△Cap. 2: «Father's Daughter»▲
Decir que la información le tomó por sorpresa era poco, se encontraba desorientado sin saber muy bien cómo actuar. Por lo que acababa de escuchar, efectivamente tuvo una hija con Peter y el bebé que nunca pudo llegar a conocer se encontraba finalmente delante suyo.
Simplemente no sabía que hacer ahora, todos los sonidos, los olores, incluso sus latidos se detuvieron por unos segundos mientras no despejaba su mirada de la menor. Y entonces el peso del arrepentimiento oprimió su pecho, no pudo evitar imaginarse como habría sido sostenerla en brazos al nacer. Estar presente el día en que dio sus primeros pasos, su primera palabra, tener la satisfacción de ayudarla a vestirse o incluso acunarla para dormir.
Se perdió tantos momentos importantes en su vida que volvió a considerarse el bastardo que siempre ha sido. Incluso ahora teniéndola frente a él juzgándolo con la mirada, no mejoraba la situación. Quiso decir algo, pero el disparó en su hombro le hizo recordar el panorama que los envolvía. Por su descuido, los soldados faltantes encontraron su ubicación antes de que lograran refugiarse. Observo a la lejanía los cuerpos aproximándose con rapidez y no tardo en aumentar sus sentidos para atacar.
Trato de protegerla al cubrirla con su cuerpo una vez que las primeras olas de disparos se dirigieron hacia ellos, pero no sé esperó que fuera la menor quién utilizara su espalda como apoyo y saltara sobre uno de los agentes más cercanos a su posición.
Ya no tenía un arma consigo para defenderse, pero eso no fue impedimento para dejar a Logan sin palabras por segunda vez al ver como dejaba salir sus propias garras. Sus ataques si bien aún eran descoordinados no fallaban,
“Actúa por instinto” Pensó. Apenas pudo analizar sus movimientos cuando otros agentes fueron por su cabeza. Corrió con agilidad entre sus atacantes una vez se aseguró que la menor podía defenderse por su cuenta.
La pelea no duro mucho cuando los cuerpos empezaron a caer por los constantes golpes que ambos brindaban. Los rastros de sangre empezaron a cubrir los arbustos y árboles cercanos, las aves volaron lejos por el estruendo de las municiones y los gritos provocando que algunas hojas cayeran de las ramas. Las corrientes de aire se movieron con fuerza dejando que el aroma metálico de la sangre se esparciera por toda la zona.
Logan trato de controlarse antes de dejarse llevar demasiado, no necesitaba otra masacre más en su conciencia. Los equipos de salvamento retrocedieron al darse cuenta de la magnitud de la situación, sabían que sin importar cuantos más se sacrificaran no serían suficientes para detener al despiadado Wolverine.
Se escuchó la orden de retirada por parte del oficial al mando; provocando que los pocos agentes que seguían en pie despejaran el área alejándose cada vez mas de ellos. Dejando caer el último cuerpo sobre la tierra, se mantuvieron alertas en sus posiciones de combate unos minutos más por si se encontraban con otro grupo.
El silencio del bosque los envolvió. Relajaron sus cuerpos y se enderezaron para guardar sus garras. Logan desvió su mirada hasta la menor para inspeccionar su cuerpo por alguna lesión; encontrando los puños pequeños de ella con rastros de sangre. No lo resistió y tomando la mochila que lanzo durante la batalla, busco en ella esperando encontrar algo para curar sus heridas.
No encontró más que unas pocas prendas de ropa y papeles que no les dio importancia alguna, junto a una botella con agua casi llena. Sin pensarlo mucho, tomo una de las prendas y la botella para acercarse a la menor, se arrodilló frente a ella y ante su atenta mirada comenzó a limpiar sus manos.
El cálido contacto le hizo tensarse, sus manos parecían tan pequeñas y frágiles sobre las suyas aun cuando se mantenían cubiertas por la sangre del enemigo.
No le importó escuchar un leve gruñido cuando presionó una de sus heridas, no podía dejar que la tierra entrará en su piel y se infectara. Supuso que no había heredado el factor curativo de su mutación y el hecho de que sus heridas siguieran abiertas le hizo apretar su quijada.
—No debiste atacar así –Dijo más brusco de lo que planeo.
—Sanaran –Menciono sintiendo el agua escurrir entre sus dedos – Tardan en hacerlo, pero lo harán.
El mayor simplemente asintió con la nueva información. Ambos se mantenían en silencio, siendo el sonido de las corrientes del arroyo y los cantos de las aves lo único que llenaba sus oídos. La fuerza del viento no disminuyo, moviendo levemente el cabello de la pelinegra hasta su rostro.
—¿Duele? –Cuestiono el mayor rasgando la camisa entre sus manos.
—Ya no.
Respondió cortante mientras el mayor envolvía sus manos con la prenda. Logan ajusto las tiras con un poco de fuerza para que la sangre se secará. Observó su trabajo; para acto seguido levantarse de nuevo y caminar hasta dónde dejó la mochila.
Su poca interacción termino en un silencio incómodo de nuevo. Aun cuando se encontraba recogiendo lo que tiro al suelo podía sentir la mirada de la menor sobre él. Guardó todas sus pertenencias lo más rápido que pudo y se volvió entre sus pasos hasta colocarse frente a ella.
—Vuelve a la mansión.
Demando entregándole la mochila de regreso. La menor apenas desvió la mirada de la suya, casi retándolo, provocando que el mayor dudara por un momento sobre si ahora lo atacaría a él.
La más joven no menciono nada, tampoco tomo la mochila de nueva cuenta; así que dejando salir un suspiro decidió hablar.
—¿Él nunca menciono algo sobre mí?
Preguntó sin poder evitarlo. Se esperó que ella permaneciera en silencio como lo había estado haciendo, pero no paso mucho tiempo para escuchar su voz.
—En realidad, fui yo quién pregunto acerca ti –Contesto sin expresión alguna subiendo su mirada – El abuelo Charles, él me dijo dónde podría encontrarte.
—Así que el abuelo Charles –Menciono dejando su atención en la menor – ¿Te dijo la razón por la cual deje la mansión?
—No, menciono que era algo que no le correspondía revelar, pero que encontrarías el momento indicado para decírmelo.
—Típico de Charles –Susurro entre dientes.
—Incluso me mostro una foto tuya antes de irme, para poder reconocerte –Confirmo para tomar la mochila entre sus manos – Eso fue mejor que la descripción que me dio el abuelo Erik.
Comento provocando que el mayor frunciera su ceño en confusión.
—Cuando le pregunte acerca de cómo eras, me dijo: “Tiene una cara de animal rabioso, lo reconocerás enseguida”
Recito sus palabras, intentando hacer un tono de voz igual al suyo.
—Me alegra escuchar que aún le agrado –Gruñó frustrado.—¿Fue por alguien más?
Preguntó de repente tomando por sorpresa al mayor. Notó como sus pequeños puños se apretaron con fuerza dejando sus nudillos en blanco por la presión.
—¿Qué?
—La razón por la que abandonaste a mi padre –Explico sin emoción alguna de nuevo. – ¿Tenías una amante?
Claro, nadie además de las personas involucradas en la misión sabían la razón por la cual dejo a Peter atrás como todo un imbécil sin corazón. Entendía por qué ella tenía esa duda, pero no tenía tiempo que perder, la última instalación se encontraba a un día de distancia desde su ubicación y no se detendría después de haber recorrido todo ese camino hasta ahí, ni siquiera por su hija, el tiempo corría, pero tampoco la pondría en riesgo a ella.
—No, no tenía un amante, nadie podría compararse con tu padre –Respondió desviando su mirada hacia el arroyo detrás de ellos – Tengo una misión que terminar, así que será mejor que vuelvas a la mansión ahora.
—Te acompañaré.
—No –Negó rápidamente alejándose de ella– Regresa antes de que tu padre descubra que no estás.
Dijo para dar como finalizada su conversación. Le dirigió una última mirada antes de darse la vuelta y seguir su camino en la dirección contraria de su posición.
—¿Cómo sabes que estoy aquí sin su permiso?
Preguntó siguiendo sus pasos, sin importarle la mirada de cansancio que le dirigió el mayor.
—Porque conozco a Peter y sé que si fuera su decisión no hubiera dejado que vinieras aquí sola y menos a verme a mí –Contesto tratando de aumentar la velocidad de sus pasos – Le di suficientes razones como para que me odie.
Murmuró entre dientes soportando la punzada de dolor en su cuello. El lazo que antes lo mantenía cautivo debió sobrepasar parte de su carne, a pesar de regenerarse aprendió que ciertos golpes, aun cuando fueran leves, dejaban una punzada de dolor en su cuerpo que permanecía no lo suficiente, pero lo preciso para seguir sintiendo el ardor.
—Él no te odia –Dijo caminando entre los árboles. Vaciló un momento para volver a hablar observando el semblante del más alto curiosa – Según los amigos de mi padre, le dejaste de importar hace años.
—Que gratificante –Bufo ignorando la punzada de decepción que esa confesión le trajo – Ya deja de seguirme y vuelve a tu hogar.
—Ya te dije que iré contigo –Reafirmo con rudeza detrás de él – No hice un largo viaje solo para verte e irme de regreso tan pronto, tienes mucho que explicar.
—¿Cómo qué?
—¿En serio solo jugaste con los sentimientos de papá?
—No.
—¿Te hiciste su pareja sólo para molestar al abuelo Erik?
—No.
—¿Lo querías solo para calentar tu cama como dice el tío Warren?
—No –Respondió incómodo.
—No entiendo a los adultos –Comento sujetando la manga de su mochila – Si no fue por ninguna de esas razones entonces ¿Por qué?
—Vuelve a la mansión niña, no lo repetiré una vez más.
—Laura –Gruño frunciendo el ceño – Mi nombre no es niña, es Laura.
Demandó mientras dejaba su vista vagar por el bosque. Caminaron solo unos kilómetros más hasta que la carretera se visualizó delante de ellos, Logan trato una última vez de pedirle que se marchará, pero para ese momento Laura solo lo ignoraba. Suspiró con pesadez y se dedicó a observar el camino que los llevaría hasta el pueblo más cercano.
Aún tenía una parada que hacer antes de seguir el rastro de la base principal. Así que bajo la atenta mirada de la menor, que no se separó de su lado en todo el recorrido, se desvió de la carretera hasta una oficina de correos. A pesar de su aspecto desaliñado, el oficial a cargo de la vigilancia lo reconoció y brindándole un asentimiento de cabeza, le señalo uno de los buzones del lugar.
—¿Qué haces?
Cuestionó la más joven al ver como buscaba debajo del buzón. No recibió respuesta pero cuando el mayor saco debajo de este unas cartas y un sobre del lugar supo que significa su acción. No lo resistió, así que por instinto tomo una de las cartas sin que él mayor se diera cuenta para leer el remitente.
—¿Quién es Mariko?
—Alguien que me debe un favor.
Contesto sin quitar su atención de los documentos en su mano. Laura frunció el ceño al no tener una respuesta más amplia, observó las otras cartas tomando una más del montón.
—Entonces ¿Quién es Yuriko? –Volvió a preguntar moviendo la carta en su mano – ¿Fue por ella que nos abandonaste?
—Ya te dije que no fue por otra persona –Explico exasperado despidiéndose del oficial con un asentamiento de cabeza– Tengo una misión que terminar, pero incluso yo necesito ayuda con algunas cosas.
—Has estado acabando con esos tipos desde hace años sin parar ¿Cierto? –Reclamo cruzando sus brazos mientras seguía sus pasos – ¿Que más necesitas hacer?
—Una última cosa más y será todo.
—¿Y al fin volverás a la mansión?
—Laura, ya no hay lugar para mi ahí –Comento viendo la carretera – Por obvias razones, sé que si colocó un solo pie en ese lugar alguien tratará de matarme.
—Exacto “Trataran” no significa que lo logren –Dijo siguiéndole de cerca – Por lo que el abuelo Erik me dijo, sé que eres un jodido inmortal.
—¿Ese es el tipo de lenguaje que te enseña ese bastardo?
—Crecí escuchando toda clase de insultos hacia ti, la mayoría del abuelo Erik y de los amigos de papá –Comento con tranquilidad mientras se balanceaba en el pavimento – Al parecer, no fue una sorpresa para nadie que mi primera palabra fuera “Animal”
—Puedo hacerme una idea del culpable –Murmuró observando como Laura se detenía de improvisto – ¿Qué sucede?
—¿Puedes oler eso? –Interrogó cerrando sus ojos mientras inhalaba con fuerza – Creo que son Hog Dogs ¿Hay una tienda por aquí? –Se cuestionó a sí misma para volver a inhalar –Oh no, creo que está a unas calles de distancia.
Respondió su propia pregunta; sin darse cuenta de la mirada del mayor sobre ella. Logan sólo se quedó un rato observándola mientras Laura trataba de dar con el paradero de su nuevo objetivo. Definió sus rasgos bajo la iluminación de la tarde y solo había un nombre que llegó a su mente “Peter”.
A diferencia del color de su cabello y sus ojos. Laura era idéntica a él físicamente, era muy obvio por sus facciones, su pequeña nariz respingada, el color de su piel, sus mejillas levemente infladas y ni hablar de haber heredado el mismo contorno de sus ojos somnolientos.
Le pareció ligeramente agradable que incluso tomaba su misma postura cuando estaba enojado. Brazos cruzados, mentón en lo alto, acompañado de una mirada gélida mientras enarca una ceja. Justo, como lo hacía en ese momento.
—¿Me estás escuchando? –Le reclamó empezando a fruncir el ceño.
—¿Decías? –Menciono vagamente para molestarla.
—Me muero de hambre.
Y no mentía, el sonido de su estómago hambriento se escuchó dando razón a sus palabras, provocando una ligera sonrisa en el mayor poco visible para su hija.
—¿Que te gustaría comer? –Pregunto volviendo a retomar sus pasos –Dudó que la tienda de la que hablas tenga algo más que sólo Hog Dogs u otra golosina.
—Con eso basta –Dijo restándole importancia a sus palabras –Mientras tenga mis Pringles sobreviviré.
Comento observando como el mayor fruncía el ceño.
—¿No te gustan? –Cuestiono elevando una ceja interrogante.
—Nunca las he probado.
Se encogió de hombros dando por termina la conversación. Caminaron un largo trayecto más hasta llegar a lo que parecía una tienda de conveniencia, entraron y su apariencia no pasó desapercibida por los pocos turistas que se encontraban en el lugar. Se separaron y tomando solo lo necesario para continuar con su viaje, decidieron deshacerse de sus vestimentas. Laura fue la primera en entrar al baño de damas para cambiarse mientras Logan pagaba las compras y su ropa nueva.
No paso mucho tiempo para que la menor saliera del tocador con una apariencia más limpia. Ajusto la mochila a su hombro y se dedicó a perder el tiempo cerca de la zona de golosinas.
Suspiro con aburrimiento por la tardanza del mayor. Observo la hora en el reloj de la tienda y entonces recordó que debía enviar un mensaje para informar de su situación. Bajo de nueva cuenta la mochila de su hombro para buscar su teléfono.
—¿De dónde sacaste eso?
—Es mío –Respondió aumentando la confusión en el contrario –Mi mochila tiene un compartimiento interno, fue por eso que no lo notaste antes –Comento abriendo su mochila para mostrarle el lugar – Es solo para emergencias –Le mostró el aparato una vez más antes de guardarlo de nuevo – El abuelo Erik me lo dio para que lo llamará si tenía problemas.
—Él ya sabe que estás conmigo.
Confirmo sin esperar una verdadera respuesta de su parte. Conociendo lo paranoico que era Lehnsherr, le impresiono que no le asignara a alguien para seguirla en todo el recorrido. Si no es que a un escuadrón completo.
—Si –No se molestó en negar la menor – ¿Te molesta?
—No –Respondió con sinceridad – Hay que irnos.
—Espera.
Le detuvo tomando su muñeca cuando paso a su lado. El contacto si bien fue breve, dejo una agradable sensación en ambos.
—¿Qué?
—¿Puedo llevarlos? –Preguntó señalando un par de lentes en el mostrador – Puedes dármelo como uno de los muchos regalos de cumpleaños que me debes.
Trato de sonar lo más convincente posible. Tenía dinero resguardado para comprar ella misma los lentes, pero muy en el fondo deseaba que el mayor le diera ese regalo. Quería tener un recuerdo del poco tiempo que pasaron juntos, si no lograba hacer que el mayor volviera con ella.
Apenas abrió su boca para mencionar otra cosa cuando el mayor ya se dirigía a comprar lo que le había pedido. Le vio intercambiar algunas palabras con la chica que le atendía para acto seguido volver en sus pasos.
—Se verán bien.
Menciono entregándole el objeto. Laura tomo sus ahora lentes de la mano del mayor, rozando por unos segundos la mano contraria. Sonrió levemente al ver los lentes en sus manos y no tardó mucho en colocárselos.
Tomaron sus pertenencias y salieron de la tienda con el único propósito de encontrar un lugar para comer. El clima frio les golpeo el rostro una vez empezaron a caminar por el camino principal del pueblo. Ninguno trato de hacer una conversación verdadera en todo su trayecto, pero esta vez ambos se sentían cómodos con el silencio entre ellos.
La menor desviaba su mirada de vez en cuando hasta las casas más cercanas del camino. Podía escuchar las risas de los niños menores corriendo por los alrededores; siendo acompañados por sus padres. La imagen de algunas casas con sus chimeneas encendidas le mantuvo entretenida hasta que un grito de alegría le hizo centrar su atención hacia el frente.
Se encontró con la vista de un niño riendo con ánimo mientras saltaba con la ayuda del que supuso era su padre sobre las cercas. Observo como otro hombre de apariencia más serena se les acerco con una sonrisa sosteniendo las bolsas de sus compras. Ambos hombres se sonrieron al repartir sus compras para acto seguido tomar cada uno, una de las manos del menor y caminar en la dirección contraria a ellos. La vista le resulto muy agradable y hogareña. Suspiro, ella anhelaba eso.
Siguieron su camino hasta que encontraron un bar familiar. “Steack AND More” Se podía leer en el cártel del lugar. Entraron al establecimiento y se aproximaron hasta una mesa vacía cerca de la ventana.
Laura observo como todos los comensales que se encontraban dentro desviaban, muy poco disimulado en su opinión, la mirada hacia el mayor. Escuchaba los murmullos referentes a su persona, frunció el ceño, no entendía el idioma, pero sospechaba que no era bueno. Estaba dispuesta a levantarse y pedirle al contrario que la llevara a otro lugar cuando un hombre rubio y robusto salió de lo que parecía la cocina gritando un saludo.
—¡James, has vuelto!
Escucho su escandalosa voz mientras el tipo movía su cuchara con ánimo. Busco con la mirada quien sería ese tal “James”. Fuera quien, fuera sería divertido ver su cara avergonzada por ese recibimiento tan exagerado. Sonrió de lado burlona esperando que el tipo apareciera, pero entonces se dio cuenta de algo. El hombre escandaloso se dirigía con prisa hasta su mesa con una amplia sonrisa, provocando que la suya propia desapareciera.
—¡James creí que no regresarías! –Fue lo primero que salió de su boca. Laura observo con asombro como el sujeto le brindaba un abrazo demasiado asfixiante al mayor que ni siquiera hizo el intento por corresponder – Le dije a Marley que era poco probable que volviéramos a verte, pero ya la conoces, aposto que su intuición le decía que volverías más pronto de lo que pensaba y mira nada más ¡Tenía razón!
—¿Qué apostaste esta vez? –Se limitó a preguntar cansado.
—Mi restaurante.
Dijo con menos entusiasmo al recordar el trato que hicieron. Su esposa era una mujer sabia y la amaba, pero aun no entendía como logro mantenerla a su lado todo este tiempo. Logan por el contrario, sospechaba que el restaurante tendría mejores ganancias con la mujer al mando. En el poco tiempo que la conoció, se dio cuenta que era más intimidante de lo que aparentaba.
—Pero eso no importa ahora –Sonrió ampliamente sacando una libreta de su bolsillo – ¿Que les voy a servir?
—Ella primero.
—Quiero todo esto –Señalo en el menú las imágenes que más se le antojaron –Y esto, y esto y para beber esto también –Siguió señalando en la carta – Dos porciones de esto y una orden de esto.
—¡Vaya! Que apetito –Menciono con una sonrisa anotando en su libreta – ¿Qué hay de ti?
—La especialidad del día y una cerveza.
—¡Muy bien! –Termino de anotar para tomar los menús de la mesa –Volveré yo mismo con sus pedidos en unos minutos.
Se despidió caminando con rapidez hasta la cocina del establecimiento, dejando a los otros dos en un completo silencio de nuevo. Tanto Logan como Laura esperan que el contrario dijera algo para romper la tensión, pero por el poco tiempo que llevaban juntos, sabían que su carácter era muy similar como para que eso pasara.
Cada uno se distrajo en sus propios pensamientos hasta que el mayor decidió dar el primer paso.
—Laura –Llamo atrayendo su atención – ¿No habías comido nada desde que saliste de la mansión?
—Así me alimentan siempre.
“Al parecer, también heredó el apetito insaciable de Peter”. Pensó desviando su mirada a la ventana. Recordó las incontables ocasiones en las que tuvo que mantener dulces u otra comida chatarra regada por su habitación. Estaba seguro de que el armario que ambiento para Peter debía estar vacío ahora. Suspiro al recordar que cada fin de semana suministraba ese cuarto con más comida, cada vez que el platinado decidía dormir con él.
—Te llamas ¿James?
Cuestiono la menor después de un tiempo. Logan giro su rostro hasta su dirección y cambio su semblante por uno más relajado al verla fruncir el ceño.
—Mi nombre real es James Howlett –Respondió con un tono de voz más bajo por la multitud – Logan es un alias, pero la mayoría solo me conoce por ese nombre.
—¿Además de Wolverin?
—Podría decirse.
Contesto encogiéndose de hombros, el aroma a carne y vegetales sazonados mesclados junto a la cerveza le relajaba. Laura por su parte, jugaba con la servilleta entre sus manos, tenía tantas preguntas, pero dudaba que el mayor quisiera responderlas. Tomo una inhalación profunda y guío su mirada hasta el contrario.
—¿Extrañas a mi padre? –Cuestiono sin expresión alguna.
—Todo el tiempo.
—Él nunca quiso hablarme de ti –Murmuro dejando de lado la servilleta.
—Lo sé, me lo imaginaba.
Expreso al tiempo que dos meseros se acercaban a su mesa. No le sorprendió que su conocido necesitara ayuda extra para repartir los platillos de la menor, el mismo seguía sin poder creer que esa pequeña persona comería la mayoría de comida en su mesa.
Tomo sus cubiertos una vez que los dejaron solos; degustando el primer pedazo de carne mientras observaba a la menor comer todo el puré de papas de una sola cucharada. Mastico en silencio divertido ante los rápidos movimientos de Laura. Comía como si no tuviera tiempo que perder, tomando una cuchara de cada platillo con velocidad, incluso los aderezos no se salvaron de quedar vacíos una vez que decidió atacar las diferentes carnes de su comida. Quiso hablar y decirle que masticara con más calma, pero recordó que Peter era peor cuando de comida se trataba.
Recio a que le lanzará parte de sus alimentos o le apuñalara con un tenedor, decidió dejarla degustar los platillos a su ritmo. Había tenido demasiadas experiencias con Peter, para saber que nunca debía criticar la forma de comer de un Maximoff.
El tiempo paso rápido y para su tranquilidad, la mayoría de personas en el lugar empezaban a abandonar sus mesas. La noche cayó sobre el pueblo provocando que las ventiscas de aire se volvieran más fuertes y heladas. Grabo en su mente la idea de pedirle a Laura que se colocara su gorra antes de salir del restaurante, lo que menos quería era que atrapara un resfriado.
A pesar de saber que tenía el mismo factor curativo que él, no correría el riesgo de que se enfermara por su culpa. Las heridas de sus puños se cerraron hace horas, pero no sabía si también era inmune a enfermarse como en su caso. La lentitud con la que sus lesiones sanaban era mayor a la suya, así que se mantendría alerta durante el tiempo que se quedara con ella.
—Creo que él no te ha olvidado por completo –Murmuro la menor llamando su atención.
—¿Qué?
—Papá es feliz –Comenzó, observando el pastel de chocolate frente a ella – Desde que tengo memoria, siempre ha mantenido una sonrisa sin importar la situación, pero también algunas veces, lo he visto entrar a una de las habitaciones de la mansión que no es habilitada por nadie –Menciono partiendo en trozos su postre – Incluso se queda ahí por algún tiempo –Golpeo con delicadeza uno de los trozos con su tenedor – Me pareció extraño que lo hiciera cada vez que se suponía que yo estaba en clases, así que un día falte a una de ellas y lo seguí, fue la primera vez que lo vi tan serio, sentado en la cama observando algo en un cajón, pero su mirada no era de tristeza o enojó.
Comento sin levantar su mirada del plato frente a ella. Escucho la quijada del contrario apretarse con fuerza e incluso logro percibir como su cuerpo se tensaba.
—Se lo comenté al abuelo Charles y me dijo que era algo llamado “Nostalgia”–Prosiguió ante en silencio del mayor – Dijo que papá extraña algo que había en esa habitación, pero sabe que no puede seguir atado a eso. Que debe continuar así como se lo dijeron todos.
Término de relatar para observar con detenimiento el semblante del mayor, su mirada decayó y sus manos hechas puños no pasaron desapercibidas para ella. Lo había sospechado antes y el comportamiento del contrario confirmó lo que suponía.
—Esa habitación –Empezó moviendo el tenedor por los restos del postre –Era tuya ¿Cierto?
—Termina de comer Laura.
—Pero..
—Se está haciendo tarde y aún debemos buscar un lugar para dormir.
Le cortó tomando un largo trago de su cerveza. Ni siquiera la amarga sensación en su boca le hizo desaparecer la opresión en su pecho. Muchos consideraban que era despiadado, un ser inmortal que no se detenía a pensar en los sentimientos de los demás, pero la realidad, es que si tenía debilidades. Peter es su debilidad, su velocista y ahora su hija que no dudaría en proteger con su vida.
Desvió su mirada de nuevo a la menor. Mantenía un semblante serio dejando su mentón apoyado en su puño mientras que con la otra mano balanceaba los restos de su comida. Suspiro, había sido muy brusco con ella, vaya imbécil.
Paso una mano por su cabello para dejar escapar la tensión de cuerpo cuando su conocido volvió a estar en su campo de visión. Le hizo una señal con su cabeza para que se acercara a ellos.
—Geralt.
Saludo llevando la mano a su bolsillo, acción que fue parada por la negativa del contrario.
—Ni siquiera lo pienses, sabes que va por la casa –Comento apretando su hombro amistoso – Esto no es suficiente para compensar lo que hiciste por nosotros, por cierto –Menciono observando a la menor brevemente – Se me olvido preguntar, ¿Quién es la niña?
Logan desvió su mirada hasta la menor que ahora esperaba por él a una distancia considerable. Sabía que ella los estaría escuchando, tenía parte de los genes de Peter después de todo. Sonrió ante ese pensamiento.
—Es mi hija.
Respondió con una media sonrisa que dejo perplejo al contrario, sin embargo, la misma respuesta provoco una sonrisa idéntica en la menor. Se despidió del hombre que lo ayudo en el poco tiempo que se mantuvo en el pueblo y se dirigió hasta su acompañante. Salieron del restaurante y caminaron por las calles en busca del hotel que el mayor utilizo no hace mucho tiempo.
Llegaron hasta un área de casa pequeñas que era administrado por una pareja de mayor edad. El dueño fue el primero en reconocerlo y con un leve asentamiento de bienvenida le atendió. Intercambiaron un par de palabras mientras Laura observaba las diferentes ovejas que se encontraban pastando en el campo cercano al lugar.
—Yo pagaré.
Dijo luego de acercarse de nuevo al mayor. Bajo la mochila de su hombro para sacar una tarjeta de crédito y mostrársela al contrario.
—¿A quién le pertenece? –Cuestiono cruzándose de brazos.
—Se la pedí prestada al tío Warren.
—¿Prestada? –Levanto una ceja interrogante.
—Él me debe mucho –Respondió encogiéndose de hombros –Además, tú pagaste la cena, es mi turno de pagar.
—¿Si dejó que pagues dejarás las preguntas por hoy?
—Talvez.
—Dame la tarjeta.
Ordenó recibiendo el objeto al instante. Le vio colgar su mochila de nueva cuenta en su hombro para caminar hasta el jardín mientras el pagaba su hospedaje.
Una vez entregada su llave solo basto un asentimiento de cabeza para que la menor le siguiera el paso. Caminaron entre las casas hasta encontrar la que mantenía su número de llave. Entraron y sin esperar más se prepararon para dormir.
—Dormirás aquí hoy –Señalo la única cama de la habitación –Y mañana temprano vuelves a tu hogar.
—Si quieres que vuelva a la mansión, tendrás que llevarme.
—Aún no he terminado mi trabajo.
—Entonces te acompañare.
—Esto no es un juego Laura –Suspiro frotando el puente de su nariz –Volverás y fin de la discusión.
—¿No crees que sea capaz de acompañarte? –Gruño, dejando caer de golpe su mochila al piso – No soy débil, he sido entrenada para este tipo de misiones, incluso te salve hoy –Rebatió cruzándose de brazos al igual que el mayor. Lo desafío con su mirada, vio que el contrario pensaba refutar de nueva cuenta así que lo interrumpió – No tienes que preocuparte por mí, preocúpate por lo que le pasara a cualquiera que se cruce en mi camino.
Respondió de forma tosca pasando a su lado para adueñarse de la cama. Se revolvió entre las sabanas hasta que solo su cabeza fue visible en el desastre que había provocado.
El mayor simplemente se sintió derrotado. “Definitivamente tiene los genes de Peter”, Se lamentó. Sabía que lo que estaba a punto de decir le provocaría un fuerte dolor de cabeza luego.
—Está bien.
Acepto con resignación. Detestaba pensar que a ella tampoco podría darle una negativa al igual que ha cierto velocista.
—¿Qué cosa? –Pregunto frunciendo su ceño.
—Me acompañaras y cuando todo esto termine te llevare a la mansión.
—¿En verdad lo harás? –Interrogo con seriedad sentándose en la cama – Prometes que al terminar tu misión me llevarás de vuelta.
—Lo prometo.
Menciono con sinceridad recostándose en el marco de la puerta.
—¿Por el meñique?
Pregunto levantando su pequeño dedo frente a él. El mayor la observó confundido por un momento antes de acercarse a ella y entender el significado de su acción.
—Si.
Respondió elevando el suyo propio para cruzarlo con el de la menor. Ambos dejaron caer sus miradas en la unión de sus dedos. Sonrieron levemente sin poder evitarlo, cortaron el contacto, pero la sensación cálida de su unión se quedó con ellos.
—Ya duérmete, será un día largo mañana.
—Talvez para ti anciano.
Susurró recostándose de nuevo en la cama para dormir. Logan la observo un momento antes de pagar la luz de la habitación y acto seguido recostarse sobre la alfombra. No creía merecer que ella estuviera aquí con él, menos que quisiera conocerlo. Todo lo que le dijo a Peter, la forma en como destruyo su relación aún se mantenía en su mente, no se consideraba con el derecho de siquiera permanecer en la misma habitación que su hija, pero aquí estaba. Aun no estaba muy convencido de lo que había aceptado, pero se aseguraría de mantenerla segura. Suspiro acomodándose mejor y con ese pensamiento en mente cerró sus ojos para descansar un poco.
•••
Ginebra/Suiza
A la mañana siguiente su recorrido no fue tan largo como esperaban. Una vez abandonaron la cabaña, caminaron hasta un taller donde ya se encontraba el auto que Mariko le prometió en su carta. Subieron en él y no pararon hasta llegar a las afueras del área de Ginebra.
Dejaron sus mochilas dentro del vehículo y prepararon sus armas. Laura apenas tenía las municiones suficientes para la mitad de su recorrido, pero se las arreglaría con sus propias manos. Repasaron de nueva cuenta los planos de la base que se encontraban sobre el capo del auto y una vez se consideraron listos, se alejaron del vehículo para adentrarse en el bosque frente a ellos.
Laura seguía con precisión los pasos del mayor sin inmutarse por como cada vez la neblina del lugar se hacía más densa. Respiró con profundidad manteniendo el aroma del contrario para dispersarse a la dirección contraria. El plan era complejo, pero nada que su entrenamiento le impidiera lograr.
Las horas pasaban mientras los rayos del sol empezaban a cubrir la zona boscosa en la que se encontraban. Sus pasos eran sigilosos hasta que llegaron a un punto donde el ruido de los animales o de las hojas moverse por el viento no fue el único que escucharon. Logan desvió su mirada hasta Laura que se movía con sutiliza entre los árboles. Sus miradas se encontraron y con un asentimiento de cabeza se lanzaron a atacar al primer escuadrón de vigilancia que encontraron.
El golpe fue sorpresivo, pero tal como se lo imagino, esta base seria la que más problemas le traería. El enfrentamiento subió de intensidad cuando la mayoría de los contraatacantes empezaron a acercase a ellos sin dejar de disparar sus armas. Logan cubrió a Laura con su cuerpo gritándole que debía salir de la zona y buscar una ubicación más despejada.
La menor apretó su quijada con fuerza y corriendo hasta la dirección contraria de su posición recargo las últimas municiones que le quedaban. Sin perder tiempo abrió fuego contra los agentes que le siguieron. Gruño con fuerza cuando una de las balas rozo su mejilla. Desvió su mirada hasta el causante de su leve ardor y dejando caer sus armas corrió hasta él.
No tardó mucho en escuchar el grito de dolor que provino de su garganta cuando sus garras se incrustaron en su estómago, aparto su arma de una patada y observando a los tres tipos en el suelo casi vivos aun, corrió hasta la ubicación del mayor de nuevo.
Encontró tres cuerpos más sobre el suelo mientras el mayor se quietaba de encima a otro. Camino hasta llegar a su lado aun con sus sentidos en alerta ante cualquier movimiento sospecho en la zona.
Se posicionó a su lado una vez el contrario término por levantarse. Observo como las heridas de bala comenzaban a cerrarse con rapidez y dejaban su rostro como si nada. Ambos se aseguraron en silencio que el contrario se encontrara en un estado estable para seguir.
Laura dirigió su mirada hasta la mano del mayor que estaba su alcance y sin pensarlo mucho tomo su muñeca.
Logro percibir en la mirada del mayor su arrepentimiento por traerla, pero ya era muy tarde para dar marcha atrás. Apretó con fuerza su agarre en señal de apoyo cuando el mismo Logan tomo su mano por completo. Escucharon el acostumbrado golpeteo de las botas sobre la tierra y se prepararon para seguir su camino.
La intensa persecución los llevo hasta el interior de la base donde lograron infiltrarse a la fuerza. El sonido de la alarma les alerto a lo que se enfrentarían. Por cada pasillo que cruzaban tenían un nuevo combate que librar, pero al parecer no eran los únicos.
Las sirenas que alertaban en los ataques externos se hicieron escuchar. ¿Refuerzos? ¿Las armas X faltantes, finalmente habían llegado?. No estaba seguro y tampoco se detendría a averiguarlo.
Ingresar al laboratorio principal fue más sencillo de lo que imaginó. Gracias al equipo infiltrado de Charles, lograron cortar tiempo hasta entrar a la habitación que mantenía la sustancia que tanto ha peleado por encontrar. Años de constante combate y muerte, y ahora finalmente pondrá un final a todo.
El equipo que los acompañaba se dispersó para distraer la atención de lo que sucedía en ese cuarto. La extracción era lo primordial, sin ese suero no solamente perderían la única ventaja contra las armas X, sino que también saldrían perjudicados, si el suero llegara a ser usado contra ellos.
La organización Romulus no juagaba limpio y ahora ellos tampoco. Dudaban que dieran un golpe de estado por este ataque, demasiado ocupados protegiendo su imagen y las ubicaciones de sus demás laboratorios.
Logan busco en la habitación junto a Laura su objetivo. No sólo encontró una sola prueba, tomo en manos el maletín que contenía al menos una cantidad de diez frascos perfectamente sellados. Su color azul metálico era demasiado atractivo, observo las jeringas que estaban cerca de su ubicación, pero desistió de la idea que cruzaba su mente.
No lo haría, nunca con Laura presente.
Cerró de nueva cuenta el maletín justo cuando la alarma cerca de su pasillo se escuchó por todo el lugar. Tanto Logan como Laura escucharon a la perfección como los soldados se desplegaban del otro lado de la puerta. Ambos sacaron sus garras dispuestos a defenderse.
Las puertas se abrieron y dejaron a su paso la vista de aproximadamente una docena de hombres que elevaron sus armas, les apuntaron sin miedo a lo que viniera.
A ninguno ahí presente les importó que una menor se encontrara en el lugar. Ambos pelinegros estaban dispuestos a correr hasta ellos cuando alguien susurro a sus espaldas.
Voltearon sus rostros hacia atrás dudando, sí que lo que habían escuchado había sido real, pero cuando lo hicieron a sus espaldas se escuchó el sonido de cuerpos cayendo.
Giraron sus cabezas rápidamente para ver a todos los agentes noqueados en el suelo y dirigir su mirada a la única persona de pie entre ellos.
Logan abrió los ojos sorprendido al verlo después de tanto tiempo. Su corazón empezó a palpitar con rapidez, trago grueso y reconoció ese cosquilleo en su estómago cuando su mirada se encontró con la del velocista.
Laura por su parte, observo la interacción de ambos hombres con una mediana sonrisa idéntica a la de su padre.
—Mierda, luce tan bien –Murmuro el mayor sin quitarle la mirada de encima.
—Lo sé –Acepto la menor con arrogancia sin borrar su sonrisa – Pero por su cara, creo que ahora sigues tú.
En menos de un segundo Peter se encontraba frente a ambos con los brazos cruzados viendo a su hija que le sostenía la mirada divertida; ignorando por completo al mayor que se deleitaba con su presencia.
—Tienes mucho que explicar Laura.
Tan
Tan
¡Tan!
¡Llego nuestro velocista fav!
En lo personal, adoro el estilo maduro de Peter. Creo que fue lo mejor que dejo la Movie Dark Phoenix. En mi opinión okay.
Post: Solo dejar una cosa en claro, Logan ya sabía que Erik era el padre de Peter. Aclaro esto porque como ya se dieron cuenta él no se impresiona mucho que Laura trate a Erik como su abuelo. Él ya sabía ese detalle, pero permaneció en silencio respetando la decisión de Peter de no decirle nada mientras aún eran pareja.
Okay! ¡Muchas gracias por leer y apoyar la Historia!
Esperó disfrutarán del Cap. Tanto como yo en escribirlo
!Nos vemos la próxima semana! Bye!
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