△Cap.9: «Need to Know»▲
(...)
Semanas después
La situación en la mansión había mejorado para el alivio de todos. Los mutantes que fueron rescatados empezaron a despertar, algunos aun no eran capaces de recordar que fue de sus vidas antes de ser llevados a esa base, pero se asegurarían de brindarles la mansión como un refugio. Los miembros de sus equipos comenzaron a levantarse de las camillas y tener una recuperación en sus propias habitaciones o en el mejor de los casos, en sus propios hogares junto a sus familias. Charles al igual que muchos en la escuela se encontraban agradecidos con todos ellos, a pesar de no vivir bajo el mismo techo nunca dudaron en arriesgar sus vidas por salvarlos, si bien una gran cantidad era ex-estudiante de la mansión, su lealtad siempre estaba al lado de los suyos.
Peter aún recuerda con una sonrisa como al despedirlos a todos en su viaje, les recordaron que siempre que los necesitaran ellos vendrían. Alrededor de los años han formado una gran familia, creando lazos con mutantes que no dudarían en apoyarlos cuando se diera la ocasión, sean o no parte de la escuela o la mansión, muchos mutantes admiran todo el trabajo que han realizado.
El velocista sonrió saludando al grupo de estudiantes que se encontró por el pasillo. Ya era tarde, las clases habían finalizado hace algunas horas, pero el ajetreo de los estudiantes vagando por los pasillos continuaba. Algunos esperaban en la sala principal a que la cocina se despejara, otros optaron por reunirse en el jardín exterior a estudiar o ver el atardecer caer mientras que otra parte decidía seguir practicando sus poderes en la sala de entrenamientos.
El aire fresco de la tarde le saludo cuando paso cerca de un ventanal abierto. Dejo su mirada vagar por el panorama tras de ella y volvió a sonreír, tenía una mirada del área donde Laura junto a un pequeño grupo de niños de su edad hacían ejercicio, percibió a Raven desde su posición, veía como movía sus labios así que supuso les estaba brindando instrucciones de cómo realizar sus movimientos. Los estudiantes menores tenían demasiada energía.
Suspiro cerrando la ventana, le coloco el seguro para que no volviera a abrirse y siguió con su camino, extrañaría todo el ruino de los pasillos una vez que la temporada de vacaciones llegara. Ya se encontraban en las últimas semanas lo que significaba que los estudiantes se encontraban más desesperados que nunca, las pruebas, exámenes finales o misiones de operativo para los niveles superiores eran realizados por los instructores a la espera de llegar al final del semestre. Muchos estaban a la expectativa de terminar sus labores u obligaciones con las materias asignadas para tomar un merecido descanso.
Aunque nadie podía engañar al velocista, sabía que la mayoría de estudiantes se esforzaba en sus exámenes finales para ganar la tan esperada fiesta de despedida. ¿Por qué era tan especial? Se podría decir que la razón por la cual se encontraban tan ansiosos era porque sería una despedida tranquila entre amigos sin ninguna otra presión más que disfrutar de la velada, pero estaría mintiendo, Charles permitía que los estudiantes escogieran el lugar donde seria realizado el evento y ese era su último contacto con dicha celebración.
Eran ellos los instructores quienes se encargaban de organizar todo lo que sucedería en el transcurso de la reunión, y si bien las fiestas de estos últimos años han sido un éxito, en estas solo eran permitidos los estudiantes de un nivel superior por la sencilla razón de que siempre se descontrolaban en algún punto del festejo. No lo iba a negar, las cosas se ponían intensas una vez que la noche caía y no era raro que ex-estudiantes de la escuela se unieran a la fiesta.
Todos sabían que cuando mezclaban los nombres de Ororo, Warren, Jubilee y los hermanos Braddock como encargados principales las cosas serían una locura de licor y conciertos en vivo.
Estaba tan concentrado en sus pensamientos que no noto a la figura que se acercaba detrás de el con sigilo. Estaba a punto de doblar la esquina del pasillo cuando otro peso cayó sobre sus hombros provocando que ambos cuerpos cayeran al suelo.
Se removió con disgusto una vez que las alas de Warren empezaron a envolverlo. Gruño entre dientes cuando algunas plumas se deprendieron
—¿Así que tratando de escabullirte de la reunión eh? –Comento el rubio burlón.
—¡Quítate de encima imbécil!
—¡Lo haré una vez tu jodido trasero se dirija a la sala de reuniones! –Respondió alenteando con más fuerza sus alas. –Si nosotros sufrimos en esas incómodas sillas tú también maldito.
—¡Jodida mierda Warren, tus plumas están entrando a mi boca!
—Bueno eso lo hubieras pensado antes de ¡Golpearme con una jodida ala de pollo en el almuerzo!
—¡¿Sigues resentido por eso?!
—Kurt en verdad no quieres pensarlo dos veces antes de casarte con este idiota.
Señalo el castaño al mencionado que era ahora ahorcado por el velocista, el sonido de su voz era distorsionado por los movimientos bruscos de su cabeza, pero nada que preocupara a los presentes. Era costumbre que cuando ambos estaban tan estresados hacían todo tipo de peleas hasta por la cosa más estúpida para calmar los ánimos. Aunque agradecían que ningún estudiante rondara por el lugar.
—Scott tiene razón –Le segundo Ororo dejando su peso caer en la pared a su lado. –Sigues a tiempo de cancelar todo y huir de ese desastre.
—Lo sé–Menciono divertido al verlos pelear. –Pero, ese es su encanto natural, ser silencioso o reservado no es su estilo, está siempre un pasó adelante tratando de dar lo mejor de sí y demostrarle a las personas que ama su amor, aunque, tal vez no de una forma convencional –Sonrio con cariño viéndolos rodar por el suelo. –Así que si, Warren es un desastre, pero es mi desastre y lo amo demasiado como para dudar de mi decisión.
“¿Cómo puedes ser tan puro?”, “Eres un ángel”. Fueron las respuestas de ambos.
Scott desvió su mirada a los adultos que peleaban en el suelo y reclinándose un poco se dejó caer encima de ellos provocando sonoras maldiciones por parte de ambos y unas carcajadas por parte de la morena y el azulado.
El ambiente entre ellos eran tan Pacífico, que la reunión semanal podría esperar unos minutos.
(...)
Habitación de Logan
Tomó la toalla del lavabo sin que un arrasador dolor se expandiera por su hombro finalmente. Llevo ambas manos a su húmedo cabello para acomodarlo hacia atrás dejando su frente descubierta, su cabello había crecido en estas últimas semanas y aunque Raven le había sugerido mantenerlo de esa forma, tenía planeado cortárselo pronto.
Un pinchazo soportable en sus costillas no se hizo esperar cuando envolvió la toalla alrededor de su cadera. Limpio el vapor que quedó en el espejo de forma brusca con su mano provocando que soltara una maldición, había olvidado la sutura en su brazo de nuevo. Detestaba la sensación de entumecimiento, todo su cuerpo se sentía adormecido y adolorido por el medicamento, le recordó vagamente a cuando despertó de la anestesia.
Observo los pocos hematomas que se mantenían a lo largo de su pecho, algunos aún permanecían en sus hombros, pero ya no dolían. Llevo una de sus manos hasta la zona afectada en sus costillas, se deshizo del cobertor con cuidado, justo como se lo enseño Peter luego de explicarle que no debía dejar que el agua tocara su herida. Una sonrisa se escapó de sus labios al recordar todas las atenciones que tenían Laura y el menor con él.
Recorrió su mirada desde su pecho hasta la altura de sus hombros donde otra herida esperando a cicatrizar se encontraba saludándolo. Suspiro, ya habían pasado semanas desde su última revisión. Semanas en las cuales tuvo que soportar los dolores punzantes en sus heridas y uno que otro hematoma que le irritaba cada vez que lo tocaba inconscientemente.
Dejo sus manos caer sobre el pequeño lavabo apretando los bordes de este en el proceso, no estaba seguro cuanto le tomaría a su organismo volver a su estado normal, Hank le aseguro que no tardaría tanto tiempo en que su factor curativo volviera a funcionar como antes y aun cuando se suponía esa noticia debería darle alivio, la verdad es que no pensaba lo mismo.
“Puede que tengamos en manos la solución para tu inmortalidad”. Esas palabras no salían de su mente. “Sé que cuando nos conocimos prometí encontrar la cura para darte lo que querías, pero después de todos estos años, ¿Aún quieres que lo intente?”. No lo negaría, su libertad es algo que siempre ha anhelado luego de todo lo que ha vivido, todas guerras, las muertes en su memoria, las personas que dejo atrás, las promesas que nunca logro cumplir, todo se iría.
“Has pasado por mucho Logan, lo he visto, sé que hay demasiadas cicatrices que aún no han sanado y que tampoco lo harán, pero aun así ¿Estás seguro que no hay nada que te haga desear continuar?”. Aún recordaba las palabras que Charles le brindo la primera vez que se conocieron.
¿Lo habría? ¿De verdad encontraría una luz en su camino de sombras? Se preguntó en ese tiempo y ahora después de muchos años se dio cuenta que si lo había, lo tenía más que claro desde el momento en que un par de ojos chocolate hicieron contacto con los suyos; provocando que todas las ilusiones que alguna vez se obligó a renunciar volvieran a renacer.
El sonido de la puerta de su habitación abriéndose de golpe le hizo desviar su atención, escucho la voz de Laura preguntando por su paradero y el solo pudo sonreír, se apresuró a colocarse su ropa interior y un pantalón holgado para dormir. La oscuridad del cielo podía apreciarse desde su ventana y él no se molestó en colocarse una camisa, sabia quien más estaría esperando por su aparición junto a la menor.
Dejo la toalla colgada en su lugar habitual y se dispuso a salir del cuarto de baño. Apenas coloco un pie fuera cuando se encontró al velocista y la pelinegra con los brazos cruzados inspeccionando su estado. Reprimió una sonrisa al sentir su pecho llenarse con calidez. Desde que se había desmayado tanto Peter como Laura no se habían despegado de su lado en las primeras semanas de su recuperación.
Ninguno le tenía confianza para cuidar de sus heridas por su cuenta, su preocupación y desconfianza llegaron a tal punto en que la menor decidió dormir con él para asegurarse que con su torpeza no abriera alguna de sus suturas. Se ofendió en parte, pero no iba a negar que disfrutaba de su completa atención.
—¿Ya terminaron de verme?
Interrogo llevando una mano hasta su abdomen; acto que fue seguido por la mirada del menor mientras Laura seguía inspeccionando las heridas en su hombro y brazo.
—¿Qué dices Laura? –Cuestiono el velocista sujetando los materiales en sus brazos. –¿Le damos una verdadera razón para quejarse?
—No, creo que con la última vez fue suficiente.
Mencionó mientras se adentraba en las sábanas de la cama. Ignoro a los presentes esforzándose por acomodar las almohadas en el lado del que se había adueñado. Tenía más que claro que no era necesario que se quedara a dormir con él, pero deseaba hacerlo por una última vez. Desde que era muy joven recuerda dormir al lado de su padre cada vez que tenía una pesadilla o una tormenta eléctrica caía en los alrededores. Su padre siempre le ha hecho sentir protegida, y en estos últimos meses, se dio cuenta que Logan le transmitía la misma sensación de calidez y seguridad.
Se preguntó vagamente como seria dormir con ambos. Muchos de sus compañeros en su antiguo equipo le relataban lo divertido que era dormir en la habitación de sus padres, lo catalogaban como una gran pijamada provocando que la curiosidad se instalara en su cuerpo, en ese tiempo ella solo tenía a su padre, así que no tuvo una verdadera razón para intentarlo, pero ahora que Logan había decidido quedarse con ellos ¿Debería sugerirlo?
—¿Se quedara de nuevo conmigo?
Preguntó caminando hasta el velocista, observo el semblante de la menor y sonrió inconscientemente al verla perdida en sus pensamientos.
—¿Lo dudas? –Comento con una sonrisa dejando los vendajes en la mesa cercana. –Le dije que ya no era necesario que te vigilara por las noches, pero ella insistió mucho en querer hacerlo. ¿Te molesta?
—No, es una gran compañía.
—Cuando hablas así, presiento como si tramaran algo entre ustedes.
—Puede ser –Sonrió de lado sentándose en la orilla de la cama. – ¿No Laura?
—Oh sí.
Sonrieron con malicia provocando que el menor entrecerrara sus ojos fingiendo molestia. Sus sonrisas eran idénticas y en su propio criterio muy lindas, se lamentó por los que no podían llegar a apreciar esa vista. Logan y Laura en su mayoría eran reservados con sus expresiones, pero una vez que esas sonrisas sinceras se dibujaban en sus rostros parecía que toda la habitación brillaba con su felicidad.
—No hagan eso –Frunció sus labios. –Me dan escalofríos, esas sonrisas solo significan que tienen algo entre garras.
Fingió una cara de disgusto ganándose una almohada en la cara por parte del mayor y la risa suave de Laura ante ese acto. Hizo un mohín infantil por el golpe que no dolió nada, tomo los materiales que necesitaba y se acercó frente al mayor para comenzar su trabajo con los vendajes nuevos.
—¿Siguen doliendo?
—Es soportable.
Contesto desviando su mirada hacia Laura. La pelinegra ya se encontraba recostada en el lado opuesto de su posición, les brindaba su espalda mientras se entretenía con su consola de video juegos, dudaba que los estuviera escuchando ya que mantenía los audífonos puestos. Reprimió una carcajada, la menor hacia lo mismo cada vez que Peter atendía sus heridas, les brindaba privacidad como si esperara que algo entre ellos pasara.
Si era sincero, no negaría que deseo lograr más en los pocos meses que llevaba en la mansión. Desde hace algunas semanas quería invitar al menor a una cita, Laura lo había incitado a proponerlo, pero Peter siempre encontraba cualquier excusa para desviar el tema. No quería rechazarlo de forma directa, era consciente de ello, y aun cuando su pecho se oprimiera con dolor, no pensaba darse por vencido.
—Quédate quieto.
Murmuro el velocista cerca de su cuello provocado que sus hombros se tensaran al recordar la poca distancia que los separaba. Los pequeños roces entre sus cuerpos nunca fueron negados, eso le daba esperanza y al mismo tiempo no creía soportar mucho sus ansias por volver a saborear sus labios. Llevo su mirada hasta la piel de su pecho descubierta y entonces lo noto.
—Peter.
—¿Mhm?
Le incito a seguir sin siquiera mirarlo, demasiado ocupado tratando de que la maldita gasa se quedara en su lugar.
—¿Cambiaste de Perfume?
—¿Qué?
Esa pregunta lo descoloco por un momento, sus manos se entorpecieron provocando que apretara la gasa sobre su hombro con fuerza, iba a disculparse por su descuido cuando el siguiente movimiento del mayor lo dejo sin aliento. Logan se reclino lo suficiente sosteniéndolo de los brazos para que no se apartara, acerco su rostro hasta la curva de cuello inhalando profundamente.
Trago grueso por la respiración de Logan contra su piel. Su corazón latió con fuerza contra su pecho justo cuando la nariz del mayor realizo un recorrido desde su clavícula hasta su oreja. Mordió su labio cerrando sus ojos, la temperatura de su cuerpo estaba aumentando por la sensibilidad en su lóbulo, era una de sus malditas zonas erógenas y el mayor era consciente de ello. El ligero aire de su aliento le erizo la piel mientras una corriente eléctrica viajo por la línea de su espalda. Debía pararlo.
—¿Logan?
Susurro removiéndose entre sus brazos. Sin embargo, el movimiento solo provoco que su cuerpo se alineara entre las piernas del mayor, sus gruesos muslos le apretaron y las manos que antes aseguraban sus brazos bajaron a su cadera reteniéndolo con firmeza.
—La fragancia –Murmuro el mayor contra su oído. – Es diferente a la que percibí los primeros días aquí.
—Sí, bueno, es una parecida, la verdad no lo sé, solo tome la primera que vi y...–El rozar de los labios del mayor contra su lóbulo le hizo temblar. – Como sea, no es como si me importara solo es una nueva.
Titubeó entre sus palabras sin formular una oración completa, coloco sus manos con delicadeza sobre la piel canela de sus hombros, intento empujar para separarse, aunque el solo intento resulto con su cuerpo siendo atraído con más fuerza.
–Me gusta –Confeso regresando en su recorrido hasta su clavícula. –Es igual a la que usabas antes de que me fuera.
—Ya dejarme ir –Ordeno desviando su mirada.
—¿Tengo opciones?
—No.
—Solo un poco más –Menciono pasando sus labios en la curva de su cuello. Rio sin poder evitarlo cuando los dedos del menor apretaron con fuerza una de sus suturas. –Estoy casi moribundo ¿No puedes complacerme en esto?
—Sino me sueltas te haré sentir verdaderamente moribundo.
—Valdría la pena –Murmuro apretando su cadera.
—¡Logan!
Exclamo siendo finalmente liberado de su prisión, se apartó dejando una considerable distancia entre ellos fulminando con la mirada al contrario, iba a dejar escapar la primera maldición que pensó cuando los ojos curiosos de Laura le hicieron parar. “¿Lo vio todo?”. Se preguntó y la vergüenza inundo su rostro, sintió sus mejillas arder al considerar que la pelinegra observo todo ese escenario.
Mordió su labio y utilizando su mutación termino el trabajo que antes realizaba. Tomo los materiales sobrantes entre sus brazos y se dispuso a abandonar la habitación luego de dejar un beso sobre la frente de la menor.
—¿Te vas? –Se dejó escuchar la voz del mayor. – Hay espacio suficiente para todos.
Sugirió probando suerte y casi escucho el cuello de la pelinegra tronar por el brusco movimiento que realizo. Laura hizo una mueca por el dolor de su acción, se giró asombrada hasta el mayor sin poder creer lo que acababa de escuchar, pero esperaba con ansias la respuesta, ¿Su padre aceptaría? ¿Tendría su oportunidad sin siquiera proponerlo ella? Sus ilusiones se fueron por la borda ante el meneo de negación de su cabeza.
—No gracias, tengo trabajo que hacer –Le resto importar tomando el pomo de la puerta. –Que descanses Laura.
Se despidió ignorando al mayor para cerrar la puerta con algo de fuerza. El silencio reino en toda la recamara, la menor dejo su vista en la espalda de Logan antes de que este se acomodara en su lado. Se quitó los audífonos de la cabeza y guardo su juego en el cajón de la mesa de noche.
Acolchono la almohada de su cabeza para dejar su peso caer en ella, su pijama constaba de una camisa gris de manga corta con el logo de una de las bandas favoritas de su padre, su pantalón era del mismo color, la noche era fresca así que no se molestó en cubrirse por completo con su cobija.
—¿En serio le llegaste a gustar así?
Pregunto dejando su mirada en el techo como lo hacía el mayor.
—Cállate y duérmete.
Gruño, sabía que se había sobrepasó, controlar sus impulsos era fácil, pero cuando se trataba de Peter era una historia completamente diferente. Su presencia era algo que no podía ignorar, la necesidad de tocarlo, encerrar su cadera entre sus brazos o dejar su nariz vagar por su cuello eran deseos que no paraban de crecer, quería complacerlo, dejarle el espacio que necesitaba, aunque esa tarea se le hiciera más difícil al pasar de los días.
—No tengo sueño –Murmuro sintiendo el otro lado de la cama hundirse por el movimiento. –¿Cuál es tu plan?
—No sé de qué hablas.
Trato de poner fin a la conversación para acomodarse en su lugar. Quería dormir, las molestias por los hematomas en sus piernas le irritaban.
—Sé que quieres volver con mi padre.
Expreso con un tono de voz demasiado brusco que atrajo la atención del mayor.
—¿No te agrada la idea? –Cuestión al ver el ceño fruncido en su cara.
—No es eso, lo que me molesta es que estás tardando demasiado –Se cruzó de brazos sobre las sábanas. –Cuando escuché a papá decir que quería hacerte sufrir no creí que se lo tomará tan en serio.
—Me lo merezco.
—Pero ya pasó mucho tiempo –Se quejó dejando caer sus brazos en las sabanas. –¿Cómo lograste gustarle?
—Ni siquiera yo lo sé –Respondió llevando su brazo izquierdo detrás de su cabeza para usarlo como almohada. –Un día simplemente me confesó que estaba enamorado de mí.
—¿Y qué le respondiste? –Interrogo con interés.
El mayor sonrió de lado ante la pregunta, se removió un poco antes de relatarle a la menor como su padre irrumpió en su salón en medio de un examen, se encontraba dejando su peso sobre el escritorio cuando una ráfaga de viento mando a volar las boletas de los estudiantes más cercanos. El lugar permaneció en silencio unos segundos, los estudiantes que conocían lo salvaje que era el velocista y lo intimidante que podía llegar a ser su profesor de historia se mantuvieron expectantes a sus acciones.
Peter que ni siquiera se inmuto o se arrepintió por el desastre que había causado, se quitó las gafas dejando que una brillante sonrisa se dibujara en su rostro, se posiciono en medio del salón y respirando hondo se confesó hacia el mayor dejando a la mayoría sin palabras. Logan simplemente suspiro exasperado una vez que los gritos de su grupo de amigos no se hicieron esperar, le incitaron desde la puerta del salón a mantenerse firme. No importo que lo rechazara tan rápido como el menor termino de hablar, Peter solo maldijo en voz alta asegurándole frente a todos que caería en su encanto algún día, abandono su clase no sin antes dejar un beso sobre su mejilla con una sonrisa triunfadora.
Esa fue la primera vez que sus labios tocaron su piel.
—¿Qué clase de gustos tiene mi padre? –Se preguntó así misma luego de lo que escucho. Llevo su atención de nuevo al mayor que sonreía viendo al techo. –¿Cómo terminaron juntos?
—Fue muy insistente –Recordó sin dejar de sonreír. –No paro de seguirme a todos lados hasta que acepte tener una cita con él.
—Suena mucho a papá –Menciono con cariño removiéndose más cerca del contrario. –¿Por qué no haces lo mismo?
—No quiero incomodarlo –Confeso dejando escapar un sonoro suspiro. El movimiento de sus costillas no pasó desapercibido por la menor que clavo su mirada fugazmente en su herida. –Tu padre necesita su espacio, así que no voy a forzar las cosas.
—¿Lo amas mucho?
Preguntó apoyando su cabeza en el musculo de su brazo. Tuvo cuidado de no presionar el vendaje, en los meses que pasaron juntos, se dieron cuenta que no eran muy aficionados al contacto físico con otras personas que no fueran de su círculo de confianza. Los abrazos, entrelazar sus manos, los golpes suaves y una que otra guerra de cosquillas fueron los que los llevaron a tener una conexión tan rápida, su cercanía no les molestaba, todo lo contrario, parecía que eso era lo que ambos habían necesitado en todo este tiempo, junto a su velocista, su vida tenía un sentido más cálido.
Laura cerró sus ojos al sentir las leves caricias en su cabello. A diferencia de las manos de su padre, las manos del mayor le jaloneaban mechones de cabello sin querer, le daba un poco de gracia cuando sus dedos se enredaban en su cabello y luego ambos debían luchar por deshacer los nudos. Aun recordaba la vez que tuvieron que utilizar unas tijeras para cortar gran parte de su cabello y su padre amenazó a Logan con dejarlo calvo si eso volvía a suceder.
—Demasiado para mí bien –Respondió a su pregunta en un tono más bajo. –Tu padre logró derribar muchas de mis barreras y no descansó hasta que hiciera de este lugar mi hogar.
Laura asintió en acuerdo mientras se cubría con la sábana hasta el cuello. Bostezo, las caricias en su cabello le relajaban hasta el punto de cerrar por completo sus ojos, no paso mucho para que se dejara vencer por el cansancio. Logan por el contrario, se mantuvo despierto siguiendo con el contacto en su cabello.
