tres
Apenas había empezado la segunda semana de clases cuando sabía que ya iba a llegar tarde, mamá empezándome a regañar de que se tenía que parar porque perdí el autobús, pero no era mi culpa, solo me quede viendo un Webtoon, nada malo, pero vaya es que el protagonista es tan guapo.
— ¡Sunwoo! Ya deja de estar en las nubes y baja de una vez buena del carro. —murmuró mi mamá, haciendo que sobresaltara y empezáramos a reír ambas por mi reacción.— Espero que tengas un buen día.
Terminó por despedirse con su dulce sonrisa dándome un beso en la frente, me despedí y salí del auto, empecé a caminar por la cera donde varias personas caminaban o andaban en bicicletas. No pasó mucho cuando estaba subiendo las escaleras para llegar al pasillo donde correspondía mi clase, bueno no llegaba tan tarde.
La campana, la campana se escuchó, tres veces avisando que era el último aviso y que solo quedaba un minuto para que permitieran a los estudiantes entrar a clase. Mi clase estaba al final de pasillo y yo apenas estaba entrando, había que ponerse marcha a la obra.
Empecé a correr importándome más tener una asistencia antes que recibir un regaño de que no corriera por los pasillos por una señora de unos 60 años que cuidaba los mismos para que no hiciéramos desastre. Abrí la puerta de manera bastante rápida entrando y justamente se escuchó la última campana de la mañana avisando que más estudiantes no entrarían a clases. Salvada, por primera vez que tuve tanta suerte, como también puede ser la última vez.
— ¿Señorita Jea? —el profesor de historia me miró, no sabía si su rostro era de decepción, sorpresa o burla. Pero si que se divertía viendo como estaba agitada y caminaba hacia mi pupitre respirando un poco fuerte.
— P-Presente... —respondí como si fuera por instinto, lo que menos me provocaba ahorita era tener que darle una explicación o algo así. Aunque eso también podría ser irrespetuoso y no quería verme así, entonces le hice una reverencia como de disculpas.
Así me senté al lado de mi compañero favorito, Yuno, el chico que desde que habíamos empezado la semana pasada me había molestado y apenas se veía como buena persona o hacía mi. Escondía su sonrisita con su manga mientras me veía y trataba de mostrarse serio por sus ojos decían otra cosa por las medía lunas que se mostraban.
— ¿Las aves buscaron comida en tu cabello o algo así? —preguntó no entendía porque hasta que me vi en el cristal que teníamos al lado y todos mis cabellos estaban alborotados.
Okay ya podía entender si algunos compañeros se burlaban de mi, así me los arregle sentándome y solo quedándome callada.
— No hablemos... Estamos en clase. —termine por susurrar riendo, me sentía como una idiota.
¿Por qué sentía que todo lo extraño me pasaba a mi? Como tenía el cabello perfectamente arreglado, o bueno lo mejor que había intentado y por solo correr menos de treinta segundos había quedado como un nido de aves. Bueno Yuno tenía razón en algo.
(...)
Las chicas se reían de mi por la historia que había contado Hyebin de mi al llegar a clase con el cabello alborotado, agitada, casi sudando y haciéndole una mala cara al chico que se sienta al lado mío.
— Tienes algo contra Jaehyun. —murmuró Seohee, como si me estuviera reprochando sobre eso.
— No es que tenga algo contra él, solo que es molesto, siempre trata me dices cosas innecesarias o se burla de mi. —me excuse, era verdad, era por eso que no me caía tan bien. Las únicas veces que me hablaba era para decir algo que no tenía sentido o burlarse de mi por algo que yo hacía.— Es un tonto...
— Ay, cariño por favor... Los chicos son así, más si tratan de ser tus amigos. —volvió hablar Hyebin como si negando con la cabeza, como si fuera mi madre sabiendo que yo era mayor que ella.
