¿Una fiesta?, decía levantando una ceja una hermosa peli azul de cabello corto tras escuchar lo que un apuesto joven que era parte de su grupo decía.

Así es, Lunch, me invito y me dijo que pasara la voz, respondió Broly.

¿Lunch?, ¿la chica antipática?, acoto Dieciocho.

No es antipática hermosa, es solo que no la has tratado lo suficiente, pero puedo garantizarte que no es mala chica, dijo Broly.

¿Acaso la has tratado a nuestras espaldas?, dijo con firmeza Bulma mientras le apuntaba con uno de sus dedos en señal de acusación.

Bulma, dijo una bella pelinegra colocando sus manos sobre los brazos de su amiga para calmarla.

No Milk, Broly, nos traiciono, se supone que somos sus únicas amigas, además Dieciocho es su novia, respondió la peli azul.

Así es, Dieciocho es mi novia, y yo no le veo lo malo a tener más amigas que ustedes, ¿a poco ustedes no tienen amigos?, respondió con firmeza Broly mirando a las tres chicas.

Creo que Broly tiene razón amiga, no es malo tener amigos, aunque sean antipáticos o antipáticas, dijo Dieciocho sonriendo mientras tomaba del brazo a su novio.

Si, tal vez tengas razón, nosotras también hemos hecho amigos aquí, no podemos prohibirle a Broly que no los tenga, acoto más calmada Bulma.

Así es chicas, además a mi esa chica no me parece mala persona, dijo Milk con dulzura.

Hay Milk, tú eres muy inocente y confiada, tanto que pareces no notar la envidia que te tienen, dijo Bulma mientras la rubia asentía.

¿Envidia?, respondió Milk.

Chicas, mejor dejemos las cosas así, yo voy a darme un baño para alistarme para la fiesta, dijo Broly antes de retirarse.

Si tiene razón, ya no queda mucho tiempo, tenemos que deslumbrar Dieciocho, recuerda que somos tan pocas chicas que de seguro todos en esa fiesta tendrán sus ojos puestos en como iremos vestidas, decía Bulma mientras miraba a su amigo alejarse al tiempo que pensaba: Además está es mi oportunidad para sorprenderlo más con mi belleza.

Si tienes razón, aunque al único que quiero deslumbrar es a mi Broly, dijo Dieciocho suspirando.

Pues con más razón amiga, tienes que lucir espectacular, decía la peli azul mirando a la rubia mientras la pelinegra miraba a ambas y sonreía.

En tanto:

En un aula vacía un grupo de chicos se encontraban decorando el lugar mientras platicaban entre sí.

¿Cómo le hiciste Lunch para conseguir que te prestaran un aula?, preguntaba un calvo.

Pues use la psicología con el conserje del ejército, respondió la rubia de cabello ondulado sonriendo.

No comprendo, dijo Gokú.

Hay insecto, Lunch le hablo al corazón, respondió Vegueta.

¿Lunch, se puede hablar al corazón?, decía intrigado el apuesto joven de cabello alborotado.

Bebe, a lo que Vegui se refiere es que apelé a los sentimientos, le dije que necesitamos distracción, ya llevamos varias semanas aquí, somos jóvenes y pues una fiestita nos ayudaría a quitarnos el estrés de esta semana, además lo invite hacer parte de la misma, le hice que recuerde su juventud......, decía Lunch mientras sus amigos la escuchaban con atención.

Vaya Lunch, sin duda eres muy audaz, siempre consigues lo que te propones, dijo Gokú.

Así es bebé, así es, respondió la rubia de cabello ondulado con una amplia sonrisa en su rostro al tiempo que una peli azul de cabello largo entro al lugar.

¿En qué te ayudo amiga?, dijo Marón mientras miraba con disimulo a los amigos de la rubia.

Acompáñame a traer los refrescos, respondió Lunch mientras pensaba: Ni loca, dejo a está con mis amigos, a simple vista se nota que es una zorrita.

Claro, dijo Marón mientras sonreía mirando de manera coqueta a los tres jovencitos que fingieron mirar hacia otro lugar para no provocar molestia en su amiga rubia.

Linda chica, dijo el calvo al ver salir a la peli azul de cabello largo tras su amiga.

No que te gustaban las rubias de cabello lacio, dijo sonriendo el joven cabello de flama mientras su amigo asentía.

Pues sí, pero es difícil no reconocer tanto atributo, respondió el calvo sonriendo.

Allí te doy la razón insecto, es imposible no reconocer ello, acoto Vegueta riendo.

¿De qué hablan?, dijo Gokú sonriendo.

¿Qué no estuviste atento a nuestra plática?, respondió Vegueta incrédulo.

No, dijo Gokú con calma.

Pensé que estaba interesado en nuestra plática amigo, acoto el calvo con calma. 

