Capítulo 13: "Confesiones que dan alegría y otras que destrozan el corazón"
Una peli azul temblaba en los brazos de un joven cabello de flama mientras una rubia, los observaba a ambos.
Estás nerviosa, dijo el joven cabello de flama mirando a una peli azul que estaba en sus brazos.
¡Eh¡ no, no, solo tengo un poco de frio, respondió lo más calmada que pudo la peli azul para disimular su nerviosismo.
Entonces, ¿tienes fiebre?, dijo con preocupación Vegueta rompiendo la maniobra mientras la rubia de cabello corto se acercaba a ellos.
¿Qué sucede?, pregunto Dieciocho.
Creo que Bulma tiene fiebre, dijo Vegueta.
No, no, claro que no, solo sentí frio, es todo, dijo sonriendo la peli azul mientras miraba al joven cabello de flama y pensaba: Ay que lindo es, se preocupó por mí, tal vez si sienta lo mismo que yo.
Y para colmo aquí no tenemos nada con que medir la temperatura, decía Dieciocho.
No te preocupes amiga, estoy bien, mejor has la maniobra con Vegueta, a ver si la aprendiste, respondió Bulma.
Está bien, dijo Dieciocho mientras se acercaba al lugar donde estaba el joven cabello de flama.
Fuera de las habitaciones:
Un par de jóvenes platicaban separados de sus demás compañeros mientras esperaban la salida de algún otro chico.
Eres muy alegre, platicar contigo es un gusto, me haces sonreír mucho, decía Broly con una ligera sonrisa en su rostro mirando a una peli azul de cabello largo.
Pues gracias, y tú eres muy apuesto, respondió Marón sonriendo.
¿En verdad piensas ello?, dijo Broly siguiéndole la plática a la joven.
Si, eres muy apuesto, y se nota que eres una buena persona, respondió Marón mirando a los ojos al joven que estaba junto a ella, haciendo que este sienta una especie de electricidad recorrer su cuerpo.
Pues gracias, tú eres una chica muy hermosa además de alegre, dijo Broly haciendo sonreír a la peli azul.
En tanto:
Un joven de cabello alborotado se acostaba en el piso de la habitación donde estaba mirando fijamente el techo mientras pensaba: Sin duda tengo mala suerte, hasta ahora no me toca hacer equipo con ella, y para incrementar mi infortunio, ni siquiera puedo acercármele en clases, Lunch podría molestarse y hasta enfermar pensando que ya no quiero ser su amigo, y ello no es cierto, ella siempre será mi amiga, pero ella a veces es tan insegura y susceptible, además ha sufrido mucho. Krilín, Vegueta y yo, somos su familia, tal vez la única como ella dice, somos amigos desde hace mucho, y la queremos mucho, ella es una hermana para los tres, por lo mismo prometimos que nunca más ella volvería a sentirse triste.
El pensamiento del joven de cabello alborotado fue interrumpido por un fuerte sonido que provenía de una computadora que estaba dentro de la habitación.
Son, Son, escucho Gokú tras el sonido.
El maestro Zamas, pensó Gokú mientras se ponía de pie para dirigirse a ver la pantalla.
Al fin me escuchas, decía su joven maestro a través de la pantalla de la computadora mientras el apuesto joven de cabello alborotado lo miraba.
Dígame, respondió Gokú.
Cuadriplicare la gravedad de tú habitación, ¿crees poder continuar en ella o prefieres que abra las puertas de la misma para que salgas?, respondió Zamas.
Cuadriplíquela maestro, yo saldré de aquí cumpliendo el reto, dijo Gokú haciendo una pausa para decir: ¿Mis demás compañeros, siguen en sus habitaciones?
No solo quedan algunos valientes, aunque en realidad son muy pocos, al saber que cuadriplicaría la gravedad la mayoría desistieron, dijo Zamas.
¿Milk?, pregunto Gokú.
Ella sigue aquí, bueno aumentare la gravedad de las habitaciones, ya sabes si no puedes resistir, comunícamelo, dijo Zamas.
Ella sola o....., decía Gokú cuando la imagen de su maestro desapareció del computador y una terrible pesadez se apoderaba de su cuerpo haciendo que el apuesto jovencito dejara caer su cuerpo al piso.
En otra habitación:
Hay que pesadez, decía Krilín mientras se encontraba acostado en el piso frente de Lunch.
Sí, es cierto, ya ni puedo respirar bien, pero no me rendiré, decía la rubia de cabello ondulado.
Yo tampoco, yo tampoco, decía el calvo mientras un joven de cabello verde, que estaba de pie los miraba a ambos.
Horas después:
Ya no puedo más, decía una peli azul de cabello corto.
Solo unas cuantas horas más linda, resiste, decía Vegueta abrazando a la peli azul.
Si amiga, resiste unas horitas más, respondió Dieciocho.
No, ya no puedo amiga, ya no, dijo Bulma.
Bien, le diré al maestro que abra la puerta de la habitación para que salgas, respondió Vegueta mientras se separaba de la peli azul para ponerse de pie.
Habitación principal:
Bien, no te preocupes, ahora abro la puerta para que salga, decía Zamas mientras a unos metros suyos una pelinegra tomaba agua de una botella.
Se acabó, dijo en voz baja la pelinegra mientras miraba su botella.
¿Qué?, dijo Zamas girando a ver a la joven.
Mi agua se acabó, y creo que aún faltan algunas horas para cumplir el reto, decía Milk con cierta nostalgia en su voz.
No te preocupes, lo cumplirás, eres una de las tres mujeres que siguen en pie y creo que llegaras hasta el final, solo confía en ti, dijo Zamas.
Si, maestro, respondió Milk con una cálida sonrisa.
Horas después:
Dos pelis azules platicaban con un joven al tiempo que las puertas de las habitaciones del reto se abrían.
Se abrieron, dijo otro de los jóvenes que estaban en el lugar.
Cierto, dijo otro.
Al tiempo que de las habitaciones salían los jovencitos que habían cumplido por completo el reto.
¡Vegueta¡ dijo Bulma poniéndose de pie al ver salir al joven cabello de flama delante de su amiga rubia.
El joven cabello de flama camino hacia la peli azul, al tiempo que esta iba a su encuentro.
¿Cómo estás?, dijo Vegueta al llegar frente a ella.
Bien, estoy bien, respondió Bulma.
En tanto:
Dieciocho se acercaba a su novio que estaba junto a otra peli azul.
Lo lograste, dijo Broly.
Si, si pude, decía Dieciocho posando su mirada en la peli azul.
Eres muy valiente amiga, dijo Marón.
Mientras Dieciocho platicaba con su novio y su amiga, un apuesto jovencito de cabello alborotado se acercaba a una pelinegra que estaba parada bajo el umbral de una de las puertas de las habitaciones del reto.
¡Felicitaciones¡ pasaste el reto, dijo Gokú mirando dulcemente a la pelinegra.
Si, pensé que no lo lograría, pero finalmente lo logre, respondió la pelinegra con dulzura, al tiempo que a unos metros de distancia una calvo y una rubia de cabello ondulado miraban la escena.
¿Qué hace Gokusito con esa?, dijo Lunch con molestia.
Creo que fue a preguntarle algo, respondió Krilín para tratar de calmar a la rubia.
Voy con ellos, dijo Lunch.
Te acompaño, respondió Krilín mientras miraba con disimulo a la rubia de cabello corto al pasar cerca de ella.
Minutos después:
Lunch y Krilín llegaban tras los pelinegros que parecían estar platicando con total calma.
Bebé, lo lograste, dijo Lunch haciendo que el joven de cabello alborotado gire a verla.
Ustedes también, dijo Gokú al tiempo que la pelinegra se alejó de ellos para ir con su grupo de amigos.
2 semanas después:
Ya habían pasado dos semanas desde la prueba de resistencia, dos semanas durante los cuales la amistad entre Vegueta y Bulma se había incrementado más, tanto así que aprovechaban cada minuto que ellos tenían juntos para conocer más del otro, debido a ello los sentimientos de ambos iba creciendo más en sus corazones, pero ellos no eran los únicos que aprovechaban algunos minutos para conocerse más, Broly y Marón también lo hacían, ellos a pesar de no ser compañeros de equipo, siempre buscaban alguna oportunidad para que puedan platicar, de ellos, de lo que acontecía en sus grupos y de sus metas, pero esa cercanía no solo había forjado una amistad entre ellos sino además había creado cierta confusión el Broly quien estaba empezando a sentir dudas de sus sentimientos hacia su novia, quien ni sospechaba de la confusión que estaba teniendo su novio en su corazón y cabeza.
Gokú por su parte, no tenía avance con Milk, él apenas le hablaba cada vez que podía en el aula y de un saludo, o un pequeño cruce de palabras no pasaba.
Cafetín:
Un calvo que estaba en una mesa junto a su grupo de amigos observaba con disimulo hacia una de las mesas del lugar donde estaba una rubia de cabello corto que parecía estar discutiendo con su novio.
¿Parece que estuvieran discutiendo?, pensaba el calvo mientras miraba a la rubia y su novio, al tiempo que uno de sus amigos se ponía de pie.
¿Veguetita, a dónde vas?, pregunto Lunch.
Voy a los servicios higiénicos linda, respondió Vegueta.
¡Disculpa Veguetita¡ pensé que te sentías mal, dijo Lunch mientras Gokú sonreía por la respuesta de su amigo.
No linda, estoy bien, respondió Vegueta antes de continuar su camino, mientras el calvo seguía mirando con disimulo hacia la mesa de la otra rubia.
En tanto:
¿Dime la verdad?, ¿qué te sucede?, ¿por qué has cambiado tanto en estas dos semanas?, hasta pareciera que te aburrieras de mí, que te sintieras incomodo con mi compañía, decía Dieciocho con nostalgia.
Dieciocho, dijo Broly con pesadez, haciendo una pausa para decir con nostalgia: No sé qué me pasa la verdad, tal vez nos precipitamos en una relación tan temprana.
¿Qué?, dijo la rubia.
Dieciocho, creo que lo mejor es que lo nuestro termine, respondió Broly con la mayor calma posible.
¿Qué?, ¿terminar?, ¿por qué?, dijo la rubia con voz entrecortada.
No quiero seguir engañándote, ni engañándome, tú eres una gran chica, una gran amiga, compañera, eres hermosa, inteligente, habilidosa, en pocas palabras eres increíble en todo sentido, tú me deslumbraste con tu belleza y forma de ser, no lo voy a negar, pero...., decía Broly con nostalgia.
¿Pero qué?, respondió Dieciocho conteniendo las lágrimas para no llorar.
No es amor lo que siento por ti, no lo es, dijo Broly con firmeza.
¿Cómo puedes saberlo?, respondió Dieciocho con la misma firmeza.
El día en que salí de la habitación de gravedad, pude tener la oportunidad de tratar por más minutos a otras chicas, no solo a Bulma, Milk o a ti, y no es que me esté quejando de ello, pero la verdad desde que nos hicimos novios, solo e podido cruzar palabras con tus amigas y eso que solo algunas palabras pues la mayoría de horas las hemos pasado juntos, pero ese día puede platicar más de solo 5 minutos con una chica y desde ese día no dejo de pensar en ella, es más la he estado viendo a tus espaldas, pero solo como amiga, no vayas a creer que como algo más, y en este tiempo he descubierto que ella me gusta,...., decía Broly.
¿Quién es?, dijo Dieciocho con firmeza.
¡Dieciocho¡ no tiene caso que te diga su nombre, respondió Broly.
Si, si lo tiene, ¿quién es?, dímelo, después de todo si tanto te gusta de seguro las harás tu novia, ¿no?, dijo Dieciocho con tristeza.
Marón, respondió bajando la mirada Broly mientras la rubia sentía su mundo derrumbarse.
Ma...rón, dijo Dieciocho con nostalgia.
En un pasillo:
Un joven cabello de flama giraba por un pasillo sin darse cuenta que en dirección contraria a él una peli azul venía.
A los pocos minutos el par de jóvenes tropezaron uno contra el otro. Vegueta para evitar que la peli azul cayera al piso, la tomo de la cintura poniéndola nerviosa.
¡Gracias¡ dijo Bulma en tono nervioso.
No hay nada que agradecer, respondió Vegueta mientras miraba a la peli azul, al tiempo que llevado por sus sentimientos acercaba su rostro al de la joven mientras decía: Eres hermosa.
¡Gra...gra...gracias¡ respondió sonrojada Bulma haciendo una pausa para decir mientras miraba el rostro del joven que aún la tenía sujeta de la cintura: Tú eres muy apuesto.
Me gustas, dijo Vegueta.
Tú también, respondió Bulma sintiendo una gran alegría dentro de ella, antes de sentir los labios del joven de cabello de flama sobre los suyos.
Cafetín:
Un calvo seguía con la mirada a una hermosa rubia de cabello corto que se puso de pie y salió a paso firme de una mesa dejando solo al que supuestamente era su novio.
¿Qué abra sucedido?, pensaba Krilín.
Krilincito, un panecillo más, dijo Lunch sacándolo de sus pensamientos.
¡Eh¡ si, ¡gracias Lunch¡ respondió el calvo mientras recibía el mismo.
Tú bebe, dijo la rubia de cabello ondulado mirando al joven de cabello alborotado.
Allí no más Lunch, ya estoy lleno, respondió Gokú mientras pensaba con preocupación: Qué extraño, ¿Por qué no abra venido al comedor?, a lo mejor la prueba de resistencia al agua que tuvimos ayer le cayó mal.
En tanto:
En una habitación una pelinegra daba vueltas en una pequeña cama mientras sentía su cuerpo arderle de la fiebre que tenía, al tiempo que pensaba: No, no puedo enfermarme, no, no puedo, si enfermo, no podre seguir aquí y de nada abra servido tanto esfuerzo para alcanzar un cupo del ejército.
La pelinegra miro una cadenita que sostenía en su mano y dijo en voz baja: Mami, mamita, protégeme, ayúdame a recuperarme, ayúdame a recuperarme.
Nota:
¡Gracias a todas las personas que estén siguiendo está historia¡ ¡gracias de antemano por sus votos y comentarios¡ espero y la historia este llenando sus expectativas y les saque unas cuantas sonrisas.
Así como el amor sigue entrando al ejercito terrícola, el desamor también se hace presente, si quieres saber como continua está historia te invito a seguir cada uno de sus capítulos.
Con mucho cariño.
PrincesaLirio.
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