Capítulo 24: "Un mal inicio: Un nuevo curso"
Un grupo de jóvenes miraban en unas vitrinas unas hojas mientras murmuraban entre ellos.
Saco el más alto puntaje, mucha casualidad, decía con ironía Lunch.
Pues a nosotros no nos fue tan mal, sobre todo a Vegueta, creo que después de todo el haber hecho equipo con ella le favoreció, segundo puesto, decía el calvo mirando al mencionado.
A mí no me favoreció nadie, la nota que saqué la obtuve por mi buen desempeño al menos tengo que reconocer que ese me califico de forma justa, respondió el joven cabello de flama.
Al menos contigo fueron justos, en cambio conmigo, decía un apuesto jovencito de cabello alborotado, mientras imágenes del examen práctico venían a su mente al tiempo que su rostro pasaba de la felicidad a la molestia.
Pero porque te quejas insecto, tú nota no es mala, es bastante buena, es más yo pensé que el comandante Zamas te reprobaría, dijo con una ligera sonrisa Vegueta.
¿Y por qué pensaste ello Veguetita?, pregunto Lunch posando su mirada en su amigo.
¡Eh¡ porque Gokú siempre decía que el comandante Zamas se la traía con él, cuando este nos enseñaba el curso de supervivencia, acoto Vegueta.
Eso es cierto, no ves que siempre se la agarraba conmigo en la clase, dijo Gokú sonriendo.
Ay, bebé, dijo la rubia sonriendo.
Miren chicos, también colocaron una hoja con los cursos que restan, decía Krilín.
Haber, dijeron los jovencitos acercándose al calvo, para ver la hoja.
Solo tres cursos más y podremos ser parte del "Comando Dragón", decía emocionada la rubia de cabello ondulado.
Haber linda, dijo Vegueta mirando el papel, para continuar diciendo: Aquí dice tres cursos más, una misión y examen final.
Sí, es cierto, acoto Krilín, haciendo una pausa para decir: Eso quiere decir que el comandante Bills, puede ser nuestro próximo maestro.
Sí, cierto, ¿y cuándo iniciamos la nueva clase o tendremos descansito como en los cursos anteriores?, dijo Lunch.
Dice que inicia hoy mismo, leía Gokú, quedándose callado repentinamente para luego de algunos segundos decir alarmado: Inicio hoy, acá dice salón de armas nucleares, 10 a.m..
¿Qué?, ¿estás seguro Kakaroto?, respondió alarmado Vegueta.
Sí, dijo Gokú.
Pero si ya son casi las diez, dijo Lunch igual de alarmada.
Corramos al aula de armas nucleares, dijo Gokú mientras sus amigos asentían y echaban a correr.
De razón, los únicos que estamos por aquí éramos nosotros, acoto Krilín mientras corría.
¿Y dónde queda el aula de armas nucleares Kakaroto?, dijo Vegueta.
¡Eh¡ pues, ¿tú no lo sabes?, respondió sonriendo Gokú.
Claro que no Kakaroto, dijo con firmeza Vegueta.
El aula 10 chicos, dijo un hombre alto de mirada fría.
¡Eh¡ gracias, dijeron los jovencitos mientras seguían su loca carrera.
Me dio miedito, dijo Lunch.
¿Será también comandante de algún ejercito?, pregunto el calvo.
No lo creo, si no hubiera estado el día de la presentación, debe ser algún teniente, dijo Vegueta mientras seguía corriendo.
En tanto: "Dentro de un aula"
Un grupo de chicos estaban en silencio esperando la entrada de su nuevo maestro., luego de algunos minutos de espera este llego, junto a dos hombres más.
Los jóvenes se pusieron de pie, mientras estos tomaban su ubicación frente a ellos al tiempo que un grupo de jóvenes detenían su loca carrera fuera del aula.
¡Buenos días¡ disculpen el retraso, ¿podemos entrar?, dijeron los jóvenes a coro, al tiempo que uno de los tres hombres los miro con firmeza y luego miro a sus asistentes.
No, dijeron los otros dos hombres.
Pero maestro, decían los jóvenes.
Tienen puntos menos en su primer examen práctico, una de las virtudes de cada miembro del ejercito es su responsabilidad, si ustedes no son responsables, no podrán cumplir de manera adecuada las misiones, respondió el hombre con firmeza mientras los jovencitos que estaban en el aula se miraban entre sí con temor.
Pobres, dijo en voz baja Milk, mientras su rubia amiga asentía.
Vegueta, ¿por qué llegaste tarde si tú no eres impuntual?, pensaba la peli azul.
Pero maestro, es la primera vez que cometemos una falta así, le prometemos que no volverá a repetirse, decía Vegueta, mientras sus amigos asentían.
Aquí no hay primeras, ni últimas veces, sino son responsables, puntuales, organizados, habilidosos, fuertes, inteligentes, entonces, no sirven para el ejército, dijo el hombre con firmeza.
Fue un inconveniente, no sabíamos que hoy tendríamos nuevo curso, en los anteriores cursos siempre hemos tenido un descanso antes de empezar un nuevo curso, acoto Gokú.
Pues eso era antes, ya van a mitad de su aprendizaje, las cosas cada vez serán más complicadas soldado, dijo el hombre con firmeza, haciendo una pausa para decir: Retírense de aquí, vuelvan para la clase de la tarde.
Como puede ser tan inquebrantable, ¿acaso a usted nunca le paso alguna confusión en sus horarios?, dijo Lunch con molestia.
Lunch, dijo un calvo en voz baja.
¿Su apellido soldado?, respondió el hombre.
¿Qué?, dijo la rubia.
¿Su apellido soldado?, volvió a repetir el hombre.
Como puede ser tan severo, dijo Gokú, mientras Vegueta y el calvo asentían.
Suficiente, están fuera de este curso, acoto el hombre.
¿Quééeeeeeee?, dijeron los cuatro jóvenes.
Pero si yo no dije nada, se lamentaba un calvo, mientras los murmullos en el aula se empezaban a formar.
Pobres, decían unos.
Eso les pasa por contestalones, decían otros.
Y otros, como tres bellas chicas solo permanecieron en silencio mientras observaban al grupo de jóvenes mirar con impotencia al nuevo maestro.
Haber, haber, haber, que pasa aquí, dijo el mismo hombre de mirada fría que se había cruzado con el grupo de jóvenes mientras venían al aula.
Estos soldados que no quieren obedecer mis órdenes, mi General, dijo el hombre.
General, usted nos vio en el pasillo...., decía Gokú, siendo interrumpido por el hombre de mirada fría.
Cierto, estos muchachos andaban buscando el aula, Comandante Ashiko, dijo el hombre de mirada fría.
Bueno, entonces, por esta vez se les pasara su falta, ingresen al aula, que ya vamos a empezar con el curso, ya estamos todos completos, dijo el Comandante Ashiko.
Si, gracias, dijo Gokú y sus amigos.
Vaya, es te curso si será muy complicado, decía un joven de cabello largo, mirando a una peli azul de cabello largo que solo asintió.
Tendremos dos maestros para este curso, decía una rubia de cabello corto.
Eso parece amiga, respondió otra peli azul pero de cabello corto.
Chicas guarden silencio, no vaya hacer que nos quieran castigar, decía con temor la pelinegra.
Una vez que los jovencitos faltantes entraron al aula, el comandante Ashiko, empezó con las presentaciones respectivas y ha hablares del nuevo curso.
Minutos después:
Dos grupos, decían algunos jóvenes.
Durará tres meses este curso, decían otros.
Es que dicen que es el curso de manejo de armas nucleares por ello un mes no es suficiente para nuestra preparación, decía un calvo.
Pero no comprendí bien, ¿abran dos grupos que asistiremos en diferentes horarios?, pregunto Lunch.
Sí, eso también entendí yo, respondió Vegueta.
Si, 15/15 dijo Gokú sonriendo.
Sí, es cierto, nos dividirán en dos grupos iguales, acoto el calvo, mientras sus amigos asentían.
Mientras Gokú y sus amigos platicaban, a unas carpetas más adelante un trío de chicas también estaban sumergidas en una entretenida platica mientras sus maestros organizaban los grupos.
Ojalá y nos toque juntas, porque si no, solo nos veremos para dormir, decía con nostalgia la pelinegra.
Si, ello es cierto, pero, ¿qué criterios irán a tomar para armar los grupos?, dijo Bulma.
No creo que sea por orden de lista, de lo contrario, ya hubieran dicho los 15 primeros van al grupo de la mañana y los 15 restantes van al grupo de la tarde, acoto Dieciocho.
Cierto, dijeron Milk y Bulma a la vez, al tiempo que sus maestros parecían haber llegado finalmente a un acuerdo.
Haber chicos guarden silencio, dijo uno de los maestros, al tiempo que los jovencitos se acomodaban de manera correcta en sus asientos.