Pues en un comienzo sí, pero luego me distraje, respondió Gokú sonriendo.

¿Y se puede saber qué te distrajo?, dijo Vegueta mirando fijamente a su amigo.

Solo me preguntaba si Lunch, la invito, respondió Gokú sonriendo.

Tienes razón, no lo habíamos tomado en cuenta, dijo Krilín.

Es cierto, pero creo que, aunque ella no lo haya hecho de seguro Marón lo hizo, ya ven es una chica muy sociable, hasta se ganó la amistad de Lunch, respondió Vegueta.

Cierto, dijeron el par de jóvenes a la vez.

Tiempo después:

La fiesta organizada por Lunch daba inicio, el lugar estaba casi repleto y digo casi pues las únicas que faltaban eran las tres bellas jovencitas que para nada eran de la gracia de la rubia de cabello ondulado, quien se sentía muy feliz al pensar que ellas no vendrían.

Estás muy contenta, decía Vegueta mientras le entregaba a la rubia un vaso con refresco.

Claro Veguetita, todo quedó como lo tenía pensado, respondió la rubia mientras uno de sus amigos miraba hacia la puerta de entrada.

Es que tú eres muy buena organizando las cosas, dijo Krilín.

Gracias Krilincito, respondió Lunch.

Pero creo que no invitaste a todos, Lunch, dijo Gokú con calma.

¿Qué bebé?, pregunto Lunch fingiendo no haber escuchado lo que su amigo le dijo.

Kakaroto tiene razón, como somos solo 30, es fácil notar cuando alguien falta, dijo Vegueta.

Y más si son chicas, acoto el calvo.

No comprendo, dijo Lunch haciéndose la desentendida.

Son pocas chicas, solo..., decía Vegueta quedándose callado repentinamente al ver entrar al lugar a una hermosa peli azul junto a sus bellas amigas, vestidas con unos hermosos trajes de noche.

Ya llegaron las que faltaban, dijo Krilín con cara de bobo mientras miraba a la rubia que a los pocos segundos fue tomada de la mano por su apuesto novio haciendo que el calvo saliera de su ensueño.

Sí, acoto Gokú sonriendo mientras miraba a la bella pelinegra.

Pues, ya estamos completos, dijo Lunch con una sonrisa fingida, ocultando su molestia.

Bueno, entonces que empiece la fiesta, la música está buena, decía Gokú.

Sí, es cierto bebe, ¿bailas conmigo?, dijo Lunch con voz de niña.

¡Eh¡ si, si, respondió Gokú mientras pensaba: Tendré que esperar para pedirle una pieza, solo espero que no se vaya a ir a dormir sin concedérmela.

Bueno vamos, dijo Lunch tomando la mano de su amigo al tiempo que giro su rostro para ver a sus otros dos amigos para decirles con voz de niña: Luego bailare con ustedes también.

Claro, claro, respondieron Vegueta y Krilín sonriendo.

Una vez que Lunch y Gokú se alejaron lo suficiente del par de jóvenes, ambos se miraron y dijeron a la vez: Aprovechemos este momento.

Luego de ello cada uno de ellos caminaron en diferentes direcciones, uno hacia el lugar donde estaba una peli azul junto a una de sus amigas y el otro en dirección a donde estaba la rubia de cabello corto junto a su novio.

Minutos después:

Vegueta llego junto a la peli azul y la pelinegra.

¿No bailan?, dijo Vegueta para dar inicio a la plática.

Yo prefiero mirar a los demás, respondió Milk con dulzura.

Vaya que es bella y dulce, está niña, pensó Vegueta.

Pues yo no, yo quiero bailar, pero hasta ahora nadie se atreve a invitarme, dijo en tono melodramático Bulma.

No lo creo, eso es imposible, dijo sonriendo Vegueta.

¿Por qué?, respondió de manera coqueta la peli azul.

Porque tu belleza no puede pasar desapercibida, dijo Vegueta mientras la pelinegra empezó a sentir que estorbaba.

¡Disculpen¡ voy por un refresco, dijo Milk, antes de dejar al par de jóvenes solos.

Es muy tímida, dijo Bulma mientras veía alejarse a su amiga.

Sí, ya lo noté, pero tú no eres así, respondió Vegueta mientras pensaba: Pobre Kakaroto, la tendrá bien difícil con esa bella niña.

No, claro que no, dijo Bulma sonriendo.

¿Bailamos?, pregunto Vegueta.

Por supuesto, dijo Bulma.

En tanto:

Un calvo platicaba con una rubia de cabello lacio mientras su novio bailaba con la amiga de esta.

Vaya que confías mucho en él, decía el calvo.

No comprendo, respondió Dieciocho.

