Historia 1: El último dios de Egipto.

Sentir el abrasador calor del sol, como tus labios se agrietan y tú garganta pidiendo en gritos ahogados por una gota de agua, eran sensaciones básicas para el cruel bioma de Egipto.

Los desiertos eran capaces de enloquecer y freír vivo a quien sea de día, las noches tan heladas que podían rivalizar con los climas gélidos del norte. La fauna y flora sabían esto muy bien y por ello se adaptaron al exigente lugar.

Los humanos no fueron muy distintos, adaptándose y adueñándose del lugar construyeron grandes y hermosos imperios... Imperios que solo quedaron en polvo volviendo a su origen, la arena siempre vuelve al desierto tarde o temprano.

Pero lo que nunca cambies fue la crueldad del ser humano con los suyos, en un lugar donde el clima era tan hostil y los recursos eran tan pocos, aquel que acaparará más tenía poder sobre el otro. Los crueles imperios, dictaduras y gobiernos corruptos se habían encargado de abazañar al país por siglos.

Sus manos callosas y uñas agrietadas eran prueba de lo cruel que podía ser el sistema, años picando en busca de gemas preciosas solo para conseguir una pocas monedas, pero era eso o dejar que su familia muriera de hambre.

Despertarse antes que el sol, ir a la mina para no verlo por el resto del día, salir cuando la luna estaba en lo más alto del cielo, un ciclo que mantenía a penas con un plato en la mesa a su esposa y querídos hijos.

Un día algo cambio, las noticias fuera de su poblado se empezaron a escuchar, en el resto del mundo el surgir de unos nuevos vigilantes, lo llamaban "guardianes" seres venidos del espacio con el único fin de ayudar... Pero en esta tierra olvidada y abandonada por los dioses ¿Quien vendría a salvarlos?.

De niño y joven rezaba todas las noches a los dioses para que ayudarán a su familia, a su pueblo, que trajeran la prosperidad y que la miseria y el hambre terminasen, eso nunca pasó y no pasará ahora.

Dueño de la mina: -¿¡Cómo que no pueden seguir minando!?- pregunto furioso al encargado del proyecto.

Encargado: -señor, si seguimos la mina será demasiado inestable y podía ocasionar un derrumbe, muchas vidas se perderían- explico nervioso.

Dueño de la mina: -¿Y crees que me importa?, ¡Por eso les pago malditos holgazanes!, ¡Mi dinero les da de comer!, ¡Así que muevan el culo y trabajen o los despediré!- ordenó colérico.

Muchos pensarían que en una sociedad de superhumanos las cosas cambiarían, que la esclavitud acabaría cuando la sociedad avanzará, la realidad era que los grilletes y las formas solo se habían adaptado.

El era un esclavo...

Las preocupantes predicciones habían pasado, el derrumbe había sucedido y para el colmo de los males su hijo mayor se había quedado atrapado en su primer día. Rogó e imploro cómo muchos otros para que sus familias fueran salvadas, la peor paliza y amenazas de muerte al resto de sus familias fueron lo único que recibieron.

En una sociedad de héroes, ¿De que servían si no estaban en momentos como estos?...

Tirado en la arenisca y llorando por la salvación de su hijo, rogó nuevamente por la ayuda de algún dios.

Arena...

La arena revoloteaba yendo a una dirección llamo su atención, una tormenta arrasando a lo lejos, ¿la llegada de un mal presagio?, No...

En el medio de la tormenta de arena una silueta caminaba, guiando el holocausto natural con la fuerza de un ejército. A medida que se acercaba se iba calmando al punto de desaparecer y él parado a su lado.

Nunca olvidará lo que sus ojos vieron, casco con forma de escarabajo y una armadura reluciente de dorado, verde oscuro y negro, reluciente e imponente era su figura.

El sujeto se inclino revisándolo, a pesar de su imponencia el tacto y la delicadeza con la que lo trataba era igual al de una madre preocupada.

¿?: -sal...va a mi hi...jo- fue lo último que dijo antes de perder el conocimiento.

Días después despertó para enterarse que aquel misterioso hombre había salvado a quienes quedaron atrapados, y no solo eso sino también había matado a los guardias que trataron de impedirlo y al dueño también. La única evidencia eran las momias de piel marchita que los extrabajadores habían recogido.

Desde ese día una vez a la semana el ahora conocido "Inaros" bajaba del cielo con recursos, terraformando el área para volverlo fértil y prospera. Meses después del primer contacto se enteraron que otros pueblos estaban bajo la protección de Inaros.