(...)
Cocina de la Mansión
Debería estar descansando en su habitación, pero se encontraba terminando de revisar los documentos que Charles le entrego con respecto al convenido del traslado de fondos. Ya habían pasado algunas horas desde que se reunión con su padre y Raven para elegir el día de la conferencia.
Dejo salir un profundo suspiro estirando sus brazos hacia arriba, se estaba llenando de trabajo, sin embargo, escucho la puerta de la cocina siendo abierta y se preguntó quién se levantaría a media noche por un aperitivo nocturno, aunque no será la primera vez que algún estudiante lo hiciera.
—¿Problemas para dormir?
Preguntó una voz demasiado conocida para él. Dejo los papeles frente suyo en el olvido para darle su completa atención al mayor.
Observó a Logan caminar hacia el refrigerador y sacar uno de los cartones de leche, busco entre la lacena hasta tomar un vaso y servir el contenido en silencio. Traía consigo una camisa blanca de mangas cortas, la tela era liviana e incluso resaltaba sus músculos en sus movimientos, desvió su mirada hasta su rostro y noto como algunos mechones de su cabello caían sobre su frente.
—¿Logan?
Cuestiono tratando de llamar su atención, sus ojos cansados no pasaron desapercibidos por el menor que comenzaba a tener una amarga sensación por su comportamiento.
—Laura despertó hace un momento –Respondió con su voz ronca y baja. Peter lo atribuyó al hecho de apenas estar levantado. –Estaba temblando en la orilla de la cama. –Prosiguió, dejo el cartón sobre la inmensa mesa para cruzar sus brazos. –Desde que empezó a dormir conmigo, esta es la cuarta vez que sucede.
—Maldición.
Gruñó pasando una mano por su cabello. Su cuerpo se tensó con frustración, se negaba a creer que fuera por la misma razón que estaba en su mente. Laura dejo las secuelas de ese incidente hace mucho tiempo, o al menos, eso fue lo que todos creyeron incluyendo a la pelinegra.
—¿Qué sucedió?
Se limitó a preguntar llevando su mirada hasta el velocista. Le vio removerse en su asiento incomodo, casi inseguro de hablar, lo entendía, él no tenía el derecho de esperar una verdadera respuesta, pero agradeció en silencio cuando el menor empezó a hablar.
—Hace dos años, fuimos invitados al debate en vivo entre el cenador Collins y su contrincante, su campaña apoyaba a los mutantes, así que, si asistíamos como representantes de la mansión nos prometió un convenio beneficioso para la escuela, conocía la trayectoria de Charles, y la influencia que comenzábamos a tener entre las personas por nuestros actos heroicos, si quería asegurar su victoria, sabía que le convenía tenernos ahí –Relato guardando los documentos en su portafolio. –Se realizó una elección de no más de diez representantes, fui uno de los elegidos y Laura insistió en acompañarme –Sonrió levemente alejando el portafolios de su alcance, entrelazo sus manos dejando caer sus codos en la mesa. –El lugar estaba repleto, no solté la mano de Laura en ningún momento, se veía tan pequeña entre toda la multitud que yo solo esperaba la hora porque todo acabara.
Menciono con un tono más pesado en su voz mientras sentía su garganta se cerrarse. Había pasado hace tiempo, pero los sombríos recuerdos aún rondaban por su cabeza. Respiro hondo antes de continuar.
—Cuando los anfitriones del evento estaban realizando su discurso de bienvenida un ruido agudo se escuchó por toda el área –Suspiro tratando de no quebrarse en sus palabras. –Fue cuestión de tiempo para que una de las camionetas cercanas al pódium explotara, las personas más cercanas murieron por el impacto mientras que otros espectadores resultaron lesionados, pero eso solo fue el inicio –Trago en seco apretando el agarre de sus manos. –Los demás empezaron a gritar con pánico y corrían en diferentes direcciones para alejarse de la zona afecta, tratamos de protegerlos, incluso detuvimos una segunda detonación antes de que más personas resultaran heridas, me encargue de trasladar el segundo autobomba a una lejana distancia de la multitud, no tarde nada en hacerlo y aun así, cuando volví, no podía encontrar a... –Se interrumpió. Respiro hondo una vez que las emociones se acumularon en su pecho, nunca se perdonaría su descuido. –Corrí, recorrí todo el maldito lugar en su búsqueda, estaba desesperado y todo empeoro cuando unos tipos armados salieron de los alrededores disparando a las personas que no habían abandonado por completo la zona –Gruño entre dientes. Para ese momento Logan ya rodeaba la mesa para sentarse a su lado. Ni siquiera se inmuto por la cercanía. – Los oficiales y militares ayudaron a proteger a los civiles mientras nosotros nos encargábamos de parar a esos tiradores, y en algún punto de mi recorrido escuche su voz, solo pare de correr, observe hacia todas direcciones desde mi posiciones y la encontré, Laura estaba protegiendo a dos niños de uno de esos tipos, los tenia acorralados contra un árbol apuntándoles con su arma, ella frente a los infantes interponiéndose en el camino de su atacante, simplemente corrí, me deshice de ese bastardo y volví con ellos, pero.
—¿Pero? –Le incito a continuar colocando una mano sobre su hombro.
—Laura no era la misma, su rostro estaba cubierto por manchas de sangre, me preocupe y trate de acercarme para buscar heridas, sin embargo, solo di un paso cuando ella me gruño de vuelta, su postura cambio y de sus puños salieron dos finas líneas de hueso –Suspiro dejando caer sus brazos en la mesa. –Esa fue la primera vez que sus garras aparecieron, antes de ese día mi padre y yo creíamos que Laura heredaría mi velocidad u otro poder, al parecer estábamos muy equivocados –Rio sin gracia apoyando las manos en sus muslos. –Ella solo defendía a los niños detrás de ella, perdió el control y se dejó guiar por su instinto, le hice una señal a Jubile y en un arriesgado movimiento provoque que Laura se alejara lo suficiente para que ella tomara a los niños, Laura noto a Jubile y creyendo que era una amenaza trato de atacarla, en su recorrido uno de los tiradores le apuntó con su arma, ella corrió hasta él, sabía cuáles eran sus intenciones así que la detuve antes de que eso pasará.
—¿Cómo la detuviste Peter?
Murmuro con cautela. Envolvió una de las manos del velocista con la suya, la tomo con tanta suavidad como si pensara que la mano de Peter fuera a romperse por su toque.
—Me interpuse en su camino. –Contesto secamente apretando sus ojos con fuerza brevemente. –No escuchaba a nadie, su instinto le hacía pensar que todos eran una amenaza así que opte por lo más estúpido que se me ocurrió. –Escupió con acidez. Apretó su quijada con fuerza antes de continuar. – La tomé de frente apartando la del camino mientras los demás se encargaban de la situación, ella peleó por liberarse de mí hasta que uno de sus puños incrusto sus garras en mi muslo. –Dijo apretando la mano del mayor con fuerza – Debí haber gritado muy fuerte, aun no estoy muy seguro, pero cuando me di cuenta Laura ya se había alejado, levanté mi vista y vi su cara, estaba llorando Logan, observando mi herida, la sangre corría por mi pierna formando rápidamente un charco en el pasto, el ardor fue horrible, y aun así, yo solo...–Se interrumpió respirando hondo. –Lo único que me importaba era acercarme a ella.
Logan se mantuvo en silencio. Observo con detalle el rostro de Peter a su lado, quería llorar, las lágrimas se precipitaban por sus cansados ojos chocolate y él no podía sentirse más miserable. Se sentía tan impotente al ver el dolor de las memorias en sus facciones, en como su mandíbula se apretaba con fuerza y su puño sobre la madera de la mesa se mantenían cerrado temblando, reprimiendo los sollozos que amenazan con salir de su garganta.
—No fue tu culpa.
Se limitó a decir y sin importarle más su espacio empujó al menor hasta su pecho. Envolvió su cuerpo entre sus brazos mientras Peter descansaba su cabeza contra su hombro.
Se encontraba demasiado cansado como para alejar al mayor de su lado, pero ¿A quién engañaba? Se sentía demasiado bien ser reconfortado por los brazos del contrario. La calidez que su cuerpo transmitía al suyo era consolador, escucho a Logan susurrar que lo abrazara con toda la fuerza que tenía y eso hizo, lo estrujo entre sus brazos apretando sus puños sobre la ancha espalda del pelinegro.
—Lo fue Logan –Murmuro llevando sus propias manos hasta la cadera del contrario – Traté de protegerla y lo arruine más, me desmaye rápido por la pérdida de sangre, pasaron semanas hasta que finalmente desperté en la sala medica, Kurt me dijo que Laura no había salido de su habitación desde que me internaron, la busqué una vez me permitieron salir de la camilla por mi cuenta, pero ni siquiera me dirigió la mirada –Susurro descansando su quijada sobre el hombro del mayor. –No quería que nadie se acercara ella, pasaron meses hasta que una noche entro a mi recamara y me pidió perdón, cuando le pregunté porque no quería que me acercará a ella me dijo que no quería lastimarme más, Logan ella se alejó porqué creía que me hacía daño. –Se separó un poco del contrario para mirarlo fijamente. La mano del mayor subió hasta su mejilla donde borro el rastro de unas cuantas lágrimas. –Una cosa es que sabe que hay personas que no puede ser detenida de otra forma que no sea esa, pero algo muy diferente es su familia. Sé que el no poder controlarse le enfurece demasiado porque cree que podría llegar a herir a alguno de nosotros.
—Hiciste lo mejor Peter.
Susurró llevando una mano hasta la espalda del menor. Peter cerró sus ojos ante las suaves caricias del mayor, respiró hondo un par de veces hasta que el mismo dio por finalizado su acercamiento. Frotó sus ojos con sus muñecas para levantarse, tomo el portafolio en su mano y usando su mutación se dirigió a su oficina para dejarlo ahí y volver a la cocina.
—Iré contigo.
Sentencio una vez su respiración volvió a la normalidad. Logan asintió en silencio guardando el cartón de nuevo, tomo el vaso y salió de la cocina en compañía del velocista.
Llegaron a la habitación en poco tiempo. Logan abrió la puerta para dejar entrar al menor primero, y lo que encontró dentro le encogió el corazón. Laura estaba sentada en medio de la cama, mantenía su cabeza enterrada entre sus brazos mientras se escuchaban los pequeños murmuro que salían de sus labios. Peter supuso que estaba contando para tranquilizarse, justo como le enseñó.
Respiro hondo, se acercó con sigilo a la orilla de la cama, se deshizo de sus zapatos en el camino y subió hasta llegar cerca de la menor, se sentó a su lado y con un leve empujón en su hombro llamo su atención.
—Hola –Sonrió llevando una mano hasta su cabello.
—Hola –Murmuro la pelinegra dejando caer su cabeza entre sus brazos de nuevo.
—Alguien me dijo que no puedes dormir –Dijo mientras acariciaba con delicadeza su cabello. –¿Quieres que hablemos de eso?
—No –Negó con su cabeza.
—Bueno, entonces no lo haremos –Comento comprensivo. –Pero, ¿Qué tal un abrazo?
Preguntó abriendo sus brazos con una sonrisa. La menor no dudo en abalanzarse contra su cuerpo, enterró su rostro en el pecho del velocista mientras unas pocas lagrimas corrían de sus ojos sin su permiso. Las caricias en su espalda no tardaron en aparecer y los murmullos llenos de cariño le hicieron sentir segura.
—No importa lo que pasara –Menciono apretándola entre sus brazos. Sabía que siempre era la misma pesadilla. Se separó un poco para limpiar sus mejillas, sonrió cuando la mirada de la menor hizo contacto con la suya. –Fue solo eso, un sueño, sabes que yo siempre voy a estar a tu lado.
—¿Aún cuando te lastimé?
—¡Por supuesto! –Respondió con ánimos apretando una de sus mejillas sin fuerza. –¡No te librarás tan fácil de mí!
Exclamo de forma exagerada provocado una leve sonrisa en la menor.
—¿Ambos...estarán conmigo?
Preguntó está vez observando sobre el hombro de Peter a Logan que se mantenía a una distancia considerable de ellos. El velocista quería responder, pero en realidad no sabía que decir, miro por su hombro al mayor que al tener la atención de ambos dejó su lugar para caminar hacia ellos.
Peter le vio subirse del lado contrario de la cama para sentarse frente a ambos. Los observó por unos segundos hasta que la mano grande del contrario tomo la mano pequeña de su hija provocando que la atención de la menor recayera en él.
—Sé que no soy el más indicado para hablar en este momento, pero quiero que tengan presente algo –Dijo tomando con su otra mano la del velocista. El menor estuvo tentado a rechazar su toque pero algo en la mirada del mayor le hizo deshacer esa idea. –No estuve para ustedes antes, pedir perdón ahora no me excusa de todo lo que he hecho, pero si me recuerda que tengo que tengo dos razones para ser mejor –Expreso apretando el agarre en sus manos. –Quiero hacerlos felices, demostrarles lo importantes que son para mí, porque a pesar de todo y del poco tiempo que hemos compartido yo...–Se interrumpió para respirar hondo. Expresarse nunca ha sido fácil, no obstante, las personas que tenía delante valían el esfuerzo. –Los adoro, ustedes son lo más maravilloso que me ha pasado en la vida y sería un completo imbécil si dejo que alguien los separe de mi de nuevo –Dirigió su mirada en la menor. –Y te aseguro, que eso no volverá a suceder.
Prometió dejando que una sonrisa sincera se dibujara en su rostro, Peter y Laura correspondieron el gesto para luego reír al ser apresados por los brazos del mayor.
No lo pensaron mucho, se acomodaron en la cama con la pelinegra entre medio de ellos. El velocista acariciaba su cabello mientras Logan sostenía una de sus manos, la serenidad de la noche y su cercanía formaron un ambiente acogedor para Laura.
Al final, dormir con ambos no se sintió como una gran pijamada.
Fue mucho mejor.
Chan!
Chan!
Chan!
Hola! Volví y pidiendo disculpas!
La semana pasada tuve un problema con mi teléfono y sufrí demasiado por no subir capítulo :'D. Así que Lo siento, Aunque! No se volverá a repetir 👌😌.
Ahora! Gracias a todxs los que apoyan está historia!!
¡Muchas gracias por leer y nos vemos la siguiente semana!
Post: No quiero decir que ya se acerca el final, pero....🤐
Chan!
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