Soledad.
Pareja: Terra x Kairi.
Fandom: Kingdom Hearts.
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Un largo día de entrenamiento ha culminado, y como prueba de ello, la Luna está posada en lo más alto del cielo, cumpliendo su deber como vigilante de la noche.
Terra estaba en su habitación, vestido en una pijama sencilla que simplemente consistía en una camisa negra sin mangas y unos pantalones sueltos. No solía dormir a esas horas, se la pasaba más bien haciendo algunos ejercicios de estiramiento y resistencia; después de eso adelantaría una parte del libro que Aqua le recomendó.
En medio de la primera actividad, la puerta fue tocada. Con algo de confusión, él la abrió, encontrándose con la, en su comparación, diminuta Kairi.
La chica se notaba algo incómoda, apretando su labio inferior, con las piernas ligeramente cruzadas y su pie izquierdo sobando el derecho; aparte de que miraba hacia otro lado, evitando cualquier contacto visual.
—Kairi—exclamó suavemente con sorpresa—, ¿no deberías estar durmiendo?
—Ah, yo... Tuve una pesadilla...—su incomodidad aumentó al pronunciar esas palabras.
La expresión de Terra se mantuvo imperturbable mientras analizaba esas palabras, era claro que mentía, su comportamiento la delataba. Sin embargo, él pensó que a lo mejor tenía sus razones para ocultarlo.
Lo mejor era seguirle la corriente, dudaba que por hacer eso volviera a perder su cuerpo por otros doce años a manos de otro loco que asesine a sus amigos.
Para parecer reconfortante, mostró una sonrisa amable.
—Claro, pasa—se hizo a un lado y la chica obedeció, apropiándose de su cama de inmediato. Por alguna razón, al de pelo marrón le causó gracia.
Por un lado le parecía raro, aunque él con facilidad podía definir a Kairi como una chica "madura", también veía en ella una resplandeciente chispa difícil de apagar, era como ver a un Sol resplandeciendo hasta en la más aterradora oscuridad. En este momento, la pelirroja parecía haber sucumbido ante ella.
En un sentido metafórico y largo para decir que parecía deprimida, claro.
Él procedió a sentarse en el borde de la cama, Kairi al lado de él estaba boca arriba.
— ¿Quieres hablar de ello? ¿De qué trataba esa pesadilla?
La fémina tapó sus ojos por un rato, pensando en cómo sacar lo que sentía, la habitación estuvo en silencio hasta que ella acumuló el valor suficiente.
—Estaba sola en un lugar muy, muy oscuro. No podía ver ni hacer nada, pero cuando desperté lo primero que ví es a Sora desvaneciéndose en mis brazos y a Riku poseído por Ansem al punto de que le robó su cuerpo; aunque logramos salvarlos a ambos, ellos igual se fueron y me quedé sola de nuevo; pero los olvidé y seguí con mi vida, hasta que esos preciados recuerdos volvieron a mí y salí a buscarlos hasta cumplir mi meta de estar juntos; pero volví a quedarme sola cuando eso ocurrió... Ellos se alejaban cada vez más de mí, por mucho que corriera para alcanzarlos, siempre me tropezaba y ellos seguían hasta desaparecer, pero yo sigo corriendo con la esperanza de estar a su par.
Silencio de nuevo.
Terra no conocía desde hace mucho a Kairi, hace poco son amigos; no obstante, si ella vino hasta aquí, nada más hacía él para confesarle esto, es porque lo veía como un apoyo.
Por esa misma razón, no tuvo ningún problema en decir lo siguiente.
—Kairi, eso no fue un sueño.
Y ella sonrió con tristeza, viéndose descubierta.
Con lágrimas agolpándose en sus ojos, murmuró, aferrándose a la mano de Terra.
—Ya no quiero estar sola.
Reconfortante, él correspondió el tacto y con una expresión gentil le contestó.
—Ya no volverás a estarlo.
Esa noche se abrazaron hasta quedarse dormidos, una cálida compañía que espantó cualquier pesadilla.
Al día siguiente, el Sol volvió a brillar con fuerzas.
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