Olvídalo, mejor dime, ¿no te gustaría bailar?, dijo el calvo mientras pensaba: Soy un mal pensado, no tiene nada de malo que su novio baile con su amiga, aunque parece que ambos se llevan muy bien, sonríen mucho, bueno Marón es muy alegre y algo coquetilla, más de una vez nos coquetea a mis amigos y a mí, pero ello no quiere decir que él corresponda a sus coqueteos, no, no debo pensar mal.

Sí, dijo la rubia con firmeza.

¿En verdad?, dijo emocionado el calvo.

Sí, mientras Broly baila con Marón, yo lo haré contigo, no tiene nada de malo, somos compañeros, respondió Dieciocho.

¿Compañero?, yo pensé que podríamos ser amigos, dijo el calvo.

No creo que a tú amiguita le guste la idea de que uno de sus amigos sea mi amigo, respondió sonriendo Dieciocho.

Porque no le va a gustar, Lunch es mi amiga, más no soy de su propiedad, dijo sonriendo el calvo.

Eso es cierto, respondió la rubia.

Entonces a bailar, dijo Krilín.

Si a bailar, respondió la rubia.

1 hora después:

Lunch, no crees que ya deberías bailar con Vegueta o Krilín, decía Gokú con una encantadora sonrisa.

¿Ya te aburriste solo de bailar conmigo bebé?, dijo Lunch fingiendo nostalgia.

No, no, caro que no, lo que sucede, es que ellos pueden sentirse despreciados por ti, decía Gokú sonriendo.

Es cierto, no lo había visto de ese modo, además ya no queda mucho para dar por concluida la fiesta, solo me dijeron que dure un par de horas, decía Lunch.

¿Un par de horas?, dijo Gokú mientras pensaba: No puede ser, solo faltan 20 minutos.

Sí, es que mañana empieza un nuevo curso, respondió la rubia de cabello ondulado.

Entonces ve con los chicos Lunch, no vayan a molestarse, decía Gokú.

Cierto, voy a bailar, aunque sea una pieza con cada uno de ellos, respondió Lunch.

Sí, sí, dijo Gokú antes que la rubia vaya en busca de sus otros amigos.

Gokú al ver a la rubia partir empezó a buscar con la mirada a la pelinegra pero no la encontró.

Creo que ya se fue, pensó Gokú con nostalgia al tiempo que se dirigía a la salida del lugar.

En tanto:

Lunch tras ver bailar a Krilín con Marón decidió ir al lugar donde estaba Vegueta junto a la otra peli azul, en una mesa.

Veguetita, cariño, dijo Lunch haciendo que el joven de cabello de flama girara a verla.

¡Lunch¡ dijo Vegueta.

¿Bailamos?, respondió la rubia de cabello ondulado.

¡Eh¡ claro, claro, dijo Vegueta girando a ver a la peli azul para decir: Un gusto platicar contigo.

De igual manera, respondió Bulma mientras veía partir al joven cabello de flama y la rubia.

Fuera del lugar:

Un apuesto jovencito de cabello alborotado detenía sus pasos al ver a una bella pelinegra sentada en una banca mirando fijamente algo que sostenía en una de sus manos.

¡Milk¡ dijo Gokú antes de caminar junto a ella.

La pelinegra al escuchar nombrar su nombre se puso inmediatamente de pie y giro su rostro.

Eras tú, pensé que eran uno de los comandantes, respondió Milk con dulzura.

Pues no, soy yo, dijo Gokú acercándose a ella.

Una vez que llego a su lado dijo: ¿Qué haces fuera?, te estuve buscando, quería que me concedieras una pieza.

¿Una pieza?, respondió Milk.

Sí, dijo Gokú.

No se bailar, respondió sonrojada la pelinegra.

Es sencillo, solo hay que dejarse guiar por la música, dijo Gokú sonriendo.

¿En verdad?, respondió Milk.

Sí, ¿te gustaría intentarlo?, dijo Gokú.

Sí, pero me da vergüenza, respondió Milk.

Aquí no hay nadie, dijo Gokú.

¿Quieres qué bailemos aquí?, pregunto Milk.

Sí, para que no sientas vergüenza si te equivocas, respondió Gokú con una cálida sonrisa.

Pero la música, dijo Milk.

Si nos acercamos un poquito más se escucha, respondió Gokú tomando la mano de la pelinegra para caminar con ella más cerca del lugar donde se estaba llevando a cabo la fiesta.

Cierto, dijo Milk, haciendo una pausa para decir: ¿Por qué me quieres enseñar a bailar?

Porque somos amigos, respondió Gokú con una encantadora sonrisa, tomando una de las manos de la pelinegra y colocando la otra en su pequeña cintura, para empezar a bailar una de las canciones lentas que en ese momento había empezado a sonar.