Visión estaba pensando en qué debía hacer, si decirle que Stark o no acerca del hallazgo que hizo la IA, lo habla visto muy mal esos días, no solo por la cancelación de su boda, sino por lo que había dicho en televisión.

—Si le digo, podría alterar la poca paz que tiene Tony en este momento — Sabía que, tras la pelea con Steve y su confesión, darle una noticia fuerte, terminaría por ocasionar otro desequilibrio emocional y no podía hacer eso —Friday, hasta que el Señor Stark no mejore su situación personal, no le digas que encontraste a Peter.

La IA sabía del estado en el que se encontraba su creador, debía garantizar su seguridad en todos los aspectos, así que obedeció.

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Wade estaba haciendo sus maletas, había pasado una semana desde lo que pasó en el aeropuerto, era hora de ir a dar su reporte a las instalaciones de SHIELD en Nueva York.

—¿Seguro que te quieres quedar aquí? — Wilson no estaba muy convencido de dejar solo a Peter.

—Si, puedo hacerlo, además no estoy listo para regresar aún — El joven lo miraba recargado en el umbral de la puerta —Solo te pido que por favor no le digas a nadie que te ayudé.

—No te preocupes niño, no les diré nada acerca de eso. — Peter, por alguna razón sentía que podía confiar en Wade, así que asintió.

—¿Te puedo pedir un favor? — Wade aceptó —Llévale esto a mi tía — Le extendió un sobre. —Es una carta, la dirección está detrás.

Deadpool tomó la carta entre sus manos y la guardó en su chaqueta.

—¿Qué dice? Claro, si quieres contarme — No quería parecer un entrometido.

—Dice que estoy bien, que no se debe preocupar.

Wade entendió que quisiera aliviar cualquier preocupación de su tía, por lo que el chico que había contado, ella era su única familia, lo menos que podía hacer era decirle que estaba bien.

—Bien, entonces volveré en unos días, no vayas a hacer ninguna locura — Revolvió el cabello del menor, luego tomó su mochila listo para irse, aunque tuvo un gran impulso, de esos donde actúa sin pensar, y cuando menos se dio cuenta, estaba abrazando a Parker.

Wade se separó tras unos cuantos segundos, tratando de analizar por qué lo había hecho.

—Yo... — Ni siquiera completó la frase, solo salió del lugar con la mochila en su espalda, dispuesto a irse a Nueva York de nueva cuenta.

La verdad era que se sentía muy extraño, era una sensación muy parecida a la que sentía cuando estaba con Vanessa, la sonrisa de ella hacía que el cuerpo de Wade se sintiera en las nubes; el llanto de Peter le producía una sensación amarga y de enojo, porque casi siempre se debía a una sola persona.
No importaba lo que Parker dijera, aún le dolía mucho lo que le hizo Stark y eso le llenaba de rabia, porque no podía hacer nada, porque el pobre joven aún lloraba por sus palabras creyendo que eran verdad, sin embargo tenía un plan para eso, uno que no fallaría.

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Había pasado una semana y media desde que había hecho la confesión de su amor por Rogers pública, obviamente toda la prensa se volvió loca y quería una entrevista con el millonario, pero él se negó a todas.

Había llegado a su oficina en Stark Industries en la mañana, estuvo en todas las juntas para las que fue requerido, firmó todo lo que debía aprobar, aún con eso, su mente se sentía en otro planeta.

El asunto que acaparaba su mente era la desaparición del chico Peter, los satélites no habían registrado nada, era como si se hubiese esfumado. No quería pensar que estaba muerto, porque las ganas de gritar y la culpa, no tardaban en llegar, si algo le llegaba a pasar a Peter, sería su culpa, suya y solo suya.

Ya era de noche, no supo ni cuando, pero la noche había caído. Todo el día en ese lugar no le había ayudado, seguía pensando en los mismos temas y en cómo solucionarlos. Tal vez debía ir al taller y relajarse un poco, beber una taza de café y comer algo no parecía un mal plan, pero no había apetito, ni sed, simplemente ganas de embriagarse por el daño que ocasionó a tanta gente.

—Vaya, si que te ves como la mierda — Tony saltó del susto que le ocasionó escuchar esa voz, no la reconocía, en absoluto. Miró a todos lados, pero no encontró a nadie, lo que lo hizo alertarse en seguida.

—¿Eh? Disculpa, pero ¿cómo entraste? ¿Quién eres? — Friday no dejaba entrar a alguien que él no permitiera.

—Si, la educación no es lo mío — Un tipo vestido con un traje de licra rojo a detalles negros le llamó la atención, saliendo de atrás de uno de sus libreros. —Pero lo que digo es cierto.

—¿Quién eres? Dímelo si no quieres terminar con un agujero en el pecho — Llamó al guante de su armadura.

—Ah, si quieres puedes hacerlo, una explosión ya me hizo pedazos, pero eso sí, tu vas a pagar el daño al traje.

—Hablo en serio. — Stark activó el guante apuntando directamente al extraño.

—Ya que, mi nombre es Deadpool — Hizo una reverencia exagerada al millonario —Pero no estoy aquí para matarte, aún no apareces en mis tarjetas doradas — Se alzó de hombros —Aunque me encantaría que lo estuvieras.

—Entonces ¿qué haces aquí? ¿Cómo evadiste los sistemas de seguridad? — Stark trataba de mantener su tono de voz tranquilo.

—Bueno, si fue complicado, pero nada que unas pinzas no puedan solucionar. — Soltó una risa —Tendrás que arreglarlo.

—¿Qué quieres? — El tipo no parecía ser una amenaza, pero no podía bajar la guardia.

—Oh si, casi lo olvido — Carraspeó para aclarar su garganta —Traigo un mensaje de Peter Parker.

Con esl ultimo, Stark bajó el arma que empuñaba y le prestó total atención.

—¿Dónde está? ¿Está bien?

—Oh si, él está de maravilla, ¿sabes? Te diré algo — Caminó hacía él —Fue un gran error rechazarlo, verás que bien lo hace.

La sangre de Iron Man hirvió con ese comentario, ¿por qué se lo decía? ¿Que buscaba con eso? No lo sabía, lo que si tenía claro era que no podía permitir que hablara así de Peter. Tony lo tomo por el cuello, apretando.

—Ni se te ocurra tocarle ni un solo cabello a Peter, porque te juro que– — Fue interrumpido.

—Ay Stark, ya lo toqué todo, y te aseguro que no se molestó porque lo hiciera — Deshizo el agarre —Hasta me pedía más.

En los ojos de Tony se podía ver la furia, su respiración siendo irregular y llena de rabia.

—Lárgate de aquí — Demandó el genio.

—Claro que lo haré, no sin antes decirte que dejes de buscarlo, deja de ser una molestia para él, porque lo único que le ocasionas es daño — Dicho eso, salió por la puerta de la oficina, dejando a Stark solo y enojado.

Sabía que lo que hizo no era algo en lo que debía meterse, pero odiaba ver al chico afligido por cada una de las cosas que Stark hacía, odiaba escucharlo llorar cada noche por sentirse poca cosa para alguien como Tony. Pero, al menos, así garantizaría que cuando Peter y él regresaran a Nueva York, Peter pudiera vivir de forma tranquila, sin la presión que Stark representaba en su vida.

Caminó hasta la dirección que indicaba la carta que le dio Peter, no estaba muy lejos, así que llegó en poco tiempo.

Era un departamento modesto, pero bonito, quiso llamar a la puerta, sin embargo, pensó que sería mejor solo dejarla en el suelo. Una vez ahí tocó el timbre y se fue lo más rápido que pudo.
Debía llegar al aeropuerto pronto, no quería perder el vuelo.

...
Mientras, Tony estaba hecho una furia, rompió todo lo que tuvo a su alcance, se sentía sumamente enojado. No sólo no sabía dónde estaba Peter, sino que estaba con ese imbécil, había preferido irse con ese hijo de perra que quedarse, pero ¿qué podía esperar? Si el fue quien lo lastimó en primer lugar.

Aún con eso, no podía dejar las cosas así, había prometido encontrar a Peter, fuera como fuera.

Tomó las llaves de su auto y condujo hasta el complejo. Cuando llegó fue directo al taller, ahí se encerró y dio instrucciones de no querer ser molestado.
Buscó entre las cosas que había en la habitación, hasta que pudi ver un sobre amarillo, justo lo que buscaba.

Lo abrió y sacó un celular retro con un único número registrado. Dudó por unos segundos, pero Peter era más importante que su estúpido orgullo, preciosó el botón de llamada.

—¿Hola? ¿Tony?