Un joven cabello de flama se encontraba en un aula junto a sus amigos, supuestamente escuchando lo que su joven maestro les decía, y digo supuestamente, porque eso no era lo que él precisamente hacía, desde que entro al aula y del comentario de su amiga rubia que involucraba a su novia secreta, él no había podido concentrarse para nada, pues las palabras de Lunch, le venían una y otra vez a su cabeza.

Es la verdad Veguetita, Brief tiene algo con un teniendo del "Comando Dragón", él es quien le dejo esa carta, bueno más bien es una cita.

Eran las palabras que le venían una y otra vez a la mente haciendo que él no pueda concentrarse.

Soldado Ouji, ¿cuál sería la solución a este problema en el espacio?, decía Zamas, posando su mirada desde el lugar donde se encontraba en el joven cabello de flama.

Oye Vegueta, te habla el odioso maestro, decía Gokú en voz baja mientras miraba a su amigo.

¿Qué?, respondió confundido Vegueta.

La solución al problema que plantee soldado Ouji, volvió a decir Zamas.

¿Solución?, dijo Vegueta confundido, mirando a sus dos amigos que levantaban las manos mientras movían su cabeza de un lado a otro dando a entender que no tenían la respuesta. El joven cabello de flama poso su mirada en la rubia de cabello ondulado que le sonrío mientras levantaba su mano.

Maestro, yo le digo la solución, dijo Lunch.

Soldado Ouji, ¿qué le pasa?, es la primera vez desde que empezó mi curso con este grupo que ante una de mis preguntas usted no me tiene una respuesta, dijo Zamas, sin responder al ofrecimiento de la rubia de cabello ondulado.

Siempre hay una primera vez maestro, fue lo único que atino a decir Vegueta mientras la peli azul de cabello corto, lo miraba confundida.

Pues no puede descuidar el desempeño que ha venido demostrando en el curso a estas alturas soldado Ouji, recuerde, que es semana final del curso, por lo tanto toda participación suma y podría evitar que vaya a un curso de recuperación que le restarían posibilidades de entrar al "Comando Dragón", claro si ese comando es su prioridad, recuerden que el "Comando Dragón", solo busca la perfección, cero errores. Bueno, soldado Ichi, dígame ¿cómo solucionaría usted un problema como el que plantee?, dijo Zamas mirando a la rubia de cabello ondulado.

Bien maestro yo,.........., decía Lunch mientras todos sus compañeros posaban su mirada en la rubia.

Horas después:

La hora del receso llego, algunos jóvenes salían del aula mientras otros aún permanecían en ella platicando.

¿Qué te paso Vegueta?, eso de que no sepas la solución a un problema, no lo esperaba de ti, decía un calvo intrigado.

Es cierto, eso nos puede pasar a Krilín o a mí, acoto un apuesto jovencito de cabello alborotado.

¡Gokú¡ dijo Krilín con reproche.

¿Qué?, respondió con una sonrisa Gokú.

Chicos, chicos, no discutan, a cualquiera le puede pasar, Veguetita en esta oportunidad no sabía la respuesta, es todo, dijo Lunch tomando del brazo al nombrado y depositando un beso en la mejilla del mismo al ver a una peli azul pasar cerca de ellos con sus dos amigas.

¿Qué le pasa a esa?, no comprendo, ¿por qué Vegui le permite que sea así con él?, se supone que yo soy la novia y a mí me anda escondiendo por no tener problemas con ella, pensó Bulma mientras salía del aula junto a sus dos amigas.

Bulma, ¿pasa algo?, dijo una rubia de cabello lacio.

No, claro que no, vamos al cafetín, respondió la peli azul.

Minutos después:

En verdad chicos, vayan ustedes, yo no me siento muy bien, creo voy a resfriarme, dijo Vegueta.

¿Pero estarás bien?, pregunto un preocupado Gokú.

Si, si estaré bien, no se preocupen, yo me quedo aquí en el aula, respondió Vegueta.

Yo me quedo contigo, dijo Lunch.

No es necesario linda, ve al cafetín, respondió Vegueta.

Me quedaré, ya está decidido, además tengo galletas y refresco, dijo Lunch.

Pero con eso no me llenare, respondió Gokú.

Hay bebe, ve con Krilín por algo al cafetín, luego regresan, ¡ah¡ si pueden nos traen algo, dijo Lunch con una sonrisa, mientras pensaba: Por ahora mi prioridad es hacer que Veguetita se decepcione de Brief, la fresita por ahora no es problema y la antipática de Android menos.

Claro Lunch, dijo Krilín sonriendo mientras posaba su mirada en su apuesto amigo de cabello alborotado para decir en voz baja: Apúrate Gokú, antes de que se arrepienta.

Si, si, tienes razón, dijo Gokú sonriendo.

¿Qué se cuchichean?, pregunto Lunch mirando a su par de amigos.

¡Eh¡ nada malo Lunch, solo le dije a Gokú que nos apuremos pues los sándwich especiales se terminan pronto y luego nos quedamos sin nada, respondió el calvo.

Sí, eso me decía Krilín, acoto Gokú.

Pues entonces vayan insectos, no pierdan tiempo, dijo Vegueta con firmeza.

Hay Veguetita, ya volviste hacer el mismo, me estabas preocupando, acoto Lunch con una ligera sonrisa en su rostro.

Vámonos Gokú, dijo Krilín echando a correr fuera del aula.

Si, vamos, respondió Gokú mientras lo seguía.

Apúrate amigo, ¿sabes lo que significa estos minutos sin Lunch?, dijo Krilín sonriendo mientras corría.

¿Qué la extrañaremos a ella y a Vegueta?, respondió dubitativo Gokú.

No, no, bueno, si los extrañaremos, estamos acostumbrados a compartir momentos con ellos, pero ya no somos unos niños Gokú, ya crecimos, tenemos nuestros propios intereses, también queremos compartir momentos con otras personas, por ejemplo con alguna chica que nos guste y que ahora que no está Lunch...., decía Krilín mientras se sonrojaba al pensar en la rubia de cabello lacio, siendo interrumpido por el joven de cabello alborotado.

Milk, si tienes razón, podré acercarme a ella, dijo Gokú con una amplia sonrisa en su rostro.

Así es amigo, respondió el calvo.

Entonces apresúrate Krilín, que el tiempo de receso es muy corto, dijo Gokú echando a correr más rápido, topando sin querer con su brazo a su amigo haciendo tambalear.

¡Gokú¡ dijo el calvo.

Ja ja ja, ¡disculpa, disculpa amigo¡ pero tenemos que aprovechar los minutos, decía Gokú mientras aceleraba más su loca carrera.

En tanto: "Cafetín"

Al menos hoy nos dio receso, decía Dieciocho mientras una bella pelinegra asentía y una peli azul parecía tener sus pensamientos en otro lugar.

¿Qué le pasa a Bulma?, dijo Milk mirando a la rubia.

No lo sé, está extraña desde que empezó la clase, respondió Dieciocho.

¿Estará así por ese papelito que le dio Lunch?, dijo Milk con preocupación.

No lo creo, ella me dijo que era algo sin importancia, respondió la rubia, mientras miraba a la peli azul que parecía sumergida en sus pensamientos.

¿Y si en verdad no me está tomando en serio?, si solo me está usando como un pasatiempo, pensaba Bulma.

Aula:

Y así como te digo Veguetita, no es la primera vez que los he visto juntos, por ello te digo que ella es una aprovechada, no debería sacar ventaja de esa forma, si su novio está en el ejército bien, pero que este se mantenga al margen de todo lo que ella realice aquí, creo que es lo justo, ¿no?, decía Lunch.

Sí, es lo justo, respondía Vegueta ocultando su molestia, mientras pensaba: Bulma tiene un novio en el ejército y no me lo dijo, o solo es una confusión, pero entonces, ¿por qué la cita?

Pero dime Vegui, ¿por qué el interés de saber más de esa relación?, dijo Lunch, mientras pensaba: Sabía que no te quedarías con la espinita si te sembraba la duda.

Porque me gustan las cosas justas y si alguien está tomando ventaja de formas incorrectas, hay que denunciarlas, dijo Vegueta con firmeza.

Si, tienes razón Veguetita,......., respondía Lunch, mientras pensaba: Si todo sale como lo tengo planeado, pronto tú y Brief terminaran queridito.

Cafetín:

Un joven de cabello alborotado llegaban a la mesa donde estaban tres hermosas chicas.

¿Podemos?, dijo el calvo en referencia a compartir la mesa.

Sí, no le vemos el problema, respondió Dieciocho mientras sus amigas asentían.

Chicas, voy a tomar un poco de aire, dijo Bulma poniéndose de pie.

¿Te incomodamos?, si es por ello, nos retiramos, acoto Krilín.

No, no, claro que no, es solo que me duele un poco la cabeza, háganle compañía a mis amigas, aprovechen que no tienen a su guardaespaldas, y hablando de ello, ¿dónde se quedó ella?, dijo Bulma para saber si la rubia estaba con el joven cabello de flama como ya lo intuía.

Se quedó con Vegueta en el aula, respondió Gokú.

¡Ah¡ dijo Bulma, antes de continuar su camino mientras pensaba: Está con ella, está con ella.

Una vez que la peli azul salió del lugar los cuatro jovencitos se quedaron solos empezando una amena plática entre ellos.

Minutos después:

Si, de echo será una semana muy difícil, con duras pruebas, sobre todo la teórica, decía Gokú sonriendo.

Pero tú eres bueno, de seguro pasaras el curso, respondió Milk.

Tú también eres buena, decía Gokú, al tiempo que un hombre de cabello plomizo entraba al lugar.

Si, ello es cierto, Milk, aunque parece frágil, es una chica muy fuerte e inteligente, decía Dieciocho mientras el calvo la miraba embelesado al tiempo que una voz interrumpió la plática de los cuatro jovencitos.

Soldado Ox, ¿necesito hacerle unas preguntas?, dijo Zamas.

Dígame comandante, respondió la pelinegra.

Aquí no, vamos fuera, es algo confidencial, dijo Zamas, mientras miraba con molestia al joven de cabello alborotado.

¿Confidencial?, respondió intrigada la pelinegra mientras la rubia se miraba con el par de chicos extrañada por la presencia de su maestro.

Si, confidencial, ya hablé con la señorita Cirys, pero ella no sabe la respuesta, dijo Zamas, mientras pensaba: Tengo que buscar pretextos para alejarte de Son y poder hablar contigo, aunque sea por algunos minutos, así solo sea para hablar de temas de estudios, con ello por ahora me conformo.

Bueno, está bien, respondió Milk poniéndose de pie, para caminar tras su superior.

Es un aprovechado, dijo Gokú con molestia.

¿Aprovechado?, respondió Dieciocho con una ligera sonrisa en su rostro.

Inventa pretextos para estar cerca de Milk, dijo Gokú con molestia.

En vez de ponerte así, deberías tú también de buscar más momentos para estar cerca de mi amiga, así esa rubia antipática que tienen por amiga se enfade, claro si en verdad te interesa Milk, respondió Dieciocho, haciendo sonrojar al joven de cabello alborotado al haber hecho notar sus sentimientos.

Ese es un buen consejo rubiecita bella, yo lo tomare en cuenta, decía Krilín, mirando a la rubia, haciendo que esta sonría.

Fuera del cafetín:

¿Una tarjeta?, decía Milk intrigada.

Si, una tarjeta, pero no es cualquier tarjeta, es una que contiene mucha información para el comando, ella estaba en el cuarto en el cual Cirys, yo y tú, estuvimos para la primera prueba, decía Zamas.

No recuerdo haber visto una tarjeta con las características que dice, respondió Milk.

De seguro, lo deje en otro lugar, de igual manera gracias por sacarme de la duda, decía Zamas, al tiempo que el timbre sonaba indicando el reinicio de las clases.

Al aula, dijo Zamas, con una ligera sonrisa en su rostro antes de alejarse de la pelinegra.

Tiempo después:

La clase trascurrió con normalidad, una vez que está concluyo, los jovencitos salieron de la misma para ir al comedor.

Bulma prefirió salir antes que sus amigas pues no se sentía bien y decidió ir a su habitación en vez del comedor.

Lo que ella no noto es que tras de ella, salieron Vegueta y Lunch, pues Krilín y Gokú se habían aún quedado en el aula esperando una nueva oportunidad para volver a pasar algunos minutos más con las chicas que les atraían.

La peli azul iba caminando por un pasillo cuando de repente un apuesto joven de cabello negro lacio, salió de una habitación. El joven al ver el rostro decaído de su amiga decidió acercarse a ella, sin notar que era ya la hora en la cual los jovencitos iban hacia el comedor para almorzar, y obligatoriamente tenían que pasar por ese pasadizo, pues no había otro que los llevara a este.

¡Bulma¡ ¿qué te sucede linda?, ¿a qué se debe esa carita?, dijo Diecisiete en tono preocupado, acercándose a su amiga, para tomar una de sus manos, mientras con la otra mano levantaba el rostro de su amiga para que esta lo viera a los ojos, sin notar que un joven cabello de flama y una rubia de cabello ondulado miraban la escena a distancia.

Vez, te lo dije, es una zorra, decía Lunch mirando a un devastado joven cabello de flama, mientras veía al joven de cabello negro lacio, entrar con la peli azul a la misma habitación de la cual había salido minutos antes.