Fandom: Vocaloid.

Pareja: Piko x Nana.

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Mentiría si no dijera que estaba agonizando.

Todo su cuerpo le dolía, esos hombres no lo dejaban en paz. A la mínima orden su estómago era brutalmente golpeado. Su garganta ardía por las veces en que llegó a vomitar, siendo abofeteado por ella como castigo por casi ensuciar su ropa y zapatos de alta costura, mucho más caros que las insignificantes vidas de la familia del muchacho.

Eso fue lo que dijo ella.

Ahora, esa misma mujer que a la fuerza lo había amarrado a una silla de esta habitación, le sonreía con falsa inocencia, que dada la situación, daba la idea de ser absolutamente cínica y eso era.

—Entonces a partir de ahora...—el dedo índice de la diestra se deslizaba por el pecho del muchacho juguetonamente—. Tú serás mi novio y yo seré tu novia, ¿entendido?—ese mismo dedo se posó en su pecho, la forma en la que hablaba era encantadora.

¿Por qué esta mujer lo quería ahora como pareja? Cuando eran niños lo trataba fatal y lo primero que hace al volver a encontrarse después de todos estos años es secuestrarlo y torturarlo con el único objetivo de que sea su novio.

¿Qué mierda tiene en la cabeza? ¿Qué coño le sucede? ¿¡Y por qué él de todas las personas!?

Apretando los dientes, le gritó con toda sus fuerzas, pese al dolor de su lastimada garganta.

— ¿¡No te he dicho cientos de veces que ya tengo novia!? ¿¡Por qué coño querría estar con la mujer que abusaba de mí cuando era niño!? ¿¡Por qué carajos ahora te interesas tanto en este marica!?

Hubiera seguido gritando; sin embargo, con un chasquido de dedos de Nana, uno de sus guardaespaldas estampó la cara de Piko contra la mesa.

— ¿No te lo dije ya? Ahora me pareces atractivo, me gusta. Quiero un nuevo perrito, ¿por qué no muestras un poquito de esa adoración de cuando eras niño?—confesó con descaro. Con el índice, alzó el mentón de Piko, obligándolo a mirarla a los ojos—. Lo de tu novia es muy fácil de resolver, termina con ella, dile: "Me cansé de ti, no quiero volverte a ver, sólo te usé por despecho para intentar superar a mi primer amor, pero ahora que tengo la oportunidad de estar con ella, no la voy a dejar pasar". ¿Ves? Simple. Ella lo entenderá, al igual que tú no tiene otra opción.

¿Cómo podía decir semejantes cosas con tanta tranquilidad? Ella literalmente veía a las personas como perros, a lo mejor juguetes.

Nana frunció el ceño al no tener ninguna respuesta, pronto reemplazó la expresión de exasperación por su usual sonrisa cínica.

—Ah, ya veo, necesitas otro incentivo, puedo hacer que por el momento mis guardaespaldas te corten los dedos de los pies y después me encargaré de arruinarle la vida a tu dulce novia ¿Debería mandar a alguien para que sea asesinada, secuestrada y torturada o podría hacer que la violen y subirlo todo a las redes? Piko—canturreó, su sonrisa ampliándose al ver las reacciones asustadas del varón—. Tú decides, o dejas a tu novia o le destruyes la vida. Es más beneficioso hacerle creer que nunca la viste más que como un pedazo de carne a que amanezca descuartizada en una bolsa.

Uno de los hombres apretó un objeto frío en su cien, el albino palideció al darse cuenta rápidamente que era una pistola.

—Tienes diez segundos para aceptar antes de que te vuele los cesos. No dudes que haré todo lo que dije, tengo el suficiente poder y fortuna para salir impune.

Diez.

Nueve.

— ¡Está bien! ¡Está bien! ¡Seré tu novio, pero deja a Iroha fuera de esto, por favor!—Piko ya no pudo aguantar las lágrimas, gritando desesperadamente por piedad.

De inmediato el arma de fuego fue alejada y lo liberaron, con dificultad se levantó, mirando de frente a frente a Nana. La diferencia de altura era notable, pero aún así él se sentía chiquito en su presencia.

— ¿Ves que no era tan difícil? ¡Estoy tan feliz de tener un nuevo novio! Los otros no duraron mucho antes de ser desechados, pero tengo el presentimiento de que tú sí lo lograrás. Me gustas mucho—procedió a abrazarlo. Piko sintió escalofríos, en especial al escuchar la palabra "desechar" dudaba mucho que pudiera encontrarse casualmente con esos hombres.

—Te besaría, pero acabas de vomitar y eso sería asqueroso—lo soltó, distanciándose unos pasos sólo para observar a su nuevo perro de pies a cabeza con orgullo—. Pórtate bien y serás recompensado con jugosos premios, atrévete a fallarme y lo más piadoso que recibirás será una patada. Entonces, ¿cómo hacen los perritos?

Resignado, apretando sus puños y deshaciéndose de su orgullo, respondió.

Woof.

— ¡Muy bien, así se hace!—como recompensa, la pelo verde acarició su cabello.

Si pudiera encontrar una forma de morir sin que sus seres queridos se vean afectados, la tomaría sin dudar.