Años de plegaria fueron por fin escuchados por el que siglos después se conocería como "el último dios de Egipto" uno que nunca los abandonó.

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Historia 2: Cazadora de cazadores.

Pisando el seco pasto de la sabana se acercaba con lentitud a su presa: un antílope macho de gran tamaño, una presa digna de una cazadora.

De un movimiento furtivo se avalanzo al animal deshaciendose de su invisibilidad, con su daga de calor atravesó la yugular de la bestia cuadrupeda mientras lo derribaba con la fuerza del pobre animal.

Activo la habilidad prestada de Nekros espantando al resto de la manada eh impidiendo que otro salve a su compañero, o ahuyentar a cualquier depredador que estuviera merodeando por la zona.

Ivara: -(deja de batallar, descansa en la eternidad de los paramos sin sol y duerme sin miedo)- susurro en el oído del antílope.

Tras esas palabras el animal simplemente se desplomó dejando de batallar y cerrando sus ojos con calma. Saco su arma guardandola en su funda, tomo el cadáver y llamando a su archwing volo hasta una tribu cercana.

Llegó con los nativos con su presa en el hombro, dejo el animal en medio de ellos y lo señaló ofreciendolo. La pequeña multitud agradeció con el alma, sus cazadores habían sufrido un accidente con un león ogro (termino usado para los leones que tomaron una adicción por la carne humana).

Convivio con las personas, ayudo a las mujeres a despellejar al animal, enseño a los jóvenes el como sostener y disparar correctamente un arco, y jugo con los niños feliz de escuchar sus risas.

Sin previo aviso una alarma chirriante sonó de su brazalete izquierdo, ella sabía lo que significaba y la importancia, con pesar se despidió de los nativos prometiendo volver a visitarlos un día.

7 kilómetros al oeste mostraba un punto en su minimapa, ella solo necesitaba 5... Envío un dron para localizar a sus nuevas presas, con su archwing viajo con prisa quedando a 2 kilómetros de los ahora 6 puntos rojos.

Cargo su Rubico y apunto a los desgraciados, 4 hombres y 2 mujeres, llevaban rifles de caza, 2 con mutaciones de animal, 1 uno que podía camuflarse con el ambiente, 1 que absorbía la luz solar y por últimos 2 apartes hermanos pues tenían unas extrañas piernas parecidas a resortes.

Ivara: -(¿Por qué siempre atacan en el área de rinocerontes?, Rhino me matará si no protejo a sus parientes)- se quejo mientras calibraba la distancia.

*BAM*

Primer disparo, el que se camuflaba en el ambiente cayó muerto sin medio cráneo esparciendo su reventado cerebro. Los demás alertados apuntaron con miedo y furia por la muerte de su camarada.

*BAM*

Segundo disparo, uno de los hermanos cayó sin una pierna, no les iba a dar el placer de una muerte rápida a todos. Vio como los demás agarraban al herido y lo subían al jip para largarse.

*BAM*

El cofre de la camioneta explotó dejándola inútil.

*BAM*

El tercero cayó sin estómago y con eso neutralizo a los dos hermano. Los demás corrieron despavoridos del lugar dejando a su suerte al que aún seguía vivo.

*BAM*

La cabeza del que absorbía los rayos uv del sol cayó, sin cuello que la sostuviera cayó de forma cómica, al menos para ivara así fue.

*BAM*

El que parecía hiena grito de dolor al sentir como su columna era destrozada por el proyectil, arrastrándose no se dió cuenta que los leones ogros merodeaban por el área.

*BAM*

La última bala del cargador fue disparada acertando en el medio de la espalda del último cazador furtivo. Objetivos neutralizados justo a tiempo pues los protectores habían llegado, apenas dos para combatir a seis desgraciados.

Ivara: -(1,203... No sé cansan de intentarlo)- comento recargando su arma.

Por el lateral noto la sombra de algo acercándose lentamente, volteó para darse cuenta que era un chita que le estaba dando caza. Rio con gracia y con un gesto para al animal, acercándose acaricio al felino sorprendido... Comenzando a ronronear.

No era tan malo si podía proteger algo tan hermoso como la naturaleza, por ahora y hasta que los pequeños humanos aprendan, seguirá cazando a aquellos que aún no entendían el castigo de tratar de matar una valiosa especie por unos pocos centavos.

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Historia 3: Protector de los niños.

Sostenía su rifle con miedo, refugiándose en una pared desgastada por el paso de la guerra, imploraba por salir vivo de esta situación.

Vendido como mero objeto, sus padres se deshicieron de él por no poseer una peculiaridad, así como todos sus compañeros de pelotón. No eran más que simples peones en una guerra que no querían participar, y aunque desertaran ¿Dónde iban a ir?...

Tomo la granada en su cinturón y quitando el seguro la lanzo contra sus atacantes. Lo que fue una misión de reconocimiento termino con la muerte de casi todos sus amigos.

Él era el último en pie para luchar, su amigo y hermano del alma Sam estaba tirado desangrándose a su lado, tenían que escapar rápido si quería salvarlo. Pero si era sincero no creía que ese fuera el caso, pensar que moriría a la joven edad de 10 años y que su cuerpo sería devorado por las ratas y gusanos...

¿?: -vamos Sam aguanta un poco más, solo un poco mas- suplico tratando de parar la hemorragia de su amigo.

Sam: -Dejame aquí Adley... Yo los distraeré, tu escapa- tomo un objeto de su bolsillo, la foto de una niña pequeña al lado de una versión un poco más joven  de el.

-busca y mi hermana y dile... Que siempre la ame y busque, ahora ¡Largo!- lo empujó para tomar su rifle y disparar en cobertura.

Tomo su propia arma y dió media vuelta, con lágrimas en los ojos dió inicio a su huida, escuchando los disparos y el grito de guerra del que por 3 largos años fue su hermano.

*BAM*

*BUUM*

Escucho la explosión seguido de una pequeña onda expansiva, los gritos desgarradores de los soldados enemigos y su propio nerviosismo hicieron que se tropezara. Volteó para ver a lo lejos explosiones causadas por la artillería de algo o alguien que había entrado en el fragol de la batalla.

Corriendo entre los enemigos dejaba un camino de fuego por dónde pasaba, su cuerpo era protegido por un halo de fuego verde y azul al igual que sus posada, en sus manos lo que parecía ser un mortero portátil disparaba destrozando a la infantería sin importar que estuvieran en cubierto.

Un ser que había bajado a la batalla estaba arrasando a enemigos como si de simples hormigas se tratasen. Y cuando su masacre hubo terminado ese ser recogió el cadáver de su amigo, mirandolo con pesar y decepción camino hasta donde estaba el.

Nezha: -¿Cuál era su nombre?- pregunto con calma cuando llegó hasta él.

Adley: -Sam... Su nombre era Sam- respondió aún catatonico.

El ser se inco dejando el cuerpo de Sam en el suelo, acomodo su arma y prendió su cuerpo en fuego cálido.

Nezha: -(fuiste un valiente guerrero Sam, tu sacrificio no fue en vano... Asciende con los guerreros de risantul y protege a tus amados desde el cosmos)- recitó dejando solo cenizas del joven adolescente.

Con lágrimas en los ojos vio el crematorio de su amigo, en el rostro de su amigo pudo ver la calma antes que solo quedarán cenizas. Nezha junto la ceniza del chico entregándolo a Adley.

Nezha: -Vamos, dime dónde están los demás, los llevaré a un lugar seguro- Extendió su mano, siendo tomada por el niño.

Así guío al guerrero hasta donde estaban el resto de niños soldados, decir que fue una pelea de un hombre contra un ejército sería mentira... Fue una masacre unilateral por parte del guerrero del halo, su Guandao cortaba a la mitad y las cabezas, su Zarr reventaba las coberturas, su fuego incineraba a los captores y sus lanzas empalmaba a desgraciados que lo obligaron a luchar sus guerras por años.

Los niños cautivos por fin vieron como un héroe llegaba a salvarlos de su miseria, por fin tenían la esperanza de vivir un día más, de dejar la vida del caos de la batalla. Nezha los salvó como lo hizo con muchos otros más, él era aquel que defendería a lo más inocente de este mundo... Los niños.

Ahora les pregunto, ¿En que se parece un warframe?, un ser creado en la batalla y la guerra, ¿de un niño?... Me temo que hay enigmas que deberían seguir siendo eso... Enigmas...

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Fin del especial.

Próximo capítulo: tragedias de Hosu.

Autor: -y con este concluye el primer especial, gracias por leer y apoyar esta historia. Los próximos especiales serán : "cuentos de alta mar", "vidas paralelas", y "taza de arroz".

Hasta la próxima, adiós.