Hyebin iba a seguir hablando Mihwa interrumpió sólo para mirarme a los ojos.— Sunwoo, te sientas con un chico lindo, te sientas con Jaehyun no puedes quejarte de él.
— ¡No entiendo que tiene Jaehyun! Porque siempre lo he escuchado desde que la secundaria empezó pero no tiene nada de importarte ese chico.
Sentía como cada vez que hablábamos de algo relacionado de mi clase o chicos salía a flote que me sentaba con "Jaehyun"
— Las apariencias pueden engañar, es verdad que seguramente Jaehyun no es tan bueno como parezca. —me apoyo Eunwoo sonriéndome.
Era verdad, no pensaba en que era tal mala persona, pero no me daba muchas buenas impresiones de sí mismo.— Mhm... Si, es probable que no sea como todo esperamos que sea. —concluyó Mihwa como si arrepintiéndose de sus palabras anteriores.
Mihwa se lo quedo viendo cuando él se paraba a botar la botella de jugo que había comprado y volvía a bromar con uno de sus amigos que daba miedo, era alto y musculoso, pero lo intimidante se iba cuando ese chico empezaba a reír.
(...)
La clase de cálculo me molestaba, podía entender los números, no me costaba, el problema eran los problemas, largos y también la flojera me carcomía para hacer uno de estos, así que preferiría no hablar sobre calculo. Pero siempre me gustaba porque nos daban unos quince minutos libres, ya que después de comer teníamos esa clase. Todo estaba bastante bien, hasta que Yuno se sentó al lado mío y nos quedamos en silencio ambos.
Mi cabeza se movió hacia un lado cuando escuché el silbido, el de pelo castaños conocido mejor como mi compañero molestoso paró de silbar, solo soltando una disculpa.
No era que me molestaba, sino más bien estaba sorprendida, estaba sorprendida por lo bien que lo hacía, algo que yo no podía dominar realmente. Pero más que eso, era porque silbaba como una melodía, pero no la distinguía, seguramente era de una canción que no conocía.
— ¿Mhm? Lo siento si te molesto, pero deja de mirarme así. —murmuró bastante bajo, dejando de hablar con respeto como lo hacía desde que lo conocí.
Él siempre era así, la mayoría de veces me molestaba, pero cuando me hablaba enserio o cosas sobre la escuela, me hablaba en un tono formal y pedía muchas disculpas, no tenía malos modales. Me di cuenta poco después que mi mirada estaba clavada en él y probablemente no era de buena manera, oh vaya...
— Lo siento, no quería que pararas es solo que me sorprendí. —trate de cortar la conversación, al responderle porque primero: no quería seguir diciendo y escuchando disculpas, segundo: era ilógico hablar por un tema tan tonto.
— ¿Te sorprendiste? Oh bueno si, mi talento es silbar, no lo puedo ocultar. —se alzó de hombros, pasando su mano por sus cabellos, tal habitó que cada vez que lo hacía me provocaba cortarle el cabello.
— No, no, bueno si... Solo... No sé silbar, así que también me sorprendió que se te hiciera tan fácil. —susurre en respuesta alzando mis hombros, como si copiando su lenguaje corporal intencionalmente.
Me miro como asintiendo con su cabeza, aunque después abrió la boca, empezando a ladear su cabeza, vaya que movía su cabeza.— ¿Qué? ¿No sabes silbar? —pregunto sonando tan sorprendido, como si se tratase de silbar es lo mismo que respirar.
Asentí, era algo normal, o eso pensé hasta que lo escuché reír, reír en burla, vaya que esperaba... Oh vaya... Así iba a ser mi compañero de pupitre por casi más de un mes o quien sabe, ¿un año? Asombroso.
Y ahí es donde mis pensamientos volvieron hacia las conversaciones con las chicas, hacia la conversaciones de cómo Jaehyun parecía bueno y era tan deseado, era ridículo. Me parecía ridículo como la gente consideraba buena persona a Jaehyun, como también era tan ridículamente popular por ser amable y guapo.
No lo veía...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro