero arruinar el momento con mis dudas. Pero no puedo ocultar que su afirmación me ha afectado.

–A su tiempo, Jimin, tú también alcanzaras tu conversión... pero no te preocupes, mi precioso príncipe, que estaré contigo cuando eso ocurra – Murmura mientras sus dientes tiran de mi pezón y su mano se envuelve completamente alrededor de mi pene, tirando de él desde la base hasta el borde, donde mi abertura empieza a humedecerse, entonces baja una vez más y me arranca un gemido ahogado.

–Des- desnúdate también... también quiero... tocarte – Me las arreglo para no desfallecer mientras hablo.

Se aparta, pero cuando creo que he dicho algo mal, veo esa sonrisa de lado que me enloquece.

–Desnúdame tú, amor –Me desafía, y aunque muero de vergüenza, dirijo mis dedos a su botón y bajo la cremallera con un ruido sordo, uso mis manos frías para despojarlo de su vaquero y sus bóxer negros. Trago con dificultad cuando su miembro se asoma, dando un pequeño brinco hacia arriba por inercia, tengo que apretar mis dientes para no dejar salir un lloriqueo de anticipación.

Ahí está, curvado levemente hacia arriba, pleno, duro, glorioso. Una larga vena atravesándolo a lo largo y otra cruzando sobre esa, la punta roja y sus testículos cayendo pesadamente en la base. Me relamo, me cuesta dejar de mirarlo, no hay manera de que mi pequeño culo acoja todo eso.

–Tranquilo, serás capaz de tomarlo todo – dice, como si hubiera leído mi mente. Asiento con la cabeza y me recuesto

De un solo movimiento me gira, dejando mi mejilla apretada contra la almohada y mi trasero alzado hacia él.

–Lo tomarás todo – Siento una mano enorme separando mis nalgas y un dedo bordeando los alrededores de mi orificio, mis dedos se aferran a las sabanas mientras de mi boca entreabierta se escapa un suspiro – Todo esto estará aquí – Presiona sobre él pequeño remolino haciéndome chillar bajito – Y lo gozaras tanto como yo...

Dioses, es tan sucio y descarado que me obliga a asentir como un idiota. Estoy esperando su siguiente movimiento, espero escuchar el ruido de algún cajón y sentir el lubricante cayendo por mi piel. Pero no.

En cambio, lo que sucede es que esta lamiendo mi entrada, su nariz deja salir su respiración caliente en entre mis mejillas y su lengua lame sin restricciones por allí. Me vuelvo loco. Soy un mar de jadeos contenidos y pequeños movimientos de cadera que buscan su propio consuelo, llevo mi mano hasta mi pene colgando entre mis piernas pesadamente, pero Yoongi la aparta, así que no lo toco, este día estoy a su disposición como sea que quiera tomarme.

– ¡Yoongi! – Gimo cuando su lengua se abre paso en mi interior, sus palmas sujetando mis nalgas, manteniendolas fuera de esto y apretandolas mientras tanto y su rostro hundido entre ellas, me ha penetrado con ella. – ¡Yoongi! Por favor...

No lo resisto, esto es caliente y me lleva al éxtasis sin nada más en mí que sus manos y su boca.

– ¡Me corro! – Alcanzo a advertirle, pero entonces una vez más me gira, quedo desparramado entre las sabanas cuando su boca, que antes estaba en mi agujero, ahora toma mi pene hasta el fondo. Cuento hasta diez y mientras él sube y baja yo entierro mis dedos en sus cabellos negros porque no sé dónde más poner mis manos en estos momentos.

Eyaculo en su garganta mientras grito ferozmente su nombre, entonces no me doy cuenta cuando tengo dos dedos bombeando en mi interior que potencian mi orgasmo y me obligan a hundir mi cabeza en la almohada. Su boca se arrastra un poco más y entiendo que se está asegurando de tragarse todo. Sonrió aunque el escozor allí atrás queme, no quiero que pare, porque estoy seguro de que esto no ha terminado aquí. Lo veo cuando percibo su erección dolorosamente hinchada, pero él sigue enfrascado en darme placer a mí y solo a mí.

La noche será muy larga, pero no importa, porque tenemos todo el tiempo del mundo y sé que no me iré a ningún lado. Esto recién comienza, amor mío.

××

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro