II
Mientras el mundo exterior seguía su plácido curso, no hubo olvidó para Sorrento, no está vez
La mañana afloraba radiante mientras el sonido de golpes en la puerta interrumpía su plácido sueño
La noche anterior, Sorrento cerro la puerta y la atranco por dentro, para de esta forma protegerse de la gente de Poseidón, si es que decidían regresar.
Nuevamente el sonido incómodo de la puerta se hizo escuchar, esta vez con mas fuerza, así que restregandose la cara, acudió a abrirle a quien despotricaba desde el corredor de edificio.
Una sola mirada vasto para ver el como
Julián aprecia tras la puerta despeinado y con la ropa corrida. En una mano tenía una bolsa de papel y en la otra su chaqueta.
No necesitaba decirle donde estuvo, podía olerlo en la ropa sucia que llevaba puesta.
- anoche me fue muy bien en el casino, sorrento-
Decía mientras se adentraba a la casa y se dejaba caer en el sofá.
- no lo vas a creer, gane tres veces seguidas en la ruleta después de mucho y también creo que por fin encontré candidatos para ser tu Alfa. Me daran menos adote por ti, pero algo es algo. No es fácil conseguir que alguien se interese en ti con el problema que tienes ¿sabes?-
Las mismas palabras de siempre por parte de Julián.
Lo mismo de siempre para justificar su ausencia de días o incluso semanas
-ju... Julián..-
-te prometo que no te pasará nada, son buenos Alfas, tal vez un poco mayores que tu, pero sabrán cuidar de ti-
Si tan solo pudiese hablar articuladamente, le diría tantas cosas a Julián. Pero ahora, sólo se limitaría a decirle lo más importante.
-vi...Vinn...o...a..bus...cate....tt...tu...ss..sabe-
No necesitaba repetirlo ni siquiera continuar con la idea. A Julián se le borró su sonrisa triunfante y casi cae del sofá en el que se encontraba, en su rostro podía notar que la borrachera se le habia bajado a causa del susto.
-¿cuando vino?-
-a..a.. anoche-
-¿que le dijiste? maldita sea sorrento responde...-
-que....nnn...no...s...tabs...v... vo... volver...d.. di... dijo-
-mierda...esta bien aún tenemos tiempo para juntar el dinero, hablaré con Krishna y le explicaré todo, con suerte me dará un par de días y entonces...-
-nnnn...no...nno...era...eel-
-¿entonces era Isaac?-
Sorrento negó.
-k...k...ka...¿kasa?-
Dijo con voz temblorosa y llena de miedo. Sintiéndose desvanecer al ver que sorrento nuevamente negaba.
En ese momento sintió su sangre congelarse,al momento que deseaba que su alama abandonase su cuerpo.
Tenía que ser una broma, esto no podía estar pasando, no ahora. En verdad que Poseidón estaba realmente furioso y en verdad quería su dinero. Todo mundo sabía que cuando mandaban a Kanon a cobrar, era algo serio.
Julián estaba en problemas y lo sabia muy bien. Kanon estaba tras sus pasos y eso no eran buenas noticias.
-¡Dame todo el dinero que tengas, rápido!-
-nnnn...-
-¡¡sorrento, si no me das el dinero kanon va a matarnos!! ¡damelo,ahora!-
-ya..s..ssss...se...lo...di-
Sorrento se encogió de hombros. No tenía más centavos qué darle
-nnnn...no...sss..Su... suficiente-
-¡¡tenemos que conseguir dinero... rápido!!-
Grito desesperado.
¿que iba a hacer?
¿De donde esperaba Poseidón que consiguiera la cantidad que quería?
-¡¡kanon va a matarnos!!-
Exclamó tomando sus hebras celestes entre sus manos mientras tiraba con fuerza.
Ese hombre era un sádico, apenas le dijera que no tenía el dinero, kanon no tardaría en matarlo de la por forma que se le ocurriese.
Tenía que haber otra solución, alguna otra forma de pagar, tenía que encontrar la forma de convencer a kanon que le diera más tiempo
¿pero como?
Sorrento en ningún momento dijo nada, no serviría que lo hiciera.
Sencillamente se dedicó a ver cómo Julián corría de un lado a otro.
volteando los muebles de cabeza, buscando en cualquier ricón algún rastro de dinero, pero sin obtener resultados.
Después de tanto buscar
Finalmente reparo en el pequeño microondas que tenían en la cocina.
Lo desempolvo y limpio un poco, para finalmente tomarlo y dejarlo sobre la mesa, seguido después del televisor y unas cuantas valijas más.
-ddo..don..donde...lo..lle...llevas-
-lo voy a empeñar, necesitamos dinero y si no lo consigo, ese maldito loco no sabes de lo que sería capaz ¿conoces a kanon? ¿ha, lo conocés? -
-nno..-
-Poseidón solo lo utiliza para asuntos serios, el no te pregunta ni le interesa escuchar razones. Si no pagas te mata...¿quieres morir?-
Sorrento negó rápidamente.
