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Capítulo 9: Thanos


Thanos no era su problema, Jeff lo sabía, y aún así allí se encontraba, pensando únicamente en él.

Thanos era como una tormenta o tal vez un huracán, siempre en movimiento, con energía, claramente eufórico, probablemente drogado la mayor parte del tiempo, gesticulando con sus manos cada vez que decía algo.

Su risa era contagiosa y sus chistes eran estúpidos, sus frases en inglés eran clichés y sus rimas dejaban mucho que desear.

Aún así, a pesar de toda la lista que tenía acerca de él, en donde no habían muchas cosas destacables, Jeff no podía parar de pensar en Thanos.

Decidió mentalmente dejar de llamarlo Subong, ya que el hombre al que había conocido aquella noche en el club, años atrás, era completamente diferente.

Había sido burlón, sí, pero no cruel, no de la manera en la que Jeff lo escucha ahora.

Sabe que ha pasado solo un día desde que llegaron allí, pero Jeff siempre fue de tener pensamientos obsesivos y sin un teléfono que lo pueda distraer y sin nadie con quién hablar lo único que le quedó fue pensar, pensar y pensar.

Thanos se veía sociable, no le tomó demasiado tiempo descubrir eso, pero aún así no parecía realmente hacer un esfuerzo en conocer a nadie, incluso seguía pronunciando mal el nombre del jugador 124, que parecía esforzarse demasiado por obtener la aceptación de Thanos.

Jeff frunció el ceño, sentándose mejor en la cama y llevando sus dos manos a su tobillo al sentir un calambre particularmente doloroso.

Todo el hangar estaba oscuro, a excepción de la cruz y el círculo de colores que adornaban el suelo, hace tiempo habían terminado de cenar y ahora solo había silencio en el lugar.

Después de estirarse en la cama, Jeff creyó haber llegado a una conclusión y esa era irse a dormir, pero tan pronto como apoyó su cabeza sobre la almohada, sus pensamientos volvieron a Thanos y cómo deberia estar sintiéndose en esos momentos.

Thanos no es mi problema. Se repitió Jeff mentalmente, dando una vuelta en la cama mientras recordaba la pelea que ocurrió en la hora de la cena.

Todos habían estado charlando de manera jovial, comiendo lo poco que les habían dado y conviviendo pacíficamente sin que no haya nadie con armas a su alrededor.

Fue justo cuando Jeff logró convencer a uno de los jugadores de abajo que le intercambie la cama cuando se escucharon fuertes gritos y golpes, de una pelea que sucedía no muy lejos de él.

Nadie se sorprendió y Jeff mucho menos al ver que el causante de la pelea fue Thanos.

Jeff no admitirá ante nadie la gran alegría y emoción que había cubierto su cuerpo al ver a quién le estaban dando la golpiza.

El jugador 333 fue golpeado de manera brutal por Thanos y Namgyu, por la razón que sea, Jeff desconocía y no le importaba, pero la satisfacción de ver al tipo que lo había empujado ser golpeado no tenía precio.

Por supuesto, Jeff se abstuvo de meterse en medio, él no era tan estúpido como para pelearse con alguien con tanta audiencia observando, pero sí que se alegró cuando Thanos le dió un golpe que parecía particularmente doloroso en la mejilla.

Eso dejará marca. Estaba pensando Jeff alegre en el momento exacto en que el jugador 001 se acercó para intervenir.

Tanto Thanos como Namgyu fueron reducidos en segundos, con un par de simples pero dolorosos golpes que los tuvieron suplicando piedad.

Entonces ahora, mientras Jeff da vueltas en la cama, piensa si sería o no buena idea ir a ver cómo se encuentra Thanos después de eso.

Sabe de primera mano que sentirse humillado frente a tantas personas no es de lo más encantador y ese momento debió sentirse sumamente feo para una persona tan letal como Thanos se mostraba ante todos.

Jeff lo había observado marcharse hasta su cama y había algo inquietante en la forma en que el rostro de Thanos había cambiado, esa mezcla de rabia y vergüenza que lo hacía parecer como si en realidad el tipo allí tuviera emociones.

Thanos no es mi problema. Se repitió Jeff una vez más, odiandose un poco cuando se levantó de la cama para ir a buscarlo.

Sabe en que cama se encuentra, lo ha visto caminar hasta allí y está justo en frente de él, en el otro extremo de la habitación.

Sus pasos resuenan por todo el lugar y casi lo hacen querer regresar, por suerte había logrado descansar en la cena lo suficiente como para caminar con más normalidad y no parecer un zombie o algo así.

Al parecer Thanos lo había logrado ver por las luces en el suelo, ya que cuando llegó frente a él, Thanos ya lo estaba mirando, con su espalda recargada contra unos fierros y jugueteando con un collar de cruz.

—¿Qué quieres? —preguntó él, su voz más áspera de lo que Jeff recordaba, pero sus ojos todavía conservaban esa chispa burlona.

—Hazme lugar. —pidió Jeff, con el mismo tono de voz, Thanos bufó una risa, pero aceptó, moviéndose un poco para darle lugar.

Sí, Jeff quería ver como estaba, pero no, Jeff no averiguaría eso parado, él tenía que sentarse.

Y así lo hizo, Thanos no le había dejado demasiado lugar, pero le restó importancia, dejando descansar una de sus piernas sobre las de él, mientras se acomodaba para recostar su espalda contra los dos fierros unidos, que hacían una buena función de cabecero.

—¿Entonces? ¿Me extrañabas o qué, bailarín? —preguntó Thanos, asegurándose de no levantar tanto la voz para no llamar la atención del resto de jugadores que querrían dormir.

Thanos volvió a colocarse el collar con la cruz y sus dos manos bajaron hasta la pierna de Jeff, levantandola un poco para poder cruzar sus dos piernas una encima de la otra, en una posición más comoda.

Las manos de Thanos se detuvieron un momento más de lo necesario en la pierna de Jeff antes de dejarla caer sobre sus dos piernas cruzadas.

—Quería saber si estabas bien. —admitió Jeff, sin necesidad de aclarar porqué.

Al estar cerca del centro, la luz llegó a alumbrarlos lo suficiente como para que Jeff pueda ver como Thanos parpadeó, claramente sorprendido, y por un momento, su expresión se suavizó.

Aquello duró solo unos segundos, como si se diera cuenta de que estaba bajando la guardia, Thanos simplemente volvió a sonreír de manera relajada.

—Estoy bien. —aclaró él, Jeff no supo decir si era o no una mentira—. ¿Y qué hay de tí, eh anciano? He visto como caminas.

—¡Qué! —exclamó Jeff, ofendido de ser llamado de aquél modo, Thanos soltó una risa baja y le hizo un gesto para que guarde silencio—. No me llames así, idiota, tu eres mayor que yo.

—¿Oh? ¿Y cómo sabes eso? —con cada palabra, Thanos parecía más divertido.

Jeff guardó silencio, sonrojándose un poco al recordar lo mucho que había buscado acerca del contrario en internet.

Se negó a responder y eso solo logró divertir aún más a Thanos.

—¿Cuál de los dos es? —preguntó el de cabello púrpura después de unos segundos en silencio, Jeff señaló a la pierna que estaba sobre las de Thanos—. Así que... el bailarín se preocupa por mí.

Jeff se encogió de hombros, sintiendo un pequeño escalofrío al sentir las dos manos de Thanos una vez más sobre su pierna, pero esta vez bajando hasta su tobillo.

No era para nada decente pensar en lo largos que eran los dedos de Thanos, ni en la manera en la que fácilmente logró rodear su tobillo con una sola de sus manos, pero allí se encontraba Jeff en ello, sonrojándose un poco.

Para su suerte o mala suerte, su tobillo aún dolía y tan pronto como Thanos rodeó la piel, Jeff se sobresaltó un poco, siseando de dolor y sacándole de la mente todo pensamiento extraño.

—Ten cuidado, idiota. —se quejó Jeff, dejando descansar su cabeza en el hombro de Thanos.

—No se siente bien. —dijo él, logrando que Jeff suelte una risa.

—¿Además de rapero, doctor? Quién lo diría.

Thanos liberó su agarre y volvió a acomodarse contra el respaldo, encogiendose de hombros sin comprometerse.

—Te iba a dar un masaje pero con esa actitud, bailarín... —Thanos chasqueó la lengua, en señal de desaprobación.

—Ya te dije que no me llames así.

—¿Por qué no? ¿No es eso lo que eras? —Thanos alzó una ceja, como si estuviera desafiándolo a negarlo. Luego agregó, con una sonrisa arrogante—. Recuerdo lo bueno que fuiste.

—Cállate. 

Thanos soltó una carcajada, llevándose una mano al rostro para intentar amortiguarla un poco, fue entonces que Jeff notó las uñas de diferentes colores y soltó una risita.

—¿Qué? —preguntó Thanos, aún divertido.

—Para mentir diciendo que soy tú bailarín de apoyo, no eres precisamente sutil intentando huh... Ocultar. —dijo Jeff, señalando el claro arcoíris en sus uñas.

Thanos observó su propia mano antes de voltear a verlo, luciendo claramente ofendido.

—De que hablas, idiota. —se quejó él, su mano alzada le dió un golpe en el rostro sin fuerza—. Son las gemas del infinito no la bandera queer.

—Oh. —Jeff volvió a reír, asintiendo—. Bueno eso tiene más sentido.

Jeff se arrodilló en la cama y tomó la mano de Thanos, moviéndose hasta el borde de la cama para que la luz celeste pueda alumbrar mejor los colores.

Al ser arrastrado por toda la cama, Thanos quedó sentado justo frente a él, pero más que molesto parecía divertido.

—La del tiempo, la del poder, la del espacio, la realidad y... —Jeff se detuvo, frunciendo el ceño al no recordar la última, con su rostro muy cerca de la mano de Thanos que sostenía con las dos suyas.

—Y la del alma. —concluyó Thanos, liberandose del agarre y llevando su mano hasta la barbilla de Jeff, sosteniendolo allí por un momento.

Jeff subió la vista para encontrarse con los ojos brillantes de Thanos, que lo miraban con una mezcla de curiosidad, diversión y algo más que Jeff no podía entender.

—¿Qué? —susurró Jeff, usando toda su fuerza de voluntad para no hacer algo ridículo como bajar su mirada hasta los labios del contrario.

—Que extraño eres, bailarín. —dijo finalmente Thanos, dejando ir su agarre y acostándose en la cama, con sus brazos cruzados por detrás de su cabeza—. No te entiendo.

—¿Entender? —Jeff se acostó también en la cama, dejando sus dos manos sobre su estómago, ambos mirando hacia el techo ya que Thanos no tenía una cama encima, siendo una de las primeras.

—Dijiste que no querías ser parte de mi equipo y aquí estás todo preocupado, queriendo asegurarte de que estoy bien. —comentó Thanos, pero ya no de un modo burlón, sino simplemente curioso.

—Bueno sí, no soy idiota, si hay juego en equipos mi última opción es con alguien que se droga. —admitió Jeff, encogiendose de hombros.

Observó como una de las manos de Thanos se movió hacia su pecho, volviendo a tomar la cadena con la cruz entre sus manos.

—¿Estas en contra o algo así?

—Nah, todos tienen sus vicios. Solo es como te lo dije, prefiero a alguien que esté en buenas condiciones.

Thanos bufó una risa y parecía que estaba negando con la cabeza.

—Ay bailarín... —comenzó a decir él, como si fuera el comienzo de una queja, pero de pronto, como si tuviera una idea, Thanos se sentó, volteándose para mirarlo—. Te propongo algo.

—No.

—No seas tramposo, aún no te dije que es. —se quejó Thanos, tomándolo del brazo para que Jeff también se siente.

—Prefiero ir a lo seguro, no. —repitió Jeff, una pequeña sonrisa en sus labios al ver como el de cabello púrpura rodaba los ojos.

—Mañana, si el siguiente juego es en grupos vienes conmigo. Te probaré que funciono aún mejor con esto. —dijo levantando la cruz del collar que aún estaba sosteniendo en una de sus manos.

—¿Allí las guardas? Que poco seguro, alguien podría tomarlas y tirarlas por el desagüe. —bromeó Jeff, riendo un poco al ver la postura exagerada y protectora que puso Thanos cubriendo la cruz con uno de sus brazos.

—Maldito, no te metas con mi precioso.

—¿Tu precioso? ¿En cuántos personajes te basaste para crear esa personalidad? —siguió molestando Jeff, alegrándose de tener por una vez la ventaja sobre Thanos.

Thanos se inclinó hacia atrás, fingiendo estar herido. 

—Ouch. Ahora sí que me rompiste el corazón, bailarín. —se quejó, dejando de proteger la cruz para llevar una de sus manos al rostro de Jeff.

—¿Qué... qué? —comenzó a preguntar, quedandose en silencio al sentir como la mano de Thanos recorrió su mejilla con una extraña suavidad.

No había una sola expresión en el rostro de Thanos que pueda delatar sus intenciones, ni una sonrisa burlona, ni un ceño fruncido, solo estaba allí mirándolo mientras una de sus manos seguía moviéndose por el rostro de Jeff, que ya estaba imposiblemente rojo.

De pronto, Thanos se rió entre dientes y finalmente lo soltó—. La única forma de mantenerte callado, Jeff.

Y Jeff no sabe si se quedó boquiabierto por el hecho de que Thanos haya estado dándole mimos para mantenerlo en silencio o el hecho de que fue la primera vez que lo llamó por su nombre, pero no pudo encontrar ninguna palabra para decir. 

—Estás loco. —Jeff negó con la cabeza, cuando finalmente logró recomponerse.

—Y tú estás aquí, asegurándote de que el loco este bien. —Thanos volvió a jugar con su collar, esta vez con una sonrisa que no era ni burlona ni cruel, sino algo más... suave—. Entonces, ¿mañana te unes a mi equipo?

—Ni lo sueñes.

***
espero que les guste, porfi dejenme su opinión ^^

además, subí una historia de Daeho(388) por si alguien está interesado!

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