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Narra Geno:
Ahí estábamos de nuevo, en aquella acolchada cama saciando nuestros deseos por medio de un acto carnal. Cómo siempre decidiendo arreglar nuestros problemas y molestias con una noche de apasionado sexo el cual nos ayudaba a olvidar el enojo y solo centrarnos en las necesidades lujuriosas del contrario.
Finalmente terminamos sudorosos y agitados en aquella cama la cual tuvo que presenciar la una de muchas veces en las que terminábamos así por una discusión tonta o mal entendidos que siempre debían terminar con ambos teniendo sexo, era una rutina que no parecía cansarnos, pues con cada juego erótico que prácticabamos nos hacia ansiar la siguiente vez que nos peleariamos; la mire pensativa y sería lo cual no era extraño ya que siempre terminábamos por reflexionar "por qué siempre tiene que terminar así?".
Ella me volteo a ver con sus ojos perdidos entre una profunda tristeza que los encuentros sexuales no podían desaparecer, rápidamente la arrulle entre mis brazos y la dejé desahogarse, no habían palabras, solo un llanto que necesitaba salir urgentemente de su sistema.
Parecía querer darme explicaciones con palabras inentendibles las cuales eran silenciadas por tiernos besos de mi parte y una que otra palabra de consolación, odiaba verla así pero era simplemente parte de la rutina, no era algo novedoso y sobre todo algo que me quebrase aún más por dentro puesto que el sentimiento de dolor me abandono después de un año de la misma rutina; al terminar de llorar simplemente me pedía perdón repetidamente pero simplemente era respondida con un seño serio de mi parte y finalmente palabras...
Y le dije:
"Porfavor ya no llores...no tienes nada de que disculparte, simplemente es algo que pasa y no hay cabida en este momento para pensarlo... simplemente no hablemos, quedemos en silencio y que todo se resuelva mañana"
Dije mientras la abrazaba con fuerza pues quería dejarla descansar con su mente tranquila por ahora, la dejé en mi pecho dejándola llevarse por el sonido de mi alma retumbar de amor por ella, no me sentía lo suficientemente valiente para darle una solución a esa noche como normalmente solía hacer, no estaba listo para arreglar aquello, era algo que simplemente me arrebasaba y no podía procesar todo correctamente.
Finalmente ella callo dormida y me quedé pensando en si valía la pena seguir aquella rutina, ya habían pasado 5 años de hacer exactamente lo mismo y sentía que era simplemente inútil seguir intentando, la chispa seguía pero simplemente cada vez la esperanza era menos y poco a poco esa pequeña chispa dejaba de brillar; no había día que no se discutiera en esa casa principalmente vacía ya que ella había perdido a nuestro tercer bebé en los últimos dos años, estaba afligida, triste y destrozada por no poder tener una familia como cualquier otra mujer.
Su familia la despreciaba y le hacían creer que ella no era una "mujer de verdad" y era lo que ocasionaban las peleas, su constante auto engaño de creerse no digna de mi amor por no ser "mujer de verdad" me hacía perder la cabeza, simplemente estaba cansado de repetirle una y otra vez que no importaba cuántas veces su familia dijera lo contrario, con o sin familia ella era auténtica y mi más grande amor.
Al final terminé quedándome dormido para a la mañana siguiente despertar entre los brazos de mi amada esposa, la desperté con un cálido beso y un simple "buenos días" para posteriormente asearme y caminar vagamente a la cocina para empezar a preparar el desayuno para ambos, al terminar de cocinar llegó ella aún decaída por la última pelea pero rápidamente la abrace y la eleve del suelo dándole vueltas y finalmente dejándola en el suelo ahora ella con una pequeña sonrisa en sus labios, la guíe a la mesa y le serví su desayuno y desayuné tranquilamente con ella; cuando ambos terminamos le dije que esperara un segundo pues tenía una sorpresa que darle y camine a la habitación y de un pequeño cajón secreto saque una carpeta la cual le di,
ella me miró confundida pero aún así abrió la carpeta leyendo atentamente lo que decían los papeles y rápidamente sus ojos se llenaron de lágrimas para después voltear y decirme:
"V-vamos a ser padres?..esto no es u-una broma verdad?"
Dijo mientras me abrazaba con fuerza dejando en la mesa unos papeles de adopción donde teníamos planeado adoptar a un pequeño bebé el cual nos esperaba a unas cuantas calles de nuestro hogar, la abrace con cariño para después juntarnos en un amoroso beso y finalmente le respondí:
"Jamás jugaría con tu sueño de ser madre mi amor, quizá no es nuestro pero hagamosle vivir la vida que soñamos como si lo fuera"
Rápidamente nos arreglamos e íbamos a toda prisa al lugar donde se supone debería estar nuestro pequeño, al llegar nos recibió una amable señora la cual nos guió al cunero donde estaba el bebé. Al instante se le fue entregado a mi esposa y ella con lágrimas en sus ojos lo tomo entre sus cálidos brazos y lo empezó a mimar con tanto cariño y felicidad que note como esa aura triste se alejaba para nunca volver y el brillo en sus ojos era más potente.
Me aleje un instante pues debía terminar de llenar algunos papeles de la adopción del pequeño y al terminar pudimos ir a casa, al estar en nuestro hogar fue cuestión de tiempo para que la joven empezará a jugar amorosamente con el infante en sus brazos el cual sonreía gustoso pues era tiernamente acariciado y besado además que eran acompañados de la más dulce de las voces que podía hacer aquella ahora madre primeriza, tenía todo previsto así que con antelación había comprado lo necesario para cuidar al pequeño y solo faltaría su pequeño cuarto pero eso sería después.
Me acerque a ella y al bebé y a ambos les di un pequeño choque de dientes en sus mejillas y después los abrace como si fueran a desaparecer en cualquier instante y finalmente mis cuencas se humedecieron por mis lágrimas de felicidad.
Sin duda la vida tuvo aún más significado para ambos ese día.
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