Los alumnos que se quedaran para continuar con la clase de la mañana serán los que lea a continuación, los que no sean llamados en este horario, están en el grupo de la tarde, decía uno de los comandantes.
Si, la clase en el turno tarde empieza a las 3, ahora si......., decía el General mientras empezaba a mencionar a los jóvenes que estaban en el grupo de la mañana.
Minutos después:
Se completa la lista con el soldado Son Gokú, dijo el maestro, haciendo que sus amigos que ya estaban en el grupo de la mañana sonrieran.
Juntos, dijo Krilín sonriendo.
Si, juntos, respondió Gokú mirando con disimulo a una pelinegra que junto a sus amigas platicaba.
Bueno chicos, los que no fueron llamados, hagan el favor de retirarse, que tenemos que dar inicio a la clase, decía uno de los maestros, mientras sus asistentes, se dirigían a traer unos maletines.
Y los que se quedan, siéntense en los asientos más cercanos a nosotros, la clase de hoy será netamente práctica, ¿necesitamos saber que tanto saben de armas nucleares?, dijo el otro maestro.
Los jovencitos que estaban en el aula en el primer grupo, ocuparon asientos en la parte delantera del aula.
No puedo creer que esas estén en este horario, pensaba Lunch, mientras miraba con molestia hacia un grupo de chicas.
Como son 15 soldados, para la próxima clase se sentarán según los grupos que se les indicara antes del término de la clase, dijo uno de los comandantes.
¿Grupo de cuantos integrantes será maestro?, pregunto un entusiasta Gokú.
Grupo de 5 soldado, pero sus compañeros de grupo los conocerán más adelante, dijo el hombre de mirada fría.
Los jovencitos recibieron una cajita, cada uno con varios mini armas nucleares que ellos tenían que identificar de acuerdo a lo que mencionaban sus profesores.
Luego de más de tres horas de clase, y teniendo como resultado que muy pocos de ellos conocían de armas nucleares, uno de los maestros empezó a mencionar a los integrantes de los equipos.
Que alegría, estaré en el mismo grupo que la rubiecita linda, y lo mejor de todo es que no estará Lunch, así podré acercarme más a ella, pensaba un calvo, cuando uno de sus amigos, dijo algo que lo saco de sus pensamientos.
Que desgracia, decía una rubia de cabello ondulado con molestia.
Si, tienes razón, decía con cierto malestar un joven cabello de flama, mientras una peli azul lo miraba.
No puedo creerlo, esto es karma, dijo Bulma en voz baja.
Hay amiga, cuanto lo lamento, no imagine que te pasaría una desgracia así, respondió la rubia, cuando escucho: Son Gokú y Milk Ox, completan el grupo.
¿Dime que escuche bien?, decía Bulma.
Si amiga, estoy en tú equipo, respondió Milk con una dulce sonrisa sin notar que, a la distancia, una rubia de cabello ondulado, la miraba con rabia, mientras un apuesto jovencito de cabello alborotado no cabía de la felicidad.
Al menos no estaré sola, acoto Bulma sonriendo.
Bueno chicos, ya saben sus equipos de trabajo, a partir de mañana, se tienen que sentar juntos pues el trabajo que hagan durante estos tres meses es un trabajo de equipo......, decía el maestro mientras Gokú sonreía mientras buscaba la mirada de la pelinegra.
Horas después:
Lunch, entraba furiosa a su habitación, mientras Marón que estaba sentada sobre una cama la miraba.
¿Qué te pasa?, dijo Marón.
Qué me va a pasar, nada, nada, respondió Lunch con rabia.
Si te pasa algo, ¿cuéntamelo?, dijo Marón sonriendo.
Que quieres que te cuente, que haré grupo con esas dos insoportables chicas y que....., decía Lunch, quedándose callada repentinamente mientras pensaba: Pero si seré atarantada, creo que esto es lo mejor que pudo pasarme, estando ellas en mi equipo, yo podré estar pendiente de ambos, si los podré vigilar, así esas no andarán de resbalosas con ellos y ellos no andarán de rogones con ellas, sobre todo mi bebe que parece hechizado por esa estúpida fresita....
Lunch, Lunch,..., anda, cuéntamelo, decía Marón mirando fijamente a la rubia de cabello ondulado.
No hay nada que contar amiga, nada que contar, no te preocupes, respondió Lunch sonriendo de repente causando intriga en la peli azul.
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