-¡entonces ayudame a conseguir dinero!-
Dijo para finalmente arrojarle el estuche de su violín a la cara y salir con prisa junto a todas las valijas que recolectó.
Sorrento salió casi enseguida después de el. Y sin más abandonó el departamento de igual forma.
No podía quedarse en casa, no por ahora con Julián así de alterado. Tal vez Volvería en la noche y Seguramente Julián ya no estaría. Y esta vez se encontraba seguro en que no le vería en mucho tiempo. Julián tenía que esconderse de Poseidón y su matón, hasta que encontrará la manera de pagar lo que debía.
Una vez en el corredor del edificio, sorrento se detuvo un momento para evaluar sus opciones.
¿En donde diablos tocaría este día?
La estación ya no era una opción, Cassio lo mataría apenas lo viese ahí.
¿la ciudad? Para nada, apenas sintieran que era Omega los demás no tardarían en intentar capturarlo para venderlo o peor aún, una bola de Alfas lo tomaría para darse placer a gusto, para finalmente matarlo. al ver que no tenía marca alguna que lo reclamará como propiedad de alguien.
Solo quedaba un lugar... La plaza comercial de betas. Si seguramente juntaria algo de dinero ahí, los betas solían ser amables muchas veces.
Si bien tenía prohibido ir ahí en este momento tenía asuntos más importantes que atender.
Necesitaba ver cómo hacia para conseguir dinero, y de esa forma ayudar a Julián a pagar deudas atrasadas.
*******
Cuando abrió los ojos, la música en su teléfono celular lo acabó de despertar. Olvidó apagarlo y ahora casi no le quedaba nada de batería. Una botella de cerveza todavía seguía adherida a su mano y kanon le dió un sorbo largo, para acabar de despertarse.
No solía dormir mas que unas cuantas horas, por que lo consideraba una pérdida de tiempo.
Así que se puso de pie de un salto y recordó que se quedó dormido en el sofá de su pequeño apartamento.
La noche anterior no se molestó en regresar a ver a Poseidón.
Aquel idiota seguramente tenía asuntos que atender por su cuenta y le dijo seriamente que ni se le ocurriera aparecer por ahí. Si claro como si a él le importara las órdenes de Poseidón.
La noche anterior antes de llegar a su apartamento, pasó por un restaurante de comida rápida. Compro algo para cenar y una caja de cerveza.
Después de todo le dió un buen uso al dinero que le quitó al enano ese.
Aunque al contarlo era menos de lo que esperaba.
al darse cuenta que la mayoría eran billetes de $20 Sintió ganas de regresar a buscar a ese chiquillo estúpido y patearle el trasero.
Ya tendría tiempo de arreglar eso después
Pensó mientras apuraba el último sorbo de la botella, ya era casi medio día y su estómago le avisó que era momento de comer algo.
Terminaría de usar los billetes arrugados que le quitó al enano. Se le estaba antojando algo de pizza, pasaria después por una rebanada, después de darse un baño.
Rascándose la cabeza, se dió cuenta que no podía quitarse a ese enano estúpido de la mente.
Es que...
¿quien diablos tenía tantos billetes de $20?
¿que hacia?
¿ trabajaba de stripper?
La sola idea le arranco una carcajada solitaria. Y aquí iba otra vez.
¡todo era culpa de Poseidón!
Devio dejar que le diera una paliza y una rompida de tracero al enano ese.
¿que importaba que ese mocoso fuese el Omega de Julián?
Tomar a su Omega sería como un escarmiento por no pagar a tiempo
¿por que Poseidón tenía que detenerlo,carajo?
Hubiese sido reconfortante dejarlo bien molido. Si seguramente ese enano se ponía a llorar para que dejase de pegarle.
hubiese sido perfecto ver la cara de Julián al ver que alguien más disfruto de su propiedad. No hay peor humillación para un Alfa que eso.
Bajo el grifo del agua, Kanon intento arrancarse a es Omega de la mente, pero simplemente no Podía.
No podía pensar en otra cosa que no fuera tener al Omega de Julián.
Verlo llorar y sumplicar piedad mientras amansillaba su cuerpo una y otra vez
Lo que en verdad quería era volver a ese departamento miserable, en busca del enano patético y darle una buena golpiza.
Era un asunto que dejó inconcluso, eso era lo que le estaba molestando tanto. Tenía que terminar con el trabajo que le mandó Poseidón, hasta conseguirlo no iba a estar tranquilo.
Volvería por la noche, a buscar el dinero y al enano ese. No, a Julián al maldito bastardo de Julián era a el que debía ajustarle cuentas.
No se iba a burlar de el, menos aún pensar que podía hacerlos esperar con el pago. No le iba a fallar a Poseidón su orgullo no se lo permitía.
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